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fundació (fòrum ambiental

Modelos e Indicadores
para ciudades
más sostenibles
Taller sobre Indicadores de Huella
y Calidad Ambiental Urbana

con la colaboración de

Generalitat de Catalunya Agencia Europea de Medio Ambiente


Departament de Medi Ambient
fundació (fòrum
ambiental

Modelos e Indicadores
para ciudades más sostenibles
Autor del Documento:
Salvador Rueda Palenzuela (1999)
Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya

Este documento de trabajo se inscribe en el marco del Taller sobre Indicadores de Huella y Calidad Ambiental Urbana
realizado en marzo de 1999 y en el cual participaron como ponentes:
Sr. Juan Ras, Presidente de la Fundación Fòrum ambiental
Sr. Domingo Jiménez Beltrán, Director de la Agencia Europea del Medio Ambiente
Sr. Salvador Rueda, Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya
Sr. Friedrich Hinterberger, Wuppertal Institute
Sr. Josep Maria Salas, Departamento de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Barcelona
Sr. Josep Lluís Salazar, Agencia Europea del Medio Ambiente
Sr. Pere Torres, Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya

Los derechos sobre este documento son de la Fundació Fòrum Ambiental.


Se da derecho explícito para reproducir total o parcialmente el documento siempre y cuando se cite su fuente.
PRESENTACIÓN 7

1. MODELOS E INDICADORES URBANOS 11

2. INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD SISTEMA-ENTORNO 11


2.1. DESCRIPTORES, INDICADORES E ÍNDICES URBANOS 11
2.1.1. DESCRIPTORES URBANOS 11
2.1.2. INDICADORES E ÍNDICES URBANOS 11
2.1.3. LA INCLUSIÓN DE LOS INDICADORES EN ESTRUCTURAS ANALÍTICAS
COMUNES: EL MODELO PRESIÓN-ESTADO-RESPUESTA (P-E-R) 12
2.1.4. LA INCLUSIÓN DE LOS INDICADORES URBANOS EN MODELOS TEÓRICOS
INTEGRADORES: EL MODELO SISTEMA-ENTORNO 13
2.1.5. LOS MODELOS DE GESTIÓN EN LA UNIDAD SISTEMA-ENTORNO 15
2.1.6. ESQUEMA GRÁFICO DE LA UNIDAD SISTEMA-ENTORNO 15

3. MODELOS E INDICADORES URBANOS DE OCUPACIÓN DEL TERRITORIO:


LA CIUDAD COMPACTA Y LA CIUDAD DIFUSA 16

4. EL METABOLISMO URBANO 21
4.1. ENERGÍA: MODELOS E INDICADORES 21
4.1.1. ENERGÍAS RENOVABLES: ESTRATEGIA DE LA BIOSFERA PARA SU SOSTENIBILIDAD 21
4.1.2. EL CONSUMO DE ENERGÍA EN LOS SISTEMAS URBANOS 21
4.2. LA GESTIÓN DEL AGUA: MODELOS E INDICADORES DE SOSTENIBILIDAD 23
4.2.1. ¿ATENDER LA OFERTA O REGULAR LA DEMANDA? 23
4.2.2. LA APROPIACIÓN HUMANA DE LOS RECURSOS HÍDRICOS 23
4.2.3. EL MODELO DE ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y EL CONSUMO DE AGUA 24
4.2.4. LAS MEDIDAS DE AHORRO DEL AGUA 24
4.2.5. EL APROVECHAMIENTO DEL AGUA REUTILIZADA, DE LLUVIA Y DE ACUÍFERO:
REDES SEPARATIVAS Y DEPÓSITOS DE LAMINACIÓN 24
4.2.6. LA DEPURACIÓN DEL AGUA 26
4.3. MODELOS E INDICADORES PARA UNA GESTIÓN DE RESIDUOS
MÁS SOSTENIBLE 26
4.4. MODELOS DE GESTIÓN URBANOS Y SUS EMISIONES
A LA ATMÓSFERA 28
4.4.1. EMISIONES A LA ATMÓSFERA: CAUSAS 28
4.4.1.1. Las emisiones atmosféricas y el modelo energético 28
4.4.1.2. Modelos de ciudad y contaminación atmosférica 29
4.4.1.3. Las emisiones de las actividades industriales 29
4.4.1.4. Las emisiones generadas por los servicios 29
4.4.2. EMISIONES A LA ATMÓSFERA: CONSECUENCIAS 29
4.4.2.1. Incidencia de las emisiones antropogénicas en el sistema atmosférico 29
4.4.2.2. Incidencia de las emisiones en la atmósfera urbana 30

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5. APROPIACIÓN HUMANA DE LOS RECURSOS NATURALES: CAPACIDAD DE
CARGA E INDICADORES AFINES 32
5.1. LA CAPACIDAD DE CARGA 32
5.2. LA HUELLA ECOLÓGICA 33
5.3. LA APROPIACIÓN HUMANA DE LA PRODUCCIÓN PRIMARIA NETA (PPN) 33
5.4. LA MOCHILA ECOLÓGICA (MIPS) 33
5.5. EROI 34

6. DEBATE Y CONCLUSIONES 34
6.1. LAS CUESTIONES DEBATIDAS 34
6.2. CONCLUSIONES EXTRAÍDAS DEL TALLER 34
6.3. CUESTIONES PARA FUTUROS DEBATES 35
6.3.1. CUESTIONES REFERENTES AL MODELO DE CIUDAD 35
6.3.2. CUESTIONES DE APROPIACIÓN HUMANA DE LOS RECURSOS NATURALES:
CAPACIDAD DE CARGA E INDICADORES AFINES 35
6.4. LAS OPORTUNIDADES ECONÓMICAS QUE OFRECE UN MODELO
DE CIUDAD MÁS SOSTENIBLE 36

7. BIBLIOGRAFÍA 37

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PRESENTACIÓN
Tenéis en vuestras manos un material singular por su contenido, por su gestación y por su pre-
sentación formal. Centrémonos en su contenido: los indicadores de ecoeficiencia urbana. Sabemos
que el modelo de desarrollo nacido de la Revolución Industrial reclama una profunda revisión. Nos
ha ofrecido bienestar y calidad de vida, pero empiezan a pesar más sus debilidades que sus apor-
taciones. Entres las debilidades, las dos más destacadas son la presión excesiva sobre los recursos
naturales y sobre los servicios vitales que nos presta el medio y la incapacidad de extender el bie-
nestar a toda la humanidad y de garantizarlo a las generaciones futuras. Por todo ello, hoy busca-
mos alternativas viables. Las conferencias intergubernamentales para debatir cuestiones relativas
al medio ambiente y al desarrollo son las que captan más atención, tanto política como mediática
y social. Es signo de una preocupación cada vez más generalizada.

Necesitamos respuestas.Y sabemos que nos es más fácil identificar aquellas pautas que ponen en
peligro la continuidad del desarrollo que establecer con certeza como sustituirlas. Esto no debe
inhibirnos de la acción, pero nos aconseja medir el efecto de nuestras decisiones. Aquí juegan un
papel clave los indicadores, es decir, aquellas magnitudes que, fáciles de medir y fáciles de inter-
pretar, nos indican si progresamos en la línea deseada. Conviene destacar esta idea. Es tentador
empezar a definir variables sobre el comportamiento ambiental de los procesos que configuran el
funcionamiento de nuestra sociedad. Seguro que muchas variables nos aportan una visión enri-
quecedora del sistema que analizamos. No obstante, debemos aprender a situar cada información
en su lugar. En la toma de decisiones no podemos digerir demasiados datos, necesitamos los rele-
vantes y los necesitamos enfocados de manera que muestren la tendencia evolutiva de un deter-
minado fenómeno. Si no es así, toda la ingente cantidad de información que nos inunda no servi-
rá para cambiar las cosas que debemos cambiar.

Con esta perspectiva, hace un tiempo que el Departament de Medi Ambient de la Generalitat de
Catalunya empezó a trabajar en la definición de unos indicadores de sostenibilidad local que res-
pondan a la filosofía comentada. Esto ha implicado un esfuerzo inicial de visualización del mode-
lo de ciudad sostenible en sus aspectos esenciales, la identificación de los principales flujos que se
dan en ella y la selección de aquellos que son más significativos con las variables que los miden.
No es un trabajo acabado, pero está lo suficientemente elaborado para que haya sido la base de
discusión del seminario de ecoeficiencia urbana que han organizado la Agencia Europea del Medio
Ambiente, la Fundación Fòrum Ambiental y el mismo Departamento de Medio Ambiente de la
Generalitat de Catalunya. Los resultados del seminario son está publicación. Su salida a la luz debe
servir para que el texto de base y las aportaciones complementarias puedan llegar a un público
más amplio que el asistente. Es conveniente que lleguen, porque éste no puede ser un debate
exclusivamente académico. Conviene que lo conozcan y intervengan todos aquellos que tendrán
que utilizar los indicadores si quieren hacer su trabajo correctamente.

Deseo pues, que los lectores de este libro encuentren en él una fuente de ideas fecunda y útil para
su trabajo. Igualmente, confío en que la Fundación Fòrum Ambiental impulse nuevas iniciativas
como la que ahora os presentamos.

Felip Puig i Godés


Conseller de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya

Generalitat de Catalunya
Departament de Medi Ambient

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El conseguir un desarrollo más sostenible, manteniendo las aspiraciones a una mejor calidad de
vida también para las generaciones venideras, viviendo cada vez más de los intereses y no del con-
sumo del capital natural, es ahora un objetivo irrenunciable de la Unión Europea como estableci-
do en el Tratado de Amsterdam.
El reciente Consejo Europeo (diciembre 99) de Helsinki ha confirmado la responsabilidad de las
distintas formaciones del Consejo, tanto en políticas sectoriales (energía, agricultura, transporte,…)
como en políticas horizontales (mercado interior, desarrollo, …) de establecer estrategias para res-
ponder en la práctica a dicho objetivo incluyendo la aplicación de indicadores para poder rendir
cuentas en términos operativos del avance o retroceso al respecto; de hecho el primer mecanismo
de control, el del transporte, ya está en marcha y la Agencia acaba de publicar los primeros resul-
tados, que muestran claramente que no nos movemos en la dirección correcta (ver la página web
de la Agencia -www.eea.eu.int-).
Esta evolución del marco político y, esperamos, económico hacia sistemas de evaluación del progre-
so, y por ende de reorientación y transformación de políticas, mercados …, para responder a este
paradigma esperanzador y de futuro que es el desarrollo sostenible, es particularmente relevante
para los dos colectivos o agentes socioeconómicos que son finalmente los “hacedores”: los que aca-
ban gestionando o ejecutando cualquier política o programa -las empresas- y los colectivos locales-,
ciudades y municipios-. De aquí la importancia de las jornadas que se desarrollaron en Barcelona
en marzo de 1999 sobre indicadores urbanos y cuyos resultados se resumen en este documento.
Si conseguimos establecer un modelo de referencia (o paquete de indicadores) para el desarrollo urba-
no, que pueda servir a los gestores para seleccionar alternativas, optimizar y gestionar programas y
proyectos, identificar mejoras prácticas y experiencias con éxito en otros municipios, y además servir a
los ciudadanos para participar en el desarrollo, ejecución y control de las políticas correspondientes,
habremos dado un paso práctico gigantesco en el progreso hacia un desarrollo más sostenible.
Y ello sin olvidar que este proceso de “marcaje” o de etiquetado de las ciudades en función de su
situación o progreso en materia de calidad ambiental, o calidad de vida en general, más allá de los
puros términos económicos, contribuye a crear alicientes y referencias para los gestores políticos y
agentes socioeconómicos y una competencia saludable que puede al mismo tiempo llevar no sólo
a compartir problemas sino también soluciones o programas que funcionan, lo que ahora se defi-
ne en inglés como “comperation” (from competition and cooperation).
Sería saludable, por ejemplo, ver a Madrid y Barcelona (y sus Alcaldes) “comperando” también en
estos términos de calidad ambiental y desarrollo sostenible, como lo hicieron anecdóticamente en
el 98 cuando en el “día sin coches” Barcelona superó ampliamente a Madrid, aunque los dos tuvie-
ron resultados más bien pobres.
Y para la Agencia Europea de Medio Ambiente, que debe desarrollar información que pueda usarse
directamente para mejorar los procesos de toma de decisiones y de información y participación públi-
ca, es importante conseguir que las ciudades se doten de estos instrumentos de gestión. Sin ellos la
Agencia estará condenada a sólo seguir informando de la falta de progreso, lo que no nos lleva muy lejos.
Mi agradecimiento personal a los organizadores de estas Jornadas y en particular a la Fundación
Fòrum Ambiental. No es fácil abrir camino en estas áreas. El próximo paso es ciertamente consolidar
un paquete único de indicadores a escala comunitaria. En este sentido la Agencia y la Dirección
General de Medio Ambiente de la Comisión Europea han preparado una propuesta que presentaron
en la pasada Conferencia de Hannover 2000 y todos esperamos un respaldo político al respecto
durante la Presidencia portuguesa. Luego será necesario aplicarlo a unas ciudades piloto (Barcelona,
Copenhague, Lisboa y otras ciudades ya se han ofrecido) para finalmente promocionar un club y pla-
taforma de ciudades que informen y comuniquen continuamente sus progresos hacia un desarrollo
urbano más sostenible. El presente documento debe ser una referencia para dicho proceso.

