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Curso de Química General

Universidad Libre Seccional Cali

MÓDULO DISOLUCIONES

Las disoluciones son materiales homogéneos formados por dos o más especies químicas que
no reaccionan entre sí; cuyos componentes se encuentran en proporción que varía entre
ciertos límites.

Fig. 1. Proceso de formación de un solución.

Toda disolución está formada por una fase dispersa llamada soluto y un medio dispersante
denominado disolvente. Una disolución puede estar formada por uno o más soluto y uno o más
disolventes. Pero en este tema nos referiremos a las soluciones binarias, es decir, aquellas que
están constituidas solo por un soluto y un disolvente.
La concentración de una solución constituye una de sus principales características. Bastantes
propiedades de las soluciones dependen exclusivamente de la concentración. Su estudio
resulta de interés tanto para la física como para la química. Algunos ejemplos de soluciones
son: agua salada, oxígeno y nitrógeno del aire, el gas carbónico en los refrescos y todas las
propiedades: color, sabor, densidad, punto de fusión y ebullición dependen de las cantidades
que pongamos de las diferentes sustancias.
La sustancia presente en mayor cantidad suele recibir el nombre de solvente, y a la de menor
cantidad se le llama soluto y es la sustancia disuelta.
El soluto puede ser un gas, un líquido o un sólido, y el solvente puede ser también un gas, un
líquido o un sólido. El agua con gas es un ejemplo de un gas (dióxido de carbono) disuelto en
un líquido (agua).
Las mezclas de gases, son soluciones. Las soluciones verdaderas se diferencian de las
soluciones coloidales y de las suspensiones en que las partículas del soluto son de tamaño
molecular, y se encuentran dispersas entre las moléculas del solvente.
Algunos metales son solubles en otros cuando están en el estado líquido y solidifican
manteniendo la mezcla de átomos. Si en esa mezcla los dos metales se pueden solidificar,
entonces serán una solución sólida.
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Clasificación de las soluciones


Por su estado de agregación, las soluciones pueden ser sólidas. En este caso tanto el soluto
como el solvente pueden estar en estado sólido. Lógicamente, la solución se prepara estando los
componentes en estado líquido y dejando que luego que se solidifique la mezcla. Ejemplos de
este tipo de soluciones, que toman el nombre propio de aleaciones, son el latón (zinc en estaño),
el acero (carbono en hierro) y otros.

Tabla 1. Tipos de soluciones teniendo en cuenta el estado del soluto y del solvente.

La mezcla homogénea de hidrógeno en paladio (gas en sólido) también produce una solución
sólida, al igual que la mezcla de mercurio en plata (líquido en sólido). Este último tipo de solución
sólida se denomina amalgama.
El tipo de solución más común es el de las soluciones líquidas, que pueden ser preparadas
agregando líquido a líquido como es el caso del alcohol en agua, sólido en líquido, como el agua
salada y, gas a líquido como las bebidas colas, en las que se disuelve gas carbónico en un jugo
saborizado.
También existen soluciones gaseosas, que se preparan mezclando gas en gas como en el caso
del aire, un mezcla en la que oxígeno y argón se disuelven en nitrógeno.
Por su concentración, las soluciones se clasifican en no saturadas, saturadas y sobresaturadas.
Las soluciones no saturadas son aquellas en donde la fase dispersa y la dispersante no están en
equilibrio a una temperatura dada; es decir, ellas pueden admitir más soluto hasta alcanzar su
estado de saturación.
Las soluciones saturadas son aquellas en las que hay un equilibrio entre la fase dispersa y el
medio dispersante, ya que a la temperatura que se tome en consideración, el solvente no es
capaz de disolver más soluto.
Una solución sobresaturada representa un tipo de disolución inestable, ya que presenta disuelto
más soluto que el permitido para la temperatura dada. Para preparar este tipo de disoluciones se
agrega soluto en exceso, a elevada temperatura y luego se enfría el sistema lentamente. Estas
soluciones son inestables, ya que al añadir un cristal muy pequeño de soluto, el exceso existente
precipita; de igual manera sucede con un cambio brusco de temperatura.
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Finalmente, por la relación que existe entre el soluto y la disolución, algunos autores clasifican
las disoluciones en diluidas y concentradas, y las concentradas se subdividen en saturadas y
sobresaturadas. Las diluidas se refieren a aquellas que poseen poca cantidad de soluto en
relación con la cantidad de disolución y las concentradas cuando poseen gran cantidad de
soluto. Esta clasificación es inconveniente debido a que no todas las sustancias se disuelven en
la misma proporción en una determinada cantidad de disolvente a una temperatura dada.
Factores que afectan la solubilidad

