En ejercicio de la acción pública consagrada en los artículos 40 y 241 de la Constitución
Nacional los Ciudadanos Jeisson Javier López Merchán, Jeferson Eduardo López Merchán, Nicolás Levy Levy y John Fredy Camacho Espitia solicitaron a la Corporación declarar la inexequibilidad del artículo 519 del Código Civil el día 3 de diciembre de 2007. “Artículo 519. El pupilo no residirá en la habitación o bajo el cuidado personal de ninguno de los que, si muriese, habrían de suceder en sus bienes. No están sujetos a esta exclusión los ascendientes legítimos, ni los padres naturales” El primer cargo de inconstitucionalidad presentado está relacionado con el principio de la buena fe y la contradicción de el primer inciso del artículo con el artículo 83 de la Constitución lo cual da a entender que este articulo esta basado en la mala fe con la que el curador va a actuar en detrimento de su pupilo, base que no tiene respaldo ni justificaciones razonables. En cuanto al segundo inciso, los demandantes consideran que hay una clara violacion y contradicción con el principio o derecho a la igualdad consagrado en el artículo 13 de la Constitución en tanto a la expresión “Padres naturales” pues con esta se excluye de manera clara a los padres adoptantes.
Antes de entrar a hablar sobre las consideraciones, es pertinente mencionar ciertos
conceptos necesarios para la explicación del principio y su correcto análisis: “la Corte Constitucional ha señalado que tres subprincipios o elementos dan forma a este patrón utilizado para establecer la exequibilidad de las medidas legislativas que limitan derechos fundamentales: (i) idoneidad, en cuya sede es preciso establecer la existencia de un fin constitucionalmente legítimo al cual se encuentre orientada la restricción objeto de control y, en segundo término, que el instrumento ideado –esto es, la restricción misma- resulte adecuado para la consecución de dicho propósito. (ii) Necesidad, momento en el cual se analiza la eventual existencia de otros medios que supongan una limitación menos severa al derecho fundamental. (iii) Proporcionalidad en sentido estricto, en el cual se indaga por la relación entre los costos y los beneficios constitucionales que se obtienen con la medida enjuiciada.”
CONSIDERACIONES
En cuanto a las consideraciones, la Sala empieza resaltando que el principio de
proporcionalidad es una herramienta empleada por los Tribunales constitucionales para efectos de examinar la exequibilidad de específicas limitaciones o restricciones de derechos fundamentales y para asegurar que las medidas adoptadas por el estado no solo son suficientes sino también justificadas para la toma de esta decisión; así también como la garantía de medidas que sean estrictamente necesarias y útiles para alcanzar un fin constitucionalmente valioso y de las cuales se obtenga un beneficio en términos constitucionales superior al costo de la restricción establecida por el legislador. Para la evaluación de la exequibilidad de las limitaciones de los derechos fundamentales encontrados en este caso, la Sala realiza un estricto juicio o test de proporcionalidad debido a que en la norma se establece una clara restricción al derecho de convivencia, negando completamente el derecho del pupilo a tener una familia y así mismo convivir con ella bajo el mismo techo, lo que hace necesario la aplicación rigurosa del test en donde se guiará de los principios o elementos mencionados anteriormente, que como regla general, sirven para efectuar un adecuado y pertinente análisis sobre la exequibilidad en cuestión, evaluando y analizando si las medidas tomadas por el Legislador en el artículo 519 son las correctas para el manejo de este tema.
Ahora bien, la Sala empieza realizando el test sobre el Inciso 1 de la norma
demandada.
