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LA NEURO Y LAS

METODOLOGÍAS
ACTIVAS
METODOLOGÍAS ACTIVAS

Metodologías activas 1
En el año 1997, la American Psycho- dizaje basado en problemas (ABP),
logical Association (APA) formuló un el aprendizaje basado en proyectos
conjunto de principios psicológicos (ABP), el método del caso (MC), flipped
para guiar la reforma del entorno classroom (FC) y el aprendizaje coope-
escolar y el diseño del proceso de rativo (AC).
enseñanza, todo ello con la finalidad
Propiciar que el proceso de enseñanza
de que los estudiantes alcancen las
se centre en el aprendiz y se convierta
habilidades y las competencias del s.
en el constructor y guía de su pro-
XXI. Estos principios, centrados en el
pio conocimiento ha sido analizado
aprendiz se agruparon en cuatro cate-
y respaldado por las investigaciones
gorías principales: factores cognitivos
científicas. Las imágenes tomadas en
y metacognitivos, factores motivacio-
tiempo real sobre la actividad cere-
nales y afectivos, factores de desarro-
bral de alumnos durante su atención
llo y sociales, y factores sobre las dife-
a clases de tipo magistral muestran
rencias individuales.
una actividad mínima y muy parecida
En el 2005, la UNESCO ahonda en a la que requieren otras tareas pasi-
la misma idea: trabajar en las aulas vas como ver la televisión, en contra-
desde modelos educativos centra- posición a lo que ofrecen cuando el
dos en el estudiante para afrontar los alumno es protagonista activo de su
retos de la sociedad del conocimiento, aprendizaje, por ejemplo, realizando
pasando de métodos de enseñanza una práctica de laboratorio o desarro-
centrados en contenidos curriculares llando un trabajo o proyecto personal,
y que tienen como eje central la ense- momentos en que se incrementa de
ñanza y el papel del docente, es decir, forma notable la activación cerebral
el qué aprende el estudiante, a poner (Ming-Zher Poh, Swenson, N. C., &
el acento en el aprendiz y en el cómo Picard, R. W. (2010).
este aprende.
De la misma manera, la investigación
Es en este enfoque en el que se enmar- nos ofrece datos que revelan las ven-
can las metodologías activas, entre tajas de los postulados de estos méto-
las que encontramos el aprendizaje dos de trabajo en aula. Por ejemplo,
basado en servicios (ABS), el apren- en lo que a la motivación del alumno

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hacia el aprendizaje se refiere, el ABP son los intereses, lo que es relevante
puede resultar una opción realmente para ellos y está conectado con su rea-
interesante. Un estudio realizado lidad, favorece su atención y su moti-
durante los años 2006 y 2009 (Yazzie- vación, dos dispositivos básicos para
Mintz, 2010), con 275 000 alumnos de el aprendizaje tal y como ha demos-

Secundaria en Estados Unidos cons- trado la neurociencia.

tató una alta tasa de aburrimiento en


También el trabajo cooperativo como
clase y algunas de las causas de ello
modelo organizativo dentro de las
eran que no encontraban el estudio
aulas tiene una incidencia positiva
interesante (81 %), no era relevante
sobre la motivación y el aprendizaje, tal
para ellos (42 %) o se debía a que no
y como concluye un análisis llevado a
existía interacción con el profesor
cabo sobre 629 estudios independien-
(35 %). Ante la pregunta sobre qué
tes de 26 países diferentes (Roseth C.,
métodos de enseñanza les permitían
Johnson D. y Johnson R. (2008). Y estos
comprometerse más con el aprendi-
resultados están en consonancia con
zaje, se decantaron por los debates un metaanálisis anterior de 148 estu-
y discusiones (61 %), los proyectos de dios en el que participaron 17 000 ado-
grupo (60 %), los proyectos con recur- lescentes, en el que se encontró una
sos tecnológicos (55 %) y las presenta- correlación entre el rendimiento aca-
ciones de los propios alumnos (46 %). démico y las relaciones positivas entre
Todas estas estrategias están presen- compañeros que dependía, especial-
tes en la metodología ABP. mente, del trabajo cooperativo en el
aula (Roseth et al., 2008).
Conocer cuáles son los conocimientos
previos del alumno antes de iniciar El cerebro humano es un órgano
el proceso de enseñanza-aprendizaje social, para el que el contacto con
es fundamental, puesto que nuestro otros es fundamental para un desa-
cerebro aprende a partir de lo que ya rrollo óptimo y adaptativo. La coope-
sabe, integrando la nueva información ración se observa desde los primeros
en redes de conocimiento ya esta- momentos de interacción tras el naci-
blecidas y creando así nuevo conoci- miento, en los que los bebés son capa-
miento. Por otro lado, conocer cuáles ces de de imitar determinados gestos

