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¿DONDE ESTAMOS LOS MEDICOS?

Por: MARLON GUILLERMO BERNAL MONTAÑO, MD, ESO


Profesor Semiología Médica, Universidad del Norte y Libre
Barranquilla, 2011

La economía abierta y de mercado, dicen los que saben, pues yo soy medico, sería la mejor
herramienta para el crecimiento y el progreso del país: Pero en los países desarrollados del
mundo una de las pocas cosas que están bajo un estricto control estatal es la Salud de sus
ciudadanos, y no esta abierta a la debátales de la oferta y la demanda, por sus implicaciones
sociales, legales, medicas, de salud publica y éticas

Que nos paso en Colombia, con la apertura económica de los años noventa y sin equivocarme
con ambición mercantilista pasamos de subsidiar la demanda a subsidiar la oferta en
servicios de salud que ha llevado al estado colombiano a una sustitución de
responsabilidades en salud, educación y prestación de servicios básicos, definidos
constitucionalmente, esto debido al modelo neoliberal que ha llevado a que sean los
particulares quienes ejerzan los deberes del estado en su afán de ser un estado mínimo
regulador. Muchos de estos cambios surgieron a partir de la reforma constitucional que
tuvimos los colombianos para la misma época y hace pocos días aprobaron en el congreso
una reforma de las transferencias del gobierno central a las regiones con un recorte
importante de las misma.

Hubo un cambio estructural en la seguridad social del país, apareció la LEY 100 de 1993 y
con ella una serie de instituciones EPS, ARS, ARP, IPS, ESE, AFP en donde el termino paciente
paso a ser cliente de estas instituciones y lo peor, para algunas solo paso a ser UPC (Unidad
de pago per cápita) que tiene un costo de por si, así no se conozca, lo ideal es que se
mantenga anómino, pero que tenga un numero de identificación o sisben, porque así la UPC
no se gasta y al final más ganancia para el industrial, banquero o asegurador. Muchas de
estas EPS, ARS, ARP, IPS, ESE, AFP son sociedades anónimas por antonomasia tienen animo
de lucro.

Si la salud con animo de lucro, Hipócrates y esculapio, deben estar dando vueltas en el
olimpo y mirando a este país tercermundista y dirán “están locos”.

Hace una década quién se hubiera imaginado que en los centros comerciales hubieran
consultorios médicos y odontológicos, cuando ellos se ubicaban en edificios diseñados para
tal fin, pero claro la salud – negocio tenia que entrar en la cadena, mientras hago mis
compras, me puedo hacer chequear rápidamente dejando ganancias al centro comercial,
pero si incumplo la cita me imponen una multa equivalente al valor de la consulta, es por
eso que hoy vemos al paciente que va a la cita medica en el centro comercial en bermuda y
traje deportivo, en contraste hace una década asistir al medico era todo un ritual, el mejor
traje el mejor perfume ¡ Oh tiempos aquello!

Hablemos del medico, en este modelo sigue siendo la pieza fundamental del engranaje, que
por su formación académica holística no tuvo énfasis en formación administrativa, no sabia
de la teoría de los grandes números, ni de métodos ni tiempos, si conocía la epidemiología y
las estadísticas de las enfermedades y en el momento de la discusión de la famosa Ley y sus
reformas estaba en lo suyo atendiendo pacientes en consultorios y hospitales, mientras que
los economistas administradores ingenieros y políticos nos estaban organizando como iba ser
el nuevo modelo de trabajo medico: a destajo y por producción, pasamos de ser los
principales del negocio a los obreros del mismo.

Por la LEY eso si con una disminución sustancial del ingreso , para un profesional con 6 a 11
años de formación universitaria de dedicación exclusiva y una inversión en estudios entre 300
a 600 millones de pesos por medico que con los actuales salarios del mercado entre 1 y 3
millones, la tasa de retorno de esta inversión esta aproximadamente en 14 años SI señor 14
años para recuperar la inversión, mientras que las EPS, ARS, ARP, AFP, reportan al final de
cada ejercicio ganancias por mas de 10 a 12 dígitos, y en menos de 10 años se han
clasificado entre las 100 más grandes empresas del país.

De todas estas EPS, ARS, ARP, AFP, pocas son las que apoyan la educación continuada de
calidad y hacer un postgrado en estas instituciones es todo un drama sino imposible, pues
discuten sobre la productividad del medico Los ahorros de personal también resultan
peligrosos. Son frecuentes los reclamos por la sobrecarga en las auxiliares de enfermería;
hay casos en los que una sola debe atender simultáneamente más de 20 pacientes. Ni qué
hablar de cosas que también podrían evitarse, como los tiempos reducidos de la consulta
médica, que a veces dificultan los diagnósticos exactos; la restricción en la remisión a
especialistas, impuesta por algunas aseguradoras; la no entrega completa y oportuna de
medicamentos y la pérdida de autonomía de los médicos en su consulta ya que el medico
paso a ser el profesional que escuchaba al paciente por el tiempo que lo necesitaba a un
profesional casi obrero que tiene que cumplir una agenda de pacientes asignados de 15 a 20
minutos en la que escasamente se logra un hola, cuénteme, examinar rápidamente y chao
tómese esto.

