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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0057/2018-S4

Sucre, 16 de marzo de 2018

SALA CUARTA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: René Yván Espada Navía
Acción de libertad

Expediente: 21499-2017-43-AL
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución de 27 de octubre de 2017, cursante de fs. 26 a 31 vta.,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Rolando Jorge
Magne Calle y Dimelza Flores Ticona en representación sin mandato de
Vladimir Romay Felipe contra María Anawella Torres Poquechoque y
Nelson César Pereira Antezana, Vocales de la Sala Penal Segunda y
Tercera respectivamente del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y, Fernando Milko Cárdenas Cabero, Juez de Instrucción
Penal y Contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Estación Policial
Integral (EPI-SUR) del mencionado departamento.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 26 de octubre de 2017, cursante de fs. 2 a 4, la parte


accionante manifestó lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

En audiencia de aplicación de medidas cautelares de 20 de septiembre de 2017, el


Juez de Instrucción Penal y Contra la Violencia hacia la Mujer Primero (EPI-SUR)
del departamento de Cochabamba –ahora codemandado–, sin una debida
motivación, dispuso su detención preventiva ante la supuesta concurrencia de los
peligros procesales de fuga y obstaculización contenidos en los arts. 234.1 y 2
(sólo con relación al domicilio); y, 235.2 del Código de Procedimiento Penal (CPP);
determinación contra la cual, interpuso recurso de apelación incidental que fue
resuelta por los Vocales demandados, quienes confirmaron la Resolución emitida
por el Juez a quo, sosteniendo de manera subjetiva con relación al peligro de fuga
incurso en el art. 234.10 de la citada norma legal, la concurrencia de dicho riesgo

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procesal al establecer la agresividad de su persona, apartándose de los
lineamientos jurisprudenciales y sin tener ningún tipo de antecedente; asimismo,
respecto al peligro de obstaculización, sin fundamento legal alguno, mantuvieron
subsistente el mismo, basándose en suposiciones y conjeturas.

Refirió que el Juez a quo, al pronunciar el Auto Interlocutorio de 20 de septiembre


de 2017, incumplió la exigencia de la motivación de las resoluciones, por cuanto
respecto a la existencia del riesgo de fuga establecido en el art. 234.10 del CPP,
sostuvo que concurría el mismo, limitándose a señalar los rasgos de agresividad
de su persona, sin analizar integralmente los elementos de convicción objetivos
que fueron presentados por el Ministerio Público y la víctima para establecer sobre
dicho análisis si concurría o no el peligro efectivo para la víctima, incurriendo en
meras suposiciones; y respecto al riesgo procesal de obstaculización del art. 235.2
de la citada norma legal, señaló que su persona podría influir negativamente
sobre eventuales testigos o participes e inclusive la propia víctima, incumpliendo
el fallo cuestionado con las exigencias de validez y el debido proceso.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante a través de sus representantes sin mandato denunció la lesión de


sus derechos al debido proceso en sus vertientes de fundamentación y motivación
de las resoluciones y a la libertad, citando al efecto los arts. 8.II, 22, 23.I; y, 115
de la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicitó se conceda la tutela respecto al Juez y Vocales demandados,


disponiéndose: a) La nulidad del Auto de Vista de 17 de octubre de 2017, y el
Auto Interlocutorio de 20 de septiembre de igual año; y, b) Se ordene que el Juez
de Instrucción Penal y Contra la Violencia hacia la Mujer Primero (EPI-SUR) del
departamento de Cochabamba, emita una nueva resolución conforme a los
entendimientos desarrollados en sujeción a la jurisprudencia citada.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Celebrada la audiencia pública el 27 de octubre de 2017, según consta en el acta


cursante de fs. 24 a 25, presente la parte accionante y ausentes las autoridades
demandadas, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