La solubilidad expresa la cantidad de gramos


de soluto disueltos por cada 100g de
disolvente a una determinada temperatura.
Para que una sustancia se disuelva en otra
debe existir semejanza en las polaridades de
sus moléculas. Por ejemplo el agua es un
compuesto polar, por ello disuelve con
facilidad a las sustancias polares como son
los ácidos, hidróxidos y sales inorgánicas y a
los compuestos orgánicos polares. Esta regla
no es totalitaria, ya que existen compuestos
inorgánicos altamente polares que son
insolubles en agua como son los carbonatos,
fosfatos (exceptuando a los del grupo IA y del
NH4+), los hidróxidos (exceptuando los del
grupo IA y el Ba(OH)2) y los sulfuros (exceptuando a los del grupo IA, IIA, del NH 4+) esta
situación está relacionada con el tamaño de la molécula y las fuerzas ínteriónicas.
La naturaleza del soluto y del solvente, la temperatura y la presión son los factores que afectan
la solubilidad.
LA NATURALEZA DEL SOLUTO Y DEL SOLVENTE: No existe una regla fija que permita
establecer una generalización en cuanto al fenómeno de la disolución. Cuando un soluto es
agregado en un solvente se da un proceso de difusión de las moléculas del soluto hacia el
seno de las moléculas del soluto y del solvente, lo cual ocurre sólo cuando entre las moléculas
del soluto y del solvente se establezcan fuerzas interactivas capaces de vencer las fuerzas
intermoleculares existentes en el cuerpo a dispersar. Es por ello que los solventes polares
tienden a disolver a las sustancias de polaridad semejante, aunque este proceso puede ser
interferido por la existencia de moléculas más voluminosas que las del solvente y por ende, la
existencia de fuerzas intermoleculares superiores a las que podrían establecerse entre el soluto
y el solvente
EFECTO DE LA TEMPERATURA: Generalmente un aumento de temperatura facilita el
proceso de disolución de un soluto. Lo que se explica por los siguientes hechos:
a. El calor suministrado al sistema aumenta la velocidad de difusión de las partículas del
soluto en el seno del solvente.
b. El calor suministrado es absorbido por las moléculas del soluto, debilitándose las fuerzas
intermoleculares y facilitándose el proceso de solvatación.
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Si embargo, existen casos en donde un aumento de temperatura disminuye la solubilidad,


