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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL

LISANDRO ALVARADO
DECANATO DE INGENIERÍA CIVIL
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA
HIDRÁULICA Y SANITARIA
BARQUISIMETO, EDO. LARA

EVALUACIÓN DE UN SISTEMA DE TECHOS VERDES DEL TIPO


EXTENSIVO COMO MECANISMO PARA LA ATENUACIÓN DE
LA ESCORRENTÍA, APLICADO A LA CASETA DE VIGILANCIA
DEL URBANISMO COLINAS DEL VIENTO, UBICADO EN
BARQUISIMETO, ESTADO LARA.

RAIZA K. RINCON F.
JOSÉ Á. GIL M.
TUTOR: ING. NILSON RAMOS

BARQUISIMETO, NOVIEMBRE DEL 2018


CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento el Problema

El crecimiento de las ciudades a un ritmo acelerado con el fin de albergar más


personas, ha generado concentraciones de población que crecen con desequilibrio
social, económico y ambiental. En este sentido, la Organización de las Naciones
Unidas (ONU, 2017) refiere: “La población mundial actual de 7.600 millones de
personas alcanzarán los 8.600 millones para el año 2030. Además, llegará a 9.800
millones para 2050 y a 11.200 para 2100”. Asimismo, la ONU (2014) señaló:
El 54 por ciento de la población mundial actual reside en áreas
urbanas y se prevé que para 2050 llegará al 66 por ciento (...). El informe
de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y
Sociales de la ONU (DESA) señala además que se ha pasado de 10
megaciudades en 1990 a 28 en 2014 (...). Esas megaciudades acogen en
conjunto a 453 millones de personas, o un 12 por ciento de la población
urbana mundial. De ellas, 16 están en Asia, 4 en América Latina, 3 en
África y un número similar en Europa, y 2 en América del Norte. Para
2030, se calcula que habrá 41 ciudades con más de diez millones de
habitantes. (p. s/n)

En este sentido, como consecuencia del aumento poblacional se ha visto que


en las ciudades se da un crecimiento sin planeación, lo que ha ocasionado
problemas propios de la urbanización como la desaparición de áreas verdes por el
incremento en la construcción, se podría generalizar la idea de que las áreas
verdes de la ciudad se encuentran en un acelerado proceso de degradación. Meza
y Moncada (2010), afirman:
Las áreas verdes y los espacios abiertos desempeñan un conjunto de
funciones esenciales en el bienestar y en la calidad de vida de los centros
urbanos. Dichas funciones se pueden concebir desde un punto de vista
social, ya que generan impactos y beneficios directos en la comunidad, y
desde un punto de vista ambiental, pues influyen directamente para
mejorar la calidad del ambiente urbano. (p. s/n)
Actualmente, se evidencia la proliferación de superficies duras e
impermeables que alteran los patrones climáticos naturales y el ciclo del agua, el
importe de recursos y energía provenientes de fuera de la ciudad, la generación de
desechos que no pueden ser reintegrados en los ecosistemas, el déficit de zonas
verdes y disminución de la biodiversidad, a fin de cuentas la naturaleza empieza a
ocultarse debajo y en medio de las grandes edificaciones.
De esta manera, el cambio en el uso del suelo involucra un cambio del ciclo
hidrológico donde las tasas de infiltración y de evaporación disminuyen
drásticamente modificando los tiempos de concentración, generando un aumento
de la escorrentía superficial. En este sentido, Dolz, J. y Gómez M. (1994) exponen
los resultados obtenidos en una cuenca experimental de 0.97 Km2 en Japón, La
cuenca de Minamiosava paso a tener un área urbanizada del 0 a 61.5 por ciento de
su superficie, lo que trajo como consecuencias que el coeficiente de escorrentía
paso de tener un valor comprendido entre 0.03 y 0.46 (31 episodios lluviosos
estudiados) a otro comprendido entre 0.11 y 0.64 (20 episodios lluviosos
estudiados). El tiempo de concentración pasó de estar comprendido entre 60 y 100
minutos antes de la urbanización, a 35 y 50 después de ésta.
Es así como en las zonas urbanas el hidrograma de escorrentía de una lluvia
en particular es totalmente diferente al que se produce en una zona con cobertura
vegetal de la misma área, la principal diferencia es el caudal pico que se genera en
poco tiempo debido al mayor porcentaje de superficies impermeables. La gestión
de estos picos para evitar daños en las ciudades motiva la construcción de
sistemas de drenaje de gran tamaño con el fin de mitigar y controlar los problemas
asociados con ellos.
Las mejoras al sistema de drenaje urbano convencional deben ser constantes,
pues se continúa con el desarrollo de nuevas zonas impermeables en las ciudad,
donde se conectan los nuevos desarrollos al colector de la red de drenaje más
cercano, sumando volúmenes de agua una y otra vez hasta llegar a sobrepasar las
capacidades de colectores principales. Por su parte, a pesar de las importantes
inversiones para mejorar los sistemas de drenaje urbano, los problemas
relacionados con la cantidad de escorrentía superficial siguen produciendo
importantes pérdidas económicas e incluso pérdidas humanas.
Como muestra de esto, en abril del 2013 la Ciudad de Buenos Aires y La
Plata en Argentina fueron afectadas por inundaciones a causa de precipitaciones
de gran magnitud, que dejo como resultado 57 fallecidos. En este sentido, Pablo
Canziani, doctor en física y director del Equipo Interdisciplinario para los
Estudios de Procesos Atmosféricos en el Cambio Global de la Universidad
Católica Argentina (UCA) explico al diario La Nación como esta “situación
empeora en zonas urbanizadas y modificadas por el hombre, con escasos espacios
abiertos, topografía modificada y mucho asfalto y cemento, con inadecuada,
insuficiente o mal planteada infraestructura”.
Así mismo, en julio del 2018 la Oficina de Control de Inundaciones y Sequías
Gubernamental en China informaron como las lluvias provocaron inundaciones,
corrimientos de tierra y otros desastres naturales, en los que fallecieron 86
personas, y al menos 13 se encontraban desaparecidas y 23 millones se
encontraban afectadas. Venezuela no escapa de esta realidad, en agosto del 2018
la urbanización El Parral ubicada en Valencia, estado Carabobo, se vio
gravemente afectada por las precipitaciones que colapsaron los sistemas de
drenaje provocando inundaciones.
De igual manera, en agosto del 2013 la ciudad de Barquisimeto se vio
afectada por una lluvia torrencial, la cual colapso el drenaje en diversos puntos de
la ciudad, entre las zonas más afectadas se encontraban la Av. Venezuela con calle
12, carrera 25 entre la Av. Morán y el C.C. Sambil, Barrio Unión, Tierra Negra y
todos los sectores aledaños a ella. También, en noviembre del 2016 fuertes lluvias
causaron inundaciones en diferentes municipios del estado Lara, en la calle Ali
Primera del Barrio Nueva Nueva Lucha en Barquisimeto al menos 10 viviendas se
vieron afectadas por las precipitaciones, el dren de Fundalara se desbordo
inundando una de las calles principales impidiendo el paso de vehículos por la
zona, en el municipio Palavecino se reportaron inundaciones en la zona baja de El
Trigal y la quinta etapa de El Recreo.
Es así como, buscando restablecer el tiempo de concentración natural y el
flujo de masas en el ciclo hidrológico, ha surgido la necesidad de desarrollar e
implementar nuevas técnicas de manejo de aguas lluvias, las cuales nacen como
solución para mitigar riesgos de inundación y a su vez mejorar la calidad tanto
aguas arriba como aguas abajo de una cuenca urbanizada. Cubides (2016) afirma:
(...) se hace necesario implementar nuevas tecnologías de drenaje
que no solo reemplacen, sino que complementen los sistemas existentes;
estos sistemas, son denominados sistemas de drenaje urbano sostenible
(SUDS) o controles Low Impact Development (LID). Estos sistemas han
comenzado a ser ampliamente aceptados como métodos eficientes de
gestión de aguas pluviales. Estas técnicas facilitan la retención de la
escorrentía y su objetivo es imitar el predesarrollo de las propiedades del
ciclo hidrológico (...). (p.13)