La parte accionante ratificó los términos expuestos en su memorial de acción de


libertad.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas


María Anawella Torres Poquechoque y Nelson César Pereira Antezana, Vocales de
la Sala Penal Segunda y Tercera respectivamente del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, a través del memorial presentado el 26 de octubre de
2017, cursante de fs. 14 a 15 vta., informaron lo siguiente: 1) El Auto de Vista
de 17 de octubre de 2017, no vulneró normas procesales como las contenidas en
los arts. 124 y 169 inc. 3) del CPP y el principio de igualdad jurídica, toda vez que
se encuentra debidamente fundamentado y motivado; asimismo, expresó los
motivos de hecho y de derecho para la determinación asumida, puesto que
la fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los
documentos y mención de los requerimientos de las partes para desvirtuar algún
riesgo procesal, sumándose a ello que la detención preventiva y la libertad no son
competencia exclusiva del Tribunal de alzada sino son un primer acto de
valoración realizado por el Juez a quo; y, 2) Sobre la persistencia del riesgo
procesal de obstaculización, corresponde referir lo establecido por la SC
0301/2011-R de 29 de marzo, que determina que dicho riesgo procesal no sólo se
reduce a la etapa preparatoria sino hasta que la sentencia adquiera calidad de
cosa juzgada; por lo que al no haber conculcado el debido proceso en su vertiente
a motivación y correcta valoración de la prueba, solicitó se deniegue la tutela
impetrada.

Fernando Milko Cárdenas Cabero, Juez de Instrucción Penal y Contra la Violencia


hacia la Mujer Primero (EPI-SUR) del departamento de Cochabamba, mediante
informe escrito de 27 de octubre de 2017, cursante de fs. 16 a 17 vta., señaló lo
siguiente: i) La probabilidad de participación del imputado en el hecho que se
investiga calificado provisionalmente como lesiones graves fue sustentada de
manera coherente, concomitante y objetiva, mediante el análisis de los distintos
elementos de prueba como las declaraciones testificales, informes y otros,
contemplados en la resolución cuestionada y no en base a meras conjeturas; y,
ii) La concurrencia de los riesgos procesales cuestionados por el accionante han
respondido a un análisis integral y conjunto de todos los elementos de prueba
aparejados y analizados en el contexto de los hechos que se encuentran descritos
de manera detallada a lo largo de la resolución emitida en el presente proceso,
razones por las cuales no genera mérito alguno la presente acción tutelar; por lo
que, al no haberse demostrado la falta de fundamentación en la resolución
impugnada en la que se utiliza un precedente constitucional que se ajusta con los
fundamentos fácticos del caso, solicitó se deniegue la tutela impetrada.

I.2.4. Resolución

El Tribunal de Sentencia Penal Sexto del departamento de Cochabamba,


constituido en Tribunal de garantías, por Resolución de 27 de octubre de 2017,
cursante de fs. 26 a 31 vta., concedió en parte la tutela solicitada con relación
a los Vocales codemandados, disponiendo la nulidad de la Resolución de 17 del
referido mes y año, a cuyo fin ordenó se emita nuevo Auto de Vista en el plazo de
tres días a partir de su legal notificación y en base a la fundamentación
precedentemente expuesta; asimismo, denegó la tutela respecto al Juez
codemandado, basando su fallo en los siguientes fundamentos: a) Respecto al
Juez de Instrucción Penal y Contra la Violencia hacia la Mujer Primero (EPI-SUR)
del departamento de Cochabamba, como Tribunal de garantías Constitucionales
no pueden atribuirse la facultad de revisar la valoración de la prueba que
hubiesen efectuado las autoridades judiciales; por otra parte, con relación a la
falta de fundamentación del Juez a quo codemandado, en la aplicación de la
medida cautelar de la detención preventiva referente a los arts. 234.10; y, 235.2
del CPP, dicho aspecto no fue reclamado en la apelación y fundamentación
realizada el 17 de octubre de 2017, ante la Sala Penal Tercera del mencionado
Tribunal; ya que en esencia, indicó que dicha autoridad no realizó una valoración
de todos los elementos probatorios puestos a su conocimiento, identificando tres
agravios entre ellos los citados, por lo que al presente no puede reclamar dicha
situación; b) Con relación a los Vocales de la Sala Penal Segunda y Tercera
respectivamente del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba –
ahora demandados–, se tiene que los mismos no realizaron una
debida fundamentación de los extremos apelados; es decir, que existe una
falta de motivación en la resolución pronunciada, ya que los extremos reclamados
como lesionados, responden a que el hecho ocurrió en un local público,
encontrándose ambos en estado de ebriedad, además que debió tomarse en
cuenta la SCP 0056/2014 de 3 de enero, que orienta sobre la proclividad al delito,
aspectos que no fueron respondidos por los Vocales en la Resolución impugnada,
quienes únicamente hicieron referencia a que el estado de ebriedad debió ser
demostrado por el ahora accionante y de igual manera acreditar si contaba o no
con antecedentes policiales, afirmando que estos hechos no constaban en el
expediente, sin que se hubiesen pronunciado con relación a la proclividad del
delito y la Sentencia Constitucional Plurinacional citada por la defensa del hoy
impetrante de tutela; y, c) En cuanto se refiere al art. 235.1 siendo lo correcto el
numeral 2 del CPP; también ocurre lo mismo, por cuanto debían pronunciarse con
relación a la SC 0795/2014 de 25 de abril, que establece que no se puede fundar
la detención preventiva en simples suposiciones sino demostrarla con elementos
objetivos y que el Juez a quo, determinó la concurrencia de ese numeral en
simples conjeturas sin ningún fundamento real, debiendo dicha situación merecer
una respuesta adecuada; empero, los Vocales demandados únicamente se
limitaron a transcribir parte de la Resolución del Juez a quo y la SC 0301/2011-R
de 29 de marzo, señalando “…que en la etapa de investigación no era posible
enervar ese presupuesto y que por ende persistía, cuando el reclamo versaba
sobre la concurrencia o no de ese elemento, no de la enervación o persistencia,
por cuanto se estaba refiriendo a la aplicación de la medida cautelar de la
detención preventiva y no así de cesación; consecuentemente, la resolución
emitida por los Vocales recurridos no tiene ninguna fundamentación, por lo que
corresponde declarar la procedencia de la acción planteada” (sic).

