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Ansiedad
Una persona diagnósticada con panfobia, del libro de Alexander Morison de 1843 The
Physiognomy of Mental Diseases.
Especialidad psiquiatría
La ansiedad (del latín anxietas, 'angustia, aflicción') es un mecanismo de defensa natural del
organismo frente a estímulos externos o internos que son percibidos por el individuo como
amenazantes o peligrosos,1 y se acompaña de un sentimiento desagradable o de síntomas
somáticos de tensión. Se trata de una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente
y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza.2
Una amplia gama de enfermedades médicas puede producir síntomas de ansiedad. Para
aclarar si estos son la consecuencia fisiológica directa de una enfermedad médica, se evalúan
los datos de la historia clínica, la exploración física, las pruebas de laboratorio y los estudios
complementarios, necesarios en función de los síntomas del paciente.2 Presentar altos niveles
de neuroticismo aumenta el riesgo de desarrollar síntomas de ansiedad.5
Índice
1 Descripción general
2 Ansiedad patológica
3 Síntomas
4 Diagnóstico diferencial
5 Pronóstico
7 Véase también
8 Referencias
9 Enlaces externos
Descripción general
La ansiedad es un estado emocional que surge cuando una persona se siente en peligro, sea
real o imaginaria la amenaza. Es una respuesta normal o adaptativa, que prepara al cuerpo
para reaccionar ante una situación de emergencia. Es una inclinación de temor o miedo sobre
lo que está por venir. El día principal de clases, ir a una reunión de empleo, o dar un discurso
puede hacer que la gran mayoría se sienta asustada y ansiosa. Por lo tanto, tiene una función
muy importante relacionada con la supervivencia, junto con el miedo, la ira, la tristeza o la
felicidad. Para preservar su integridad física ante amenazas, el ser humano ha tenido que
poner en marcha respuestas eficaces y adaptativas durante millones de años: la reacción de
lucha o huida.6
Ante una situación de alerta, el organismo pone a funcionar el sistema adrenérgico. Por
ejemplo, cuando el organismo considera necesario alimentarse, este sistema entra en
funcionamiento y libera señales de alerta a todo el sistema nervioso central. Cuando se
detecta una fuente de alimento para la cual se requiere actividad física, se disparan los
mecanismos que liberan adrenalina, y se fuerza a todo el organismo a aportar energías de
reserva para la consecución de una fuente energética muy superior a la que se está invirtiendo
para conseguirla y que normalizará los valores que han disparado esa "alerta amarilla". En esos
momentos el organismo, gracias a la adrenalina, pasa a un estado de "alerta roja".
Desde este punto de vista, la ansiedad se considera una señal positiva, de salud, que ayuda en
la vida cotidiana, siempre que sea una reacción frente a determinadas situaciones que tengan
su cadena de sucesos de forma correlativa: alerta amarilla, alerta roja y consecución del
objetivo. Si la cadena se rompe en algún momento y esas situaciones se presentan con
ansiedad, entonces el organismo corre el riesgo de intoxicarse por dopaminas o por otras
catecolaminas. Esas situaciones ayudan al organismo a resolver peligros o problemas
puntuales de la vida cotidiana.
Ansiedad patológica
En las sociedades avanzadas modernas, esta característica innata del ser humano se ha
desarrollado de forma patológica y conforma, en algunos casos, cuadros sintomáticos que
constituyen los denominados trastornos de ansiedad, que tiene consecuencias negativas y muy
desagradables para quienes lo padecen. Entre los trastornos de ansiedad se encuentran las
fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la agorafobia, el trastorno por
estrés postraumático, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social,
etc. El miedo escénico es una forma de ansiedad social, que se manifiesta frente a grupos y
ante la inminencia de tener que expresarse en público o por efecto de imaginar dicha acción.
En el caso del trastorno de ansiedad generalizada, la ansiedad patológica se vive como una
sensación difusa de angustia o miedo y deseo de huir, sin que quien lo sufre pueda identificar
claramente el peligro o la causa de este sentimiento. Esta ansiedad patológica es resultado de
los problemas de diversos tipos a los que se enfrenta la persona en su vida cotidiana, y sobre
todo de sus ideas interiorizadas acerca de sus problemas.