Domingo Jiménez Beltrán


Director de la Agencia Europea de Medio Ambiente (Copenhague)

Agencia Europea de Medio Ambiente

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Desde su creación, la Fundación Fòrum Ambiental se ha propuesto, como principal objetivo, crear
una plataforma de diálogo entre las Administraciones Públicas, las Empresas y la Sociedad, para
poder construir y aplicar, conjuntamente, un modelo de desarrollo más sostenible que el actual.

Con la celebración del taller sobre indicadores de huella y calidad ambiental urbana, la Fundación
Fòrum Ambiental cumple con dos de sus misiones principales: dinamizar la relación entre las
empresas y la sociedad en materia ambiental y promover el desarrollo de acciones empresariales
que mejoren la sostenibilidad urbana y la calidad de vida.

El presente documento de síntesis, junto con el CD-ROM editado que contiene la grabación de
todas las ponencias, pretende ampliar el alcance del contenido y las conclusiones del taller.Aquí se
recogen multitud de aportaciones para aumentar la sostenibilidad del modelo de ciudad del cual
disponemos actualmente, y que por ahora es uno de los más ecoeficientes: la ciudad mediterrá-
nea, multifuncional y razonablemente compacta. EL reto de aprovechar todas estas aportaciones
queda en manos de las administraciones, las empresas y los ciudadanos.

Por nuestra parte, desde la Fundación seguiremos trabajando para impulsar estos valores, promo-
viendo el foro de debate abierto y permanente que nos permita ir construyendo, entre todos, el
futuro que deseamos. El análisis riguroso, la investigación básica y aplicada, la difusión y divulga-
ción de las ideas y los conceptos son algunas de las líneas de trabajo que se impulsan, pero por
encima de todas está la voluntad de convertirse en un foro de diálogo donde toda la sociedad
pueda expresarse y sentirse representada.

Joan Ras i Sirera


Presidente de la Fundació Fòrum Ambiental

(
fundació fòrum ambiental

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MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 10
1. MODELOS E INDICADORES URBANOS
El propósito de este documento es promover la discusión sobre tres aspectos que hoy son
motivo de reflexión para muchos equipos de trabajo en toda Europa. El primero aborda la
metodología de aproximación al problema, comparando el modelo analítico: presión, esta-
do, respuesta, con el modelo analítico-teoríco: sistema-entorno. El segundo presenta, bajo
el prisma teórico del modelo sistema-entorno, un conjunto de modelos e indicadores bási-
cos de la ciudad y su metabolismo (el resto de indicadores de seguimiento de cada mode-
lo pueden encontrarse en un documento de análisis ampliado). Por último, se presentan
algunos indicadores de apropiación humana de los recursos naturales, a escala global, que
ilustran la limitación, para nuestros intereses, de los recursos básicos en el Planeta y de la
capacidad de los sumideros de la Tierra.

2. INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD SISTEMA-ENTORNO


2.1. Descriptores, indicadores e índices urbanos
2.1.1. Descriptores urbanos
Los descriptores urbanos son parámetros o variables que reflejan cuantitativamente una
determinada realidad urbana sea física, económica o social. Sus valores permiten “describir”
la realidad en estudio, pudiéndolo hacer bajo ciertos criterios intencionales, por ejemplo:
representación gráfica de las aceras de más de 2 metros de ancho. Estos parámetros son
muy adecuados para establecer estándares urbanos que permitan luego dibujar el perfil de
calidad urbana de una determinada ciudad. Descriptores de habitabilidad y calidad de vida
pueden establecerse en el sentido antes señalado.
2.1.2. Indicadores e índices urbanos
En la literatura actual se pueden encontrar diversos esfuerzos de definición de indicador
urbano. Partiendo de ellos se puede concluir que: Un indicador urbano es una variable o
estimación urbana que provee una información agregada, sintética, respecto a un fenóme-
no más allá de su capacidad de representación propia. Es decir, se le dota exógenamente de
un significado añadido.
Un indicador urbano es pues una variable que ha sido socialmente dotada de un significado
añadido al derivado de su propia configuración científica, con el fin de reflejar de forma sinté-
tica una preocupación social con respecto al medio ambiente e insertarla coherentemente en
el proceso de toma de decisiones.
Ya la definición de indicador urbano explicita el carácter social del mismo y del sistema
estadístico que implica. Esto tiene traducciones prácticas muy significativas, que van desde
la definición de los objetivos de un sistema de indicadores hasta los procedimientos de
construcción de este aparato estadístico y que hacen de los indicadores urbanos, entre
ellos los ambientales, un genuino producto estadístico social.
Algunos sistemas de indicadores no se satisfacen con seleccionar una o más variables des-
criptivas de un fenómeno ambiental de interés social como mecanismo de síntesis de la
información necesaria para tomar decisiones, sino que fusionan la información contenida en
varias de ellas en una sola expresión numérica. La magnitud resultante de tal fusión se deno-
mina índice, y es una magnitud adimensional pues resulta de la adición ponderada, según el
procedimiento que se elija, de diversas unidades de medida.
Un índice urbano posee las mismas características que el indicador pero su carácter social
es aún más acentuado, dada la aleatoriedad que rodea todo proceso de ponderación. El bene-
ficio obtenido se traduce en una mayor síntesis de la información relevante y una mayor efi-
cacia como input en la toma de decisiones.
El sistema de indicadores urbanos es un conjunto ordenado de variables sintéticas cuyo
objetivo es proveer de una visión totalizadora respecto a los intereses predominantes rela-
tivos a la realidad urbana de que se trate.

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Son aspectos relevantes en la materialización de este sistema el establecimiento de unos
criterios de selección de indicadores y de un procedimiento de elaboración del mismo
caracterizado por una interacción estrecha entre el mundo científico, el institucional y los
diversos grupos sociales e individuos interesados, cuyo resultado final debe ser la validación
socio-política del sistema, pilar sobre el que se sustenta su credibilidad.

2.1.3.La inclusión de los indicadores en estructuras analíticas comunes:


el modelo presión-estado-respuesta (P-E-R)
La presentación de un número determinado de indicadores, por áreas o temas ambienta-
les o urbanos, requiere que éstos se encuentren organizados en un marco lógico que ayude
a su inteligibilidad y facilite la comunicación. Esta estructura analítica potencia la función de
los indicadores como medio de información, antes que sus propiedades intrínsecas.
Hoy, el marco de análisis dominante es el denominado de Presión-Estado-Respuesta, desa-
rrollado por primera vez por Frien y Rapport (1979). Este marco, introducido con fuerza
en el conjunto de países de la OCDE al haber constituido el modelo de desarrollo de indi-
cadores ambientales de ese organismo internacional, se basa en el concepto de causalidad
“las actividades humanas ejercen presiones sobre el medio y cambian su calidad y la canti-
dad de los recursos naturales. La sociedad responde a esos cambios a través de políticas
ambientales, sectoriales y económicas. Esto último crea un bucle hacia las actividades huma-
nas de presión. En términos generales, estos pasos forman parte de un ciclo de política
ambiental que incluye la percepción del problema, la formulación de políticas, y el segui-
miento y evaluación de las mismas” (OCDE, 1994).

Cuadro 1: La DPSIR de la Agencia Europea de Medio Ambiente para impactos urbanos, muestra las inter-
conexiones entre sectores económicos (D), la presión (P), el estado (S), los impactos (I), y las respuestas
(R). Es el modelo de la OCDE ampliado.

D P S I

MEDIO AMBIENTE
URBANO

Sectores Consumo Usos del Esfera Natural Medioambiente


- industrial - población territorio/dispersión - calidad ambiental Economía
- agricultura - economía Emisiones - biodiversidad - congestión
- energía - tecnología - aire - paisajes naturales - deducción
- turismo - urbanización - agua - contaminación
- transporte Reciclado Esfera Socioeconómica
Social
- crecimiento económico
Generación de residuos Salud humana
- bienestar
Consumo recursos - diversidad cultural
- energía
- agua

Políticas de Políticas Políticas sobre


sectores Macroeconómicas vectores especif. Prioridades
esp. - SEAP - calidad del agua
- Exclusion I - CAP - calidad del aire
- Save II - Agenda 2000 - gestión residuos
- Tens - ESDP - contam. Industrial
- Life - EPE - EIA
- Emas - Agenda 21 Objetivos

Fuente: European Environment Agency

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 12


El sistema considera entonces la necesidad de desarrollar tres tipos de indicadores para
abordar cada uno de los temas o áreas políticas o socialmente relevantes:
a) De presión, incluye presiones directas e indirectas. Directas son, por ejemplo, las de los
incendios. Indirectas serían, por ejemplo, las presiones sobre la biodiversidad derivadas de
la construcción de carreteras.
b) De estado del medio ambiente, descriptivos de la calidad del medio, incorporando la cali-
dad de los recursos naturales (flora, fauna, suelo, aire y agua) y la calidad de estos recursos
asociada a procesos de explotación socioeconómicos;
c) De respuesta, indicadores de los esfuerzos en términos de políticas ambientales y de recur-
sos naturales.
La utilidad de este modelo es que se adapta a los pasos de un modelo decisorio cualquiera y
que, por otra parte, es común a la forma de pensar de quienes deciden y de la comunidad cien-
tífica. La simplicidad del mismo sugiere relaciones lineales entre las partes, oscureciendo rela-
ciones más complejas dentro de los ecosistemas y relaciones también complejas entre éstas y
otros sistemas, como el social o el económico.
La demanda de información clara, simple y agregada para la descripción de un problema
sobre el que decidir, se enfrenta en este modelo con la ausencia de un marco teórico apro-
piado, lo que dificulta el discernimiento entre diversas informaciones sin jerarquía teórica
alguna. Frente a tal carencia, se opta en muchas ocasiones por integrar un alto número de
variables en el sistema, por temor a dejar variables significativas fuera, retornando al punto
de partida a saber, una cantidad ingente de datos que no transmiten la información nece-
saria para tomar decisiones.

2.1.4.La inclusión de los indicadores urbanos en modelos teóricos integradores: el


modelo sistema-entorno
Todos los sistemas individuales y ecosistemas en la naturaleza tienen tendencia a aumentar
su complejidad en el tiempo. En efecto la evolución de las especies y la sucesión en los eco-
sistemas nos muestran un camino de organizaciones sucesivas cuya tendencia es el aumen-
to de la complejidad. Una tendencia que consigue, en el siguiente paso, controlar mejor las
variables del entorno y asegurar mejor el futuro.
El “control” de las variables del entorno supone la capacidad de anticipación que tiene el
sistema para acomodarse a los mensajes en forma de flujos materiales, energéticos y de
información que le manda su entorno (el entorno es también un sistema).
El entorno a su vez, recibe mensajes en forma de flujos provenientes del sistema y su estruc-
tura y organización se mantiene entre determinados límites en función de los reguladores
que este tenga. La sensibilidad del sistema depende de las características de dichos regula-
dores. Si son débiles, el entorno modificará su organización fácilmente y con ella los mensa-
jes en forma de flujos, pudiendo con ello, romper el equilibrio, o si se quiere superando la
capacidad de anticipación del sistema, impactando sobre este. El resultado del impacto puede
conducir a la desaparición del sistema o bien a su reorganización.
Esta relación entre el sistema y su entorno la estableció de manera precisa M. Conrad
(1983) en su libro Adaptability y J.Wagensberg, la amplió universalmente. Según los autores
citados los ecosistemas de la Tierra, entre ellos los sistemas urbanos, siguen la siguiente
igualdad:

complejidad del sistema - capacidad de anticipación del sistema =


complejidad del entorno - sensibilidad del entorno

Que expresado en términos de la teoría de la información:


H(S) - H(S/E) = H(E) - H(E/S)

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De acuerdo con J. Wagensberg (1994), si consideramos el sistema como fuente donde se
origina un mensaje destinado al entorno, la cantidad de información original contenida en
el sistema depende de su diversidad potencial de comportamientos. Es lo que se denomi-
na complejidad del sistema H(S).
Si ahora consideramos al entorno como una fuente del mensaje destinado al sistema, la
información original depende, también aquí, de la riqueza de posibles comportamientos de
la fuente, en este caso, el entorno. Es la complejidad del entorno H(E).
Pero no toda la información que sale del sistema llega al entorno. La primera equivocidad
corresponde a la diversidad de comportamientos que disfruta un sistema, una vez se ha fija-
do cierto comportamiento del entorno. Cuanto menor sea la equivocidad, menores son las
dudas del sistema respecto a su entorno y más limita el entorno las posibilidades del sis-
tema. Es la capacidad de anticipación del sistema H(S/E).
La información del entorno que no llega al sistema, depende análogamente, de la variedad
de estados del entorno compatible con un comportamiento dado del sistema, cuanto
menor sea el valor, más afectado se encuentra el entorno por el comportamiento del sis-
tema. Es la sensibilidad del entorno H(E/S).