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:

II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a instancia de
Delia Leticia Abelanga contra Vladimir Romay Felipe –hoy accionante– por
la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves, en audiencia de
aplicación de medidas cautelares de 20 de septiembre de 2017, Juez de
Instrucción Penal y Contra la Violencia hacia la Mujer Primero (EPI-SUR) del
departamento de Cochabamba –ahora codemandado–, mediante Auto
Interlocutorio de la misma fecha, dispuso la detención preventiva de
Vladimir Romay Felipe a ser cumplida en el Recinto Penitenciario de “San
Antonio” del departamento antes mencionado, ante la concurrencia de los
arts. 233.1 y 2; 234.1, 2 y 10; y, 235.2 del CPP (fs. 18 a 21 vta.).

II.2. Contra dicho Auto Interlocutorio el accionante interpuso recurso de


apelación que fue resuelto por la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante Auto de Vista
de 17 de octubre de 2017, declarando improcedente el recurso de
apelación formulado por el impetrante de tutela, confirmando el Auto
Interlocutorio de 20 de septiembre del citado año (fs. 22 a 23 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante a través de sus representantes sin mandato, denuncia como


lesionados sus derechos a la libertad, al debido proceso en su vertiente
fundamentación y motivación de las resoluciones, alegando que dentro del
proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión de lesiones graves
las autoridades demandadas a su turno, indebidamente dispusieron y mantuvieron
su detención preventiva, pronunciando resoluciones carentes de fundamentación
y motivación al haber considerado tanto el Juez a quo como los Vocales
demandados, concurrentes los riesgos procesales previstos en los arts. 234.10; y,
235.2 del CPP, sin ningún elemento de convicción que determine su existencia,
limitándose a señalar sus rasgos de agresividad, además de incurrir en meras
suposiciones, al establecer que podría influir negativamente sobre eventuales
partícipes o testigos del hecho conculcando sus derechos invocados al haber
dispuesto su privación de libertad sin la debida motivación.

En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son


evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Obligación del Tribunal de apelación de fundamentar y motivar la


resolución que modifique una medida cautelar e imponga
detención preventiva. Jurisprudencia reiterada

Sobre el tema, la SCP 0339/2012 de 18 de junio, estableció que: “El


Tribunal Constitucional, ha desarrollado amplia jurisprudencia sobre
cuáles son las condiciones y formalidades que debe cumplir la
resolución que disponga una medida cautelar de carácter personal de
detención preventiva de un imputado y/o imputada, a través de la SC
1141/2003 de
12 de agosto, citada a su vez por la SC 0089/2010-R de 4 de mayo,
sosteniendo que: ‘...la aplicación de una medida cautelar de carácter
personal en el ámbito procesal penal debe cumplir con las condiciones
de validez legal, lo que significa que, la autoridad judicial competente,
para adoptar la decisión de aplicar la detención preventiva, de una
parte, está obligado a verificar y determinar la concurrencia de los
requisitos previstos por el art. 233 CPP, para lo que deberá contrastar
la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los elementos de
prueba presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el
marco de las normas previstas por los arts. 234 y 235 CPP; de otra
parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de aplicar la medida
cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los
principios fundamentales inherentes al Estado Democrático de Derecho
es la motivación de las decisiones de las autoridades públicas, el juez
está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que se
basa su convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos,
así como el valor otorgado a los medios de prueba, esa
fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de
los documentos o la mención de los requerimientos de las partes; de
modo que está obligado a expresar los presupuestos jurídicos que
motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables y la
descripción clara y objetiva de los elementos de convicción
concurrentes’.

