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Dr. 1\ilio Velásquez, (Director), Dr. César Reynafarje, Dr. Baltazar Reynafarje,
Dr. Emilio Picón Reáteguí, Dr. José Ramos Ramírez, Dr. Raúl Gamboa, Dr. José
Faura, Dr. Emilio Marticorena, Dr. César Martínez, Dra. Fanny Yen Mu, Dr. César
Vásquez, Dr. Fausto Garmendia, Dr. Julio Macedo, Dr. José Severino, Bióloga Elvira
O. De Valdivia, Dra. Q.F. Luz O. De Bardales, Q.F. Doris v. De Izquierdo, Bióloga
Elizabeth Oré, Dr. Germán Anduaga M., Biólogo Antonio Curaca.
E n 1947 el INBA, amplía sus laboratorios a Morococha 4 540 msnm en los
Andes Centrales del país. E l binomio Lima (nivel del mar) y Morococha (altura
4 540 msnm), actualmente a sólo 2 horas por buena carretera, constituyeron -
como hasta hoy- un privilegio para la investigación de altura, dado que este cerca-
no enlace entre el nivel del mar y la altura otorga al INBA toda versatilidad para
cualquier abordaje de investigación en altura natural y/o simulada. Ambos labora-
torios cuentan con cámara hipobárica multiplaza. E l INBA había crecido acelera-
damente y sus investigadores fueron convirtiéndose en verdaderos paladines en
sus respectivas especialidades: cardiología, neumología, hematología, endocrino-
logía, bioquímica, patología, etc. fueron las disciplinas que más se cultivaron con-
tribuyendo a un mejor conocimiento del hombre en las m o n t a ñ a s y proyectándolo
a la cercana exploración aeronáutica que luego incursionaría a la espacial.
E R I T R O C I T O S I S Y ALTURA
E l profesor Monge era un convencido de que el hombre andino era un indivi-
duo adecuadamente adaptado a la altura. S u rendimiento al esfuerzo físico
enfatizaba ser más eficiente que su contraparte del llano. E l prof. Hurtado compartía
esta visión.
Existía, sin embargo, una situación patológica, en algunos individuos de al-
tura y/o residiendo en ella: la presencia de Eritrocitosis que algunos padecían.
Presentada, en Francia, en 1929 por el prof. Monge Medrano, la interpreta un pres-
MEDICINA DE MONTAÑA 849
E F E C T O MULTIPLICADOR D E L INBA
El profesor Monge Medrano no sólo estimuló el crecimiento del INBA. Otros
grupos se organizaron, siguiendo su ejemplo:
CIMA
En 1966 (24-02) la red hospitalaria más extensa en Perú asentada en localida-
des interconectadas en el centro del país y correspondientes a la División Médica
de Cerro de Pasco Corporation e integrada por 9 hospitales ubicados entre 2 300 y
4 780 msnm, apoya la iniciativa de sus médicos para organizar un Centro de Inves-
tigaciones Médicas de la Altura, CIMA, con base en el Hospital General de Chulee-
La Oroya, 3 370 msnm (dicha red inició sus operaciones en 1918 cubriendo una
población dependiente de más de 100 000 personas).
Este Centro de Investigaciones se perfilaría como lo m á s cercano a la filosofía
del prof. Monge, desde que concebido por clínicos como él - s i n su brillantez-
constituyeron sin duda el conjunto de médicos de la mayor envergadura en los
Andes Centrales del país. Esto es, definiendo una clara escuela de investigación
clínica más allá de los laboratorios del nivel del mar, movilizados a la altura, sea
con investigadores nacionales o foráneos. L a investigación de altura - s e g ú n el
C I M A - había que vivirla, respirarla, aspirarla y sentirse lo más cercano a ella. E l
CIMA dio prestigio a Chulee, al país, dentro y fuera de él. E n 1968 organizó las
Primeras Jornadas de Medicina y Patología de la altura en L a Oroya (3 730 msnm),
que por su configuración fue un congreso internacional. Estos eventos se consoli-
daron sucesivamente hasta llegar al V I Certamen en 1995. E l C I M A organizó hasta
1995 el mayor n ú m e r o de Congresos de Medicina de Altura que sus similares. La
red hospitalaria referida pasó a ser más tarde propiedad de la Empresa Centromín
Perú S. A. en 1974 (1-01) y finalmente a Doe Run en 1997 (23.X). E l CIMA conti-
n ú a allí. A través de los años ha estado vinculado a la Universidad Nacional Ma-
yor de San Marcos. Instituto Nacional de Biología Andina.
ALTIPLANO - PUNO
Debemos mencionar la perseverancia de los doctores David Frisancho e hijo
(Oscar) en el estudio del Dolicomegacolon (médico / quirúrgico) y particularmente
en sus posibles mecanismos etiopatogénicos.
HOLAP
E l Hospital Las Palmas de la Fuerza Aérea del Perú (HOLAP), dentro de su
estructura de Medicina Aeronmilica - y que no es precisamente motivo de eslc
manuscrito- tiene un brazo de Medicina de Montaña desde 1989 y que sumando
esfuerzos con el INBA persigue el desarrollo de Programas de Prevención y Reha-
bilitación Coronaria con Hipoxia Simulada así como de Entrenamiento Deportivo.
Exploran asimismo áreas Dermatológicas y de Inmunología. Ligados al H O L A P se
encuentran los siguientes Drs:
852 EMILIO A. MA R TICO REN A PiMENTEL
Coronarios - Montañistas
El Club (IR andinismo Médico-La Oroya ( 3 7 3 0 msnm) fundado en 1984, por
pacientes coronarios infartados, operados o no, aglutina actualmente entre sus
socios a coronarios tanto como a saludables, estimulando a unos y a otros a "des-
cubrir" los efectos benéficos que la altura puede brindar para su recuperación, por
lo cual utilizan el slogan "La altura cuida tu corazón". Constituye posiblemente un
único Club en el mundo gestado por portadores de cardiopatía isquémica coronaria
organizados para practicar montañismo de gran altitud. Suman alrededor de dos-
cientos socios.
1. DEFINICIÓN
La NEUROPSICOLOGÍA es la disciplina que estudia la mente, las conductas y
comportamientos de los seres vivos, incluyendo al ser humano, con técnicas basa-
das en metodología psicológica, y con fundamentos analíticos e interpretativos,
neuroanatómicos, neurofisiológicos y, preferencialmente, neuropatológicos, que
siguen leyes, principios del sistema nervioso preferencialmente encefálicos.
Existe, en consecuencia, una Neuropsicohgía Animal y otraHumona. E n esta
última se reconoce a la Neuropsiculogía Médica con las siguientes variedades:
Neuropsicología Pediátrica (incluyendo pubertad y adolescencia), Neuropsicología
del Adulto y Neuropsicología Geriátrica. Se reconoce igualmente la división por
procesos funcionales, es decir: Neuropsicología del Lenguaje, Neuropsicología del
Gesto (Praxias), Neuropsicología del Reconocimiento (gnosias), Neuropsicología
de la Memoria, del Aprendizaje, de los Procesos Cognoscíticos, de la Afectividad,
de la Sexualidad, del Esquema Corporal, de la Creatividad y de la Personalidad.
