El TPM (MANTENIMIENTO PRODUCTIVO TOTAL) es una filosofía de
mantenimiento japonesa cuyo objetivo (basado en sus 8 pilares) es eliminar las pérdidas en producción debidas al estado de los equipos, además de optimizar, preservar y lograr el mayor rendimiento posible dentro de todas las áreas de una empresa (área operacional, administrativa o procura) con el fin de evitar detener el proceso de producción por paradas no programadas.
El TPM en su esencia representa no representa problema si no una
solución para de los mismos existentes en una empresa y ayudar a prevenir problemas futuros basándose en gran parte en el record histórico o patrones de fallas dentro de los equipos, provocados por falta de supervisión, retrasos de repuestos o descuido de fallas intermitentes que se convierten en fallas totales.
El mismo afirma que se debe aprender, adiestrar al personal y tener
supervisión de áreas, equipos y personas permanente ya que de ellos dependerá la disminución del tiempo de respuesta y volver a poner a operar nuevamente un área de trabajo.
Sin embargo, a pesar del éxito que se le otorga al TPM a nivel
mundial por su riguroso sistema de mantenimiento y supervisión en todas las áreas de forma diaria, semanal y semestral, hemos querido dar a conocer el mismo y lograr dar las respuestas a la siguientes interrogantes: