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Consultor investigador
Wilson Hernández Breña
Responsable de la edición
José Regalado Gutiérrez
Coordinación de la investigación
Wuille Ruíz Figueroa
Diseño y diagramación
José Guillén Enciso
Impresión
Multiservicios Gráficos Raphael e Hijo
San Felipe 853 - Surquillo
Tiraje
1,000 unidades
Esta publicación es posible gracias al apoyo provisto por el Programa Fortalecimiento de la Institución
Democrática de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación - COSUDE.
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Indice
PRESENTACIÓN . ..................................................................................................................11
INTRODUCCIÓN . ..................................................................................................................15
Primera Sección
Marco Conceptual................................................................................................................21
I. El caso de Luz… mas común de lo que se piensa (caso de pensión de alimentos) ............22
II. El caso de María, un difícil y largo proceso hasta la justicia (caso de violación sexual) .....23
V. Metodología ...................................................................................................................33
Segunda Sección
3
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
4
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Tercera Sección
II. Los costos del acceso a la justicia en los procesos de violación sexual en las
zonas de estudio...........................................................................................................164
1. Los costos durante el proceso judicial.......................................................................166
1.1. Costos de sostenimiento y acompañamiento del proceso judicial.......................167
1.1.1. Costos de los servicios legales entregados por los abogados...................167
1.1.2. Costos en transportes, trámites y otras tareas menores......................... 168
1.2. Costos derivados de deficiencias en el funcionamiento del
sistema de justicia............................................................................................169
1.2.1. Costos derivados de las inadecuadas condiciones
para la recepción de la denuncia.............................................................170
1.2.2. Costos derivados del nulo uso de intérpretes oficiales.............................172
1.2.3. Costos derivados de las deficiencias de las acciones probatorias.............143
1.2.4. Costos derivados de los «atenuantes» para la
determinación de la pena........................................................................179
1.2.5. Costos derivados de los reducidos montos de la reparación civil............. 184
1.2.6. Costos por el tiempo de exceso transcurrido en el proceso judicial......... 184
5
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
CONCLUSIONES.................................................................................................................195
RECOMENDACIONES...........................................................................................................205
BIBLIOGRAFÍA................................. ........................................................................................209
ANEXOS.............................................................................................................................. 213
TABLA DE CUADROS
Cuadro 11 Utilización del formato de demanda por alimentos del Poder Judicial..................63
Cuadro 29 Datos varios de los agresores (número, sexo, estado civil, antecedentes
penales y uso de alcohol o drogas).................................................................... 151
7
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
TABLA DE GRÁFICOS
Gráfico 16 Pensión promedio obtenida en casos defendidos por abogados y abogadas....... 118
Gráfico 18 Evaluación del paso por el Poder Judicial por parte de las demandantes
(satisfacción general y evaluación del desempeño de jueces).............................128
TABLA DE ILUSTRACIONES
Ilustración 15 Etapas del proceso judicial de violencia sexual (procesos ordinarios) .........154
Ilustración 16 Etapas del proceso judicial de violencia sexual (procesos sumarios)........... 155
10
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Presentación
Uno de los aspectos poco analizados por las investigaciones sobre la problemática
del acceso a la justicia es el referido a los costos que representa para los usuarios acudir
a ella para obtener una respuesta a sus demandas de justicia. El presente trabajo busca
responder a la pregunta ¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?, pero tomando como
referencia a una parte de las mujeres de Apurímac y Cajamarca, quienes acuden al sistema
de justicia ordinario a partir de dos situaciones que son recurrentes en las zonas que
han sido tomadas como estudio, el proceso de alimentos y los casos de violación sexual.
Más allá de las buenas voluntades y de las bien intencionadas disposiciones, lo real
es que todo asunto que se ventila en las esferas del sistema de justicia ordinario, demanda
un costo para el usuario. El sentido del acceso a la justicia es el de brindar las condiciones
necesarias al usuario para que acuda al sistema de justicia en confianza que ha de tener
una respuesta oportuna y ajustada a derecho de sus demandas.
Acudir a la justicia ordinaria representa entonces un costo que las personas deben
considerar. Nos referimos a los costos que en este trabajo se presentan como costos de la
justicia, los cuales se agrupan en (i) costos derivados del sostenimiento y acompañamiento del
proceso judicial, (ii) costos derivados de deficiencias en el funcionamiento del sistema de justicia,
(iii) costos derivados del funcionamiento del mercado de servicios legales y de la actuación de
los abogados y (iv) costos derivados de afectaciones en las esferas personal e interpersonal.
Una de las barreras para el acceso a la justicia de la población son las barreras
económicas, por lo que uno de los objetivos de este trabajo es mostrar una aproximación
del costo para aquellas mujeres de las zonas rurales de Cajamarca y Apurímac3 cuyos casos
han sido vistos ante las instituciones de la justicia ordinaria en el trámite de demanda de
alimentos y de violación sexual, con el fin de proponer alternativas para neutralizar este
impacto en la población rural y pobre del país, y lograr mecanismos legales más flexibles
y oportunos para la satisfacción de la demanda de justicia.
1. Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, artículo 24, Decreto Supremo Nº 017-93-JUS
.
2. Nuevo Código Procesal Penal, artículo 1º. La justicia penal es gratuita, salvo el pago de las costas procesales establecidas conforme a este Código.
3. Los datos han sido tomados de las sedes judiciales de las provincias de Chota y San Marcos Cajamarca así como de Chincheros y Andahuaylas Apurímac.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Las mujeres siguen constituyendo una expresión de aquella parte de la población que
es estigmatizada y discriminada por su sola condición de mujer, si a aquello agregamos el
caso de las mujeres rurales que sufren condiciones de pobreza y miseria, aquellas que no
necesariamente han concluido satisfactoriamente la educación básica o superior, mujeres
que culturalmente son distintas de las mujeres de la ciudad o de las zonas urbanas, además
que son quechua hablantes, entonces estamos refiriéndonos a un segmento de la población
muy particular al cual PROJUR ha tenido oportunidad de acompañar en sus demandas y
denuncias ante la justicia ordinaria a través de los servicios legales, a veces con éxito otras
veces sintiéndonos con amargura, impotentes ante las murallas invisibles de una justicia
que, a pesar de los esfuerzos en revertir esta situación, no logra comprender en su real
dimensión, la realidad en que viven y sobreviven nuestras mujeres rurales debido a que se
prioriza, ante todo, los rígidos mecanismos y procedimientos legales, antes que aplicar estos
procedimientos a partir del reconocimiento de la dignidad de la persona como ser humano.
Este estudio pretende así, contribuir con el acceso a la justicia de la población rural
y fortalecer el sistema de justicia desde una visión de género, derechos humanos y de
interculturalidad, objetivos estratégicos de PROJUR que en Julio del 2010 culminó parte de
su intervención para dar lugar a una nueva etapa desde el Poder Judicial, con los mismos
enfoques y contenidos, y con el mismo empeño de poner en relieve los mecanismos y
procedimientos de resolución de conflictos que ocurren en el ámbito local.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
13
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Introducción
En los últimos años, el debate en torno a la administración de justicia ha implicado
una mayor discusión en torno a las barreras para el acceso a la justicia de la población en
general e incluso se ha hecho notar en ello a ciertos grupos vulnerables como las mujeres.
Estudios de ONG o de la Defensoría del Pueblo han abordado directa o indirectamente
la problemática de la mujer en el contacto con las instituciones encargadas de la
administración de justicia4.
En efecto, aún no se arriba a una plena consciencia de la gama de barreras y costos que
el aparato de justicia puede trasladar a las mujeres. Un claro ejemplo es el Plan de reforma
de la CERIAJUS (Comisión Especial para la Reforma Integral de la Administración de Justicia,
2004), en cuyo conjunto de más de una centena de propuestas no aparece textualmente la
palabra mujer. Cierto, se sobreentiende que muchas de las propuestas la incluyen pero lo
hacen bajo el supuesto que los problemas del funcionamiento de la justicia afectan por igual
a hombres y mujeres, manteniendo sesgos de una política judicial androcéntrica y/o sexista5.
Ese mismo sesgo llega al lado académico. Diversas investigaciones omiten aún
incorporar la complejidad social de la variable género en la administración de justicia6.
Aspectos como el simple efecto diferenciado de la justicia sobre las mujeres u otros
como la supuesta neutralidad de las normas, la visión de género entre los operadores
de justicia y las mujeres, el mayor alfabetismo femenino, las dificultades de las mujeres
rurales, el insuficiente conocimiento de derechos por parte de ciertos grupos de mujeres,
las áreas donde la demanda por justicia no atendida llega a niveles importantes, entre
otros tantos factores, son aún materia pendiente de un desarrollo más serio en la agenda
de investigaciones de género y justicia.
4. Ver: DEMUS. Informe Perú. Diagnóstico de la Situación de las Mujeres al Interior de los Sistemas de Administración de Justicia, las Nociones Jurídicas
y las percepciones Culturales. Lima, 2007; Macassi, Ivonne. Violecia familiar y sexual. Diagnóstico sobre servicios de atención. Lima, Flora Tristán, 2003;
Franco, Rocío y María González. Las mujeres en la justicia comunitaria: Víctimas, sujetos y actores. Lima, Instituto de Defensa Legal, 2009; Defensoría del
Pueblo. Violencia familiar: Un análisis desde el derecho penal. Lima, informe defensorial 110, 2006; entre otros citados en la bibliografía.
5. Castillo, Eduardo. «Agenda de género y reforma judicial: ¿cuánto se ha avanzado a favor de las mujeres?». En Para una justicia diferente. Temas para la
reforma judicial desde y para las mujeres. Lima, DEMUS, 2007, p. 150.
6. Por ejemplo: La Rosa, Javier y otros. Acceso a la justicia y seguridad ciudadana: Un balance de los juzgados de paz letrados en comisarías. Lima, Justicia
Viva, 2008; Defensoría del Pueblo. La aplicación de la justicia penal ante casos de violencia sexual perpetrados contra niñas, niños y adolescentes. Lima,
informe defensorial 126, 2007.
15
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
acceso a la justicia de las mujeres bajo una forma que brinde nuevas pistas y datos que
resumimos en la pregunta «¿cuánto le cuesta la justicia a la mujeres?». Qué tipo de costos
se presentan, cuánto gasta una mujer en cada etapa del proceso, qué costos representan
un gasto de dinero y qué otros un costo de naturaleza distinta, en qué momento del proceso
o fuera de éste se presentan, dónde se originan tales costos y quiénes los originan; son las
preguntas que busca describir y responder esta investigación. Sólo con esta información
será posible tener en cuenta lo que las mujeres sufren y gastan en su paso por la justicia.
Es cierto que con estas preguntas se podría analizar a la mujer en cualquier proceso
judicial. No obstante, se ha optado por concentrarse en los procesos de alimentos y en
los de violación sexual en dos provincias de Apurímac (Andahuaylas y Chincheros) y dos
de Cajamarca (Chota y San Marcos), zonas de trabajo de PROJUR.
La misma estructura capitular es replicada para la tercera sección cuyo eje son los
procesos de violación sexual. Finalmente, un grupo de conclusiones y recomendaciones
cierran el documento.
7. (i) Costos derivados del sostenimiento y acompañamiento del proceso judicial, (ii) costos derivados de deficiencias en el funcionamiento del sistema
de justicia, (iii) costos derivados del funcionamiento del mercado de servicios legales y de la actuación de los abogados, y (iv) costos en lo intrapersonal
y en redes familiares.
16
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
***
Parte de esta investigación recibió los comentarios de Luis Pásara, cuya aguda
percepción permitió profundizar algunos puntos básicos. Asimismo, una versión anterior
fue comentada por Marisol Fernández quien además facilitó para esta investigación una
selecta cantidad de material bibliográfico sin dudas no bien aprovechada en estas líneas.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Primera Sección
Marco Conceptual
19
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Este primer capítulo tiene por objetivo plantear la base conceptual de los costos de
acceso a la justicia a ser empleada en los siguientes capítulos. No se trata de desarrollar
una nueva teoría de costos o rebatir los consensos teóricos ya existentes. Más bien, la
intención es establecer un lenguaje común y organizado en términos de costos de acceso
a la justicia para los fines de la investigación, y que sea útil para visibilizar la problemática
de los costos económicos y no económicos que enfrenta tanto la mujer demandante
por alimentos así como la agraviada por violación sexual. En ese sentido, este marco
conceptual se lee de forma paralela con la visión del acceso a la justicia mediante las
distintas barreras económicas, geográficas, sociales, lingüísticas, culturales, de género
y otras comúnmente empleadas.
Para no perder la ilación entre, de un lado, marco conceptual y, de otro lado, análisis
y realidad, esta primera sección no se inicia con cuestiones metodológicas sino con la
presentación de dos casos tipo de las zonas investigadas (provincias de Chota y San
Marcos, Cajamarca; Andahuaylas y Chincheros, Apurímac) cuyo fin es llamar la atención
sobre los problemas (in)visibles que las mujeres enfrentan antes, durante y después de
los procesos judiciales de alimentos y violación sexual.
La particularidad de estos casos es que han sido construidos en base a los resultados
de los trabajos de campo cuantitativo y cualitativo con expedientes judiciales y entrevistas.
Por tanto, al no basarse en proyecciones o supuestos sino en datos concretos, reflejarían
la realidad cotidiana que enfrenta la mujer promedio en las zonas de estudio al demandar
por alimentos o al comparecer como agraviada en un proceso penal de violación sexual.
El nexo entre estas dos temáticas es muy importante. Permite identificar los costos
del acceso a la justicia a partir de un diagnóstico de la situación en cada uno de esos
espacios de interacción (sostenimiento y acompañamiento hecho por la mujer dentro del
proceso judicial; funcionamiento de los servicios de justicia y de sus actores; mercado de
abogados y de la actuación de los abogados; e impacto en la esfera intrapersonal y en
las redes sociales de la mujer). Ese nexo es la base conceptual para el resto del informe.
Finalmente, esta sección cierra con el detalle de la metodología aplicada en la investigación.
21
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Hoy en día, José aún sin trabajo formal y sin estar sujeto a una planilla
de donde se le descuente directamente la pensión paga esporádicamente la
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
II. El caso de María, un difícil y largo proceso hasta la justicia (caso de violación sexual)
Su vida, sin embargo, dio un giro perjudicial a raíz que fuera víctima
de una violación sexual. Camino a su casa, fue abordada por un desconocido
sin mayor apariencia de peligro. Después se corroboró que el sujeto no
había ingerido ni alcohol ni ninguna otra sustancia. Con engaños y forcejeos
finalmente este individuo se las arregló para abusar sexualmente de Carmen.
23
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
de una reparación civil de mil 500 nuevos soles. Inicialmente se pensó que la
pena podría ser mayor pues el fiscal pidió el doble de pena. En su sentencia,
el juez se apoyó en algunos «atenuantes» como la falta de resistencia a la
violación. El abogado de Carmen le comentó que con cierta regularidad los
jueces aplican estos razonamientos que finalmente contribuyen a mermar la
pena imponible al agresor.
«[…] las posibilidades de las personas, sin distinción de sexo, raza, edad, identidad
sexual, ideología política, creencias religiosas, de obtener una respuesta satisfactoria
a sus necesidades jurídicas. Su ámbito material de aplicación se delimita mediante el
análisis del conjunto de derechos de los ciudadanos y la valoración de la naturaleza y
extensión de la actividad pública y de los mecanismos o instrumentos jurídicos necesarios
para garantizarlos8.»
De acuerdo a esta definición, el acceso a la justicia toma como eje a las necesidades
jurídicas de las personas y a las relaciones de poder que perpetúan la exclusión. En otras
palabras, el acceso no sólo se circunscribe a la tutela jurisdiccional efectiva sino que
incluye los espacios que ésta no toca, permitiendo así analizar las barreras del acceso
antes o después de los tribunales pero igualmente dentro de ellos bajo una visión distinta
a partir de la identificación de las relaciones de poder que perpetúan la exclusión9. Es
en este punto donde la clasificación convencional de barreras del acceso a la justicia en
lo económico, geográfico, social, cultural, de género u otra toma sentido.
8. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Manual de políticas públicas para el acceso a la justicia. Buenos Aires, 2005, p. 7.
9. Ibíd.
24
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Bajo este marco, es más fácil ahondar sobre una amplia gama de factores que deter-
mina la posibilidad de una mujer para encontrar justicia de una manera rápida, al menor
costo posible y, valga la redundancia, justa: Los intentos previos de solución al problema
de alimentos por la vía no judicial, los roles de poder en las relaciones de pareja, el grado
de conocimiento de derechos y de las instituciones que los protegen, las posibilidades
económicas para contratar una buena asesoría y defensa legal, la visión y el manejo de los
abogados, las trabas y demoras en los procesos judiciales, la ejecución de la sentencia,
la visión de género de los funcionarios públicos, entre otros.
De todos estos factores, el de la visión de género atraviesa buena parte del resto de
factores que determinan las condiciones de acceso a la justicia de las mujeres.
Siguiendo a la misma autora, ello sirve para enfatizar que el estudio de la problemática
de la mujer en el acceso a la justicia no puede darse en tanto sujeto aislado del resto de
actores de la administración de justicia (jueces, fiscales, abogados, policías, etc.), sino
que es imprescindible incorporar las relaciones entre ellas y tales actores (relaciones de
poder, maltratos, lenguaje, interpretación de normas, etc.), y entre ellas y el sistema de
justicia (normas, procesos, etc.).
La importancia de este marco es que sirve de base para estudiar transversalmente las
disfuncionalidades del acceso a la justicia en las mujeres en diversos procesos judiciales, como
los procesos por deudas, hurto agravado, linderos u otros como los de alimentos y violación
sexual. La senda seguida por esta investigación es tratar tales disfuncionalidades como barreras
de acceso a la justicia que, a su vez, crean una serie de costos económicos y no económicos.
Cuando se hace referencia a los costos en el acceso a la justicia, la asociación más fre-
cuente recae principalmente en el pago de los honorarios del abogado. En efecto, es quizá el
costo económico más visible y muchas veces el más importante. En muchas zonas de difícil
condición económica como Apurímac y Cajamarca donde los niveles de pobreza (66% y
74% respectivamente, INEI, 2004) entre otros indicadores sociales son preocupantes la sola
presencia de estos costos pueden constituir trabas para iniciar o proseguir con el proceso
Además del gasto en abogados, participar en un proceso judicial implica otro tipo de
costos, como los vinculados al gasto en transporte, trámites o las tasas judiciales (en el
caso de los procesos de alimentos y violencia sexual, las demandantes y las denunciantes
están exentas de su pago).
10. Ruíz, Patricia. «Una aproximación al concepto de género». En: Sobre género, derecho y discriminación. Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú
y Defensoría del Pueblo, 1999. Versión en internet: http://imas2009.files.wordpress.com/2009/04/texto-genero-defensoria.pdf
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 1
Indicadores sociales básicos de las provincias estudiadas
El estudio de cuánto le cuesta la justicia a las mujeres debe partir por organizar los
tipos de costos que aparecen en la búsqueda de justicia. Es necesario definir lo que se
entenderá por costos así como el espectro temporal que abarca. Para ello primero se
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
parte por una clasificación de los costos de acceso a la justicia en función de su realización
económica, para luego entrar a la clasificación de los costos según el momento en el que
se presentan. Ambas sirven como base para desarrollar la clasificación funcional de los
costos, la cual permite identificar los costos a partir del estudio de la problemática de los
procesos judiciales.
Nótese que varios de estos costos se expresan de forma distinta. Algunos implican un
desembolso de dinero inmediato (honorarios del abogado) pero otros toman un tiempo
en madurar (deficiencias en la defensa). Incluso, otros difícilmente podrán ser expresados
económicamente (impacto psicológico en las agraviadas). Teniendo ello en consideración,
se han formado tres tipos de costos en función de su realización económica:
El caso más ilustrativo está en el pago por los honorarios del abogado así como los
gastos en transporte, comunicaciones y otros de corte similar para que la demandante
o la agraviada tomen contacto con su abogado, se informe del caso o acuda a las
respectivas instituciones para averiguar el estado de su caso. La repercusión de este
tipo de costos se da directamente en la economía de la demandante o la agraviada.
27
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Por ejemplo, algunos costos de realización indirecta se hallan en los procesos que
duran más de lo debido. En éstos, el costo se deriva del tiempo invertido en exceso,
espacio en el cual los involucrados hubieran podido dedicarse a generar ingresos o
a realizar otro tipo de actividades que le rindan satisfacción (costo de oportunidad).
Obtener una pensión de alimentos por vía extrajudical y no por vía judicial, también
representa una pérdida de dinero durante la vigencia de la pensión, ya que es por esta
segunda donde la asignación recibida en promedio es mayor (a ello siguen consecuencias
sobre las condiciones de acceso a mejores servicios de salud, educación, vivienda,
etc.). Los costos derivados de las barreras de acceso a la justicia culturales o de género
también tienen campo en esta categoría de costos económicos de realización indirecta.
A diferencia de los dos primeros tipos de costos, este tercero no tiene una realización
económica directa o indirecta. No hay desembolsos inmediatos o diferidos en el tiempo.
No obstante, el tipo de impacto que infligen sobre la constitución de una persona y sobre
sus redes sociales (baja autoestima, desapego familiar, desconfianza en autoridades,
etc.) puede luego repercutir sobre su capacidad de generar ingresos, generando así un
patrón de afectación económica.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 1
Tipos de costos asociados al acceso a la justicia
En concreto, los costos del acceso a la justicia pueden manifestarse en tres momentos
distintos alrededor de un proceso judicial: antes, durante y después.
El antes involucra diversos aspectos como intentos de solución previos u otros costos
vinculados con compromisos de pago de pensión obtenidos con anterioridad, etc. Un
ejemplo claro está en los intentos de obtener una pensión por alimentos en la DEMUNA
o en los centros de conciliación.
Después del proceso judicial habría que considerar todo lo que ocurre luego a la
sentencia. Se incluye, por ejemplo, las acciones para la ejecución de la sentencia que
otorga la pensión de alimentos (desde la contratación de abogados hasta el inicio de otros
29
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Las definiciones de los tipos de costos y su expresión en el tiempo revisadas en los puntos
anteriores constituyen el marco para clasificar los costos del acceso a la justicia hallados
en esta investigación. El objetivo es darle un sentido funcional a ambas clasificaciones
identificando los espacios de interacción donde se originan o desenvuelven los costos.
En ese sentido, nos parece pertinente armar la clasificación funcional de los costos
de acceso a la justicia en los 4 siguientes grupos a continuación detallados: (i) costos
derivados del sostenimiento y acompañamiento del proceso judicial, (ii) costos derivados
de deficiencias en el funcionamiento del sistema de justicia, (iii) costos derivados del
funcionamiento del mercado de servicios legales y de la actuación de los abogados y (iv)
costos derivados de afectaciones en las esferas personal e interpersonal.
Los costos de esta clasificación son básicamente del tipo económico de realización
directa (asociados a los servicios de justicia) y costos económicos de realización indirecta
(es probable que también causen costos no económicos de realización económica
potencial o invisible). Por tanto, una mayor presencia de los costos derivados del
sostenimiento y acompañamiento del proceso judicial tiene un impacto más inmediato
en la economía familiar de la mujer y sus dependientes.
30
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
31
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Sobre esta base, las siguientes secciones desarrollan los costos del acceso a la
justicia para las demandantes por alimentos y las agraviadas por violación sexual.
Ilustración 2
Clasificación funcional de los costos de acceso a la justicia
(según los espacios de interacción donde éstos se originan o desenvuelven)
V. Metodología
1. Ámbito de estudio
La definición del ámbito de estudio pasó por tres niveles. Un primer nivel geográfico,
uno segundo de ubicación en el sistema de justicia y un tercero de selección del tipo de
procesos judiciales a estudiar. Este último criterio fue definido alrededor de los procesos de
alimentos y violación sexual habida cuenta que son espacios donde se expresa la problemá-
tica de la mujer, la del género y su influencia en el funcionamiento del sistema de justicia.
La definición del ámbito geográfico estuvo dada por las zonas de trabajo de PRO-
JUR, es decir, las provincias de Chota y San Marcos en Cajamarca y las provincias de
Andahuaylas y Chincheros de Apurímac. Si hay algo que caracteriza a estas cuatro
provincias es que todas pertenecen a la sierra, son predominantemente rurales y tienen
importantes niveles de pobreza (65.9% en Apurímac y 74.2% en Cajamarca; INEI, 2004).
Una particularidad adicional es que las provincias de Andahuaylas (Andahuaylas) y Chota
(Cajamarca) son similares en tamaño poblacional y cantidad de juzgados, relación que
también se da entre las provincias de Chincheros (Apurímac) y San Marcos (Cajamarca).
En Cajamarca, tanto la provincia de Chota como la de San Marcos cuentan cada una
con 1 juzgado de paz letrado. En Apurímac, la provincia de Andahuaylas cuenta con 2
juzgados de paz letrados (ambos ubicados en un Módulo Básico de Justicia)13y Chinche-
ros con 1 solo. En lo penal en Cajamarca, Chota cuenta con 2 juzgados penales y San
Marcos con 1 juzgado mixto. La misma disposición la tiene Andahuaylas y Chincheros
con 2 juzgados penales y 1 mixto, respectivamente.
El recojo de información tuvo cuatro fases, una exploratoria, y tres trabajos de campo
(sistematización de expedientes judiciales de alimentos y violación sexual, encuestas a
demandantes por alimentos y entrevistas con agraviadas por violación sexual).
11. Cuando no hay filiación, son competentes los juzgados civiles. Sin embargo, estos casos no formaron parte de esta investigación. Cuantitativamete,
representan menos casos. Además, sobre todo, se optó por analizar la primera puerta de entrada al Poder Judicial, es decir, los juzgados de paz letrados.
13. En el mes de agosto se reactivó en Andahuaylas un tercer jugado de paz letrado. Ello, sin embargo, no afecta la muestra en tanto no estuvo activo en
el periodo de los expedientes revisados
33
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
El objetivo fue agregar los datos provenientes de las fases 2 y 3 para así contar con
una base de datos más rica y basada sobre un mismo público objetivo. Es decir, el obje-
tivo fue entrevistar a las mujeres cuyos expedientes habían sido sistematizados, lo que
implicó un esfuerzo logístico importante.
Se intentó aplicar la misma lógica para los casos de violación sexual. Sin embargo,
en el camino diversos factores forzaron a repensar la estrategia (corta edad de las agra-
viadas, enfrentamiento con los padres, lejanía de las viviendas de la agraviadas, etc.).
Finalmente, se realizó el trabajo de campo con expedientes y luego dicha información
fue complementada con algunas entrevistas a agraviadas de violación sexual (fase 4).
14. Se incluyó la provincia de Abancay pues en el archivo de esta provincia se hallaban algunos expedientes de alimentos y violación sexual de Andahuaylas
y Chincheros. Lo mismo sucedió con algunos expedientes de Chota que estaban archivados en la sede de la provincia de Cajamarca.
15. En Abancay se ubica la sede de la Corte y concentra a buena cantidad de informantes calificados.
34
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Dado que la siguiente fase (encuestas a las mujeres detrás de los expedientes
sistematizados) dependía de esta segunda (identificar los nombres y direcciones
de las demandantes en los expedientes), se optó por trabajar al nivel del universo
y no de muestra. La razón es simple. Se esperaba que la tasa de encuestas
realizadas sea baja por diversos factores no controlables (encuestadas ausentes,
cambio de direcciones, lejanía de la vivienda de la entrevistada, etc.). Por tanto,
trabajar con el universo permitió regular la pérdida de representatividad de los
datos a prever en la fase 3.
35
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
El objetivo de esta fase fue identificar información atribuible a los costos del
acceso a la justicia tomando como referencia al grupo de personas cuyos casos
fueron revisados en la fase previa (sistematización de expedientes judiciales).
36
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Segunda Sección
Procesos de
Alimentos
37
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Esta sección marca el inicio del análisis de los costos de acceso a la justicia en los
procesos de alimentos teniendo como base conceptual todo lo desarrollado en la sección
anterior. Las siguientes páginas identifican y, cuando es posible, calculan los costos en
que incurren las mujeres demandantes por alimentos a raíz de los problemas detectados
en los espacios de interacción del proceso judicial, así como también antes y después
de éste episodio judicial. En efecto, tanto antes como después del proceso judicial se
registran también historias de costos y barreras para un pleno acceso a la justicia.
Las cuatro provincias estudiadas, sobre todo Chincheros y San Marcos, comparten
elevados índices de ruralidad. Se tejió la hipótesis, por ello, que una parte importante de
las demandas de alimentos sería de mujeres provenientes de medios rurales. El análisis
de la información recogida mostró resultados distintos. Existirían indicios, por ende, para
suponer que las mujeres rurales procuran la pensión por alimentos por vías alternas a
la judicial, como bien podrían ser las rondas campesinas, los jueces de paz u otras que
le impliquen menores barreras económicas y geográficas.
Una segunda conclusión importante a partir de esta aparente brecha entre el acceso
en lo rural y urbano, guarda relación con la dificultad de adaptación del proceso y las
normas que lo rigen a la realidad rural. Como se expone más adelante, el conjunto de
reglas que norman el proceso de alimentos encuentra algunas dificultades para ajustarse
correctamente a la realidad rural. Frente a ello, es perentorio que se analicen los meca-
nismos para reducir tales barreras de acceso y hacer la tramitación de estos procesos
menos larga y costosa y con mayor satisfacción para las partes.
Todo ello se suma a un aparato de justicia con las típicas deficiencias de lentitud,
burocracia, deficiente información, maltrato, etc. así como otras derivadas del ejercicio
de los abogados y las características de las propias demandantes. Cada una de estas
aristas es un espacio para la aparición de diversos costos, sean económicos o no, que se
erigen como barreras para el acceso a la justicia. No todas son críticas. De hecho, se han
detectado algunas prácticas interesantes que también serán resaltadas más adelante.
39
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Luego, el siguiente punto tiene por fin darle un rostro más definido a la mujer detrás
de las demandas por alimentos. Para ello, se resumen algunas de sus características
demográficas y socioeconómicas básicas en la zona de estudio. Dado que esta visión
estadística es un tanto fría, se optó por complementarla con los rastros de violencia que
estas mujeres habrían recibido bajo la hipótesis que los procesos de alimentos no siem-
pre responden a necesidades económicas sino que esconden detrás una problemática
de pareja más grave y poco evidente.
Finalmente, se caracteriza los rasgos principales de las demandas (uso del formato
de demanda de alimentos, destinatarios de la pensión, forma de pensión solicitada y
monto solicitado) y sus resultados (forma de conclusión del proceso, pensión obtenida,
interposición de apelaciones y duración de los procesos) como una forma de caracterizar
las intenciones y lo finalmente obtenido durante el episodio judicial.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
se focaliza esta investigación. Más bien, sería una realidad casi nacional. Grosso modo,
del total de casos resueltos en el 2008 por los juzgados de paz letrados de Chota y
San Marcos revisados para esta investigación por lo menos las tres cuartas partes co-
rrespondían a casos de alimentos. El porcentaje restante, sin embargo, no es ajeno a
la problemática familiar. Principalmente hay, además de faltas, procesos de aumento,
reducción, exoneración o prorrateo de alimentos.
Detrás de estas tendencias hay una preocupación de fondo que señala la presencia
de problemas en la formación y desarrollo de familias, es decir, el núcleo de la sociedad.
Aunque no se tuvo el objetivo de cuantificar esta variable, durante el trabajo de campo
se evidenció que una parte importante de las parejas inmersas en procesos de alimentos
tenía un origen extramatrimonial. Otras obedecían a relaciones fugaces, lo cual no es per
se condenable, como sí lo es la actitud de desentendimiento del hombre hacia el cuidado
de sus hijos. Eso quiere decir que, desde un inicio, el reconocimiento de la relación y, por
ende, de los derechos de pensión puede atravesar por mayores dificultades.
De ser así, los signos de descomposición de la estructura familiar reflejan una realidad
que está lejos de ser netamente judicial. No es mucho lo que el Poder Judicial pueda
hacer para evitar sobrecargar sus juzgados con este tipo de procesos. Más bien, su rol
debe estar enfocado en informar, brindar asistencia, promover el acceso y procesar de
manera más rápida todas las demandas de alimentos que le lleguen.
Los puntos a continuación abordados pretenden ser una aproximación básica a esta
necesidad de complementar la información. Su desarrollo está basado en la información
recogida en las entrevistas realizadas con los operadores de justicia y actores claves
(jueces, fiscales, abogados, expertos). Es importante dejar en claro que no se pretende
construir una teoría sobre la desintegración de la familia sino estrictamente brindar un
marco para la compresión de la problemática social detrás de la importante cantidad
de procesos de alimentos.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Para muchas mujeres, interponer una demanda por alimentos puede significar
una forma de romper con ese ciclo de violencia. Obtener la pensión podría
convertirse casi en una acción de empoderamiento en tanto le permite a la mujer
reducir su dependencia económica.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
16. Ver por ejemplo: Ramírez, Beatriz y Clea Guerra. Op. Cit.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
más [por lo que hiciste]» lo que justificó durante nuestra entrevista con la siguiente
frase: «hay que darle el contexto de autoridad».
Además de las partes del proceso y los abogados, es indispensable ver a los
jueces como actores que también pueden estar actuando sesgadamente debido a
visiones de género particulares, a raíz de ciertas preferencias de género escondidas,
es decir, una empatía inconsciente entre juez y demandado. Un ejemplo está en la
forma para fijar la pensión de alimentos.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
e incluso también las capacidades del obligado. Llevar a cabo las audiencias de
conciliación sin tener mayor reparo en las relaciones de poder subyacentes entre
demandante y demandado, es una forma adicional detectada en los expedientes
judiciales analizados para introducir algunos sesgos que terminarán afectando la
determinación del monto de pensión.
Aspectos como éstos influyen en que la solución final del caso judicial sea
aparentemente igualitaria para ambas partes (respeto de las reglas del debido
proceso, demandada con asistencia de abogado, etc.). Pero, como se observa en
estos ejemplos, hay ocasiones en que factores poco evidentes generan distorsiones
que conducen hacia una solución igualitaria pero no necesariamente equitativa.
Las medidas para cubrir los vacíos de educación y sentar mejores condiciones
para el conocimiento de los derechos de las mujeres no pasan únicamente por
la reforma del sector educación o la reducción de la pobreza. Aunque ello es lo
ideal, toma mucho tiempo y voluntad hacerlo. Vías más rápidas y con resultados
efectivos en el corto plazo se hallan en la difusión de derechos18.
17. PNUD. La democracia en el Perú. El mensaje de las cifras (resumen informativo). Lima, marzo, 2006. En: http://www.pnud.org.pe/PDFs/Democracia_
En_El_Peru_Resumen.pdf
18. Gracias a los programas radiales de PROJUR, con fuerte presencia en zonas rurales, una importante cantidad de mujeres de estos ámbitos fue incen-
tivada a la búsqueda de asesoría y en algunos casos patrocinio legal para sus conflictos de familia.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Aunque la clave está puesta en el tema educativo, las mujeres de las provincias
estudiadas, como muchas otras del país, deben enfrentar otras dificultades
presentes en zonas con menores niveles de desarrollo económico y acceso a
servicios. Los niveles de pobreza, analfabetismo, desnutrición, indocumentación,
entre otros problemas que afectan más a las mujeres, se mezclan y se acentúan
con las carencias de los niveles de educación.