Ejemplo:
Las ciudades (S) han evitado construir sobre el cauce de los ríos (E), anticipándose a las con-
secuencias que ello representaría. Cuando lo han hecho sobre el cauce extraordinario, han
tenido que acabar encauzándolo para evitar las catástrofes que de modo recurrente se venían
sucediendo. Con la canalización se han superado, en parte, los daños potenciales sobre la ciu-
dad causado por los factores meteorológicos.
La anticipación conseguida con la canalización (H(S/E)) se puede ver comprometida si el
régimen de precipitaciones (H(E)) se modificara æuna de las hipótesis del probable cam-
bio climático es que la torrencialidad de las lluvias puede acrecentarse- y en el caso que la
ciudad fuera llana y se asentara en el litoral, podría suponer para ésta un problema añadi-
do el crecimiento del nivel del mar. El entorno analizado anteriormente donde, a efectos
prácticos, el clima era independiente del funcionamiento de la ciudad, se convierte ahora
en un componente enteramente dependiente de la organización y el funcionamiento de los
sistemas urbanos (H(E/S)). En efecto, mientras las emisiones con efecto invernadero (men-
saje) no han saturado los mecanismos que permitían regular las concentraciones de CO2
en la atmósfera dentro de determinados márgenes, el clima podía parecer que era inde-
pendiente de los sistemas emisores de gases (los sistemas urbanos como emisores princi-
pales); de algún modo podríamos decir que el entorno era insensible al comportamiento
de los sistemas urbanos o, también, que las emisiones generadas no eran suficientes para
modificar el comportamiento del entorno. Ahora que las concentraciones de CO2 en la
atmósfera son las más elevadas de los 160.000 años se hace patente el papel que juegan las
ciudades en el probable cambio climático. La anticipación a los desastres potenciales no se
ciñe ahora únicamente a la canalización del cauce sino al funcionamiento entero de la ciu-
dad -restringiéndose, en consecuencia, parte de los comportamientos potenciales de ésta- y
debido a la escala global del sistema atmosférico, también compromete al conjunto de
agentes emisores de gases con efecto invernadero.

Así pues, la igualdad expresa la interdependencia íntima entre el entorno y el sistema, a la


vez que indica que el traspaso de información entre el sistema y el entorno es igual. Para
una profundización teórica del modelo y su ampliación ver (Rueda, S 1995).
La permanencia en el mundo de cada sistema depende del mantenimiento de la igualdad y
depende, en consecuencia, del equilibrio entre los cuatro sumandos de la ecuación. La rotu-
ra de la igualdad significa la desaparición del sistema o su transformación en otro sistema dife-
renciado que proporciona una nueva igualdad (esto es lo que sucede, por ejemplo, cuando
un organismo muta en el proceso evolutivo).
Hay cuatro términos para jugar y una ley que respetar. Cuando en la dialéctica sistema-entor-
no se esquivan todas las dificultades y no se viola la ley fundamental, entonces decimos que
hay adaptación. El sistema se adapta. Pero adaptarse sólo es posible dentro de ciertos límites,
es decir, por debajo de una variación máxima de las condiciones ambientales. Cuando esto no

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es posible, cuando una perturbación no puede ser absorbida por una respuesta de los otros
tres, la adaptación se rompe y el sistema entra en crisis. El sistema entonces, o bien se extin-
gue, o bien cambia a otra estructura, sé autoorganiza (Wagensberg, J 1994).
La magnitud de las incertidumbres que hoy proyectan los ecosistemas de la Tierra (proba-
ble cambio climático, agotamiento y apropiación excesiva de recursos, etc.), fruto de la pre-
sión que ejercen, sobretodo, los sistemas urbanos (son los sistemas humanos que mayor
impacto provocan sobre el conjunto de sistemas de la Tierra), nos obligan a repensar los
modelos de gestión que gobiernan nuestras ciudades, con el fin de mantener los equilibrios
con el entorno que nos aseguren el futuro.
El análisis de cada uno de los componentes significativos de la unidad permite describir los
modelos actuales de gestión con que los sistemas urbanos actúan y el grado de explotación e
impacto al que someten al entorno. Un análisis más profundo nos permite identificar las varia-
bles con una menor flexibilidad y por tanto los indicadores que podrían establecerse para hacer
un seguimiento de tendencias de la unidad SISTEMA-ENTORNO en su proyección de futuro.
Este es un marco teórico que incluye y trasciende al modelo analítico: presión-estado-res-
puesta, ya que la “presión” se refleja en la sensibilidad del entorno, el “estado” se correspon-
de con la complejidad y su variación en los sistemas de soporte y la del propio sistema urba-
no y la “respuesta” coincide con la capacidad de anticipación del sistema. Es un marco teóri-
co que trasciende el modelo P-E-R ya que, como veremos, los modelos de gestión que dan
sentido al aumento de la capacidad de anticipación, tienden a preservar la igualdad expuesta y
sus equilibrios, informándonos de la direccionalidad que deben tomar las decisiones. El mode-
lo sistema-entorno nos proporciona el marco teórico que no incorpora el modelo P-E-R.
2.1.5.Los modelos de gestión en la unidad sistema-entorno
Los modelos que a continuación se analizan de modo sintético tienen que ver con el metabo-
lismo urbano, con la ordenación del territorio y también con el funcionamiento del sistema.
En cada uno de los esquemas que se exponen, se dibuja en la parte superior el SISTEMA,
en este caso la ciudad y, en la parte inferior, su ENTORNO. Los flujos de la parte derecha
del esquema expresan el grado de explotación (el grosor de las flechas es proporcional a los
flujos que se quiere representar) a que sometemos a los ecosistemas de soporte (entorno)
y los de la izquierda el nivel de impacto. Los esquemas recogen el contenido de los suman-
dos que constituyen la unidad (igualdad) sistema-entorno.
2.1.6.Esquema gráfico de la unidad sistema-entorno
(1) Los sistemas urbanos explotan a los sistemas de soporte extrayendo materias primas y
ejerciendo una primera presión sobre ellos. Como es obvio, la explotación ejercerá un
mayor o menor impacto en la organización de los sistemas de soporte (complejidad del
entorno) en función de su intensidad y de la fragilidad del propio entorno (sensibilidad).
(2) Los materiales y la energía extraídas del entorno llegarán a la ciudad más o menos
transformados y elaborados (materias primas y bienes de consumo) de modo que le per-
mita a esta mantener y aumentar, si cabe, su organización (complejidad del sistema).
(3) Los modelos de gestión (son los que pueden aumentar o disminuir nuestra capacidad
de anticipación), organizan los flujos y el consumo de recursos. Los modelos determinan el
grado de explotación del entorno y el impacto entrópico que proyectan sobre este y sobre
el propio sistema urbano.
Figura 1
(2) SISTEMA: CIUDAD
(3)
(1)
MODELOS DE GESTIÓN
(3)

ENTORNO: SISTEMAS DE SOPORTE

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 15


3. MODELOS E INDICADORES URBANOS DE OCUPACIÓN
DEL TERRITORIO: LA CIUDAD COMPACTA Y LA CIUDAD DIFUSA
A continuación se resumen los aspectos básicos de dos modelos antagónicos representa-
dos por la ciudad compacta y compleja, y por la ciudad difusa, dispersa en el territorio.
Sabemos que estos modelos no se encuentran en la realidad en estado puro y, por lo tanto,
lo que se expone más adelante no deja de ser una simplificación que tiene su justificación
en facilitar el hilo de la exposición y sobre todo en marcar dos polos extremos que nos
ayuden a situar, luego, los modelos de cada ciudad con relación a éstos; saber si nos acer-
camos más o menos al modelo de ciudad compacta o al modelo de ciudad difusa. El panel
de indicadores que se proponen pretende hacer un diagnóstico aproximado de la situación
de la ciudad en estudio, con relación a los modelos teóricos que aquí se dibujan.
Los dos modelos se representan en sendos esquemas, donde se puede comprobar que en
el modelo de ciudad difusa el consumo de suelo y el deterioro que causa en los sistemas
de soporte, así como el consumo de energía y materiales extraídos de dichos sistemas para
mantener la organización urbana, es mayor que el correspondiente al modelo de ciudad
compacta. Lo mismo sucede con relación a los flujos contaminantes proyectados sobre los
sistemas de soporte de ambos tipos de ciudad, debido a los modelos de movilidad, edifica-
ción y servicios asociados de cada modelo urbano. Se incluye también una primera repre-
sentación de la complejidad en forma de mensaje con iconos (recuadros con figuras en los
esquemas), en el caso de la ciudad difusa el mensaje es repetitivo y simple, y es diverso y
complejo en la ciudad compacta.

Figura 2: Prospectiva de algunos aspectos clave en los sistemas urbanos europeos.

60%
50%
40%
x $
30%
20%
*
10%
0%
1995 2000 2005 2010

x consumo; $ GDP; * posesión de vehículos; — urbanización

Cuadro 3

El rápido aumento del transporte privado y el consumo intensivo de recursos son las
principales amenazas para el medio ambiente urbano y, en consecuencia, para el bienestar
humano. En muchas ciudades, constituyen hoy el 80% del transporte mecanizado. Las pre-
visiones relativas al crecimiento del transporte en Europa occidental indican que, en un
escenario de “situación sin cambios”, la demanda del transporte de pasajeros y mercancí-
as por carretera podría llegar a duplicarse entre 1990 y 2010, con un aumento de la canti-
dad de automóviles de entre el 25 y el 30%, y un incremento del 25% en el número de kiló-
metros por vehículo. Se espera que, durante la próxima década, se acelere el crecimiento
actual de la movilidad urbana y de la propiedad de automóviles en las ciudades de
Europaa central y oriental, con los correspondientes aumentos del consumo de energía y
de las emisiones relacionadas con el trasnporte. EEA.

La urbanización se expresa como la fracción de individuos residentes en áreas urbanas


(74,5 % en 1995); el consumo (en b ECU) ascendió a 3,3 en 1995; la posesión de vehículos
se calculó como el número de vehículos/1000 habitantes (395 en 1995).
Fuente: EEA Fact Sheets on Societal Trends.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 16


Cuadro 2: Comparación entre los modelos de ciudad compacta y ciudad difusa desde el marco
de la unidad sistema-entorno

MODELO DE CIUDAD DIFUSA MODELO DE CIUDAD COMPACTA

presión sobre los sistemas


nivel causa nivel causa
de soporte por explotación

consumo de para la producción y el la dispersión de la edificación y las la proximidad entre usos y funcio-
materiales mantenimiento del mo- infraestructuras. La superficie edifi- nes supone un menor consumo de
delo urbano > cada por habitante es mayor. Tipo- < materiales. La suprficie edificada /
logía edificatoria con mayor mante- habitante es menor. Tipología edifi-
nimiento catoria con menor mantenimiento

consumo de en relación al modelo el modelo de movilidad descansa en la mayoría de viajes se pueden rea-
energía de movilidad > el vehículo privado < lizar a pie, bicicleta o en transporte
público

consumo de en relación a las tipolo- se consume más energía en las las demandas energéticas en blo-
energía gías edificatoria > tipologías edificatorias unifamiliares < ques de apartamentos es menor

consumo de en relación a los servi- > dispersión de las redes < por proximidad de las redes
energía cios

consumo en relación a las tipolo- consumo en jardín, piscina, etc. en edificación plurifamiliar es menor
de agua gías edificatorias > <

presión sobre los sistemas


nivel causa nivel causa
de soporte por impacto

consumo de suelo y explosión urbana del modelo sin consumo restringido, supeditado al
pérdida de suelo llano > crecimiento demográfico < crecimiento de la población
y fértil

pérdida de biodiversi- insularización de los sistemas agrí- conservación de los sistemas agrí-
dad > colas y naturales por la expansión < colas y naturales. Conservación del
de las redes de movilidad mosaico agrícola, forestal, pastos y
setos, típico de la Europa templada

perdida de la capacidad impermeabilización de las áreas de conservación de las áreas de infil-


de infiltración del agua. > infiltración y otras y canalización de < tración y los márgenes del cauce.
Aumento de la veloci- cauces
dad del agua de lluvia
caída hasta llegar al mar

emisión de gases de > por un mayor consumo energético < el consumo energético es menor
efecto invernadero

emisión de contamina- por el modelo de movilidad y el es menor por un menor consumo


ción atmosférica > modelo energético < de energía y una mayor accesibilidad

mantenimiento y aumento de la
nivel causa nivel causa
organización del sistema urbano

complejidad < las partes del sistema urbano se > se consigue mayor diversidad de
simplifican. Se separan los usos y las portadores de información en todas
funciones en el espacio. En cada las partes del sistema urbano
espacio solo contactan los porta-
dores de información de carac-
terísticas similares: los obreros con
los obreros, en los polígonos indus-
triales, los estudiantes con los estu-
diantes en el campus universitario...

