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Acerca de los acordes en los instrumentos de cuerda

desde su visualización en la tastiera a la idea de Ertugrul Sevsay1

N
o resulta difícil, aún sin contar mo si tocara, sus dedos sobre el ante-
con estudios musicales, imaginar brazo derecho (que no es otra cosa que la
las diferentes maneras en las que tastiera). Pero él puede hacerlo porque
compositores y directores realizan su sabe a dónde se ubican las alturas.
trabajo. El compositor enfrentándose al Aquellos que no estamos familiarizados
pentagrama vacío en el comedor de su con la técnica de estos instrumentos, po-
casa, el director de pie frente a la or- demos disponer las distintas alturas de
questa moviendo los brazos. Sin em- cualquier bloque de sonidos en un es-
bargo, a todas las diferencias que existen quema de la tastiera, para así saber si
entre estas dos maneras tan distintas de puede realizarse o no. El esquema con-
abordar la música se contrapone una siste simplemente en un dibujo de las
realidad común fundamental. El hecho de distintas cuerdas en el que marcaremos
que a la hora de realizar su trabajo, nin- qué punto de cada cuerda deberán pisar
guno de los dos produce el sonido. los dedos del instrumentista para hacer
Esto los hace compartir algunas necesi- sonar dicho bloque.
dades. Sin duda, conocer las posibilida- Si queremos saber si el
des expresivas de los distintos instru- acorde Do-La-Fa#-Re# (Fig.
mentos es una de las más importantes. Ya 1) es posible en el violín, pri-
que el compositor tiene la responsabili- mero necesitamos saber en
Fig. 1
dad de escribir pasajes posibles y el di- qué cuerda deberá ejecutarse
rector la necesidad de conocer su difi- cada altura. Intentaremos disponerlo de
cultad. manera ordenada, asignándole la nota
Es fácil, contando con el conocimiento más grave a la IV cuerda.
teórico necesario, reconocer una nota Para ubicar las distintas alturas en
fuera de registro. Con un mínimo es- nuestro esquema de la tastiera, resulta
fuerzo pueden detectarse errores en la conveniente dividir la porción de cuerda
escritura para el arpa. Un poco más difícil que hayamos dibujado tomando como
resulta descubrir un glissando imposible unidad el semitono. De esta forma, para
en el trombón. Pero quizás distinguir ubicar el Do en la IV cuerda del violín,
entre acordes posibles e irrealizables en sumaremos a su altura original (Sol) 5
el violín, la viola o el cello, sea el pro- semitonos. Procederemos de la misma
blema más difícil para compositores y forma con el resto del acorde. Sumando a
directores que no sean también, instru- la III cuerda (Re) 7 semitonos para obte-
mentistas de cuerda. ner el La, a la II (La) 9
semitonos para obtener
1. La tastiera el Fa# y a la I (Mi) 11
Para saber si un acorde o bloque de so- para obtener el Re#.
nidos puede realizarse en un instrumento Una vez hecho esto, el
de cuerda, es necesario transformar la esquema nos permite
información que nos brinda la partitura, visualizar con claridad la
asignándole una cuerda a cada altura y posición de los distintos
visualizando la disposición de la mano dedos de la mano iz-
izquierda. quierda (Fig. 2). El
Fig. 2

Esto es lo que hace cualquier instru- acorde puede realizarse


mentista de cuerda cuando dispone, co- sin inconvenientes.

1
Compositor nacido en Turquía. Realizó sus estudios musicales superiores en la ciudad de Viena. Desde
1989 dicta clases de orquestación en la Universidad de Artes Musicales de esa misma ciudad (Universität
für Musik und darstellende Kunst Wien). En 2006, su libro Manual de Instrumentación (Handbuch der
Instrumentationspraxis) fue reconocido con el “Premio a la mejor edición” en Alemania.

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Ahora hacemos lo mismo 2. La proyección
con el bloque de sonidos La- Durante 2010, Ertugrul Sevsay dictó un
Re#-La-Re# (Fig. 3). Suma- seminario de orquestación en el Conser-
mos 2 semitonos a la IV vatorio Superior de Música “Manuel de
cuerda para obtener el La Fig. 3 Falla”. Se concentró principalmente en el
grave y 1 semitono a la III para obtener el análisis de distintos tipos de tutti y los
primer Re#. El siguiente La coincide con diferentes colores de la orquesta, aunque
la II cuerda al aire, por lo que no hará dedicó algunos minutos de su clase a ex-
falta pisarla. Finalmente vemos que el poner un método que diseñó para poder
segundo Re# no puede ser pisado en la I saber, rápidamente, si un acorde o bloque
cuerda, por estar un semitono por debajo de sonidos dado es posible en un deter-
del Mi. La distribución que presentan las minado instrumento de cuerda.
alturas del bloque en nuestro esquema La idea de Sevsay se
nos muestra que este acorde no puede basa en la relación equi-