Un tema de rápido consenso entre los operadores del sistema de justicia así
como entre los abogados en las zonas de Cajamarca y Apurímac es que existe
una importante diferencia entre la demanda efectiva por acceso a la justicia y la
demanda no atendida. Es decir, el problema es que la cantidad de demandas de
alimentos que año a año ingresan a los juzgados de paz letrados no representa la
verdadera cantidad de mujeres que requieren o desean obtener una pensión de
alimentos para ella y/o sus hijos.
19. Como se verá más adelante existen otros costos muy importantes que pueden limitar el acceso a la justicia, por lo que esta gratuidad es relativa.
20. En las provincias en estudio PROJUR ha detectado una importante cantidad de casos de partidas de nacimiento y documentos de identidad con los
nombres mal consignados debido al bajo nivel educativo de los registradores civiles. Este problema afecta tanto a hombres y mujeres y les genera un
costo adicional importante pues deben iniciar un proceso judicial para la rectificación sin lo cual no pueden realizar diversos trámites como, por ejemplo,
presentar una demanda judicial. Un rondero de San Marcos entrevistado señaló que las mujeres sin DNI buscan obtener su pensión en las rondas habida
cuenta que sin este documento no es posible hacer trámite alguno en el Poder Judicial.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
En principio, la demanda efectiva por justicia está compuesta por las mujeres
que acuden a cualquiera de las instituciones públicas, privadas o comunales que
tienen la capacidad de dar una solución a la necesidad de pensión de alimentos.
También existen otras instituciones que funcionan como soporte pero sin
competencia para fijar acuerdos sobre pensiones. Éstas hallan su importancia en
la creación de redes de apoyo psicológico y legal. Son los casos de los Centros de
Emergencia Mujer CEM (MIMDES), los centros de Asesoría Legal Gratuita ALEGRA
(Ministerio de justicia) o las defensorías comunitarias. Para muchas mujeres e
incluso para algunos funcionarios de estas instituciones, la opción de conciliar
sigue siendo válida aún cuando haya episodios de violencia familiar (priorización
del vínculo familiar). Bajo tales condiciones, la conciliación resulta un despropósito
y a la vez un costo no económico importante para la mujer. Algunos estudios
han demostrado que cuando la conciliación se da en este contexto, su nivel de
cumplimiento será bajo e incluso puede generar procesos de revictimización21.
21. Ver, por ejemplo: Yañez, Gina. La violencia contra la mujer: estudio de casos sobre la aplicación de la ley de violencia familiar, desde una perspectiva
de género. Lima, Manuela Ramos, 1998. El artículo de Ivan Ormachea da cuenta de bibliografía interesante sobre los problemas de la aplicación de
la conciliación y mediación cuando hay violencia entre la pareja (ver: «Violencia familiar y conciliación» en Revista Derecho, Facultad de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, N.° 52, 1998 -1999).
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 3
Instituciones vinculadas al sistema de justicia en la temática de
alimentos en las zonas de estudio
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
nos informaron que la Asistencia Legal Gratuita- ALEGRA del MINJUS, y del Módulo
de Justicia de Andahuaylas, contaba con tres defensores de oficio cada uno. En
Chincheros y en San Marcos la situación es distinta pues no existen defensores
de oficio. Sin más opción que el abogado privado en estas dos provincias, la
ausencia de abogados de oficio abre un costo adicional para el acceso a la justicia.
Esta realidad no es exclusiva de Chincheros y San Marcos sino de muchas a nivel
nacional pues el número de defensores de oficio en el país no supera los mil.
En suma, las referencias dadas en este punto hacen alusión a las personas
que han dado algún paso para acceder al sistema de justicia y en el camino
encentraron dificultades. Quedan al margen todas las mujeres que entablaron un
tímido o nulo contacto con el Poder Judicial u otras instituciones que son vías
de satisfacción de sus necesidades de justicia. Para ellas, los costos del acceso
a la justicia son muchos mayores si asumimos que postergan la defensa de sus
derechos vulnerados y no acceden a una solución que pueda protegerlos.
Al principio, las distintas fuentes empleadas parecerían dar pistas muy distintas y
hasta contradictorias sobre la mujer demandante. Se podría construir un perfil en base
a las entrevistas con los operadores de justicia. Sin embargo, terminaría siendo muy
distinto de aquél hecho en base a la lectura entrelíneas de las referencias a las mujeres
plasmadas en las demandas. Igualmente, un perfil muy distinto se obtendría si la fuente
de información se limitara a las contestaciones de demanda.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
¿A qué se deben estas discrepancias de fuentes? ¿En cuál se puede confiar más? El
problema con algunas fuentes es que la información que transmiten suele estar mezclada
con prejuicios que terminan por subjetivizar y trastocar la caracterización de la mujer
demandante por alimentos.
Ese distanciamiento entre causa judicial y partes crea un vacío de información sobre
las características de demandantes y demandados que es llenado con preconceptos
sobre la mujer demandante (y también sobre el hombre demandado) muchas veces
cargados de machismo. Se podría decir que este fenómeno no se aplica exclusivamente
a la mujer que demanda alimentos, sino que es casi generalizable a cualquier hombre o
mujer litigando en cualquier materia23.
En nuestra sociedad aún rigen características y conductas que son asignadas a los
hombres (proveedor económico, rudeza, etc.) y otras distintas a las mujeres (reproducción,
cuidado del hogar, dulzura, bondad, etc.). Asumir la responsabilidad de ser juez, fiscal,
policía, abogado, personal de ONG u otro no implica librarse automáticamente de tales
prejuicios ni tomar consciencia de su riesgo. En muchos casos, el ambiente profesional
es simplemente un espacio más donde estos prejuicios se expresarán, y que, a lo largo
de la investigación, se observa en sesgos para la determinación del monto de pensión,
el trato a la mujer, etc.
Sea como sea, la separación entre mujer y causa judicial, sumada a los estereotipos
comentados, disminuye la visibilidad de los rasgos objetivos que caracterizan a la mujer
demandante. Es más, incluso hablar de mujer como variable universal también es una
22. Al decir de muchos jueces, este efecto es mucho más común entre los jueces penales que ven casos graves o extremos. La asiduidad de la violencia
de los casos que tramitan influencia en que su umbral de asombro y no sensibilidad sean mayores. En otras palabras, algunos jueces pueden llegar a
habituarse a tratar casos extremos pero sin mostrar mayor impresión, apego o empatía hacia las víctimas.
23. Así, erróneamente, algunos operadores judiciales pueden hacer las asociaciones simplistas entre pobreza y delincuencia, medio rural e ignorancia,
buena posición económica y alta educación, etc. Valga decir que estas asociaciones no son parte exclusiva del pensar de los jueces sino que son comu-
nes entre la población.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
falta. Al decir «mujer» se reconocen diversos grupos diferenciados por variables de corte
social, económico o cultural. A este punto, sin embargo, no entraremos.
Por todas estas razones, el perfil de la mujer demandante por alimentos que se
presentará a continuación obedece a los rasgos demográficos (edad, nivel de estudios,
número de hijos) y sociales (ocupación y nivel de ingresos) a partir de la información obje-
tiva recogida en los expedientes judiciales y en las encuestas a las propias demandantes.
Conocer con detalle quiénes son las mujeres detrás de los casos de alimentos en
cada una de las provincias estudiadas contribuye a dibujarle un rostro más humano a la
problemática local que puede servir en múltiples maneras, como para focalizar propuestas
que mejoren el acceso a la justicia, sensibilizar a los operadores de justicia y actores de
la administración de justicia, etc.
El promedio de edad con que una mujer inicia la demanda por alimentos gira
alrededor de los 30 años o un poco más en función de la provincia. En las dos
provincias estudiadas en Cajamarca, la edad promedio de una mujer al iniciar este
proceso judicial fue de 30 años, cifra que en Andahuaylas se elevó hasta 32 y en
Chincheros a 36 años.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 2
Edad de las demandantes en procesos de alimentos
Un vínculo sentimental por fuera del matrimonio o pasajero puede ser una
dificultad adicional para manejar correctamente la problemática del tema de
alimentos. La demanda judicial hace pública la existencia del hijo del demandado
por fuera de su matrimonio y, al mismo tiempo, puede ser un factor que retarde la
acción legal a tomar por parte de la mujer.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Otros datos valen la pena de ser destacados. En las provincias más grandes,
Andahuaylas y Chincheros, el número de hijos máximo (6) es mayor que en
las provincias menores, Chincheros y San Marcos (3), quizás explicado por un
menor acceso en éstas a información sobre paternidad responsable y métodos
anticonceptivos.
Cuadro 3
Número de hijos entre demandante y demandado por alimentos
Cuadro 4
Nivel de analfabetismo entre las demandantes por alimentos
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
24.Si bien existe un formato de demanda por alimentos, su uso es ínfimo. Nunca se registraron demandas con formato en Andahuaylas ni Chota, pero sí
en Chincheros (5%) y San Marcos (4%). Aun cuando esto ayude, haría falta más formatos para otras etapas del proceso (solicitud de declaración de rebel-
día, solicitud de liquidación de devengados, solicitud de requerimiento de pago de pensión, solicitud para remitir expediente al juzgado penal u otras).
De todas formas, hay que guardar cuidado con los efectos de la ausencia de defensa en el proceso. Más adelante se advertirá que cuando se concilia
judicialmente, la presencia o ausencia del abogado de la demandante es un factor que influye en una mayor o menor pensión.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 5
Ocupación de las demandantes por alimentos
Cuadro 6
Nivel de estudios de las demandantes en procesos de alimentos
Cuadro 7
Presupuesto/ingreso mensual de las demandantes por alimentos
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
En efecto, poco a poco, los gastos del proceso judicial pueden comprometer
la capacidad de gasto de la demandante. Es decir, que los desembolsos ligados
al proceso judicial no siempre podrán ser cubiertos con sus ingresos. Frente
a ello, algunas mujeres se ven obligadas a recurrir a determinadas fuentes de
financiamiento entre propias, formales e informales.
Ciertamente, esa es la realidad que recogen las cifras. Sólo el pago al abogado
ya implica un sacrificio económico y una estrategia de financiamiento particular
más allá de la propia generación de ingresos por parte de la demandante. Aunque
los datos varían según la provincia estudiada, la mayoría de mujeres encuestadas
ha recurrido a préstamos de familiares o amigos o, en todo, caso han hecho uso
de sus propios ahorros.
Cuadro 8
Formas de financiamiento para el pago de los honorarios de abogado(s)
Lo paradójico del proceso de alimentos es que, mientras la mujer debe afrontar diversos
gastos para que el proceso avance, el hombre no. La sentencia le llegará a su domicilio aún
si éste haya sido declarado rebelde, si nunca asistió a las audiencias de conciliación citadas
por el juez e incluso sin haber necesariamente consultado con un abogado.
Por supuesto, no se trata de una crítica a estas figuras legales pues gracias a
ellas el caso puede avanzar pese a la indiferencia del demandado. No obstante, en
términos económicos le resulta a éste un ahorro significativo, teniendo en cuenta
que es el hombre quien supuestamente vulneró diversos derechos de la mujer
25. Dependiendo de provincia estudiada, la proporción de demandas abandonadas tiene poca o mucha importancia. Como se detallará más adelante, en
Chincheros, por ejemplo, de los 22 expedientes revisados, ninguno fue abandonado. En Chota, en cambio, el porcentaje de abandono llegó al 35% de las
demandas.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Detrás de los datos yace un perfil oculto de la mujer que hemos tratado de sondear
mediante tres variables que, de alguna forma, resumen problemáticas mayores en el
vínculo de pareja entre demandado y demandante, al margen que éste haya sido
esporádico o extramatrimonial, como en buena parte de los casos, o mayor estabilidad.
Los casos de alimentos suelen cargar consigo una historia de desequilibrios en las
relaciones de pareja que van más allá de su duración o seriedad.
Si nos guiamos por estos datos, la conclusión sería la siguiente: Los niveles de
violencia contra la mujer, identificados a partir de las demandas por alimentos, son
particularmente bajos si se toma como referencia a estudios a gran escala. Así, por
ejemplo, una encuesta de la Universidad de Lima (febrero, 2009) detectó niveles de
violencia psicológica de orden del 25% y de violencia física que llegaron al 16%.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Los resultados, aún con una representatividad menor que la de los expedientes,
dan cuenta de una mayor presencia de violencia que la identificada en las demandas.
La conclusión es fuerte pues la presencia de la violencia psicológica (advertida y
reporta por las encuestadas) es bastante importante según la zona: entre 22.6%
(Chota) y 89.2% (Andahuaylas). La violencia física también alcanzaría un peso
importante, como en el caso de Chota (67.7%) y Andahuaylas (81.1%). Asimismo,
los episodios de violación sexual fueron reportados únicamente en Andahuaylas
pero alcanzan un nivel bastante preocupante (31.1%).
Aun cuando los niveles de reporte de violencia son considerables, estos delitos
quedan al margen del sistema de justicia, impunes y perpetúan la posición de
subordinación de la mujer, retrasan su reconocimiento como total sujeto de derechos
y muy probablemente traspasen estos mismos criterios a los hijos que ellas crían. Así
lo corroboraría el hecho que muy pocas mujeres hayan manifestado haber interpuesto
otro tipo de demandas contra los agresores (demandados por alimentos). Este fue el
caso únicamente en Andahuaylas (9.9%) donde el tipo de violencia registrado fue el
que entraña un daño más profundo (violencia sexual).
Cuadro 9
Mujeres demandantes por alimentos que sufrieron violencia en sus relaciones de pareja
(fuente: expedientes judiciales)
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 10
Mujeres demandantes por alimentos que sufrieron
violencia en sus relaciones de pareja
(fuente: entrevistas con demandantes)
relaciones de pareja) a una vida con violencia. Se callan los hechos y se aleja a la
mujer del sistema de justicia que justamente está ahí para protegerla.
Ilustración 4
Etapas del proceso judicial de alimentos
A inicios del año 2005 (24 de febrero), salió publicada en el diario oficial
la Resolución Administrativa 0512005CEPJ por medio de la cual el Poder
Judicial aprobaba dicho formato (anexo 1). Se especificó que sea la Gerencia
General de esta institución la encargada de su difusión a las diferentes Cortes
del país.
26. Es oportuno mencionar que una parte menor de las demandas analizadas en el trabajo de campo fueron calificadas como inadmisibles (entre 2.3%
en Chota y 15.2% en Andahuaylas) o, menos aún, improcedentes (sólo 1 caso en San Marcos). Los casos declarados inadmisibles (prácticamente solo
en Andahuaylas, 15%) obedecieron básicamente a la falta de la acreditación de la relación con el demandado y a la acreditación de la filiación (con lo
cual el juzgado de paz perdía competencia). Otras razones consignadas estuvieron en errores menores entre los nombres de los hijos consignados en la
demanda y las partidas de nacimiento, error menor que pudo haber sido subsanado una vez admitida la demanda. Este detalle permite evidenciar cómo
la actuación de cada juez marca estilos distintos, en ocasiones innecesariamente perjudiciales, de administrar justicia cuando se privilegia mecánica y
desproporcionalmente los aspectos formales en un proceso judicial.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 11
Utilización del formato de demanda por alimentos del Poder Judicial
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 12
Destino de la pensión solicitada en la demanda
La principal forma de pensión solicitada fue la del monto fijo, con énfasis
en Chota (86.4%), San Marcos (92.6%) y Andahuaylas (62.8%), a diferencia
del patrón observado en Chincheros (9.1%). Estos resultados sugieren que en
pocos casos los demandados están adscritos a un trabajo formal y que, en
consecuencia, serán mayores las facilidades que el demandado tendrá para
incumplir con el pago de la posible pensión.
Cuadro 13
Forma de la pensión solicitada (monto fijo o porcentaje)
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
27. Como se viera anteriormente, en la mayoría de casos el número de hijos entre las partes del proceso no fue mayor a uno. Por ello y para no complicar
la lectura de los datos, se ha optado por trabajar con el promedio simple de pensión y no con el promedio ponderado.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Es probable que la razón para que estos rangos estén cerca al tope legal
obedezca a la estrategia procesal aplicada por los abogados. No obstante,
también hay que considerar que mientras los ingresos del demandado sean
menores, por lo menos en teoría, las necesidades de la mujer demandante y
de sus hijos tenderán a ocupar una mayor proporción de esos bajos ingresos.
Gráfico 2
Cuantía de pensión solicitada como monto fijo
Gráfico 3
Cuantía de pensión solicitada como porcentaje de ingresos de demandado
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
28.Este punto es desarrollado después pero se puede adelantar que hay fuertes indicios sobre un bajo nivel de ejecución de sentencias. La práctica de
consignar el pago de la pensión en el expediente no es habitual. A partir de los datos disponible se construyó un índice de cumplimiento del pago de las
pensiones, cuyos resultados varían entre un 21% (Andahuaylas) y 36% (Chota). Las encuestas a las demandantes, aunque de representatividad menor,
dan pautas más certeras: se ha cumplido siempre entre un 12.5% de los casos (Andahuaylas) y 37.5% (San Marcos).
29.La transacción judicial es una especie de contrato por el cual las partes acuerdan poner fin al litigio mediante la concordancia en los términos de un
arreglo de sus pretensiones. No obstante, la cuestión de alimentos no es transable por referirse al beneficio de terceros. Pese a ello, judicialmente, los
jueces aceptan las transacciones extrajudiciales y las toman como una forma válida para cerrar el proceso judicial. La incongruencia entre la norma y
su aplicación no desacredita el uso del término «transacción judicial» para fines de esta investigación. Se continuará empleando esta referencia para
representar lo que sucede en los hechos y no para definir una categoría jurídica, aspecto que en estas páginas tiene nulo interés.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
quien, por sobre las partes y previo estudio del caso, reconoce el derecho y
asigna un monto de pensión específico.
