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ENSAYO.
Partiendo del hecho, que todos los seres humanos tenemos el don de ser entes
de experiencias; las que nos lleva a lograr metas y resultados, las cuales de
cierta forma la podemos catalogar como de corto, mediano y largo plazo. Para
ello se debe llevar a cabo un proyecto, bien sea de vida, económico, político,
religioso, cultural etc… Y que en la mayoría de los casos quedan hundidos en la
historia sin ser mas allá, registrados dentro de formas sistemáticas plausibles
que le permitan a las futuras generaciones recuperar ese cumulo de eventos que
constan de procedimiento, evaluaciones, contrastes de ideas y proyectos de la
misma índole. Y que todo estos elementos, más los elementos naturales y no
naturales que intervienen de manera directa o indirecta, hacen que esto se
convierta en importante, en la medida en que el ser humano dentro de una
comunidad o sociedad logre trascender sus aprendizajes como herramientas
para el logro de sus objetivos, que en todos los casos no son iguales, ni se logran
sobre el mismo tiempo ni en los mismos espacios en los que se desarrollan; por
eso, dentro de las experiencias de desarrollo local juega un papel relevante lo
cultural, lo geográfico, lo institucional entre otros factores y actores que
intervienen.
Ahora bien, sistematizar las experiencias adquiridas a través de los años, ya sea
como factor relevante del individuo o de las sociedades mismas. Es más que un
punto de llegada, un reto de partida. Ya que en los casos expuestos por Jara,
nos muestra que sistematizar es un procedimiento que nos permite involucrar
una serie de etapas, conocimientos, actividades y criterios que debemos
coordinarlos de tal forma que no se nos convierta este proceso en algo más que
documentos con resultados pero sin valor y procedimientos sin resultados. Tanto
así, que no es solo narrar las experiencias y hacer compendios, de ninguna
manera es describir procesos, ni clasificar de forma arbitraria las experiencias,
del mismo modo no es solo tabular la información y presentar un resultado sin
un valor que compruebe procedimientos científicos. Todo esto es necesario en
la medida que estos procesos o etapas de sistematización nos permita partir de
experiencias reales, basados en criterios que nos lleven a evidenciar un
procedimiento comprobable, basados en una narrativa de fácil comprensión y
que a la vez nos sirva de modelos a seguir para aplicarlos y/o perfeccionarlos,
donde podamos interpretar los procesos clasificando de cierta forma. – Sin ser
una camisa de fuerza los resultados. – las etapas, planes, procedimientos de
desarrollo o fases de implementación ligados a cifras científicamente
comprobadas a través de determinadas series de figuras, tablas, teoremas o
procesos contables, financieros, matemáticos, químicos o físicos. Que
contribuyan a fortalecer los datos de sistematización. Todo ello unido nos
arrojara un resultado, de ninguna manera estos actores de compresión
sistemática o de sistematización de experiencia pueden ir desligados y mucho
menos desbordar sus requisitos de tal forma que sistematizar se convierta en
algo, compresible, asimilable, de fácil ejecución, comprobable en todas las
etapas de desarrollo y que permita ser innovador, que permita ajustarse a los
factores y actores que intervienen dentro de la sociedad comprendiendo cambios
de raíz o de fondo siendo flexible y adaptable dentro de las normatividad técnica;
teniendo en cuenta lo argumentado por Zúñiga.