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de sus padres, y a los pocos meses de otros, ofreciendo explicaciones desde
edad pueden evaluar a otros en fun- su reciente proceso de aprendizaje y
ción de su conducta social y de mostrar su conocimiento de las dificultades
una ayuda altruista (Hamlin, 2015). La asociadas al mismo. Ese tipo de ins-
observación de personas cooperando trucción resulta muy interesante tam-
en el laboratorio muestran la activa- bién para el que ha de proporcionar la
ción del sistema de recompensa cere- explicación, pues el hecho de buscar
bral activando las regiones cerebrales y encontrar la estrategia para hacerlo
anteriores (Stallen y Sanfey, 2015), lo implica la recodificación de la infor-
que actúa como reforzador de dicho mación y de repaso de los conceptos,
dicho comportamiento. Este es el caso favoreciendo su recuerdo y el paso
de los integrantes de un grupo musi- de los mismos a las memorias a largo
cal tocando una pieza e improvisando, plazo.
en donde se observó una sincroniza-
También el FC colabora en la tarea
ción cerebral entre los participantes
de adecuar el proceso de enseñan-
(Muller et al., 2011). Esta sincronía
za-aprendizaje a la individualidad del
favorece el buen desempeño de las
alumnado, ya que permite más mar-
tareas.
gen a la hora de abordar los conteni-
Todos los cerebros son diferentes, dos desde fuera del ámbito del aula.
maduran a ritmos distintos y están Además, algún estudio sugiere que es
expuestos a experiencias variadas que la utilización de estrategias de aprendi-
les conforman como únicos. El apren- zaje activas asociadas a la exploración,
dizaje cooperativo permite desarro- la indagación o la cooperación, por
llar estructuras organizativas que ejemplo, lo que podría explicar el éxito
permiten a su vez atender a alumnos del modelo (Jensen, J. L., Kummer, T. A.,
diferentes, resultando una fórmula y & Godoy, P. D. . d. . M. (2015). Por otro
estrategia de educación inclusiva: en lado, un estudio publicado en la pres-
la que los alumnos se ayudan mutua- tigiosa revista Science, dirigido por el
mente. Ejemplo de ello son las tutorías Premio Nobel de Física Carl Wieman,
entre iguales, en las que los alumnos comprobó lo beneficioso que puede
se convierten en profesores unos de ser utilizar un enfoque FC en el que

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los alumnos, trabajando con un profe-
sor inexperto, preparaban el tema en
casa y el tiempo de aula se dedicaba
a analizar y resolver problemas traba-
jando de forma cooperativa. Los resul-
tados mostraron que un 20 % de los
alumnos incrementaron su asistencia
y mejoraron un 33 % sus resultados
en las pruebas de evaluación respecto
a los compañeros que asistieron a una
clase de tipo magistral con un profe-
sor experto (Deslauriers L., Schelew E.,
Wieman C. (2011).

Todos estos resultados nos permi-


ten concluir que son numerosas las
bondades que ofrecen las metodolo-
gías activas para ayudar al alumnado
a adquirir un aprendizaje profundo y
significativo.

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Referencias bibliográficas:
• Deslauriers L., Schelew E., Wieman C. (2011): Improved
learning in a large-enrollment physics class. Science
332, 862-864.

• Jensen, J. L., Kummer, T. A., & Godoy, P. D. . d. . M. (2015).


Improvements from a Flipped Classroom May Simply
Be the Fruits of Active Learning. CBE—Life Sciences Edu-
cation, 14(1), ar5. https://doi.org/10.1187/cbe.14-08-
0129

• Müller V, Lindenberger U (2011). Cardiac and Respi-


ratory Patterns Synchronize between Persons during
Choir Singing. PLoS ONE 6(9): e24893. https://doi.
org/10.1371/journal.pone.0024893

• Ming-Zher Poh, Swenson, N. C., & Picard, R. W. (2010).


A Wearable Sensor for Unobtrusive, Long-Term Assess-
ment of Electrodermal Activity. IEEE Transactions on
Biomedical Engineering, 57(5), 1243-1252. https://doi.
org/10.1109/tbme.2009.2038487

• Roseth C., Johnson D. y Johnson R. (2008). Promoting


early adolescents’ achievement and peer relationships:
the effects of cooperative, competitive, and individua-
listic goal structures. Psychological Bulletin, 134(2), 223–
246. https://doi.org/10.1037/0033-2909.134.2.223

• Yazzie-Mintz, E. (2010). Charting the path from engage-


ment to achievement: A report on the 2009 High School
Survey of Student Engagement. Bloomington, IN: Center
for Evaluation and Education Policy.

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