No se conocen totalmente las causas de los trastornos de ansiedad, pero se sabe que la
interacción de múltiples determinantes favorece su aparición. Se conoce la implicación tanto
de factores biológicos como ambientales y psico-sociales. Además, es muy común la
comorbilidad con otros trastornos mentales, como los trastornos del estado de ánimo.2
Entre los factores biológicos, se han encontrado alteraciones en los sistemas neurobiológicos
gabaérgicos y serotoninérgicos; anomalías estructurales en el sistema límbico (córtex
paralímbico), que es una de las regiones más afectadas del cerebro; ciertas alteraciones físicas;
una mayor frecuencia de uso o retirada de medicinas, alcohol, drogas o sedantes y otras
sustancias; y cierta predisposición genética.2
El límite entre la ansiedad normal y la ansiedad patológica no es fácil de definir y puede variar
entre los individuos en función de los rasgos de personalidad o, sobre todo, en función de lo
que se ha descrito como un "estilo cognitivo propenso a la ansiedad". Los criterios diagnósticos
del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, ediciones cuarta y quinta
(DSM-IV y DSM-5, respectivamente), señalan que la ansiedad debe considerarse patológica
cuando "La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar clínicamente
significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad." Es útil
distinguir entre la ansiedad "estado", que es episódica y transitoria, y la ansiedad "rasgo", que
es persistente y puede reflejar una personalidad "propensa a la ansiedad".9
Si una persona reacciona en alguna ocasión con altos niveles de ansiedad ante una situación,
ante la que otras no experimentan tanta ansiedad, se puede considerar simplemente una
reacción de alta intensidad, o aguda en un nivel no demasiado alto, que es puntual y no
extrema. Esto no suele suponer ningún trastorno.10
El problema surge cuando esta forma de reacción aguda es excesivamente intensa, como en
los ataques de pánico o en las crisis de ansiedad (en los que la persona no puede controlar su
ansiedad y alcanza niveles extremos), o bien cuando dicha reacción aguda se establece como
un hábito, es decir, si una reacción de ansiedad de alta intensidad se convierte en crónica, o se
vuelve muy frecuente.10
Una reacción aguda de ansiedad no siempre es patológica, sino que puede ser muy adaptativa.
Por ejemplo, cuando la situación que la provoca requiere una fuerte reacción de alarma que
prepare para la acción (si se exige una gran concentración en una tarea para la que se
necesitan muchos recursos de la atención); o si requiere una gran activación a nivel fisiológico
(porque se necesita tensar más los músculos, bombear mayor cantidad de sangre, más
oxígeno, etc.). Dicha reacción de ansiedad ayuda a responder mejor ante esta situación.10
Síntomas
Físicos
respiratorio: disnea;
Psicológicos y conductuales
aprensión, preocupación;
Sensación de agobio;
obsesiones o compulsiones.
Estos síntomas pueden interactuar entre sí. Por ejemplo, los síntomas cognitivos pueden
exacerbar los síntomas fisiológicos y estos a su vez disparar los síntomas conductuales. Cabe
notar que algunos síntomas de la ansiedad suelen parecerse, superponerse o confundirse con
los de padecimientos no mentales, tales como la arritmia cardíaca, la hipoglucemia o la
enfermedad celíaca. Se recomienda a los pacientes someterse a un examen médico completo
para evaluarlos.
La escala de ansiedad de Hamilton11 (HARS, por sus siglas en inglés: Hamilton Anxiety Rating
Scale) se usa ampliamente en la práctica asistencial y en la investigación clínica. Se trata de una
escala heteroadministrada de 14 ítems que evalúan el grado de ansiedad del paciente, cuyo
esquema abreviado es el siguiente:12
tensión
temores
insomnio
intelectual (cognitivo)
síntomas cardiovasculares
síntomas respiratorios
síntomas gastrointestinales
síntomas genitourinarios
síntomas autónomos
La puntuación total, que se obtiene por la suma de las puntuaciones parciales de los 14 ítems,
puede oscilar en un rango de 0 puntos (ausencia de ansiedad) a 56 (máximo grado de
ansiedad). En su versión original, esta escala ha demostrado poseer unas buenas propiedades
psicométricas y es ampliamente utilizada en la evaluación clínica del trastorno de ansiedad.12
Los puntos de corte para valorar a alguien con un trastorno de ansiedad son más de 4
respuestas afirmativas sobre 9, mientras que para el caso de la depresión solo hacen falta 2 o
más respuestas afirmativas, con respecto a los síntomas mencionados en las escalas.