compacidad y proximi- la dispersión de usos y funciones en la concentración edificatoria da


dad entre los portado- < el territorio proporcionan tejidos > lugar a tejidos densos y de usos y
res de información urbanos laxos. funciones próximos entre sí

cohesión social < segrega a la población en el espacio > la mezcla de personas y familias con
según etnia, religión... características económicas, etnias...
supone una mayor estabilidad social
porque aumenta el números los
circuitos reguladores recurrentes

calidad contaminación atmos- la separación de usos permite obte- el uso más intenso del tejido urbano
urbana férica < ner niveles de inmisión menores. > proporciona niveles de inmisión
mayores.

calidad ruido < es menor en ciertos tejidos urba- > la concentración de vehículos pro-
urbana nos y sensiblemente igual o mayor voca un aumento de las emisiones
en otros. ruidosas. La reducción del nº de
vehículos circulando puede supo-
ner una disminución del ruido
urbano.

calidad espacio público < se reduce y se sustituye por espa- > la calle, y la plaza constituyen los
urbana cios privados en grandes contene- espacios de contacto y de conviven-
dores urbanos: deportivos, de com- cia por excelencia, que pueden com-
pra, de transporte, etc. binarse con el uso de espacios en
grandes contenedores.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 17


Figura 3. Modelos de ocupación del territorio: modelo de ciudad difusa y ciudad compacta y compleja.

SISTEMA URBANO
SIMPLE EN SUS PARTES

REDES
CIUDAD DIFUSA
URBANIZACIÓN
DE RENTA Y EDIFICACIONES

MONOFUNCIONALISMO
+ SEGREGACIÓN SOCIAL INFRAESTRUCTURAS

TIPOS DE TRANSPORTE
URBANIZACIÓN
DE RENTA X AUTOPISTA
URBANISMO
DE LAS REDES

ACTIVIDADES DE
TRANSFORMACIÓN
ENERGÍA AGUA RESIDUOS
ENERGÍA RESIDUOS

CONSUMO IMPERMEABI- INSULARI- CONSERVA-


DE SUELO Y LIZACIÓN Y ZACIÓN Y CIÓN SISTE-
PÉRDIDA DE CANALIZA- PÉRDIDA MAS
SUELO FERTIL CIÓN CUR- BIODIVER- AGRÍCOLAS Y
SOS DE AGUA SIDAD NATURALES ENTORNO: SISTEMAS DE SOPORTE

SISTEMA URBANO

URBANISMO DE LOS NODOS


REDES
CIUDAD COMPACTA
FFCC

PASTOS
EDIFICACIONES

COMPLEJA (DIVERSA) INFRAESTRUCTURAS

MOVILIDAD
10% 40% 10% 40% TIPOS DE
TRANSPORTE

CONSUMO IMPERMEA- INSULARI- CONSERVA-


DE SUELO Y BILIZACIÓN ZACIÓN Y CIÓN SISTE-
PÉRDIDA DE Y CANALI- PÉRDIDA MAS
SUELO FERTIL ZACIÓN BIODIVER- AGRÍCOLAS Y
CURSOS DE SIDAD NATURALES
AGUA AGUA MINERALES ACTIVIDADES DE
TRANSFORMACIÓN

PETRÓLEO
MADERA

MATERIAS PRIMAS

ENTORNO: SISTEMAS DE SOPORTE

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 18


Cuadro 4: Índices e indicadores básicos para el seguimiento de los modelos de ciudad.

unidad escala del


enunciado formulación incidencia descripción
de medida indicador

La compleji- n Bit Local En el sistema H es la diversidad y su unidad es el bit de


dad del siste- H = - ∑pi log2 pi urbano información. Pi es la probabilidad de ocu-
ma urbano (H) i=1 rrencia. Indica el número de miembros
que cumplen una peculiaridad en el con-
junto de miembros de la comunidad. La
diversidad (H) es una medida indirecta
de la organización del sistema urbano
calculada a través de la teoría de la infor-
mación. Se trata de saber el número de
portadores de información, con capaci-
dad de contacto, en cantidad y diversidad
en un mismo espacio. Los portadores de
información del sistema urbano son las
personas clasificadas por categorías y las
actividades, entidades e instituciones.
1
Compacidad Fórmula Adimensional. Local En el sistema Es una medida de la “eficiencia” edifica-
urbana (C) Su representación urbano toria en relación al consumo del suelo.
gráfica puede refe-
rirse a una área de
referencia.
2
Compacidad Fórmula Adimensional Local En el sistema Se relaciona la densidad edificatoria
corregida (Cc) urbano con la superficie de convivencia de
carácter público: espacios verdes, pla-
zas, aceras de ancho mínimo.

Consumo de E Kwh /a Global En el sistema La energía permite el funcionamiento y


energía (E) E/N Kwh /hab / a (local) urbano. Sobre el mantenimiento de la organización
E / Superficie Kwh /m2 / a los sistemas del sistema urbano. Son interesantes
E / P I (3) Kwh /P1 / a de soporte las relaciones de energía con pobla-
ción, portadores de información y
superficie urbana.

Eficiencia del Ef =E/H Kwh / bits Local En el sistema Es una medida de la “eficiencia” del sis-
sistema urba- urbano tema urbano. Indica la cantidad de
no (Ef ) recursos (en este caso la energía) para
mantener una información organizada
determinada en el sistema urbano.

Influencia I p = H. E. bits.Kwh Local En el sistema Indica el poder de explotación de un


potencial del I p I = PI . E. urbano espacio, entendiendo que este es una
sistema (Ip ) función de la información organizada y
de su consumo de energía. Entre dos
espacios (AyB) que interactuan donde
IpA > IpB parece que el flujo neto de
materiales y/o energía y/o información
iría en la dirección de mantener o
aumentar la complejidad de (A) y de sim-
plificar o reducir la complejidad de (B).

Huella ecológi- EF p = N. (ef) ha Global En los sistemas Indica la superficie de suelo productivo
ca del sistema de soporte necesario para mantener una población
urbano (EFp) determinada, independientemente de
donde sea que se encuentre este suelo.

(1) C = (s2 techo / s2 suelo por parcela) (s2 suelo por parcela) / s2 urbanizada (sI ).
(2) Cc = (s2 techo / s2 suelo por parcela) (s2 suelo por parcela) / s2 espacios verdes y espacios públicos de convivencia.
(3) PI = portadores de información.

La diversidad H la podríamos representar con un conjunto de iconos. Cada símbolo sería un portador de información. El con-
junto de iconos da lugar a un mensaje que nos permite calcular su información.

Figura 4

Portadores de información en una Portadores de información en un tejido


urbanización de la ciudad difusa urbano de la ciudad compacta

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 19


En el caso de la ciudad difusa se intenta revelar la información contenida en una urbaniza-
ción que tiene un conjunto de portadores de información muy pequeño, por ejemplo una
tienda de comestibles, un bar y un conjunto de individuos con características muy similares
(en principio no diferenciables ). Si a cada símbolo dibujado le asignáramos una letra del abe-
cedario, la lectura del mensaje sonaría algo así: a, b. ccccc, ddddd,.... la información contenida
en el mensaje es muy reducida, es muy “simple”. No ocurre lo mismo en el mensaje corres-
pondiente a un área similar en la ciudad compacta; su lectura da idea de la complejidad del
mismo, que de hecho representa la complejidad que atesora el propio espacio urbano selec-
cionado. El mensaje precisa los distintos portadores de información y el número de cada
uno de ellos.

Cuadro 5: Índicadores complementarios para el seguimiento de los modelos de ciudad.

unidad escala del


enunciado formulación incidencia descripción
de medida indicador

Superficie ha Local Sistema La superficie urbana es aquella que


urbana (S1 ) urbano contiene los usos de vivienda, industria,
comercio, almacenes, oficinas, parques,
equipamientos y los usos compatibles
con ellos, los cuales, mediante las rela-
ciones a través de las redes, caracteri-
zan el hecho urbano. Quedan excluidos
los usos tradicionales de estos tipos,
consolidados y ligados a la explotación
de los recursos naturales.

Superficie ha Regional Sistema La superficie de usos periurbanos es


urbana + urbano aquella que acoge usos del suelo
superficie incompatibles por sus efectos o tama-
periurbana (S2 ) ño con los usos definidores del suelo
urbano. Incluye: aeropuertos, circuitos
de carreras, depuradoras, cárceles,
talleres ferroviarios, etc.

Superficie ha Regional Sistema urba- La superficie de usos indirectos incluye


urbana + no y sistemas aquel conjunto de áreas territoriales
superficie de soporte que son explotadas para dar servicio a
periurbana + los sistemas urbanos y que no son agrí-
superficie colas ni forestales: canteras, embalses,
usos áreas intersticiales en los nudos via-
indirectos (S3 ) rios, suelo yermo o, mejor, abandona-
do, a la espera de ser urbanizado, etc

Superficie ha Local Sistema urba- La superficie urbanizable es aquella


urbanizable (S4) no y sistemas reservada para usos urbanos
de soporte
Dado edificado n m Local Sistema La representación del dado edificado
De y Dado De = ∑sei + hi / se urbano nos da la altura media, es decir, la rela-
urbanizado i=1 ción entre el volumen edificado y el
suelo que ocupa. El dado urbanizado se
calcula del mismo modo sustituyendo
la suma de superficies edificadas por la
superficie urbanizada S1.

Saturación S2 urbana + % Local Sistema Muestra la proporción de suelo urbano


urbana S2 urbanizable urbano actual previsto en el planteamiento
municipal SM SM = 2
·100 vigente sobre el total de suelo munici-
S total pal. Es conveniente aplicar este índice
en relación al suelo municipal con pen-
diente menor al 10% (suelo llano

Consumo S2 urbana % Local Sistema Muestra la cantidad de suelo que ha


potencial de SM = ·100 urbano llegado a suelo urbano sobre el total
suelo urbano S2 urbana + previsto en el planeamiento vigente.
(Su) S2 urbanizable

En la figura (5) se representa el significado gráfico de los indicadores arriba propuestos.

Figura 5
DADO EDIFICABLE
DADO EDIFICADO
S4

S2 URBANA S1
S PERIUR BAN OS S2
S3 S2 URBANIZABLE
S2 URBANA + S2 USO S
S PERIURBAN OS + S2 USOS INDIRECTO
S2 URBANA + S2 USO

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 20


4. EL METABOLISMO URBANO
4.1.Energía: modelos e indicadores
4.1.1.Energías renovables: estrategia de la biosfera para su sostenibilidad
Por el hecho de que los organismos en general, y el hombre en particular, necesitan degra-
dar energía y utilizar materiales para mantener la vida y la de los sistemas que los sopor-
tan, el único modo de evitar que esto nos conduzca a un deterioro entrópico de la tierra
y nos proyecte a equilibrios distintos a los actuales, con la incertidumbre que ello supone
de cara al futuro, pasa por ir articulando esta degradación energética y la transformación
de los materiales sobre el único flujo energético de energía renovable que se recibe, el pro-
cedente del sol y sus derivados, manteniendo un reciclaje completo de los ciclos materia-
les, tal como se encarga de demostrar continuamente el funcionamiento de la biosfera.
Las exigencias de alta energía concentrada por parte del hombre y sus máquinas contras-
tan con el amplio y diluido campo de la energía luminosa procedente del Sol. La explosión
industrial y demográfica es fruto de la aceleración de la tasa de consumo de combustibles
fósiles.Tal como pusieran de manifiesto los estudios de Howard y Elisabeth Odum (1980),
las áreas urbanas tienen una gran concentración de energía por unidad de superficie com-
parativamente a un campo de cultivo o a un ecosistema natural. El problema es que las mag-
nitudes correspondientes de estos nuevos flujos de potencia empiezan a tener suficiente
envergadura para alterar los contrapesos y equilibrios del sistema en cualquier lugar donde
se encuentren.

