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Un acercamiento a la fenomenología de Alfred Schutz.

Alfred Schutz pudiendo tener diferentes intereses filosóficos investigativos


de acuerdo a lo que explica Bergson que todos los filósofos tienen, siempre va
haber una percepción principal; por tanto, en el caso de Schutz “construye todo su
enfoque de la sociedad basándose en el análisis de la experiencia social del
individuo” (Campbell, T. 1999: 230).

En tanto que se enfoca en las presuposiciones, la estructura y la


significación del mundo del sentido común, donde propone concretar una filosofía
de la vida o una fenomenología de la actitud natural y de las formas rutinarias de
existencia en el mundo cotidiano, así la fenomenología es el método interesado en
ubicar, descubrir e interpretar los fenómenos entendiéndolos como la inmediatez
dada en la conciencia.

El objetivo de Schutz fue descubrir los elementos de la vida social que no


puede excluir al sujeto, ya que éste está implicado en la construcción de la
realidad objetiva, que estudia la ciencia social, lo cual es el elemento central del
fenómeno sujeto; por su parte, el método de Schutz propone reflexionar sobre la
experiencia social, que los individuos construyen a través de las interacciones con
los demás.

Con la finalidad de ahondar en cuanto a los fundamentos de Schutz se


hace necesario revisar el material compilado por Maurice Natanson sobre El
Problema de la Realidad Social (1995) donde se esbozan los resultados del
análisis del filosofo estudiado, el cual tomó en cuenta que la presuposición que los
individuos tienen respecto al mundo cotidiano es el que le da sentido a los
diferentes ámbitos de la vida y de la realidad humana.

Lo mencionado anteriormente en relación a la presuposición refiere al


hecho de dar por entendido que el mundo en el que se vive existe y que tiene un
pasado, tiene un presente y tendrá un futuro, es decir un mundo dado a todos los
hombres por igual. En dónde se dan una serie de rutinas o actividades humanas
propias de la existencia, algunas de estas son: nacer, educarse, jugar, amar,
sufrir, morir y otras.

La presuposición es lo que da inicio al estudio realizado por Schutz, es por


ello que se hace necesario desarrollar cada uno de los elementos propuestos en el
texto señalado anteriormente:

El mundo del sentido común

Puede conocerse también como mundo de la vida diaria o mundo cotidiano,


refiere a la escena de las acciones de los individuos en donde todos entran en
relación, tratando de entenderse unos con otros y con ellos mismos; en otras
palabras, consiste en la creencia que se tiene en cuanto a la existencia e historia
de las personas.

Dentro del mundo del sentido común se ubican tres aspectos, el primero de
ellos es la situación biográfica, que representa la ubicación específica que cada
individuo asume en la vida -construida a partir de su existencia- es decir, después
de nacida, la persona va interpretando el mundo de acuerdo a sus perspectivas e
intereses para establecer su escenario de acción. De igual forma, cada
experiencia vivida se convierte en una estructura sedimentada que condicionará
la interpretación de todo nuevo suceso o actividad.

En según lugar, se encuentra el acervo de conocimiento a mano que viene


a ser el cumulo de conocimiento o aspectos que reúne toda persona como
experiencias a lo largo de su vida y que le permite controlar o comprender
determinadas situaciones que se le presentan en la cotidianidad. Si no se tiene
experiencia previa para enfrentar una situación, lo más probable es que se
improvise pero esto se hará en la medida en que la imaginación del individuo
tenga posibilidades de hacerlo, ello pues también dependerá del acervo de
conocimiento que disponga.

Por último, se encuentran las coordenadas de la matriz social vinculada a la


posición espacial y temporal que como factor primordial posee una persona frente
a las situaciones de su vida, en donde tiene el poder de decidir qué aspectos le
resultan relevantes y cuáles no, cuales toma o desecha.
De aquí que, Schutz afirme que la posición espacial y temporal que una
persona tenga orientará su desenvolvimiento en la vida cotidiana y que ésta a su
vez se ve envuelta por la subjetividad del individuo; a esto último, Schutz agrega la
intersubjetividad pues considera que todo individuo es un ser social vinculado en
una realidad con otros individuos.

