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Unidad 3

1 //Escenario
Escenario25
Lectura fundamental
Fundamental

El español
Etapas de un
hablado
plan de comunicación
estratégica
en Norte de Santander - Parte 1

Contenido

1 Marco conceptual

2 Estudio del habla

3 Generalidades del departamento de Norte de Santander

Palabras clave: fonética, fonología, dialecto, hablante.


El siguiente texto es un informe de investigación que surgió a partir del método científico para establecer
parámetros cuantificables y cualificables de la forma dialectal de un hablante nortesantandereano.
Dicha investigación se logró con el testimonio oral seleccionado como pieza fundamental
para desarrollar el planteamiento de carácter fonético-lingüístico. Los temas que se trataron
en la investigación fueron: el español hablado en Norte de Santander, generalidades sobre el
departamento, contexto socio-histórico, trascripción paleográfica, y la trascripción normalizada del
mito de la Llorona.

El objetivo central fue hallar fenómenos dialectales del hablante para comprobar sus rasgos fonéticos
y así poder concluir un tipo de tradición oral sociocultural, determinado mediante su cultura popular y
la tradicional leyenda la Llorona. No obstante, se presupone que esta leyenda tiene variaciones en su
historia dependiendo de la región en donde se cuente.

A nivel metodológico, la investigación se ciñe principalmente a los parámetros establecidos en el texto


Teoría de la narrativa, de Mieke Bal (1995), quien por su autoridad en este tipo de investigaciones
es un referente teórico y metodológico obligado, además de otros autores como Emile Benveniste
(Problemas de lingüística general). Para entender la relación del teórico Mieke Bal con la investigación
desarrollada, se reseña en gran parte la teoría para el conocimiento previo de la forma en que se
abarcó el estudio dialectal del hablante nortesantandereano.

La investigación hace alusión al tema de acontecimientos, pero antes de entrar en materia, es


preciso recordar que se pretende contar de manera pedagógica la forma como se lleva a cabo una
investigación de este orden, para que sirva de punto de referencia.

1. Marco conceptual
Como primera medida se debe aclarar el concepto de fábula, al que hace referencia la autora Mieke
Bal (1995). La fábula es una serie de acontecimientos construida a partir de ciertas leyes que Bal
denomina lógica de acontecimientos.

Greimas (1990) también hace una sugerencia teórica sobre cómo abarcar el análisis estructural
de una fábula a partir de la descripción de los actores y su relación con los acontecimientos, pero
Bal asume una posición crítica frente a su postura, en el sentido de que él no tuvo en cuenta otros
elementos que se encuentran en la fábula y que son lógicamente descriptibles, como el tiempo.

Luego, se precisa el hecho de que los acontecimientos, los actores, el tiempo y el lugar son los que se
constituyen el material de una fábula.

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1.1. Principios fundamentales para el análisis de los textos orales

Los principios fundamentales propuestos por Bal para realizar el análisis de los textos característicos
de la tradición oral, como mitos y leyendas, son:

1. Los acontecimientos se ordenan en una secuencia que puede diferir de la cronológica.

2. La cantidad de tiempo que se asigna a los diversos elementos se determina sobre la base de la
cantidad de tiempo que estos elementos ocupan en la fábula.

3. Los espacios en los que suceden los acontecimientos reciben también unas características
distintivas y se transforman en lugares específicos.

La autora considera que la selección de los acontecimiento como un proceso difícil, ya que un análisis
debe darse desde un punto de vista más elevado y no desde un simple proceso de denominación de
frases; tampoco está de acuerdo con trabajar con tantos elementos, dado que, entre más restringido
sea el conjunto por examinar más fácil será ubicar los acontecimientos importantes que demarcarán
el contexto a estudiar. Por lo tanto, Bal encierra tres criterios para establecer metodológicamente la
forma para aclarar los acontecimientos que van a determinar el significado sincrónico y diacrónico de
la historia ficcional de la fábula: el cambio, la elección y la confrontación.

