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“...le tenimos”
Presentación
Las siguientes notas corresponden a apuntes de clases del curso sobre modelos de
dispersión de contaminantes atmosféricos. Dicté este curso durante el primer semestre de
1997 para profesionales de CONAMA con el objetivo de apoyar el fortalecimiento de la
gestión institucional. La idea del curso no fue desarrollar habilidades en modelación
atmosférica sino que entregar a los participantes en el curso elementos de evaluación para la
gestión ambiental de la que forman parte.
Los temas abordados durante el curso son, en general, complejos y un estudio
acabado de ellos escapa al marco de capacitación en que estos contenidos fueron
entregados. Por lo tanto, estas notas no son sino una introducción a variados temas
pertinentes a la modelación atmosférica y algunos tópicos de meteorología y química
atmosférica. Lo anterior se ha intentado suplir entregando citas de literatura técnica y
científica cuya lectura es recomendada para abordar en más detalle algunos de los temas. El
aprendizaje más profundo es estimulado a través de la inclusión de problemas y preguntas
que requieren de la aplicación de los contenidos y de criterios de evaluación abordados en
clases.
Agradezco los comentarios de quienes participaron en el curso y de quienes
pacientemente han revisado estas notas.
1. INTRODUCCIÓN 4
7. EMISIONES 17
8.1 GENERALIDADES 18
8.2 MODELOS GAUSSIANOS 19
8.2.1. MODELOS GAUSSIANOS ESTACIONARIOS 19
8.2.2. MODELOS GAUSSIANOS NO ESTACIONARIOS 20
8.3 MODELOS DE CAJA 22
8.4 MODELOS A ESCALA URBANA 23
8.5 MODELOS REGIONALES 25
8.6 MODELOS GLOBALES 26
9. VALIDACIÓN DE MODELOS 29
10. REFERENCIAS 33
1. Introducción
Modelos numéricos de fenómenos naturales suelen ser síntesis del entendimiento científico
de sistemas complejos. También una suerte de laboratorios teóricos donde se pueden poner
a prueba distintas hipótesis acerca de las interrelaciones entre las componentes del sistema
en estudio. Otra área de aplicación de modelos numéricos es el estudio de posibles
escenarios, por ejemplo, “¿Cuál sería el efecto de reducir el uso de vehículos con motores
de combustión en un 25% en la ciudad de Santiago sobre los niveles de ozono en Santiago y
en las zonas aledañas?”. El grado de complejidad de los modelos sigue una cierta
proporción con la complejidad del sistema natural que se pretende modelar.
Paradojalmente, el “arte” de modelar sistemas naturales está normalmente guiado por la
búsqueda de relaciones simples, pero que logren describir las características esenciales y, en
general, observables (medibles) de los sistemas en estudio. Los modelos numéricos
constituyen herramientas extraordinariamente útiles para abordar problemas de orden
práctico y teórico, pero que deben ser tratadas con una dosis saludable de escepticismo y
sobre todo, los modelos deben ser validados y corregidos a la luz de la comparación
sistemática de sus resultados con las cantidades medibles del sistema natural.
mezclados dentro de la capa límite pero no alcanzarán a ser transportados o mezclados lejos
de sus fuentes. Un compuesto con una vida media química de más de un año, que es el
tiempo característico de mezcla de aire entre los hemisferios, podrá ser mezclado en toda la
atmósfera. Por otro lado, hay que tomar en cuenta que las escalas características de los
contaminantes secundarios, es decir, aquellos que se forman a partir de compuestos
emitidos directamente a la atmósfera, dependerán también de las escalas de tiempo y
espacio de sus precursores. Por ejemplo, el ozono que se genera durante la oxidación de
hidrocarburos en presencia de óxidos de nitrógeno y radiación solar, no aparece en
cantidades importantes directamente sobre las fuentes de sus precursores sino que corriente
abajo de las mismas y la extensión geográfica sobre la que tiene efecto es en general mucho
más grande que aquella sobre la cual se encuentran sus precursores.
En este contexto cabe definir el concepto de tiempo de recambio. Se define como la razón
entre el contenido M de un recipiente y la suma de los sumideros, o bien, si las fuentes y
sumideros están en equilibrio de estado estacionario, como la razón entre M y la suma de
las fuentes (Ver Figura 1).
M
τ =
S
Figura 1. Esquema de definición del concepto de tiempos de recambio.
Con recipiente se quiere decir una cantidad de material definido por ciertas propiedades
químicas, físicas o biológicas que se puede considerar homogéneo. Por ejemplo el
nitrógeno en la atmósfera, el radical hidroxilo en la troposfera del hemisferio sur, el ozono
en la capa límite de la en los alrededores de Santiago, etc.. Las fuentes y sumideros son los
flujos de entrada y salida de material al recipiente considerado. De modo que fuentes y
sumideros pueden referirse a procesos físicos y químicos de variada naturaleza. Por
ejemplo, la formación de aerosol sulfato (SO4-(p)) a partir de la oxidación de dióxido de
azufre (SO2) constituye una fuente de SO4-(p), las chimeneas de una fundición de cobre son
una fuente de SO2, la lluvia es un sumidero de compuestos solubles como por ejemplo los
ácidos sulfúrico(H2SO4) y nítrico (HNO3), etc..
