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Hacer todo esfuerzo para vivir de acuerdo con lo más excelente que hay en nosotros..

Debemos defender la urgente necesidad que tenemos todos de conceder a la sabiduría un


lugar central en nuestras vidas.

.Sólo desde el centro más profundo del yo, es decir, desde el interior de uno mismo, “es
posible un trato auténticamente humano aun con el mundo; sólo desde allí puede hallar el
hombre el lugar que en el mundo le corresponde.

Quien en medio de un espacio vital configurado, por divisas, consignas y noticias utilitarias ,
lograra mirar impávido el estado real de las cosas... ese tal se habría reservado un sector de
libertad.

La nación se construye a partir de lo que una comunidad siente, desea y funda políticamente.

Los pueblos sin ideales y sin sentimientos de justicia, no pueden conformar una comunidad y serán una
mera acumulación gregaria de egoísmos.

Las naciones avanzan si tienen la capacidad de imponer un imperativo moral de colaboración con el
prójimo, de bien común y de solidaridad con los hijos de la misma patria.

No hay nación posible, si los principales elementos de la economía de un país son manejados por el
“mercado mundial”, que es la forma eufemística de nombrar a un grupo reducido de países y de
corporaciones a ellos vinculadas.

Los Estados sin industria y sin una actividad productiva planificada socialmente, no pueden generar
condiciones de empleo y dignidad para su pueblo. El resultado de dicho modelo económico es el descarte
en masa de los seres humanos, que son sumergidos en la pobreza, el subconsumo y en la marginalidad.

El gobierno de las elites financieras trasnacionales pone en riesgo las democracias. El neoliberalismo busca
destruir la organización del pueblo y le entrega la soberanía política y las decisiones gubernamentales a los
organismos multilaterales y a los CEOS. En este sistema, el pueblo a lo sumo delibera, pero nunca gobierna
y sus decisiones están enajenadas en las elites que son designadas por las corporaciones.

En el aspecto económico, la “división neoliberal del subdesarrollo” opera como un programa de socialización
de pérdidas y de privatización de ganancias. A los países del sur les cabe la tarea de primarizar la
producción, para reconvertirse definitivamente en economías agropecuarias y en una plaza para la
especulación financiera.

El neoliberalismo difunde una ideología individualista, narcisista y nihilista y es por eso anti nacional y anti
colectivista. La evocación al individuo consumista con derechos y sin deberes con la comunidad, conduce a
que desaparezca el concepto de colectividad. La sociedad se disgrega y aumenta la violencia y la
desigualdad. Lo que nunca debe olvidarse y pese a que quieran encubrirlo los cultores del liberalismo, es
que la supervivencia de la nación es la única garantía de la libertad del individuo.

En el sistema neoliberal el hombre no tiene fe en el progreso de la humanidad y la remplazó por el deseo de


consumir. Se es lo que se tiene y la patria es el dólar, la bolsa de valores es la iglesia y la ganancia su Dios
único.
Los liberales hablan del Estado de Derecho, nosotros hablamos del Estado de Justicia. Los liberales hablan
de los derechos del ciudadano, nosotros hablamos de los derechos del hombre, que es más que un
ciudadano: el hombre es una persona que genera familia, trabajo, profesionales, vida barrial, vida vecinal,
partidos políticos y una multitud de acciones sociales.

Los argentinos y sudamericanos tenemos el deber histórico de rehacer la patria sobre las ruinas del
neoliberalismo. Para eso, es necesario fortalecer la comunidad nacional y la unidad moral del pueblo en una
nueva fe cívica movilizadora y vital.

Es necesario volver a tomar el control sobre los procesos de inversiones, y discutir


el futuro del país.

Por ello hemos conformado «Pymes para el desarrollo Nacional» dentro de esta
nueva iniciativa, nacional y popular, las Pymes nos agrupamos políticamente, para
discutir nuestra participación en la vida Política Nacional. Creemos firmemente que
planes, proyectos y propuestas sólo pueden ser realizables participando dentro del
poder político.

Las Pymes pensamos lo que decimos, necesitamos poder decir lo que pensamos,
porque ademas vivimos lo que decimos y pensamos.

Pretendemos asumir la representación política del Empresariado Nacional Pyme


de capital interno, que no enviamos las utilidades al exterior, y que queremos
rápidamente que el país alcance el pleno empleo, para terminar con la pobreza.

Hoy más que nunca los hombres y mujeres necesitamos conocer la verdad
sobre nosotros mismos; con urgencia debemos abrirnos a la verdad sobre la
persona si no queremos sucumbir bajo el materialismo y sus imperativos que
son la injusticia, la insolidaridad y la violencia.

Tenemos que recuperar la dimensión moral de la política


conjuntamente con una sociedad civil vibrante.
Y la dimensión moral de la política exige que la acción política esté a
cargo, NO de un sistema anónimo, de un aparato sin alma y sin rostro,
SINO de seres humanos, individuos concretos, titulares responsables
de sus elecciones y acciones.
Sujetos que desde su razón práctica timoneen su vida personal e
incidan en la orientación y destino de la vida social.
Sujetos, en suma, responsables.

Los representantes políticos y jurídicos son responsables de escuchar el


lenguaje de la naturaleza humana, no para dar paso a un moralismo estatal,
sino para promover estilos de vida que estimulen el recuerdo de la
naturaleza y desalienten las opciones que desoigan el lenguaje de ella. La
función de la ley, sobre todo en este campo, está llamada a ser más
proactiva que reactiva.
Obviamente, nunca impositiva de los modos de vida que debe asumir cada
individuo, pero sí orientadora al presentar y proponer estilos de vida que se
sitúen en los carriles de la potenciación del espíritu encarnado que cada
uno somos.