También se tiende a separar a la Neuropsicología según el género sexual estudia-
do, hay abundantes trabajos que consolidan la posibilidad de clasificar a la
Neuropsicología según la entidad nosográfíca evaluada: Neuropsicología de la De-
presión, de la Demencia, de la Inatención, de la Amnesia, de la Esquizofrenia, etc.
Dentro del campo médico, esta subespecialidad es practicada fundamental-
mente en la Neurología, Psiquiatría, Pediatría, Geriatría y Fisiatría. S u proyección
futura la sitúa como el cemento reintegrador de la Neuropsiquiatría.
2. LA NEUROPSICOLOGÍA E N E L MUNDO
La preocupación por concordar conductas, comportamientos y funciones
mentales con el sistema nervioso y, fundamentalmente, con el encéfalo, es muy
antigua. E l hecho está referido en el papiro egipcio llamado "Papiro de E d w i n
Smith", descifrado por James Breasted y que probablemente fue escrito 17 siglos
antes de Cristo con rasgos jeroglíficos que caracterizan a una copia de un texto
anterior, correspondiente al Antiguo Imperio, redactado tres mil años antes de
Cristo. J. SOURY [Systeme Nerveux Central, París, 1890) ha recordado que Alcmeon
de Crotona ha sido uno de los primeros en localizar claramente en el cerebro acti-
vidades como las sensaciones, las percepciones y el pensamiento, y pareciera que
fue en este anatomista y fisiólogo que pensó Platón cuando, en su obra Fedón,
856 ART1D0R0 CÁCERES VELÁSQUEZ
Sócrates pregunta con ironía "si es la sangre que hace al pensamiento, o tal vez el
aire, o el fuego, o si no es ninguna de estas sustancias sino el cerebro el que nos
procura las sensaciones del oído, de la vista, del olfato y si de memoria, pensa-
miento y mente en reposo nace la ciencia". Así pues, desde hace miles de años,
creció progresivamente la preocupación por enlazar cerebro y mente. En el cami-
no están figuras notables que reforzaron este concepto, así como es necesario tam-
bién recordar la equivocada creencia de Aristóteles de negar tal relación. Hipócrates
atribuyó a una lesión en el cerebro las convulsiones de! lado opuesto del cuerpo,
eso que hoy se conoce como "epilepsia Jacksoniana". En el siglo IV de nuestra era,
Poseidonius, siguiendo una propuesta de Galeno, se esforzó en relacionar siempre
a una lesión, más o menos limitada del encéfalo, "los trastornos del movimiento,
de la sensibilidad o de las facultades mentales", localizando en la región anterior
del cerebro (lóbulos frontales) las actividades imaginativas; en el ventrículo me-
dio a la razón y en la parte posterior del cerebro (lóbulos occipitales), la memoria.
Hasta San Agustín (354-430), padre de la Iglesia Católica y obispo de Hipona, hijo
de Santa Mónica y autor de sus Confesiones, La Ciudad de Dios y el Tratado de la
Gracia, dividió los hemisferios cerebrales en tres vastas regiones, reconociendo
que en la parte anterior (oral) se procesaban las funciones sensitivas, en la poste-
rior (cervical), las motrices y, en la región media, la memoria. Sólo recordaré la
importante opinión de Rene Descartes (1596-1650) sobre el trabajo cerebral y par-
ticularmente de la glándula pineal o conarium en las actividades mentales.
Pero todas estas eran opiniones sin demostración efectiva, sin método analí-
tico científico, sin relación puntual entre una función mental y una determinada
región encefálica que estableciera, en términos casi experimentales, indiscutibles
y repetibles, esta relación. Por eso es que se considera a Paul Broca como el padre
o creador de la Neuropsicología, por haber sido él, sin discusión, el que demostra-
ra en 1861 que una lesión en el pie de la tercera circunvolución cerebral frontal
izquierda, era la responsable de la pérdida del lenguaje expresivo conocida hoy
con el término de afasia y a la que él denominó Afemia. Aunque Broca no utilizó
el término "neuropsicología", su demostración y su descubrimiento en el cerebro
del paciente Leborgne, llamado "Monsieur tin tin" le da el merecimiento de tal
paternidad.
La Neuropsicología se desarrolló en rapidez uniformemente acelerada, desde
Francia primero, Alemania e Inglaterra después, durante los últimos años del siglo
XIX, y los primeros del siglo XX. Los nombres de Wernicke, Dejerine, Pierre, Marie,
Foix, Trousseau, Babinski, Freud, Liepman, Head y muchos otros, son suficiente-
mente conocidos y apreciados por los especialistas. Después y con mucho éxito se
agregaron otros nombres y otros países: Alajovanine, Jean y Francois Lhermitte,
Hecaen, Luria, Ajuriaguera, Benton, Geschwind, Critchley, Conrad, Penfield,
Pribram, Sperry y muchos otros más que harían extremadamente larga la lista,
aunque meritoriamente reconocida. Los centros de investigación se extendieron
por todo el mundo y los servicios hospitalarios asistenciales, tanto clínicos como
quirúrgicos y de rehabilitación, crecieron por lo menos en las principales capita-
les y centros académicos.
NEUROPSiCOLOGÍA 857
3. L A NEUROPSICOLOGÍA E N LATINOAMÉRICA
Sin ninguna duda y hasta nuevas investigaciones, la Neuropsicología en
Latinoamérica comenzó en el Perú. En el próximo item referiremos con más deta-
lle lo concerniente a este hecho; mientras tanto, señalaré los principales aconteci-
mientos ocurridos en este lado del mundo, fundamentalmente desarrollados du-
rante el siglo XX.