En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló:


‘…está obligado igualmente a dictar una resolución debidamente
fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha medida cautelar de
carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos
determinados en el art. 233 del CPP. En ese sentido, se ha
establecido que el Tribunal de apelación, está obligado a
motivar y fundamentar su Resolución, precisando los
elementos de convicción que le permiten concluir en la
necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la
detención preventiva; a cuyo efecto, debe también justificar la
concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del
CPP y una o varias de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y
235 del CPP, mediante una resolución debidamente fundamentada,
conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer
la detención preventiva’.

Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: ‘Ahora


bien, la exigencia de pronunciar una resolución motivada en la que se
establezca la concurrencia de los requisitos de validez para determinar
la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél
conjunto articulado de hechos que permiten inferir de manera objetiva
que la persona imputada es probablemente autora de una infracción o
partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización
de la averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino
también al tribunal que conozca en apelación la resolución que
disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, toda vez que si
bien de conformidad
con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por
el juez cautelar, pueden ser apeladas y, por lo mismo,
modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación
cuando determine disponer la detención preventiva, esté
exento de pronunciar una resolución lo suficientemente
motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos
requisitos que la ley impone para la procedencia de esa
medida cautelar’.

De lo que se concluye que la fundamentación de las


resoluciones judiciales no sólo es exigible al momento de
disponer la detención preventiva, sino también cuando se
rechaza la solicitud de cesación de la detención preventiva, se
determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la
fundamentación se exige tanto en las resoluciones
pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en
apelación y en toda decisión judicial conforme establece el art.
124 del CPP” (las negrillas son nuestras).

III.2. Análisis del caso concreto

En el caso de referencia, la parte accionante centra la lesión de sus


derechos invocados en la inadecuada fundamentación y motivación de las
Resoluciones emitidas por las autoridades demandadas, aduciendo que el
Juez codemandado, a tiempo de resolver la imposición de su medida
cautelar, incurrió en una fundamentación y motivación insuficiente, al
considerar que concurría el peligro de fuga establecido en el art. 234.10
del CPP, por la agresividad de su persona y por la utilización de un botella,
y respecto al peligro de obstaculización del art. 235.2 del citado Código,
que al encontrarse en etapa de investigación, los eventuales testigos y la
propia víctima podrían ser influenciados, por lo que dicho riesgo persistiría
hasta en ejecución de sentencia; asimismo, refiere que los Vocales
demandados, mediante Auto de Vista de 17 de octubre de 2017,
confirmaron la resolución de instancia en todos sus aspectos, apartándose
de los lineamientos jurisprudenciales establecidos respecto a la debida
fundamentación y motivación que debe contener toda resolución judicial.

De lo expuesto y teniendo en cuenta que en la presente acción tutelar se


denuncia la falta de fundamentación y motivación de las Resoluciones
emitidas respecto a la imposición de medidas cautelares del accionante,
cabe señalar previamente que el análisis a desarrollarse, se delimitará
únicamente a la Resolución emitida en apelación por los Vocales ahora
demandados en audiencia de 17 octubre de 2017; toda vez que, de
acuerdo al desarrollo jurisprudencial efectuado por el Tribunal
Constitucional Plurinacional, la acción de libertad tiene carácter
excepcionalmente subsidiario, en cuyo mérito sólo es viable el análisis de
la última resolución pronunciada en la jurisdicción ordinaria que tenía la
posibilidad de corregir las presuntas vulneraciones alegadas por el
accionante; en el caso presente, el citado Auto de Vista emitido en
audiencia de apelación de medidas cautelares.