1.2. Acontecimientos

Mieke Bal (1995) también analiza otros principios estructurales como las relaciones y el ciclo narrativo.
Al respecto, Bremond plantea que “la aplicación de una etiqueta semántica a un acontecimiento
facilita la comparación de las estructuras de diferentes fábulas entre sí” (p. 30). Así, Bal opta por
comenzar definiendo nuevamente el concepto de fábula: “es una serie de acontecimientos lógica y
cronológicamente relacionados” (p. 26).

La razón por la cual Bal reiteradamente expone el concepto de fábula es porque teóricamente la
fábula está estrechamente ligada a una serie de acontecimientos que, una vez definidos, se asocian
mediante relaciones que definen la estructura.

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Reconsiderando el postulado de Bal, se advierte que una sola desviación del modelo base puede
influir de manera abrupta en el significado del texto en general, así que, en el caso específico de los
hablantes, hay que saber reconocer cuáles son las reglas lógicas en las situaciones concretas de la
narración y establecer las diversas formas de hacer visibles las relaciones entre los acontecimientos.

Por ejemplo, una regla lógica sería señalar el efecto y luego buscar la causa, por lo tanto, en el caso del
mito la Llorona una mujer mató a su hijo en una quebrada y que ella después de muerta sale a expiar
sus culpas llorando todas las noches de luna llena.

2. Estudio del habla

2.1. Ficha sociolingüística del hablante

Su nombre es Cecilia Torres Hernández, tiene 57 años de edad, nació en Cúcuta, Norte de
Santander. Es la primogénita entre los seis hijos de don Víctor Torres Durán y Doña Ana de
Torres; actualmente, está casada con Rafael Espinel Páez, con quien tiene tres hijos, también tiene
dos nietos. Estudió para ser maestra, trabajó en pueblos aledaños a Cúcuta, como Chinácota y
Ragonvalia, entre otros. Uno de sus pasatiempos es leer y escribir versos poéticos. Hace 7 años vive
en Bogotá y es dueña de una academia de inglés.

Cecilia Torres mide 1,50 m, pesa 60 kilos, tiene la tez blanca, el cabello negro cenizo y la dentadura
completa. Se define como una persona tranquila, risueña, muy segura de sí misma, motivada y
emprendedora. Se resaltan sus 50 años de permanencia en Cúcuta y sus viajes a la Costa Atlántica, a
Santander, a Cundinamarca y a Venezuela.

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2.2. Transcripción paleográfica

La Llorona

Debo referirme también una historia que me contó mi madre, cuando yo era pequeña también
vivíamos allá en Chinacota Norte de Santander, estaba mi mamá dormida pues, estaba toda la
población en media noche, cuando de pronto un grito pero aterrador; mi mamá dice que fue tan
grande ese grito que se oyó debajo de la cama, ella quedó sentada de un solo golpe en la cama, ella
quedo sentada de un solo golpe en la cama, cuando empezaron a salir todos los vecinos a...a ver dónde
había sido ese grito, no ella sola lo ... lo oyó, salieron con cuchillas, con una alarma terrible, fueron
a... a la como .... A la cuadra...a corría una pequeña quebrada, en esa.... esa quedaba entraron todos
a buscar y nada, no encontraron nada, cuando una señora narró que era que en esa quebrada, hacía
muchos años, una señora había asesinado su bebé y esa era la gritona que salía todas las noches, por la
época en que ese niño murió. Ella tenía que venir, a expirar sus culpas y por eso, ese grito. Pero lo más
raro es que hubiera sido de una sola persona pues se diría, sí como no he ..., le pareció pero es que lo
oyó, toda, toda una cuadra, todo un barrio.

Resulto que con los años yo fui de profesora a un sitio que se llamaba el porvenir en Chitagá, era
una escuela rural muy linda, ese escuela quedaba a la orilla de una quebrada. Resulta que una noche
también oímos un berrío, pero terrible, y mi papá estaba acompañándome, mi padre en esa época me
estaba acompañando y un hermano, quedamos sentados del solo terror que nos dio al oír ese berrío
tan espantoso, no volvimos a dormir en toda la noche, eso nos mirábamos todos aterrados. Al otro día
cuando llegaron los niños, nos dijeron: oyeron anoche; sí, nosotros oímos ese berrío tan horrible. No
¡no! lo que pasa es que por ésta época, una señora en la quebrada, en el pozo tal ... mató a un bebé,
el bebé nació al pie de la quebrada, ella lo mató, lo ahogó, ahí, ella por la época en que lo mató sale a
gritar por la quebrada arriba y la quebrada abajo, ahí constaté de que no era tan cuento, tan chisme lo
que se decía. Lo comprobé yo misma.

