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El artículo clásico de Atkinson y Stiglitz (1969) argumentó que una forma útil de modelar la
tecnología el cambio es verlo como isocuantas cambiantes (productividad creciente) en una
relación capital-trabajo dada. Por ejemplo, una empresa que está utilizando una máquina
específica, digamos un tipo particular de tractor, con un solo trabajador puede descubrir una
forma de aumentar la productividad del trabajador. Esta innovación puede ser utilizada por
cualquier otra empresa que emplee el mismo tractor con un solo trabajador. Pero sería mucho
menos valioso para las empresas que utilizan bueyes o tractores menos avanzados, o incluso
para las empresas que utilizan más tractores avanzados. Por tanto, los cambios tecnológicos se
localizan para relaciones específicas capital-trabajo, y cuando se utilizan con diferentes
proporciones, no aportan los mismos beneficios. Las implicaciones de esta observación de las
diferencias de ingresos entre países pueden ser importante. Si las nuevas tecnologías son
desarrolladas para procesos de producción de alta intensidad de capital en los países de la
OCDE, pueden ser de poco uso para las economías menos desarrolladas con abundante mano
de obra, donde la mayoría de las unidades de producción funcionan con relaciones capital-
trabajo más baja que las de la OCDE. Este punto se desarrolla en el contexto de un modelo de
crecimiento tipo Solow de Basu y Weil (1998). Proporciono una versión simple de su
argumento aquí.
Suponga que la producción por trabajador en un país está dada por
Y
y≡ =A ( k|k ´ ) k 1−α
L
Donde los índices de tiempo y país se suprimen para simplificar la notación, k ≡ K / L es la razón
capital-trabajo del país en cuestión, y A (k | k´) es la productividad (factor total) de la
tecnología diseñada para utilizarse con la relación capital-trabajo k´ cuando se utiliza en su
lugar con la relación capital-trabajo k. Suponga que cuando se usa una tecnología diseñada
para la razón capital-trabajo k´ con una relación capital-trabajo más baja, hay una pérdida de
eficiencia. En particular, supongamos que
A ( k|k ´ )= Amin¿
Para algunos γ ∈ (0, 1). Supongamos también que se desarrollan nuevas tecnologías en
economías más ricas, que tienen mayores relaciones capital-trabajo. Entonces la productividad
en un país menos desarrollado con la relación capital-trabajo k < k´ es
Hn Hs
>
Ln L s
Donde H j denota el número de trabajadores calificados en el país j, y L j denota el número de
trabajadores sin habilidades. Utilizo j = n o s para denotar el Norte o el Sur, y supongo que hay
muchos países del Norte y muchos del Sur. No hay crecimiento poblacional ni comercio entre
los países. En todo momento, todos los países tienen acceso al mismo conjunto de tecnologías,
por lo que tampoco hay una difusión lenta de tecnologías. Todas las diferencias en
productividad surgen el posible desajuste entre tecnología y habilidades.
Por el lado de las preferencias, se supone que todas las economías admiten un hogar
representativo con las preferencias estándar, por ejemplo, como se indica en (18.6) con n j = 0
para todos los países, ya que no hay crecimiento poblacional. El bien final en cada país se
produce como un Cobb-Douglas agregado de un continuo 1 de bienes intermedios como en
(14.59) en la Sección 14.4 del Capítulo 14.
En particular, tenemos
1
Y j ( t )=exp
(∫
0
log y j ( i, t ) di
)
Donde Y j ( t )es la cantidad de bien final en el país j en el tiempo t, y Y j ( i ,t )es la producción de
intermedio i. Como es habitual, la producción total se gasta en consumo C j (t) , gastos
intermedios X j (t), y también en el Norte, hay gastos en I + D iguales a Z j(t). El Sur no
emprenden I + D pero pueden adoptar tecnologías desarrolladas en el Norte.
Supongamos que la tecnología para producir el intermedio i en el país j en el tiempo t es
1
Y j ( i ,t )= ¿
1−β
+1
¿
1−β
Vale la pena señalar varias características de esta función de producción intermedia. Primero,
cada producto intermedio se puede producir utilizando dos tecnologías alternativas, una que
utiliza trabajadores calificados, el otro con mano de obra no calificada. Aquí l j (i, t) es el
número de trabajadores no calificados que trabajan en el intermedio i en el país j en el
momento t. La función h j(i, t) se define de manera similar. Segundo, hábil y los trabajadores no
calificados tienen diferentes productividades en diferentes industrias, incorporando un patrón
de las ventajas comparativas entre industrias. En particular, la presencia de los términos 1− i y
en la función de producción (18.17) implica que los trabajadores calificados son relativamente
más productivos en intermedios con índices más altos, mientras que los trabajadores no
calificados tienen una ventaja comparativa en intermedios indexados. En tercer lugar, los
trabajadores calificados también tienen una ventaja absoluta, capturada por el parámetro ω,
que se supone mayor que 1. Cuarto, como en los modelos estándar con variedades de
máquinas, x L , j (i, ν) denota la cantidad de máquinas de tipo ν utilizadas con trabajadores, y
x H , j(i, ν) se define de manera similar. Esta parte de la función de producción es análoga a los
utilizados en el Capítulo 15. El número de variedades de máquinas disponibles para ser
utilizadas con expertos y los trabajadores no calificados difieren y son iguales a N L ( t ) y N H ( t ),
respectivamente. El punto importante aquí es que estas cantidades no están indexadas por j,
ya que todas las tecnologías están disponibles para todos países. Por lo tanto, estamos
ignorando el tema de la difusión lenta y centrándonos en las diferencias que surgen
puramente por falta de tecnología. Finalmente, como de costumbre, se introduce el término
1 / (1− β) como una conveniente normalización.
Supongamos que los sectores de bienes finales y los mercados laborales son competitivos. De
nuevo como en el capítulos 13 y 15, un monopolista tecnológico puede producir estas
máquinas a un costo marginal ψ. Dejemos que los precios de estas máquinas se denoten por
P xL, j(ν, t) y P xH , j (ν, t) para los dos sectores en el país j para la variedad de máquina ν en el
momento t. Tenga en cuenta que estos precios no dependen de i, ya que las máquinas no son
específicas del sector. En cambio, son habilidades específicas. Como en los Capítulos 13 y 15, la
maximización de beneficios por parte de los productores de bienes finales conduce a las
siguientes demandas de máquinas:
x L , j ( i , v ,t )=¿
x H , j ( i, v , t ) =¿
Proposición 18.6 En cualquier país j, dadas las tecnologías mundiales N L ( t ) y N H ( t ) ,hay existe
un umbral I j(t) ∈ [0, 1] tal que los trabajadores calificados están empleados solo en los
sectores i > I j(t), es decir, para todo i < I j (t), h j (i, t) = 0, y para todo i > I j (t), l j (i, t) = 0.
Además, los precios y las asignaciones laborales entre sectores son tales que
P H , j (t)
=¿
PL , j (t)
I j (t )
=¿
1−I j ( t )
Combinando estas dos ecuaciones, también podemos derivar el nivel de producción total en la
economía j como
Y j ( t )=exp (−β ) ¿