Aclarado este aspecto, del análisis de antecedentes procesales adjuntos


al expediente, se tiene que en mérito al recurso de apelación planteado
contra el Auto Interlocutorio de 20 de septiembre de 2017, por
el cual el Juez de Instrucción Penal y Contra la Violencia Hacia la Mujer
Primero (EPI-SUR) de Cochabamba, dispuso la detención preventiva del
accionante ante la existencia de riesgos procesales, establecidos en los
arts. 233, 234.1 (por falta de domicilio), 2 y 10, así como el art. 235.2 del
CPP; el nombrado procesado en audiencia de 17 de octubre de igual año,
fundamentó sus agravios en los siguientes puntos: 1) En relación al
elemento domicilio, el Juez a quo, indicó que no existía ubicación del bien
inmueble, no obstante de haberlo demostrado con una certificación de la
Organización Territorial de Base (OTB) además de ser congruente con su
declaración informativa y el contrato de compra venta suscrito entre su
madre y el propietario del inmueble; por lo que al tener acreditados los
elementos trabajo y familia, considera superados el art. 234.1 y 2 del CPP;
2) Respecto al art. 234.10 del citado Código, la autoridad jurisdiccional
fundamentó dicho numeral en la gravedad del hecho, refiriendo que el
imputado habría utilizado un objeto contundente contra la víctima, cuando
debió tomar en cuenta que los hechos ocurrieron en un local público,
encontrándose ambos en estado de ebriedad, así también debió
considerarse la SC 0056/2014 de 3 de enero, que analiza sobre la
proclividad del delito; aspecto que no fue acreditado en el presente caso,
por lo que solicita se dé por superado ese riesgo; y, 3) Sobre el art.
235.1 del CPP, la SC 0795/14 de 25 de abril, establece que no se puede
fundar la detención preventiva en simples suposiciones sino demostrarla
con elementos objetivos, lo que no sucede en el presente caso, debido a
que el Juez a quo determinó la concurrencia de este numeral en simples
conjeturas, sin ningún fundamento real; por lo que pide se dé por
superado dicho peligro procesal, consecuentemente se revoque el Auto
apelado y se disponga la aplicación de medidas sustitutivas a la detención
preventiva.

En base a los citados fundamentos, la Sala Penal Tercera del Tribunal


Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante Auto de Vista de 17
de octubre de 2017, declaró improcedente el recurso de apelación
incidental, confirmando el Auto Interlocutorio de 20 de septiembre del
referido año, bajo los siguientes fundamentos: i) En lo referido al
elemento domicilio, no es posible aseverar la ubicación exacta del
imputado tal como analiza el Juez a quo; toda vez que, en la
documentación acompañada tan solo existe una certificación de la
Mancomunidad de la OTB y Junta Vecinal “Primero de Mayo”, donde
evidentemente certifica que Valerio Romay y su esposa Inés Villca junto a
sus siete hijos entre ellos el imputado, tienen su domicilio en la Junta
Vecinal Alto Calama en el manzano “F” lote, es necesario que esta
certificación sea corroborada por funcionarios policiales con un croquis de
ubicación exacta del inmueble, por lo que en el presente caso al no existir
la documentación pertinente y extrañada como es el certificado
domiciliario expedido por funcionario policial, no es posible dar por
superado dicho presupuesto, motivo por el cual lo analizado por el Juez a
quo es correcto y no se habría conculcado derecho alguno; ii) Respecto al
art. 234.10 del CPP, evidentemente la autoridad jurisdiccional hizo
referencia a la agresividad del imputado; empero, no es menos cierto que
al momento del hecho éste hubiese utilizado un objeto contundente; por
lo que si fuese cierto, según lo referido por el abogado defensor, que
estos hechos hubieran ocurrido en estado de ebriedad, deberían haber
sido demostrados por esta parte, cosa que no ocurrió; sin embargo, no
existe prueba de contrario que permita contradecir lo aseverado por el
Juez a quo, además de demostrar si evidentemente el imputado contaba o
no con antecedentes judiciales, lo que no consta; razones por el cual,
persistiría este peligro, en consecuencia no existe agravio, tampoco se
advierte derecho vulnerado alguno del imputado; e, iii) En cuanto al
numeral 2 del art. 235 del CPP, el Juez a quo en forma clara refirió que
éste presupuesto persiste incluso hasta la realización del juicio oral,
aspecto que se tiene también determinado por la SC 0301/20011-R de 29
de marzo, además se debe advertir que estando en la etapa de
investigación no es posible enervar este presupuesto, por ende persiste
toda vez que aún existen actos investigativos por realizarse en el proceso.

