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Nuestro cuerpo pertenece al Espíritu Santo porque somos su templo, y si destruimos nuestro cuerpo, Dios también nos destruirá. La última vez que la persona hizo ejercicio fue la semana pasada, no ha ido al doctor ni al nutricionista en un buen tiempo.
Nuestro cuerpo pertenece al Espíritu Santo porque somos su templo, y si destruimos nuestro cuerpo, Dios también nos destruirá. La última vez que la persona hizo ejercicio fue la semana pasada, no ha ido al doctor ni al nutricionista en un buen tiempo.
Nuestro cuerpo pertenece al Espíritu Santo porque somos su templo, y si destruimos nuestro cuerpo, Dios también nos destruirá. La última vez que la persona hizo ejercicio fue la semana pasada, no ha ido al doctor ni al nutricionista en un buen tiempo.
Le pertenece al Espíritu Santo porque somos su templo.
2. ¿Qué nos podría pasar si destruimos nuestro
cuerpo? Dios también nos destruirá.
3. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste
ejercicio, fuiste al doctor y revisaste tu dieta con un nutricionista? La última vez que hice ejercicio fue la semana pasada. No fui al doctor ya hace un buen tiempo, tampoco al nutricionista.