Con este animo de la productividad pasamos a estudiar basados en la evidencia o mejor la


obediencia ciega ni pensamos ni existimos parafraseando a Kant, que para algunos es lo
mismo no hay oportunidad al discernimiento un país que se acostumbró al unanimismo tan
letal a la inteligencia y el desarrollo científico, buscando el medicamento o el procedimiento
más barato que se puedan dar a realizar, es por esto que en muchas instituciones le imponen
al medico que no recete más de tres o cuatro medicamentos genéricos y si son más de estos
el paciente debe pagar doble cuota, aunque nunca lo han hecho por escrito si ejercen
mucha presión a la libertad y autonomía del ejercicio profesional y todo por que en la
economía de costos, para que no se impacte el valor de la UPC. Pero en caso de una
equivocación si sale a relucir la “libertad”

Esta dicotomía ha impuesto un divorcio entre la ética medica y la ética corporativa, pero en
un país con mas del 15% de desempleo, la ética corporativa se impone y mas en tiempos
neoliberales de ultraderecha con visión estrecha donde impera la ganancia económica y no el
beneficio social de un acto médico acorde a los estándares.
Unido a esto la LEY 30 de educación, dio paso a la creación indiscriminada de facultades de
medicina, en menos de una década duplicamos las facultades de medicina existentes ni que
hablar de las paramedicas, que bajo la influencia de la politiquería de algunos de nuestros
congresistas han aprovechado esta norma, cada político que se respete en este país tiene
una universidad como fortín de votos para eternizarse en el poder, y para que la universidad
tenga prestigio montan un programa de medicina a si sea de garaje, pero muchas de estas
escuelas no cumplen con los requisitos legales y de calidad, para funcionar hemos llegado
hasta el punto que entramos en el mercantilismo de los postgrados y vemos que una
universidad que no tenia su primera promoción de médicos generales ya tenía 4 a 5 de
especialistas todo un record para una escuela de medicina; o la EPS que tiene su propia
facultad de medicina ¿Cómo saldrán estos médicos? , o viejas facultades de medicina que se
han quedado rezagadas y sus estudiante han sacado los más bajos puntajes en los exámenes
de competencias estatales.

Los entes rectores y reguladores no tienen una planificación en cuanto a la producción del
recurso humano especialmente de médicos y especialista, para que no saturen el mercado de
unas y haya escasez en otras, y lo que es peor disminuyendo la calidad de los que salen, pues
en su afán de lucro han aumentado los cupos de las residencias habitualmente de 1 a 4 cupos
a más de 10 para cada año de residencia.

Analicemos la situación hospitalaria que va conexa a la educación, en medicina existe una


trilogía que no se puede separar: Hospital – medico – Paciente, pero en este país que desde
la promulgación de la LEY 100, se han que quebrado o entrado en crisis financiera asistencial
el 95% de la red hospitalaria estatal, donde los principales hospitales universitarios del país
están cerrados y liquidados o en proceso de liquidación; cerrados el Hospital Universitario de
Cartagena, El Lorencita Villegas de Santos, el Hospital San Juan de Dios, y el Universitario de
Caldas, el Hospital Universitario de Barranquilla, en liquidación el Hospital González
Valencia, el Hospital Central de Santa Marta, en crisis el Hospital Universitario del Valle
Cerradas las ESEs del Instituto de los Seguros Sociales y en todas estas ciudades mínimo hay
una facultad de medicina, el panorama es gris pues los estudiantes se están desplazando a
IPS privadas donde la afluencia de pacientes es menor y en algunos casos las prácticas no son
las mejores para la formación medica universitaria de calidad ¿¿ Hacia donde vamos??.