Fig. 7
realizarse (Fig. 4). distante de 5ta justa que
Para cualquier bloque existe entre las cuerdas
de sonidos deberá te- de violines, violas y vio-
nerse en cuenta que no loncellos. Lo que pro-
pueden disponerse dos pone, es proyectar cada
alturas distintas sobre nota del bloque o acorde
una misma cuerda. Claro a estudiar en la IV cuer-
Fig. 4

que se trata de un error da del instrumento. Esto


fácil de notar mientras se consigue transpor-
asignamos las alturas a cada cuerda. En tando cada altura del
casos como este, puede no hacer falta es- bloque el número de 5tas justas descen-
quematizar la tastiera para determinar la dentes necesario como para igualar la
factibilidad del bloque. distancia que existe entre la IV cuerda y
Bloques de sonidos como aquella en la que se dispondrá dicha
Do-La-Re-Do# (Fig. 5) tam- altura (Fig. 7).
poco pueden realizarse. Si Si queremos veri-
disponemos sus distintas ficar la factibilidad
alturas en nuestro esquema del acorde Do-La-
Fig. 5
de la tastiera, veremos que Fa#-Re# (Fig. 1),
para ejecutar este bloque, el instrumen- ahora utilizando la
Fig. 8
tista debe pisar 2 cuerdas distintas a la propuesta de Sevsay,
misma altura (Fig. 6). En el violín y la proyectaremos las alturas a ejecutarse en
viola esto es posible únicamente cuando la I, II y III cuerdas sobre la IV. El La
se trata de 2 cuerdas contiguas, utili- desciende una 5ta justa (LaRe), el Fa# 2
zando el instrumentista un solo dedo 5tas (Fa#SiMi), y el Re# 3 (Re#Sol#
para pisar ambas. Este problema también Do#Fa#). De esta forma obtenemos un
puede ser detectado rá- nuevo conjunto de sonidos en el penta-
pidamente ya que se grama (Fig. 8).
manifiesta con cualquier Si este nuevo conjunto de alturas
intervalo de 9na mayor abarca un ámbito menor o igual al tri-
entre IV y II o III y I, o tono, el acorde o bloque de sonidos puede
bien cualquier intervalo realizarse en el violín. Para poder ser eje-
de 13ra mayor entre IV y cutado en la viola, su ámbito no debe
I. En el violoncello, este exceder la 4ta justa. Por ultimo, para ser
Fig. 6

tipo de bloques sí es posible en el cello debe abarcar un inter-


posible gracias al uso de valo menor o igual a una 3ra mayor.
la cejilla2. Estos últimos intervalos nos permiti-
rían asegurarnos de la factibilidad de un
bloque de sonidos dado. Por supuesto, se
2
Para el cellista es posible pisar el ancho total de trata de una norma de uso general. Algu-
la tastiera con un mismo dedo, de forma perpendi- nos instrumentistas, dependiendo del
cular a la dirección de las cuerdas.