Intersubjetividad

Viene hacer el punto de encuentro donde se colocan todos los


mundos subjetivos de los ciudadanos, puesto que en la vida cotidiana no hay
manera de plantearse como conocer filosófica y formalmente diferentes otras
mentes. (Natanson, M.1995).

Inmerso en esta misma subjetividad se encuentra el aquí y allí del ego que
pone de manifiesto la posición individual de una persona que se convierte en su
aquí en relación al cuerpo de un semejante que se encuentra allí.

El establecimiento de estas posiciones permite la posibilidad de modificar


la situación y trasladarse de aquí hasta allí sin alterar el allí aún cuando el aquí se
haya movido hasta el allí que representa una persona para entender los sucesos
que le son comunes a ambos y atribuirle una reciprocidad de perspectivas;
entonces para Schutz esta “…intercambiabilidad del Aquí y el Allí entre egos es la
condición necesaria para una realidad compartida…” (Natanson, M.1995:20).

Asimismo, podemos localizar el alterego que consiste en el pensamiento


experimentado sobre un presente vivido, donde Schutz explica que el
conocimiento que tiene una persona sobre otro ser humano trasciende en algún
momento del de sí mismo, ya que el conocimiento del otro es por su presencia
vivida capta en un ahora, en cambio sobre si mismo se puede reflexionar en el
pasado (así sea recién). Esta captación de una persona sobre otra y viceversa
hacen posible su convivencia en el mundo.

Lo señalado permite ver como el conjunto de semejantes constituye los


diferentes alteregos, allí pueden identificarse los predecesores que refieren a
personas que vivieron en un tiempo pasado, ellos pueden influir en las personas
del presente; los contemporáneos son los sujetos que viven en la misma época y a
la vez pueden convertirse en asociados los cuales se construyen a partir de la
relación que llegan a tener cara a cara; y los sucesores que vivirían en un futuro
representando el anonimato para los que viven el presente.

Acción

Schutz considera a la acción como una conducta propia del ser humano,
siendo éste quien realiza tal acción y la ejecuta siempre con un propósito; además
se dice que es una conducta propia del ser humano, pues es únicamente desde su
conciencia de donde se origina la acción.

Ahora bien, dentro del concepto de acción desarrollado por Schutz se


encuentran tres elementos descritos a continuación: el primero es la interpretación
subjetiva del sentido basado en la identificación y caracterización del mundo del
sentido común en otras palabras, es la interpretación que la persona hace de su
conducta y de la de los demás a partir de sus experiencias, dicha interpretación es
hecha por todos y cada uno de los individuos.

El segundo es la definición de la situación que refiere al sentido que la


persona le da a sus acciones, partiendo de que la situación le es propia y es éste
el encargado de darle significado; esta interpretación se da a partir de la
subjetividad y de la situación biográfica del individuo.

Por último, en esta definición de la situación el investigador social debe


respetar el sentido que los actores le dan a sus acciones, tomando en cuenta que
ello será el punto de partida y fundamento de su investigación; de no ser asi su
interpretación no se correspondería con lo experimentado o vivido por la persona.
Es por ello que Schutz sostiene que:

…El investigador social, en lugar de tratar esa definición como una


<<respuesta>> o <<reacción>> ante ciertos estados de cosas objetivos, debe
percatarse de que definir significa actuar, y que interpretar el mundo es un modo
primordial de actuar en el… (Natanson, M. 1995:24).

El tercer elemento es el horizonte de acción en el cual se explica que


las acciones de los sujetos dan cuenta de las experiencias vividas y que a su vez,
esas acciones se entrelazan mutuamente, cabe destacar que aquí también
emergen la situación biográfica y el acervo de conocimiento como condicionantes
de dichas acciones.