La cantidad antes definida (τ) es, además, una medida de la variabilidad espacial de sus
concentraciones: un tiempo largo indica poca variabilidad y uno corto alta variabilidad. Así,
las concentraciones de oxígeno molecular (O2) que tiene un tiempo de recambio de varios
miles de años varían muy poco de lugar en lugar mientras que las de amoníaco (NH3) que
tiene un tiempo de recambio de unos pocos días varían mucho de lugar en lugar.
¿Qué puede decirse acerca de la extensión sobre la cual estos compuestos son
dispersados?
ppmv significa “parts per million in volume” y corresponde a 10-6 moles del compuesto por moles de aire
*
Troposfera Libre
1 km
1m Capa Límite
Capa Superficial
1 mm
Capa Laminar
Estabilidad extrema
(inversión de superficie)
Fumigación/Captura
(inversión superior)
Condiciones Neutras
Condiciones Inestables
Aparte de las condiciones locales determinadas por balance radiativo a nivel del suelo,
topografía, etc., el grado de estabilidad atmosférica queda determinado por lo que los
meteorólogos llaman condiciones sinópticas. Las condiciones sinópticas son aquellas que
caracterizan el estado del tiempo atmosférico en escalas espaciales de miles de kilómetros
en la horizontal, algunos kilómetros en la vertical y en escalas temporales de algunos días a
semanas.
En las latitudes medias y altas las condiciones sinópticas están determinadas por el paso
cíclico de altas y bajas presiones y sus correspondientes frentes fríos y cálidos. En latitudes
subtropicales, como las de la región norte-centro de Chile, existen además condiciones
sinópticas semi-permanentes asociadas a la llamada Alta del Pacífico.
Durante los meses cálidos las altas presiones suelen estar asociadas a condiciones de “buen
tiempo”, en tanto que en los meses fríos suelen asociarse a la presencia de nubosidad baja y
neblina, especialmente en horas de la noche y la mañana (Ver Figura 4).
Figura 4. Esquema de la circulación de aire en torno a una alta presión (A) en el hemisferio
sur. A la izquierda un corte vertical y a la derecha la circulación en superficie.
Las bajas presiones o circulaciones ciclónicas están asociadas a vientos en superficie más
intensos que durante altas presiones y ascenso de aire que promueve la formación de
nubosidad y precipitación (Ver Figura 5). Tales condiciones favorecen la mezcla vertical y
la ventilación de las áreas donde ocurren emisiones de contaminantes. En la región central y
sur de Chile la presencia de bajas presiones es más común durante los meses de invierno.
Ejercicio 2.
Desde el punto de vista de la dispersión de contaminantes nos interesa saber, entre otras
cosas, cómo cambia en el tiempo la concentración o la razón de mezcla de un compuesto.
Esto es descrito por una ecuación de continuidad que expresa el balance entre las
variaciones de la concentración de un compuesto y el efecto de flujos de transporte, fuentes
y sumideros (Ley de Lavoisier y/o de conservación de masa). La concentración de un
compuesto en un punto cambia por convergencia o divergencia de vientos, porque masa es
advectada hacia o desde ese punto (horizontal o verticalmente), por la presencia de flujos
turbulentos (covariación de fluctuaciones de concentración y viento), por fuentes y por
sumideros locales. Es esta la ecuación que los modelos de dispersión resuelven.
∂c
= - ∇.(cv ) + Q - S
∂t
donde:
∂/∂t: indica la variación local respecto del tiempo
c: concentración [kg/m3]
v: vector velocidad [m/s]
Q: fuentes [kg/m3 s]
S: sumideros [kg/m3 s]
∇: indica la variación respecto del espacio (tres direcciones independientes)
Sin embargo, esta expresión no es aplicable en la práctica dado que ni los modelos
numéricos ni los instrumentos de medición resuelven todas las escalas. En general estas
herramientas sólo son capaces de resolver las variables como cantidades promedio sobre un
elemento de volumen y un elemento de tiempo. En la práctica se expresan las cantidades
como la suma de las cantidades promedio (resueltas) y las desviaciones de ese promedio
(no resueltas). Esta manera de descomponer las cantidades se llama partición de Reynolds.
Así, la ecuación anterior, puede escribirse como:
∂c
= - c∇. v - v. ∇c - ∇.(< c ′v ′ >) + Q - S
∂t
donde:
-∇.(<c’v’>) : divergencia del flujo turbulento del compuesto (< > denota promedio y ´
fluctuaciones en torno al promedio)
Q,S : fuentes y sumideros
Hay que notar que ambas formas (“à la Lagrange” y “à la Euler”) de escribir la ecuación de
continuidad son en principio equivalentes, sólo difiere el estado de movimiento del
observador (fijo o siguiendo a la parcela).
