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Opinión un impacto directo sobre la calidad del agua, dado que los pocos parches de monte que
permanecen en las orillas del cauce no son suficientes para filtrar los sedimentos y agroquímicos
Provinciales
que llegan desde los campos.
Regionales
El trabajo de campo que los biólogos Evangelina Natale, Marcelo Arana y Antonia Oggero vienen
realizando desde las nacientes del río Cuarto hasta su desembocadura en los Bañados del
Saladillo revela que los bosques que permanecen en las orillas del cauce están seriamente
afectados por la intervención humana, así como por la invasión de especies exóticas.
En cuanto a los resultados obtenidos hasta ahora, los investigadores relataron: “Ya casi no hay
bosques sin intervención, sin que haya presencia de especies exóticas, sin que haya acción
humana en cuanto a pastoreo, a presencia de caminos, a algún asentamiento humano”.
En ese sentido, Natale advirtió: “Ya no hay casi nada original. Se deberán hacer grandes
esfuerzos en restaurar y mantener lo que está y tratar de llevarlo a una situación mejor”.
Los investigadores explicaron que la expansión de la agricultura es la principal causa del avance
de los desmontes en el sur cordobés y en las orillas del río Cuarto, una problemática que se
agrava debido a las escasas reservas o áreas protegidas que existen en la región.
A la vez, señalaron que la cuenca media del río está inmersa en una matriz urbana que lleva a
una degradación constante de los pocos parches de bosques que quedan.
La invasión de especies exóticas es otro de los grandes motivos de degradación: “En las Sierras
de los Comechingones relevamos 525 especies de plantas en el bosque pero de las cuales 63
son especies exóticas invasoras. Esas especies, como zarzamora y siempreverde, son muy
agresivas, entonces al encontrar un nicho desocupado por el bosque que ha sido talado lo
coloniza completamente”, especificó el biólogo Marcelo Arana.
Agua contaminada
El relevamiento realizado por profesionales de la universidad local comprende toda la cuenca del
río Cuarto, abarcando una superficie de un kilómetro a ambas orillas del cauce. La ausencia de
bosques nativos en ese territorio tiene un impacto directo sobre la calidad del agua según los
investigadores.
“Lo que los bosques proporcionan a la cuenca es que el agua se filtre y, por lo tanto, evitar la
erosión de cuenca. La erosión lo que hace es disminuir la calidad del agua porque se lleva
muchos sedimentos y, finalmente, es el agua que tomamos nosotros”, ilustró Natale.
Arana, por su parte, indicó que dichos sedimentos arrastran los agroquímicos con que se
pulverizan los campos. De este modo, al no existir el mantillo que proporcionan los árboles para
retener y filtrar los herbicidas y pesticidas aplicados en los cultivos, esas sustancias terminan
llegando al cauce.
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12/8/2017 diario Puntal - Noticias de R�o Cuarto y Regi�n
En estas circunstancias, la calidad del agua también se ve afectada por la ganadería: “A mayor
cantidad de ganado, mayor cantidad de nitrógeno y fósforo que se incorpora al agua, entonces
hay eutrofización porque nuestro río no tiene una corriente muy grande”, precisó el biólogo.
A estas consecuencias del desmonte se suma la pérdida de todos los servicios ambientales que
brindan los bosques nativos, tales como la amortiguación de las temperaturas, la generación de
oxígeno y el mantenimiento de la biodiversidad.
Agricultura y urbanización
El relevamiento satelital que en los últimos años ha realizado la ONG Guyra Paraguay ha
permitido detectar los desmontes que mes a mes se realizan en los departamentos del norte y
oeste de Córdoba. Sin embargo, en el sur provincial no existe un seguimiento que permita
detectar el avance de esta problemática a lo largo del tiempo.
Los investigadores señalaron que en la cuenca del río Cuarto y la zona, la urbanización se
observa fundamentalmente con la construcción de complejos de cabañas, lo cual conlleva un
avance del desmonte aunque de menor magnitud que la construcción de barrios, como ocurre en
otras regiones de Córdoba.
En cualquier caso, los biólogos coinciden en que el problema es la ausencia de una planificación y
el nulo conocimiento que existe sobre el valor de cada uno de los bosques. Ese es justamente el
objetivo que persigue el relevamiento desarrollado desde la UNRC: categorizar los parches de
bosques que aún quedan en la zona y priorizarlos para generar tanto una urbanización como una
producción sustentable que tenga en cuenta el nivel de conservación y el aporte que cada uno de
estos montes significa para al medio ambiente.
De cualquier modo, Natale aclaró que estas estrategias de manejo solo son aplicables en las
zonas donde está permitido desmontar y no sobre aquellas definidas como “rojas” por la ley
provincial, que sólo pueden destinarse a la conservación.
Lucía Maina
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