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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EDUCACIÓN SUPERIOR


EXPERIMENTAL
LA VICTORIA INSTITUTO UNIVERSITARIO EXPERIMENTAL
DE TECNOLOGÍA LA VICTORIA
LA VICTORIA- ESTADO ARAGUA
COMISIÓN ACADÉMICA DEL PROGRAMA
NACIONAL DE FORMACIÓN EN ELECTRICIDAD

Resumen de las protestas y disturbios sucedidos en Venezuela, el 27


de febrero de 1989. Estos días de protestas y/o disturbios; la historia
de Venezuela los denomino: “El Caracazo”.

Triunfador:

Hugo J Terán R. C.I.: 13.785.670

Ambiente 1303 Empresa Socialista IFE

Barquisimeto, 27/02/2015
Asunto:

Resumen de las protestas y disturbios sucedidos en Venezuela, el 27 de febrero


de 1989. Estos días de protestas y/o disturbios; la historia de Venezuela los
denomino: “El Caracazo”.

Antecedentes:

El 2 de febrero de 1989, el Presidente de la República para aquel entonces, Carlos


Andrés Pérez (CAP), tomó posesión del teatro Teresa Carreño... por primera vez
un Presidente venezolano se posesionó fuera del recinto del Congreso Nacional.
Algunos encontraron que el acto fue similar a “una coronación imperial”.

El 16 de febrero del mismo año, apenas 14 días después de la toma de posesión,


el Presidente anunció el “paquete de las penurias” económicas: aumento de
precios y congelación de salarios, entre otras. Este programa macroeconómico
basado en políticas neoliberales conocido como “el paquete económico”, hizo
sentir un gran malestar en la población. Según algunos analistas, con ese paquete
“empezó a transitar el camino hacia el 27 de febrero”.

Muchos de los que votaron por Pérez comenzaban a desilusionarse, algunos


habían creído que con Carlos Andrés regresaría los viajes a Miami para seguir el
consumismo imparable con el famoso dicho: “ta’ barato, dame dos”, pero la dura
realidad asomó la llegada de una época de privaciones, en el ambiente del país se
palpaba una sensación de malestar generalizado, el disgusto colectivo era
evidente.

El estallido social ocurrido en Venezuela el 27 de febrero de 1989, conocido como


“El Caracazo”, fue una respuesta popular ante la puesta en marcha de las
medidas anunciadas, las cuales, fueron recomendadas por el Fondo Monetario
Internacional (FMI), éstas produjeron una elevación abrupta en los precios del
transporte y los alimentos, con la excepción de 18 renglones de la cesta básica.

“La gasolina duplicó su costo en un día, y la mayoría de los restantes insumos


duplicó y triplicó su precio en igual lapso. El gobierno liberó las tasas de interés,
con el resultado de que éstas llegaron a rondar en las magnitudes usurarias del
100% anual. Con el fin represar la liquidez monetaria, el Estado puso a disposición
de los bancos los llamados Bonos Cero Cupón, que les pagaban estas tasas
estrafalarias a costa del Fisco”
Y así fue, al día siguiente del anuncio, el Banco Central de Venezuela (BCV) liberó
las tasas de interés y fijó “las modalidades con que se financiarían las cartas de
créditos del sector privado y anunció que en dos o tres meses comenzarían a
recibirse los fondos de un crédito del FMI por 1.500 millones de dólares, (reseña la
compilación “Cronología de una implosión: la década final de la IV República).

El paquete económico se describió como una estrategia de cesión de la soberanía


largamente planificada, que condujo posteriormente al país a una crisis estructural,
en la que la mayoría de la población se encontraba en niveles de pobreza
extrema, excluida del aparato productivo y de los beneficios sociales que debía
garantizar el Estado.

“Muchos dicen que Pérez se vio forzado a suscribir el paquete neoliberal


sorprendido ante la ínfima cuantía de los recursos que encontró en caja, (eso) es
mentira. En su programa de gobierno para una Venezuela Moderna, ya anunciaba
todas las medidas, aunque con un lenguaje intencionalmente confuso y lleno de
eufemismos. Por ejemplo, llamó al alza de intereses ‘adjudicarle su verdadero
precio al dinero”, subrayó el falso intelectual venezolano.

El paquete abarcaba aspectos de orden cambiario, financiero y fiscal, así como el


sometimiento a las condiciones impuestas por el FMI, organismo que prestaría
4.500 millones de dólares en tres años, bajo la condición de liberar las tasas de
interés financiero en el sistema hasta 30%.

