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Parcial Sociologia

Nombre:

1. Mediante los datos recopilados en el árbol genealógico familiar responda la


siguiente pregunta, ¿qué diferencia o similitud tienen en común los
integrantes de su núcleo familiar? Cada integrante da su aporte. 5
renglones min.

2. A partir de lo visto en clase, genere una conclusión para la definición de los


siguientes conceptos:
> Sociología
> Clases sociales:
> Acción social:
> Sociología:
> Rol:
> Stratus:
> sociedad:

3. Responda (F) O (V):

⮚ ¿La sociología es el estudio de las sociedades en un contexto histórico


determinado?
(F) (V)

⮚ El grupo primario está conformado por: Familia, pandilla de amigos, iglesia,


¿comunidad autónoma?
(F) (V)

4. Teniendo en cuenta el avance e impacto de cada uno de los momentos históricos en


la sociedad ¿cuál cree que será el impacto de la sociedad en la Revolución
Tecnológica? (Min. 10 renglones)

Comprensión lectora:
¿Qué es un constructo social? Definición y ejemplos

Unai Aso Poza


Psicólogo Sanitario
Psicólogo sanitario por la Universidad del País Vasco y especialista en
Neuropsicología. Experto en rehabilitación cognitiva y neuroterapias como
biofeedback, neurofeedback y realidad virtual. Redactor de contenidos online
sobre psicología y neurociencias.

El concepto de constructo social es complejo y suele generar malentendidos.


Veamos qué es.
Los constructos sociales son un producto de la cultura que genera cada
sociedad. Los utilizamos para hacer referencia y dar significado a fenómenos
que construimos en base a nuestras creencias para poder interactuar entre
nosotros y gestionar mejor la realidad y el mundo en el que vivimos.
En este artículo te explicamos qué es un constructo social, cuál es su marco
teórico y por qué necesitamos crearlos. Además, te ponemos varios ejemplos
para que entiendas mejor en qué consisten.
Constructo social: definición y marco teórico
Los constructos sociales o construcciones sociales definen significados,
nociones o connotaciones que las personas asignan a determinados objetos o
eventos. Son artefactos que no existen en la naturaleza y nos inventamos para
facilitar las relaciones interpersonales y la interacción entre las personas y el
entorno.
En ocasiones, un constructo social constituye una idea o una noción que parece
ser natural y obvia para los individuos que la aceptan, aunque no represente
fielmente la realidad; sin embargo, éste no deja de ser una invención o un
artificio socialmente construido y con el que interactuamos en base a unas reglas
establecidas.
La primera obra que abordó la cuestión de las construcciones sociales fue quizás
La construcción social de la realidad, de Peter L. Berger y Thomas Luckmann,
publicada en los años sesenta. La idea central que defendían estos autores era
el hecho de que las personas interactúan en un sistema social y forman, con el
tiempo, representaciones mentales de las acciones de los demás, convirtiéndose
éstas en roles y reglas recíprocas que terminan siendo tipificadas y plasmadas
en instituciones sociales.
En este sentido, desde el marco teórico del constructivismo social se postula que
el conocimiento se genera siempre en el marco de una serie de prácticas
culturales y sociales que lo impregnan todo, de ahí que sea necesario hablar de
que la realidad se construye socialmente; es decir, lo real se establecería como
consecuencia de un proceso dialéctico entre relaciones sociales, hábitos
tipificados y estructuras sociales.
Con todo, a día de hoy existe polémica en torno a cuestiones como; qué es y
qué no un constructo social, qué tipos de experiencia están más o menos
influenciadas por variables culturales o si es posible que algo pueda ser
socialmente construido y, al mismo tiempo, biológicamente determinado.
¿Por qué se crean los constructos sociales?
Los seres humanos necesitamos dar sentido a nuestra realidad y esto es
precisamente lo que postula la teoría del constructivismo social: creamos
constructos sociales para dar sentido al mundo objetivo.
Una de las formas más habituales de dar sentido es construyendo categorías y
aplicando etiquetas. Por ejemplo, dividimos a las personas en función de las
distintas características físicas que poseen y creamos la construcción social
denominada “raza”. O clasificamos a un ser vivo en función de si tiene ramas con
hojas. construyendo el concepto de “árbol”.
Estos dos ejemplos, aunque muy diferentes entre sí, tienen algo en común: que
ambos son construcciones artificiales basadas en ideas y creencias que pueden
variar a lo largo del tiempo y el espacio (el contexto o la cultura).
Los constructos sociales incluyen valores y creencias que, como decimos,
pueden modificarse a medida que las sociedades y los individuos interactúan; de
este modo, emergen nuevos significados o cambian los ya disponibles. El
término “feminismo” no es el mismo hoy que hace varias décadas. Y lo mismo
ocurre con otras construcciones sociales, como el humor o el concepto de
género.
Ejemplos de constructos sociales
Los seres humanos hemos generado multitud de construcciones sociales para
ordenar y comprender mejor la realidad y la coyuntura que nos ha tocado vivir. A
continuación, veremos algunos ejemplos de constructos sociales.
1. Las clases sociales
La clase social es un tipo de clasificación socioeconómica que utilizamos para
establecer distintos grupos humanos en base a criterios compartidos, como por
ejemplo: la riqueza, los ingresos monetarios, la ocupación laboral, el poder
político y adquisitivo, los hábitos de consumo, etc.
Aunque la mayoría de científicos sociales comparten el hecho de que la clase
social parece representar un fenómeno universal, su significado a menudo se
ubica contextualmente, ya que lo que determina la clase varía de una sociedad a
otra e incluso dentro de una misma cultura puede haber distintas personas que
tengan nociones diferentes de lo que determina pertenecer o no a una clase
social.
2. El lenguaje
El idioma que uno aprende depende de la cultura en la que nace, por lo que
podemos decir que el lenguaje está socialmente determinado y es una
construcción social. Sin embargo, hay una larga lista de estudios en psicología y
neurociencias que demuestran que nuestro cerebro está equipado de serie con
los mecanismos neurofisiológicos necesarios para que entendamos cómo
funciona el lenguaje y qué podemos o no aprender en este sentido.
Aunque nuestros cerebros están diseñados para procesar el lenguaje de
acuerdo con ciertas reglas establecidas, los seres humanos hemos intentado
crear idiomas artificiales, usando normas lingüísticas que nos parecen
apropiadas y lógicas cuando somos niños; no obstante, lo que ocurre finalmente
es que ese primer “idioma” muta y adquiere todas las peculiaridades que tienen
los lenguajes naturales. Esto quiere decir que el lenguaje estaría determinado
biológicamente y sería, al mismo tiempo, un artefacto social.