Asi, el hombre al estar inmerso en determinadas situaciones, toma


de éstas ciertos aprendizajes para sus futuras experiencias; en palabras de Schutz
“…la premisa según la cual puedo, en circunstancias típicamente similares, actuar
del modo típicamente similar en que lo hice antes para producir una situación
típicamente similar…” (Natanson, M. 1995:25).

Proyectos y Roles

Los individuos tienden a proyectarse, es decir, anticipar los actos futuros


partiendo de su situación biográfica y del acervo de conocimiento que tengan a
mano, esto de igual forma va a condicionar la proyección. Para lograr ejecutar
dichos proyectos se necesita un intermedio temporal que separe el logro y la
anticipación.

Schutz en este sentido propone dos ramificaciones de motivos, unos para


referirlos a la acción futura (subjetiva) que desea el individuo y los otros vienen a
construirse a partir de las predisposiciones causales de la conciencia (objetiva)
estos son los motivos para y los motivos porque, respectivamente. En este mismo
orden de ideas, el filósofo mencionado explica la fragmentación del sí-mismo
como el hecho de desconocer sus posibilidades por lo que se presenta ante los
otros de una forma parcial.

En consecuencia, lo anterior permite decir que para Schutz el accionar de


un individuo tiene diversas consideraciones propias que lo hace inclinarse por
determinados aspectos motivados por sus intereses y convicciones, en otras
palabras una persona elige o selecciona el actuar de acuerdo al significado que
tenga la propia acción considerando siempre su situación biográfica y el acervo de
conocimiento que tenga, se estaría hablando entonces de significatividad.

Las Realidades Múltiples


Schutz habla sobre los ámbitos finitos de sentido porque para él la
realidad no la constituyen los objetos ni sus estructuras determinadas en la
sociedad, sino el sentido que le dan las experiencias de los individuos. En este
punto se encuentra una realidad eminente que no es más que el mundo de la vida
común de un individuo que al actuar se inserta en el exterior en dónde hay otras
personas con las que se comunica estableciendo lo que se conoce como
intersubjetividad. A partir de allí su ejecución ocasionará cambios que influirán en
otras situaciones y por ende en esos otros.

Por otro lado, Schutz introduce en la comprensión de las realidades


múltiples la epojé de la actitud natural que se traduce en la suspensión de la duda,
lo piensa pero no lo admite ante el mundo, es un proceso inconsciente. Por tanto,
en la realidad eminente de la que se hablaba anteriormente, aparecerán las
aparentes actitudes naturales de los individuos (aún cuando dentro su mente
siguen preguntándose el por qué de la existencia del mundo y sus objetos).

Finalmente, existe una experiencia básica llamada por Schutz ansiedad


fundamental que se trata de la sensación que experimenta el individuo al manejar
un sistema de significados y que produce esa epojé de la actitud natural pero que
a su vez determinara el dominio que adopta la persona ante diferentes situaciones
(superar obstáculos o plantearse proyectos y alcanzarlos).

Por otro lado, cada uno de los elementos descritos anteriormente son
aspectos considerados por Schutz al momento de desarrollar la Teoría del hombre
y la Teoría de la sociedad, de aquí la importancia de su previa explicación.

Schutz en su Teoría del hombre parte de que la experiencia subjetiva es


inherente a la condición humana, pues esta se manifiesta en las acciones y en la
forma en la que ese individuo vive en el mundo-vida cotidiano. Dichas acciones,
cabe destacar que se dan de forma consciente y responden a un proceso previo
de reflexión que da cuenta del por qué el individuo actúa de una determinada
manera.

Por tanto, el estudio de la condición humana implica necesariamente partir


de esa previa reflexión, pues “…un agente no puede tener una opinión separada e
imparcial de su propia conducta mientras que esté realmente comprometido con
ella…” (Según Adam Smith citado por Campbell, T. 1999:232) por lo que, el
comportamiento humano en sí mismo engloba un significado.

