Recomendaciones

para la reanudación de
actividades musicales México, Octubre de 2020

Al reintegrarnos a las actividades eclesiásticas

en la Iglesia Cristiana tras un largo periodo de confinamiento, nuestro

anhelo es volver a alabar a Dios juntos. Pero como
administradores de la multiforme gracia del Señor,
debemos tomar decisiones informadas, con res-

tras la contingencia ponsabilidad y fe, frente al riesgo que la COVID-19

representa.

Basados en una recopilación de estudios clínicos

sanitaria llevados a cabo por profesionales de la salud y del

canto alrededor del mundo, decidimos publicar este
documento con el objetivo de ofrecer sugerencias
para mitigar los riesgos de contagio de COVID-19 al
retomar las actividades musicales en la iglesia.

Cabe resaltar que estas sugerencias pueden ayudar

a disminuir el riesgo pero no a anularlo por completo,
ya que el alcance de esta enfermedad continúa en
constante investigación.
Conside- ¿Cuáles son los medios de contagio?
• Por contacto directo con sujetos portadores del
virus, con o sin síntomas, que lo transfieren a otras
raciones
personas.
• Por contacto indirecto a través de:
○○ Gotículas, partículas mayores a 5 micras que
se expulsan de la nariz o boca, caen rápida-
mente del aire y no flotan. Estas partículas se
médicas
esparcen principalmente a través de la tos o el
estornudo y su carga viral tiende a ser mayor.
○○ Aerosoles, partículas líquidas más
pequeñas suspendidas en el aire que se
generan a través del habla o el canto, viajan
distancias mayores y pueden permanecer
en el ambiente hasta 20 horas. No nece-
sariamente conducen a una infección,
debido a que su carga viral puede ser menor.
○○ Fómites o superficies contaminadas por se-
creciones o gotículas expulsadas por indi-
viduos infectados que al entrar en contacto
con las mucosas de un huésped susceptible,
a través de los ojos, nariz o boca, lo hacen
propenso a contraer una infección.
¿Qué tan seguro es cantar con relación
a la COVID-19?
La práctica del canto puede incrementar las posi-
bilidades de contagio debido a que implica respirar
profundamente, inhalando más partículas de lo ha-
bitual, y proyectar aire lo más lejos posible.
En cantantes profesionales, el contagio por
gotículas puede extenderse hasta 5 m, mien-
tras que por aerosol puede alcanzar hasta 8 m en
ambientes cerrados. El riesgo de carga viral en
aerosol aumenta, además, al cantar por periodos
de tiempo más largos o con un mayor número de
cantantes.
¿Cuáles son las recomendaciones
generales?
• Mantener una distancia mayor a 5 m entre los
cantantes y la congregación para disminuir el
riesgo de contagio indirecto.
• Reducir el número de cantantes en cada partici-
pación.
• Reducir el tiempo de alabanza cantada de
acuerdo a las disposiciones oficiales para la dura-
ción del culto.
• Aumentar la ventilación natural, manteniendo
puertas y ventanas abiertas durante todo el culto.
Evitar absolutamente el uso de aire acondiciona-
do.
• Utilizar mascarillas (o cubrebocas) al interactuar
con otras personas. Cantar es posible y seguro
utilizando la mascarilla correctamente.
Recomen- Directores de alabanza o solistas
• Mantener una distancia de 5 m o más entre el
director de alabanza o solista y la congregación.
daciones
• Utilizar correctamente la mascarilla en todo mo-
mento. Se recomienda utilizar equipo de audio
para amplificar el canto.
• Acortar el número de participaciones de solistas
para la
dentro del culto.
• Ubicar al director de alabanza o solista prefe-
rentemente en un espacio con ventilación natural.
• Confirmar que nadie presente síntomas compa-
práctica
tibles con infección de vías respiratorias, fiebre,
fatiga, dolor de garganta, pérdida del sentido del
gusto o del olfato, etc.
• En espacios menores a 10 m2, no se recomienda
cantar durante el culto.
musical
Músicos
1. No se recomienda la incorporación de instrumen-
tos de aliento (flauta, trompeta, saxofón, etc.)
dentro del culto, debido a que presentan riesgos
de contagio similares al canto.
2. La participación de instrumentos de cuerda y per-
cusión en la iglesia es posible bajo las siguientes
recomendaciones:
• Limitar el número de participantes en el grupo de
alabanza de acuerdo al espacio disponible.
• Limitar el número de participantes en el grupo de ala-
banza de acuerdo al espacio disponible.
• Mantener una distancia mínima de 2 m entre los par-
ticipantes del grupo de alabanza
• Mantener una distancia de 5 m o más entre el grupo
de alabanza y la congregación.
• Utilizar correctamente la mascarilla en todo momento.
• Realizar la limpieza adecuada de los instrumentos de
uso personal (violín, cello, guitarra, pandero) y acceso-
rios (baquetas) después de cada participación.
3. Para los instrumentos de uso común, como el piano u
órgano, considere:
• Asignar a una sola persona para que toque durante
todo el culto.
• Realizar la limpieza adecuada del instrumento después
de cada participación, con los siguientes cuidados:
○○ Humedecer un paño de algodón, microfibra o
franela con agua oxigenada y limpiar las teclas de
adentro hacia afuera
○○ Utilizar otro paño limpio y seco para quitar la hu-
medad que pueda quedar
○○ No aplicar aerosoles o líquidos directamente
○○ No utilizar desinfectantes que contengan cloro o
ingredientes cítricos
○○ No dejar líquidos o humedad sobre las teclas
Equipo técnico
• Utilizar un micrófono y atril por persona para cada culto.
Evite compartir.