4.1.2.El consumo de energía en los sistemas urbanos


La energía es consustancial al funcionamiento de los sistemas. En el caso de los sistemas
urbanos el consumo de ésta depende de los modelos de movilidad, de las tipologías edifi-
catorias, de la eficiencia de las tecnologías y del modelo de ciudad del cual dependen, a su
vez, y de las modalidades de los servicios urbanos: agua, residuos, redes. etc.
Hoy, en la mayoría de ciudades del mundo occidental, la movilidad es la actividad, del con-
junto de actividades de la ciudad, que mayor consumo de energía arroja. Ello es así porque
el transporte en la ciudad tiene en el vehículo privado el artefacto que asume, cada día
más, un número de viajes mayor. A medida que la urbanización difusa se expande por el
territorio, el vehículo privado es el único medio de transporte que puede alimentarla y
darle servicio. Son ya muchas las ciudades donde el porcentaje de viajes en vehículo priva-
do llega a cifras cercanas al 80%. El resto de modos de transporte tiene cada vez menos
sentido, en la medida que aumenta la separación entre los usos y funciones urbanas.
Figura 6: Modos de transporte y su proyección futura (EU 15 medias).
BILLION PASSENGER Km

5
4
CAR
3 BUS
2 RAIL
AIR
1
x x x
X X X
+ + +
0
1990 1995 2000 2005 2010
Fuente: EEA Sheets on Societal Trends
Cuadro 6

La potencia energética de un ser humano es cercana a los 150w, y la potencia energética media
instalada en un vehículo es de 73kw, es decir, más de 600 veces la potencia energética de una per-
sona. Cuando el funcionamiento de los sistemas urbanos se sustenta en el uso masivo del vehí-
culo privado para realizar las funciones de la vida cotidiana, el consumo de energía se multipli-
ca de manera explosiva, en proporción al número de viajes realizados, la distancia y la velocidad.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 21


Figura 7. Modelos energéticos: tendencia actual y propuesta futura.

MODELO
ENERGÉTICO ACTUAL
(tendencia)
ISLA DE CALOR

(g) POLUCIÓN

SISTEMA: CIUDAD DIFUSA (d)


(h)
OIL
GAS
MODELO DE URBANIZACIÓN DIFUSA INEFICIENTE
EN EL CONSUMO DE RECURSOS
(m)
(i) (j) (k)
(s)

TRAT. BIOCOM- 3% 2%
TÉRMICOS BUSTIÓN
80% 15%
ACTIVIDAD SERVICIOS
VIVIENDA UNIFAMILIAR PRODUCTIVA
REFINERIA

(p) (r)
(n) (q) (t) (o)
(w)
(e) CARBÓN (b)

GAS BIOMASA
ENERGÍA

ENERGÍA OIL
(a)
ENTORNO: SISTEMA ATMOSFÉRICO

MODELO ISLA DE CALOR


ENERGÉTICO FUTURO CO
(propuesta) POLUCIÓN CO2
NO2
SO2 (d)
(g)
SISTEMA: CIUDAD
(h)

OIL
GAS
MODELO DE CIUDAD COMPACTA
EFICIENTE TECNOLÓGICAMENTE (m)
TRAT. BIOCOM- (i) (j) (k)
TÉRMICOS BUSTIÓN
(s)
10% 40%

10% 40% REFINERIA

ACTIVIDAD PRODUC- SERVICIOS


MOVILIDAD VIVIENDA Y TIVA EFICIENTE Y (o)
TERCIARIO COMPATIBLE

(n) (b)
(r) (t) CARBÓN
(w) (p) (q)

GAS BIOMASA
(e)
OIL

ENERGÍA (a)

ENTORNO: SISTEMA ATMOSFÉRICO

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 22


Cuadro 7: Indicadores de sostenibilidad con relación a la energía.

correspondencia con escala del incidencia


enunciado formulación unidades descripción
los flujos del modelo indicador en el modelo

Consumo Kw / a (b) Global Sistemas Representa la energía


de energía Kwh / ha / a (b) / hab / a de soporte total consumida por el
primaria E t Kwh / m2 /a (b) / m2 /a sistema urbano. Desde su
generación hasta su con-
sumo final.

Consumo Kw / a (h) Global Sistemas de Es la energía consumida


de energía Kwh / ha / a (h) / ha / a soporte y sis- directamente por el siste-
final E s Kwh / m2 /a (h) / m2 /a tema urbano ma urbano

Eficiencia (E s / E t ) · 1 0 0 % (h) / (b) Global Sistemas de Expresa la energía final


energética Ee soporte y sis- consumida en relación a
tema urbano la energía total consumida

Consumo Kw / a (d) Global Sistemas de Es la energía consumida


de energía Kwh / ha / a (d) / ha / a soporte y sis- de carácter renovable, es
renovable E r Kwh / m2 /a (d) / m2 /a tema urbano decir procedente, directa
o indirectamente, del sol

Proporción de (E e / E t ) · 1 0 0 % [(g) / (b)] · 100 Global Sistemas de Es uno de los indicadores


consumo de soporte y sis- que informa de la presión
energía de ori- tema urbano sobre los sistemas de
gen renovable soporte y su reducción
local

Generación t/a Global Sistemas Expresa la cantidad de


de residuos de soporte residuos de distinta activi-
nucleares dad radiactiva generados
en un año

4.2. La gestión del agua: modelos e indicadores de sostenibilidad


4.2.1.¿Atender la oferta o regular la demanda?
Hasta el momento, la gestión del agua ha consistido en garantizar la oferta de este recurso, ase-
gurando la calidad para los usos previstos, sin tener en cuenta la demanda (aplicando un mode-
lo de gestión distinto con nuevos criterios) ni la preservación de los ecosistemas naturales.
Un modelo de gestión del agua con tintes de sostenibilidad debe preservar el entorno man-
teniendo una determinada complejidad del mismo, a la vez que tiene que proveer agua al
sistema urbano para el mantenimiento de su organización. Ello es posible si el modelo se
desarrolla con la intención (para aumentar la capacidad de anticipación) de disminuir la pre-
sión sobre los ecosistemas que también son demandantes de agua, a través de reducir la
extracción de recursos y de disminuir la carga contaminante vertida en la cuenca.
Las oportunidades de reducción se centran: a) en un incremento de la extracción de recur-
sos locales sin sobrepasar la explotación que lo preserve de otros impactos indeseables; b)
en el ahorro significativo del agua; c) en la reutilización del agua depurada; y d) en el apro-
vechamiento del agua de lluvia.
El segundo aspecto básico del modelo es la reducción del impacto contaminante produci-
do por el vertido de agentes físicos, químicos y biológicos en el medio acuático.

4.2.2.La apropiación humana de los recursos hídricos


La apropiación de un determinado porcentaje de agua de la cuenca debería establecerse
teniendo en cuenta las necesidades del resto de los ecosistemas que, como el hombre,
necesitan del agua para mantener su organización.
La proporción de los tres tercios podría establecerse como una primera propuesta a expen-
sas de ser corroborada o no de manera particular para cada cuenca. Un tercio de agua sería
apropiada por el hombre para su consumo, un segundo tercio tendría los ecosistemas terres-
tres como destino y un tercer tercio debería ser disponible por los sistemas acuáticos que
necesitan, como hemos dicho de un caudal mínimo para su persistencia. El mar debería reci-
bir, al menos, un tercio del agua caída en la cuenca, por las razones antes indicadas.
Cualquier modelo de gestión del agua debe tener en cuenta el mantenimiento de los eco-
sistemas en la cuenca hidrográfica y también los que por gravedad se conectan con ellos en
el frente marino.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 23


4.2.3.El modelo de ordenación del territorio y el consumo de agua
El modelo de ciudad difusa tiene graves consecuencias para el ciclo del agua en una cuen-
ca hidrográfica puesto que:
• Impermeabiliza una parte significativa de la cuenca, lo que unido a la canalización de los
cauces, hace que aumente la velocidad del agua de lluvia caída en cualquier parte de la cuen-
ca hasta el mar.
• La impermeabilización en las áreas llanas de la cuenca reducen las áreas de infiltración del
agua.
• Las infraestructuras urbanas, en especial la red de carreteras y vías segregadas son cau-
santes también de distorsiones en el movimiento por gravedad del agua hacia el mar, pro-
vocando desvíos de los flujos de agua, que unidos al aumento de velocidad citado, produce
inundaciones cuando el agua caída se produce de forma torrencial.
• La construcción masiva de viviendas unifamiliares en urbanizaciones dispersas en el terri-
torio, con piscina y jardín supone un consumo de agua significativamente mayor que las
tipologías de vivienda de la ciudad compacta.

4.2.4.Las medidas de ahorro del agua.


La tecnología actual tanto en el ámbito doméstico, como en los sectores industriales y de ser-
vicios, permite reducciones significativas en el actual consumo de agua. En todos los casos se
puede reducir, al menos, un 30% del consumo actual de agua. El ahorro puede empezar evi-
tando las actuales pérdidas de las redes de suministro, y continuar con la desmaterialización
de los servicios que se prestan mediante el agua: limpieza, riego, transporte de residuos, etc..

4.2.5.El aprovechamiento del agua reutilizada, de lluvia y de acuífero: redes separa-


tivas y depósitos de laminación.
• El uso de agua de procedencia local o de agua depurada puede suministrarse en redes
separativas para usos públicos o industriales que no requieran agua potabilizada. El agua
para riego y espacios públicos supone en muchos casos el 50% más del total de agua con-
sumida en la ciudad.
• El agua puede ser almacenada en depósitos que pueden tener funciones de suministro a las
redes separativas de retención y laminación para evitar inundaciones, y funciones para evitar las
descargas al medio de aguas pluviales y residuales por saturación de la red de alcantarillado.
• El agua depurada puede reutilizarse para usos industriales, agrícolas y ganaderos en áreas
periféricas de la ciudad, así como el mantenimiento de las zonas húmedas.

Cuadro 8: Indicadores de sostenibilidad con relación al agua.


correspondencia con escala del incidencia
enunciado unidades descripción
los flujos del modelo indicador en el modelo

Porcentaje % Cuenca Sistemas es un indicador de apropiación humana del


de apropiación de soporte agua. La apropiación de un determinado por-
del agua de centaje (se propone no sobrepasar 1/3 del
la cuenca total) debería hacerse teniendo en cuenta las
necesidades del resto de ecosistemas
Área de cuen- km2 Cuenca Sistemas es la superficie de cuenca necesaria para abaste-
ca necesaria de soporte cer de agua potable al sistema urbano. El cálcu-
para el abaste- lo se realiza para un año normal y un año seco.
cimiento Consiste en saber el caudal específico (l/seg.·
km2) que transcurre como agua superficial y que
se deriva para abastecimiento urbano.
Superficie ha Cuenca Sistemas Cantidad de superficie ocupada por edifica-
impermeabili- de soporte ciones, infraestructuras y superficies imper-
zada meables en el territorio. El cálculo debe
hacerse, también, en relación al suelo con
pendiente <10 %.
Aportación de km3 / a A= (a)+(w2)+(d1)- Cuenca Sistemas es la suma de los flujos que entran en el sis-
agua para el m3 / hab / a (d2)+(p1)+(p2)+(1) de soporte tema urbano para su consumo
consumo (A)
Uso de agua km3 / a [(p)+(d1)+(d2)+(w2) Cuenca Sistemas indica el porcentaje de agua que evitamos
local (A1) m3 / hab / a +(1) / A-w2+w]·100 de soporte extraer de los sistemas de soporte. Da idea
de la autosuficiencia del sistema en relación
a este recurso
Vertidos al tn / a V= (S1)+S2)+S3); Cuenca Sistemas consiste en saber la cantidad de contamina-
medio (V) tn / hab / a V= (S1)+(S2)+(S3)+(f) de soporte ción en peso que se vierte al sistema hídrico.
sino se reutilizan los fangos

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 24


Figura 8: Modelos de gestión de aguas.