Los principales países en los que se desarrolló la Neuropsicología fueron
Perú, Uruguay, Argentina, México, Chile, Colombia, Brasil y, últimamente, Hon-
duras, Cuba y Bolivia. No tengo conocimiento de atención clínica, investigatoria,
docente o asistencial en otros países. Los nombre de C. Mendilaharsu, Hernández
Peon, Azcoaga, T. Gonzáles, Velazco Suárez, Quiróz, E Dalmas, A. Ardilla, Cairo,
Ostrosky, Pineda, Donoso, Mattos-Pimenta, Condemarin, Roselli y otros más, han
aparecido en muy numerosos trabajos en variadas revistas y abundantes libros
1
que han ido diseñando el perfil de la neuropsicología latinoamericana y que con
cluyeron con la formación de la Sociedad Latinoamérica de Neuropsicología, fun-
dada en Buenos Aires el 22 de junio de 1989 en ocasión del 1er. Congreso Latino-
americano de Neuropsicología. Según V Feld, de la Argentina, la primera "escue-
la de la neuropsicología" en Sudamérica se habría fundado alrededor de los años
cincuenta. Según refiere este psicólogo, en un informe para INS-NET [N° 2) de la
International Neuropsychological Society, "el 18 de agosto de 1958, Célica y Car-
los Mendilaharsu reunieron en su servicio asistencial del Instituto Neurológico,
que dirigía el Profesor Román Arana, lo que podría considerarse el primer grupo
de pacientes portadores de trastornos del lenguaje". Sólo para fines de referencia
histórica debo señalar que tuve el honor de conocer tanto al Profesor Arana como
al doctor Mendilaharsu, en Montevideo y en Lima, y que, subrayando la importan-
te dedicación que ellos pusieron a la Neuropsicología, mi memoria y mi revisión
de la literatura no me permiten confirmar que hubiera existido, ni en Uruguay ni
en ningún otro país de Latinoamérica, un "centro especializado en trastornos del
lenguaje", antes de 1970. El término mismo de "neuropsicología" no circulaba en
Latinoamérica con la precisión con que hoy lo usamos. Asimismo, en la Argenti-
na, B. de Quiróz no utilizó este término en sus artículos, libros, clases o conferen-
cias, como lo plantea y lo quiere Feld. E l Dr. de Quiróz, gran promotor del conoci-
miento, tanto diagnóstico como terapéutico, de los trastornos del lenguaje y del
aprendizaje, prefirió la órbita foniátrica y "fonoaudiológica" utilizando en sus años
últimos de producción bibliográfica el término "Psicofoniatría" o
"Neuropsicofoniatría" y dándole a los contenidos de sus trabajos una importante
predominancia pedagógica y pediátrica más que afasiológica, neuropsiquiátrica.
Pero también, en honor a la verdad, deberé recordar que J. O. Trelles llegó de
Francia al Perú en marzo de 1935 y desde mayo de ese año se entrega, con toda su
energía, a transformar el entonces "Refugio de Incurables", más adelante, Hospital
Neurológico Santo Toribio de Mogrovejo, y hoy Instituto de Neurociencias, en
Lima. Y su primer colaborador fue Mario Méndez, fisiatra, que fundó en ese hospi-
tal el primer centro de rehabilitación en el que, desde 1938, dedicó atención pre-
ferencia! a los enfermos afásicos.
858 ARTIDORO CÁCERES VELASQUEZ
L A NEUROPSICOLOGÍA E N E L PERÚ
- Lo que antecede me permite ingresar a la revisión de lo que ha sido el desa-
rrollo de la Neuropsicología en nuestra patria, durante el siglo XX. Cuando traba-
jaba mi tesis de Bachiller en Medicina, en el Hospital Santo Toribio de Mogrovejo,
por consejo del Maestro Trelles, Director del Hospital y Profesor Principal de la
Cátedra de Neurología de la Facultad de Medicina San Fernando de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, estudiaba las relaciones entre síntomas
conductuales, alteraciones en la palabra y del lenguaje, tanto hablado como escri-
to, inteligencia, memoria, afectividad, praxias y gnosias, de los enfermos con sín-
drome de Parkinson y las posibles lesiones corticocerebrales en los lóbulos de
ambos hemisferios. En esos tiempos de los primeros años sesenta, una ola de agita-
ción estudiantil invadía los claustros universitarios, y a ese carro subversivo se
subieron -o treparon- varios profesores, entre los cuales muchos eran pescadores
de río revuelto. Dos de ellos, muy pronto, después de esa renuncia masiva del
cuerpo docente Sanfernandino que luego crearía la Universidad Cayetano Heredia,
afirmaban públicamente, en mítines, arengas y panfletos, que en San Fernando
"nunca se había hecho una enseñanza cabal de la neurología" y que, "desde la
neuroanatomía, pasando por la fisiología y la semiología, jamás se hizo otra cosa
que dar a los alumnos copia flagrante de lo extranjero, especialmente francés, con
desdén aristocrático y majadería feudal". En esas circunstancias y con la vehe-
mencia juvenil llegué a convencer al profesor Trelles de que yo había tomado la
decisión de cambiar el sujeto de mi tesis. Después de la protesta paternal y justa,
aceptó la convulsiva actitud, no sin antes prevenirme de que corría el altísimo
riesgo de que esos mismos profesores acusadores pudieran ser miembros del jura-
do calificador, cosa que ocurrió exactamente. El título: "Las Disciplinas Neurológicas
en la Facultad de Medicina". No voy a referir esa tormentosa y torturadora etapa
de mi vida; será para otra ocasión, cuando el recuerdo, fermentado y metabolizado,
alambique lo más constructivo de esa experiencia. Sólo diré que esa ocasión me
permitió descubrir que fue en el Perú donde se produjeron los primeros trabajos
de Latinoamérica con contenido neuropsicológico. Este hecho ha sido reconocido
después por otros investigadores no peruanos, entre los que está Alfredo Ardila,
quien publicó en 1990 lo que creo es la primera referencia bibliográfica de la his-
toria de la Neuropsicología en América Latina [Neuropsychology in Latin America-
The Clinical Neuropsychohgist, 1990, Vol. 4, N° 2, pp. 121-132). Como se observa
en el cuadro que extraigo de ese trabajo, fue aquí en el Perú en donde se publicó la
primera referencia neuropsicológica de Latinoamérica. En efecto, de la revisión
cuidadosa para la mencionada tesis con la que me gradué de médico-cirujano,
rescaté el título "Ligeras ideas sobre la Fisiología del Lenguaje", que escribió M.
Ceballos X , importante enfoque analítico que sorprende, entre otras razones, por
tres: a) E l trabajo se presenta en pleno período floreciente en el que, después del
descubrimiento y demostraciones de Paul Broca en París en 1861, en Europa se
hacían otros descubrimientos y otras demostraciones que necesitaban trabajos de
síntesis, que elaboraron teorías más completas, convergentes y armonizadoras.
Nadie puede desconocer que allá en ese continente fue S. Freud el que logró tal
mérito. Paralelamente lo hacía un peruano en Sudamérica; b) El trabajo de Ceballos
NEUROPSICOLOGÍA 859
En los años cuarenta aparecen dos trabajos cuyos contenidos tienen carácter
neuropsicológico, aunque entre las líneas de los contenidos de ambos no aparez-
ca, como tampoco en los títulos, ese término. Uno pertenece a Víctor Paredes
Sánchez, otro de los grandes clínicos que ha tenido la Neurología Peruana y a
quien, creo, la historia, a veces displicente y otras olvidadiza, en especial cuando
es escrita o verbalizada por analistas superficiales o embriagados por la parafernalia
$60 ARTIDORO CÁCERES VELASQUEZ
Peruano de Patología del Lenguaje, en Lima. Cerca de cuatro mil personas, hecho
nunca antes visto en nuestra capital para temas, conferencias, mesas redondas y
trabajos libres dedicados al análisis del lenguaje normal y patológico, analizaron,
debatieron y confraternizaron en ese concierto de ciencia y amistad latinoameri-
cana.