El compromiso es inmenso, será que los profesionales que se están formando irán a manejar
de manera acorde a los estándares internacionales o los aplicados por la obediencia a un
protocolo, el bien más preciado de miles y miles de colombianos y no hay nada más
peligroso que un medico con deficiencias de formación pues sus errores tienen tres caminos,
la muerte, la discapacidad y las complicaciones que no deberían aparecer, hoy vemos
modelos de atención en las instituciones creados únicamente con el objetivo que el paciente
usuario no logre llegar a los servicios que realmente requiere, y lo peor médicos que apoyan
y esta aliados con estos modelos por el simple temor a perder su empleo como única fuente
de paupérrimo sustento en lo que se ha convertido el ejercicio profesional en nuestra sufrida
y desangrada patria, por parte de la academia, de las asociaciones científicas, del gobierno y
de una de las los mismos intermediarios del sistema debe existir un compromiso para
mejorar la educación médica y la calidad de los profesionales por ellos contratados, pues de
no hacerlo significaran muchos millones de pesos en pérdidas por la disminución de la misma
sus sitios de desempeño donde la calidad ha disminuido a niveles insospechados, lo que es
aprovechado por los mercaderes de la salud en una feroz competencia por los precios bajos
que a la larga no son tan bajos pues los jueces y algunas veces los entes de control
iluminados obligan a estas instituciones a cumplir con los estándares que debían ser una
norma, no un hecho obligado por un ente ajeno a los involucrados en el sistema; pero que
tiene el suficiente discernimiento en hacer cumplir lo que mínimo se hace en otras latitudes.
Me hago la pregunta ¿Que es más caro hacer las cosas mal y luego corregir? En mi facultad
existía una norma haga las cosas bien desde el principio y no tendrá que repetirlas ni
arrepentirse, ¿será que mis profesores estarías equivocados?

Las implicaciones legales son abrumadoras, nunca antes en Colombia los pacientes han usado
métodos legales para recibir salud unos por tutelas, otros por demandas a médicos por mala
práctica o las EPS que muchas veces terminan en la responsabilidad civil del medico pues
esta es indelegable, tanto a los jueces como los abogados y el público en general lo saben.

La contratación laboral de los médicos, ha desmejorado mucho y ha variado ya no se hace


por compromiso sino porque no hay donde trabajar, y los sitios donde hay trabajo las
jornadas laborales son extenuantes con salarios irrisorios para un profesional que tiene
acumulados entre 300 y 500 créditos académicos universitarios. Lo que dista mucho de los
años 70’ hacia 1974 un medico ganaba el equivalente a 25 salarios mínimos de la época, hoy
difícilmente se gana de 5 a 6 ¿para donde se fue la diferencia?, la generación de empleo de
calidad sin intermediación de instituciones ni las mal llamadas cooperativas de trabajo, que
lo único que hacen es quedarse con el 25% de los ingresos del trabajador medico, violando
el contrato real de trabajo hasta el punto que el principal actor del sistema no tiene
seguridad social, ni derecho a incapacitarse por enfermedad, o un justo descanso post turno
y mucho menos pensionarse, ni que decir de las vacaciones hay médicos que no las conocen,
pues estas instituciones no tienen compromiso con el trabajador sino con el contratante; ni
que decir de las instituciones que ofrecen contratos laborales con prestaciones, pero usan
estrategias mercantilista como paga con bonos, los cuales están excluidos de de las
prestaciones con el consabido desmedro de los aportes a seguridad social pensional, el
médico a la hora de pensionarse después de 25 a 30 años de servicios, se entera que su
mesada pensional será un pírrica porción de sus salarios pues cerca del 30% al 50%, lo
representaban los dichos bono o beneficios, sumado a esto muchas instituciones se abstiene
de aumentar los salarios en la misma proporción del aumento del costo de vida, por lo que el
médico ve una vez menguado su ilusión de tener un vejes digna, luego de haberse dedicado a
salvar vidas y curar enfermedades, su destino será una vejez indigna para un profesional
universitario. No es un cuento pues ya gracias a las cooperativas y políticas como estas más
de un profesional médico se ha pensionado con el salario mínimo
Lo que explica el éxodo de mano de obra calificada, con pérdida sustancial para el país,
pues al sitio donde llega este profesional, automáticamente gana el país que lo recibe, pues
no ha invertido un solo dólar para su educación, mientras que a nuestro país se le afecta la
calidad por que se van los mejores y los indicadores de horas profesionales universitarias
laboradas que son las que realmente generan riqueza para la nación en conjunto y son
fundamentales para el desarrollo.

No son solo las condiciones de seguridad, sino pensar en el ser humano en toda su dimensión,
el respeto por la vida comienza por la infraestructura para defenderla, tenemos que lograr el
salto de la salud restringida a unos manuales basados en la obediencia a una salud con leyes
y decretos que tiendan a una salud integral, donde todos los profesionales de la medicina y
de las ciencias paramédicas tengamos cabida digna, donde el animo de lucro no sea la
principal motivación, donde veamos al pobre, al desplazado, al indigente, al rico, al
profesional, al obrero, con igual oportunidad de recibir una salud integral de calidad que se
pueda mostrar porque está acorde con los estándares internacionales y nunca más se vuelva
a dar el paseo de la muerte donde una persona afectada por una enfermedad tiene que
acudir a muchas instituciones con el dolor o el sangrado acuestas por que no tiene un carné o
un asegurador quien responda. O porque el medico con fomación ética hizo lo que debía no
lo que le imponían; donde exista una verdadera red de hospitales que sean una tasita de
plata libre de la influencia politiquera de turno, la corrupción administrativa, y de la rapiña
mercantilista.