GESTIÓN URBANA SISTEMA: CIUDAD


DEL AGUA.
MODELO ACTUAL

(t)

(w)
(w1) EVAPOTRANSP
(a)
EVA
VIVIENDA TERCIARIO

USO CONSUNTIVO
INCORPORACIÓN
POTABILIZADORA
AL PRODUCTO (a5) (a4) (a3) (a2) (a1)
(i)
RED AGUA POTABLE (a)

(w3) (r1) (r2) (r3) (r4) (p2)


(r)
FANGOS (p1)
DEPURADORA ALCANTARILLADO
(f)
(pr) PERDIDAS (pa)
H2O DEPURADORA

(w4) (s3)
AGUAS SUBTERRÁNEAS (c) (g)
(d3) (v) pozos (p)

(x1) (x2) (y) CUENCA CUENCAS EXTERNAS


(s1) (va) (s2)

ENTORNO: CUENCA HIDROGRÁFICA

GESTIÓN URBANA SISTEMA: CIUDAD (z1)


DEL AGUA. (t)
MODELO FUTURO (l)
(w)
(propuesta)
(l1) (l2) (l3) (l4)
(a)
(w1) EVAPO
EVA ∆ % AHORRO TERCIARIO
∆ % PLUVIAL ∆ % AHORRO
POTABILIZADORA
∆ % AHORRO
USO CONSUNTIVO ∆ % NOPOTABLE ∆ % NOPOTABLE
∆ % PLUVIAL ∆ % PLUVIAL
INCORPORACIÓN
AL PRODUCTO (a4) (a3) (a2)
(i) (a1)
RED AGUA POTABLE (a) (p2)
(w2) (b2) (b3)
(b1)
(z2) RED AGUA NO POTABLE
(p3)
(d1) (w3) (r1) (r2) (r3) (p1)
(r4)

(r) ALCANTARILLADO
DEPURADORA

(pa) PERDIDAS (pr) (pb)


(w4) (s3)
H2O DEPURADORA

FANGOS (c)
(f) AGUAS SUBTERRÁNEAS
DSU pozos (p)
(v)
O
H2

(x1) (x2) (v)


) A
(d2 LIZAD
I
UT

(d3) (s1) (va) (s2)


RE

ENTORNO: CUENCA HIDROGRÁFICA

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 25


4.2.6La depuración del agua.
En Europa el año 2005 es la fecha a partir de la cual no pueden verterse residuos líquidos
urbanos sin depuración previa (la directiva europea lo impone para los núcleos con pobla-
ción superior a los 2000 h-e).
En algunos ríos, en especial algunos de la cuenca mediterránea, con poco caudal, será nece-
sario, realizar tratamientos terciarios, ya que la dilución de los vertidos depurados es insu-
ficiente para preservar los ecosistemas acuáticos.

4.3.Modelos e indicadores para una gestión de residuos más sostenible


En los esquemas adjuntos se dibujan dos escenarios que representan los flujos materiales
que van desde los sistemas de soporte representados aquí con un globo terráqueo, -de
hecho los materiales que llegan a la ciudad ahora proceden de cualquier parte del mundo
- hasta el sistema urbano. Las materias primas sacadas de los sistemas de soporte son cana-
lizadas hacia la red de transformación industrial, que los convierte en bienes de consumo,
que serán consumidos en la ciudad.
Por otro lado, el tratamiento y disposición de los materiales abandonados (residuos) cana-
lizan el retorno de los materiales consumidos hacia los sistemas de soporte en forma de
impacto contaminante o bien como recursos recuperados, que serán depositados en el
suelo en forma de compost o entrarán en la red industrial como materias secundarias.
En el centro del esquema se representa el modelo de gestión de residuos municipales. Los
flujos materiales en el conjunto del escenario se modificarán, en función del modelo de
gestión escogido. Un modelo de gestión de residuos en el marco de la sostenibilidad ha de
procurar reducir la explotación de materiales, es decir reducir la cantidad de materias pri-
meras extraídas de los sistemas de soporte y también reducir la presión por impacto con-
taminante sobre los sistemas de la Tierra.
El primer esquema representa el modelo de gestión de residuos municipales actual, ponien-
do como ejemplo el Área Metropolitana de Barcelona. La ciudad para mantenerse organi-
zada necesita consumir materiales y energía proviniente de los sistemas de soporte (entor-
no) que serán explotados para extraer los recursos naturales -materias primas- (flujo (a)),
que serán transportados a la red industrial de transformación (b) que a su vez los conver-
tirá en bienes de consumo (c), que serán consumidos en la ciudad (e). Parte de estos mate-
riales consumidos poden ser reutilitzados (f) (por ejemplo los envases retornables, mue-
bles, ropa, etc.) La reutilitzación actual es prácticamente testimonial, en relación al volumen
de residuos generados. En la actualidad, los materiales consumidos (e) se destinan al aban-
dono en su mayor parte -el 96 % de los materiales que son residuos- recogiendo selecti-
vamente sólo un 4%, que se consideran recursos potenciales (i). Los materiales selecciona-
dos ya sean orgánicos o inorgánicos, pasan por actividades de valorización que los tratan
para inyectarlos como materiales inorgánicos recuperados en la red industrial (j), o para
enriquecer el suelo, cuando son materiales orgánicos estabilizados (k). Los impropios reco-
gidos selectivamente serán separados y considerados como residuos para eliminar(h).
Los flujos destinados al abandono (m) se convierten en residuos, que serán depositados en
el vertedero (la mayor parte) (q) o en las incineradoras (n), cuando se trata de residuos
ordinarios, o también serán llevados a plantas de tratamiento, cuando los materiales sean o
contengan residuos especiales (pilas, fluorescentes, neveras, etc.) (r).
La gestión actual de determinadas instalaciones de disposición hace que su impacto con-
taminante sea significativa, tal y como se refleja en los flujos (o) (s) y (l) aunque están en
vías de una reducción significativa, tanto para las incineradoras que refuerzan su sistema de
depuración, como el vertedero que tratará sus lixiviados in situ y aprovechará parte del bio-
gás que hoy se emite a la atmósfera.
El segundo escenario representa la unidad sistema-entorno con un modelo de gestión de
residuos pensado para reducir la presión tanto por explotación como por impacto conta-
minante sobre los sistemas de soporte.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 26


Figura 9: Modelos de residuos urbanos.
SISTEMA URBANO

MODELO FUTURO
DE RESIDUOS (d)
(propuesta) (f)

BIENES DE
(g) CONSUMO
(e)
RESIDUOS
(m)
(c)
(h)
(i)
(n) (r) (j)
(u) ACTIVIDADES DE
TRANSFORMACIÓN
PLANTAS DE
TRATAMIENTO
(t) (h) ACTIVIDADES DE
(-j-k) VALORIZACIÓN
(t) (b)
(p)
(k) (l)
INCINERADORAS

VERTEDEROS
MATERIAS
(s) PRIMAS
(o)

(a)

ENTORNO: SISTEMAS DE SOPORTE

SISTEMA URBANO

(d)
MODELO ACTUAL
DE RESIDUOS
BIENES DE
(f) CONSUMO
(g)

(e)
RESIDUOS (c)
(m) (h)

(n)
(r) (i) ACTIVIDADES DE
(j)
(u) TRANSFORMACIÓN
(q)
(h)
PLANTAS DE ACTIVIDADES DE
TRATAMIENTO (-j-k) VALORIZACIÓN
INCINERADORAS
(k) (l)
(p) (t)
(b)

VERTEDEROS
(o)
(s)

MATERIAS
PRIMAS
(a)

ENTORNO: SISTEMAS DE SOPORTE

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 27


La red de flujos tiene el mismo significado que en el esquema anterior (modelo actual de
gestión de residuos). Lo que se propone en el modelo de gestión de residuos futuro es:
1.- aumentar los flujos de reutilización de materiales (f), (g) y (h); 2.- aumentar el flujo de
residuos orgánicos e inorgánicos recogidos selectivamente (i) y recuperados para ser inyec-
tados en la industria (j) y depositados en el suelo en forma de compost (k).
Una mayor reutilización y recuperación de materiales permite reducir el nivel de presión por explo-
tación de los sistemas de soporte,es decir,la entrada a la industria de una cantidad mayor de mate-
riales inorgánicos recuperados (j) hace que la cantidad de materias primeras (a y b) a extraer de los
sistemas de soporte pueda ser menor.A la vez, una mayor aportación de compost al suelo supone
una mayor biofertilidad de los suelos y también una reducción de abonos inorgánicos.
El escenario futuro propone también: 3.- reducir la cantidad de materiales destinado a su
abandono (n) y 4.- reducir las emisiones y vertidos en las instalaciones de disposición. Para
ello estan aumentando los niveles de exigencia de los sistemas de depuración de las incine-
radoras, y ha de reducirse la cantidad de materiales de aportación directa al vertedero; en el
escenario futuro no ha de llegar ningún flujo residual que no haya pasado previamente por
una instalación de tratamiento o valorización, es decir, solamente pueden llegar rechazos. Por
último, ha de aprovecharse el biogás del vertedero cuya emisión hoy es, para la Área
Metropolitana de Barcelona, uno de los factores que más contribuyen al efecto invernadero.

Cuadro 9: Índicadores de sostenibilidad con relación a los residuos.


correspondencia con escala del incidencia
enunciado formulación unidades descripción
los flujos del modelo indicador en el modelo

Generación tn/a (e) Global Sistemas es el resultado del consumo


de residuos tn/hab/a de soporte de materiales en el sistema
urbano. Su evolución indica el
nivel de minimización o
aumento en el consumo de
recursos.
(1) (2)
Proporción fórmula % fórmula Global Sistemas este indicador expresa la
de materiales de soporte cantidad de materiales que se
reutilizados y convierten de nuevo en
reciclados recursos, respecto al total de
residuos generados.
(3)
Balance fórmula Gjth Global Sistemas establece el grado de recupe-
energético Gjth/ha de soporte ración energética del modelo
de la gestión de gestión de residuos.
de residuos

Emisiones fórmula ton/a Global Sistemas aunque se propone un cálculo


de gases para las de soporte global en otro apartado, se
de efecto proporciones propone calcular las emisiones
invernadero IPCC de CO2 generadas con el
modelo de gestión de residuos

(1) (residuos reutilizados + residuos reciclados) ·100/generación de residuos.


(2) [f + j + k + u - (j - k) / e] ·100.
(3) Consumo energético - (recuperación de energía + ahorro por reciclaje)

4.4. Modelos de gestión urbanos y sus emisiones a la atmósfera


La contaminación perturba el adecuado retorno del transporte horizontal de materia y
energía (cortocircuita el ciclo de los materiales traídos hasta la ciudad), siendo la contami-
nación, en buena medida, una consecuencia del transporte.

4.4.1.Emisiones a la atmósfera: causas


4.4.1.1.Las emisiones atmosféricas y el modelo energético
El hombre crea sistemas de control y amplificación de las vías de energía externas cada vez
más poderosos. La emisión de contaminantes a la atmósfera es fruto, en buena parte, del uso
masivo de energía exosomática de origen mineral y también de la transformación de mayo-
res cantidades de materiales.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 28


Un mayor o menor volumen de contaminantes emitidos a la atmósfera dependerá, en pri-
mera instancia, del modelo de gestión de energía. Sabemos que las energías renovables de
origen solar (biomasa, fotovoltaica, fototérmica, etc) suponen una generación entrópica
mínima y por tanto emisiones reducidas (las correspondientes al instrumental y los meca-
nismos de gestión y captación). Apoyar la organización urbana en energías renovables es
básico para disminuir el impacto sobre la atmósfera.
4.4.1.2.Modelos de ciudad y contaminación atmosférica
El modelo de implantación urbana en el territorio puede ser responsable de buena parte
de las emisiones generadas, ya que de él dependen el modelo de movilidad -el transporte
es el factor que mayor contaminación genera en la mayoría de sistemas urbanos-, las tipo-
logías edificatorias y los tipos de actividad industrial compatible o no con otros usos urba-
nos (se supone que actividades compatibles con otros usos, por ejemplo los residenciales,
son poco contaminantes). El modelo de ciudad compacta puede, en principio, reducir sus-
tancialmente las emisiones respecto a los modelos urbanos dispersos y desparramados
sobre el territorio.

Cuadro 10

La totalidad de las flotas de limpieza y recogida de basuras del área metropolitana de Barcelona,
y la totalidad de la flota de autobuses metropolitanos, cerca de 900 autobuses, que en conjunto
consumen 21 millones de litros de gas-oil, podrían funcionar con biogás del vertedero de basu-
ras de Garraf, que hoy se emite a la atmósfera con el consiguiente impacto sobre ésta.

4.4.1.3.Las emisiones de las actividades industriales.