Pasaron ocho años antes de que hubiera una reunión internacional de la mag-
nitud de los señalados anteriormente. La Sociedad Peruana de Psiquiatría, Neuro-
logía y Neurocirugía organizó un Simposio Internacional sobre Afasia en el mes
de setiembre de 1981. Fueron invitados los mejores expertos en el tema y se pusie-
ron al día los conocimientos neuropsicológicos sobre afasialogía. De los tres men-
cionados quedan, felizmente, como testimonio las Actas con los trabajos presenta-
dos y sustentados. Después, se han hecho reuniones dentro de los congresos, en
especial de la Sociedad de Neurología y, últimamente, de la Asociación Psiquiátri-
ca y de la Sociedad Peruana de Sexología, que tocaban temas neuropsicológicos,
pero preferencialmente relacionados con aprendizaje, memoria, demencia y sexua-
lidad. Durante los 15 últimos años del siglo faltó concretar el esperado Congreso
Peruano y Latinoamericano de Neuropsicología. El futuro es promisorio en la cons-
trucción del puente neuropsiquiátrico. La Neuropsicología tendría mucho que
aportar en esa construcción que permitiría, por lo menos, que neurólogos y psi-
quiatras caminen juntos hacia un objetivo común en lugar de mirarse las espaldas
y andar en divergencias desintegradoras que no aportan nada útil a la cultura
médica peruana.
REFERENCIAS
E l equipo fue dirigido por el urólogo Dr. Oscar Gavilano, cirujano vascular
Dr. César Lengua, nefrólogos Drs. Jorge Berengel y Luis Flores Esteves.
E l 2 de agosto de 1973 se realiza el primer trasplante renal en el Hospital
Obrero de Lima, hoy Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen. E l paciente
con diagnóstico de glomerulonefritis crónica en un programa de hemodiálisis con
riñón artificial tres veces por semana recibió el riñon de un donante voluntario; el
paciente vivió 4 años y falleció por criptococosis cerebral con riñón funcionante.
E l equipo de nefrólogos fue dirigido por el Dr. Alfredo Piazza Roberts y con-
formado por los Drs. Walter Chanamé Delgado, Enrique Maya Rodríguez, Luis Flo-
res Estevez y Ricardo Loza Concha; el equipo de cirujanos fue dirigido por el Dr.
Carlos Peschiere Carrillo y constituido por los Drs. Fernando Benavides Santana,
Duberlin Mazuelos Odriozola, Bertilo Malpartida; urólogos Drs. Rómulo Velásquez
Corsano, Luis Guerra Galarza; anestesiólogo Dr. Carlos Hernández de La Haza;
hematólogos Drs. Ricardo Manrique Sipan y Julio Valerga.
E l 20 de abril de 1991 se realiza el primer trasplante renal en el Hospital
Obrero de Trujillo, hoy Hospital Víctor Lazarte Echegaray, el paciente con diag-
nóstico de glomerulonefritis crónica en programa de hemodiálisis tres veces por
semana recibió el riñón de un familiar.
E l equipo fue dirigido por la Dra. Carmen Fajardo y el nefrólogo Dr. Miguel
Camacho, ambos del Hospital Rebagliati de Lima, y el nefrólogo trujillano Dr.
Diomedes Carbajal.
E n 1991 tuve el encargo del Presidente Ejecutivo del IPSS (hoy EsSalud), el
Dr. Luis Castañeda Lossio, cuya política de salud era la descentralización de servi-
cios médicos sobre la posibilidad de iniciar los trasplantes renales en provincias,
es así como el 2 de octubre de 1991 se realiza el primer trasplante renal en el
Hospital I I I de Chiclayo, hoy Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo, la
paciente con diagnóstico de glomerulonefritis crónica en diálisis tres veces por
semana recibió el riñón de su hermana; la paciente vive hasta la actualidad.
Los equipos estuvieron conformados de la siguiente manera: en el Hospital
Almenara dirigido por el Dr. Walter Chanamé Delgado, Dr. Wilfredo Carlos Cortéz
Sánchez; cirujanos vasculares Dr. José Alvarez Blass, Dr. Primo Pacheco Núñez;
Urólogos Dr. Agusto Hernández Ramos, y por el Hospital de Chiclayo estuvieron
los Drs. Edinson Medianero, Abelardo González y Pedro Pairazaman.
E l 28 de noviembre de 1993 se realiza el primer trasplante renal en el Hospi-
tal Nacional del Sur, en Arequipa, la paciente con diagnóstico de glomerulonefritis
crónica en programa de hemodiálisis tres veces por semana recibió un riñón dona-
do por su novio; la evolución fue satisfactoria, la pareja se casó cuatro meses des-
p u é s en la capilla de dicho hospital siendo los padrinos el Presidente Ejecutivo de
la Institución Dr. Luis Castañeda Lossio y su señora esposa.
Los equipos del Hospital Almenara fueron dirigidos por el Dr. Walter Chanamé
Delgado y los Drs. Wilfredo Cortéz Sánchez, Arnaldi Paredes Chávez; cirujanos
vasculares los Drs. Primo Pacheco Núñez, Necemio Aranda Pretell, Antonio Chiong
Lizárraga, Andrés Reyes Torres; urólogo Dr. Agusto Hernández y los equipos del
TRASPLANTE DE ÓRGANOS Y TEJIDOS 865
Hospital Nacional del Sur, de Arequipa, fueron dirigidos por los Drs. César Trillo
Rodríguez, Adán Bahamonde Palacios, Juan Arévalo; cirujanos vasculares Drs.
Fernando Bustinza Menéndez, Edgar Montanchez Carazas, Rodolfo Alarcón Pinto,
Eugenio Plazoles del Carpió.
E l 9 de diciembre de 1995 el equipo de trasplantes de Arequipa se traslada a
la ciudad de Tacna y realiza un trasplante en el Hospital de Calaña. La paciente
con diagnóstico de glomerulonefritis crónica e insuficiencia renal avanzada reci-
bió un riñon de un familiar; pero no había ingresado al programa de diálisis; el
cuidado de la paciente estuvo a cargo del Dr. Juan Arévalo y la enfermera especia-
lizada Selika Paredes del Hospital de Arequipa.
El 24 de octubre de 1995 el equipo del Hospital Almenara dirigido por el Dr.
Waller Cháñame Delgado y constituido por el Dr. Wilfredo Cortez Sánchez; ciruja-
nos vasculares Dr. Necemio Aranda Pretel, Dr. Zoé Días Chávez, Dr. Julio Morón
Castro, Dr. Andrés Reyes Torres; urólogos Dr. Daniel Hidalgo Cueller; anestesiólogo
Dr. Eliot Rodríguez Lichentenheldt; además contando con los nefrólogos del Cuz-
co Dra. Carmen Peña y el Dr. Rubén Nieto Portocarrero se realizan dos trasplantes
renales en el Hospital N° 3 del IPSS Cuzco, con éxito; los pacientes con diagnósti-
co de glomerulonefritis en programa de hemodiálisis tres veces por semana reci-
bieron ríñones de familiares y viven hasta la actualidad.