Asimismo Momparler y Doménech (2008), describen como los principales


objetivos de los SUDS:
Proteger y mejorar el ciclo del agua en entornos urbanos, maximizar
el servicio al ciudadano mejorando el paisaje con la integración de cursos
y/o láminas de agua en el entorno, proteger la calidad de las aguas
receptoras de escorrentías urbanas, reducir caudales pico procedentes de
zonas urbanizadas mediante elementos de retención y minimizando áreas
impermeables, minimizar el coste de las infraestructuras de drenaje al
mismo tiempo que aumenta el valor del entorno. (p. 4)

En este sentido, uno de los Sistemas Urbano de Drenaje Sostenible


corresponde a los techos verdes, diseñados para recrear las condiciones naturales
de los sustratos del suelo, permitiendo albergar y sostener distintos tipos de
vegetación como arbustos, céspedes y plantas pequeñas, así como árboles de
tamaño mediano. Los techos verdes son cubiertas vegetales que se construyen
sobre el tejado de alguna edificación o vivienda.
De esta manera, entre las diversas ventajas que ofrece el uso de este sistema
está el potencial de retención hídrica lo cual los hace ideales para la restauración
de tiempos de concentración que permiten atenuar caudales pico y disminuir
volúmenes de escorrentía. Maldonado (2008) refiere:
Varias son las bondades que los especialistas le atribuyen a las
cubiertas ecológicas, además de su valor estético. En primer lugar
destacan sus propiedades como aislante térmico, lo que permitiría un
ahorro de energía por sus componentes y propiedades, (...). El suelo, las
plantas y las capas de aire atrapadas en el sistema, además servirían como
aislante acústico, (...). Por otra parte, un techo vegetal protege la capa
impermeable más que un techo tradicional, prolongando la vida útil.
Dentro de sus ventajas medioambientales se incluye además, la mejora en
la calidad del aire y la regulación de la temperatura, teniendo la
capacidad de enfriar las ciudades en los meses de verano. (p.49)
La utilización de las cubiertas verdes como alternativa a las tradicionales,
conjuga de manera eficiente reducir, conservar y mantener, haciendo posibles
hábitats urbanos más amigables y aportando de manera positiva al balance
ambiental de la industria de la construcción. Es así que García, I. en el 2009
concluye:
La aplicación de sistemas sustentables a nuestra vida cotidiana es un
tema relevante en la actualidad, debido al deterioro que se ha causado al
ambiente. Hoy en día es indispensable comenzar a utilizar elementos,
sistemas, productos, equipos y herramientas que no causen o minimicen
su impacto negativo al ambiente; un ejemplo de ello son los sistemas de
naturación, ya que brindan múltiples beneficios que generan mejoras a
distintas escalas. El uso de naturación en las edificaciones es una
respuesta a esta demanda de acciones responsables y conscientes de
protección ambiental. (p. s/n)

Con base en lo expuesto, para efectos de esta investigación se plantea evaluar


un sistema de techos verdes del tipo extensivo como mecanismo para la
atenuación de la escorrentía, aplicado a la caseta de vigilancia del urbanismo
Colinas del Viento, ubicado en Barquisimeto, Estado Lara.

Objetivos de la Investigación
Objetivo General

Evaluar un sistema de techos verdes del tipo extensivo como mecanismo para
la atenuación de la escorrentía, aplicado a la caseta de vigilancia del urbanismo
Colinas del Viento, ubicado en Barquisimeto, Estado Lara.

Objetivos Específico

1. Diseñar un sistema de techos verdes del tipo extensivo como mecanismo


para la atenuación de la escorrentía, aplicado a la caseta de vigilancia del
urbanismo Colinas del Viento, ubicado en Barquisimeto, Estado Lara.
2. Determinar los parámetros estructurales y arquitectónicos de la caseta de
vigilancia del urbanismo colinas del viento, ubicado en Barquisimeto, Estado
Lara.
3. Evaluar la factibilidad técnica de la implementación de un sistema de
techos verdes del tipo extensivo como mecanismo para la atenuación de la
escorrentía, aplicado a la caseta de vigilancia del urbanismo colinas del viento,
ubicado en Barquisimeto, Estado Lara.

Justificación de la Investigación

El crecimiento demográfico es tal que según registra la ONU en el 2017, más


de la mitad de la población mundial en vivía en ciudades y se espera para el año
2050 que el 70 por ciento de esta se concentre en las urbes, superando los 10 mil
millones de habitantes.
El aumento poblacional trae como consecuencia el aumento de las superficies
impermeables generando mayor cantidad de escorrentía lo cual ocasiona que la
capacidad de los drenajes existentes pueda ser sobrepasada ante eventos continuos
o prolongados de precipitación, lo cual, ocasiona interrupciones en la cotidianidad
de la población o incluso daños mayores. Debido a ello, se deben establecer
nuevos mecanismos para el desarrollo de las construcciones, empezando por
evaluar nuevas alternativas que vayan acordes al principio de sustentabilidad.
La responsabilidad del desarrollo sostenible en el país se encuentra
enmarcado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su
artículo 127, el cual cita: “Es un derecho y un deber de cada generación proteger y
mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona
tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente
seguro, sano y ecológicamente equilibrado”.
En países generalmente de primer mundo, la tecnología de techos verdes ha
sido estudiada y aplicada como una de las estrategias para promover el desarrollo
sostenible. En este sentido Alemania, ha sido el país pionero de esta iniciativa
desde hace cincuenta años, cuenta ya con más de trece millones de metros
cuadrados de azoteas verdes, la ciudad de Tokio, por su parte está normando que
toda edificación construidos después de 2001, con extensión superior a los 1000
m2 de azotea, deberán cubrir al menos el 20 por ciento de la superficie de verde.
Países como Austria, Gran Bretaña, Hungría, Holanda, Suecia, Suiza y Estados
Unidos promueven la instalación de azoteas verdes mediante iniciativas locales
oficiales y con la intervención de la empresa privada. En México existe
actualmente un programa llamado “Hipoteca verde” el cual, consiste en el
otorgamiento de un crédito hipotecario para construir un jardín sobre el techo.
(Carbajal 2009).
En el estado Lara resulta útil estudiar esta nueva alternativa debido a la
problemática de exceso de agua en los drenajes ante eventos de precipitación
prolongados, por lo cual el presente proyecto se dispone a evaluar un sistema de
techos verdes del tipo extensivo como mecanismo para la atenuación de la
escorrentía, aplicado a la caseta de vigilancia del urbanismo Colinas del Viento,
ubicado en Barquisimeto.
En el desarrollo del estudio se generará información detallada acerca de los
distintos componentes del techo verde, lo cual representa un avance importante
para su implementación en el país y en la región, ya que, los materiales serán
especialmente evaluados para este ambiente. En un sentido académico será
interesante por la razón de vincular la evaluación del sistema con el programa
DrainGis desarrollado anteriormente por estudiantes de la misma casa de estudio.
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación

Goméz et al, (2017) en su investigación “Propuesta de mejoramiento


tecnológico de techos verdes para el clima tropical andino” realizada en Bogotá,
Colombia enfocaron su estudio a determinar la influencia del diseñador de techos
verdes sobre el comportamiento hidrológico del mismo, al modificar factores
experimentales (planta, sustrato y pendiente), lo cual se realizó mediante el uso de
siete (7) módulos unitarios, de los cuales uno permaneció como testigo
conservando la cubierta impermeable con el cual se realizaron las respectivas
comparaciones con los otros seis modelos físicos. Los resultados de dicha
investigación demostraron que de los tres factores la elección de las plantas es el
más relevante, por la relación entre las mismas la atenuación de volúmenes de
escorrentía y los caudales pico, lo cual resulta importante dentro de los criterios a
emplearse durante el diseño que se propone en la presente investigación.
Por su parte, en Colombia, Oviedo (2012) en su trabajo de grado “Estudio de
la atenuación de la escorrentía en techos verdes en Altos de Cazucá, Soacha.”
realizó la implementación del techo verde mediante el uso de botellas plásticas,
las cuales fueron el medio en el cual se colocaron los respectivos componentes
para la adecuada aplicación de la técnica, estas se colocaron sobre 5 casas de
distintas familias, importante mencionar que en esta investigación también se
utilizó una cubierta completamente impermeable como testigo para posteriores
comparaciones. El estudio se enfocó en determinar la significancia de factores que
influencian la atenuación hídrica por medio de análisis estadísticos a datos
recolectados de caudal y
precipitación, y la diferencia entre los sistemas de alcantarillados con o sin la
cubierta vegetal a través de una simulación con uso de EPA SWMM 5.0.
Los resultados obtenidos mediante el análisis estadístico demostraron que el
coeficiente de escorrentía y el volumen de pérdidas o infiltración se veía afectado
en primer lugar por el área de techo sobre la cual se aplicó el modelo y en segundo
lugar por el volumen total de agua que recibían las plantas, lo cual sirve como
referencia acerca de qué factores tomar en cuenta en la evaluación del techo verde
como mecanismo de atenuación de escorrentía, objetivo de estudio principal del
presente proyecto.
Acerca de las diferencias entre un sistema de alcantarillado en zonas con o sin
techos verdes, se pudo notar que el uso de esta técnica puede disminuir hasta en
un 20% las probabilidades de inundación, lo cual demuestra que es valioso
evaluar las cubiertas vegetales desde un punto de vista hidráulico, reafirmando de
esta manera como relevante lo propuesta realizada en la presente investigación.
Además se presenta el modelado del sistema de drenaje a través del EPA SWMM
5.0 como una técnica para la medición de estos parámetros, lo cual puede tomarse
como modelo para realizar otras relaciones entre variables que generen
información acerca de la factibilidad técnica del sistema.
Por otra parte, en Venezuela también se han realizado investigaciones acerca
del tema. Acuña y Estévez (2013) en su trabajo especial de grado titulado
“Factibilidad, diseño e instalación de un techo verde en el edificio de postgrado de
la universidad Católica Andrés Bello en Caracas” se encargaron de identificar las
condiciones arquitectónicas y estructurales de la edificación que se dispusieron a
estudiar, analizar la estructura a través del programa ETABS con las cargas
existentes y realizar un estimado de la carga que representa la colocación de un
techo verde. Se determinó cuál podría ser el tipo de cubierta vegetal los
materiales, y los métodos de instalación y mantenimiento a usarse de manera más
favorable, información con la cual se creó un prototipo al que se le calculó el peso
en su estado húmedo y saturado todo ello con el propósito de verificar la
factibilidad de la aplicación de la técnica.
A través del proceso investigativo mencionado se demostró que en Venezuela
si existen distintos tipos de materiales con los cuales se puede trabajar para la
colocación de un techo verde, además de generar parámetros de evaluación para
la estructura lo cual resulta en información importante para el desarrollo de esta
investigación.
En Caracas, Ochoa (2012) presenta otra investigación que tiene como título
“Estudio de factibilidad estructural para la implementación de techos verdes en
edificaciones comerciales de la ciudad de Caracas” en esta se estudian tres centros
comerciales en la zona Industrial del municipio Chacao, el Centro comercial
Sambil, el CCCT y el centro Bonaven, el procedimiento requirió el estudio de
normas y guías referentes a la estructura de las edificaciones y de los distintos
tipos de techo verde, además de la creación de un formato calificador a través del
cual realizó la evaluación para seleccionar el tipo de techo verde más adecuado
que podría ser aplicado. El uso de información adecuada para el desarrollo del
trabajo y de las herramientas mencionadas que optimizan la realización del mismo
genera un aporte a ser tomado en cuenta para la efectividad del presente trabajo.
Por su parte en Barquisimeto, estado Lara, Rodríguez y Romero (2017)
estudiantes de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, realizaron la
“Elaboración y evaluación de un modelo físico de techo verde como posible
alternativa de disminución de escorrentías en áreas urbanas de zona tropical” la
metodología que utilizaron fue el uso de montajes con las capas características del
techo verde a los cuales se les aplicó la simulación de eventos de precipitación,
además de eso se empleó el programa “Techos verdes Pty” para realizar un
modelo teórico, los resultados de ambos fueron comparados con lo cual se pudo
evidenciar cuán representativo puede ser el uso del programa. Este trabajo tuvo
como limitante el hecho de que no fue aplicado en condiciones naturales
recomendación que se realiza al final del mismo, además de ello el estudio de los
materiales que componen el sustrato del mismo fue limitado por las condiciones
del laboratorio que no están adaptadas para el mismo. La disponibilidad del
programa como estudiantes de la misma casa universitaria representa la
posibilidad de un buen estudio tomando en cuenta las observaciones citadas, por
lo cual se toma el estudio como una referencia en el desarrollo del presente
trabajo.
Bases Teóricas

Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS).


La Secretaria de Ambiente de Bogotá (2011) describe los Sistemas Urbanos
de Drenaje Sostenible (SUDS), como “sistemas definidos en nuevas áreas a
desarrollar o de renovación urbana, con el fin de potenciar el valor ambiental del
sistema hídrico y contribuir al manejo de los riesgos ambientales asociados a la
escorrentía urbana” (p.83).
Los SUDS son aquellos elementos participantes en el drenaje de las ciudades
que, además de reducir el caudal producido por la lluvia, disminuyen los
contaminantes arrastrados por la escorrentía. Al igual que los sistemas de drenaje
convencional, su principal función es la de evitar el riesgo de inundaciones, pero
además tiene otras, como es impedir la contaminación de las aguas, minimizar
costes económicos en la gestión de pluviales y mejorar el paisaje urbano.
(SuDSostenible, 2016)
En este sentido, el principal objetivo de estos sistemas es imitar, de la manera
más fiel posible, el ciclo hidrológico natural previo a la urbanización o
intervención humana, aminorando los problemas de calidad y cantidad de
escorrentías urbanas. Así mismo, es importante señalar que estos sistemas no
pretenden reemplazar los sistemas tradicionales de drenaje, sino canalizar el agua
de la manera más natural posible sin convertirla en agua residual.
Tipos de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible.
Perales Momparler, S., et al. (2008) describe dos tipos de SUDS, a
continuación se presentan:
Medidas no estructurales: las medidas no estructurales previenen,
por una parte la contaminación del agua reduciendo las fuentes
potenciales de contaminantes, y por otra evitan parcialmente el tránsito
de las escorrentías hacia aguas abajo y su contacto con contaminantes.
Medidas estructurales: se consideran medidas estructurales aquellas
que gestionan la escorrentía contaminada mediante actuaciones que
contengan en mayor o menor grado algún elemento constructivo o
supongan la adopción de criterios urbanísticos.
En referencia a los tipos descritos anteriormente, las medidas no estructurales
están enfocadas en prevenir la posible contaminación de las aguas de escorrentía,
por medio de programas de educación y participación ciudadana, planificación y
diseños en pro de las disminución de superficies impermeables, la limpieza
frecuente de superficies impermeables con la finalidad de reducir los
contaminantes, controlar las conexiones ilegales al sistema de drenaje y la
recogida y reutilización de las agua pluviales.
Por su parte, las medidas estructurales descritas por Perales Momparler en el
2008 son:
 Cubiertas Verdes.

 Superficies Permeables.

 Franjas Filtrantes.

 Pozos y Zanjas de Infiltración.

 Drenes Filtrantes o Franceses.

 Cunetas Verdes.

 Depósitos de Infiltración.

 Depósitos de Detención (en superficie y enterrados).

 Estanques de Retención.

 Humedales.

Techos Verdes.
Los techos verdes son llamados también techos vivos, techos naturalizados,
techos con vegetación, techos jardín, techos ajardinados, eco techos, cubiertas
verdes, cubiertas vivas, cubiertas ajardinadas, y se pueden encontrar en inglés
como Green roof, ecoroof, esky garden, skirise garden y living roof.
La Secretaria de Ambiente de Bogotá (2011), define el techo verde
como:
Un sistema constructivo que permite mantener de manera sostenible
un paisaje vegetal sobre la cubierta de un inmueble mediante una
adecuada integración entre 1) El inmueble intervenido, 2) la vegetación
escogida, 3) el medio de crecimiento diseñado, y 4) los factores
climáticos y ambientales. Para lograr esta integración, el sistema debe
desempeñar 6 funciones básicas: 1) Estanqueidad, 2) Drenaje, 3)
Capacidad de retención del agua, 4) Estabilidad mecánica, 5) Nutrición y
6) Filtración. (p.10)

Los Techos Verdes son cubiertas de cualquier tipo, modificadas para


soportar vegetación en su superficie con el fin de contribuir a un medio urbano
más sostenible, en el que las cubiertas de los edificios no sean subutilizados, si
no que por el contrario, se constituyan en espacios útiles para ayudar a suplir
las necesidades de los habitantes en cuanto a esparcimiento y bienestar (...).
(López, 2010, p.17)
Environmental Affairs Department City of Los Angeles (2006), hace uso del
término techo verde para referirse a “un sistema de plantación permanente en la
azotea que permite la presencia sostenida de plantas vivas que cubren una parte
significativa de un edificio techo” (p.7).
Componentes de un Techo Verde.
La Secretaria de Ambiente de Bogotá (2011), describe que “todo sistema de
techos verdes está compuesto por tres tipos de componentes, independientemente
de la tecnología empleada: 1) Componentes activos, 2) componentes estables y 3)
elementos auxiliares” (p.10). En este sentido, define como componentes activos a
aquellos que “presentan constantes cambios fisicoquímicos para cumplir sus
funciones durante la vida útil del sistema. Los componentes activos son elementos
biológicos o elementos que soportan la vida en el sistema: cobertura vegetal y
medio de crecimiento” (p.10). Así mismo define como componentes estables a:
Los componentes inertes del techo verde que deben mantener
estabilidad química y física para cumplir sus funciones durante toda la
vida útil del sistema. Son elementos fabricados que cumplen
determinadas funciones en el sistema: membranas de
impermeabilización, barreras anti-raíces, barreras filtrantes, losetas,
medios de drenaje y elementos del sistema de irrigación. (p.12)

Finalmente, define los elementos auxiliares como “elementos inertes que


cumplen funciones específicas para adaptar correctamente una sección típica de
sistema de techos verdes a la estructura de un determinado inmueble, tales como:
separación, confinamiento, protección, evacuación de agua, tránsito, riego e
iluminación” (p.12).
Así mismo, Van Lennep, E., et al. (2008) refiere que:
El techo verde debe estar formado por un mínimo de cuatro capas o
componentes. Estas son las siguientes (cubierta del techo hacia arriba):

❖ Capa de barrera de raíz.

❖ Capa de drenaje con filtro geotextil.

❖ Sustrato o capa de sustrato.

❖ Capa de vegetación.

Se pueden agregar otras capas según el tipo y la ubicación del techo o las
especificaciones de los fabricantes de techos verdes en particular. Las capas
adicionales pueden incluir tapetes de humedad, protección tableros, sistemas de
retención de agua, sistemas de riego y sistemas de anclaje para plantas como
árboles. (p.29)
Cobertura Vegetal o Capa de Vegetación.
La secretaria del Medio Ambiente de México (2008), define como cobertura
vegetal a la “última capa exterior de una naturación, formada por plantas
adaptadas a las condiciones físicas y climáticas de la zona, destinadas a dar a la
edificación un acabado vegetal que genera áreas verdes de carácter ecológico”
(p.14).
Asimismo, López de Meneses en el 2013 destaca como en la selección de
especies vegetales deben buscarse especies con resistencia a la sequía,
temperaturas altas, heladas, fuerte radiación y excesiva acumulación de agua,
mientras se da un aspecto vistoso con diferentes alturas, colores y texturas.
Igualmente, se deben cumplir con tres criterios determinantes a la hora de
seleccionar estas especies, estos criterios son: tipo de techo verde y su propósito
principal, las condiciones climáticas y la biota local que hace parte de la estructura
ecológica del lugar donde se localiza el inmueble de la estructura a intervenir
(Secretaria de Ambiente de Bogotá, 2011).
Sustrato o Medio de Crecimiento.
López de Meneses, B. (2013) describe el sustrato como:
El soporte sólido, inerte o no, distinto del suelo natural, tanto
orgánico como inorgánico, que se utiliza para el cultivo de plantas. Los
sustratos orgánicos utilizados, tras un adecuado compostaje y manejo,
son la turba y los residuos forestales y agrícolas, como corteza de pino,
fibra de coco, acículas de pino, cáscaras de arroz, residuos de podas
urbanas, sarmientos de vid, etc. Los sustratos inorgánicos pueden ser de
origen natural sin manufacturación (gravas, arenas, tierra volcánica, etc.)
y de origen natural con manufacturación previa (lana de roca, perlita,
arcilla expandida, vermiculita, etc.). Un sustrato de origen sintético es el
poliestireno en gránulos o placas. Se sugiere utilizar una combinación de
sustratos para que los orgánicos aporten nutrientes y los inorgánicos
controlen la evaporación, temperatura, aparición de malas hierbas y el
aislamiento. (p.231)

En este sentido, “en la composición del sustrato se aconseja la utilización de


hasta un 80 por ciento de materiales inorgánicos como piedra pómez, zeolita,
vermiculita y perlita, mezclado con un 20 por ciento como máximo, de materiales
orgánicos como turba o compost” (Soto, M., et al., 2017, p.2).
El medio de crecimiento “emula las características fundamentales del suelo
natural para satisfacer la necesidades básicas de las plantas seleccionadas (...),
debe cumplir con propiedades de ligereza y capacidad de drenaje para garantizar
la evacuación efectiva del agua de lluvia” (Secretaria de Ambiente de Bogotá,
2011, p.11). Al respecto, Barbaro, L., et al. (2017) recomienda que el sustrato
tenga:
Un alto volumen de poros con aire y baja capacidad de retención de
agua. Estas características facilitan un drenaje rápido y reducen la
retención excesiva de humedad, lo que minimiza un potencial
anegamiento. Por un lado, para estas propiedades, las partículas que
componen el sustrato deberían tener un tamaño de entre 1 a 16 mm, con
un mayor porcentaje entre 1 a 5 mm. Además, la densidad debería tener
un valor tal que no afecte la estructura edilicia, por lo cual debería ser
baja, en lo posible inferior a 140 kg.m-2. Por consiguiente, se recomienda
que la densidad aparente del sustrato, que es la relación entre la masa o
peso de las partículas y el volumen aparente que ocupan, sea inferior a
1g.cm-3 o 1000 kg.m-3. (p.5)

Capa Drenante.
La principal función de esta capa es evacuar el agua sobrante del sustrato
vegetal (López de Meneses, B., 2013). Por su parte, Van Lennep, E. et al. (2008)
asegura:
La capa de drenaje funciona en conjunto con el sustrato para
controlar la retención de agua dentro de la estructura de techo verde. La
inclusión de la capa de drenaje proporciona tres beneficios principales:
❖ El riesgo de estancamiento de agua en el techo se reduce
significativamente, lo cual es de suma importancia en ubicaciones de
techo plano.

❖ Asegura que las condiciones de drenaje se conservan para


garantizar que las variedades de plantas en el techo verde sobrevivirán y
prosperarán. Si por ejemplo, en la estructura del techo verde hay
demasiado drenaje libre, entonces las plantas pueden no tener suficiente
humedad para permitirles sobrevivir durante los períodos secos. Por otro
lado, si el agua no drena rápidamente del techo verde, las plantas se
anegarán en tiempos de fuertes lluvias y morirán.

❖ Esta capa controlará el volumen y el tiempo de la escorrentía


de lluvia y, como tal, es una integral parte del sistema de gestión de
escorrentía de aguas pluviales.