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2.3. Transcripción normalizada

La Llorona

Debo referirme a una historia que me contó mi madre. Cuando yo era pequeña, vivíamos en un
pueblo llamado Chinácota, ubicado en el Norte de Santander. Estaba mi mamá dormida, y también
toda la población se encontraba en media noche, cuando de pronto se escuchó un grito aterrador; mi
mamá dice que fue tan estruendoso el grito, que se oyó como si hubiera salido de debajo de la cama.
Ella quedó sentada de un solo golpe en la cama, mientras los vecinos comenzaron a salir para ver de
dónde había salido el grito, es decir que no solo ella lo oyó.

Los vecinos salieron con cuchillos, dando una alarma terrible y llegaron a la cuadra donde corría una
pequeña quebrada. Entraron todos a buscar en la quebrada y no encontraron nada, cuando una
señora contó que en esa quebrada, hacía muchos años, una mujer había asesinado a su bebé y esa
era la Llorona, que sale todas las noches por la época en que ese niño murió; ella iba allí a expiar sus
culpas, por eso se siente ese grito. Si hubiera sido solo una persona que escuchara el grito, dirían “sí,
como no”, “le pareció”, pero es que aquel grito lo escuchó todo el pueblo.

Resulta que con los años yo fui a un pueblo llamado El Porvenir en Chitagá, en calidad de profesora;
aquella escuela rural era muy linda, por coincidencia quedaba ubicada a la orilla de una quebrada.
Una noche oímos un berrido terrible; mi papá me estaba acompañando (en esa época él salía a
acompañarme junto con un hermano) y quedamos sentados en la cama del solo terror que nos dio
al oír ese berrido tan espantoso; no volvimos a dormir en toda la noche, nos mirábamos con caras
de terror. Al otro día, cuando llegaron los niños, nos preguntaron: “¿Oyeron anoche el grito?”. “Sí,
nosotros oímos ese berrido tan horrible”, contestamos. “¡No! Lo que paso es que por esta época, una
señora en la quebrada, en el pozo, mató a un bebé. El bebé nació al pie de la quebrada, ella lo mató
y sale a gritar por la quebrada arriba y quebrada abajo”. De ahí constaté que no era tan cuento, tan
chisme lo que se decía, dado que lo comprobé yo misma.

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3. Generalidades del departamento de Norte de Santander
La ciudad de San José de Cúcuta fue fundada en 1773, en el sitio conocido antiguamente con el
nombre de Guasimal, en un terreno donado generosamente por la dama pamplonesa doña Juana
Rangel de Cuéllar, según consta en escritura pública.

Circunstancias favorables debieron acompañar a su fundación y desarrollo, pues 60 años más


tarde, el rey Carlos IV le otorgaba el título de “muy noble leal y valerosa Villa del Señor San José de
Guasimal”.

Está situada a una altura de 215 m sobre el nivel del mar y tiene una temperatura media de 28º C,
tiene una población de 750 000 habitantes, limita con Villa del Rosario, Chinácota, Bochalema, San
Cayetano, Santiago, Sardinata, Hacarí, San Calixto y con la República de Venezuela.

En 1875 la ciudad fue destruida totalmente por un terremoto, por lo que hoy todos sus edificios son
de construcción moderna. Se comunica por carretera con San Antonio y San Cristóbal (Venezuela),
con Pamplona y con Bogotá.

Cúcuta es una de las ciudades más progresistas de Colombia; las explotaciones petroleras del
Catatumbo han hecho de ella un centro de gran actividad comercial. Es también centro agrícola y
ganadero, y puerto terrestre fronterizo con Venezuela.