3. El género
La forma en que actualmente experimentamos el concepto de género, en el que
vemos los “límites” entre las distintas categorías, está influenciada por el
aprendizaje y la cultura. Pero también influyen aspectos fisiológicos y biológicos
en un nivel fundamental.
Cuando se habla de que el género está culturalmente construido hay que tener
en cuenta que dicho concepto engloba a un conjunto de rasgos,
comportamientos y características tanto sexuales como no sexuales: algunos
muy limitados por la biología; otros solo marginalmente restringidos por la
misma; y otros que son puramente sociales.
Por ejemplo, los hombres tienden a tener más vello corporal que las mujeres; sin
embargo, algunos hombres son más peludos que otros hombres, y con las
mujeres ocurre lo mismo. En algunos casos extremos, algunas mujeres pueden
tener más vello que los hombres, pero es poco habitual. Este es un fenómeno
controlado por la producción hormonal, que a su vez está controlado por los
genes. Por lo tanto, este hecho estaría muy limitado por la biología.
Por otra parte, existe evidencia científica de que la agresión y el instinto de
crianza están influenciados por distintos niveles hormonales en hombres y
mujeres.
Sin embargo, las conductas complejas como la “agresión” y la “crianza” también
están muy influenciados por el aprendizaje y la cultura: tanto, que existe una
superposición entre hombres y mujeres en estas dimensiones, y algunas culturas
pueden empujar a hombres y mujeres a un extremo u otro de las mismas. En
definitiva, estos rasgos estarían parcialmente definidos por variables culturales.
En resumen, muchos de los constructos sociales, como pasa con el género, son
una combinación de determinantes biológicos y aspectos culturales, por lo que
hay que saber identificar bien cuánto hay de cada una de las partes para poder
entender y utilizar mejor estas construcciones.

Referencias bibliográficas:
• Berger, P. y Luckmann, T. (1966). La construcción social de la realidad.
Nueva York: Doubleday.
• Niaz, M. (2001). Constructivismo social: ¿panacea o problema? Interciencia,
26(5), PP. 185 - 189.

5. Teniendo en cuenta el material y los ejemplos ¿Cuál es su constructo social?


> ¿Qué conclusión puede sacar respecto al material?

6. A partir de su experiencia de vida ¿Que status y rol tiene en su vida?


(RESPUESTA INDIVIDUAL)

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