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tamaño y la elasticidad de sus manos, Finalmente, el intervalo que separe las
podrán cubrir intervalos de mayor am- distintas alturas del conjunto de sonidos
plitud. nos permitirá conocer la relación de dis-
Además, el hecho de que una misma tancias a la que estarán sometidos los
distancia entre los dedos abarca, mien- dedos del instrumentista.
tras la mano se acerca al puente, inter-
valos cada vez más amplios, permitiría 4. La comodidad
considerar distintos ámbitos para la apli- El estudio de cualquier acorde o bloque
cación de este método en aquellos blo- de sonidos en un instrumento determi-
ques de sonidos que sean ejecutados a nado a través de la proyección de sus al-
partir de la quinta o sexta posición. Aun- turas sobre la IV cuerda nos permite sa-
que estos casos no son frecuentes en la ber, de una manera rápida, si nos encon-
orquesta. tramos ante una situación posible. Sin
embargo, tanto el compositor como el
3. La lectura director de orquesta necesitan conocer
El conjunto de sonidos que se obtiene a también, aunque sea de manera aproxi-
partir de la aplicación del método pro- mada, el nivel de su dificultad. ¿Qué tipo
puesto por Sevsay, nos brinda la misma de acordes posibles son más fáciles? ¿Qué
cantidad de información que la que pue- aspectos técnicos hacen que un bloque
de darnos una esquematización de la tas- sea incómodo?
tiera. La primera varia-
Debido a que el instrumentista siempre ble a tener en cuenta
dispondrá sus dedos de manera orde- para evaluar la difi-
nada, la altura que resulte la más grave al cultad que presenta
ser proyectada sobre la IV cuerda, siem- la ejecución de un
Fig. 10
pre despreciando aquellas que corres- bloque es la cantidad
pondan a cuerdas al aire, será pisada con de cuerdas pisadas que posee. Un acorde
el dedo índice de la mano izquierda. Esto que presenta dos cuerdas al aire es, en
nos permitirá saber en qué posición será líneas generales, de fácil de realización
ejecutado un bloque. (Fig. 10).
Tanto el conjunto Aquellos bloques
de sonidos obtenido en los que los dedos
mediante la proyec- deben saltear cuer-
ción del acorde Do- das son algo más
Fig. 9 Fig. 11
La-Fa#-Re# (Fig. 8) incómodos debido a
como del bloque Fa#-Si-Mi-La (Fig. 9) que el instrumentista debe evitar tomar
muestran como la nota más grave al Do. contacto con las cuerdas intermedias
Esto nos indica que ambos pueden reali- (Fig. 11).
zarse sobre la tercera posición. Los acordes o bloques de sonidos en los
Así como el sonido más grave de nues- que el dedo índice se ubique en la cuerda
tro conjunto nos muestra qué altura pi- más grave a pisar serán siempre más có-
sará el dedo índice, el más agudo indica modos que aquellos en los que se dé la
cuál pisará el meñique. Mayor y anular situación contraria. Esto se debe a que los
se harán cargo de las alturas intermedias bloques en los que el dedo índice pisa la
con el mismo criterio. De esta forma, ob- cuerda más aguda requieren una mayor
servando el conjunto de sonidos que ob- supinación del antebrazo.
tengamos al proyectar un bloque, podre- Sumándose a esta situa-
mos distinguir entre acordes que requie- ción ya de por sí más exi-
ran posiciones naturales y aquellos que gida la necesidad de darle
necesiten posiciones quebradas3. una mayor curvatura a los
dedos para evitar que
3
Llamaré posición natural a aquella en la que el tomen contacto con otras
instrumentista use dedos inmediatos para pisar cuerdas, evitando que
cuerdas vecinas. Una posición quebrada será resuenen (Fig. 12). Este
Fig. 12

aquella en la que dos dedos contiguos deban pisar problema no existe en los
cuerdas salteadas. acordes para los que los
3 de 5
dedos se dispongan de manera inversa, ción. El instrumentista tiende a valerse
ya que en caso de que un dedo roce otra de una leve pronación del antebrazo para
cuerda lo hará en una porción de la conseguir afinar el intervalo de 5ta justa.
misma que no participa en la producción Casos como el del bloque Fa-Si-Mi-Si
del sonido. resultarán incómodos por demandar mo-
En cuanto a las distancias que existen vimientos contradictorios. La leve prona-
entre los distintos dedos de la mano iz- ción del antebrazo con la que el instru-
quierda a la hora de armar un determi- mentista tiende a resolver la 5ta se con-
nado acorde, resultarán más cómodos trapone a la mayor
aquellos en los que exista una relación de supinación, necesaria
equilibrio. Casos como el del acorde Do- para alcanzar las altu-
La-Fa#-Re# presentan una distancia ras ubicadas en la III y Fig. 16
constante entre todos los dedos de la IV cuerdas.
mano izquierda (Fig. 2). Cuando las dis-
tancias no son equilibradas tampoco lo es 5. El repertorio
la distribución del peso en la tastiera, por Las posibilidades que presenta el uso
lo que el instrumentista deberá manipu- de acordes en los instrumentos de cuerda
lar su mano izquierda para conseguir de la orquesta son variadas.
pisar todas las cuerdas correctamente. Pasajes como el del segundo movi-
Para llevar a cabo el miento de Sherezade (letra O) en el que
bloque Fa-Si-Mi-Sol#, los primeros violines expresan el tema
en el que las distancias con triples y dobles cuerdas pueden verse
entre los dedos están con frecuencia.
en completo desequili- El uso de acordes pizzicato como
brio, el instrumentista acompañamiento también es frecuente.
se vería obligado a ar- Un ejemplo interesante es el comienzo
mar la mano izquierda del cuarto movimiento de la Música para
en tercera posición cuerdas, percusión y celesta. Consiste en
Fig. 13