3.1. Rasgos fonéticos

Esta región del noreste colombiano posee unos rasgos fonéticos muy característicos, los cuales se
exponen a continuación:

Vocales acentuadas: se mantienen las cinco vocales del castellano, pero su realización fonética
produce normalmente articulaciones de timbre medio, solo a veces se presentan <<a>> ligeramente
vela, <<e>> abierta ante <<r>> y <<rr>>, <<e>> cerrada ante <<ch>> y <<l>>, y <<o>> abierta ante <<rr>>.

Vocales inacentuadas: la variación articulatoria de las vocales inacentuadas es mucho más frecuente
que la de las vocales acentuadas. Por otra parte, algunos cambios se producen solo en el uso inculto
de determinadas palabras.

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La e átona en el léx
ico
Se pierde. Por eje Conservación de la /i/ en la base
mplo, posas – espo
sas.
de algunas derivadas.
Por ejemplo, molenillo – monenillo.

Pronunciación de la e átona
Dentro de la palabra agrupada
con a, o, u se cierra en i. La /O/ átona en el
Por ejemplo, asoliada – léxico.
Por ejemplo, estern
asoleada; pelión – peleón. udar – estronudar.

xico La /U/ átona en el léxico


La a en el lé zo de
e p ie rd e la /a/ a comien Consonantización.
S
Por ejemplo, coyuntura – coy
palabra. asta luego. unt ura.
, ta luego – h
Por ejemplo

Figura 1. Las vocales en el léxico y atonas


Fuente: elaboración propia

3.2. Acento: desplazamiento de habla rústica y vulgar

El acento juega un papel muy importante en la fonética, desplazando los registros de formal a vulgar.

En general: la variada acentuación y forma se encuentra posiblemente en toda Colombia y entre


habitantes de diversos niveles socio-culturales.

Consonantes: no hay <<z>>. De las consonantes castellanas falta en el Norte de Santander solamente
la θ (ortografía <<z>>, ce, ci).

A continuación se exponen las articulaciones, trueques de las consonantes. En ocasiones existe


incluso una pérdida de las mismas.

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Tabla 1. Articulaciones de las consonantes

Consonantes Articulaciones

* Ante vocal velar, sobre todo <<u>>, se reduce a cero fonético: nochevena.
La <<b>> * Se conserva la etimología en casi todas partes: sabuco, vusté.
* Trueques en <<g>>: gómito.

* Se realiza normalmente como fricativa bilabial sorda en todas las localidades:


φácil, caφé, enφermo, alφiler, φorastero, φósforo, aφuera, φlores, φrío, etc. Se ha
pensado que la <<f>> bilabial es arcaísmo, incultura y ruralismo, pero se puede
afirmar que en Colombia, por lo general, es frecuente, no es arcaica, ni inculta
La <<f>> ni solo rural.
* Trueques en <<h>> (simple aspiración); se dan casos más o menos numerosos
y frecuentes de <<f>> aspirada. Algunos ejemplos se observan en el habla
inculta: caje, chojer, jila, jiestas, etc.

La <<m>> Trueques en <<b>>: colbillos en lugar de colmillos.

* Se reduce a cero fonético, en posición inicial. El habla rústica, pierde


fácilmente la <<d>> inicial, particularmente la de voces que empiezan por
des-, dis-, de-, di-: esmaniar (quitar las maneas que ponen a las vacas para
ordeñarlas).
* El caso -ado > -ao es normal en todos los lugares y en todos los niveles
sociales, de modo que sobra dar ejemplos.
* La reducción -ido > -io es frecuente en habla vulgar y rústica y se notó en la
La <<d>> mayoría de las poblaciones exploradas: perdío, marío, apellío, escondío.
* Fuera de todos los contextos anteriores hay otras variaciones en que una
<<d>> intervocálica, se reduce también a cero fonético: reprouctor, ganaero,
aentro.
* Otros fenómenos:
Trueques en <<l>>: ataúl, calaver.
Trueques en <<g>>: sangüiches.