Tenemos que dar todos y poner todos pero no ver la salud simplemente como una consulta o
una cirugía, sino lograr como dice la OMS “Salud no es solo la ausencia de enfermedad sino el
completo bienestar biopsicosocial”, ello implica infraestructura en servicios públicos, la paz,
la diversidad cultural, las políticas de salud pública que realmente se han visto afectadas con
la LEY 100.

Volvamos a lo fundamental al ser humano, al respeto de sus cualidades, de su formación y


educación, al fomento del auto cuidado, de programas sanos, no podemos seguir
atropellando a la gente para servir a unos pocos o al aparato de la guerra sin sentido donde
solo mueren colombianos, esta es la tragedia nacional.

QUE HACER:

- Reestructurar el sistema de seguridad social en salud, acabar con la intermediación


del régimen subsidiado manejado por las ARS, debe ser manejado por los hospitales
y/o secretarias de salud, por ser recursos provenientes del: situado fiscal, del Fosyga
y recursos propios de los municipios con esto eliminamos un factor de corrupción y
mejoran la utilización de los recursos, mejoran la atención en riesgos profesionales
de nuestros campesinos y sub empleados al diseñar planes de acción realmente
encaminados a esta gran franja de la población trabajadora informal de Colombia.
Paños de agua tibia con la Ley 1438 de 2011, que no ataco lo estructural del
problema, mejoró en teoría algunas falencias de índole económico y estructural,
pero la integración vertical y la autonomía y libertad profesional sin animo a
equivocarme se vio más afectada pues al obligar a las intermediarias del
aseguramiento de pasar del 80% al 90% en gasto de servicios, se traducirá en más
presiones a los profesiones de la salud para mantener su nivel de ganancias a los que
venían acostumbrados.

- Creación del Colegio medico nacional obligatorio para ejercer la medicina, que tome
algunas funciones dispersas que tienen: El Ministerio de la Protección Social,
Ministerio de Educación, El ICFES, ICETEX, Consejo de seguridad Social, este ente
sería quien regule, agrupe, defienda las políticas para los médicos, que sea solidario
con el profesional de la salud pero también lo juzgue cuando se requiera, que sea el
colegio quien regule las facultades de medicina y la producción de médicos sin
planificación tanto general como especializado que estas plazas en Colombia
asignado cupos a cumplir y suplir no por ánimos mercantilistas.

- Imitar organización de los anestesiólogos y que se difunda como epidemia por las
demás especialidades médicas y no medicas

- Una red de hospitales universitarios de II, III y IV nivel, acordes a las exigencias de la
educación medica de calidad, que sea manejados por universidades o instituciones de
prestigio reconocidos.

- Acreditación institucional de calidad de las facultades de medicina existentes o


cierre para las que no cumplan los requisitos mínimos exigidos, no permitir la
apertura de nuevos programas.

- Revisión de la estructura tarifaría para médicos y el personal paramédico, no es


posible que a un medico especialista se le pague menos que a un manicurista o
estilista por un corte de cabello.
- Una participación activa y proactiva de un grupo grande de médicos al Congreso de la
republica, para realizar las reformas de fondo en el senado y la cámara de
representantes al sistema, pues existen fuerzas que no quieren ni están interesadas
en los cambios.

- Redefinir las políticas de Salud pública serias tendiente a resarcir el daño que se hizo
al dejarla en manos de particulares, que no prestaron la debida atención pues la
rentabilidad era nula.

- Retomar el Ministerio de Salud.

- Reorganizar el modelo de atención al usuario, donde no allá IPS subordinadas a las


EPS, que les imponen la posición dominante y no la calidad científica.

- Fomentar la educación medica continua de calidad tendiente a mantener el personal


medico actualizado.

- Evaluar los tipos de contratación en salud por las EPS y las IPS.

- Evaluar la contratación médica y sus derechos como trabajadores.

- Ni qué hablar de cosas que también podrían evitarse, como los tiempos reducidos de
la consulta médica, que a veces dificultan los diagnósticos exactos con la restricción
en la remisión a especialistas, impuesta por algunas aseguradoras; la no entrega
completa y oportuna de medicamentos y; no permitir la interferencia a la autonomía
y libertad médica en su consulta es decir revisar el modelo de atención.

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