Los procesos industriales son generadores de contaminación atmosférica, que proviene del
consumo de energía y de la transformación de los flujos materiales. El diseño de los pro-
ductos y bienes de consumo, así como el diseño de los propios procesos productivos y la
eficiencia tecnológica de los mismos, serán los responsables de una mayor o menor emi-
sión de contaminantes.
4.4.1.4.Las emisiones generadas por los servicios.
Los servicios urbanos de recogida y tratamiento de los residuos, los servicios de aporte de
combustibles energéticos; por ejemplo el gas, etc., son causa de emisiones en función de los
modelos de gestión que se apliquen.
Muchas ciudades disponen sus residuos en vertederos sin absorber el biogás generado en
él. Las emisiones de metano y otros componentes pueden ser dependiendo de las carac-
terísticas del vertedero, importantes. Lo mismo puede suceder con las perdidas en la red
urbana de gas natural.

4.4.2.Emisiones a la atmósfera: consecuencias


4.4.2.1.Incidencia de las emisiones antropogénicas en el sistema atmosférico
La oxidación acelerada de los compuestos reducidos de carbono, nitrógeno y azufre que se
habían acumulado en la necrosfera a lo largo de los tiempos geológicos, junto con la emi-
sión de CFCs y otros gases y partículas, son los responsables antropogénicos de un pro-
bable cambio climático, de un aumento del agujero de ozono, de la reducción de com-
puestos oxidantes en la atmósfera y de un aumento de las lluvias ácidas en algunas regio-
nes de la Tierra.
La disminución de la capa de ozono estratosférico, la reducción de la capacidad de oxida-
ción atmosférica y el aumento de la temperatura del aire, son los tres fenómenos que hoy
se presentan como más problemáticos, con capacidad para modificar la composición de la
atmósfera global y de alterar en consecuencia, el papel fundamental de la atmósfera en el
equilibrio del sistema ecológico mundial.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 29


4.4.2.2.Incidencia de las emisiones en la atmósfera urbana
La atmósfera urbana se comporta como un reactor químico extremadamente complejo del
cual forman parte una serie de compuestos químicos y físicos que se interrelacionan de
manera diversa, en función de los ritmos diarios y estacionales (radiación luminosa, tempe-
ratura, humedad, etc.), de las características meteorológicas del momento (viento, precipi-
taciones, presión atmosférica, inversiones de temperatura, etc.), de las características geo-
gráficas del enclavamiento de la ciudad, de las características estructurales del sistema urba-
no, de las actividades emisoras de contaminantes y sus ritmos temporales de emisión, etc.
La reacción de algunos componentes extraños a la composición normal de la atmósfera
(contaminantes primarios), con algunos parámetros físicos como, por ejemplo, la radiación
solar, dan lugar a nuevos contaminantes, denominados secundarios, como el ozono tropos-
férico, ya que se encuentra como componente de la niebla fotoquímica o smog, los aero-
soles ácidos y los hidrocarburos carcinogénicos, varias veces más nocivos que sus precur-
sores directamente emitidos en la atmósfera.
Las características de emisión, geográficas, etc. determinarán la calidad de la atmósfera
urbana. Los indicadores que se suelen emplear están íntimamente relacionados con los
niveles previamente legislados. Éstos atienden a los efectos potenciales que determinadas
emisiones tienen para la salud de las personas y para los ecosistemas. Para situaciones epi-
sódicas de alta contaminación atmosférica por causas de estabilidad atmosférica, el per-
centil 98 de las concentraciones de determinados contaminantes, suele ser un buen indi-
cador de éstas.

Cuadro 11: Índicadores de sostenibilidad con relación a la contaminación atmosférica.


correspondencia con escala del incidencia
enunciado unidades descripción
los flujos del modelo indicador en el modelo

Emisiones de - t/a Global Sistemas Estimación de las emisiones de CO2 de


CO2 kg / hab / a de soporte todas las fuentes primarias y finales genera-
kg / km2 doras de este gas.

Emisiones de - t/a Global Sistemas Suma las emisiones de CH4 generadas por
CH4 kg / hab / a de soporte el conjunto de fuentes primarias y finales.
kg / km2

Emisiones Propuesta t/a Global Sistemas Se suman las concentraciones de CO2, CH4,
de gases IPCC CO2 equivalente de soporte N2O y CFC’s ponderándolas en función de
con efecto su capacidad de absorción térmica. La difi-
invernadero. cultad para estimar las cantidades de los dos
últimos contaminantes, aconseja realizar los
cálculos con las emisiones de metano y dió-
xido de carbono.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 30


Figura 10: Modelos actual y futuro (propuesta) de emisiones a la atmósfera.

EMISIONES A LA
ISLA DE CALOR
ATMOSFERA ACTUAL
(tendencia) POLUCIÓN

SISTEMA: CIUDAD DIFUSA


BIENES DE
CONSUMO
MODELO DE URBANIZACIÓN DIFUSA
DESPILFARRADORA EN EL CONSUMO DE RECURSOS

3% 2%

TRAT. BIOCOM-
TÉRMICOS BUSTIÓN
80% 15%
ACTIVIDAD SERVICIOS
VIVIENDA UNIFAMILIAR PRODUCTIVA
ACTIVIDADES DE ACTIVIDADES
TRANSFORMACIÓN ENERGÉTICAS

OIL
MATERIA
MATERIAS PRIMERAS
ENERGÍA

ENTORNO: SISTEMA ATMOSFÉRICO

EMISIONES A LA
ATMOSFERA FUTURO ISLA DE CALOR
(propuesta)
CO
POLUCIÓN CO2
NO2
SO2

SISTEMA: CIUDAD

MODELO DE CIUDAD COMPACTA


EFICIENTE EN EL CONSUMO DE RECURSOS

TRAT. BIOCOM-
TÉRMICOS BUSTIÓN
10% 40%

ACTIVIDADES DE ACTIVIDADES
10% 40% TRANSFORMACIÓN ENERGÉTICAS

SERVICIOS
MOVILIDAD VIVIENDA Y ACTIVIDAD PRODUC-
TERCIARIO TIVA EFICIENTE Y
COMPATIBLE

OIL
MATERIAS PRIMERAS
MATERIA
(e)

ENERGÍA

ENTORNO: SISTEMA ATMOSFÉRICO

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 31


5.APROPACIÓN HUMANA DE LOS RECURSOS NATURALES: CAPACIDAD
DE CARGA E INDIVADORES AFINES
5.1. La capacidad de carga
La capacidad de carga se define en ecología como la población máxima de una especie
que puede mantenerse sustentablemente en un territorio sin deteriorar su base de
recursos. Este concepto hace referencia al grado de explotación y presión entrópica a
que podemos someter a los ecosistemas que soportan nuestra vida y nuestras organiza-
ciones, manteniendo una razonable conservación de dichos sistemas de soporte. El
grado de explotación y presión entrópica esta en función, básicamente, de la población
que dicho territorio ha de mantener y la tasa de consumo de recursos per cápita. Debido
a la expansión del comercio y la tecnología, puede parecer que la capacidad de carga de
un territorio no es demasiado relevante, puesto que se pueden importar recursos local-
mente escasos, exportando residuos o ir eliminando determinadas especies para aumen-
tar nuestra capacidad de producción. Esto sería cierto si los recursos planetarios fueran
ilimitados, pero esto no es así. Hoy el grado de explotación al que sometemos al con-
junto de ecosistemas de la Tierra es de magnitud suficiente para afirmar que su capaci-
dad de carga esta comprometida en su conjunto. La disponibilidad “ecológica” de la tie-
rra en el Planeta ha disminuido durante este siglo.
La idea de capacidad de carga tiene, no obstante, una serie de dificultades para su uso en
el caso de los humanos (Martínez Alier, J.), sobretodo cuando se refiere a la capacidad de
carga para poblaciones y territorios concretos.
La tecnología puede reducir directamente la capacidad de carga incrementando el flujo de
energía y materiales a corto plazo a través de los ecosistemas explotados. Esto parece
mejorar la productividad de los sistemas mientras, realmente, lo que hace es erosionar la
base de los recursos (Rees 1996).
El comercio puede liberar a una población local de las limitaciones de su propio territorio;
pero solamente desplaza la carga a otro sitio. En efecto, las poblaciones locales incorporan
“excedentes” de la capacidad de carga de otras. El comercio puede llevar a una disminu-
ción de la capacidad de carga global, pues al acceder a importaciones baratas ( por ejem-
plo comida), no hace falta ya conservar el propio capital natural local (por ejemplo la tie-
rra de cultivo) y además se acelera el agotamiento del capital natural en regiones explota-
doras distantes (Rees 1996). Lo grave es que el movimiento de mercancías es libre en todo
el mundo, pero no así el de personas. El flujo neto de los materiales y energía sin degradar
tiene una clara direccionalidad desde el Sur hacia el Norte y de las personas al revés. Las
poblaciones del Sur tienen restringida la movilidad hacia los países del Norte aunque sean
estos los que se aprovechen de los recursos de los países menos desarrollados.
Los problemas en la dinámica de las poblaciones aparecen unidos a la desigualdad en el uso
de la energía y los recursos. En términos ecológicos, la relación entre los índices de aumen-
to de la energía consumida y las tasas de aumento del número de individuos permite indi-
car la distribución entre poblaciones ricas y pobres, entre ciudades y países del norte y del
sur.
Para períodos de tiempo cortos, Margalef propone la siguiente expresión:

(r+f) · t
(NE)t = (NE)o . e

En que (NE)o representa el producto del número de individuos existentes en un determi-


nado momento por la energía total usada por individuo; (NE)t , el mismo producto una vez
transcurrido un tiempo t, y r y f, las tasas de aumento neto del número de individuos y de
la energía total usada por individuo, respectivamente.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 32


5.2. La huella ecológica
Algunos autores han definido la capacidad de carga como las tasas máximas de utilización
de recursos y generación de residuos (la carga máxima) que pueden sostenerse indefinida-
mente sin deteriorar progresivamente la productividad e integridad de los ecosistemas
donde quieran que estén. La capacidad de carga viene a expresar la población que se podría
mantener con relación a la superficie explotada.Wackernagel y Reis proponen darle la vuel-
ta a la relación que expresa la capacidad de carga (habitantes/unidad de superficie) por su
inversa denominándola “huella ecológica”. En lugar de preguntarnos cuánta población puede
mantener una región determinada, la cuestión es: ¿Qué superficie de suelo productivo es
necesaria para mantener una población determinada, independientemente de donde sea que
se encuentre este suelo? (Rees, 1992 Rees y Wackernagel, 1994;Wackernagel y Rees, 1995).
Para el cálculo de la huella ecológica se estima el área de suelo/agua requerida para pro-
ducir “sosteniblemente” la cantidad de cualquier recurso o servicio ecológico utilizado por
una población definida, a un nivel tecnológico determinado. La suma de estos cálculos para
todas las categorías de consumo, nos dará una estimación del capital natural requerido por
una población, medido para un territorio.
Las ciudades y regiones urbanas dependen hoy para sobrevivir y crecer de un vasto y creciente
hinterland global de territorios productivos. Los sistemas urbanos se apropian necesariamen-
te de la producción ecológica y de las funciones de soporte de la vida de regiones distantes de
todo el mundo a través del comercio y los ciclos bioquímicos de materia y energía. El área de
suelo/agua requerida para mantener los flujos de materiales, energía y sus degradados reque-
ridos por una determinada población es la denominada “huella ecológica” de la población en
cuestión. Su cálculo nos permite tener una medida aproximada de las necesidades de capital
natural de cualquier población, en comparación al suministro disponible (Rees 1996).

5.3. La apropiación humana de la producción primaria neta (PPN)


La PPN es la cantidad de energía que los productores primarios, las plantas, ponen a dis-
posición del resto de las especies vivientes, los heterótrofos.
Todos los seres vivos dependemos de los excedentes que nos proporcionan los organis-
mos autótrofos. Actualmente nos “apropiamos”, directa o indirectamente, del 40% de la
producción fotosintética neta, es decir aquella producción “excedente” una vez desconta-
da la necesaria para la vida vegetativa y reproductiva de la planta (Vitousek et al. 1986) y
del 25-35% de la producción primaria litoral (Paul y Cristensen 1995). Desde 1989 las cap-
turas de pesca han disminuido en todo el mundo excepto en el Índico.
Podría creerse que la capacidad de carga puede crecer, aumentando la tasa de apropiación
de la producción primaria neta, (PPN), pero ello llevaría a la extinción de muchas especies.
Si la población aumenta en exceso o lo hace la tasa de apropiación de la PPN, la situación
podría hacerse crítica para el conjunto de organismos vivos y con ellos la nuestra propia,
puesto que sin ellos nosotros no podemos sobrevivir.
Este indicador es realmente interesante puesto que incide en la base del sustento del con-
junto de organismos del Planeta. Como es lógico, tiene una relación estrecha con la capa-
cidad de carga y con el concepto de huella ecológica; los tres hacen referencia a la idea de
apropiación y uso de los recursos naturales.

