¿Verdaderamente los ricos son más ricos y los pobres más pobres?

Si nos preguntarán ¿cuáles son las mayores problemáticas de la humanidad?, la pobreza y

la desigualdad encabezarían la lista, pero si nos enfocamos más en los números y no en las

distintas percepciones de quienes nos rodean podemos notar como los índices de desigualdad en

el mundo en vez de aumentar se han ido reduciendo. De acuerdo con un reciente informe

elaborado por el mismísimo Thomas Piketty el porcentaje del PIB mundial en manos del 1%

más rico descendió del 22% en el año 2007 al 20,6 en el año 2016 su nivel más bajo desde

1997 es decir la desigualdad mundial de la renta se ubicó en 2016 en su nivel más bajo en

las últimas dos décadas , la desigualdad mundial por tanto no se está incrementando al

contrario se está reduciendo en gran medida, esto se debe a que que las sociedades

históricamente pobres como por ejemplo la China o la India se están desarrollando a pasos
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agigantados.

Podemos observar también que la tasa de pobreza extrema mundial disminuyó del

10,1 % en 2015 al 9,2 % en 2017, lo que equivale a 689 millones de personas que vivían con

menos de USD 1,90 al día. En 2017, en las líneas de pobreza más altas, el 24,1 % del mundo

vivía con menos de USD 3,20 al día y el 43,6 % con menos de USD 5,50. ii

Teniendo en cuenta que los números no mienten, se puede comprender que muchas

cosas no son como realmente se cree, y que en realidad con el pasar del tiempo las estadísticas

han ido evolucionado y la economía misma de los países se está transformando y creciendo. No
podemos negar que es cierto que los ricos son cada vez más ricos, pero los pobres cada día van

incrementado sus ingresos, y son muchas las personas que logran tener estabilidad económica.

Debemos entender que la desigualdad y la pobreza son dos conceptos completamente

distintos, con el paso del tiempo este debate social se ha ido tergiversando hasta el punto de

fusionar ambos conceptos, “si hay pobreza es porque existe desigualdad” o “si la

desigualdad aumenta es porque está aumentando la pobreza”, frases que son escuchadas a

menudo pero que no son completamente ciertas. Hoy en día el mundo es con carácter general

muchísimo más rico de lo que lo era hace 200 años, encontramos sociedades que son muy

igualitarias pero a la vez demasiado pobres cómo también existen sociedades que son

demasiado desiguales pero muy ricas, entonces podemos observar que la desigualdad hoy en

día no es un factor que incida en la pobreza, sino que de alguna forma a impulsado a ese

crecimiento económico que estamos presenciando en nuestra realidad.

El bienestar de cada persona está estrechamente ligado a su nivel de renta, ya que si

hay mayor renta existe mejor alimentación, mejor sanidad, mejor educación, más tiempo de

ocio y pues las personas de alguna forma se sienten más felices, entendiendo esto el objetivo

o prioridad de una sociedad debe ser aumentar la renta, incrementar los ingresos de cada

individuo.

Entonces podemos decir que el bienestar no depende del nivel de desigualdad sino

del nivel de renta. Aunque se espera que la desigualdad tenga un impacto negativo sobre el

bienestar de las persona según varios estudios se ha demostrado que es todo lo contrario, en

los países desarrollados desigualdad social tiene una influencia bastante irrelevante sobre la
felicidad es decir el nivel de desigualdad que existe en España, en Francia o en Alemania no

tiene un impacto muy claro sobre el bienestar de españoles, franceses o alemanes. Lo que

verdaderamente tiene influencia en la felicidad de las personas son otras variables como lo

es el empleo, la educación o la salud.

En los países en vía de desarrollo sucede que el aumento de la desigualdad está

relacionado con el aumento de la felicidad, ya que las personas de menor ingreso se aferran

a un factor llamado esperanza, que los hace pensar que ellos también puede obtener esos

ingresos que las personas ricas si tienen, en pocas palabras se vuelve un impulso para lograr

ser mejores, también debemos comprender que esta teoría consiste en la forma como los

individuos la perciben, ya que si lo ven como injusticia, pues no será bien recibido, entonces

influye mucho la forma como reciben la idea de desigualdad.

Para concluir podemos decir que los pensamientos e ideas frente a la realidad de la

pobreza y desigualdad deben empezar a ilustrarse para poder ver con claridad como el

mundo ha cambiado y crecido económicamente, y que las estadísticas demuestran la

relación inversamente proporcional que se ha visto en las distintas sociedades, mostrando

así que la desigualdad no es el único factor que incide en la pobreza, y que de alguna forma

a ayudado a fortalecer y trasformar la economía.

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Desigualdad ¿el gran problema del siglo XXI ?- VisualPolitik
ii
Panorama general de la pobreza- Banco Mundial