El ser humano tiene la capacidad de reaccionar de acuerdo a distintas


situaciones, en las cuales reconoce lo que le es ventajoso o no, es decir, la
persona por naturaleza se establece objetivos a cumplir partiendo de su vivencia;
ello apoyándose en lo que Schutz denomina como cumulo de conocimientos, el
cual está constituido por una serie de simbolizaciones que le dan sentido,
provienen del grupo social al que pertenece y es construido a partir de las propias
vivencias.

Por otra parte, al hablar de dominios de pertinencia Schutz expone que


dentro del mundo-vida cotidiano existen diferentes acontecimientos, de los cuales
la persona demuestra un interés específico frente a alguno de ellos, y en base a
eso delimita los patrones que orientan su decisión y posterior acción; en el caso
de que tal persona se proponga modificar una determinada situación, de igual
forma ésta planifica mentalmente las opciones que le permitan afrontarla. A todo
esto Schutz lo denomina actividad racional.

Ahora bien, otro elemento descrito por Schutz es que aquella acción futura
que proyecta un individuo viene dada por un motivo para que va a dirigir la
consecución de un objetivo, cualquiera que sea, y a su vez existirá un motivo
porque que no es sino la causa que precede a la acción de manera inconsciente,
el primero genera una libertad de acción y el segundo es determinista.

Para finalizar, la propuesta de la Teoría del Hombre del autor aquí señalado
supone la existencia de un cúmulo de conocimientos el cual da cuenta de
experiencias determinadas y sostiene que la actuación natural del hombre se
apoya o se basa en ciertos intereses; además de ello, Schutz establece que el
individuo posees dos tipos de pertinencias (intereses), la primera de estas, es
impuesta por el grupo social al que pertenece y la segunda, es propia de él pues
se da de manera natural y hacen por sí sola que “...ese individuo tenga una
conciencia clara y comprensible del lugar particular que ocupa en su mundo...”
(Campbell, T. 1999: 237).

Vista la teoría del hombre propuesta por Schutz es importante reconocer


que éste es un ser social puesto que no es un ser aislado sino que está en
constante relación con otros individuos, lo que se traduce en que la conciencia de
la vida cotidiana sea una conciencia social que se trasmite a partir de los signos y
símbolos estándares que poseen los grupos culturalmente.

Esto permite entender la convivencia que llegan a tener los individuos en la


sociedad ya que, cada uno posee un mundo-vida particular constituyendo un
mundo intersubjetivo “…que tiene unos significados que se comparten y un
sentido de pertenencia a un grupo o grupos.” (Campbell, T. 1999:238). Por tanto,
la sociedad se construye y se comprende en conjunto de todos los individuos
pasando a ser un mundo de ellos y no de uno en específico.

Los individuos del mundo intersubjetivo tienen la conciencia de que


experimentan el mismo mundo que otros, pero en cuanto a un mismo hecho cada
uno suele tener una percepción propia transcendiendo la presencia física.

Asimismo, los grupos humanos desarrollan sus propias experiencias y


patrones para enfrentar los problemas que se le presentan como colectivo, por lo
tanto cuando un individuo no pertenece a ese conglomerado no puede adaptarse
naturalmente a estas experiencias compartidas en comunidad, del mismo modo la
comunidad lo ve como un externo a ellos.

Por otra parte, las relaciones que se dan entre los individuos pueden ser
directas o indirectas, la primera hace referencia a los asociados que tienen una
vinculación cara a cara haya sido en el pasado o en el presente y la segunda a los
individuos contemporáneos que no llegarán a conocerse, a los antepasados y
sucesores. Todas estas relaciones componen a la sociedad en su totalidad, pues
la misma es el constructo de proyectos y roles que tienen cada uno de los
individuos que están involucrados y que les permite comprender las relaciones del
pasado y del futuro.
A fin de cuenta, para Schutz la estructura social sólo es un aporte al
individuo para aprehender de manera práctica aquel mundo que ha heredado
permitiéndole reconstruir y personalizar sus proyectos de acuerdo a sus intereses.
Sin embargo, este individuo se reconoce como parte de diferentes grupos que se
encuentran a su vez inmersos en sistemas de roles e instituciones a los que deben
acoplarse y que resulta fundamental para la interacción social.