En mayo de 1999 el equipo de trasplantes de Arequipa realiza un tercer tras-
plante renal en el Hospital N° 3 IPSS Cuzco constituyéndose en el trasplante renal
n ú m e r o 100 de dicho equipo.
En 1996 el Dr. Primo Pacheco Núñez y el nefrólogo Pedro Pairazaman realiza-
ron, en la ciudad de Huancayo, en una clínica privada, el primer trasplante renal
en dicha ciudad, la paciente con diagnóstico de glomerulonefritis crónica termi-
nal en hemodiálisis tres veces por semana en el Hospital N° 3 del IPSS, recibió el
riñon de un familiar.
De noviembre de 1969 a julio de 1990 (21 años) se realizaron en los hospita-
les nacionales Edgardo Rebagliati Martins y Guillermo Almenara Irigoyen 350 tras-
plantes renales
62% donantes vivos no relacionados
30 % donantes vivos relacionados
8 % donantes cadavéricos
Esta casuística fue presentada en el 6'" Congreso Latinoamericano de Tras-
plantes, en Puerto Alegre Brasil, la cual fue muy criticada, dado el alto porcentaje
de donantes vivos no relacionados porque esta modalidad se presta al tráfico de
órganos, pedimos la organización del próximo congreso en Lima como estímulo
para cambiar esta actitud, y es así como el congreso se realiza en la ciudad de
Arequipa en 1993, el cual fue un rotundo éxito por su programa científico y social.
De julio de 1991 a junio de 1996 (5 años) en que dejé la Gerencia del Progra-
ma Nacional de Trasplantes del IPSS, se realizaron en los Hospitales Rebagliati,
Almenara, del Sur de Arequipa, Chiclayo y Trujillo, 480 trasplantes renales:
866 WALTER OSWALDO CHAÑAME DELGADO
ad honoren, en 1998 este laboratorio recibe de Francia como donación placas HLA
clase 1, que se utilizaron para los donantes relacionados.
En 1991 la Dra. Carmen Torres Fernández regresa después de realizar sus
estudios en Inmunología en la Universidad de Israel y en la Universidad de Miami
con la inmunóloga Dra. Violeta Eskenazi y se inicia el estudio de histocompatibilidad
para los trasplantes de órganos, el cual garantiza un tiempo más prolongado en la
sobrevida de los trasplantados,
En noviembre de 1996 se inaguran los laboratorios de histocompatibilidad
de Arequipa y Chiclayo dando gran impulso a los trasplantes renales en dichas
ciudades.
El otro órgano sólido que se trasplanta en nuestro país es el corazón; en mar-
zo de 1972 se realiza el primer trasplante de corazón en el Hospital del Empleado,
hoy Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins; el equipo fue dirigido por el
Dr. Marino Molina Scippa y los Drs. Carlos Alcántara, Hugo Valencia Guzmán,
Enrique Otoya, Nicolás Nadramia; la paciente vivió 72 horas y falleció de insufi-
ciencia renal aguda.
En 1991 el equipo de trasplante cardiaco de la Clínica San Borja realiza dos
trasplantes de corazón con éxito; los pacientes viven hasta la actualidad,
El equipo de trasplante estaba conformado por el Dr. Carlos Alcántara, Dr.
Luis Bracamonte, Carlos Silva Aste, Carlos Mendoza y Jimmy Castle.
El 20 de mayo de 1993 se realiza el primer trasplante de corazón, con gran
éxito, en el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen.
El equipo de trasplante lo constituían los Drs. Primo Pacheco Núñez, Anto-
nio Chiong Lizarraga, Necemio Aranda Pretel, Andrés Reyes Torres, Waldo Fer-
nando Durand, Walter Chanamé Delgado y Wilfredo Cortez Sánchez.
Los estudios de histocompatibilidad se realizaron en el Banco de Órganos
del Hospital Rebagliati y fueron dirigidos por la Dra. Carmen Torres Fernández.
El 22 de mayo de 1995 se realiza el primer trasplante de corazón en el Hospi-
tal Nacional Edgardo Rebagliati Martins, el equipo estaba conformado por el Dr.
Luis Bracomonte, la Dra. Carmen Fajardo, Dr. Hugo Valencia Guzmán, Dr. Rivas
Plata.
TEJIDOS
El 11 de noviembre de 1994 se realiza el primer trasplante de médula ósea
autólogo en el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen con éxito, el equi-
po fue dirigido por el Dr. Fernando Salas Sánchez y constituido por los Drs. Dionisio
Padilla, Julio Guevara Guevara, Edmundo Hernández Paredes.
El 18 de noviembre de 1994 se realiza el primer trasplante de médula ósea en
el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins, donde se practican no solamente
autólogos; sino también alogénicos. El equipo fue dirigido por los Drs. Jorge Casti-
llo, Juan Navarro.
868 WALTER OSWALDO CHAÑAME DELGADO
CÓRNEAS
El trasplante de córneas es realizado por primera vez en los hospitales del
Ministerio de Salud.
En 1978 se realiza el primer trasplante de córneas en el Hospital Edgardo
Rebagliati Martins.
En 1992 se realiza el primer trasplante de córneas en el Hospital Nacional
Guillermo Almenara Irigoyen.
1993 se realiza el primer trasplante de córnea en el Instituto Peruano de Of-
talmología, en Piura.
En setiembre de 1994 se inicia el primer trasplante de córnea en el Hospital
Nacional del Sur, en Arequipa.
BIBLIOGRAFÍA
Küss Renee y Baurget Pierre. Historia de !os Transplantes de Órganos y Tejidos.
Trasplantes de Córneas
Período: 1978 - Setiembre 1999
Hospitales Totales
Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins 345
Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen 71
Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo - Chiclayo 5
Hospital Nacional del Sur - Arequipa 97
Instituto Peruano Oftalmológico - Piura 72
Total 590
Trasplantes de Riñon
Período 1969 - Setiembre 1999
Hospitales Totales
Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins (1969 - 1999) 740
TRASPLANTE DE ÓRGANOS Y TEJIDOS 869
Trasplantes de Corazón
Período: 1972 - Setiembre 1999
Hospitales Totales
Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins 12
Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen 9
Clínica San Borja 2
Total 23
TRASPLANTE DE HÍGADO
E l año 1995 se formó el equipo de Trasplante de Hígado del Hospital Nacio-
nal Guillermo Almenara Irigoyen, ex Obrero, perteneciente a la Seguridad Social,
EsSalud y dirigido por el Dr. José Carlos Chaman Ortiz y lo componían 43 profe-
sionales. Todos ellos, en forma periódica, viajaron a Estados Unidos de Norteamérica
y Brasil para capacitarse en la técnica quirúrgica así como en el manejo del
postoperatorio de paciente trasplantado. E l Dr. José Carlos Chaman Ortiz fue nom-
brado Jefe del Departamento de Cirugía Experimental y Jefe del Programa de Tras-
plante de Hígado del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, donde los
profesionales afinaban la técnica quirúrgica en animales de experimentación.