La hipótesis que sostiene todos estos datos es que las distintas prácticas
y conductas durante el proceso, tanto de partes como de abogados, influyen
en que entre provincia y provincia prevalezca una u otra forma de resolución
de conflictos. Ello explica, por ejemplo la dispersión de los casos terminados
por transacción judicial entre Andahuaylas (10.3%), Chincheros (27.3%),
Chota (2.3%) y San Marcos donde no hubo ningún caso (0%).
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 4
Forma de conclusión de los procesos de alimentos
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 14
Promedio de pensión solicitada y obtenida en los procesos de alimentos
30.La comparación del ratio de pensión para las dos modalidades de pensión puede ser controvertida. En todo caso, su comparación hace alusión a un
éxito centrado en el objetivo (de pensión) anhelado en la demanda, pero no necesariamente al objetivo de una pensión más alta. Esto último podría ser
calculado con los datos de ingresos de los demandados en los casos que la pensión se solicitó como porcentaje de sus ingresos. No obstante, esa infor-
mación fue consignada en el expediente en casos contados.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
fueron las relaciones amorosas entre las partes. Así como las transacciones
pueden ser un medio para ocultar hechos de elevada importancia para el
proceso, en otros también puede funcionar adecuadamente, como los 6 casos
(de 21) donde por esta vía las partes llegaron al acuerdo de una pensión del
60% de los ingresos del demandado (máximo legal)31.
Cuadro 15
Formas de conclusión del proceso y pensión promedio obtenida
Nota: Los datos de Chincheros y San Marcos cuentan con pocas observaciones por lo cual los
contrastes pierden representatividad; n.o.: no se registran observaciones.
Fuente: Sistematización de expedientes judiciales de alimentos.
Elaboración propia.
31. En ninguno de estos casos los expedientes dejaron constancia del pago de la pensión.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
32. Chota y San Marcos cuentan con pocas observaciones para efectuar cálculos confiables.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 16
Apelaciones en los procesos de alimentos
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 5
Duración promedio de los procesos judiciales de alimentos
Nota: Sólo incluye la duración de los procesos en primera instancia debido al bajo número de
apelaciones.
Fuente: Sistematización de expedientes judiciales de alimentos.
Elaboración propia
Estos datos deben ser tomados con cuidado y bajo el contexto adecuado.
En primer lugar, la duración de todo proceso judicial está relacionada con
el tipo de resolución que termina el proceso. Un caso que llega hasta la
sentencia tomará más tiempo que uno que finaliza por conciliación judicial. En
segundo lugar, como resultado de lo anterior, las cifras promedio de duración
promedio que acabamos de revisar están influenciadas por la cantidad de
casos culminados bajo una forma u otra. Siguiendo el ejemplo, si los jueces
de una provincia determinada saben manejar las conciliaciones judiciales y
son exitosos en ello, la cantidad de casos resueltos bajo esa modalidad será
mayor que en cualquier otra provincia y, con ello, la duración promedio de los
procesos tenderá a ser menor.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
33.No todas estas formas de resolución han estado presentes en cada provincia, lo que es muestra adicional de las diferentes prácticas y conductas en
los jueces, abogados y litigantes frente al proceso de alimentos.
34.Según el Código Procesal Civil, en los procesos sumarísimos como el de alimentos, el emplazado tiene 5 días para contestar la demanda (artículo
554), a partir de lo cual el juez tiene 10 días para fijar la fecha de la audiencia única (artículo 554) donde además podrá dictar sentencia; caso contrario y
excepcionalmente puede reservar su posición por 10 días más hasta la emisión de la sentencia (artículo 555).
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 5
Diferencias entre el plazo legal y el plazo legal ajustado
para los procesos de alimentos
Gráfico 6
Duración promedio de los procesos de alimentos
según plazo legal y plazo legal ajustado
35. De acuerdo a los resultados del trabajo de campo, el tiempo promedio para la calificación de la demanda es de 6 días, con lo cual el plazo legal subiría
en 6 días. El tiempo promedio por notificación es de 9 días y teniendo en cuenta que por lo menos hay 4 notificaciones desde la notificación de la demanda
hasta la de la sentencia (se notifica demanda, contestación, fijación de audiencia y sentencia), el plazo legal aumentaría en 36 días más y llega a los 67 días
ya señalados. Estos cálculos excluyen las observaciones muy altas dado que distorsionarían los resultados.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 7
Porcentaje de procesos culminados dentro del plazo legal ajustado
36. Hammergren, Linn: «La experiencia peruana en reforma judicial: Tres décadas de grandes cambios con pocas mejoras», en Luis Pásara, editor: En
busca de una justicia distinta: Experiencias de reforma en América Latina. Lima: Justicia Viva, 2004, 19.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 17
Algunos indicadores básicos sobre carga procesal
Notas: JPL es juzgado de paz letrado; la tasa de resolución se calcula como la división del número de expedientes
resueltos entre los expedientes pendientes; la tasa de resolución simple se obtiene dividiendo el número de
expedientes resueltos entre el número de expedientes de carga procesal; la tasa de acumulación de pendientes se
calcula como la división entre el número de expedientes resueltos entre los expedientes pendientes; Los signos (+) y ()
indican hacia el valor de cada indicador es considerado como positivo o negativo respectivamente.
Fuente: Gerencia General del Poder Judicial: Estadísticas de la función jurisdiccional. Periodo: enero diciembre 2008.
Elaboración propia
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 18
Duración de los procesos de alimentos,
según la forma de conclusión del proceso
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
II. Los costos del acceso a la justicia en los procesos de alimentos en las zonas de estudio
Este capítulo presenta los costos de acceso a la justicia en forma articulada con lo desa-
rrollado en la primera sección de este documento donde se expuso la clasificación de costos
a seguir (clasificación funcional), es decir, aquella que divide los costos según los espacios
de interacción donde éstos se originan o desenvuelven.
A partir de este análisis se plantearon 4 grupos distintos de costos (i) costos derivados
del sostenimiento y acompañamiento del proceso judicial, (ii) costos derivados de deficien-
cias en el funcionamiento del sistema de justicia, (iii) costos derivados del funcionamiento
del mercado de servicios legales y de la actuación de los abogados y (iv) costos derivados
de afectaciones en las esferas personal e interpersonal.
La búsqueda de justicia que realiza la mujer demandante por alimentos tiene un hori-
zonte temporal que va más allá del espacio de tiempo entre la presentación de la demanda
judicial y la obtención de la sentencia. Suele haber una historia previa a lo judicial donde se
registran intentos formales y/o informales para obtener la pensión por alimentos. En San
Marcos, por ejemplo, el 62.5% de las encuestadas acudió antes a la DEMUNA o a alguna
otra autoridad con tales fines. En Chota la cifra es menor (36.7%) e igual en Andahuaylas
(34.8%), en tanto que en Chincheros no se registró caso alguno.
Antes, durante o después de haber pasado por el Poder Judicial, la aparición de costos del
acceso a la justicia sigue teniendo presencia. Esta interrelación temporal obliga justamente
a segmentar los costos según se presenten en alguno de estos tres momentos.
Hay que tener en cuenta que, a su vez, cada clasificación funcional de costos agrupa
distintos tipos de costos (costos económicos de realización directa, costos económicos de
realización indirecta y costos no económicos de realización potencial o invisible) que son
útiles para entender cómo algunos se transforman directamente en costos monetarios
que obligan al desembolso de dinero mientras que otros se manifiestan de forma menos
directa sobre la economía de las mujeres demandantes de alimentos.
81
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 6
Esquema de interrelación de los costos de acceso a la justicia
en los procesos de alimentos
Elaboración propia.
Ilustración 7
Costos de acceso a la justicia antes del proceso judicial
Elaboración propia.
82
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Finalmente, descartado lo anterior, esto deja como único costo o por lo menos
el más importante de la etapa anterior al proceso judicial a los intentos previos de
obtención de una pensión por una vía formal, es decir, a través de alguna institución
como la DEMUNA, centros de conciliación, autoridades comunales u otros.
83
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
De ser así, los costos del acceso a la justicia previos al proceso judicial
se restringirían básicamente a lo gastado en movilizarse, lo cual termina
siendo marginal dentro de todo el esquema de costos revisado y presentado
posteriormente. Ello no obsta a decir que para ciertos grupos este tipo de
gasto sí sea un factor que introduzca complicaciones en su economía diaria.
Cuadro 19
Intentos de obtención de pensión antes de llegar al Poder Judicial
Dentro del proceso judicial aparece una serie de interacciones interpersonales (jueces,
abogados, partes) o estructurales (funcionamiento de la administración de justicia o del
mercado de abogados) no siempre visibles o fácilmente reconocibles pero que tienen como
efecto el abrir espacios para la generación de diversos tipos de costos evidentes o silentes.
El más obvio de los costos presentes durante el proceso judicial es el vinculado con
la contratación del abogado para la defensa. Según los datos recogidos, las encuestadas
han gastado en abogados entre 76 y 152 nuevos soles según la provincia de la que se
trate (Chota y San Marcos, respectivamente).
Más allá de este costo evidente, otros menos obvios aparecen. Por ejemplo, terminar
el proceso por conciliación implica una pensión menor que si es por sentencia. Asimismo,
la no presencia del abogado de la demandante en la audiencia única influye también en
una pensión menor. En términos fríos, la diferencia de pensión que se deja de obtener
no es muy importante pero la situación cambia si el horizonte temporal de evaluación
de esa pérdida coincide con los años de vigencia de la pensión. En este caso, la pérdida
se traduce en varios miles. Estos y otros costos son a continuación desarrollados.
84
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 8
Costos de acceso a la justicia durante el proceso judicial
Elaboración propia
85
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Además de ello, afrontar un proceso judicial implica llevar a cabo una serie de
tareas que implica otro tipo de costos como el de transporte, trámites y tareas
menores, y costos por el tiempo de exceso transcurrido en el proceso judicial.
Todos éstos son revisados a continuación.
Gráfico 8
Costos efectuados para la contratación de abogado(s) (en nuevos soles)
86
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Si bien los montos no son muy elevados, valga recordar que una
importante proporción de mujeres recurrió a sus ahorros, préstamos de
familiares e incluso hasta a préstamos de instituciones financieras para
solventar el pago del abogado (ver cuadro 8). En función de la realidad social,
contratar a un abogado puede significar una importante barrera económica
de entrada para el acceso a la justicia.
38. Según los datos de los expedientes judiciales, la gran mayoría tuvo un solo abogado (Andahuaylas: 85%, Chincheros: 91%, Chota: 87% y San Marcos: 82%).
39. Un viaje de varios minutos en una mototaxi puede costar entre S/. 0.50 y S/. 1.00 en cualquiera de las provincias estudiadas.
87
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 9
Costos en transporte a lo largo de todo el proceso judicial (en nuevos soles)
88
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Una opción interesante para fijar tal estándar es el plazo legal que dicta la
norma para la duración de los procesos de alimentos (25 días según el Código
Procesal Civil). Aunque esta opción es ideal por estar instaurada en un medio
legal, por lo general este tipo de plazos son poco dinámicos a los cambios en la
administración de justicia y por lo común no reflejan la verdadera capacidad de los
jueces para procesar los expedientes. Por ello, es mejor tomar el concepto del plazo
89
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Una primera opción está determinada por los ingresos dejados de percibir
durante el tiempo de exceso del proceso judicial. No obstante, esta variable puede
ser muy distinta de persona a persona y además un alto porcentaje de mujeres
demandantes labora como ama de casa sin retribución económica alguna.
Por ende, una mejor opción es calcular el costo del tiempo de exceso de
duración del proceso en proporción a ciertos costos económicos del litigio, como
los honorarios de abogados. Lo que representa esta variable es el pago hipotético
adicional hecho al abogado por cada día de defensa extra al plazo legal ajustado.
El único inconveniente que podría surgir con este cálculo es que asume una
tarifa diaria de honorarios del abogado, modalidad de cobro que por lo menos
no se ha registrado en las zonas de estudio. Ello implica que en procesos muy
cortos, el abogado teóricamente cobraría mucho menos que sus honorarios
habituales y que, por el contrario, en procesos muy largos cobraría mucho más
allá de sus tarifas habituales y de las posibilidades de sus clientes.
Hay una razón para obviar este inconveniente. El costo por el tiempo de
exceso transcurrido en el proceso judicial no refleja cuánto es lo que un abogado
cobra por su inversión adicional de tiempo. Más bien, es simplemente un cálculo
para medir ese tiempo adicional usando como variable aproximativa a lo gastado
en abogados.
41. No se tomaron en cuenta los posibles mayores costos de transporte. Una prolongación del proceso no implica necesariamente mayores audiencias o
visitas al juzgado pues se asume que la demora proviene principalmente de la tramitación lenta del caso.
90
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 10
Costos por el tiempo de exceso transcurrido en el proceso judicial
(en nuevos soles)
42. Se entiende que tales deficiencias provienen de diversos factores que no solo incumben al juez, a la organización de su trabajo, a las carencias
logísticas y de personal, a las insuficientes capacidades, es decir, a factores internos al propio Poder Judicial, sino también en menor proporción a las
acciones de abogados y partes.
91
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
El problema que evidencian estas cifras tiene que ver con la estrategia
de difusión del formato. Se optó por ser muy conservadores en cuanto a la
distribución y difusión del formato hacia las instituciones (ONG, consultorios
jurídicos, abogados, etc.) y mujeres potencialmente usuarias.
92
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
93
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
45.Se podría contra argumentar que es mejor asignar pesos distintos a cada uno de estos tres momentos pero ello implicaría entrar a un campo de total
subjetividad donde cada lector tendrá seguramente una posición distinta. Para evitar esta complicación se prefirió la asignación de pesos iguales.
94
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Por ello, se optó finalmente por un parámetro un tanto más general que
nos acerque a una realidad económica mayor: el nivel de pobreza por ingresos
en Apurímac (65.9%) y Cajamarca (74.2%) según los datos del INEI, 2004.46
Con esta información, se asume que la proporción de mujeres
demandantes de alimentos que hubieran podido usar el formato es igual al
porcentaje de población bajo la línea de pobreza. A partir de esta información
se asume, por tanto, que aproximadamente dos tercios de las mujeres en
las provincias estudiadas hubieran necesitado o les hubiera sido apropiado
según su nivel de ingresos, acceder al formato de demanda para evitar el
costo del abogado.
Gráfico 11
Costos derivados de deficiencias en la iniciativa del formato de demanda de alimentos
(costos para quienes no usan el formato de demanda)
(en nuevos soles)
46. Bajo esta medida, no ser considerado como pobre no es sinónimo de contar con una situación económica cómoda que, en el marco de un proceso judicial, sea suficiente para
evitar las dificultades para afrontar los diversos costos del acceso a la justicia. Simplemente es una referencia práctica ante la ausencia de herramientas más precisas.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Los costos del uso del formato se originan en tres aspectos: (i) su
contenido, (ii) la ruptura de la lógica de intermediación del abogado entre
la demandante y el juez, introduciendo algunas complicaciones para el
acompañamiento del caso por parte de la demandante y (iii) el desincentivo
en la demandante para contratar a un abogado durante la audiencia.
47. Las secciones son: datos del demandante, datos de la persona para quien se solicita los alimentos, datos del demandado, datos del representante,
petitorio, fundamentación fáctica, información adicional en caso de que el demandante sea hijo alimentista, vía procedimental, medios probatorios y
firma y huella del demandante.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
(ni siquiera el título del artículo). Si bien es positivo que se haga este nexo
con los derechos que le asisten a la demandante, se pierde el beneficio si
se le conmina a hacerlo como una asociación a ciegas donde el objetivo de
comunicación hacia la demandante no tiene lugar.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
48. Ecuador también cuenta con formato de demanda por alimentos, el cual es más corto que la versión peruana pero recoge algunos datos o acciones
que, sobre todo para realidades urbanas, pueden ser útiles. Ver: http://www.cnj.gov.ec/www/pdf/comunicacion/formatopensiones2/demanda%20de%20
pension.pdf
98
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
49. Por ejemplo: solicitud de declaración de rebeldía, solicitud de solicitud de liquidación de devengados, solicitud de requerimiento de pago de pensión,
solicitud para remitir expediente al juzgado penal u otras.
50. El porcentaje de casos en abandono fue de 0% en Chincheros y Chota, en tanto que en Andahuaylas llegó al 21% y en San Marcos a 15%.
51. En Andahuaylas, a la luz de la lectura de los expedientes se evidenció que uno de los jueces de paz letrados tenía la práctica de rechazar las solicitu-
des de asignaciones anticipadas (incorporadas en la demanda). El argumento que empleaba era que este trámite debía realizarse en cuaderno aparte. El
innecesario formalismo de este juez tuvo como consecuencia que muchas de estas solicitudes ya no fueran luego solicitadas.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 20
Otorgamiento de asignación anticipada en los procesos judiciales
Gráfico 12
Relación entre asignación anticipada y pensión
promedio luego obtenida por sentencia
52.La tasa real es igual al valor de la tasa nominal menos el efecto de la inflación.
53 ioioioioioioio
101
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
102
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Los costos del acceso a la justicia para las mujeres demandantes por
alimentos aparecen cuando justamente el arreglo conciliatorio se desvía de su
óptimo balance, afectando negativamente el monto de la pensión que debería
haber recibido la mujer. Su costo puede ser calculado como la diferencia entre
la pensión conciliada bajo una situación de equilibrio frente a la obtenida en
una situación de desequilibrio. Se trata de costos económicos de realización
indirecta pues no implican un desembolso inmediato pero sí una menor
cantidad de ingresos futuros en el tiempo.