● Idoneidad: La sala concluye que esta medida es completamente razonada y
adecuada para el fin que se persigue que es el amparo a la vida y a la integridad personal de, en este caso, personas que se encuentran en debilidad manifiesta, frente a familiares o personas que guardan la expectativa de sucederles y que pueden atender a sus propios intereses lucrativos antes que a los de sus pupilos, situación que se pretende evitar con el inciso 1 del artículo 519 del Código Civil. Aunado a ello, la corte nos recuerda que es deber tanto de la sociedad, como de la familia y del Estado velar y proteger los derechos e intereses de los niños, y es por esto que el Estado se ve en la tarea de crear todos los mecanismos posibles para salvaguardar y proteger a este, su armonía e integridad personal, así como establece que es una medida apropiada para el fin que se persigue, pues garantiza los derechos del menor y a su vez establece un mecanismo anticipado para las posibles amenazas en las que se pueda ver envuelto este a causa de intereses lucrativos por las personas con expectativas de sucederlo. ● Necesidad: Ante este principio, la sala encuentra que si bien se pretende salvaguardar el derecho a la vida e integridad personal del pupilo, se le niega completamente a este el derecho de tener una familia y convivir con ésta en tanto el artículo 519 del Código Civil erradica completamente la posibilidad de que cualquier persona que tenga vocación hereditaria frente al impúber se pueda encargar de su cuidado personal o pueda convivir con este bajo el mismo techo, por lo que la Sala encuentra que hay medidas menos restrictivas para salvaguardar los derechos del impúber y que el Legislador sacrifico completamente otras garantías y derechos fundamentales cuando el principio de armonización constitucional establece que la realización de los fines constitucionales debe llevarse a cabo de manera tal que no implique la negación absoluta de otros propósitos y, más aún, de otros derechos fundamentales. Concluye que esta medida es desproporcionada en tanto contempla que en ningún caso las personas con vocación sucesoral del pupilo, o sea sus familiares más cercanos podrán convivir con él, condición necesaria para el normal crecimiento y desarrollo de este. Ante esto, la Corte considera que una alternativa menos lesiva e igual de idónea es el discernimiento de los guardas, en tanto protege los mimos derechos que el artículo 519 pretende proteger y así mismo garantiza una mejor elección de tutor para el impúber de acuerdo a las cualidades morales de este. ● Proporcionalidad: Para este, no es suficiente la constatación de la existencia de un fin constitucionalmente valioso como lo requiere el principio de proporcionalidad leve, sino que además se requiere que la medida sea legítima e importante, de manera que su consecución sea absolutamente imperiosa; además de esto, la medida debe ser conducente, debe ser tan necesaria que no exista una medida o un medio menos lesivo para manejar dicha situación. La Sala concluye diciendo que en cuanto a los beneficios que sean recogidos de la creación de esta limitación, en este contexto es forzoso que éstos excedan el grado de afectación de bienes constitucionales. Debido a que en el caso concreto se establece en el artículo 519 una restricción absoluta entre las guardas y la patria potestad, dado que consagra que ninguna persona llamada a suceder al impúber podrán tener su cuidado personal ni convivir con este bajo el mismo techo, la Corte establece que esta medida es desproporcionada en tanto obstaculiza y restringe en todos los casos el derecho del menor de tener una familia y convivir con ella, por lo que el apartado objetado se declara como inconstitucional en cuanto a que no cumple con los parámetros del principio de necesidad de manera correcta y es por esto que se declara condicionalmente exequible, pues la restricción de cohabitación y cuidado consagrada en el inciso 1° de la disposición sólo resulta aplicable en cada caso concreto mediante una orden judicial específica.
Examen de constitucionalidad del inciso 2° del artículo 519 del Código Civil
La Corte declara la inexequibilidad de la expresión “legítimos, ni los padres naturales”
contenida en el inciso 2° del artículo 519 del Código Civil en cuando el Legislador al redactar este inciso de esta forma no solo va en contra del artículo 44 de la Constitución sino también del artículo 42 de la misma el cual reza que la familia se constituye por vínculos jurídicos (matrimonio o adopción) o naturales (en cuyo caso se hace referencia a la decisión libre de conformar). Además, el Legislador al privilegiar la situación de los hijos legítimos respecto de sus ascendientes estaría promoviendo un tratamiento discriminatorio en virtud del cual, sin fundamento constitucional legítimo, se aparta a los hijos extramatrimoniales y adoptivos de la posibilidad de encontrarse bajo el cuidado de sus ascendientes en caso de ser sometidos a tutela.