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DOPING GENETICO

ANDRES EDUARDO ACOSTA NAVIA

TRABAJO ESCRITO

SILVIO ANDRES MUÑOZ BURBANO

COORPORACION UNIVERSITARIA AUTONOMA DEL CAUCA


FACULTAD DE EDUCACCION
ENTRENAMIENTO DEPORTIVO
POPAYAN CAUCA COLOMBIA
2021
Doping genético
El dopaje genético está definido como el uso no terapéutico de genes, elementos genéticos
y/o células que tienen la capacidad de mejorar el rendimiento deportivo. Esto se puede
conseguir a través de la introducción y la consiguiente expresión de un transgen o bien
gracias a la modulación de la actividad de un gen existente para lograr una ventaja
fisiológica adicional
El dopaje genético consiste en el uso no terapéutico de material genético para mejorar el
rendimiento deportivo. Este tiene su origen en la terapia génica, ya que, aunque el propósito
no es el mismo, en las técnicas de dopaje genético también se transfiere material genético a
las células del organismo de destino.

Además, tratamientos de terapia génica para combatir enfermedades como la distrofia


muscular pueden ser utilizados por los atletas para mejorar su musculatura. Algunos de los
genes que por su implicación en procesos fisiológicos pueden ser utilizados para el dopaje
genético son:

EPO. La eritropoyetina es una hormona cuya función es estimular la producción de


glóbulos rojos. Actualmente el tratamiento con EPO se usa en pacientes con déficit en
glóbulos rojos mediante inyecciones semanales, pero los atletas pueden utilizar este
tratamiento para mejorar la oxigenación de los tejidos y, por tanto, su capacidad aeróbica.
IGF-1. El factor de crecimiento insulínico tipo 1 es una hormona cuyo efecto es aumentar la
hipertrofia y la potencia muscular. El tratamiento con esta hormona sería útil en pacientes
con distrofia muscular pero los deportistas podrían utilizarlo para ganar masa muscular.
MIOSTANINA. La miostatina actúa como regulador negativo del crecimiento del músculo
esquelético. Una pérdida de función del gen sería útil en pacientes con distrofia muscular,
pero, una vez más, podría ser utilizada por los deportistas para aumentar su musculatura.
VEGF. El factor de crecimiento endotelial vascular es un factor de crecimiento implicado
en la producción de vasos sanguíneos. En el año 1996 se realizó un estudio clínico en
humanos donde se demostró que la transferencia génica de un plásmido codificando para el
VEGF humano era capaz de producir angiogénesis (Isner et al., 1996). De ser utilizado este
mismo tratamiento en atletas el resultado sería una mayor oxigenación de los tejidos y, por
tanto, de la resistencia atlética.
PPARδ. La sobreexpresión de PPARδ disminuye los triglicéridos y aumenta la capacidad
oxidativa de los músculos. Se ha demostrado que la transferencia del gen PPARδ en ratones
mejora la resistencia del animal (Gaffney & Parisotto, 2007) por lo que la administración
de este gen o de algún agonista podría servir como dopaje genético.
Endorfinas. El dolor es un factor importante en la actividad deportiva. La administración de
genes productores de endorfinas y encefalinas aumentaría la tolerancia al dolor de los
atletas por lo que mejorarían su rendimiento
El dopaje genético representa un caso único en la historia del dopaje ya que por primera vez
se empezó a abordar su detección antes de que este pudiera realizarse. Las técnicas de
detección del dopaje genético se pueden diferenciar en dos grupos: los métodos directos,
que buscan la detección directa de la proteína o de DNA transgénico, y los métodos
indirectos, que se basan en los cambios fisiológicos que se puedan dar como resultado del
dopaje genético.

En lo referente a los métodos directos, por un lado, para que el dopaje genético sea
detectable a partir de la detección de la proteína transgénica, esta tiene que poder
diferenciarse de la proteína endógena. Se ha visto que en el caso de la EPO sí que se puede
diferenciar la proteína endógena producida en las células renales de la producida por
inyección de un transgén en el músculo ya que el patrón de glicosilación es diferente y
proporciona diferente carga eléctrica (Lasne et al., 2004), pero no se ha demostrado para
otras proteínas.

Por otro lado, la detección de las secuencias de DNA transgénico se realiza


mayoritariamente utilizando métodos de PCR. Se basan en el hecho de que el cDNA
utilizado en la transferencia génica no contiene intrones mientras que el DNA genómico
humano sí; por lo que se puede conseguir una amplificación (Beiter et al., 2008) o una
emisión de fluorescencia (Baoutina et al., 2010) específica para el DNA transgénico
diseñando cebadores o sondas que se unan a las uniones entre exones, respectivamente. En
la siguiente imagen vemos los resultados del primer método desarrollado por Beiter et al.
en el que son capaces de detectar una copia de cDNA de EPO en 300 ng de gDNA
https://www.medigraphic.com/pdfs/gaceta/gm-2007/gm072k.pdf
https://genotipia.com/genetica_medica_news/dopaje-genetico/

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