Para el cumplimiento de dichas funciones, Dinke, G. (2004) recomienda el


uso de materiales “aptos” como “minerales porosos y livianos, granos gruesos,
arcilla expandida, pizarra expandida, lava expandida, piedra pómez y materiales
reciclados de escoria y ladrillo”. Asimismo, expresa que “para alcanzar el efecto
de almacenaje deseado, de 15-25 en porcentaje de volumen, los materiales deben
ser preponderantemente de poros abiertos. Por ese motivo se utiliza, por ejemplo,
arcilla expandida principalmente en situación fraccionada” (p.41).
Capa Anti Raíz.
Durante todo el ciclo de vida útil del techo se debe garantizar la estanqueidad
en el mismo, impidiendo el paso del agua al interior de la edificación o las
estructuras de soporte (Secretaría de Ambiente de Bogotá, 2011).
La secretaria del Medio Ambiente de México (2008), define la Capa Anti
Raíz como “membrana de materiales diversos que tiene como función evitar el
paso del agua al interior de las edificaciones e impedir que las raíces y los
microorganismos dañen la edificación haciendo impermeable el elemento o grupo
de elementos constructivos deseados” (p. 15).
Las láminas de impermeabilizante anti raíz garantizan la estanqueidad en el
techo, estas pueden ser de diversos orígenes como láminas de betún modificado
con elastómeros, generalmente estireno butadieno estireno (SBS), y de origen
sintético como las láminas de policloruro de vinilo (PVC) y PVC plastificado
(López de Meneses, B., 2013).
Tipos de Techos Verdes.
Para Soto, M., et al. (2017) es importante diferenciar dos sistemas de
cubiertas verdes: los intensivos y los extensivos, los cuales se caracterizan por:
Los primeros están asociados a un jardín de altura donde
generalmente son accesibles, presentan profundidades de sustrato
mayores que los extensivos, conformados por una amplia variabilidad de
especies que en su mayoría requieren riego y alto mantenimiento. En
contrapartida, están los sistemas extensivos que son livianos, de poca
profundidad (5–15 cm), generalmente no son accesibles y presentan un
bajo mantenimiento sin suministro de riego, siendo sistemas más hostiles
para la vegetación en cuanto a condiciones de temperatura y humedad,
que acotan la diversidad de especies. (p.1)

Además de la distinción ya mencionada entre techos verdes extensivos e


intensivos, United States General Services Administration (2011) describe dos
categorías adicionales como "de un solo curso" o "múltiple curso" que “indica si
el techo verde contiene una capa de drenaje discreta o no”, entonces, existen
cuatro tipos de techos verdes que se encuentran comúnmente en todo el mundo,
estos varían en términos del tipo de planta cultivada, su necesidad de riego, el tipo
de capa de drenaje utilizada para eliminar el exceso de agua, y la composición del
medio de crecimiento, o el suelo en el que crecen las plantas.
En el 2008 Van Lennep, E. y Sinéad, F. describen los siguientes tipos de
techos verdes:
❖ Techos verdes intensivos: un techo intensivo proporciona las
comodidades que un parque normal ofrecería a nivel del suelo o jardín
privado. Debido a la profundidad del sustrato, no hay límite para las
plantas que se pueden cultivar, desde árboles hasta plantas perennes y
hierbas. Se pueden incorporar estructuras como asientos, pérgolas y
pagodas, y se pueden incluir paisajes en forma de senderos. Los pesos
involucrados con un techo verde intensivo son considerables y la
capacidad de carga de los techos individuales determinará si pueden o no
soportar una instalación de este tipo. En la mayoría de los casos, la
decisión de incorporar un techo verde intensivo se toma en la etapa de
planificación y diseño. Este tipo de techo requiere mantenimiento regular
y, por lo tanto, se debe permitir el acceso total en todo momento. Esta
sería la opción de enverdecimiento más costosa tanto en términos de
construcción y mantenimiento.

❖ Techos verdes semi intensivos: la plantación en esta categoría


de techo verde está restringida a arbustos más pequeños, plantas perennes
y pastos. La capa de sustrato no sería lo suficientemente profunda como
para sostener los árboles, pero esto lo hace una técnica de
enverdecimiento más ligera, y por lo tanto aplicable a más situaciones.
No existen estructuras implementadas en este tipo de techo verde, y así
reducir la carga extra. El acceso es todavía se requiere para el techo, ya
que se necesitaría realizar el mantenimiento, aunque no como
frecuentemente en cuanto a un techo intensivo. En general, el simple
techo verde semi intensivo es el menos costoso luego de la opción
anterior.

❖ Techos verdes extensivos: este es uno de los tipos más ligeros


de techos verdes. La profundidad del suelo es de un mínimo de 15 cm de
profundidad, pero es un medio de peso ligero especialmente formulado,
por lo que se lo conoce como sustrato en lugar de suelo. Este sustrato a
veces puede estar hecho de materiales reciclados, como tejas rotas. La
selección de plantas está limitada a musgos, plantas suculentas y plantas
herbáceas de enraizamiento superficial. Dependiendo de las plantas
elegidas, el enverdecimiento extensivo puede ser de muy bajo
mantenimiento, sin necesidad de irrigación adicional, y la población de
plantas puede multiplicarse. El mantenimiento se reduce a dos veces al
año, para eliminar los árboles de malezas que puedan haber sembrado. En
general, estos techos no son accesibles a excepción del personal de
mantenimiento. En términos generales, esta categoría es la menos costosa
de construir y mantener. Al considerar el peso, puede ser el menos
exigente en la estructura del techo. El enverdecimiento extensivo es la
solución ideal para techos donde el acceso puede estar restringido, y en la
mayoría de los casos está destinado a ser ignorado. (p.5)

Beneficios de los Techos Verdes.


Para Gernot, M. (2004) son incontables los beneficios que ofrecen los techos
verdes, entre ellos:
Disminuyen las superficies pavimentadas, producen oxígeno y
absorben C02, filtran las partículas de polvo y suciedad del aire y
absorben las partículas nocivas, evitan el recalentamiento de los techos y
con ello disminuyen los remolinos de polvo, reducen las variaciones de
temperatura del ciclo día - noche y disminuyen las variaciones de
humedad en el aire. Además, tienen una larga vida útil si es correcta su
ejecución, surten efecto como aislamiento térmico, protegen de los
intensos rayos solares del verano a las habitaciones ubicadas bajo el
techo, reducen el pasaje de sonido del exterior, valen como
incombustibles y absorben la lluvia, por lo que alivian el sistema de
alcantarillado. Y por último, algo no menos relevante, las hierbas
silvestres en el techo verde generan aromas agradables, dan alojamiento a
insectos y escarabajos, son estéticos e influyen positivamente en el buen
estado de ánimo y en la distensión de las personas. (p.10)

García Villalobos, I. en el 2010, aseguró que los techos verdes “debido a su


comportamiento térmico y físico, reducen la temperatura de la superficie de la
cubierta y en conjunto la del ambiente, disminuyendo así el efecto de isla de calor
a través de dos procesos: la sombra y evapotranspiración” (p. s/n). Así mismo,
Contreras, E. y Castillo, I. (2015) señalan como uno de los beneficios en la
implementación de cubiertas verdes la reducción del efecto isla de calor,
afirmando:
El calentamiento global, el aumento de superficies impermeables, el
exceso de calor de los edificios residenciales, la industria y el tráfico
producen un aumento de la temperatura dentro de las ciudades. La
diferencia de temperatura entre la ciudad y el campo o espacio
periurbano que lo rodea se conoce como efecto isla de calor. En verano,
esta diferencia térmica puede llegar casi a 10 ºC y provocar una
disminución de la calidad de vida y de la salud de los habitantes de la
ciudad. En las zonas densamente pobladas, donde los espacios verdes son
escasos, las cubiertas ajardinadas pueden ser una buena solución, pues
reducen el efecto isla de calor a través del proceso de la transpiración y la
humidificación del aire seco, que mejora el clima y aumenta la sensación
de bienestar (p. 8).