• No compartir las partituras impresas, tabletas, com-
putadoras y artículos de papelería de uso personal.
• Realizar la limpieza de todo el equipo técnico (micró-
fonos, atriles, pedestales, consola) después de cada
culto, con los siguientes cuidados:
Micrófonos
○○ Retirar la rejilla metálica del micrófono y sumer-
girla en una solución de agua tibia con agua oxi-
genada durante 5 minutos aprox, enjuagar con
agua limpia y secar con un paño seco.
○○ Retirar el filtro de espuma del micrófono y sumer-
girla en una solución similar, enjuagar y dejar se-
car a la sombra. Evite exprimir la espuma.
○○ Limpiar el puño del micrófono con un paño limpio
ligeramente humedecido con agua y alcohol
isopropílico y quitar el exceso de líquido con un
paño limpio y seco.
○○ Asegurarse que ningún líquido entre en contacto
con la membrana del micrófono.
Atriles, pedestales y cables
○○ Limpiar con un paño limpio humedecido con agua
tibia y jabón o agua oxigenada y secar con otro
paño limpio y seco.
○○ No salpicar o humedecer los puntos conectores.
○○ No utilizar desinfectantes con cloro, alcohol
isopropílico u otros abrasivos para los cables, ya
que pueden ocasionar que el revestimiento del
cable se quiebre.
Alter-
Congregación
La inclusión del canto congregacional dependerá de la
evolución del semáforo epidemiológico en cada ciudad. Al
integrarlo dentro del orden de culto, recomendamos:
nativas
• Acortar los tiempos de alabanza de acuerdo a las dis-
posiciones oficiales para la duración del culto.
• Reforzar el uso de mascarillas en la congregación
durante todo el servicio, incluyendo el tiempo de ala-
litúrgicas
banza.
• Mantener el distanciamiento adecuado de al menos
2 m entre personas que no viven en la misma casa.
• Exhortar a la congregación a cantar con voz moderada.
• No compartir los himnarios y biblias. Ocuparlos para
uso personal exclusivamente.
• Si las instalaciones lo permiten, lo ideal es realizar el
tiempo de alabanza en un espacio al aire libre con el
distanciamiento adecuado. Esta modalidad puede
funcionar principalmente para grupos pequeños como
sociedades de jóvenes o femeniles.
Coros
Actualmente no es seguro retomar los ensayos y presen-
taciones de coros o ensambles vocales mayores a cuatro
personas, debido al alto riesgo que implica reunir a un
gran número de personas.
La reincorporación de los coros al servicio de la iglesia
deberá evaluarse una vez que se establezcan las condi-
ciones del semáforo epidemiológico en verde.
• Para reducir el tiempo de alabanza durante el culto se
pueden distribuir las estrofas de un himno a lo largo de
todo el programa; entonando, por ejemplo, la prime-
ra estrofa durante la bienvenida, la segunda antes del
sermón y la tercera al terminar el culto. De esta manera,
el tiempo de cada participación será más breve y la
congregación tendrá un sentido de continuidad.
• Otra solución para reducir el tiempo del canto es
utilizar fragmentos de melodías conocidas como res-
puesta a las oraciones o lecturas del director de culto.
Por ejemplo, invitando a la congregación a entonar la
frase “Grande, Señor, es tu fidelidad” después de cada
petición dentro de la oración pastoral o las primeras
líneas de “Yo te busco” antes de la oración inicial. De
esta manera, el tiempo de canto será mínimo.
• Para reducir la cantidad de congregantes cantando
