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hija perdida” y el “regreso de la hija pródiga”, canon de la literatura: la madre

poderosa, implacable para alcanzar sus fines, intolerante con la mediocridad, se


deshace de su hija recién nacida. La hija regresa convertida en Cruella, outsider
de los sótanos del Punk, rival de su madre. Su parentesco, obviamente, es
revelado hasta el final, como sucede en un melodrama. La madre y la hija se
enfrentan con las armas más poderosas que tienen: su capacidad de crear. Es la
industria de la moda, en paralelo, vemos el desarrollo estético de dos corrientes
completamente diferentes de vivir y estar en el mundo y con el cuerpo. La
Baronesa y su obsesión por la perfección, la nula tolerancia al error, “Te pago por
tu obediencia, no por tus opiniones”, lleva el gobierno absoluto de su empresa,
despreciando los discursos de autoayuda y de potencial humano, eso que
supuestamente motiva a los empleados, en la empresa de la Baronesa no existe,
ella rompió a martillazos el “techo de cristal”. Cruella lleva el diseño de modas en
el banco genético, crea sus diseños con ropa usada, pedazos de telas, objetos, y
se inventa a través de esa ropa, es el detonador de su psique, y la manifiesta
como una versión femenina de Joker, excéntrica y revanchista. Ella no tiene
empresa, pero es la jefa de su banda, integrada por dos ladrones que son su única
familia, crecieron juntos en las calles. Cruella y la Baronesa representan el nuevo
feminismo que desde la creatividad, la voluntad de toman la irrenunciable vocación
de trasformar el espacio y el momento que habitamos. La industria de la moda ha
sido atacada por las ultra feministas, como uno de sus recursos ideológicos: que
cosifica a las mujeres, etcétera, por eso es más significativo que la moda
empodere a los personajes. Las mujeres necesitamos otra vía, fuera del
feminismo violento que no aporta nada, han destrozado monumentos, espacios
públicos, enemistando a la sociedad con una causa justa y urgente, trastocándola
en una versión más obsoleta que la demagógica lucha de clases. El otro
feminismo, el folclórico institucional, que vive de cubrirle las espadas al gobierno,
le permiten aparentar que se “hace algo por las mujeres”, y que “tenemos el
gobierno más feminista de la historia”, tomado recursos que se emplean en
acciones oportunista y políticas. Existe otra vía que no concede espacio a la
mediocridad, que se apodera de todas las posibilidades para manifestar su talento.
La película es un espectáculo visual, la creación de vestuario es prodigiosa. Es
una película comercial y sin embargo es capaz de mostrar a las mujeres como
dueñas de su destino y de su realidad, imponiendo sus ideas creativas, sin exigir
la cuota de ser mujeres.

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