Scholz-Barth, K., Tanner, S. (2004), declaran que “la conversión de


superficies de techos convencionales a los techos verdes es potencialmente la
mejor manera de reducir o retrasar la escorrentía de aguas pluviales a gran
escala”(p.9). Por su parte, Contreras, E. y Castillo, I. (2015) aseguran que las
cubiertas verdes contribuyen en la captación y almacenaje de agua, afirmando:
Las cubiertas verdes sirven como depósito de acumulación del agua
de las precipitaciones. Por medio de la tecnología de aljibes, el agua de la
lluvia se puede reutilizar para regar la misma cubierta o para otros usos
(lavabo, limpieza, enfriamiento de aparatos...). Las cubiertas verdes son
instrumentos muy importantes en la prevención de inundaciones locales,
ya que, según el sistema de cubierta verde y la profundidad del medio de
cultivo, el agua de lluvia que se vierte directamente en el alcantarillado se
puede reducir entre un 50 y un 90 por ciento. Este efecto permite reducir
el estrés en la red de alcantarillado durante el año y en los periodos de
máxima precipitación. Además, las precipitaciones arrastran nutrientes,
sedimentos, hidrocarburos, compuestos orgánicos clorados y metales
pesados de las superficies de los edificios y calles. Cuando esto ocurre
sobre una cubierta ajardinada, la vegetación filtra y absorbe una parte de
esta contaminación (p. 8).

García Villalobos, I. (2010) aseguran “Los sistemas de naturación ayudan a


proteger las cubiertas de fluctuaciones extremas de temperatura, los efectos
negativos de la radiación ultravioleta y los daños accidentales de tráfico peatonal”
(p. s/n), prolongando así la vida útil de la cubierta. En este sentido, Contreras, E. y
Castillo, I. en el 2015, afirman:
Una cubierta verde añade una capa de aislamiento adicional a la
cubierta. Las diferencias de temperatura de más de 100 ºC a lo largo de
un año o las de 60 ºC en 24 horas de un techo tradicional o de gravas en
verano, así como la incidencia directa de la radiación UV, aceleran el
envejecimiento de la membrana impermeabilizante, facilitan la aparición
de grietas y, finalmente, aparecen goteras. Tanto la vegetación como el
sustrato protegen la membrana impermeabilizante mediante la
amortiguación de las fluctuaciones de temperatura. (p. 9)

Yang, Kang, y Choi, (2012), mencionados por López de Meneses, B., (2013)
afirman “las cubiertas naturadas de garajes subterráneos reducen el ruido de los
coches hasta en 4 dB”, mientras que para Rudolf (1992), “un descenso del ruido
en 3 dB equivale a una reducción del 50 % de las molestias originadas por el
tráfico”. Por su parte Contreras, E. y Castillo, I. (2015) describen:
El ruido en las ciudades es una de las causas de estrés y trastorno del
sueño de una parte de la población. Una cubierta verde reduce la
reflexión del sonido hasta 3 dB y mejora el aislamiento acústico hasta 8
dB. Eso puede ofrecer una mejora de la calidad de vida a las personas
que viven cerca de espacios ruidosos. (p. 10)

Para Contreras, E. y Castillo, I. (2015) las cubiertas verdes también


contribuyen en:
Incremento del precio del edificio: (...) La recuperación de las
azoteas y la incorporación de nuevos usos mejoran la percepción que se
tiene de los inmuebles y favorecen la revalorización económica. Si se
hace una buena gestión y uso de las azoteas, se pueden utilizar como
espacios versátiles de ocio, como huertos urbanos o espacios comerciales
(bares, restaurantes, gimnasios...), así como para aumentar la superficie
habitable para escuelas, locales sociales, hospitales, residencias y para los
propios vecinos del edificio.

Aislamiento térmico: (...) El aislamiento adicional que proporciona la


cubierta verde reduce la transferencia de temperatura entre el interior y el
exterior del edificio. En verano, se reduce el calor excesivo y, durante el
invierno, se minimizan las pérdidas de calor del edificio.

Reducción de los niveles de contaminación: La vegetación es capaz


de mejorar la calidad del aire. Se ha demostrado que es efectiva a la hora
de reducir la contaminación atmosférica por la capacidad que tiene de
filtrar partículas y de absorber gases contaminantes. Un metro cuadrado
de cubierta verde puede filtrar 0,2 kg de polvo en aerosol y partículas de
smog en un año. Además, los nitratos y otros materiales peligrosos en el
aire y la lluvia se depositan en el medio de cultivo.

Creación de nuevos hábitats para la fauna: Las cubiertas verdes


pueden compensar parte de las áreas verdes perdidas en la construcción
de edificios y crear espacios propios para la fauna en nuestras ciudades.
Muchos insectos, pájaros y plantas pueden encontrar refugio en estos
espacios recuperados para la naturaleza (...).

Mejora del paisaje urbano y de la calidad de vida: (...) La inclusión


de zonas verdes dentro del tejido urbano se relaciona con la reducción del
estrés y el tiempo de recuperación de los pacientes, del mismo modo que
se relaciona con la mejora de la productividad en el trabajo.

Potenciación de la agricultura urbana: Las azoteas vivas y las


cubiertas verdes se pueden utilizar como espacios para la producción de
alimentos, para la distribución local y complementar la cocina de un
restaurante o, incluso, para la venta a escala comercial. La agricultura
urbana permite maximizar la producción de hortalizas y frutas frescas en
espacios hasta ahora infrautilizados en las ciudades. Eso puede ayudar a
disminuir la huella ecológica y reducir la pobreza (...).

Geosintéticos.
El Departamento de Ingeniería, Geosistemas PAVCO (2012), define como
geosintéticos a:
Un producto en el que, por 1o menos, uno de sus componentes es a
base de polímero sintético o natural, y se presenta en forma de filtro,
manto, lámina o estructura tridimensional, usada en contacto con el suelo
o con otros materiales dentro del campo de la geotecnia o de la ingeniería
civil (p. 5).

Tipos de Geosintéticos.
Los tipos de geosintéticos más comunes utilizados en el campo de la
ingeniería son los geotextiles, las geomallas, las geomembranas, las georedes,
geocompuestos y mantos para control de erosión derivados de la unión de las
características y cualidades de cada uno de los anteriores (Departamento de
Ingeniería, Geosistemas PAVCO, 2012, p.5).
Geotextil.
El Departamento de Ingeniería, Geosistemas PAVCO (2012), define como
geotextil a “un material textil plano, permeable polimérico (sintético o natural)
que puede ser No Tejido, Tejido o Tricotado y que se utiliza en contacto con el
suelo (tierra, piedras, etc.) u otros materiales, en ingeniera civil para aplicaciones
geotécnicas” (p. 5).
Clasificación de los Geotextiles.
Según el método de fabricación, el Departamento de Ingeniería,
Geosistemas PAVCO (2012), clasifica los geotextiles como:
❖ Geotextiles Tejidos: Son aquellos formados por cintas
entrecruzadas en una máquina de tejer. Pueden ser Tejidos de calada o
tricotados. Los Tejidos de calada son los formados por cintas de
urdimbre (sentido longitudinal) y de trama (sentido transversal). Su
resistencia a la tracción es de tipo biaxial (en los dos sentidos de su
fabricación) y puede ser muy elevada (según las características de las
cintas empleadas). Su estructura es plana. Los tricotados están fabricados
con hilo entrecruzado en máquinas de tejido de punto. Su resistencia a la
tracción puede ser multiaxial o biaxial según estén fabricados en
máquinas tricotosas y circulares, o Ketten y Raschel. Su estructura es
tridimensional.

❖ Geotextiles No Tejidos: Están formados por fibras o filamentos


superpuestos en forma laminar, consolidándose esta estructura por
distintos sistemas según cual sea el sistema empleado para unir los
filamentos o fibras. Los geotextiles No Tejidos se clasifican a su vez en:

➢ Geotextiles No Tejidos ligados mecánicamente o punzonados


por agujas.

➢ Geotextiles No Tejidos ligados térmicamente o termosoldados.

➢ Geotextiles No Tejidos ligados químicamente o resinado.

Funciones y Campos de Aplicación del Geotextil.


EI uso de los geotextiles Tejidos y No Tejidos en los diferentes campos de
aplicación pueden definirse mediante las funciones que va a desempeñar. En la
mayoría de las aplicaciones el geotextil puede cumplir simultáneamente varias
funciones, aunque siempre existiría una principal que determine la elección del
tipo de geotextil que se debe utilizar (Departamento de Ingeniería, Geosistemas
PAVCO, 2012, p.10).
A continuación se describen las distintas funciones y aplicaciones que
puede desempeñar el geotextil:
❖ Función de separación: Esta función desempeñada por los
geotextiles consiste en la separación de dos capas de suelo de diferentes
propiedades geomecánicas (granulometría, densidad, capacidad, etc.)
evitando permanentemente la mezcla de material.