como el caso del Ce2(SO4)3 el cual su solubilidad en agua a 0ºC es de 39,5% mientras que a
100ºC es de 2,5%.
Existe otro caso como el del cloruro de sodio, NaCl, en el cual una variación de temperatura no
altera apreciablemente la solubilidad. Otro caso muy particular es el Na2S04 el cual al aumentar
la temperatura aumenta la solubilidad hasta alcanzar un máximo, a partir de allí un incremento
de temperatura, disminuye la solubilidad. Este comportamiento se debe a que a cierta
temperatura los cristales de la sal se hidratan provocando un descenso en la solubilidad.
El proceso de disolución de una sustancia puede ser endotérmico ó exotérmico. Un aumento
de temperatura favorece la disolución en los procesos endotérmicos; y una disminución de
temperatura favorece la disolución en los procesos exotérmicos.
EFECTO DE LA PRESION: Este es un factor que tiene efecto apreciable en la solubilidad de
gases. Experimentalmente se ha comprobado que la solubilidad del gas es directamente
proporcional a las presiones aplicadas.
Proceso de formación de soluciones
Para entender el proceso de formación de una disolución se debe tomar en cuenta el tipo de
fuerzas intermoleculares existentes tanto en el soluto como en el solvente. Estas fuerzas
pueden ser fuerzas de Van der Waals, interacciones dipolo-dipolo, Fuerzas ínteriónicas y/o
puentes de hidrógeno.
Las fuerzas de Van der Waals la presentan los compuestos no polares. Por eso, si el soluto es
no polar y el solvente también se cumple el principio que "lo semejante disuelve a lo semejante".
Esta interacción se establece generalmente entre sustancias orgánicas.
Las interacciones dipolo-dipolo la presentan las moléculas polares. Las fuerzas dipolo-dipolo
pueden ser dipolo permanente-dipolo permanente (fuerzas de Keeson), dipolo permanente-
dipolo inducido (fuerzas de Debye) o dipolo inducido-dipolo inducido (Fuerzas de London).
Un solvente polar disuelve a compuestos polares, y a los compuestos iónicos. Las sustancias
no polares al entrar en contacto con las moléculas de un solvente no polar, si el choque de las
moléculas es lo suficientemente fuerte para vencer las fuerzas intermoleculares (fuerzas de
Van der Waals), la sustancia se disuelve, de lo contrario no ocurre la disolución. La estabilidad
del sistema se alcanza debido a que las fuerzas de Van der Waals se establecerá entre
moléculas del soluto y del solvente.
Cuando el solvente es polar y el soluto es polar o iónico se establece una atracción
electrostática entre las moléculas del soluto y del solvente, orientándose el polo positivo de la
molécula del solvente hacia el negativo de la molécula del soluto.
Formas de expresar la concentración de las soluciones
La concentración expresa la proporción en que se encuentra el soluto en relación con la totalidad
de la disolución, y la misma se indica mediante unidades físicas y químicas.
PORCENTAJE EN PESO, %(p/p). Expresa la cantidad de gramos de soluto que existe por
cada 100 gramos de disolución:
𝑝 𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜
%( ⁄𝑝) = × 100
𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑐𝑖ó𝑛
La masa de solución es la sumatoria de las masas de soluto y disolvente.
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Si nos dicen que una solución acuosa está al 5% en peso de NaCl, esto quiere decir que hay 5
gramos de NaCl por cada 100 gramos de solución, es decir que para prepararla se utilizó una
masa de 5 gramos de NaCl, la cual se adicionó a 95 gramos de agua.
PORCENTAJE EN VOLUMEN, %(v/v). Expresa el volumen, en mL, de soluto que existe por
cada 100 mililitros de disolución:
𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜
%(𝑣⁄𝑣 ) = × 100
𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑐𝑖ó𝑛
Los volúmenes también pueden estar dados en otras unidades diferentes a mL, lo importante
es que tanto las unidades de volumen de soluto como el de disolución sean las mismas.
Por último, los volúmenes en las soluciones no son aditivos, es decir, el volumen de la solución
no es la sumatoria de los volúmenes de soluto y disolvente.
PORCENTAJE EN PESO-VOLUMEN, %(p/v). Expresa la cantidad de gramos de soluto que
existe por cada 100 mililitros de disolución:
𝑝 𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜
%( ⁄𝑣) = × 100
𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑐𝑖ó𝑛
MOLARIDAD, M. Expresa la cantidad de soluto, en moles, por cada litro de disolución:
𝑚𝑜𝑙 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜 𝑔𝑟𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜
𝑀= =
𝐿𝑖𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑐𝑖ó𝑛 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑓ó𝑟𝑚𝑢𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜 × 𝐿𝑖𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑐𝑖ó𝑛
Si nos dicen que una solución acuosa de Ca(OH)2 es 0.4 M (se lee 0.4 molar), quiere decir que
hay 0.4 moles de Ca(OH)2 por cada litro (1000 mL) de solución. La forma de prepararla es
pesar 29.6 g de Ca(OH)2, equivalentes a 0.4 moles (el peso fórmula del Ca(OH)2 es 74 g/mol),
verter esta masa en un recipiente, disolverla en una pequeña cantidad de agua y luego agregar
más agua hasta completar 1000 mL.
MOLALIDAD, m. Expresa la cantidad de soluto, en moles, por cada kg de disolvente:
𝑚𝑜𝑙 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜 𝑔𝑟𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜
𝑚= =
𝑘𝑖𝑙𝑜𝑔𝑟𝑎𝑚𝑜 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑠𝑜𝑙𝑣𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑓ó𝑟𝑚𝑢𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜 × 𝑘𝑖𝑙𝑜𝑔𝑟𝑎𝑚𝑜 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑠𝑜𝑙𝑣𝑒𝑛𝑡𝑒
Este tipo de concentración es importante para el análisis que se hará más adelante de dos de
las cuatro propiedades coligativas de las soluciones.
FRACCIÓN MOLAR, Xi. Expresa la cantidad del componente i (soluto o disolvente) por la
cantidad en moles de solución (sumatoria de moles de todos los componentes).
Sea una solución preparada con a moles de A en b moles de B; las fracciones molares de A y
B son:
𝑚𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐴 𝑚𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐵
𝑋𝐴 = ; 𝑋𝐵 =
𝑚𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐴 + 𝑚𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐵 𝑚𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐴 + 𝑚𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐵
La fracción molar de los componentes de una solución son adimensionales (no tienen
unidades).
La sumatoria de las fracciones molares de los componentes de una solución siempre es igual a
la unidad:

∑ 𝑋𝑖 = 1
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En el caso de la solución antes mencionada, XA + XB = 1


NORMALIDAD, N. Expresa el número de equivalentes-gramo de soluto por litro de disolución.
El número de equivalentes-gramo de una sustancia se define como el cociente entre la masa y
el peso equivalente de la misma. A su vez, el peso equivalente es el cociente entre el peso
fórmula y un factor x que depende de la naturaleza de la sustancia:
⋕ 𝑒𝑞 − 𝑔 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜 𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜 × 𝑓𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟 𝑥 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜
𝑁= =
𝐿𝑖𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑐𝑖ó𝑛 𝑃. 𝐹. 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑡𝑜 × 𝐿𝑖𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑢𝑐𝑖ó𝑛
Para ácidos, el factor x es igual número de iones H+ en el ácido (en HCl es 1 y en H2SO4 es 2);
para bases, el factor x es igual al número de iones OH − en el hidróxido (en NaOH es 1 y en
Al(OH)3 es 3) y, para sales, el factor x es igual al valor absoluto del producto del número de
aniones por la carga del anión de la sal (en NaBr es 1 y en Al2(SO4)3 es 6).
PROPIEDADES COLIGATIVAS
En química, se llaman propiedades coligativas a aquellas propiedades de una solución que
dependen únicamente de la concentración y no de la naturaleza o tipo de soluto. Están
estrechamente relacionadas con la presión de vapor, que es la presión que ejerce la fase de
vapor sobre la fase líquida, cuando el líquido se encuentra en un recipiente cerrado.
La presión de vapor depende del solvente y de la temperatura a la cual sea medida (a mayor
temperatura, mayor presión de vapor). Se mide cuando el sistema llega al equilibrio dinámico,
es decir, cuando la cantidad de moléculas de vapor que vuelven a la fase líquida es igual a las
moléculas que se transforman en vapor.
Las propiedades coligativas son cuatro: el descenso de la presión de vapor, el incremento del
punto de ebullición, la disminución del punto de congelación y la presión osmótica.
DESCENSO DE LA PRESIÓN DE VAPOR
Cuando se prepara una solución con un disolvente puro y un soluto no volátil (que se
transformará en vapor) y se mide su presión, al compararla con la presión de vapor de su
solvente puro (medidas a la misma temperatura) se observa que la de la solución es menor que
la del solvente. Esto es consecuencia de la presencia del soluto no volátil.
A su vez, cuando se comparan las presiones de vapor de dos soluciones de igual composición
y diferente concentración, aquella solución más concentrada tiene menor presión de vapor. El
descenso de ésta se produce por dos razones: por probabilidad, pues es menos probable que
existan moléculas de disolvente en el límite de cambio, y
por cohesión, pues las moléculas de soluto atraen a las
de disolvente por lo que cuesta más el cambio.
La Ley de Raoult establece que la relación entre la
presión de vapor de cada componente en una solución
ideal es dependiente de la presión de vapor de cada
componente individual y de la fracción molar de cada
componente en la solución. De acuerdo con esta ley, la
presión parcial de un disolvente sobre una disolución P1
está dada por la presión de vapor del disolvente puro P o1,
multiplicada por la fracción molar del disolvente en la
disolución X1:
𝑃1 = 𝑋1 𝑃1𝑜
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Es decir que la presión de vapor del soluto crece linealmente con su fracción molar. En una
solución que sólo contenga soluto, se tiene que X1 = 1− X2, donde X2 es la fracción molar del
soluto, pudiendo escribir la formulación de la ley como:
𝑃1 = (1 − 𝑋2 )𝑃1𝑜
𝑃1𝑜 − 𝑃1 = ∆𝑃 = 𝑋2 𝑃1𝑜
Se puede ver de esta forma que una disminución en la presión de vapor, ΔP es directamente
proporcional a la concentración del soluto presente.
INCREMENTO DEL PUNTO DE EBULLICIÓN
Al agregar moléculas o iones a un solvente puro la temperatura en el que éste entra en
ebullición es más alto. Por ejemplo, el agua pura a presión atmosférica hierve a 100°C, pero si
se disuelve algo en ella el punto de ebullición sube algunos grados centígrados.
∆𝑡𝑏 = 𝐾𝑏 𝑚
donde m es la molalidad de la solución, Kb es la constante ebulloscópica o constante del
incremento del punto de ebullición y tb es el aumento del punto de ebullición.
∆𝑡𝑏 = 𝑡 − 𝑡 𝑜
t es el punto de ebullición de la solución y tº es el punto de ebullición del disolvente puro.
Cuando un mol de una sal se disuelve en solución,
el efecto del aumento del punto de ebullición es
aún mayor, pues la sal hará un efecto tal que será
el total de las partes que se disuelven. Por
ejemplo, el NaCl será disuelto en un mol de sodio
y un mol de cloro, un total de dos moles en
solución.
El punto de ebullición es la temperatura a la cual la
presión de vapor de un solvente o solución iguala
la presión externa y comienza a observarse las moléculas de líquido transformarse en gas. Por
ejemplo, a presión externa de 1 atm, el agua hierve a 100°C, mientras que para una solución
acuosa de algo a 100°C las presiones externas y de vapor no se han igualado y por ende no se
observa el cambio a estado gaseoso. Cuando la presión de vapor iguale la presión externa la
temperatura de la solución será mayor que 100°C y, consecuentemente, se comprueba que su
punto de ebullición es, efectivamente, mayor que el punto de ebullición de su solvente puro
(agua) medido a una misma presión externa.
DESCENSO DEL PUNTO DE CONGELACIÓN
El soluto obstaculiza la formación de cristales sólidos, por ejemplo el líquido refrigerante de los
motores de los automóviles tiene una base de agua pura a presión atmosférica se congelaría a
0°C dentro de las tuberías y no resultaría útil en lugares fríos. Para evitarlo se le agregan
ciertas sustancias químicas que hacen descender su punto de congelación.
∆𝑡𝑐 = 𝐾𝑐 𝑚
donde m es la molalidad de la solución, Kc es la constante crioscópica o constante de la
disminución del punto de congelación y tc es la disminución del punto de congelación.
∆𝑡𝑐 = 𝑡 𝑜 − 𝑡
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t es el punto de ebullición de la solución y tº es el punto de congelación del disolvente puro.


