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NEUROCIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO:

Las neurociencias empezaron como una ciencia general, explorando el cerebro y sus
conexiones que forman parte del sistema nervioso central, con el paso del tiempo empezó a
hacer más investigaciones como la conducta humana y esta tuvo un ligamento con la
psicologia, asi muchas partes de las neurociencias se dividen como un apoyo sobre diferentes
ciencias a parte de la psicología, En este caso hablaremos de la relación entre el parkinson y
las neurociencias de la conducta.
El parkinson se considera una enfermedad neurodegenerativa y se ha convertido en una
problemática bastante común aunque se le da muy poca importancia o no se le presta la
suficiente atención puesto que no nos detenemos a pensar cuales son los cambios o su
alteración en la conducta de las personas que lo padecen.
El dolor se presenta de diferentes maneras dependiendo de la persona, no todos lo asimilan
igual, aunque esto depende mucho de por cuánto tiempo ha padecido de dicho problema
haciendo que se vuelva un poco más prominente en algunas áreas, por ejemplo con el
parkinson afecta mucho lo afectivo-motivacional y sensorial, estas respuestas provocan dolor
espontaneo asi fortaleciendo dichas vías.

Algunos de los síntomas que más se presentan son el trastorno del control de los impulsos lo
más común son los temblores en partes como las manos, otros no muy conocidos son los
comentarios o acciones hipersexuales o comportamientos sexuales explícitos; otro trastorno
un poco menos común presentado en menos del 45% de los pacientes es la psicosis la cual
tiene como consecuencia las alucinaciones las cuales no tiene alguna hora de presentarse pero
son más frecuentes en el atardecer o la noche por lo que es más complicado diferenciarlas con
las pesadillas, las alucinaciones también se pueden considerar como efecto secundario de los
fármacos dopaminérgicos o ser resultado de la depresión o trastorno del sueño.

Muchos de los síntomas pueden terminar en alucinaciones y acabar con el control de los
impulsos, generando así una conducta agresiva principalmente en el ámbito sexual, donde en
muchos de los casos son las parejas las que los sufren, dicen que aumenta la insistencia y la
agresividad en la actividad sexual además de que los comentarios suelen ser más ofensivos.
Todo esto suele ser causado por el mismo parkinson o algunos pacientes que suelen ser
tratados con dopaminérgicos según la American Geriatrics Society el 15% de los pacientes
tratados con dichos agentes tiene períodos de confusión y algunos exhiben un
comportamiento sexual alterado.
Una variedad de agentes neurofarmacológicos, incluidos los medicamentos anticolinérgicos,
el clorhidrato de amantadina, la levodopa, la selegilina, la bromocriptina y el pergolida, ahora
están disponibles para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. De los pacientes
tratados con agentes dopaminérgicos, el 30% desarrolla alucinaciones visuales, el 10%
exhibe delirios, el 10% tiene euforia, el 1% tiene manía, el 10% al 15% experimenta un
aumento de la ansiedad, el 15% tiene períodos de confusión y algunos exhiben un
comportamiento sexual alterado. Los fármacos anticolinérgicos tienen una mayor tendencia a
producir estados confusionales que los compuestos dopaminérgicos. Los pacientes de edad
avanzada y aquellos con demencia subyacente tienen más probabilidades de tener efectos
secundarios adversos con el tratamiento anti-parkinsonismo. La reducción de la dosis es la
estrategia de manejo óptima, aunque los agentes antipsicóticos pueden ser necesarios en
pacientes con delirios, y el litio puede ayudar a controlar la manía inducida por
medicamentos. Los agentes dopaminérgicos comparten la propiedad de estimulación de los
receptores de dopamina D2, y esta acción puede desempeñar un papel esencial en la
mediación de sus efectos neuropsiquiátricos.
La enfermedad de Parkinson (EP) es una de las principales causas de discapacidad
neurológica en los ancianos: la edad media de inicio es entre los 58 y los 62 años, y entre el
75% y el 80% de los pacientes con EP tienen entre 60 y 79 años de edad.

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