al mismo tiempo, pueden alternarse los cantos o las
estrofas de éstos entre los distintos sectores de la
iglesia. Por ejemplo, invitando a las mujeres a entonar
solo la estrofa y los hombres solo el coro. Así se puede
reducir el número de personas emitiendo partículas al
mismo tiempo y permitir la participación de toda la
congregación.
• Una alternativa más eficiente para reducir la emisión
de partículas es invitar a la iglesia a cantar solo con
la boca cerrada, entonando con la letra “m”. Esta
práctica, además, puede ayudar a preparar el tiempo
de oración.
• También se puede reemplazar el canto congregacional
con la participación espontánea de hermanos que
tocan algún instrumento (guitarra, pandero, etc.)
acompañando desde su lugar mientras el grupo de
alabanza o los solistas cantan.
• El canto puede reemplazarse con otras manifesta-
ciones artísticas como la literatura. Incorporando la
lectura de textos doctrinales, poesía y reflexiones de
autores cristianos e, incluso, la letra de himnos y ala-
banzas. Estas lecturas pueden alternarse entre el di-
rector de culto y la congregación como responso.
• Otra alternativa es retomar prácticas como la oración
en silencio. Se puede guiar a la congregación en este
ejercicio a través de preguntas para reflexionar sobre
un tema en particular o con motivos de oración espe-
cíficos; dándole un objetivo común al tiempo en silen-
cio y evitando que se convierta en un espacio vacío.
• Los recursos digitales pueden ser muy útiles para
enriquecer el culto, transmitiendo a través de las pan-
tallas o bocinas grabaciones previas del coro o grupo
de alabanza local. También pueden utilizarse pistas
como sonido ambiental para los momentos de oración
o reflexión o invitar a miembros de la iglesia a grabar
participaciones especiales en casa para proyectarlas
durante el culto.
La música es un elemento fundamental en el culto de la
iglesia cristiana. Como decía Lutero: “Después de la Teo-
logía, concedo a la música el lugar más elevado”.
Es nuestro deseo que las presentes recomendaciones nos
ayuden a cumplir con el consejo paulino en el marco de la
nueva normalidad: “Cantaré con el espíritu, pero cantaré
también con el entendimiento”. 1ª Cor. 14:15
Editores
Mtro. Nahum Aquino Crisóstomo
Iglesia Nacional Presbiteriana Puerta de Salvación
Iglesia de Dios en México A.R.
Dra. Nira Sánchez Álvarez
Iglesia Nacional Presbiteriana Puerta de Salvación
Andrea E. Herrera Orea
Iglesia Cristiana Fortaleza de Sion
Colaboradores
Mtro. Javier Corona Vázquez
Iglesia Presbiteriana Independiente El Mesías
Mtro. Juárez L. Velázquez Moreno
Iglesia Bautista Bíblica Betel
Bibliografía
Helding, L., L. Carroll, T., Nix, J., Johns, M., & LeBorgne,
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Naunheim, M., Bock, J., Doucette, P., Hoch, M., Howell, I.,
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Smith, E., Hoyemer, M. (2020). Singing in Church [Video].
George W. Truett Theological Seminary.
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Salas, J. (2020). El peligro de cantar en interiores en
tiempos de covid. El País.
Disponible en: https://elpais.com/ciencia/2020-09-25/el-
peligro-de-cantar-en-interiores-en-tiempos-de-covid.html
Cleaning Your Piano. (2020). Steinway & Sons.
Disponible en: https://www.steinway.com/news/features/
utilty/cleaning-your-piano