La <<l>> Pérdida por influjo del artículo: el lobanillo<abanillo

La <<n>> Adición: yerbantero.

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* Entre vocales se articula de ordinario como alveolar vibrante o fricativa simple
sonora.
La <<r>> * Asibilación: final de palabra aguda, suena frecuentemente como fricativa
asibilada sonora y, alguna vez, sorda.
* Adición: Anatre.

La <<rr> Se conserva fricativa y normalmente es vibrante alveolar múltiple.

* La predorsodentoalvelar sorda parece ser general.


* Entre vocales se registran algunos casos de <<s>> (dentro de palabra y entre
palabras) relajada y convertida en simple aspiración: dohuevos.
* En posición implosiva la <<s>> generalmente se conserva, pero con alguna
frecuencia se realiza también como aspirada sorda muy débil en Ocaña y en la
vecina población de Río de Oro en el departamento del Cesar. Algunos casos
de aspiración se advirtieron en otras localidades, entre ellas está Cúcuta.
* En el comportamiento de <<s>> aspirada, más ciertas consonantes, hay
La <<s>> semejanzas muy notorias entre las hablas nortesantandereanas y la andaluza.
Desde luego, el fenómeno no es tan regular en el Norte de Santander
como en Andalucía, no alcanza a todo el territorio ni a todos los niveles
socioculturales, ni cambia el timbre de la vocal precedente como en la
mencionada región de España. Por lo demás, es evidente el polimorfismo en la
articulación nortesantandereana de la <<s>>.
* Grupo <<sol>>: De ordinario se conserva la <<s>> sorda y en la mayoría de las
localidades: buenoz días, con <<s>> relajada sonora en buenos. Ocasionalmente
se presenta en Cúcuta la expresión ¿qué más de nuevo? con pérdida de la
<<d>> y la <<s>> transformada en aspiración sonora.

En Cúcuta se articulaba corrientemente como linguopalatal sonora, o sea, que


de ordinario <<Ll>> = <<y>>.
* Distinción de <<ll>> y <<y>>
La <<ll>>
* Igualación de <<ll>> y <<y>>, con la última articulada en diversas maneras:
fricativas palatal, corriente, fricativa, rehilada, africada palatal, relajada.
* Articulación mixta de <<ll>>: calyie, polyo, con fricativas suave.

* Normalmente es fricativa palatal sonora.


La << y >> * En algunos lugares, hablantes y vocablos se da una articulación muy abierta:
jel, ceboja.

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* Corrientemente es prepalatal africada sorda.
* En 14 de las 20 localidades exploradas se observa <<ch>> con mayor o menor
La <<ch>> aumento de la oclusión. Esta articulación coincide en cierto grado con la que
se oye frecuentemente a muchos hablantes de la Costa Atlántica colombiana,
por ejemplo en el departamento de Bolívar, donde se han advertido casos en
que la oclusión domina plenamente sobre la fricación.

* Pérdida en el habla rústica y vulgar, se reduce a cero fonético la <<k>> del


La <<k>>
grupo <<ct>>: detetive, erutar, otubre.

Pérdida en palabras de uso frecuente que contienen la sílaba gua, la <<g>> se


La <<g>> reduce a cero fonético en el habla de algunas personas y localidades: agua >
aua, aguardiente > auardiente.

Según Navarro (2004), en la pronunciación española culta la <<x>>


intervocálica se pronuncia como <<gs>>, con una <<g>> débil y relajada, y el
Grupo <<x>> entre vocales habla vulgar la pronuncia como <<s>>. Esto último es precisamente lo que suele
ocurrir entre hablantes incultos del Norte de Santander: examen > esamen,
examinar > esaminar, existe > esiste.