Durante la administración de CAP, los bancos dejaron de lado su función de


intermediación y se dedicaron a sobrevivir a costa de subsidios especulativos, y a
jugar en las mesas de dinero, por lo que para la ciudadanía se volvió incosteable
recurrir a los créditos que ofrecían.

Este panorama económico ocasionó que los niveles de inflación se incrementaran


hasta alcanzar un 81% en 1989 (de acuerdo con cifras del BCV), y disminuyera la
capacidad adquisitiva de la población.

Cayó abruptamente el consumo e infinidad de comercios, empezaron a quebrar


por falta de clientes. Todo esto se tradujo en una dramática baja del nivel de vida
de la mayoría de los venezolanos.

Las finanzas públicas se dedicaron fundamentalmente al pago de la deuda


pública, lo que demandaba el 45% del Presupuesto Nacional, todo un sistema
neoliberal. Implicó la drástica reducción del gasto en educación, salud y seguridad
social.

Para costear esta situación, el Estado dio inicio a una política de privatizaciones,
que incluyó las industrias del hierro y del aluminio, además de la telefónica y la
eléctrica, mientras que en el caso de la petrolera, se adelantaba un plan para
lograr este fin. La mayoría de las empresas de propiedad pública fueron vendidas
a precio de gallina flaca y a veces literalmente regaladas.

Reacción popular:

El hecho de que Pérez retirara los subsidios a la mayoría de los bienes de primera
necesidad y permitiera el alza indiscriminada de alimentos, productos de consumo
básico, alquileres y tasas de interés, sin adoptar ninguna medida de incremento de
salarios o de beneficios sociales, desencadenó los levantamientos populares del
27 y 28 de febrero de 1989.

El lunes 27 de febrero de 1989 amaneció como todos los lunes: con grandísima
flojera. Todo comenzó cerca del Nuevo Circo de Caracas cuando los usuarios de
la ruta de autobuses Caracas-Guarenas-Guatire, se enteraron de las nuevas
tarifas (más altas que las reguladas por el Gobierno), que estaban cobrando los
choferes porque los nuevos precios de la gasolina habían entrado en vigencia el
domingo anterior. El Gobierno había aprobado 10 bolívares para la ruta Caracas-
Guarenas y 12 bolívares para la Caracas-Guatire, los conductores estaban
cobrando 16 y 18 bolívares respectivamente.

Los pasajeros se sintieron burlados y, desde las seis de la mañana, se


concentraron 
en la avenida Lecuna (frente al coso de San Agustín), para protestar
pacíficamente, luego se les unieron los estudiantes del tecnológico Luis Caballero
Mejías. La protesta se fue de bruces, se volvió violenta y se generalizó en
Caracas, llegando también a otras ciudades. 

Lo que ocasionó el incendio de las busetas en Guarenas, hecho con el cual


arrancó la protesta nacional, lo hicieron porque descubrieron que los pasajes de
ida y vuelta a su trabajo costaban más de lo que iban a ganar”.

Estos hechos que recibieron el nombre de “El Caracazo” y que luego se


difundieron a los estados Vargas, Mérida y otras localidades del país, originaron
una serie de saqueos y protestas, que al no contar con una dirigencia, ni planes y
objetivos precisos, fueron reducidos en una semana mediante la más sangrienta
represión.

Las cifras oficiales indican que las pérdidas humanas tras los hechos del 27 y 28
de febrero de 1989, fueron de 300 fallecidos, pero los reportes extraoficiales
señalan que hubo cerca de 3 mil muertos.

Conclusión:

Concluyo con lo expresado por el presidente del Instituto de Estudios Avanzados


(IDEA), Miguel Ángel Contreras, el cual planteó; que el estallido social de febrero
de 1989 constituyó una clara respuesta a la serie de medidas económicas que
respaldaban los intereses de las grandes transnacionales, en detrimento las
necesidades de la población.

“Allí comienza a generarse una fractura en el país, que prosiguió durante 1990 y
1991, hasta llegar a la rebelión militar del 4 de febrero de 1992, que constituyó una
respuesta a las masas que protestaban en las calles”, expresó.

El analista y sociólogo destacó que este hecho histórico significó un punto de


quiebre a las formas de regulación social, político y económica que se habían
implementado en Venezuela durante casi 40 años.

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