El segundo factor tiene que ver con una práctica observada durante las
audiencias: La prioridad dada por el juez al hombre al momento de intentar
una fórmula conciliatoria entre las partes, aspecto que está ligado con la
presencia o ausencia del abogado durante dichas audiencias.
54. Estos factores impidieron que la investigación tenga un mayor grado de profundidad sobre el uso del quechua en el sistema de justicia. De todas formas,
la ausencia de su uso brinda pistas igualmente importantes.
55. Se podría contra argumentar que la mujer previamente ya fijó un punto de negociación en la misma demanda. Pese a que ello es válido, la demanda
recoge una primera intención de pensión que además no es ni recogida por el juez durante la conciliación ni puesta para ser ratificada.
103
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Una opción que busque un equilibrio justo pasa por considerar a la mujer
como un sujeto total, capaz de calcular y decidir cuánto es lo que desea o estima
que necesita como pensión y no necesariamente limitarse a la propuesta del
hombre. Recortarle esa posibilidad trae como consecuencia que la conciliación
parta de una propuesta sesgada (posición del hombre) para a partir de ello
llegar a un punto medio. Diferente sería si tanto el hombre como la mujer
manifestaran su intención de pensión y recién en ese punto tener en cuenta
la distancia que separa a ambas posiciones para llegar a un equilibrio justo56.
56. Aun en el caso que sea así, la equidad no siempre está garantizada. Por ejemplo, en una de las actas de audiencia revisadas en el Juzgado de paz
letrado de Andahuaylas (expediente 2008-306) se dejó constancia que la mujer solicitó 700 nuevos soles a lo que el hombre ofreció 100, para finalmente
transar en una pensión de 170 nuevos soles. Otros casos con este tipo de aparentes desequilibrios también fueron identificados. De todas formas, habría
que analizar caso por caso y ver si efectivamente la solución final respetaba además la capacidad económica del demandado.
104
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
de los procesos judiciales, los derechos en juego, etc., los convierten en pieza
indispensable y en la mayoría de los casos obligatoria en un litigio.
Los datos obtenidos confirman que la defensa por parte de un abogado privado
asegura un proceso más corto y con mayor pensión pero no todas pueden costear
uno. Asimismo, se ha probado que la ausencia del abogado en la audiencia de
conciliación es un factor que influye en una menor pensión. No todos los costos son
de orden económico. El mercado de abogados es mayoritariamente masculino, lo
cual pude dificultar una mayor empatía entre abogado y clienta sobre todo cuando
se trata de revelar ciertos detalles de la vida de pareja con el demandado que
sirven para armar la base fáctica del caso.
2.3.1. Costos por la duración del proceso derivados del bajo dinamismo de la
defensa de la demandante
57. El trabajo con expedientes se hizo a nivel del universo en todas las provincias a excepción de Chota. Esto permitió identificar al número de abogados
que litigan en la materia de alimentos en cada provincia: Andahuaylas, 57 abogados; Chincheros, 5; San Marcos, 8; y Chota, 27.
105
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Procesal Civil, su duración no debería ser mayor a los 25 días mientras que
un plazo ajustado a la realidad (plazo legal ajustado; ver presente sección,
capítulo 2, punto 3.2.4) eleva ese tiempo a 67 días. En la práctica, no obstante,
se probó que sólo la minoría de casos está por debajo de este espectro58.
58 iioioioioioi
59. Es pertinente comentar que el servicio de defensa de oficio a nivel nacional adolece de una serie de debilidades como las bajas remuneraciones,
escasa dedicación de tiempo a cada caso, patrocinio de calidad deficiente, inexistencia de línea de carrera, patrocinio de sólo cierto tipo de casos, etc.
106
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Con este dato, ahora es posible entrar a la segunda etapa del cálculo
del costo vinculado a un dinamismo alto de defensa. Para ello se tomó como
variable aproximativa del tiempo en exceso del proceso al gasto hecho en
abogados (tal como se hiciera anteriormente: en esta sección, ir a capítulo II,
punto 2.1.3).
Gráfico 13
Costos por la duración del proceso derivados del dinamismo
bajo de la defensa de la demandante (en nuevos soles)
60. Variable dinámica de abogados: significancia de 0.05, coeficiente -39.9. Variable condición de rebeldía: significancia de 0.01, coeficiente - 49.3.
107
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
61. Pásara, Luis. Los abogados de Lima. Una aproximación preliminar. Lima, Justicia Viva, 2005, p. 29.
108
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 9
Escenarios de audiencia única en función
de la presencia o no de los abogados de las partes
Elaboración propia.
109
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
El escenario pro demandada produce una pensión mayor que en todos los
otros escenarios. En Andahuaylas, por ejemplo, cuando se da este escenario
la pensión promedio registrada fue de 180 nuevos soles, en tanto que en
el escenario de equilibrio con abogados se reduce a 160 nuevos soles y en
el escenario de equilibrio sin abogados el dato es aún menor (111 nuevos
soles). Lo mismo se repite cuando la pensión fue fijada como porcentaje de
los ingresos del demandado: escenario pro demandada, 30%; escenario de
equilibrio con abogados, 24%; y escenario pro demandado 15%.
Ilustración 10
Relación entre pensión y presencia del abogado
durante la audiencia de conciliación
Nota: n.d. significa que no hubo observaciones o datos para el escenario indicado.
Fuente: Sistematización de expedientes judiciales de alimentos.
Elaboración propia.
62. Los resultados han sido calculados al nivel regional (Cajamarca y Apurímac) y no provincial. La razón es que esta última opción no contaba con obser-
vaciones para todos los escenarios, problema que incluso se arrastra al nivel de análisis elegido pero sin representar un inconveniente.
110
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Los datos disponibles permiten efectuar este cálculo para las pensiones fijadas
como porcentaje de los ingresos del demandado, a partir de lo cual extrapolaremos
los resultados generales asumiendo que no hay mayores diferencias entre el
comportamiento para la determinación de las pensiones fijas63.
Resulta particular que las dos etapas del proceso de alimentos donde
se ha dispuesto de facilidades para no contar con abogado y reducir las
barreras económicas (presentación de la demanda, mediante el uso del
111
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
112
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 14
Diferencia en el monto promedio de pensión obtenida con abogados
privados y de oficio (efectividad de la defensa legal)
Nota: En Chota no hubo casos de abogados de oficio que obtuvieran pensión como porcentaje
del ingreso del demandado.
Fuente: Sistematización de expedientes judiciales de alimentos.
Elaboración propia
Gráfico 15
Pensión solicitada en demanda, según abogado particular y de oficio
Si bien la relación entre calidad y tipo de abogado parece ser clara, merita
mayor sustento. ¿Hasta qué punto verdaderamente la defensa de oficio ofrece
un servicio de menor calidad que los abogados privados en las zonas de estudio?
¿La efectividad del trabajo de estos dos tipos de abogados guarda relación
con su calidad o con sus prácticas en la defensa? Estas respuestas permiten
enfocar mejor el sentido de los costos de acceso a la justicia que aparecen.
pueda cobrar. Ello no ocurre en el sistema de oficio pues sus abogados reciben
ingresos fijos sin importar el número de casos que defienda ni el éxito en su labor.
Quienes demandan estos servicios no priorizan el factor calidad sino el factor
precio, pues si acuden a ellos es por sus limitadas capacidades económicas.
El costo promedio de una mujer que no pudo ser defendida por un abogado
privado, sino que lo fue por uno de oficio, asciende a 2,496 nuevos soles en
Andahuaylas. En Chota, la cifra es aún mayor (4,991 nuevos soles) pues la
64. Se está asumiendo que el horizonte temporal para el valor presente de la diferencia de pensión es de 16 años, lo que corresponde a los años que le
faltaría al niño para ser mayor de edad, ya que en mayoría de edad la pensión le corresponde sólo en caso «[…] no se encuentre en aptitud de atender a
su subsistencia por causas de incapacidad física o mental debidamente comprobadas» (artículo 473 del Código Civil). Se eligió al hijo como patrón de
referencia y no a la mujer demandante puesto que la mayor parte de las pensiones son solicitadas con tal destino (entre 73% y 100%, según la provincia).
65. Se usará la tasa promedio pagada por depósitos en el sistema financiero, como valor que representa el costo de oportunidad del valor del dinero en
el tiempo.
115
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 11
Costos derivados de la diferencia en la efectividad de la defensa
de abogados privados y de oficio
Parece ser que los procesos de alimentos no forman parte del medio
usual de litigio de las abogadas. La cantidad de casos identificados que fueran
llevados por cada abogada fue baja en comparación con sus colegas hombres.
Sólo 1 de las 10 abogadas identificadas en las cuatro provincias llevó más de
2 casos68. La preferencia de litigio de la mujer estaría en otras materias y,
más bien, los procesos de alimentos serían asumidos esporádicamente.
66. No se está estudiando los grupos de mujeres que nunca accedieron a un juzgado por cuestiones económicas, ya que el estudio se restringe a aque-
llas que sí lo hicieron.
67.Los resultados de esta investigación conciernen únicamente a las mujeres como demandantes, pero de todas formas se registró la distribución de los
expedientes por sexo. Los resultados generales indicaron que sólo un 3% de los casos corresponden a demandas de alimentos interpuestas por hombres
(mayormente hijos que demandan a sus padres).
117
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 21
Abogados y abogadas litigantes en procesos de alimentos
En términos de los costos que estas situaciones pueden generar, hay dos
variables a tomar en cuenta. La primera es económica y está sustentada en el
monto final de pensión obtenido por los abogados hombres frente al obtenido
por las abogadas mujeres. En segundo lugar, están los costos de realización
no económica potencial o invisible que surgen a partir de las distancias que el
género puede marcar la relación entre la demandante y su abogado hombre.
Gráfico 16
Pensión promedio obtenida en casos defendidos por abogados y abogadas
118
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
del escrito de demanda por alimentos se basa, pues, en una labor conjunta
entre demandante y abogado que nace de la conversación entre ambos pero
no necesariamente de la confianza o empatía generada entre ellos. Sobre una
relación no necesariamente sólida, la mujer debe confiar en su abogado/a parte
importante de su historia familiar y de pareja a fin de armar un mejor caso.
Ilustración 12
Costos de acceso a la justicia ex post al proceso judicial
Elaboración propia
120
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
3.1. Costos derivados del funcionamiento del sistema de justicia y sus actores
El camino de una mujer que busca hacer efectivo su derecho y/o el de sus hijos
a una pensión de alimentos no acaba con la obtención de una sentencia. La tutela
jurisdiccional efectiva se cumple cuando la sentencia esté ejecutada.
121
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 22
Cumplimiento del pago de la pensión ordenada por sentencia
Cuadro 23
Acciones tomadas luego de la sentencia para procurar su cumplimiento
122
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
La construcción del costo por las acciones en lo judicial está hecha sobre
la base de algunos supuestos. En primer lugar, dado que el caso ya culminó,
el despliegue legal representa un costo adicional de contratación de abogados.
En segundo lugar, se asume que el costo adicional equivale 15 nuevos soles, lo
que equivale a lo que los abogados cobran por escrito en las zonas en estudio,
según algunas demandantes encuestadas. Por último, se hace la suposición que
solo se presenta un escrito después de la sentencia, ya que esa fue la tendencia
observada en el trabajo con los expedientes.
123
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
La baja efectividad del sistema de justicia tiene que ver con diversos
factores que se dirigen hacia el juez pero también hacia los abogados y las
partes e incluso al mismo sistema legal y a factores que escapan a ellos.
124
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
125
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
126
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 17
Costos derivados de la desconfianza y contacto con el Poder Judicial
(porcentaje de demandantes por alimentos que no
volvería a iniciar un proceso judicial)
70 ioioioioioi
71. El modelo empleado (mínimos cuadrados ordinarios) para explicar la satisfacción con el proceso tuvo como variable dependiente a ésta misma y como
variables explicativas a las que tienen que ver directamente con el servicio de justicia, es decir, la calificación del desempeño de los jueces, el trato recibido
en el Poder Judicial y el grado de ejecución de la sentencia.
127
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 18
Evaluación del paso por el Poder Judicial por parte de las demandantes
(Satisfacción general y evaluación del desempeño de jueces)
Ilustración 13
Asociaciones hechas por las demandantes frente a la palabra «justicia», «juez» y «abogado»
Nota: La pregunta formulada fue «¿Cuál es la primera palabra que se le viene a la mente cuando le
menciono la palabra «justicia/juez/abogado?». Las asociaciones presentadas aparecen en orden de
importancia (mayor a menor).
Fuente: Encuestas a demandantes por alimentos.
Elaboración propia.
129
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
72. Se armó un modelo en base a la hipótesis que seis variables pueden explicar esta decisión: desempeño de los jueces, trato recibido en el Poder
Judicial, el grado de ejecución de la sentencia, el desempeño de los abogados, la presencia de episodios de violencia psicológica así como física y sexual
entre la demandante y el demandado. El método de estimación aplicado fue el logit dado que la variable dependiente se comporta como dicotómica (1
para los casos que manifiestan que volverían a iniciar un proceso de alimentos y 0 para los que no).
130
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Los escritos, las audiencias y en general cualquier contacto formal o informal con
los operadores de justicia, abogados o con el demando representa un espacio potencial
para los prejuicios, discriminaciones, malos tratos e incluso otras formas más graves
de violencia contra la mujer. Varios ejemplos han sido detallados anteriormente.
73. Los costos de la violencia física han sido dejados de lado pues fueron pocos los casos detectados. Sin embargo, se asume que el verdadero grado de
presencia de este fenómeno es mayor pero no es reportado.
131
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 24
Demandantes que recibieron amenazas o intimidaciones
durante el proceso de alimentos
Otras formas también son recurridas, como cuando se hace mención (en
la demanda y en su contestación) al vínculo que existió entre el demandado y
el demandante. El mecanismo del uso de lenguaje como violencia se basa en el
antagonismo de la estrategia de los abogados. Mientras que en las demandas
hacen referencia al vínculo entre las partes mediante expresiones neutras o con
cierta carga sentimental (como relaciones de pareja, relaciones sentimentales
o relaciones amorosas), las contestaciones apelan a un lenguaje frío, distante
y hasta violento (como procreación, relaciones extramatrimoniales, relaciones
carnales o copulación).
132
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
la creación de una imagen negativa que puede alentar el rechazo por parte de
terceros, básicamente el juez.
Cuadro 25
Nivel de confianza en demandantes como
consecuencia del proceso judicial (autoreporte)
Cuadro 26
Nivel de seguridad en demandantes como
consecuencia del proceso judicial (autoreporte)
75. La determinación de los niveles de autoestima y confianza fueron obtenidos por autoreporte de las demandadas. No se aplicaron tests específicos
por priorizar la agilidad de las encuestas. Por ello mismo, es posible que estos resultados tiendan a subvalorar el número de mujeres que declararon
tener un menor nivel de autoestima y confianza.
133
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 19
Empoderamiento y decisión de volver a
iniciar un proceso de alimentos
134
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
135
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Tercera Sección
Procesos Judiciales
de Violación Sexual
137
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Al igual que los casos de alimentos, los procesos de violencia sexual suelen tener a
la mujer como agraviada y al hombre como agresor. Nuevamente este problema social
toma rostro de mujer y, en consecuencia, su procesamiento dentro del Poder Judicial
enfrenta o es filtrado mediante la visión de género de jueces, fiscales, policías y abogados.
Todos los expedientes analizados fueron resueltos entre el 2007 y 2008 por los res-
pectivos órganos jurisdiccionales. No representan una muestra sino el propio universo
de tales años. Pese a ello, el análisis se trabajará al nivel regional y no provincial por los
76. Según un abogado de PROJUR, las principales razones de la no denuncia de las violaciones sexuales en zonas rurales están ligadas al probable
escándalo y vergüenza pública, las amenazas contra la denunciante, los arreglos económicos para no denunciar, esto último con el supuesto afán de
preservar la dignidad de la familia.
139
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
riesgos que representa hacer conclusiones en base a pocas observaciones, sobre todo
para los casos de Chincheros y San Marcos. Para facilitar la lectura, las referencias serán
casi siempre a la región en sí misma aun cuando sólo se estén analizando las provincias
sobre las que se focaliza este estudio.
Las segunda, tercera y cuarta parte busca identificar los principales rasgos de las
agraviadas y agresores en los procesos de violación sexual en base a rasgos demográficos
básicos pero también a datos sobre la relación entre las partes y alguna otra información
obtenida a partir del estudio de los expedientes judiciales. Por último, en base a esta misma
fuente, se caracterizan las propias denuncias judiciales, cómo concluyen los procesos,
cuáles son las penas solicitadas e impuestas, la frecuencia y monto de la reparación civil,
la interposición de apelaciones así como la duración de los procesos judiciales.
140
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
En realidad, no hay que confundir las variables. Los expedientes fichados corres-
ponden a los casos resueltos (mas no ingresados), es decir, los que salen del sistema.
Debemos entender, entonces, la impresión de los operadores de justicia está marcada
por los casos que ingresan al sistema de justicia (sea a la Policía, la Fiscalía o el Poder
Judicial) y que actualmente se encuentran en trámite. Desafortunadamente, no se pudo
tener acceso a esta información estadística.
Para no caer en ese vacío, abordaremos tal contexto social en función a temas de
género, conocimiento de derechos y demanda por justicia no atendida. La intención no
es reducir una explicación compleja a un diagnóstico plantilla, sino simplemente tener
en cuenta ciertos patrones generales que sirven de base para leer transversalmente la
problemática de la mujer y la problemática de ésta en el sistema de justicia.