5.4. La mochila ecológica (MIPS)


Es un indicador desarrollado por el Instituto Wuppertal, que añade todos los materiales uti-
lizados directa o indirectamente para cada unidad de servicio (“la mochila ecológica”),
medidos en toneladas. Compara el insumo material medido en toneladas con los servicios
proporcionados sector por sector y, en principio, para toda la economía. Las comparacio-
nes del MIPS permitirán establecer las diferencias espaciales y temporales en el consumo
de recursos y en consecuencias podemos saber si se avanza o no en la desmaterialización
de la economía o de nuestros modelos de gestión. Como plantea Martínez Alier, J (1998),
se puede objetar que medir toneladas de materiales no informa sobre la toxicidad de éstos.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 33


Otro aspecto en discusión, sobre todo en el ámbito de la economía ecológica, es la idea
misma de servicio y el sentido de las necesidades, cuestiones básicas pero que no se desa-
rrollan en este documento.

5.5. EROI
Este acrónimo significa Energy Return On (Energy) Input y fue el primer indicador físico
empleado en la economía ecológica en la década de los setenta, principalmente por discí-
pulos directos o indirectos de Howard Odum. De hecho la idea de ver la economía de la
sociedad humana y particularmente, de la agricultura como un flujo de energía, se debe al
trabajo de Podolinsky en la década de los ochenta del siglo pasado (Martínez Alier, 1998).
El EROI trata de averiguar la eficiencia del uso de energía en diferentes sectores de la eco-
nomía; se trata de saber si los insumos de una actividad determinada son mayores o meno-
res que la energía que se obtiene con dicha actividad.

6. DEBATE Y CONCLUSIONES
Durante el taller se plantearon diversas cuestiones para abrir el debate. Algunas de ellas
fueron tratadas y se hace mención de ellas en las conclusiones; debido a la falta de tiem-
po, otras no fueron discutidas. Por ello han sido incluidas aquí, en este documento, con
la esperanza de que sean discutidas en otros seminarios, en otros lugares, si se juzga
conveniente.

6.1. Las questiones debatidas


- ¿El modelo analítico P-E-R es el modelo adecuado para la formulación de los indicadores
urbanos?
- ¿El modelo sistema-entorno es un modelo con contenido teórico suficiente para el diag-
nóstico, la planificación y el seguimiento de los modelos de gestión urbanos? ¿Es interesan-
te y viable un instrumento de cálculo?
- ¿Tiene sentido establecer indicadores sin haber propuesto un plan o programa sobre la
cuestión que se quiere indicar?
- ¿Sin un modelo de gestión que los enmarque, tienen sentido los indicadores? ¿Indicadores
urbanos para ir a dónde?
- ¿Los indicadores deben ser participados y consensuados con la sociedad civil?
- ¿Es posible competir con una estrategia basada en la información y no en el consumo de
recursos: suelo, materiales, y energía?
- ¿Los procesos hacia la sostenibilidad son incompatibles con la actual lógica económica?

6.2. Conclusiones extraídas del taller


El taller sobre “Indicadores de huella y calidad ambiental urbana” se centró en el análisis de
modelos e indicadores para ciudades más sostenibles, y con ello se llegó a las conclusiones
siguientes:
a) la definición de conjuntos de indicadores debe, necesariamente, estar ligada con la formu-
lación de modelos de ciudad para que su seguimiento sea posible. Se entiende que los indi-
cadores deben referirse a un objetivo, de manera que el valor del indicador nos diga si nos
estamos acercando o desviando de nuestro propósito. La referenciación de indicadores a
unos objetivos debe estar entendida dentro de un marco teórico global, en el cual estos no
entre en contradicción entre sí. El marco teórico global debe explicitarse en modelos siste-
máticos que permitan la integración de criterios y objetivos.
b) Se llegó a la conclusión de que el modelo actual de ciudad difusa es claramente insos-
tenible y que es necesario promover el modelo mediterráneo de ciudad compacta y com-
pleja, como modelo de referencia, incorporando las mejoras necesarias (reequilibrio del uso
del espacio urbano, modificación del actual modelo de movilidad, promoción de la autosu-

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 34


ficiencia urbana en agua y energía, etc.), en los procesos de los sistemas urbanos hacia la
sostenibilidad.También se propuso el seguimiento y la comparación de estos modelos desa-
rrollados, con otros modelos ya existentes.
c) Se enumeraron algunos indicadores de carácter sintético para poder evaluar en cada ciu-
dad cual és el model que sigue, es decir, si apunta hacia un modelo de ciudad dispersa, o
por lo contrario, hacia el de ciudad compleja y compacta.
Los indicadores propuestos fueron:
• Complejidad urbana
• Compacidad y compacidad corregida
• Eficiencia urbana influencia potencial de un sistema urbano
• Huella ecológica
Se propuso también incluir algunos indicadores de obsolescencia del tejido urbano.
d) Aunque el taller estaba centrado en indicadores de modelo urbano y de huella y calidad
ambiental, se planteó la necesidad de incluir otros indicadores de carácter económico y
social, que permitan, entre otras cosas, la compatibilidad de las acciones de transformación
urbana con la lógica económica. El grupo, no obstante, concluyó en principio, que el desa-
rrollo de un modelo de ciudad compacta y compleja no debía reducir el nivel de competi-
tividad alcanzado por la propia ciudad, apuntandose algunas oportunidades propias de la
ciudad mediterránea que la ciudad anglosajona no tiene; por ejemplo, la planificación del
subsuelo, que solo tiene sentido en los sistemas urbanos compactos, o la economía de
materiales, energía y tiempo que se deriva de la proximidad y las características de la orga-
nización de este tipo de ciudades.
e) De las estrategias para competir, se apuntó que aquellas que estén centradas en la infor-
mación/conocimiento y menos en el consumo de recursos, ofrecen un mejor camino hacia
la sostenibilidad de nuestras ciudades. En esta línea se propuso que las calificaciones urba-
nísticas se modifiquen -con el valor añadido que aportan la información y las nuevas tec-
nologías- y así se podría pasar de la actual calificación 22a (zona industrial) al 22@, o del
13a (zona de vivienda) a 13@, etc. Estas modificaciones, con la correspondiente introduc-
ción de las tecnologías limpias, deberían permitir la compatibilidad y la combinación de usos
y funciones urbanos, hoy en día separados.

6.3. Cuestiones para futuros debates


Sin ánimo de entrar en demasiado detalle, a continuación se exponen algunas preguntas,
cuyas respuestas nos ayudarían a esclarecer parte del camino a seguir para caminar hacia
la sostenibilidad.

6.3.1.Cuestiones referentes al modelo de ciudad


¿Se pueden cambiar los estilos de vida en el consumo sin deterioro de la calidad de vida?
¿Tiene freno la actual dispersión urbana? ¿Que instrumentos serían más adecuados para
ello?
¿Es el uso masivo de vehículos el factor que mayor número de disfunciones arroja sobre
los sistemas urbanos?
¿Cuál es la estrategia para reducir el número de coches circulando?
¿Cómo se compagina la calidad de vida con los modelos de ciudad más sostenible?

6.3.2.Cuestiones de apropiación humana de los recursos naturales: Capacidad de


carga e indicadores afines.
¿Las incertidumbres sobre el futuro son tan acusadas como plantean los indicadores de
apropiación humana de los recursos?
¿Cuál es la variable que puede actuar como factor limitante para el desarrollo futuro?
¿La globalización de la economía es contraria a los intereses de la sostenibilidad?
¿Los instrumentos legales y organizativos actuales dan cobertura al proceso hacia la soste-
nibilidad?

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 35


¿La educación es un instrumento suficiente para cambiar el estado de la cuestión?
¿ Qué aportaciones se prevén de la fiscalidad ambiental a corto plazo?

6.4. Las oportunidades económicas que ofrece un modelo de ciudad más sostenible
Muchos se preguntan si las propuestas para hacer más sostenible las ciudades, no son un
freno a la economía y al bienestar de la población. Es una cuestión más para el debate.
A continuación se enuncian un conjunto de aspectos urbanos que pueden ser objeto de inte-
rés económico compatible con desarrollos urbanos más sotenibles. Se trata de preguntar-
nos sobre las oportunidades de competir con estrategias basadas en la información y el
conocimiento (calidad) o continuar basándolas en el consumo de recursos (cantidad). Una
estrategia basada en la información permite repensar la ciudad en otro sentido. No se trata
de construir polígonos industriales con calificación urbanística 22a sino áreas mixtas con
industria compatible 22@ (según expresión de Ramon García-Bragado). No es cuestión de
construir viviendas 7a sino incorporar el valor añadido del 7@, desde el diseño del edificio
hasta su deconstrucción. Esta forma de enfocar el sistema urbano puede extenderse a cada
m2 del mismo, a cada objeto (la TV no es importante, lo importante es ver imágenes), a cada
servicio (la iluminación, no el kwh; la limpieza y el riego óptimo, no el caudal de agua).
Repensar la ciudad en estos términos no es contrario, por ahora, a la lógica económica
actual, en todo caso la ennoblece y la aparta de la idea de que para competir todo vale, y de
la idea falsa que supone pensar y actuar como si los recursos del Planeta fueran ilimitados.
a. El subsuelo. En la ciudad compacta se puede construir su imagen “especular”, con gran
valor añadido (garajes, almacenes, polideportivos, etc.).
b. La rehabilitación y el reciclado de suelo urbanizado.Trabajos de artesanía.
c. La incorporación de tecnología a cada m2 urbanizado.
d. Diseño de nuevos edificios.
e. Diseño del espacio público y de un nuevo paisaje urbano de calidad.
f. Nuevos modos de transporte.
g. La incorporación de las actividades productivas a la ciudad.
g.1 - Del sector de las TIC.
g.2 - Incorporación de producción limpia, más eficiente tecnológicamente, en las nuevas
actividades.
h. Se potencian las actividades del conocimiento. Mezcla de las actividades productivas, con
centros tecnológicos de I+D, de investigación y formación.
i. Se potencia el sector del medio ambiente clásico. Ciclado de los materiales, reutilización.
Regeneración del suelo contaminado.
j. Tecnología para el ahorro del agua, ahorro energético y ahorro de materiales.
k. Se potencian las actividades turísticas. Patrimonio cultural.
l. Sector de las ciencias y tecnologías sociales. Procesos de participación y uso de las nue-
vas tecnologías de la información.
m. Conservación de los sistemas naturales. I+D para compatibilizar su funcionamiento y su
conservación con el desarrollo humano.
n. Diseño de la desmaterialización, de los nuevos objetos, de los nuevos edificios, de las nue-
vas industrias, de los nuevos servicios. De la nueva ciudad.Todos con la @ incorporada.

MODELOS E INDICADORES PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES | 36


7. BIBLIOGRAFÍA
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Salvador Rueda Palenzuela
(Lleida, 1953)

Llicenciat en Ciències Biològiques i en Psicologia, i diplomat en engin-


yeria ambiental i en enginyeria energètica, es dedicà al mon de l’educa-
ció de les ciències en un institut fins l’entrada dels ajuntaments
democràtics.

Des de l’any 1980, ha dirigit els serveis tècnics de medi ambient dels Ajuntament de Sant
Adrià del Besòs i de Barcelona i ha treballat en òrgans del Departament de Medi Ambient
de la Generalitat de Catalunya.

La seva tasca institucional ha estat adreçada, de manera especial, a la planificació sectorial


(Plans de reducció de contaminació atmosfèrica i de contaminació acústica, Mapa Sònic de
Barcelona, Programes de Gestió de Residus Especials, i de Residus Municipals de Catalunya,
Pla de Sanejament de Catalunya, Programa metropolità de Gestió de Residus Municipals).

És membre del grup d’experts de medi ambient urbà de la Unió Europea i fou comissari de
l’exposició “Ciudades Sostenibles” (1998) que va promoure el Centre de Cultura
Contemporània de Barcelona.

Ha publicat una cinquantena d’articles científico-tècnics i de divulgació sobre medi ambient


urbà. També és membre del Consell de Redacció de la revista “Medi Ambient, Tecnologia i
Cultura”, editada pel Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya; de la
revista “Debats Tecnològics” editada pel Consell de Col·legis d’Enginyers Tècnics Industrials
de Catalunya; i de la revista “Sostenible” editada per la Diputació de Barcelona.
Des de Juny de 2000 és Director de l’Agència Local d’Ecologia Urbana de Barcelona.

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(
fundació fòrumambiental
Av. Reina Maria Cristina s/n
Pl. España - Fira de Barcelona - Palau de la Metal.lúrgica
08004 Barcelona
Tel. 93 233 23 70
Fax 93 233 24 96

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