Schutz propone para el investigador despojarse de sus realidades prácticas


para interesarse en la observación de la realidad social a la que se pretende
comprender, puesto que las acciones ejecutadas por los sujetos permitirán
conocer por qué desenvuelven sus motivos y acciones de cierta forma, sin que el
investigador infiera en ellos sin conocer los significados que le otorgan.

Lo que procura esta comprensión es el significado que le da la vida social a


sus actores, es decir a cada realidad social en particular. Donde ningún individuo
puede restarle significado a las acciones de los otros o de una persona en
particular, pues sin darse cuenta (a través de sus comportamientos) forma parte
de un contexto determinado.

Lo que se ha de considerar, dice Schutz, son las experiencias de los


actores y sus interpretaciones aunque ellas se hayan conformado a partir
(posiblemente) de las simbolizaciones heredadas, pero que no dejan de ser sus
interpretaciones individuales y personalizadas.

El investigador utiliza entonces la sociedad como un ordenador de


experiencias individuales que van a responder a los intereses propios que tenga
para alcanzar algún objetivo, sin alterar la realidad social que es autoritaria e
inmodificable.

Partiendo del enfoque fenomenológico propuesto por Schutz se hizo


necesario abordar los diferentes elementos y teorías que él mismo desarrolla para
comprender la realidad social, puesto que es desde el mundo cotidiano de los
individuos que puede lograrse dicha comprensión.

Esta es la razón por la que las investigadoras toman en cuenta este


enfoque, ya que les permitirá abordar a la persona que tras haber sido víctima de
la violencia delincuencial adquirió una discapacidad físico-motora, respetando que
la persona en cuestión es quien tiene los significados de su propia realidad y es
desde allí donde se considera que hay que partir para alcanzar el objetivo de su
investigación.

Por ello, al momento de obtener la información las investigadoras deben


abandonar sus objetividades científicas y sus subjetividades tratando de
interpretar lo más fiel posible lo descrito por el sujeto de estudio, que no constituye
un mero objeto de observación para los científicos sociales sino que es dueño de
su propia interpretación.

En otras palabras “…el primer desafío planteado a quienes procuran


comprender la realidad social es asimilar la subjetividad del actor captando el
sentido que un acto tiene para él, eje del mundo social.” (Natanson, M. 1995: 25).
El investigador social según Schutz entonces tiene como objetivo estructurar las
interpretaciones obtenidas en el proceso que no deja de ser autoritario e
inalterable.

De modo general, se debe rescatar que la persona que será abordada en


esta investigación posee un conjunto de configuraciones simbólicas que le
permiten actuar de alguna u otra manera. Sin embargo, cuando se enfrenta a una
nueva realidad éstas se modifican en la medida que su cúmulo de conocimientos
se lo permita. Asimismo, puede ocurrir en el caso de la persona que adquiere una
discapacidad por violencia delincuencial convirtiéndose en tarea de las
investigadoras identificar los posibles cambios que surgen en esas
configuraciones simbólicas.

En síntesis, el enfoque de este filósofo parte de la necesidad de analizar las


relaciones intersubjetivas a partir de las redes de interacción social.

Si lo que se pretende es llegar al fenómeno mismo, sin contar con las


percepciones propias, basadas en suposiciones o imponiendo puntos de vistas
sobre él, es necesario partir de las consideraciones y percepciones de la realidad
que los sujetos viven; esto es posible solo partiendo del ámbito cualitativo.
Referencias Bibliográficas

NATANSON, Maurice (1995). El problema de la realidad social. Buenos Aires –


Madrid: Amorrortu editores.

CAMPBELL, Tom (1999). Siete Teorías de la Sociedad. Madrid: Ediciones


Cátedra.

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