PREÁMBULO.
1970. E l Dr. Elio C. Quirós Díaz, realizando un postgrado sobre Radiología
Clínica en las Universidades de Sheffield y Londres, merced a una beca otorgada
por el Consejo Británico, llega a conocer y a admirar una nueva técnica diagnóstica
utilizando el ultrasonido. En aquel entonces se encontraba en sus iniciales fases
de aplicación la determinación de la línea media encefálica (la ecoencefalografía),
y el estudio de los órganos pelvianos. Empezaba a sobresalir en el ambiente médi-
co científico la figura de un prestigioso pionero del ultrasonido en su aplicación
ginecoobstétrica, el Profesor escocés Ian Donald, creador de la técnica de examen
a través de la vejiga llena.
1976. El Dr. Quirós obtiene en Londres el premio de la beca llford, concedido
una vez por año por la British Royal Society of Radiology, en concurso abierto a los
radiólogos no británicos del mundo, para estudiar o profundizarse en algún as-
pecto o rama de la Radiología. E l Dr. Quirós decide entonces especializarse en la
nueva técnica, conocida ya como Ultrasonido Diagnóstico. Antes de viajar, con-
sulta con las autoridades de la Radiología y otras especialidades médicas de su
país sobre los alcances de esta especialización, y lamenta que no la conocieran, o
conocieran muy poco todavía de ella, recibiendo muy poco estímulo. Viaja con la
incertidumbre de tener que traer al país una técnica desconocida.
En Londres se le asignó a la Universidad de Bristol, bajo la dirección del Prof.
Frank Ross, especialista en Ultrasonido, como el lugar donde debía realizar su
872 EUO C. QUJRÓZ DÍAZ
LA DÉCADA DE L O S 90
En estos años, el ejercicio del Ultrasonido Diagnóstico se hace amplio en el
país. Muchos la ejercen, con y sin capacitación apropiada. Puede afirmarse que ya
no existe un centro médico de importancia que no posea un servicio de ecografía.
Lamentablemente, todavía no se ha podido establecer una verdadera escuela don-
de capacitar a aquellos profesionales que la necesitan y que la utilicen en sus
múltiples especialidades, aparte de los pocos meses que los Residentes en Radio-
logía le dedican a ella, de algunos cursos ocasionales que se llevan a cabo por
iniciativa particular de algunos colegas, y de la escasa oportunidad de salir al
extranjero que pueden tener unos pocos. Es que el Perú recién está tratando de
salir de las terribles dolencias que lo han invadido desde hace mucho tiempo,
principalmente en estas últimas dos décadas: inmoralidad en las instituciones,
ineficacia de los organismos de gobierno y control, terrorismo, delincuencia, po-
breza, miseria, falta de un eficaz sistema educativo a todo nivel. Felizmente, des-
de comienzos de esta década, hay importantes y eficaces medidas gubernamenta-
les que le están brindando un aspecto más promisorio al país. Y ahora ya podemos
decir que el Perú se encuentra en una nueva fase de su historia.
En estas circunstancias, y viendo la inoperante situación de la Sociedad de
Ultrasonido, en julio de 1984 tuvimos la decisión de tratar de revitalizar a esta
sociedad. Y así empezamos a trabajar mediante una Junta Directiva Provisional
transitoria, tratando de agrupar a los ecografistas que hubieran efectuando un en-
trenamiento certificado y reconocido. Y en mayo del presente año se llevaron a
cabo las elecciones oficiales en el local del Colegio Médico, para elegir a la nueva
Junta Directiva, y que hoy me honro nuevamente en presidir después de muchos
años transcurridos.
En la fecha, hay muchos ecografistas en el país, a los cuales estamos invitan-
do a agruparse con nuestra sociedad. Lo que tratamos de lograr es que todos poda-
mos practicar el Ultrasonido en una forma eficiente y con calidad profesional y
humana.
CAPÍTULO IV
PROBLEMAS
DE SALUD
APUNTES DE LA MEDICINA TROPICAL
ron Víctor Ayulo y Arístides Herrer los que confirmaron las observaciones de
Escomel y tuvieron una aproximación acerca de los hábitos del insecto cuando lo
encontraron en la habitación del hotel en el que fueron a descansar, tras recorrer
extensas zonas del valle. La emoción de un hallazgo sensacional se disipó cuando
descubrieron una buena cantidad de triatominos bajo las solapas de sus sacos;
habilidad del insecto, necesaria para salvar inmensas zonas desérticas. Esto expli-
ca su avance hacia el norte y su sorpresiva presencia en ciertos lugares como
"Mendocita", en Lima, donde Abelardo Tejada, todavía estudiante en ese tiempo,
encontró Tríatoma infestans cerca de la casa de familias arequipeñas.
Siguiendo esta historia tenemos, por una parte, los estudios de Herrer en San
Martín, donde descubrió un triatomino altamente domiciliario que recibió el nom-
bre de ñinstrongylus herrén, en su honor; insecto idéntico a Fhnstrongylus lignarius,
de hábitos selváticos, según la apreciación del doctor Herman Lent, uno de los
más notables investigadores brasileños, cuyo consejo fue muy útil para muchos
investigadores del Perú. Lo conocí en el Instituto Oswaldo Cruz, donde tuvo la
bondad de mostrarme, con sabias explicaciones, su fabulosa c o l e c c i ó n de
triatominos y tiempo después, por ese extraño uso del poder, fue extrañado de su
país.
Quiero imaginar que fue este trabajo, publicado en Alemania, el que cimentó
su prestigio en medida suficiente para lograr apoyo en su plan de estructurar un
Instituto de Medicina Tropical en la Facultad de San Fernando, proyecto del que
se desligó cuando se produjo el cisma que dio nacimiento a la Universidad Perua-
na Cayetano Heredia, anexo a la cual se fundó, años más tarde, el Instituto Alexander
Von Humboldt, de tanta significación en el desarrollo de las investigaciones en
Medicina Tropical.
APUNTES DE LA MEDICINA TROPICAL 879
LAS MICOSIS
Escomel hizo estudios sobre este asunto y señaló la presencia de algunos
casos de esporotricosis, entidad frecuentemente observada y rara vez publicada,
fortaleciendo la imagen del "iceberg", símbolo de lo poco que vemos y sabemos
acerca de algo cuyo mayor volumen está sumergido e invisible.
La primera vez que se comunicó una micosis profunda estudiada de manera
completa, con cultivos y estudios histopatológicos, fue en 1937, cuando Teodoro
Zavaleta, médico trujillano y el Dr. Pedro Weiss, notable investigador y polígrafo,
comunicaron el primer caso de blast o micosis sudamericana o
paracoccidiodomicosis. Se entiende que las micosis superficiales ya las había es-
tudiado Escomel. E l Dr. Weiss y colaboradores describieron después dos casos de
criptococosis. Polinéstor Aguilar, discípulo de Weiss, presentó como tesis un estu-
dio clínico y botánico de las tinas, trabajo no sólo científico, sino también artístico
por sus bellas ilustraciones.