Por lo expuesto precedentemente, se evidencia que las autoridades


demandadas, al momento de resolver el recurso de apelación planteado,
emitieron una resolución debidamente fundamentada y motivada, por
cuanto de conformidad a lo establecido en el art. 398 del CPP, de manera
puntual se pronunciaron sobre todos los puntos de agravios denunciados
por el ahora accionante, sustentando en su Resolución, mantener la
medida cautelar de la detención preventiva ante la concurrencia de los
peligros procesales de riesgo de fuga y obstaculización antes referidos,
explicando clara y razonablemente porque consideraban su existencia; no
advirtiéndose la falta de motivación alguna en cuanto a los riesgos
procesales motivo de la presente acción tutelar, toda vez, que las
autoridades demandadas, respecto al art. 234.10 del CPP, determinaron
motivadamente que persistía el mismo al no constar certificado judicial
alguno de antecedes del imputado; y con relación al art. 235.2 del citado
Código, se tiene que los Vocales demandados, concluyeron correctamente
que persistía el mismo hasta la realización del juicio oral, entendiendo que
estando aún en etapa de investigación no era posible enervar aquel riesgo
procesal, al existir actos investigativos por realizarse en el proceso; toda
vez que, la Jueza a quo, refirió que el imputado podría influir
negativamente en el principal testigo que era la propia víctima, la
denunciante y otros testigos que debían ser identificados por parte del
Ministerio Público; por lo que, en base a ese razonamiento contenido en la
SC 0301/2011-R de 29 de marzo, que establece que el peligro de
obstaculización culmina con la ejecutoria de la sentencia, establecieron
que no se había enervado el mismo y que persistía hasta la realización de
juicio oral; advirtiéndose respecto a este punto motivación suficiente.

Consecuentemente, las autoridades demandadas, al haber enmarcado su


actuación en los entendimientos jurisprudenciales descritos en el
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional; que determina
que en alzada, las autoridades judiciales deben precisar los elementos de
convicción que justifiquen razonablemente su decisión; se tiene que, los
Vocales codemandados, no incurrieron en vulneración alguna de los
derechos invocados por el accionante, advirtiéndose que el Auto de Vista
impugnado, contiene una razonable y suficiente motivación; por lo que,
corresponde denegar la tutela solicitada.

En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder parcialmente la tutela,


no efectúo un correcto análisis de los antecedentes.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Cuarta Especializada; en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de
la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: REVOCAR
la Resolución de 27 de octubre de 2017, cursante de fs. 26 a 31 vta., pronunciada
por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto del departamento de Cochabamba; en
consecuencia:

1° DENEGAR en su totalidad la tutela solicitada; y

2º En resguardo al principio de previsibilidad de las resoluciones y considerando


que por efecto de la concesión de la tutela determinada por el Tribunal de
garantías, al presente los Vocales ahora demandados debieron emitir una
nueva Resolución; en sujeción al art. 28.II del Código Procesal Constitucional,
se dimensionan los efectos de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, dejando subsistente la Resolución emitida en relación al caso.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

René Yván Espada Gonzalo Miguel Hurtado


Navía Zamorano
MAGISTRADO MAGISTRADO
Sumario de Sentencia Constitucional Plurinacional

De los hechos evidenciados en esta SCP0057/2018-S4 como aspecto de ser una acción de
libertad por vulneración por motivación por Rolando Jorge Magne Calle y Dimelza Flores
Ticona Vladimir Romay Felipe contra María Anawella Torres Poquechoque y Nelson César
Pereira Antezana, Vocales de la Sala Penal Segunda y Tercera respectivamente del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba; y, Fernando Milko Cárdenas Cabero, Juez de
Instrucción Penal y Contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Estación Policial Integral
(EPI-SUR) del mencionado departamento. , dispuso su detención preventiva ante la supuesta
concurrencia de los peligros procesales de fuga y obstaculización mediante se dio a conocer la
apelación incidental contra el Auto interlocutorio 20 de septiembre de 2017 la concurrencia de
dicho riesgo procesal al establecer la agresividad de su persona obstaculización, sin
fundamento legal alguno, mantuvieron subsistente el mismo, basándose en suposiciones y
conjeturas cabe señalar los rasgos de agresividad de su persona, sin analizar integralmente los
elementos de convicción objetivos que fueron presentados por el Ministerio Público y la
víctima para establecer sobre dicho análisis si concurría o no el peligro efectivo para la víctima

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