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"Era un aire suave" (Prosas profanas)

(Ensayo de Camila Juaneda, Magdalena Ferrer, Gregorio Finocchietti, Juan Gregorio Ruiz)
La consolidación del estilo de Rubén Darío se da con Prosas profanas (1896), uno de sus libros más
brillantes y vitalistas. En el poema, “Era un aire suave”, el poeta trata de alejarse de la realidad que se estaba
viviendo en ese momento y lo consigue centrándose en la estética. El poema describe a la mujer moderna, la
cual no teme buscar el amor apasionado ni ir rompiendo por el camino el corazón de los caballeros. Esta
idea está representada por la marquesa Eulalia, dama de gustos refinados que coquetea con algunos hombres
buscando ese amor que tanto desea; y mediante el harmónico ritmo que crea la música de la fiesta que
Rubén Darío describe. También se puede decir que el título hace también referencia a esta realidad.
En cuanto a la métrica, podemos decir que este poema posee una consonancia perfecta, usa rima consonante y
versos dodecasílabos.  Esta es la métrica de la segunda estrofa:
So/bre/ la/ te/rra/za/, jun/to_a/ los/ ra/ma/jes/,                              12 síl.  C
di/rí/a/se_un/ tré/mo/lo/ de/ li/ras/ e/o/lias/                                    12 síl.  D
cuan/do_a/ca/ri/cia/ban/ los/ se/do/sos/ tra/jes/,                                    12 síl.  C
so/bre_el/ ta/llo_er/gui/das/, las/ blan/cas/ mag/no/lias/.              12 síl.  D
El poema está formado por veinte estrofas, con cuarto versos cada una. Sus versos contienen doce sílabas y
rima perfecta distribuida ABAB, es decir, esta formado por veinte serventesios.

Al analizar los recursos literarios presentes en este poema, notamos la presencia de preguntas
retóricas: ¿Fue cuando la bella falda cogía con dedos de ninfas, bailando el minué (…)?,  que se presentan
en la obra como un gran duda; exclamación: ¡Amoroso pájaro que trinos exhala baja el ala (…)!, que refleja
emociones. Además, un quiasmo está presente, ríe ríe ríe la divina Eulalia (…) la divina Eulalia ríe, ríe,ríe,
al igual que el paralelismo: ¡Ay de quien sus mieles(…) ¡ Ay de quien del canto (...).
Por otro lado, el poeta ilustra y cuenta la historia tan vívidamente gracias a la ayuda de constantes
imágenes que hacen posible imaginarse las características de la mujer que lo inspira. Entre estas podemos
encontrar imágenes táctiles (“mar de terciopelo”), visuales (“blancas magnolias”),  y auditivas (“la orquesta
perlaba sus mágicas notas”).
“Era un aire suave” toca los temas de lo exótico y lo sensual al describir tan detalladamente la
hermosura y belleza de la marquesa Eulalia, un tema no importante ni representado en la corte de ese
momento. Un claro ejemplo es la comparación de ella con Venus, la cual es considerada la diosa de la
belleza y la fertilidad. En cuanto a lo exótico, se ve reflejado en el sinuoso baile de Eulalia y las
descripciones de su inmensa mansión.
En cuanto a las fuentes del poema, podemos referirnos a la romana ya que se mencionan dioses tales
como Venus, además al escultor Juan de Bolonia, el cual era un flamenco y una de sus obras más conocidas
es la mencionada en el poema, “Mercurio”. De esta manera notamos que se encuentra presente la típica
característica modernista: las referencias a la mitología grecolatina
Podemos ver que en el poema se encuentra presente una fuerte influencia del simbolismo, ya que éste
es un movimiento que utiliza el lenguaje poético para representar el conocimiento de la realidad. La relación
con este movimiento francés y el poema se debe a que el texto de Rubén Darío canta, mediante
descripciones, la situación real de una persona destacada de Francia (la marquesa Eulalia).
Analizando el poema más detalladamente podemos reconocer la  alusión hacia la belleza y  la
grandeza. El poeta canta la historia de la marquesa, la cual da un gran baile  donde el lujo abunda en exceso
y las parejas pasean al compás de la orquesta. La utilización de metáforas para describir a la dama  se asoma
a sus húmedas pupilas de estrella el alma del rubio cristal de champaña (…) dan a toda su belleza un aire
más refinado  y también, de alguna manera, pícaro ya que demuestra gran énfasis e interés en enamorar a
algún caballero, que danza disfrazado de paje. Para agregar, utiliza constantemente símbolos tales como el
color blanco (pureza) y azul (perfección) para describir a la marquesa, demostrando que es un texto típico
del modernismo.
En el poema, Rubén Darío expresa la belleza y sensualidad de la mujer que lo protagoniza a través de
diversas características del Modernismo: perfección métrica, recursos y vocabulario culto.

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