Luego sobrevinieron los estudios de Alfonso Nicho, uno de mis Maestros,
quien describió dos casos de esporotricosis, dos de actinomicosis y uno de
actinomicetoma del brazo y de la pelvis, por Streptornyces. Estos trabajos revisten
notable calidad científica e incluyen estudios experimentales, particularmente en
esporotricosis.
La Micología como especialidad desarrollada e incluida, por primera vez en
el Perú, como curso curricular en Medicina, estuvo personificada por el doctor
Julio Morales Saravia. Él estudió un año en la Universidad de Duke en North Caro-
lina con Norman Conant, todo un genio que se atrevió a poner en orden una cien-
cia abstrusa y hacerla atractiva y apasionante mediante su bello libro. A poco de
llegar a Lima, el doctor Morales diagnosticó un caso de actinomicosis cervical, con
gran destreza. Varios de sus discípulos nos beneficiamos de su micoteca y aun de
sus magistrales preparados. Como extensión de este influjo o al margen de él,
proliferaron trabajos en distintos campos como la paracoccidiodomicosis, con
importantes estudios de Oscar Romero Rivas y de Aníbal Casavilca, otro discípulo
del doctor Weiss.
Un aporte épico fue la demostración de la causa de la llamada "fiebre de
Tingo María", extraña enfermedad que afectaba a las personas, en su mayoría ex-
cursionistas, que penetraban en las famosas cuevas habitadas por aves que no
8SÜ HERNÁN MIRANDA CUETO
E L DOCTOR HUGO P E S C E
Nos mostró una dimensión de la medicina imposible de conocer a través de
una formación intramural en hospitales a los que llega sólo una pequeña fracción
de una multitud de pacientes excluidos de los alcances de la medicina moderna;
para ellos, Koch, Pasteur, Behring, Ehrlich, Fleming, Florey y Domagk están toda-
vía por nacer. Su obra fundamental es Latitudes de Silencio, que descubre ese
mundo sin médicos ni medicinas en el que un científico, al irrumpir en semejan-
tes parajes, descubre su capacidad inagotable de encontrar soluciones sencillas
para problemas aparentemente insolubles que afectan a los moradores. Reclamo
épico y lírico de llevar fraternidad e ingenio allí donde se desconfía del médico y
donde la vida vale tan poco.
LAS MIASIS
Volvamos al doctor Hugo Lumbreras, uno de cuyos interesantes aportes fue
el estudio histórico, clínico y entomológico de las miasis, entidad de frecuente
observación. Sus aportes sirvieron de base a numerosos estudios de gran interés.
En la revisión taxonómica señala que el género Cochiyomia es sinónimo de
Lucüia, Caliphora y otros que se señalaban como agentes de miasis cavitaria. Des-
cribió las características de C. hominivorax, que es una larva biontófaga, agente de
miasis de piel y cavidades, con amplia distribución en el Perú y de muy frecuente
882 HERNÁN MIRANDA CUETO
LA ENFERMEDAD DE CARRIÓN
Hay campos fundamentales en la historia de la Medicina peruana: uno de
ellos es la Bartonellosis o Enfermedad de Carrión, tema de estudios intensos, de
errores y de aciertos por más de un siglo y en cuya dilucidación participaron el
mismo Carrión, Odriozola con su "Maladie du Carrión", Barton con su primer
error y su rectificación en 1909. Los similtíficos, así llamados por su parecido con
la Salmonella typhi, a excepción de la producción de gas en los cultivos, fueron la
causa del error inicial de Barton, que los encontró en las autopsias de pacientes
muertos de "fiebre de la Oroya". Es admirable que O. Tamayo y Biffi, en etapa tan
temprana, pensaran que estos gérmenes (los similtíficos), lejos de ser agentes
primarios de la enfermedad, como sostenía Barton, eran gérmenes causantes de
una infección agregada, de tal severidad que mataba al paciente, previamente
inmunodeficiente a causa de una anemia de evolución e intensidad sin paralelo
en la patología humana. Barton, al regresar al Perú tras una beca en Francia, se
encontró con la noticia de un gran error que había protagonizado sin mala inten-
ción. Lo esencial es que su reacción fue memorable. En las láminas que se encuen-
tran en un pequeño museo del Instituto Daniel Alcides Carrión se observan aún
los gérmenes endoglobulares que él llamó, por el momento, "cuerpos X". En 1909
presentó su famosa comunicación y nadie le creyó hasta que la Comisión de Harvard
integrada por Strong, Tyzer, Sellards y Gastiaburú, consagró el hallazgo dando al
germen el nombre de Bartonella bacilliformes, en homenaje al gran investigador.
APUNTES DE LA MEDICINA TROPICAL 883
E l doctor Andrés Callegari presentó como tesis los registros oficiales que se-
ñalaban el día seis de octubre como el de la muerte de Carrión. A l cumplirse un
año, sus compañeros, entre ellos Arce, Medina, Mestanza y Miranda organizaron
un homenaje el día cinco de octubre, lo que prueba que ellos sabían la fecha ver-
dadera, que fue el cinco de octubre; con toda probabilidad, cerca de media noche.
En lo que se refiere a la epidemia que mató a 7 000 obreros, se desató en la
zona de Surco y Matucana; mucho antes de llegar a Ticlio, que está lejos, a más de
SS4 HERNÁN MIRANDA CUETO
5 OQO metros de altura. Oroya está al otro lado de la cordillera y, que se sepa, allí
no se ha descrito la "fiebre de Oroya".
Son de singular trascendencia los aportes del doctor Uriel García en el escla-
recimiento de aspectos históricos relacionados con Carrión y su tiempo. Causó
impacto descubrir su "vera efigie", de hombre andino, distinto al personaje de
perfiles franceses atribuidos por sus propios amigos.
Los estudios de Pesce, Lanfranco y Callegari son esenciales para un mejor
conocimiento de este estudiante admirable.
En la Facultad de Ciencia Médicas de la Universidad Nacional de Trujillo se
plasmó un mural de cien metros cuadrados, de mosaico polícromo, al cumplirse
100 años de su gloriosa muerte.
LA LEISHMANIASIS
Otro gran tema es la Leishmaniasis, en el que figuran algunos aportes de
valor como el de Herrer, que demostró la presencia de amastigotas en el hocico del
perro, sin lesiones aparentes. Bajo su inspiración, Lizardo Cruzado y el autor tuvi-
mos la oportunidad de encontrar, por primera vez en el Perú, roedores natural-
mente infectados por Leishmania, nada menos que en Hattus rattus, además de
Akodon mollis, Phihtis andinum y otros.
Estudios de Arévalo, Evans, Llanos et al, permitieron identificar al agente de
la Leishmaniasis cutánea andina, como Leishmania peruviana, nombre propues-
to por Vélez López en 1913, en Trujillo, en base a criterios clínicos.
En fases iniciales, en trabajos que realizamos con Guillermo Romero se ha-
bían identificado los cultivos obtenidos de pacientes y de roedores como Leishmania
braziliensis braziliensis por medio de anticuerpos monoclonados, por hidratación
del DNA del kinetoplasto y por isoenzimas. Igual resultado obtuvo Evans en 70
cepas que le enviamos, en el Instituto de Medicina Tropical de Londres. La ulte-
rior identificación de la Leishmania peruviana se basó, fundamentalmente, en la
enzima seis manosafostato isomerasa, que marcó la diferencia.
Se consiguió editar, con la cooperación de múltiples científicos, un Manual
de Normas y Procedimientos para el Control de la Leishmaniasis en el Perú, cuyo
texto preliminar fue elaborado en el que es ahora el Instituto Tropical de la Uni-
versidad Nacional de Trujillo, donde propiciamos tratamientos abreviados, entre
los cuales figura la "Saturación intralesional", con enorme ahorro del medicamen-
to específico y de tiempo, con resultados altamente satisfactorios.
La Leishmaniasis sigue siendo el gran desafío a nuestra capacidad de res-
puesta, a nuestro ingenio y a nuestro coraje. En una versión andina, "uta" y en la
selvática, "espundia", es un problema gigantesco de difícil solución. En el aspecto
clínico estudiado en miles de pacientes se han precisado hasta once variedades
clínicas de la forma cutánea andina. Los estudios que se conducen en el Instituto
abarcan diversos aspectos que serán objeto de una publicación conjunta.
APUNTES DE LA MEDICINA TROPICAL 885
LA HELMINT1ASIS
Es este un campo en cuyo desarrollo han participado muchos investigadores
peruanos, con valiosos aportes. Muy a la ligera destacaremos los estudios sobre
Fascioliasis por Félix Náquira, Julio Lopera y colaboradores. U n aporte remarcable
es el método de sedimentación rápida ideado por Lumbreras para la investigación
de huevos del parásito, con alto rendimiento, sin necesidad del tedioso sondeo
duodenal. L a técnica, útil y sencilla, está basada en el empleo de agua caliente,
lográndose una sedimentación rápida, a diferencia de la sedimentación lenta con
agua fría que usaba Kourí.
. Es pertinente señalar la técnica de obtención de metacercarias en gran núme-
ro poniendo caracoles en u n cernidor colocado en una copa con agua. Tras una
noche las metacercarias se encuentran por centenares pegadas en las paredes del
vaso. Este método fue ideado por el autor en una excursión científica a la Hacien-
da Jocos (Cajamarca) en la que se estudiaron diversos aspectos de la fascioliasis.
PARAGONIMIASIS
La primera información referente a un paciente nativo con paragonimiasis
fue la de Barton, en 1910. Posteriormente, a lo largo de más de 50 años, se publica-
ron doce casos. Súbitamente comenzaron a abrirse nuevas líneas de trabajo al sur
de Cajamarca, donde se encontraron grandes áreas en las que la enfermedad era
endémica. Fueron los trabajos de Grados, Cuba, Román, Ibáñez y los del cronista
los que permitieron probar su endemicidad en Bolívar, San Juan, Condebamba,
Magdalena y otras localidades.
La primera vez que se observó el parásito adulto fue en 1967, en los pulmo-
nes de un gato conseguido en Magdalena, una localidad del Departamento de
Cajamarca. Siendo tan difícil conseguir que una familia serrana regale un gato,
Nicanor Ibáñez preparó un cajón con varios gatos que canjeó con gatos nativos en
una proporción de dos a uno. De este modo se obtuvo un gato en cuyos pulmones
había 19 parásitos, cuyo examen confirmó la sospecha de tratarse de una especie
nativa, distinta a la oriental, que se suponía había llegado al Perú por la migración
asiática. E l nombre inicial que dimos al parásito fue el de Ibragonimus peruensis.
Tiempo después fue descrito por Miyazaki, Ibáñez y Miranda como Parogonimus
peruvianus, pocos meses después de Paragonimus mexicanus, cuya descripción
fue posterior a los estudios peruanos en los que se u s ó la d e n o m i n a c i ó n de
fízragonimus peruensis, según figura en publicaciones.
ésta una excelente relación de trabajo enaltecedor. En una de esas ocasiones des-
cribí una técnica sencilla para la obtención rápida de Hidrobiidae del fango. La
especie que experimentalmente cumple el papel de primer huésped es Aroapyrgus
mirandoi; el caracol fue inicialmente descrito por Weyrauch como Potanopyrgus
mirandoi en ejemplares encontrados por el autor en diversas localidades del De-
partamento de Cajamarca.
ACTIVIDADES CIENTÍFICAS
E n toda la historia del Perú la primera r e u n i ó n de Microbiólogos y de
Parasitólogos, vale decir de Tropicalistas en buena medida, ocurrió en 1962, cuan-
do se organizó en Trujillo la primera Jornada de Microbiología y de Parasitología,
a la que acudieron los m á s prestigiosos Maestros, con pocas excepciones, entre
888 HERNÁN MIRANDA CUETO
ellos el Dr. Hugo Pesce. Fue aquella una reunión magna que no me atreví a llamar
"Congreso", a pesar de haberlo sido en toda la línea.
Allí nació el acuerdo de organizar e! Primer Congreso en Arequipa. Trujillo
fue sede, después del III Congreso, de la Segunda Jornada y del X Congreso Lati-
o
noamericano de Microbiología y 7 Peruano, que congregó a 2 300 personas, con
diez cursos teórico-prácticos, con 53 docentes, gran parte de ellos extranjeros. En
esta ocasión la Directiva de la Asociación Latinoamericana de Microbiología esta-
ba en el Perú, siendo Presidente el Dr. Hugo Vizcarra Franco y Vicepresidente,
encargado de la Presidencia del Comité Organizador, el informante. Así se cum-
plió el gran anhelo de llevar un Congreso Latinoamericano a Trujillo. Estas refe-
rencias son pertinentes porque representan una etapa de desarrollo de nuestros
conocimientos y de un potencial apoyo recíproco.
ÓRGANOS DE COMUNICACIÓN
La Revista Médica Peruana fue revitalizada por Lumbreras durante algunos
años y hace ya mucho tiempo que nada se sabe de ella.
Una de las revistas más duraderas relacionada con Enfermedades Tropicales
fue la llamada Archivos Peruanos de Patología y de Clínica, un vehículo al que
confiamos nuestros aciertos y desaciertos durante 23 años ininterrumpidos, ver-
dadera proeza en el país, en el que son tan escasos los órganos de comunicación
científica, cuya corta vida ha sido, casi siempre, una característica dominante.
Igual papel cumplió, con anterioridad, la revista Experimental, publicada por el
Instituto Nacional de Salud, que contiene trabajos de valor notable.
La revista del Viernes Médico cumplió durante años excelente labor de infor-
mación científica. Actualmente contamos con la Revista de la Sociedad de Enfer-
medades Infecciosas y Tropicales [SPEITJ.