para luego deslizar el una serie de acordes pizzicato muy rápi-


dedo índice hacia atrás dos que se ejecutan, por indicación de
(Fig. 13), sometiendo la Bartok, en ambos sentidos.
mano a una mayor tensión muscular y Como variante del pizzicato existe la
haciendo que sea difícil lograr que los posibilidad de hacer sonar los acordes col
dedos no interfieran con otras cuerdas. El legno. Puede tomarse como ejemplo el
bloque resulta incómodo. Esto puede segundo movimiento de Turangalila
notarse en el conjunto de sonidos que (número 9), donde Messiaen escribe un
obtenemos a través de la proyección de pasaje de acordes de 4 notas que puede
sus alturas sobre la IV ejecutarse sin necesidad de dividir la fila.
cuerda, donde también Pero los acordes
se pone de manifiesto también pueden ser
que la distancia entre útiles para construir
los dedos es siempre Fig. 14 texturas a partir de
distinta (Fig. 14). motivos rítmicos. A-
Acordes como Do-Sol-Mi-Do son posi- plicando los distintos
bles en el violín y la viola pisando el in- golpes de arco a cual-
tervalo de 5ta justa en cuerdas vecinas con quier bloque pueden
un mismo dedo (Fig. 15). Esto resulta obtenerse resultados
más fácil cuando la 5ta diversos. Podemos to-
se ubica cerca del clavi- mar como ejemplo
jero, ya que la distancia dos pasajes de En
entre dos cuerdas au- saga, poema sinfónico
menta mientras se acer- escrito por Sibelius en
can al puente. El hecho 1892. En el primero
de pisar 2 cuerdas con (Fig. 17) vemos como
Fig. 15

un mismo dedo dificulta el autor despliega un


el control de la afina- Fig. 17 arpegio ordenado. En
4 de 5
el segundo hace uso sentándose en el violín como Sol-La-Fa#-
de dos acordes (vio- Mi. Esto nos permitiría desplegar el
lines primeros y bloque en un motivo rítmico quebrado
violas) para los que similar a los escritos por Sibelius en En
se requiere una posi- saga (Fig. 22).
ción quebrada de la Siempre ha-

Fig. 22
mano izquierda (Fig. brá que tener
18). Aunque no hay en cuenta la
que dejar de tener en pérdida de in-
cuenta que, según el tensidad que implica el uso de un
método de Sevsay, el armónico en relación a la cuerda pisada.
acorde del primer En casos de acordes en los que se
ejemplo sería posible combinen las cuerdas pisadas y los
Fig. 18
solamente en el vio- armónicos deberá buscarse que estos
lín debido a que el conjunto de sonidos últimos queden a cargo del dedo índice o
obtenido mediante la proyección de sus el meñique, ya que rozar una cuerda con
alturas abarca un ámbito de tritono. Si los dedos medios cuando los externos
aplicamos la proyección a los acordes del deben pisar otras, es incómodo y difícil.
segundo ejemplo llegamos a la conclusión No hay que perder de vista que, la falta de
de que todos son posibles, aunque precisión que en una cuerda pisada da
también bastante exi- como resultado una leve desafinación, en
gidos. El de las violas el caso de un armónico puede evitar que
quizás sea el más in- se produzca la altura buscada.
Fig. 19 cómodo (Fig. 19).

T
6. La expansión arde o temprano, toda teoría
El uso de armónicos naturales permiti- muere asesinada por la expe-
ría ampliar las posibilidades expresivas riencia, dijo alguna vez Albert
de los bloques de sonidos en los instru- Einstein. Y es exactamente así. Sin im-
mentos de cuerda. portar cuánto profundicemos el análisis
A través de la construcción de acordes de distintos acordes en el papel, lo haga-
en los que la mano izquierda roce las mos a través de un esquema de la tastiera
cuerdas en vez de pisarlas, podrían obte- o valiéndonos del método propuesto por
nerse grupos de alturas con relaciones Ertugrul Sevsay, nunca podremos cono-
interválicas distintas a las que existan cer con exactitud las problemáticas técni-
entre los dedos del instrumentista. cas que implican. Lo mejor siempre será
El acorde Do-La-Mi-Do# da como re- escribir el acorde, molestar a un instru-
sultado el bloque Sol-La-Mi-Sol# (Fig. mentista y observar. ¿Cuánto tiempo
20) a través del aprovechamiento del pasa entre que el instrumentista lee y
cuarto armónico en la IV toca? ¿Cuánto tiempo le lleva posicionar
cuerda, el tercer armó- los dedos de la mano izquierda? ¿Qué
nico en la II y la III y el cara pone justo antes de tocarlo? ¿Cuál es
quinto en la I (usando el el resultado? Recién después, podemos
nodo ubicado en la 6ta escuchar lo que tiene para decirnos.
Fig. 20
mayor de la cuerda).
Combinando armónicos naturales con
cuerdas al aire y cuerdas pisadas, es
relativamente fácil generar bloques o
acordes quebrados. Rodrigo Valla
Partiendo del bloque 20114
Do-La-Mi-Fa#, apro-
vechando el cuarto ar-
Fig. 21
mónico de la IV cuer- 4
Registrado en Safe Creative. Puede distribuirse
da, obtenemos el blo- libremente aunque no se permite su uso comercial.
que La-Mi-Fa#-Sol (Fig. 21) en el que las Disponible para su descarga en:
alturas se encuentran desordenadas, pre- http://www.safecreative.org/user/Rodrigo+Valla

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