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Señor
René Descartes
Filósofo, matemático y físico.
Cordial saludo.
Del mismo modo sabemos que somos seres que estamos en medio de la humanidad
y la divinidad, ay algo dentro de nosotros que nos empuja hacia lo divino, lo místico, pero
que sucede con esa otra parte que siento vacía ¿será que es la responsable de mis desdichas,
la responsable que me equivoque?; usted responde que Dios me ha brindado la facultad de
distinguir entre los errores y lo verdadero, pero ¿por qué es limitado?
Señor Descartes vos crees que el ser humano, al poseer una facultad ofrecida por
Dios, ha de participar de su “perfección” de algún modo y reorienta su pensamiento e ideas
a dos causas que son las que generan errores en nosotros, “la facultad de conocer y la
facultad de elegir”, sino estoy equivocado también lo mencionas en otras palabras, como
entendimiento y voluntad. El entendimiento, sirve para llegar a ideas claras y distintas y la
voluntad ayuda a tomar decisiones sobre esas ideas. Según su reflexión, cuando nosotros
los humanos cometemos errores es porque hubo exceso de voluntad, cuando se afirma una
idea como verdadera o falsa y como tal el entendimiento no ha revelado la idea como clara.
Continuando, usted y yo sabemos que Dios es bueno, nos entrega dos facultades las
cuales confía que podamos cumplirlas y hacer buen uso de ellas, pero si erramos Dios no es
el culpable, es un error de la incapacidad humana, pero acá me viene otra pregunta ¿cómo
hacemos para frenar la voluntad si nuestra imperfección nuca nos dejara ver con claridad?
Para despedirme te doy gracias por aportarle una posible respuesta a muchas dudas
que surgen en mi joven vida; señor Descartes el mundo exterior tiene muchas ideas
confusas y como usted mismo lo dice podemos caer engañados por los sentidos o por
nuestra imaginación, espero que también pueda hacerle preguntas sobre ellas en otras cartas
que es de mi interés enviarle.
Atentamente,