❖ Función refuerzo: En esta función se aprovecha el


comportamiento a tracción del geotextil para trabajar como complemento
de las propiedades mecánicas del suelo, con el fin de controlar los
esfuerzos transmitidos tanto en la fase de construcción como en la de
servicio de las estructuras. El geotextil actúa como un elemento
estructural y de confinamiento de los granos del suelo, permitiendo
difundir y repartir las tensiones locales. Estas acciones aumentan la
capacidad portante y la estabilidad de la construcción.

❖ Función de drenaje: Consiste en la captación y conducción de


fluidos y gases en el plano del geotextil. La efectividad del drenaje de un
suelo dependerá de la capacidad de drenaje del geotextil empleado y del
gradiente de presiones a 1o largo del camino de evacuación del fluido.

❖ Función filtro: Esta función impide el paso a través del


geotextil de determinadas partículas del terreno (según sea el tamaño de
dichas partículas y el poro del geotextil) sin impedir el paso de fluidos o
gases. En la práctica se utiliza el geotextil como filtro en muchos
sistemas de drenaje.

❖ Función protección: Previene o limita un posible deterioro en


un sistema geotécnico. En los embalses impermeabilizados este sistema
geotécnico se denomina pantalla impermeabilizante y está formado por el
geotextil y la geomembrana. EI geotextil protege a la geomembrana de
posibles perforaciones o roturas, al formar una barrera antipunzonante
bajo la acción de la presión de la columna de agua durante la explotación
del embalse, del paso de personal y maquinaria durante la construcción,
mantenimiento, posibles reparaciones, etc. También evita las
perforaciones que podría ocasionar el crecimiento de plantas debajo de la
pantalla impermeabilizante. De igual forma, protege a la Geomembrana
del rozamiento con el soporte que se produce durante las sucesivas
dilataciones y contracciones que experimenta por efecto de las
variaciones térmicas. La lámina impermeabilizante se adapta a las
irregularidades del terreno. Las irregularidades pronunciadas implican
una tensión en la lámina la cual a su vez causa una pérdida de espesor en
la misma dando origen a puntos débiles en los que se podrían producir
posibles perforaciones o roturas causadas por objetos punzantes del
terreno. La interposición del geotextil evitará la pérdida de estanqueidad
que se produciría por todas estas causas.

❖ Función de impermeabilización: Esta función se consigue


desarrollar mediante la impregnación del geotextil con asfalto u otro
material impermeabilizante sintético. El geotextil debe tener la
resistencia y rigidez necesaria para la colocación del mismo, así como la
capacidad de deformación suficiente para compensar las tensiones
térmicas.
Aliven.
Es un material hecho de arcilla expandida en forma de pequeñas esferas
livianas constituidas por una corteza vitrificada, rígida, resistente y de color pardo,
que encierra una estructura alveolar porosa de color gris (Aliven, Agregados
Livianos C.A, 2018).
Composición del Aliven.

Dióxido de Silicio SiO2 71.92%

Óxido de Aluminio Al2O3 8.42%

Óxido de Hierro Fe2O3 4.96%

Óxido de Sodio NaO2 1.09%

Óxido de Potasio K2O 1.63%

Óxido de Calcio CaO 1.71%

Óxido de Magnesio MgO 1.66%


Fuente: Aliven, Agregados Livianos C.A.

Ventajas en el uso del Aliven.


El Manual de Aplicaciones Generales de Aliven, describe como
principales ventajas:
❖ Liviano: Hasta 70 por ciento más liviano que los agregados
convencionales.

❖ Resistente: Debido a su corteza de cerámica vitrificada, Aliven


tiene una resistencia comparable a los agregados convencionales, lo que
la hace idónea en la preparación de concretos y morteros.

❖ Aislante térmico y acústico: Gracias a su estructura interior de


microporos, cualquier elemento hecho con Aliven actúa como una
barrera que “frena” el calor y lo expulsa hacia el exterior, disminuyendo
notablemente la transferencia de calor; incluso el de las altas
temperaturas producidas por el fuego, sin que ocurra algún tipo de
desprendimientos de gases tóxicos. Igualmente, esta composición dota al
Aliven de propiedades fonoaislantes que atenúan los ruidos externos,
creando así ambientes confortables y seguros.
Presentación y Características del Aliven.

Mortero Prefabri Remodel Rellen


Multiuso cado ación o

2.36 - 9.50 - 16.00 -


Granulomet 0 - 2.36
9.50 16.00 19.00
ría mm
mm mm mm

450 ± 350 ±
Peso ± 900 400 ± 50
50 50
Unitario Suelto Kg/m3 Kg/m3
Kg/m3 Kg/m3
Fuente: Aliven, Agregados Livianos C.A.
Definición de Términos Básicos.

Para fines de la presente investigación, se entenderá por:


Aislamiento térmico: Aquellos materiales de bajo coeficiente de
conductividad térmica dispuestos para reducir los intercambios térmicos entre el
interior y exterior de una edificación.
Arcilla expandida: Árido cerámico de gran ligereza fabricado calentando
trozos de arcilla en un horno rotativo a aproximadamente 1200 °C los gases
resultantes expanden el volumen de la pieza disminuyendo su densidad.
Capa complementaria: Capa que se coloca entre los elementos de un sistema
de naturación de forma intercalada para proporcionarle características específicas
y que puede ser antiadherente, antipunzonante, drenante, filtrante, ignífuga o
separadora.
Capa de sustrato: Capa superior penúltima de una naturación, formada con
material inerte predominantemente mineral y material orgánico, la cual está
destinada a proporcionar los nutrientes necesarios, suministrar agua y oxígeno
dando soporte físico a la vegetación.
Capa de vegetación: Última capa exterior de una naturación, formada por
plantas adaptadas a las condiciones físicas y climáticas de la zona, destinadas a
dar a la edificación un acabado vegetal que genera áreas verdes de carácter
ecológico.
Capa drenante: Capa complementaria prefabricada dispuesta para permitir la
salida de las aguas que se estanquen sobre algún elemento de la edificación.
Capa filtrante: Capa complementaria de materiales prefabricados cuya
función es evitar el paso de las partículas finas de la capa de sustrato y permitir el
paso del agua hacia la capa drenante.
Cubierta: Elemento o conjunto de elementos que sirven como cerramiento
superior de una edificación que se encuentran comprendidos entre la superficie
inferior del último techo y el acabado en contacto con el exterior.
Cubierta con naturación extensiva: Cubierta de una edificación con acabado
vegetal de tratamiento extensivo creado por medio de añadir capas de medio de
crecimiento y vegetación sobre un sistema de cubierta tradicional con
requerimientos de mantenimiento muy bajo o casi nulo.
Cubierta con naturación intensiva: Cubierta de una edificación con acabado
vegetal de tratamiento intensivo creado por medio de añadir capas de medio de
crecimiento y vegetación sobre un sistema de cubierta tradicional con
requerimientos de mantenimiento normales o frecuentes.
Cubierta con naturación semi-intensiva: Cubierta de una edificación con
acabado vegetal de tratamiento semi-intensivo creado por medio de añadir capas
de medio de crecimiento y vegetación sobre un sistema de cubierta tradicional con
requerimientos de mantenimiento normales.
Escorrentía: Lámina de agua que circula sobre la superficie en una cuenca de
drenaje, es decir, la altura en milímetros del agua de lluvia escurrida y extendida.
Estanquidad: Cualidad de un elemento de estar perfectamente sellado en sus
uniones.
Impermeabilidad: Propiedad de los cuerpos de no dejar pasar líquidos a su
través.

Isla de calor: Situación urbana, de acumulación de calor por la inmensa mole


de hormigón, y demás materiales absorbentes de calor. Se presenta en las grandes
ciudades y consiste en la dificultad de la disipación del calor durante las horas
nocturnas, causado por una combinación de factores tales como la edificación, la
falta de espacios verdes, los gases contaminantes o la generación de calor. Se ha
observado que el fenómeno de la isla de calor aumenta con el tamaño de la ciudad
y que es directamente proporcional al tamaño de la mancha urbana.

Membrana impermeabilizante anti-raíz: Membrana de materiales diversos


que tiene como función evitar el paso del agua al interior de las edificaciones e
impedir que las raíces y los microorganismos dañen la edificación haciendo
impermeable el elemento o grupo de elementos constructivos deseados.
Planta herbácea: Planta no lignificada, o apenas lignificada, con aspecto y
consistencia de hierba. Dentro de las plantas herbáceas se pueden distinguir las
anuales, bianuales, perennes vivaces y perennes perennifolias.
Planta suculenta: Aquella en la que su tallo, hoja, raíz o la planta completa es
jugosa y carnosa ya que tiene tejidos engrosados por reservas de agua o azúcar
como en la mayoría de las crasuláceas y cactáceas.
Planta vivaz: Planta perenne de parte aérea efímera cuyos órganos epigeos
duran un solo periodo vegetativo que se conserva gracias a sus rizomas,
tubérculos, bulbos, etc.
Sistema de naturación: Es el tratamiento técnico de superficies edificadas
horizontales o inclinadas, individuales o agrupadas mediante el cual se incorpora
en un elemento o grupo de elementos constructivos tradicionales capas de medio
de crecimiento y vegetación especialmente adaptada a las condiciones físicas y
climáticas del sitio en que se instala, creando una superficie vegetal inducida.
Soporte base: Elemento constructivo que recibe directamente el
impermeabilizante anti-raíz o membrana impermeabilizante anti-raíz, puede
coincidir o no con el elemento estructural (soporte estructural) y suele ser el
elemento que forma la pendiente.
Soporte estructural: Elemento constructivo que soporta el peso de las demás
capas del sistema de naturación y lo distribuye hacia las vigas, cadenas de
cerramiento, muros de carga, etc. para su posterior descenso hacia la cimentación.
Sostenibilidad o sustentabilidad: Sistemas biológicos que se mantienen
productivos con el transcurso del tiempo. Se refiere al equilibrio de una especie
con los recursos de su entorno. Por extensión se aplica a la explotación de un
recurso por debajo del límite de renovación de estos.
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Tipo de Investigación

La presente investigación se denomina como explicativa al estudiar la


relación de causa-efecto entre la aplicación de un techo verde y la atenuación de
escorrentía. Al respecto, Sampieri et al, (2004) explica:

Los estudios explicativos van más allá de la descripción de


conceptos o fenómenos o del establecimiento de relaciones entre
conceptos; están dirigidos a responder a las causas de los eventos,
sucesos y fenómenos físicos o sociales. Como su nombre lo indica, su
interés se centra en explicar por qué ocurre un fenómeno y en qué
condiciones se da éste, o por qué se relacionan dos o más variables. (p.
101)

Diseño Metodológico

La literatura especializada plantea diferentes clasificaciones respecto al tipo


de diseño de la metodología, una de ellas es el diseño experimental el cual suscita
una prueba donde se manipulan y controlan las variables que tienen incidencia
sobre el fenómeno, de manera que sea posible observar, identificar y analizar las
causas.

En este sentido, Fleiss (2013); O’Brien (2009) y Green (2003), cada


uno de ellos mencionados por Ramírez González, A., refieren que un
diseño metodológico del tipo experimental constituye “un estudio en el
que se manipulan intencionalmente una o más variables independientes
(supuestas causas antecedentes), para analizar las consecuencias que la
manipulación tiene sobre una o más variables dependientes (supuestos
efectos consecuentes), dentro de una situación de control para el
investigador” (p. 129).

Tamayo (2000), mencionado por Ramírez A, considera que “la


experimentación es de gran importancia por cuanto permite modificar y controlar
variables a la vez que determina las consecuencias de ello, es decir, permite
adentrarse en el fenómeno y manipularlo y, no solamente, observarlo” (p. 47). Por
lo anteriormente descrito y en virtud de que la siguiente investigación busca
evaluar los efectos que las cubiertas verdes tienen sobre la atenuación de la
escorrentía, la presente investigación se define como experimental.

Fases de la Investigación

1. Diseño de un sistema de techos verdes del tipo extensivo como mecanismo


para la atenuación de la escorrentía, aplicado a la caseta de vigilancia del
urbanismo colinas del viento, ubicado en Barquisimeto, Estado Lara.

 Revisión bibliográfica: Consiste en la revisión de los distintos


manuales y normas existentes en otros países donde se han desarrollado
las cubiertas verdes, los cuales servirán de guía para la selección de los
materiales con características óptimas para las capas que lo componen.
 Revisión de antecedentes en el país: Se buscará información de
proyectos en el país donde su contenido representa una referencia para la
aplicación de techos verdes.
 Consulta a profesionales: Se realizarán consultas durante el
proceso de selección de los distintos materiales que componen el techo
verde a profesionales de las áreas respectivas. Estás consultas se harán
dentro y fuera del decanato de Ingeniería Civil de la Universidad
Centroccidental Lisandro Alvarado, por ser un proyecto que requiere
información que solo la Ingeniería de Civil no contempla.
 Selección de materiales: Se procederá a elegir los materiales
para cada capa del techo verde.
 Determinación de las propiedades de los materiales: Se
consultarán las cartas técnicas y realizarán ensayos de laboratorio a los
distintos materiales que componen las capas del techo verde.
 Elaboración de las curvas IDF: Se seleccionará la estación de
precipitación más cercana y con ello se determinarán las curvas
intensidad, duración y frecuencia, con el fin de conocer las condiciones a
las cuales estará sometido el techo verde.
 Dimensionado de las capas: Se procede a seleccionar los
espesores correspondientes.
2. Determinación de los parámetros arquitectónicos y estructurales de la
caseta de vigilancia del urbanismo Colinas del Viento, ubicado en Barquisimeto,
Estado Lara.

 Identificación de parámetros arquitectónicos: Se solicitará a la


empresa responsable de la construcción del urbanismo Colinas del Viento
la información referente a la ubicación y configuración arquitectónica de
la caseta, así mismo se visitará el urbanismo con el fin de conocer los
detalles de la estructura.
 Descripción de las especificaciones de proyecto: Se obtendrá
información acerca del tipo de sistema constructivo, las dimensiones y
diseño de los elementos estructurales, así como, la resistencia de los
materiales utilizados.
3. Evaluación de la factibilidad técnica de la implementación de un sistema de
techos verdes del tipo extensivo como mecanismo para la atenuación de la
escorrentía, aplicado a la caseta de vigilancia del urbanismo colinas del viento,
ubicado en Barquisimeto, Estado Lara.

 Evaluación estructural de la edificación a intervenir: Se


determinará la capacidad portante de la estructura frente a las cargas
aportadas por la cubierta verde.
 Verificación de la disponibilidad de los equipos: Se
identificará la existencia de los equipos necesarios para la correcta
instalación y posterior mantenimiento de la cubierta.
 Toma de datos de escorrentía de la zona: Se realizará la
medición de escorrentía en la zona.
 Evaluación del impacto sobre la escorrentía: Se usará el
complemento DrainGis desarrollado para QGIS con la finalidad de
evaluar la influencia que tiene la aplicación del techo verde diseñado
sobre los niveles de escorrentía.
Cronograma de Actividades

2018 2019
Cronograma de Actividades
DIC ENE FEB

Actividades Duración S1 S2 S3 S4 S1 S2 S3 S4 S5 S1 S2 S3 S4

Diseño de un sistema de techos verdes

Revisión bibliográfica

Revisión de antecedentes en el país

Consulta a profesionales

Selección de materiales

Elaboración de curvas IDF

Dimensionado de las capas

Determinación de los parámetros arquitectónicos y estructurales

Identificación de parámetros
arquitectónicos

Descripción de las especificaciones


de proyecto

Evaluación de la factibilidad técnica de la implementación

Evaluación estructural de la
edificación a intervenir

Verificación de la disponibilidad de
los equipos

Toma de datos de escorrentía de la


zona

Evaluación del impacto sobre la


escorrentía

Elaboración de Propuesta final


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