Diagnóstico diferencial
El primer paso ante un paciente con síntomas de ansiedad es realizar una completa evaluación,
que puede incluir diversas pruebas adicionales, para excluir o confirmar la presencia de una
causa orgánica subyacente o asociada, que esté provocando los síntomas de ansiedad.2 Para
ello, se tienen en cuenta los síntomas físicos que predominan, la historia médica y psicológica
previa tanto del paciente como de su familia y las enfermedades que generan trastornos de
ansiedad, así como la probabilidad de que las pueda padecer.2
Existe un amplio abanico de enfermedades que cursan con síntomas psiquiátricos o que
pueden simular un trastorno mental. Su identificación puede llegar a resultar complicada y no
siempre se realiza una adecuada evaluación del paciente.21314151617
Algunos de los trastornos que cursan frecuentemente con síntomas de ansiedad incluyen:
Trastornos mentales, tales como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, el
trastorno bipolar, la esquizofrenia, los trastornos depresivos, los trastorno disociativos y los
trastornos de la personalidad.
Alergias.2
Pronóstico
1. Pesimismo: "tendencia a focalizarse en el problema sin ser capaz de ver las soluciones".
3. Pensamiento negativo: "el foco está en los aspectos negativos y se olvidan o descalifican los
positivos".
5. Leer el pensamiento: "creen saber lo que los otros están pensando y sus motivos negativos
ocultos".
6. Adivinar el futuro: "tendencia a anticipar que las cosas van a salir mal".
7. Comparación: "medirse con los demás para acabar siempre perdiendo y sintiéndose
inferior".
8. Exageración: "si alguien se equivoca una vez pasa a ser un torpe o si le sale mal una cosa le
llama fracasado en todas las áreas".
9. Culpabilidad: "sentir que las circunstancias desagradables que suceden siempre están en
relación con uno mismo"
10. Perfeccionismo: "establecer exigencias a los demás, a uno mismo o a cómo deberían ser las
cosas".18
Véase también
Angustia
Ansiolítico
Depresión
Estrés
Salud mental
Técnicas de relajación
Trastorno psicológico
Referencias
«Grupo de Trabajo de la Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Trastornos
de Ansiedad en Atención Primaria. Madrid: Plan Nacional para el SNS del MSC. Unidad de
Evaluación de Tecnologías Sanitarias. Agencia Laín Entralgo. Comunidad de Madrid; 2008.
Guías de Práctica Clínica en el Sistema Nacional de Salud SNS: UETS Nº 2006/10.». 2008.
Archivado desde el original el 27 de marzo de 2015. Consultado el 5 de abril de 2015.
Alcala Hoy. «La ansiedad, el mal de este principio de siglo». Consultado el 18 de febrero de
2018.
Lorenzo Fernandez et al. (2013). Manual de Farmacología Básica y Clínica. Panamericana. ISBN
978-84-9835-437-9.
Jeronimus et al. (2016). «Neuroticism's prospective association with mental disorders halves
after adjustment for baseline symptoms and psychiatric history, but the adjusted association
hardly decays with time: a meta-analysis on 59 longitudinal/prospective studies with 443 313
participants». Psychological Medicine 46 (14): 2883-2906. PMID 27523506.
doi:10.1017/S0033291716001653.
P. Lorenzo et al. (2008). Velázquez. Farmacología Básica y Clínica (18 edición). Panamericana.
p. 275.
Nuss, P (2015 Jan 17). «Anxiety disorders and GABA neurotransmission: a disturbance of
modulation». Neuropsychiatr Dis Treat 11: 165-75. PMC 4303399. PMID 25653526.
doi:10.2147/NDT.S58841.
Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés - SEAS (ed.). «Ansiedad normal y
ansiedad patológica - ¿Las diferencias individuales en la reacción de ansiedad ante una misma
situación indican patología?». Consultado el 5 de abril de 2015.
Hamilton, M (1959). «The assessment of anxiety states by rating». Br J Med Psychol 32 (1): 50-
5. PMID 13638508.