Quizá una de las posiciones más explicativas y que encierra mucho de la compresión
global de este fenómeno, es la que otorgaba el Código Penal de 1924 a la violación
sexual: Delitos contra el honor de la mujer. En su concepción más sencilla, esta visión
restringe la valoración de los derechos a decidir y hacer respetar la libertad sexual
de las mujeres. Por oposición, despoja de cualidades morales a quienes sufren de
violaciones sexuales y con ello se hace mella la condición de la mujer como persona.
La pérdida del honor implica pérdida de dignidad pero no de derechos.
141
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
77. Al respecto, más de un operador de justicia entrevistado dio cuenta de este fenómeno en su zona.
142
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
que la madre de una mujer violada se quejó por haber encarcelado al padrastro
violador ya que éste era el sostén económico del hogar.
Este último argumento se irá ilustrando más adelante pero puede resumirse en
un par de puntos. En principio, quizá el más importante reside en la misma tesis
sostenida por Siles, es decir, en que los operadores del sistema de justicia suelen
restar valor a la manifestación de la agraviada aun cuando ésta haya sido reiterada,
no haya variado y no existan motivos para presuponer enemistad con el agraviado
como para tergiversar los hechos en contrapeso a otros medios probatorios que
bien pueden dar fe de la existencia de la violación.
Sin mucha dificultad este desbalance en los medios probatorios fue recogido en
varios de los entrevistados. Un juez de Abancay mencionó que «si las declaraciones
del inculpado son coherentes, entonces hay motivo para absolver. [Sin ello] Sólo
queda el dicho de la acusada».
78. Siles, Abraham. Con el solo dicho de la agraviada. ¿Es discriminatoria la justicia en procesos por violación sexual de mujeres? Lima, DEMUS, 1995, p.
13.
143
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
79. Un par de jueces manifestaron algunas críticas a los resultados del examen psicológico realizado por el Instituto de Medicina Legal. Sus objeciones
giraban en torno a la similitud entre todos sus informes y al poco tiempo que al parecer permanecían en contacto con la agraviada para realizarlo.
80. En esta entrevista también participó un segundo policía que quedó sorprendido por la forma de pensar de su compañero al que hemos citado. Pese a
tal corrección, este segundo policía luego también tuvo comentarios discriminatorios contra la mujer.
144
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Una de las limitaciones halladas es el bajo conocimiento que tienen las mujeres
sobre sus derechos y sobre cómo y dónde hacerlos efectivos. La percepción de
muchas mujeres sobre ellas mismas se choca en ocasiones con las necesidades
del hombre y con el temor a su reacción, ocasionando un umbral de derechos
bastante bajo. Un fiscal de San Marcos comentó el caso de una mujer que no
denunció dos casos anteriores de violación por «no saber de justicia». En segundo
lugar, este desamparo de derechos se une con dos factores adicionales: el bajo
nivel educativo y la escasa presencia de redes de soporte e información para las
agraviadas de violación sexual, todo lo cual condiciona una demanda de justicia no
atendida, aspecto revisado en el siguiente punto.
145
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
indicios que apuntan a que los delitos de violación sexual estarían seguiendo otras
vías para su tramitación (rondas campesinas, autoridades comunales), quedando sin
ser denunciados o bien detrás existirían concepciones de sexualidad que legitiman
estos actos.
146
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 14
Instituciones vinculadas al sistema de justicia en la temática de violación sexual
en las zonas de estudio
Elaboración propia.
Las deficiencias del sistema de justicia al procesar las denuncias por violencia
sexual empujan a la población a buscar vías alternas. En ese sentido, las rondas
juegan un rol importante sobre todo en Chota donde estas formas de organización
aún tienen un peso representativo.
Una de las grandes ventajas que ofrece la justicia administrada por las rondas
frente a la actuación del Poder Judicial yace en el menor costo económico y en la menor
duración. Aunque haría falta apoyarse en estudios concretos, la percepción de algunos
operadores de justicia entrevistados es que las rondas pierden imparcialidad cuando
juzga a un supuesto violador que tiene parentesco con uno de los ronderos. La misma
percepción fue registrada por la madre de una víctima de violación por lo cual, luego,
prefirió acudir a la comisaría para buscar justicia. El equilibrio de la visión de género en
las rondas también es un tema por investigar, según la opinión de una abogada.
147
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Por último, otro de los factores que ocasiona la existencia de una demanda
de justicia no atendida es el silencio con que la agraviada o su entorno envuelve a
los hechos ocurridos ya que falsamente se antepone el honor de la mujer o de la
familia frente a la búsqueda de justicia en los tribunales.
Sobre esa base, una jueza de Cajamarca justificó que en el campo las denuncias
de violación sexual no se interpongan de forma inmediata, aludiendo que este
delito es una particularidad más dentro de las costumbres de ciertas poblaciones
alejadas culturalmente de lo urbano: «Se puede exigir una denuncia inmediata a
alguien como nosotros. En campo no, es casi una forma de vida.»
De una u otra manera, todos estos aspectos condicionan la represión del acto
de denuncia por parte de la mujer agraviada. Ello implica no hacer uso pleno del
sistema de justicia como vía para canalizar y penalizar las conductas delictivas,
148
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
tarea para la que justamente se ha erigido este sistema, y así evitar la impunidad
de los agresores.
Las diversas fuentes a la mano en los casos de violencia sexual hacían factible armar
más de un perfil, mayormente contradictorios, de la agraviada. La explicación está en
cómo las estrategias legales de los abogados buscan dibujar una determinada imagen
a la mujer de forma tal que favorezca a una de las partes.
Para evitar tales distorsiones la construcción del perfil de la agraviada fue hecha so-
bre la base de datos objetivos como la edad y el nivel de estudios, a lo que se le agregó
el tipo de relación que mantenía con el agresor.
Por el contrario, son pocas las víctimas mayores de edad, lo que da cuenta sobre la
149
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
vulnerabilidad que buscan los agresores en sus víctimas. Quizá no se trate únicamente
de ello sino que el mayor escándalo social que significa la violación de una menor de
edad conlleva a la judicialización del caso. La cantidad de denuncias de violaciones
contra mujeres mayores, sobre todo en el ámbito de la pareja, puede ser mermada por
concepciones culturales y falsas creencias sobre la disponibilidad del cuerpo y la sexua-
lidad de las mujeres.
El nivel de estudios de las agraviadas está sin duda influenciado por la edad. Aun-
que no todos los expedientes especificaron el nivel de estudios, en ninguno de los casos
detectados fue mayor a la secundaria.
En suma, lo que estos pocos datos muestran es que los agresores tienen cierta ten-
dencia a elegir víctimas bastante jóvenes probablemente porque vean en ellas una mayor
vulnerabilidad de la cual pueden sacar provecho para sus actos infames, lo cual, sin em-
bargo, no necesariamente es un espejo de la problemática que nunca llega a los juzgados.
Cuadro 27
Edad de las agraviadas por violación sexual
Nota: De los 13 casos de Cajamarca sin el dato de edad preciso, se sabe que 10 eran menores de edad.
Fuente: Sistematización de expedientes judiciales de violación sexual.
Elaboración propia
Cuadro 28
Nivel de estudios de las agraviadas por violación sexual
150
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Una lectura general al perfil de los agresores sexuales elaborado en base a los datos de
los expedientes judiciales no arroja la imagen de una persona aislada de la sociedad que
solamente mediante el uso del alcohol o drogas es capaz de cometer delitos de semejante
gravedad. Definitivamente, su perfil psicológico ofrecería otras respuestas. La intención del
perfil que se presenta en estas líneas busca desmitificar que los autores de estos delitos
sean siempre sujetos marginales (delincuentes, alcohólicos, drogo dependientes, etc.)81.
Cuadro 29
Datos varios de los agresores
(número, sexo, estado civil, antecedentes penales y uso de alcohol o drogas)
81. De todas formas hay que tener en cuenta que dentro de los casos revisados hubo personas que luego del proceso judicial fueron declaradas inocen-
tes, lo que probaría su inocencia aunque en algunos casos las sentencias se apoyaron en puntos bastante débiles.
151
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 30
Nivel educativo de los agresores
Cuadro 31
Ocupación de los agresores
Cuadro 32
Edad del agresor sexual
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 33
Relación entre agraviada y agresor
menor duración. Es el mismo juez quien decide abrir instrucción (a partir de la investiga-
ción del fiscal) el que luego sentenciará. El 26.7% y 18.8% de los casos sistematizados
para esta investigación en Apurímac y Cajamarca, respectivamente, fueron tramitados
por vía sumaria.
En uno u otro caso, antes de entrar de lleno al estudio de los costos generados a su
alrededor, es importante tener en cuenta las principales características de estos procesos.
Los siguientes dos puntos se dedican a delinear los principales rasgos de las denuncias
de violencia sexual y de sus resultados.
Ilustración 15
Etapas del proceso judicial de violencia sexual (procesos ordinarios)
Elaboración propia
154
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 16
Etapas del proceso judicial de violencia sexual (procesos sumarios)
Nota: Estos casos pueden llegar a la Corte Suprema vía la interposición de recurso de queja.
Elaboración propia
Cuadro 34
Vía procedimental de los procesos de violación sexual
155
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Por lo general, las denuncias por violencia sexual se inician en las comisarías.
Los efectivos policiales reciben la denuncia y realizan las acciones de investigación
para luego remitir el respectivo informe al fiscal. Desde entonces hasta la sentencia,
existe una serie de pasos, hechos o datos importantes cuya precisión es útil para
graficar o tener una idea general de cómo se desarrolla el proceso. A continuación
se revisarán los siguientes puntos: (i) tiempo entre los hechos y la denuncia y (ii)
situación jurídica del agresor.
156
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 35
Tiempo entre los hechos y la denuncia
157
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 36
Situación jurídica del agresor durante el proceso
82. Expediente 113-1996, juzgado penal de Andahuaylas. (Ver sentencia en los anexos).
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
¿Por qué hay tan pocos casos con sentencias condenatorias sobre todo
en Apurímac? ¿Esto se explica por la fuerte cantidad de denuncias falsas o por
las deficiencias para la probanza? Si el meollo del asunto está en esto último,
¿en quién recae esa responsabilidad: la agraviada o el personal a cargo de la
investigación y de su impulso?
Cuadro 37
Formas de conclusión del proceso de violación sexual
159
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 38
Pena impuesta vía sentencia
Cuadro 39
Tipo de pena impuesta vía sentencia
El conjunto de estos resultados nos empuja a concluir que los jueces están
aplicando un bajo umbral para el establecimiento de condenas reflejado en
que algunas de ellas se establecen por debajo del límite legal (sin basarse en
atenuantes válidos como se desarrollará más adelante) e incluso en otros casos
se recurre a la figura de pena suspendida aun cuando la norma no lo contempla.
El problema de las penas bajas parecería estar más en los jueces que
en los fiscales. Como se observa en el cuadro respectivo, las penas promedio
propuestas por el Ministerio Público siempre han sido bastante más altas
que las finalmente adoptadas por los jueces. En algunos casos, incluso tres o
cuatro veces mayores que las penas decretadas en promedio por los jueces.
Cuadro 40
Promedio de penas solicitadas por la Fiscalía y finalmente
impuestas por el Poder Judicial
Nota: Sólo se incluyeron los casos donde hubo condena, es decir, donde un mismo caso contaba con
penas solicitadas e impuestas, puesto que caso contrario los promedios incluirían datos en lo fiscal
y no en lo judicial, distorsionando así los resultados.
Fuente: Sistematización de expedientes judiciales de violación sexual.
Elaboración propia.
83. Al parecer, esta práctica estaría extendida a otros distritos judiciales. La Sala Mixta de Cusco ha publicado una sentencia (21 de febrero del 2005) donde
impone una pena de 1 año de prisión suspendida en un caso de violación de menores. En: http://www.auditoriajudicial.org.pe/aj/MASTERS/JRODRIGUEZ/
resoluciones_numeradas/36.pdf
161
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
penas impuestas por los jueces en los casos graves como los de violación
sexual obedecen al poder total de decisión del juez (y, por ende, carga
psicológica) sobre la privación de libertad de una persona. Por contraposición,
siguiendo esta lógica, ello querría decir que el fiscal no carga con ese
peso psicológico y, entonces, su criterio puede ajustarse rígidamente a los
elementos establecidos en la norma penal así como a otros factores como
circunstancias del hecho, grado de participación, habitualidad, reincidencia,
confesión sincera, conclusión anticipada, colaboración eficaz, etc.
162
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 41
Agraviadas que se constituyeron como parte civil
84. Expedientes 2008-0012 (Chota), 2007-0101 (San Marcos) y 2007-0191 (Chota), todos de juzgados penales.
85. Aunque es difícil juzgar un caso complejo a partir de estos cortos enunciados, preocupa que estos «atenuantes» sirvan como argumentos para la
exculpación dado que ellos evidencian prejuicios sobre la veracidad del testimonio de la mujer, la negación del efecto de la intimidación del agresor sobre
la reacción de la víctima durante la violación sexual así como la negación de la posibilidad de violencia sexual dentro de una relación sentimental.
86. Al parecer este monto no sería muy distinto del que se impone en otras regiones. En un caso de violación sexual de menor de edad en Cusco, la Sala
impuso una condena de 9 años de privación de libertad al acusado además de un pago de 1,500 nuevos soles de reparación civil (Exp. 188-03, 21 de
febrero del 2005). En: http://www.auditoriajudicial.org.pe/aj/MASTERS/JRODRIGUEZ/resoluciones_numeradas/36.pdf
163
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 20
Reparaciones civiles ordenadas
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
del pago a los abogados y otro tipo de costos como transporte, trámites, etc.
La baja rigurosidad al determinar el monto de la reparación civil hace perder
la oportunidad de ejercer plenamente el rol reparador frente a cada víctima
pero también frente a la sociedad en su conjunto.
Bajo ningún caso, la apelación debe ser promovida por el simple hecho
de no haber obtenido el objetivo en el proceso. De lo que se trata es de erigir
un aparato de justicia donde acudir a una instancia más no represente un
costo económico o psicológico importante al punto que reprima la decisión
de continuar o no con el litigio, sino que materialice la justicia a ser satisfacer
por parte de la parte agraviada y la sociedad.
Cuadro 42
Tasa de apelaciones en los procesos de violencia sexual
165
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Gráfico 21
Duración de los procesos por violencia sexual
88. Defensoría del Pueblo. La aplicación de la justicia penal ante casos de violencia sexual perpetrados contra niños, niñas y adolescentes. Lima, Informe
defensorial 126, 2007, p. 107-108.
166
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
II. Los costos del acceso a la justicia en los procesos de violación sexual en las zonas
de estudio
Este último capítulo aborda los costos en que incurren las mujeres que denuncian
hechos de violación sexual, tanto antes, como durante y después del proceso judicial en
el que estuvieron inmersas.
Los procesos penales por violación sexual guardan ciertas características que deter-
minan la naturaleza de los costos de acceso a la justicia para las mujeres agraviadas.
En principio, las tasas judiciales no están contempladas dentro del proceso judicial. En
segundo lugar, la agraviada no está en la necesidad de contar con un abogado (salvo
para constituirse como parte civil con el objetivo de poder solicitar una reparación civil
o presentar una apelación) habida cuenta que el Ministerio Público es el titular de la
acción penal.
El conjunto de estas características determina que gran parte de los costos enfrentados
por la agraviada en los casos de violación sexual no sea de corte económico sino, más bien,
de tipo no económico de realización potencial o invisible y algunos otros de realización
económica no inmediata. Por estas razones, este capítulo tiene una entrada cuantitativa
menor que el capítulo sobre los costos en los procesos de alimentos.
168
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
El segundo aspecto concierne a los costos antes del proceso judicial, entendiéndolos
como el periodo anterior a la denuncia sea que ésta se haya interpuesto de parte o de
oficio. A la luz de los datos obtenidos en los expedientes judiciales, así como en las entre-
vistas a operadores de justicia y agraviadas, no hay mayores pistas a seguir respecto a
la existencia de este tipo de costos. En todo caso, el único gran costo es el que se deriva
del silencio eterno de la víctima. En otras palabras, esa cifra negra y desconocida de las
violaciones sexuales que nunca llegan al sistema de justicia.
Ilustración 17
Esquema de interrelación de costos de acceso
a la justicia en los procesos de violencia sexual
Elaboración propia.
Desde el primer contacto con la justicia, la mujer que sufrió una violación sexual está
expuesta a diversos prejuicios o discriminaciones por parte de los agentes que atienden
su caso o a deficiencias del propio sistema de justicia. El contacto con los policías que
reciben y tramitan su denuncia, las manifestaciones frente a éstos o frente a los fiscales
ofrecen focos de riesgo para la revictimización de la mujer.
169
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 18
Costos de acceso a la justicia durante el proceso judicial
Elaboración propia.
Los costos incluidos en esta clasificación están vinculados a las acciones que
realizó la agraviada o sus familiares para poder iniciar y sostener la defensa legal
durante el proceso judicial y darle el debido seguimiento al caso. Ello incluye la
contratación de abogados (necesarios para constituirse en parte civil pero no
obligatorios para el curso del proceso) así como otros de corte más operativo
como el dinero gastado en transporte, entre otros.
Las normas que rigen los procesos penales de violencia sexual no imponen
a la agraviada la obligación de contar con el patrocinio de un abogado, habida
89. Una funcionaria del CEM de Chota señaló hacer recibido quejas de agraviadas por violencia sexual que, al momento del examen médico ginecológico,
tuvieron que pagar por los exámenes complementarios (por ejemplo, curación de heridas). Una fiscal de la misma provincia entrevistada negó que actual-
mente esto fuera verdad. Ningún otro actor entrevistado dio cuenta de estos hechos, por lo cual en estas líneas se optó por dejar constancia de ambas
versiones mas no incluirlas como parte del cuerpo de costos que enfrenta la agraviada por violencia sexual.
