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DISCURSO DEL PAPA JUAN PABLO II A LAS NACIONES UNIDAS: LA ETICA

Y LOS VALORES MORALES

ANGIE PAOLA RACHEN RACHEN

MILLER ALEJANDRO MAZENETT HURTADO

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA CERVANTES DE SAN AGUSTÍN


UNICERVANTES
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
PSICOLOGÍA
SEXTO SEMESTRE
BOGOTÁ, 2021
En su discurso el papa Juan Pablo II empieza hablando de los derechos humanos universales,
los cuales están arraigados a la persona como un ser individual pero que también se agrupan
en similitud de principios convirtiéndose en algo universal que refleja las exigencias y de una
ley moral que de igual manera rige para todos en universalidad, siendo guiados por la lógica
que da paso a espacios de dialogo y comprensión; la ley moral esta en el ser de todo hombre,
habita en su corazón y funciona como medio de afrontación para un dialogo que le sirve tanto
al mundo como al futuro que este se forja.

Nos habla sobre la búsqueda de la libertad y como este es otro hecho universal, ya que con
esto se ha buscado darle a la persona la dignidad que se merece, el valor y la fuerza para
elegir siendo guiado por sus propias virtudes y sabiduría y esto no ha sido el objetivo de solo
unos pocos, sino de muchos que han estado luchando constantemente para conseguir una
liberación total que sea beneficiosa para todos como comunidad y con lo cual se ha buscado
promover la dignidad e igualdad humana. Dentro de todos esos periodos de búsqueda de la
libertad no solo se han visto afectados algunos individuos, sino también naciones completas
que han sido violentadas por la desigualdad al ser consideradas con rangos de importancia
menores comparadas con las mas fuertes y es allí donde la ONU pone en marcha su
compromiso moral de lograr salvaguardar y defender a cada nación y su cultura de todas las
injusticias que se puedan cometer por actos de desigualdad y poca tolerancia y que al mismo
tiempo atentan contra los derechos que se consideran de todos. Aun luego de varias luchas,
las naciones siguen viviendo experiencias en las cuales sus derechos son vulnerados y es que
incluso luego de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948, la cual ha
tratado insistentemente de lograr un ajuste y así el establecimiento y cumplimiento de los
derechos de las personas, sigue sin darse un arreglo debido a que no hay un acuerdo
internacional que englobe la universalidad que merecen los derechos humanos y el
cumplimiento de estos.

La carencia de un valor moral sobre los demás hace que se den situaciones en las cuales lo
que hace diferente a otro sea también motivo de conflicto y de violencia; la exclusión de lo
que es diverso, hace que no aprendamos cada uno de los demás, y es que, aunque lo diferente
pueda resultar en algo de desagrado para los otros, se puede convertir en una fuente de
comprensión de la misteriosa existencia de todos como especie. Para eso se debe optar por
un mismo grado de valor para todos, es decir, la igualdad entre las diferencias y es que si
bien, las nacionalidades y las culturas nos diferencian, todos somos unidos a un ser en
universalidad por lo que debemos optar por el mantenimiento de toda la sociedad en las
mejores condiciones posibles.

La libertad a la que todos aspiran no solo hace referencia al cese de la violencia, la tiranía, la
opresión y la desigualdad, tampoco, es el inicio del libertinaje de cada uno en la
individualidad de sus deseos; la libertad va en conjunto con la verdad y esta puede ser
conocida en universalidad por la ley moral que esta inscrita en el corazón de cada uno, en su
individualidad, pero al mismo tiempo en todos como parte de una garantía de una libertad
futura y es que la libertad es mediadora de la dignidad y la grandeza del hombre, nutriendo
su vitalidad moral y responsabilizándole de la misma, tanto en su individualidad, como en
una totalidad como ser social.

Es así como entra el tema del utilitarismo que defiende lo que establece una ventaja, puede
convertirse en un problema cuando se está en búsqueda de la libertad debido a que puede
inspirar a el sometimiento de las naciones menos fuertes por considerarlas inferiores y así
empieza a atentar el utilitarismo contra la libertad al buscar la ventaja para su nación, sobre
la imposición ante las demás naciones. El desafío moral está en lograr la igualdad de términos
en los cuales las naciones menos desarrolladas puedan llegar a alcanzar los medios para salir
de esa situación y lograr una independencia; esto, no solo es un trabajo para estas naciones
que no han alcanzado su desarrollo total sino también para las naciones mas desarrolladas, y
es que la solidaridad de estas contribuiría de manera significativa al cumplimiento de un
orden más igualitario para ambas partes, sin una dependencia de unos con otros, sino mas
bien, una ayuda de todos con todos en igualdad de términos y en una total unidad.

En este sentido la ONU tiene un rol fundamental y es que esta es el centro moral y de ética
internacional, en la que todas las naciones se basan logrando una unidad como un todo, es
decir una “familia”. Dentro del núcleo familiar se ve la unidad, confianza, reciprocidad,
respeto, apoyo, sin sobreponerse los unos sobre los demás, sino ayudándose todos ya que el
bienestar de uno es el bienestar de todos.

La ética y el valor moral son cosas inmateriales que nacen dentro de cada persona y, al mismo
tiempo, se convierten en un factor común en todos, permitiéndonos seguir nuestra libertad o
en la búsqueda de esta, pero con las pautas correctas en las cuales la libertad de uno no
signifique la cárcel o el sufrimiento del otro, y es que la ley moral guía a la persona a hacer
algo beneficioso, pero no solo para él sino para todos, porque despierta el sentimiento de
unidad y de pertenencia a una sociedad. Por todo lo anterior, es muy importante recordar que
todos somos humanos y que pese a que la sociedad diferencia a unos de otros por la cultura,
la nacionalidad, la política o la economía, debemos considerarnos como iguales, cerrando las
brechas y entrando así en el cumplimiento de los derechos de los cuales todos son
merecedores; en este sentido la moralidad de cada uno es lo que le puede impulsar a vivir en
libertad y en comunidad, de manera solidaria y tranquila, utilizando el amor como medio de
unión de todos, y así derrocando al miedo que en ocasiones es el causante de la división de
esa universalidad de la cual todos hacen parte.

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