* Según Navarro (2004), en el grupo <<cc>> la primera <<c>> se pronuncia


ordinariamente como <<g>>. Esto no sucede siempre entre hablantes incultos
nortesantandereanos, se registran algunos casos en que cc > s, con la primera
<<c>> reducida a cero fonético: inyesión, lesión, asidente.
* Desarrollo de <<g>> ante <<cc>>, <<ue>>, >>o>>, reducida a cero fonético:
aullar > agullar , aúlla > agúlla.
* En los dos ejemplos que siguen hay <<g>> epentética ante en el interior
de palabra, forma que se oyó en todas las localidades exploradas alcagüete,
virgüela, moho > mogo, oliendo > goliendo.
Grupo <<cc>>
Trueques en <<b>>: guillame > billamen.
* Trueques en <<t>>: examen > etsamen.
* Aspiración: se reduce corrientemente a una simple aspiración, de vez
en cuando con algún elemento fricativo velar pero más abierto y suave
que la <<x>> normal castellana. Se recogieron algunos casos de aspiración
procedente de <<f>> (<<h>> en la ortografía corriente): jierro, jartera.
* Labialización en algunas palabras el habla rústica, se trueca la <<j>> en <<f>>:
fornalero, San Fuan.

Fuente: elaboración propia

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El área más extensa corresponde a la igualación, pero probablemente en todas las localidades hay
hablantes que distinguen, que igualan y hablantes que combinan en una sola las dos articulaciones
lateral y central. El fenómeno es complejo y no se presta fácilmente a establecer áreas bien definidas.

Por lo demás, es uno de los que pueden ofrecer algo de peculiar, “típico” en relación con otras áreas
de Colombia que se han explorado. Se cree que para la articulación de <<ll>> en todo el Norte de
Santander se pueden aplicar las siguientes palabras de Don Manuel Alvar: “En todas las hablas en
que coexisten varias normas o, si se quiere, en todas las hablas que carecen de un grado único de
nivelación, se da el fenómeno conocido por polimorfismo, según el cual un mismo hablante realiza un
fonema, unas veces de una determinada manera y otras de otra” (1968, 80)

Se puede concluir que en toda estructura básica de una fábula deben analizarse primordialmente
los hechos más relevantes que se puedan considerar acontecimientos concretos y, posteriormente,
aplicar el modelo base, si este encaja. Dicho modelo consiste en establecer una regla lógica que
permita ver el tipo de relaciones que conectan a los acontecimientos entre sí.

Ahora bien, es menester en este instante explicar en qué consiste el ciclo narrativo. Bal afirma que
“la fábula como conjunto constituye un proceso, aunque a cada acontecimiento se le puede también
denominar proceso, o por lo menos, parte de un proceso” (p.27). Si se detiene a pensar en la cita
anterior, se puede inferir que la fábula se da en una larga línea diacrónica, la cual se fragmenta en
grandes y pequeños espacios.

/-------------/----------------/---------------------/-------------------/
virtualidad realización resultado
posibilidad acontecimiento conclusión

Figura 2. Grandes espacios narrativos


Fuente: elaboración propia modificado de Bal (1968)

Y se puede asumir que los pequeños fragmentos hacen parte de las tres divisiones señaladas
anteriormente. Cabe reiterar que ninguna de estas tres frases es indispensable a la hora de analizar los
relatos orales, debido a que se está sujeto a que los acontecimientos no se den de una forma lineal,
como sí se dan en la fábula.

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Se nota, entonces, que en el ejemplo del mito de la Llorona o, en su defecto, en otros mitos se
podrán observar grandes variaciones al respecto, en el sentido de que el posible hablante en cuestión
no relate la historia en forma continua, sino, por el contrario, él o ella podrá hacer constantemente
saltos en el tiempo, es decir, pasar de una posibilidad a dar las conclusiones sin haber pasado
por la realización o acontecimiento; comenzar por la realización de los acontecimientos sin dar
posteriormente un resultado (conclusión) del relato o simplemente mantener el esquema planteado
por Bal.

Lo anteriormente señalado es lo que Bremond ha denominado series elementales y cuando se


combinan entre sí se da paso a las series complejas, que podrían ser las alteraciones de tiempo.
Bremond posteriormente elabora una estructuración más compleja y se basa en una serie de
definiciones de textos narrativos; postula una nueva división entre los procesos: procesos de mejoría
y procesos de deterioro. “Los diversos procesos de mejoría o deterioro, agrupados en ciertas
combinaciones, constituyen en conjunto un ciclo narrativo. Este es el término que usa Bremond para
referirse a una estructura así”.