170
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
justicia para averiguar el estado del proceso, entre otras acciones son rutas
que la agraviada debe realizar con cierta frecuencia. Todo ello le implica un
costo. Los gastos de alimentación, así como de otros trámites (fotocopias,
documentos, etc.) deben ser también tomados en consideración.
172
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
173
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
90. Recuérdese las declaraciones de un policía citadas anteriormente que manifestó ser consciente de los derechos de la mujer pero que, al mismo tiem-
po, le echaba la culpa a ellas de la violencia familiar cuando, por ejemplo, no cumplen con ciertas obligaciones del hogar rural como preparar la comida
al hombre trabajador del campo.
174
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
91. La Defensoría del Pueblo elaboró un informe reseñando algunos problemas de las comisarías a nivel nacional, diagnóstico al que no escapan las de las
provincias estudiadas. Algunos de estos problemas son: la falta de interconexión entre comisarías y entre éstas y unidades policiales, la ausencia de bases
de datos informatizadas (archivos fotográficos, huellas dactilares, etc.), limitado acceso a base de datos de la RENIEC u otras como la de los antecedentes
penales, etc. (Defensoría del Pueblo. Fortalecimiento de la Policía Nacional del Perú: Cinco áreas de urgente atención. Lima, informe defensorial 142, 2009,
pp. 168-169).
175
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
176
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
93. En realidad el examen psicológico a la agraviada tiene mínima presencia. Sólo se realizó a un 13.3% de agraviadas en Apurímac y a un 12.5% en
Cajamarca. El examen psicológico al agresor tampoco sería una práctica común habiéndose registrado en un 6.7% de los casos en Apurímac y 6.3% en
Cajamarca.
177
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 19
Deficiencias en las acciones probatorias que originan costos para la agraviada
Elaboración propia.
Cuadro 44
Aspectos con carga sexista abordados durante
la declaración preventiva (agraviada) por parte de la Policía
179
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Cuadro 45
Aspectos con carga sexista abordados durante la
declaración preventiva (agraviada) por parte de los jueces
Gráfico 22
Presencia del fiscal durante la manifestación de la declaración preventiva de la agraviada
realizada por la Policía
Las quejas contra la labor del Instituto de Medicina Legal, según los
operadores y abogados entrevistados, se basan en tres puntos. El primero
181
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
tiene que ver con la falta de material para la realización de algunas pruebas,
por lo que en ocasiones se toman las muestras y luego se envían a sedes del
Instituto de Medicina Legal de otras regiones. Un segundo aspecto recae en el
contenido mismo del informe del examen médico ginecológico ya que, según
el sentir de varios jueces y fiscales, en no pocas ocasiones exagera en el uso
de términos técnicos, situación que se repite con el examen psicológico. En
tercer lugar, otro inconveniente es el acondicionamiento de los ambientes de
atención a las agraviadas tanto para los exámenes médicos como psicológicos,
los que no ofrecen la privacidad ni comodidad necesarias.
94. Un médico legista de Cajamarca comentó haber leído informes de establecimientos del Ministerio de Salud que hacían referencia a «vagina perforada».
182
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Las sentencias son el producto final del proceso judicial y, como tal,
recogen la valoración última del juez sobre los hechos, la argumentación
jurídica de su decisión y la decisión propiamente dicha sobre el caso
(culpabilidad, condena y reparación civil).
Cuadro 46
Aspectos considerados por los jueces como atenuantes en las
sentencias de los procesos de violencia sexual
95. Luego la Fiscalía interpuso recurso de nulidad que fuera concedido. Finalmente, cuando el juez penal nuevamente vio el caso declaró de oficio la
extinción de la acción penal por prescripción.
184
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
«[…] 1) El procesado admite que, el día cuatro de mayo del año mil novecientos
noventa y seis aprovechando el lugar desolado atacó a la agraviada abalanzándose
en su contra y por la fuerza la hizo sufrir el acto sexual. Luego ante la defensa de
la agraviada la golpeó de puñetes y puntapiés en diferentes partes del cuerpo.
2) De la narración de la agraviada se tiene que Cristóbal Lastrera provisto de una
piedra la amenazó solicitándole tener relaciones sexuales pero que ella se negó y
atacándola físicamente en ese ajetreo la tiró al suelo abalanzándose en su encima
y luego sintió que su miembro viril ingresó en su vagina; luego de terminar la
amenazó nuevamente que si contaba la iba a matar, y empezó a golpearla con
puñetes y puntapiés hasta dejarla inconsciente. 2) Bien de la narración se tienen
que si bien es cierto existió una amenaza, aquella no tuvo la entidad suficiente para
vencer la resistencia de la víctima pues, ella narra en el ajetreo la tiró al suelo y la
penetró. Aquello descarta la situación de imposibilidad de resistencia que haya
podido ejercer la parte acusada. Sitúa el evento en la violencia sexual con grave
amenaza y violencia para hacer sufrir el acto sexual (artículo 170 del Código Penal).
Con lo cual no se puede emitir resolución condenatoria por éste ilícito acusado,
procediendo la absolución en éstos extremos. Por las lesiones, ha de tenerse en
cuenta que por el principio de absorción si un tipo penal contiene mas ampliamente
los elementos de otro menos grave, se ha de aplicar el que contiene la pena mas
grave y descripción normativa del tipo. Como ya está dicho, la descripción que
subsume la acción penal es la descrita en el artículo 170 del Código penal por
tanto no cabe pronunciamiento por éstos hechos siguiendo la misma suerte que el
anterior. Máxime aún que la conducta descrita en el tipo (lesiones del artículo 122
del Código Penal) se encuentra reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de dos años y con sesenta a ciento cincuenta díasmulta. Con lo cual al cuatro de
mayo de mil novecientos noventa y nuevo ya habría prescrito la acción»
[…]
«SE RESUELVE:
«ABSOLVER A CRISTOBAL LATRERA FLORES de los cargos formulados en la
acusación fiscal por el delito Contra la Libertad Sexual, modalidad de violación de
persona en Incapacidad o Imposibilidad de resistir y Lesiones Leves […]»
185
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
La pregunta es, entonces, ¿hasta qué punto los jueces invocan válidamente
el error de comprensión culturalmente condicionado? ¿Hasta qué punto su
deficiente comprensión por parte de los jueces se convierte en una barrera
para el acceso a la justicia expresada en la imposición de penas menores en
los delitos de violación sexual?
«Se debe tener en cuenta el hecho de que sea miembro de una comunidad
nativa o campesina y que por su cultura o costumbre pueda comprender el
carácter delictuoso de su acto o determinarse de acuerdo a esa comprensión, pero
básicamente se debe analizar cada caso concreto para establecer si efectivamente
se trata de un error de comprensión culturalmente condicionado, que dé lugar a su
inculpabilidad. También se podría comprender a personas que se hayan integrado a
96. Francia, Luis. «La aplicación del error de comprensión culturalmente condicionado». En: http://www.justiciaviva.org.pe/documentos_trabajo/anali-
sis_pleno/aplic_error.doc
186
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
A todas luces, los jueces han fallado en investigar hasta qué punto
verdaderamente la condición rural de la agraviada y el acusado respondía a
una forma de vida que, además de ser rural, obedecía a la presencia de usos
y costumbres propios en el marco de la vida de una comunidad campesina
donde las normas sociales y morales no castigan las relaciones sexuales sin
consentimiento.
97. Poder Judicial. «Pleno Jurisdiccional Regional Penal». Iquitos, 30 y 31 de mayo, 2008, p. 8. En: http://www.pj.gob.pe/CorteSuprema/cij/index.
asp?opcion=listar&codigo=363
187
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Sin esta indagación, la floja aplicación del artículo 15 del Código Penal
aísla el correcto procesamiento de delitos tan graves como los de la violación
sexual, en detrimento de una valoración total de los derechos de la mujer en
los tribunales. En otras palabras, su mala aplicación conlleva a crear barreras
adicionales en el acceso a la justicia que crean costos no económicos de
impunidad y sanción inexistente o moderada.
Llamó la atención que los montos fijados hayan sido lo bastante bajos
como para verdaderamente reflejar las consecuencias de la violación. Mientras el
promedio fue de 1,579 nuevos soles, aproximadamente 1 de cada 3 reparaciones
civiles fueron menores a un sueldo mínimo.
Urge, por tanto, que el Poder Judicial defina con claridad cuáles deben
ser estos criterios técnicos a seguir por los jueces penales para la fijación de
la reparación. Aunque lo económico no es importante en estos casos, puede
servir como paliativo para los desembolsos de dinero realizados a lo largo del
proceso judicial y para poder acceder a un tratamiento psicológico posterior.
188
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Para las víctimas y sus familiares, un proceso más largo implica desatender
los ámbitos familiares, laborales u otros. Si la situación económica de ellos es
endeble, como lo es para muchas familias de Apurímac y Cajamarca donde los
niveles de pobreza son importantes (65.9% y 74.2% respectivamente; INEI, 2004),
el costo derivado de una mayor duración del proceso judicial será aún más alto.
Ninguna de las etapas del proceso penal de violación sexual obliga a la agraviada
a contar con un abogado. Es el fiscal quien asume la titularidad de la acción penal
en vista que la violación sexual representa un asunto de interés público. En los
hechos se ha registrado que buena parte de las agraviadas sí llegó a contratar a un
abogado (Apurímac 80%, Cajamarca 75%) básicamente proveniente del mercado
privado), con la intención de fortalecer la acusación más que de abrir la posibilidad
de solicitar una reparación civil o impugnar las resoluciones del juez.
98. Aunque no es el enfoque de esta investigación, la demora de los procesos también puede ser un foco para la vulneración de los derechos del acusado
si llega a exceder el plazo de carcelería sin sentencia.
189
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
El costo del vacío del Estado le crea a la mujer que sufrió la violencia sexual
una barrera económica directa para el acceso a la justicia. Así, la imposibilidad
de tener acceso a una defensa gratuita revierte en un costo económico directo
para las mujeres agraviadas que se hallan en una situación económica débil
pues no tienen más opción que acudir al mercado privado de abogados.
190
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Este desbalance estaría explicado por las asociaciones hechas entre las
características de las mujeres y hombres más «apropiadas» para el litigio
en una u otra área99. Así, lo penal se convierte en un mundo más masculino
vinculado más fácilmente «con la violencia que se vive en el ámbito público,
‘en la calle’, donde la ‘sensibilidad femenina’ se convierte en un punto
vulnerable.»100
Esta visión principista de un proceso judicial penal esconde que, después de la sen-
tencia y la reparación, las secuelas de la violación sexual en la mujer agraviada continúan
y es difícil que incluso un muy buen sistema de justicia elimine esas secuelas.
A lo largo del proceso judicial se da una serie de eventos, actos o simbolismos que
continuamente revictimizan a la mujer. Abogados, policías, fiscales, jueces y el mismo
sistema legal son los causantes. Asimismo, la insuficiente presencia del Estado brindando
redes de apoyo a estas mujeres son fallas adicionales del sistema.
De una u otra forma, estas condiciones constituyen costos que la mujer debe
enfrentar ex post al proceso penal de violación sexual. Hemos resumido la presencia de tales
costos en dos puntos a continuación desarrollados: (i) costos derivados de deficiencias en el
funcionamiento del sistema de justicia y (ii) costos en las esferas personal e interpersonal.
99. Llaja, Jeannette. «La situación de las mujeres al interior de la administración peruana de justicia: Un diagnóstico preliminar». En Para una justicia
diferente. Temas para la reforma judicial desde y para las mujeres. Lima, DEMUS, 2007, p. 75-76.
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191
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Ilustración 20
Costos de acceso a la justicia después del proceso judicial
Elaboración propia.
Podemos decir que estas barreras son más de orden social y están resumidas
en dos aspectos: (i) costos derivados de la mala experiencia con el sistema de
justicia (revictimización) y (ii) costos derivados de la escasa presencia de servicios
de apoyo a la mujer, cada uno a continuación desarrollado.
2.1.1.
Costos derivados de la mala experiencia con el sistema de justicia
(revictimización)
Ilustración 21
Siente puntos de revictimización de las
agraviadas en los procesos de violencia sexual
Elaboración propia.
2.1.2. Costos derivados de la débil presencia de redes de soporte para las agraviadas
Cuadro 47
Orden de tratamiento psicológico en la sentencia de
casos por violación sexual
197
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Fuera del ámbito familiar, los tejidos sociales también pueden cerrarse
frente a la agraviada como si fuera ésta quien hubiera roto un equilibrio en la
sociedad o comunidad. Así lo confirma un fiscal de Andahuaylas al apuntar que
a las mujeres que sufrieron violación sexual «las toman menos en cuenta en
las asambleas [de las comunidades]» como si haber pasado por estos hechos
le restara su valor de opinión y sus derechos de participación y expresión. El
regreso al colegio también posee otro tipo de riesgos sobre todo si la agraviada
salió embarazada producto de la violación. Una abogada entrevistaba señaló
que en estos casos se instala un sentimiento de discriminación que reprime
la necesidad de continuar los estudios.
Una mejor justicia pasa no solo por mejoras legales o procesales sino por
un reconocimiento pleno de los derechos de quienes acuden a los tribunales,
mujeres y hombres, y una mejor formación y preparación de quienes están
encargados de tramitar los conflictos.
198
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
CONCLUSIONES
3. Si cabe una conclusión común a partir de los resultados obtenidos en los procesos
de alimentos y violencia sexual es que, al contrario de la ruta marcada por los
elevados índices de ruralidad en las provincias estudiadas, sobre todo en Chincheros
y San Marcos, son pocos los expedientes que vienen de estas zonas. Se debe
entender, entonces, que la población rural canaliza este tipo de conflictos a través
de otros medios (rondas campesinas, autoridades comunales u otros) sea porque
les resultan más económicos o accesibles o bien nunca se denuncian. En suma, es
una pista para concluir que hay una justicia diferenciada, entre otros factores, por
sus costos y la capacidad de acceso de la población. En cualquiera de estos casos
vale preguntarse sobre los costos y barreras en el acceso a la justicia en estos casos.
Es decir, analizar si se procesa el delito de la forma adecuada (tiempos, efectividad,
respeto de derechos, penas proporcionales, etc.) o, en el otro caso, investigar las
razones detrás de ello (prácticas culturales que subordinan a la mujer, sociedades
que relativizan los hechos, etc.).
199
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
4. Las demandas por alimentos son más que estrictamente un capítulo judicial. Se
desenvuelven dentro de una compleja interrelación de variables del contexto social
en vinculación con el acceso a la justicia. La visón de género tradicional, para ilustrar
en pocas palabras la posición subordinada que sufre la mujer en muchos ámbitos,
es una de ellas, ya que rodea a la familia, a la sociedad y, como tal, también a los
jueces y abogados que acompañan los procesos judiciales y que, de una u otra
forma, trasladan estereotipos, prejuicios o favoritismos inconscientes en el normal
desarrollo del proceso, incluso cuando su intención sea velar por los derechos
de la mujer. Igualmente, la insuficiente difusión de derechos forma parte de ese
contexto social como una barrera adicional del acceso a la justicia, mezclada con
bajos niveles de educación y escasas oportunidades de desarrollo, sobre todo en
zonas rurales como en las provincias de Apurímac y Cajamarca analizadas. Por
último, la demanda por justicia no atendida cierra el contexto social básico de los
casos de alimentos, sustentado en parte por los dos factores anteriores.
6. Las demandas y sus resultados, como documentos que resumen parte de la intención
de la mujer demandante por alimentos, ofrecen algunas características básicas
cuya revisión es interesante como punto de referencia.
La pensión puede ser solicitada como monto fijo o como porcentaje de los ingresos
del demandado, siendo la primera modalidad la opción casi siempre elegida con
excepción de Chincheros (entre 9.1% en Chincheros y 92.6 en San Marcos). Bajo
esta modalidad, el promedio de pensión solicitado varió entre 275 nuevos soles para
Chincheros y 502 para Andahuaylas. Bajo la otra modalidad, la pensión solicitada
se movió entre 44% en Chota y 60% (máximo legal) en San Marcos.
Grosso modo, 1 de cada 3 demandas resulta favorable a la demandante pero con una
pensión promedio obtenida bastante menor a la que solicitó (entre 118 nuevos soles
200
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
en San Marcos y 340 en Chincheros; y 14% en San Marcos y 32% en Chincheros) que
difícilmente cubre apropiadamente las necesidad del niño y/o la madre. La ejecución
de la pensión es otro problema pues luego de varios meses de proceso, superando
largamente el máximo legal de 25 días (entre 3 meses y 23 días en Chincheros hasta
7 meses y 23 días en Chota), las pensiones tienen un bajo nivel de ejecución (se
registró que siempre se pagó la pensión entre un 0% en San Marcos y un 24% en
Andahuaylas). Si es así, es imposible hablar de un verdadero acceso a la justicia.
7. Pese a que el acceso a la justicia en los casos por alimentos parecería empezar al
interponer la demanda judicial, la realidad muestra que antes de ello ya hay rastros
de costos que la mujer ha debido afrontar. Básicamente son de dos tipos. En primer
lugar están los costos de otros procesos judiciales iniciados contra el demandado,
lo que pueden incluir procesos de filiación pero no se hallaron rastros de éste en el
trabajo de campo (sólo algunas denuncias previas por violencia familiar en Andahua-
ylas). Además, también deben incluirse los casos en que previamente se fijó pensión
con alguna autoridad pero esta finalmente no se cumplió y obligó a la demandada a
finalmente acudir al Poder Judicial (se detectó casos de pensiones de hasta 5 nuevos
soles fijadas en la DEMUNA, lo que sería pista que el incumplimiento de la pensión
no es de naturaleza económica sino actitudinal). Los casos registrados son pocos
(entre 0% en Chincheros y 34.8% en Andahuaylas) pero igual considerables dado el
nivel socioeconómico de las demandantes por alimentos en las zonas de estudio.
