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GESTIÓN DEL TALENTO HUMANO I Parcial, III Periodo 2021.

INTELIGENCIA EMOCIONAL
La nueva forma de enfocar el

Talento Humano

“Carácter”, “personalidad” y “soft skills” (o habilidades blandas) son algunas de


las tantas palabras que hacen referencia a los talentos humanos agrupados
bajo el nombre de inteligencia emocional (IE). Las actitudes laborales están
en plena evolución y el coeficiente intelectual (CI), la educación y las
capacidades ya no son la única garantía de éxito profesional. Ahora,
el coeficiente emocional (CE), es decir, la calidad de nuestra relación con
nosotros mismos y con los demás, también es fundamental. De hecho, los
mejores empleados no siempre son los que tienen un mayor CI, sino los que
saben controlar mejor sus emociones y entienden que cada emoción tiene su
función, como en la famosa película de Pixar ‘Del revés (Inside Out)’, para los
aficionados al cine.

¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?

Las emociones al servicio del rendimiento

“En una época en que el empleo es tan precario y la flexibilidad y adaptabilidad


definen cada vez más la noción de ‘trabajo’, estas cualidades se han vuelto
necesarias para encontrar y poder conservar un empleo”. Daniel Goleman,
Inteligencia Emocional

Desde su descubrimiento en los años 90 por los psicólogos Peter Salovey y


John Mayer, la inteligencia emocional se ha convertido en una habilidad cada
vez más solicitada en las empresas. Esta inteligencia tiene muy poco que
ver con lo que aprendemos en la escuela y va más allá de las aptitudes
intelectuales y del conocimiento técnico que se requieren para el trabajo.

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, entender y


controlar nuestras propias emociones, teniendo en cuenta las de los demás,
con el fin de guiar nuestras acciones. Estas habilidades son esenciales para
garantizar un equilibrio afectivo y una armonía en las relaciones laborales.

Según Howard Gardner, psicólogo estadounidense considerado el padre de las


“inteligencias múltiples”, dichas capacidades permiten:

• Negociar mejor para encontrar soluciones


• Actuar como mediador
• Saber prevenir y resolver conflictos

Sin duda, una caja de herramientas muy valiosa para triunfar en la jungla del
empleo. Por tanto, si bien durante mucho tiempo en las relaciones laborales
solo se ha tenido en cuenta el razonamiento lógico, ahora se reconoce el papel
esencial de las emociones.

LAS 5 HABILIDADES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

“Por supuesto, la inteligencia emocional es menos común que la clásica, pero,


en mi experiencia, es más importante para formar a un líder. No podemos
dejarla de lado”. Jack Welch, antiguo director del grupo General Electrics

En su libro Inteligencia Emocional, el psicólogo estadounidense Daniel


Goleman apuesta por una cabeza “bien formada” antes que “bien llena” y
predica el arte de utilizar las emociones, es decir, tratarlas de forma inteligente
para volverlas inteligentes.

Según Goleman, la IE se basa en cinco habilidades que se deben dominar:

• La conciencia de uno mismo


• El dominio de las emociones
• La motivación
• La empatía
• La capacidad de iniciar una relación
Cabe recordar que estas habilidades no necesariamente vienen juntas. Por
ejemplo, podemos ser muy empáticos, pero tener dificultad para controlar
nuestra ira.

10 SEÑALES

QUE REFLEJAN TU FALTA DE INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL


TRABAJO Y CÓMO MEJORARLA.

Si te identificas con una de las siguientes situaciones, entonces puedes mejorar


fácilmente tu IE adaptando tu comportamiento.

1. Sufres a menudo de estrés: las emociones reprimidas tienden a


provocar tensión, estrés, ansiedad y a poner el cuerpo bajo presión. A
veces las consecuencias pueden ser muy graves, como la depresión y la
adicción. Por esto es importante que aprendas a identificar tus emociones
y qué función cumple cada una.
2. Te cuesta imponerte: la capacidad de imponerse y establecer límites es
tan importante como una buena educación, la empatía y la amabilidad.
Debes saber decir “no” sin sufrir ni tener que limar las asperezas. En una
palabra, ¡ser asertivo! Las personas emocionalmente inteligentes se
mantienen firmes y calmadas, y saben evitar las reacciones emocionales
excesivas, lo cual les permite neutralizar a personas y situaciones difíciles
sin ganar enemigos. Esta es una capacidad indispensable en el trabajo.
3. Tu vocabulario emocional es limitado: es muy sencillo, mientras más
precisos sean los términos que elijas para describir una emoción, más
capaz serás de comprender lo que hay que hacer para sanarla. Así pues,
en lugar de sentirte “mal” en general, intenta entender si es que estás
angustiado por la reunión con unos clientes, porque dudas si pedir más
tiempo para entregar un informe o lamentas la marcha precipitada de uno
de tus colegas.
4. Juzgas rápidamente y no cambias tu juicio: te haces una opinión
rápida y no notas más que los argumentos a tu favor, ignorando cualquier
elemento que te contradiga. Esta tendencia es particularmente peligrosa
para los gerentes y directores, pues sus ideas definen la estrategia del
equipo. Date el tiempo para cambiar de parecer, teniendo en cuenta las
consecuencias y posibles objeciones, para así poder ver las cosas de
otra manera.

5. No conoces tus puntos débiles: todos conocemos a personas o


vivimos momentos que nos provocan reacciones impulsivas. Si
identificas tus puntos fuertes y débiles, te será más fácil evitar o alejarte
de personas o situaciones arriesgadas.
6. No aceptas tus errores: es una cuestión de equilibrio entre tomar una
distancia mental razonable y no olvidar tus errores. Así serás capaz de
adaptar tu comportamiento para tener más éxito en el futuro.
7. Eres demasiado sensible: desarrollar la confianza, abrir la mente y
fortalecerse son elementos clave para atenuar la susceptibilidad y dar un
paso atrás.
8. Eres perfeccionista: la perfección no existe, así que no dejes que esta
obsesión sea una carga para tu carrera. Trabajar con meticulosidad es
más que suficiente.
9. No eres capaz de desconectarte del trabajo: saber distanciarse es un
síntoma de inteligencia emocional y, a la vez, ayuda a reducir el estrés.
Así que no vale la pena que abras el correo cada cinco minutos y mucho
menos si es fuera de tu horario laboral.
10. No te interesas por tus compañeros de oficina y te es difícil
detectar el carácter de los demás: ya seas introvertido o extrovertido,
la curiosidad se va a convertir en tu defecto favorito, pues es la puerta
hacia ser empático y abrir la mente. Además, la capacidad de interpretar
el carácter y la personalidad de las personas que te rodean y entender
qué les motiva es una de las principales características de la inteligencia
emocional.

¿Listo para apostar por tu inteligencia emocional?

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