Ahora evaluará la tesis que se había inferido al comienzo de la ponencia, en la que Bremond hace
hincapié en basar un análisis narrativo desde la perspectiva de una etiqueta semántica y no desde
un mero contenido lingüístico (frases nominales), es decir, que los acontecimientos deben verse
bajo esta óptica, en la que se podrá vislumbrar un cierto número de posibilidades, que facilitarán la
comparación de las estructuras de diferentes fábulas entre sí.

Bremond diferencia un rango del otro de la siguiente manera. Dentro de los procesos de mejoría se
encuentra cumplimiento, intervención, negociación, ataque y satisfacción; dentro de los procesos
de deterioro, tropiezo, creación, sacrificio, ataque soportadoy castigo soportado. Es de explicar que
Bremond, le atribuye a esta forma de análisis una serie de palabras que contienen un significado
sugestivo para el lector y sabe, de igual manera, que el contenido de cada grupo de palabras significa
las mejorías o los deterioros de los que hace alusión.

Seguidamente Bal, sostiene otros principios de estructura, en donde los acontecimientos


seleccionados se pueden relacionar entre sí de varias formas:

• Las estructuras se deben construir sobre las bases de unos datos.

• La relación existente entre ellos debe hacerse explícita, y se ha de prever un cierto grado de
pertinencia.

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Es de señalar que se debe ser muy prudente a la hora de analizar los textos orales, dado que pueden
estar susceptibles a varias formas de estructuración, así que en el texto de Bal se encuentran cuatro
puntos relevantes a tener en cuenta en lo análisis propios:

1. Los acontecimientos se pueden agrupar sobre la base de la identidad de los actores


implicados (actores enfrentados).

2. La clasificación es posible sobre la base de la naturaleza la confrontación.

3. Cabe situar a los acontecimientos frente al lapso temporal (algunos ocurren al mismo
tiempo).

4. Los lugares en que suceden los acontecimientos pueden llevar también a la formación de una
estructura.

Así que cabría combinar estas posibilidades entre sí y se podría prever que en este caso específico los
textos orales y los acontecimientos ocurran o no dentro de estos parámetros aquí argumentados. Se
nota cómo, a partir de las ponencias, se tiene un panorama claro del tipo de metodología que se va
abarcar para la aplicación del análisis y así construir un modelo que se adapte a las necesidades propias
de la investigación aquí planteada.

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Referencias
Alvar, M. (1968). Estudios canarios. Las Palmas, España: Ediciones del Excmo.

Bal, M. (1995). Teoría de la Narrativa. Una Introducción a la Narratología. Madrid, España: Cátedra.

Castellanos, I. (1978). ¿Reglas opcionales o reglas de variabilidad? El caso de la variación l/r en el español
de Cuba. Lenguaje, (8).

Castellanos, I. (1980). Actitudes sociolingüísticas hacia el español del Caribe. Lenguaje, (11).

Fontanella de Weinberg, M. B. (1992). El Español en América. Madrid, España: Editorial Mapfre.

Greimas, A. J. y Courtes, J. (1990). Semiótica: Diccionario razonado de la teoría del lenguaje. Madrid,
España: Editorial Gredos.

Kany, C. E.(1969). Semántica Hispanoamericana. Madrid, España: Aguilar.

Navarro Tomás, T. (2004). Manual de pronunciación española. Madrid, España: Consejo Superior de
Investigaciones Científicas.

van Dijk, T. (1980) Algunas notas sobre la ideología y la teoría del discurso. Semiosis, (5), 37-53.

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INFORMACIÓN TÉCNICA

Módulo: Lingüística
Unidad 3: Texto lingüístico
Escenario 5: Análisis fonético del discurso

Autor: Lissett M. Espinel Torres

Asesor Pedagógico: Estefanía Ferrero Marciales


Diseñador Gráfico: Nancy Paola Vargas Vargas
Asistente: Ginna Quiroga

Este material pertenece al Politécnico Grancolombiano.


Prohibida su reproducción total o parcial.

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