Dentro del primer espacio, aparecen dos costos con naturaleza de realización eco-
nómica directa, es decir, implican un desembolso «consciente» de la demandada,
más un tercero de tipo económico de realización indirecta. El primero de ellos es el
pago por los honorarios del abogado, casi siempre realizado al final del caso (entre
76 nuevos soles en Chota y 152 en Chincheros). Luego, en segundo lugar, está el
gasto efectuado por transportes, trámites y tareas menores durante el proceso
(entre 9 nuevos soles en Chota y 111 en San Marcos). Por último, el tercer costo se
vincula con el tiempo de exceso que tomó el proceso judicial, cuyo impacto variaría
entre 47 nuevos soles en Chota y 74 en Andahuaylas.
La primera se deriva del escaso uso del formato de demanda por alimentos, ya que si
este fuera conocido las demandantes podrían haber ahorrado entre 25 nuevos soles
201
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
En primer lugar están los costos derivados de la duración del proceso como producto
del dinamismo pasivo de la defensa de la demandante (entre 21 nuevos soles en
Chota y 43 en Chincheros). En segundo lugar, como se hizo referencia, la presencia
o ausencia del abogado durante las audiencias únicas (donde se concilia) trae un
efecto en el monto finalmente obtenido por la demandante. En este caso, el costo
puede equivaler a una pensión 21% menor en Apurímac y 38% menor en Cajamarca.
La diferencia entre la efectividad de la defensa legal privada y de oficio (calculada
como la diferencia del monto de pensión que obtiene cada tipo de abogado)
es un tercer costo a considerar que perjudica a quienes, por falta de recursos,
acceden solo a un abogado de oficio. Este costo se extiende a lo largo de un buen
tiempo (hasta que el derecho a pensión se extinga) por lo cual su cuantificación es
bastante alta (2,496 nuevos soles para Andahuaylas y 4,991 para Cajamarca). Aún
así, el no tener la posibilidad de contar con un abogado de oficio, como sucede
en Chincheros y San Marcos, es también un costo que equivale a los honorarios
de los abogados privados. Finalmente, el último costo del mercado de abogados
es de tipo no económico de realización potencial o invisible y radica en la escasa
posibilidad que tienen las demandantes para contratar abogadas, entendiendo que
ello podría ayudar a una mayor empatía y a disminuir algunas barreras de género
en el acceso a la justicia.
Dentro de ese primer espacio, el bajo nivel de ejecución de sentencias, es decir, del
pago de pensiones que se ha registrado es un primer gran inconveniente que obliga
a la mujer a desplegar una serie de medios para procurar el pago de la pensión por
parte del demandado. Asumiendo que los medios en lo informal (tratativas con el
demandado) y medios en lo formal (recurrencia a autoridades u otras instituciones
distintas al Poder Judicial) tienen un costo marginal, todavía quedan todos esos otros
202
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
medios en lo judicial que la mujer llevó a cabo, como son los escritos y gestiones con
el mismo juzgado a través de su abogado o por su propia cuenta (aproximadamente
15 nuevos soles) y el inicio del proceso penal por omisión a la asistencia familiar
(los pocos datos recogidos al respecto son muy dispersos y muestran gastos de
30 y 500 nuevos soles). Un segundo costo, no económico, dentro de este espacio
es el que deriva de la mala experiencia con el sistema de justicia y que se resume
en cuántas de las demandantes no volverían a iniciar un proceso de alimentos aún
cuando lo requieran (entre 28.6% en San Marcos y 100% en Chincheros), quedando
claro cómo el propio Poder Judicial aleja a las mujeres de su jurisdicción y las pone
en una situación de mayor vulnerabilidad.
Por último dentro del espacio de la esfera personal, resalta lo siguiente. Un pri-
mer costo, de naturaleza no económica recoge muchas de las barreras sociales,
culturales y de género que se presentan en los procesos de alimentos generados
por actos directos, evidentes, latentes o inconscientes cargados de discriminación,
prejuicios y hasta violencia tanto por parte del demandado, de su abogado, como de
los propios operadores judiciales e incluso de la ley. Por ejemplo, el demandado y/o
su abogado ejercen una violencia desafiante y trasgresora bien clara en las contes-
taciones de las demandas. Asimismo, presencia de amenazas o intimidaciones por
parte del demandado hacia la demandada también forma parte de estas acciones
(entre 23.0% en Andahuaylas y 67.7% en Chota). Al contrario de lo que se pensaba,
el grupo de mujeres que autoreporta menores niveles de confianza y autoestima
no es alto (entre 0% en Chincheros y San Marcos y 21% en Andahuaylas), siendo
particular que otro buen porcentaje manifieste lo contrario, lo que sería evidencia
de un empoderamiento luego del proceso judicial.
10. Los hechos de violación sexual contra la mujer se desarrollan sobre un contexto
social complejo que, de una u otra forma, lo provoca, condiciona, esconde o hasta
tolera. Tres aspectos sobresalen en ese contexto: El primero, es la visión de género
tradicional que recoge una serie de posiciones, estereotipos y prejuicios contra la
mujer, presente no solo en el ciudadano promedio sino también en los policías,
jueces, fiscales y abogados que ven estos delitos. El insuficiente conocimiento de
derechos y su vinculación con bajos niveles de educación y pobreza, es el segundo
aspecto dentro de este contexto. El último aspecto, guarda relación con la deman-
da de justicia no atendida, la cual se estima sería importante no solo por los dos
otros aspectos mencionados, sino también por la insuficiente red de apoyo para
las agraviadas por violencia sexual, relativismos culturales, etc.
11. El perfil de la mujer agraviada por violencia sexual en Apurímac y, al parecer, tam-
bién en Cajamarca, corresponde mayoritariamente al de menores de edad aún con
estudios escolares en marcha, lo que refleja la posición de autoridad o dominio que
buscan ejercer los violadores sobre personas más vulnerables. Un aspecto que sí
marcó grandes diferencias entre las dos regiones estudiadas es que en Apurímac
203
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
12. En contraposición, el perfil del violador (sin considerar sus rasgos psicológicos) dista
lejos de ser aquella imagen de sujeto marginal. Casi siempre hombre (Apurímac
100.0%, Cajamarca 87.5%) y mayor de edad (Apurímac 80%, Cajamarca 92.7%),
el agresor ejercía algún tipo de actividad económica (agricultura y comercio
generalmente) y contaba mayormente con estudios secundarios. En contados casos
cometieron el delitos bajo los efectos del alcohol o drogas (Apurímac 6.7%, Cajamarca
0%) y pocos tenían antecedentes penales (Apurímac 6.7%, Cajamarca 6.3%).
13. Algunas características básicas del proceso judicial se destacan por los siguientes
aspectos. Por lo menos en Apurímac, un 40% de las denuncias son interpuestas
dentro de los 10 días de ocurridos los hechos, lo que incrementa las posibilidades
de que los resultados del examen médico ginecológico sean sólido pese a que no
sea la prueba por excelencia para la condena del acusado. En Apurímac, la situación
jurídica del acusado es mayormente la detención (53.3%) a diferencia de Cajamarca
(comparecencia, 50%). Uno u otro caso de fuga del acusado ha sido reportado, por
lo que haría falta un trabajo de revisión de la conveniencia de estas medidas para
asegurar el proceso en pleno respeto de los derechos del acusado.
Finalmente, la duración de los procesos judiciales casi siempre fue mayor al año.
En los procesos ordinarios, la duración efectiva (Apurímac 14 meses y 24 días,
Cajamarca 12 meses y 24 días) fue menor o casi igual al límite legal (14 meses
y 10 días), pero este umbral se muestra a todas luces irrazonablemente elevado
teniendo en cuenta que norma casos de violación sexual de menores de edad. Con
respecto a los procesos ordinarios, donde el plazo legal de su duración es menor (7
meses y 28 días), ni en Cajamarca ni en Apurímac el promedio pudo estar dentro
de éste (9 meses y 18 días, y 16 meses y 27 días, respectivamente).
204
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
15. Los costos del acceso a la justicia para las mujeres agraviadas en los procesos de
violencia sexual en Apurímac y Cajamarca guardan una limitada relación con lo
económico. Mayormente, los costos identificados son, por decirlo de alguna forma,
cualitativos y pesan finalmente sobre el estado psicológico de la agraviada y su
entorno. No obstante, es altamente posible que en el mediano o largo plazo esos
costos no económicos se traduzcan en dificultades para reintegrarse y desenvolverse
en la vida laboral, trayendo consigo, ahora sí, un efecto en la generación de ingresos
de la agraviada.
16. Durante el proceso judicial se identificaron tres espacios donde los costos hacen
su aparición para la agraviada: (i) costos de sostenimiento y acompañamiento
del proceso judicial, (ii) costos derivados de deficiencias en el funcionamiento del
sistema de justicia y (iii) costos derivados del mercado de servicios legales y de la
actuación de sus actores.
17. Los costos de sostenimiento y acompañamiento del proceso judicial son los únicos
que contienen algunos costos económicos. El gasto que deberá realizar la agravia-
da variaría entre los 400 y 535 nuevos soles, repartidos entre lo que se le paga al
abogado (gira entre 300 y 400 nuevos soles, quien sería contratado para fortalecer
la defensa dado que su participación no es obligatoria en tanto es el fiscal el titu-
lar de la acción penal) y el gasto en transporte, trámites y gastos conexos, como
alimentación durante todo el proceso.
18. Los costos que provienen de las deficiencias en el funcionamiento del sistema de
justicia se explayan a lo largo de todo el proceso judicial y, en general, contribuyen a
la debilidad de la acusación, al apañamiento del factor cultural, a la revictimización
de la agraviada y a cierto grado de impunidad.
205
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
La actuación probatoria da lugar a un tercer espacio donde los costos del acceso
a la justicia se hacen presentes y repercuten a manera de costos no económicos
en la solidez de la acusación, la revictimización de la agraviada y en la apertura de
fisuras para atenuar la condena.
206
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
La existencia de los primeros deviene por la débil presencia de redes de soporte para
las agraviadas así como a la revictimización que ha sufrido a lo largo del proceso
y cuyos efectos se extienden más allá de su duración y, de forma más importante
por la mala experiencia con el sistema de justicia determinada por siete puntos de
revictimización, en mayor o menor medida presentes, en los procesos de violación
sexual: (i) los malos tratos durante la interposición de la denuncia en la comisaría,
(ii) el incumplimiento de la reserva de identidad en el expediente judicial en casos
de menores de edad (Apurímac 86.7%, Cajamarca 18.8%), (iii) las deficientes
condiciones de privacidad y comodidad en las comisarías (recojo de denuncias y
toma de manifestaciones) y en los establecimientos donde se realizan los exámenes
médico ginecológicos, (iv) la reiteración el examen médico (Apurímac 46.6%, Ca-
jamarca 0%), (v) la reiteración de la declaración de la agraviada (Apurímac 80.0%,
Cajamarca 93.8%), (vi) la carga sexista de las preguntas formuladas durante la
declaración de la agraviada por parte de policías y jueces, y (vii) la recurrencia a la
diligencia de confrontación en casos de agraviadas menores de edad (registrado
sólo en Cajamarca, 18.8% de veces en etapa de investigación preliminar y 31.3%
en etapa judicial).
Por último, la esfera personal de la agraviada es, sin duda, un ámbito donde la
afectación es particularmente especial, no solo por el hecho mismo de haber sufri-
do una violación sino porque, en menor medida, el aparato de justicia que debería
proteger todos sus derechos falla en asegurarlos (en los casos de revictimización,
por ejemplo) y porque además también se dan otros factores perturbadores pro-
venientes de los círculos de la agraviada (escaso apoyo o suspicacias de la familia,
etc.). Sobre esto último, también se abren otros costos en el capital social habida
cuenta de los desbalances familiares que introduce la violación sobre todo cuando
se dio dentro de este mismo ámbito así como del enfrentamiento de la agraviada
con los espacios donde deberá reintegrarse (escuela, trabajo, amigos, etc.).
207
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
RECOMENDACIONES
GENERALES
5. Crear una base de datos regional y provincial sobre los profesionales aptos para
realizar labores de intérpretes oficiales en cualquier proceso judicial, de tal forma
que su ubicación y disponibilidad pueda ser conocida de antemano por los juzgados
que requieren sus servicios. Además, estos intérpretes también deberían ser parte
de actividades de formación sobre aspectos que les ayuden a comprender mejor
el funcionamiento legal, la cultura de las zonas y la problemática de género.
6. Estudiar el contenido y la lógica del formato de demanda por alimentos con el fin
de convertirlo en una herramienta de fácil comprensión para cualquier persona al
margen de su nivel de educación. En esa línea, también es necesario que el Poder
Judicial reorganice su política de difusión del formato para que su uso pueda ser
208
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
promovido por otras instituciones del Estado, consultorios jurídicos, ONG, organi-
zaciones sociales de base, etc.
8. Revisar la política del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social que prohíbe que
las DEMUNA litiguen, dado que existen fuertes necesidades de servicios legales
gratuitos por parte de personas que no cuentan con los recursos económicos su-
ficientes, como en Chincheros y San Marcos, para contratar un abogado privado o
que, en todo caso, hacerlo le representa un esfuerzo muy importante.
10. Exhortar a los jueces a no aceptar las transacciones extrajudiciales en los procesos
de alimentos en marcha en razón a que por esta vía no se puede transar los dere-
chos de terceros y, además, porque las transacciones no ofrecen las condiciones
de igualdad en la negociación entre la demandante y el demandado.
12. Desarrollar en los jueces mayores capacidades para llevar a cabo la conciliación
entre las partes durante el proceso judicial. En principio, casi siempre la propuesta
conciliatoria del juez falla pero además éste sería permisivo frente a pensiones al
parecer poco equitativas cuando son las partes quienes toman la posta para con-
ciliar. Con esta recomendación se contribuiría, además, a evitar que prescindir del
abogado sea un punto débil para la demandante.
13. Incentivar en los jueces una mayor actividad para procurar el pago de las pensiones,
lo que va desde la imposición de multas hasta la derivación del caso al Ministerio
Público para el inicio de un proceso penal por omisión a la asistencia familiar.
209
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
14. Analizar la demanda de justicia de zonas rurales en casos de violencia sexual que
no viene siendo atendida por el sistema estatal y que se asume puede estar siendo
tramitada por otras vías o simplemente se queda al margen de cualquier instancia
donde pueda investigarse y sancionar este tipo de delitos. Se asume que a nivel
rural pueden existir diversos costos y barreras que complican un normal acceso a
la justicia.
16. Desarrollar estrategias para una mejora en las técnicas de recojo de manifestación
de la agraviada que pueden incluir desde talleres, publicaciones cortas, textos jurí-
dicos, diagnósticos, etc. con el fin que puedan ser alcanzados a los mismos opera-
dores y así mejorar la efectividad de la actividad probatoria dado que actualmente
se registra no solo una debilidad para armar el caso sino que además la toma de
manifestaciones exterioriza una serie de prejuicios contra la mujer que conducen
a su revictimización.
17. Trabajar con los magistrados sobre la posición jurídica a adoptar frente a los ate-
nuantes válidos y no válidos para las sentencias por violencia sexual, habida cuen-
ta que se dan casos que no se amparan en la normatividad legal y que terminan
favoreciendo indebidamente a los agresores y así perjudicando a las agraviadas.
18. Desarrollar técnica, normativa y jurídicamente los criterios a tener en cuenta para
la fijación de la reparación civil así como los mecanismos necesarios para que ésta
se haga efectiva, habida cuenta de la discrecionalidad que regiría actualmente.
19. Crear desde el Poder Judicial y el Ministerio Público, con apoyo del Instituto de
Medicina Legal y las Direcciones Regionales de Salud, una mayor y mejor cobertura
de servicios gratuitos de tratamiento psicológico a las agraviadas, que las atienda
incluso desde el inicio del proceso judicial, mediante las formas que se crean más
convenientes, como bien podría ser la mayor dotación de personal, mejor acondi-
cionamiento de instalaciones, asociaciones público-privadas, etc.
20. Crear espacios de discusión con los jueces penales para revisar temáticas clave
alrededor de los procesos de violación sexual, como la definición de criterios uni-
formes y apropiados para la determinación de la situación jurídica del acusado.
21. Realizar talleres a cargo de los médicos legistas del Instituto de Medicina Legal
dirigidos a los médicos de los establecimientos de salud públicos y privados (con
énfasis en los primeros) para mejorar las técnicas de revisión y diagnóstico que
éstos realizan y aplican en los exámenes médico ginecológicos y psicológico a las
210
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
22. Aunque este tipo de recomendación suele ser poco atendida, no se puede soslayar
la necesidad de que la Policía dote de una mayor cantidad de oficiales a las comi-
sarías de las zonas de Andahuaylas, Chincheros, Chota y San Marcos, y que a la
vez se haga cargo de las deficientes condiciones logísticas en las que operan sus
dependencias de forma tal que se le ofrezca a la agraviada mejores condiciones
de privacidad y comodidad para la recepción de sus denuncias.
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
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213
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
ANEXOS
214
Anexo 1. Formato del Poder Judicial para la presentación de demandas por alimentos
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Entrevistados en Cajamarca
Chota:
San Marcos:
Cajamarca:
218
¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
Entrevistados en Apurímac
Andahuaylas:
Chincheros:
Abancay:
Entrevistados en Lima
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¿Cuánto le cuesta la justicia a las mujeres?
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