Para enfriar algo rápidamente se hace una mezcla de hielo con sal o, si tiene precaución,
alcohol. El punto de congelación bajará y el hielo se derretirá rápidamente. Pese a aparentar
haberse perdido el frío, la mezcla formada estará en realidad a unos cuantos grados bajo cero
y será mucho más efectiva para enfriar que los cubos de hielo sólidos. Es una consecuencia
del descenso de la presión de vapor.
El punto de congelación es la temperatura a la cual un líquido comienza a congelarse. Su valor
coincide con el punto de fusión (cambio opuesto, pero en lugar de entregar energía para
congelarse, el sistema recibe energía para fundirse y volverse líquido). Para una solución se
confirma que su punto de congelación es menor que el de su solvente puro. Por ejemplo, el
agua se congela a partir de los 0°C, mientras que una solución formada por agua y sal se
congelará a menor temperatura (de ahí que se utilice sal para fundir nieve).
PRESIÓN OSMÓTICA
La ósmosis es la tendencia que tienen los solventes a ir desde zonas de menor hacia zonas de
mayor concentración de partículas. El efecto puede pensarse como una tendencia de los
solventes a "diluir". Es el pasaje espontáneo de solvente desde una solución más diluida hacia
una solución más concentrada, cuando se hallan separadas por una membrana semipermeable.
𝑛𝑅𝑇
Π= = 𝑀𝑅𝑇
𝑉
donde n es el número de moles de soluto en la solución, R es la constante universal de los
gases (R = 0.082 atm L/mol K), T es la temperatura en K, V es el volumen de la solución y M la
concentración molar (M = n/V).
El experimento más típico para observar el fenómeno de
ósmosis es el siguiente:
Se colocan dos soluciones con distinta concentración
(por ejemplo, una consta de agua con sal común o
azúcar y la otra de agua sola).
Ambas soluciones se ponen en contacto a través de una
membrana semipermeable que permite el movimiento
del agua a través de ella, es decir, que permite que el
solvente pase y las partículas no. El papel celofán suele
funcionar, pero debe ser verdadero papel celofán y no
sus sustitutos.
Al cabo de un tiempo se podrá observar que el solvente ha pasado de la solución diluida hacia
la solución concentrada y los niveles de líquido han cambiado.
Las membranas celulares son semipermeables. La observación al microscopio de células que
previamente han estado sumergidas en soluciones de sal común o azúcar, permite constatar el
efecto de la entrada de agua (turgencia) o la pérdida de agua (plasmólisis) en función de que el
medio exterior sea hipertónico o hipotónico respecto al medio interno celular.

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