Hoy el mundo libra una batalla por los puestos de trabajo, enmascarada en la
lucha por los mercados. La industria es un actor relevante para poder alcanzar el
pleno empleo, con niveles salariales que permitan vivir con dignidad. Este es el
único camino posible para terminar con la pobreza.

Dentro de esta iniciativa, las Pymes debemos agruparnos políticamente, para


discutir nuestra participación Pymes en la vida política Nacional. No hay una
argentina industrial posible, sin una clase industrial nacional, que defienda el
modelo de desarrollo industrial del país. Debemos ser nosotros los actores, que
enfrentemos a las fuerzas del anti desarrollo.

Queremos discutir cómo terminamos con la financiarización de la economía,


que nos tiene a merced del capital financiero, mediante tasas de interés que han
empobrecido a toda la población.

El fin es un ensamblaje definido y


cada paso del anterior al posterior, tiene una índole que está planeada para conducir
al resultado final”35.
Esto es lo que identificamos como actuar por causa de un fin en nuestra vida
práctica.
Ahora bien,
“encontramos la misma clase de orden hacia un fin, de lo previo a lo posterior, en las
cosas que suceden por naturaleza, como en el tejido de la tela de las arañas o la
construcción
del nido de los pájaros. Esto es tan cierto que la gente se pregunta si esas
cosas son producidas por arañas o por pájaros usando sus mentes. Que esto no es
así, lo atestigua el hecho de que esos seres siempre hacen las cosas de la misma
manera. Como Santo Tomás dice sobre este punto: ‘Pero es evidente que no obran
por intelecto sino por naturaleza, porque siempre obran del mismo modo: toda
golondrina hace el nido de la misma manera, y toda araña hace la telaraña de la
misma forma. Esto no sucedería si obraran por entendimiento y arte, pues no todo
constructor hace siempre casas iguales, porque el artífice juzga la forma concebida
y puede variarla’. Tomás de Aquino, In Fis., II.13, (núm. 176)’”
En efecto, es preciso conocer cuáles son los fines
propios de la naturaleza humana con miras a descubrir cuál es el orden social
más propicio para el desarrollo de la vida individual y comunitaria.
El hecho de saber que el ser humano es social por naturaleza
resulta crucial para la definición teórica y operativa de la ética-política.
El que se escojan modelos de convivencia que potencien o, en su defecto, anulen
dicha inclinación depende de que se acepte o no esta orientación fundamental de
la naturaleza humana.

“Somos seres autoperfectibles. Somos autocultivadores de nosotros mismos. Esto


significa que, no solamente hay en nosotros el terreno perfeccionable, sino también
el principio activo para dicho cultivo. Somos agentes, y no meramente pacientes,
de nuestra perfección. Y nuestra capacidad para ser agentes en este campo, radica
en el hecho de que poseemos, como algo dado naturalmente, los principios de
nuestro propio desarrollo”.Lawrence Dewan

los seres dotados de conocimiento se diferencian de los que no lo tienen en que estos últimos no
poseen más que su propia forma, mientras que los primeros alcanzan a tener, además, la forma de
otra cosa, ya que la especie o forma de lo conocido está en el que lo conoce. Por eso se echa de ver
que la naturaleza del ser que no conoce, es más limitada y angosta, y, en cambio, la del que conoce,
es más amplia y vasta...” DE AQUINO, Tomás. Suma teológica, I, q. 14, a.1;

“El descubrimiento de la capacidad de conocer la verdad, y de entrar así en contacto con lo realmente
real está, por tanto, en la base de la formulación del carácter espiritual del hombre, es decir, de la
imposibilidad de reducirlo totalmente a la categoría de un mero viviente orgánico. El hombre posee de
algún modo el intelecto, que es la capacidad de conocer la realidad, y su actividad representa un
modo de vida que excede a todos los demás” MURILLO, J. I. Filosofía y tecnología ¿Cuál
es el motor del progreso?.

Las condiciones para la investigación y la innovación únicamente pueden darse en una atmósfera de
libertad la cual procede del genuino interés por la verdad. Se necesita una ascética intelectual para que sea
el deseo de verdad el que impulse la búsqueda y el que ilumine y guíe el camino, siempre arduo, de la
investigación. Se trata de la vital diferencia que separa al sofista del filósofo: “El filósofo y el sofista ordenan
su vida y sus actos a cosas diferentes: el filósofo, a conocer la verdad; el sofista, a aparentar aunque no
sepa

una libertad absoluta, esto es, una


libertad que todo lo mide y no es medida por nada, tarde o temprano desemboca
en el fracaso vital y en la autoanulación de la misma libertad. Porque, “la libertad
es auténtica en la medida que realiza el verdadero bien. Solo entonces ella misma
es un bien. Si deja de estar vinculada con la verdad y comienza a considerar
esta como dependiente de la libertad, pone las premisas de unas consecuencias
morales dañosas incalculables
Juan Pablo II,

El lenguaje de la naturaleza humana no cesa de invitarnos una y otra vez a retornar


al núcleo de nosotros mismos, a nuestro ser más profundo: nuestra alma
espiritual que se alimenta y vive de lo esencial, a saber: de la Verdad, el Bien, el
Amor, la Belleza.

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