*
La geostrofía se refiere al balance entre el efecto de diferencias de presión y el efecto de la rotación terrestre
de modo que el viento sopla de modo paralelo a las isóbaras. La aproximación geostrófica es en general válida
en la tropósfera libre.
potencial* . Sin embargo estas últimas no consideran procesos no adiabáticos de modo que
fenómenos como lluvia frontal y convectiva determinan errores importantes en el cálculo de
trayectorias. Además, en modelos lagrangianos, al querer estimar las concentraciones en un
punto debe superponerse el efecto de muchas parcelas de aire individuales lo cual requiere
suponer que los efectos de no linealidad son despreciables y esto no es adecuado en general.
En los modelos eulerianos se resuelve la ecuación de continuidad en cada una de las celdas
en que se divide el dominio espacial sobre el cual se quieren determinar las
concentraciones. Para cada una de ellas se determina la variación local de las
concentraciones y/o lo que observaría un observador fijo. Este tipo de modelos puede ser de
cero, una, dos o tres dimensiones. Los modelos de dimensión cero se llaman modelos de
caja y pueden ser aplicados como primera aproximación a problemas de contaminación
urbana por ejemplo. Modelos unidimensionales suelen despreciar las variaciones
horizontales y considerar sólo las variaciones verticales; estos se usan para compuestos con
tiempos de recambio muy largo que presentan tal simetría, por ejemplo, el estudio de
transporte del óxido nitroso (N2O) en la estratosfera. En modelos bidimensionales se suele
considerar explícitamente el transporte meridional. Tales modelos pueden aplicarse por
ejemplo a modelación de ozono estratosférico. Pero en la medida que los tiempos de
recambio se acortan, el uso de modelos tridimensionales se hace necesario dada la
variabilidad espacial y temporal de las concentraciones y la sensibilidad de las mismas a los
cambios en los regímenes de circulación atmosférica.
Se suele distinguir entre procesos de deposición seca y deposición húmeda. Los primeros
son la toma de gases o partículas directamente por vegetación y otras superficies por
impacto, sedimentación o difusión. Es decir, todos aquellos procesos que no tomen lugar
por precipitación o gotas de nubes, al conjunto de los cuales se les denomina deposición
húmeda. Hay que notar entonces que según estas definiciones rocío o deposición sobre el
mar es considerado deposición seca. A veces se denomina la deposición directa de gotas de
nube y de rocío como deposición de nubes. Este tipo de deposición está típicamente
asociado a efectos muy nocivos en el caso de ácidos pues las concentraciones de los
mismos en gotas de neblina o rocío son mayores que en las gotas de lluvia.
a) Deposición seca. Para tratar la deposición seca de sustancias gaseosas a una superficie
hay que considerar tres fases:
- el transporte turbulento de la sustancia a través de la capa superficial
- la difusión molecular a través de la capa laminar
- la toma por vegetación, agua o suelo.
La temperatura potencial Θ es la temperatura del aire corregida por el efecto de compresión y expansión
*
adiabática.
factores tales como la humedad, el tipo de superficie, las características fisiológicas de las
plantas en el caso de vegetación, la rugosidad de la superficie, la velocidad del viento, las
condiciones de estabilidad atmosférica, la difusividad del gas que se esté depositando, etc..
Estimar y medir flujos de deposición seca para distintos compuestos es muy complejo. La
incorporación de estos procesos a los modelos numéricos es también muy complejo y
constituye una fuente de incerteza en ellos. En la Tabla 3 se muestran algunas estimaciones
empíricas de velocidades de deposición para algunas sustancias. Nótese la enorme
variabilidad según el tipo de superficie y las condiciones atmosféricas.
b) Deposición húmeda. Gases y partículas pueden ser incorporados a las gotas de nube o
de precipitación y así ser sacados de la atmósfera. Tal proceso se conoce en la literatura en
Inglés como "scavenging" . Debido a las diferentes condiciones en que la incorporación de
gases y partículas tiene lugar en y bajo las nubes, se suele distinguir entre ambas
situaciones. En las nubes la incorporación de los gases está dominada por difusión
molecular, y así teniendo los gases y el vapor de agua tasas de difusión similares, el
equilibrio entre la fase gaseosa y la líquida es rápidamente alcanzado; bajo las nubes las
condiciones cambian rápidamente haciendo más largo el tiempo requerido para alcanzar
equilibrio. También hay que distinguir entre incorporación reversible e irreversible. En el
caso reversible la sustancia reaparece en su forma inicial una vez que la nube se ha
evaporado; en el caso contrario, la sustancia se ha transformado y por lo tanto la tasa de
remoción desde la atmósfera estará determinada por la frecuencia de encuentros con nubes,
independiente de si éstas dan lugar a precipitación o no.
vigorosos vientos verticales, el cual es muy importante para sustancias con tiempos de
recambio cortos en el orden de días o menos.
Así los flujos de deposición constituyen dos fuentes de incerteza en modelos de dispersión
de contaminantes y que son objeto de mucha investigación científica. Paradojalmente, una
prueba de calidad de modelos atmosféricos y de transporte de sustancias químicas es su
capacidad de emular los flujos de deposición. Redes observacionales de deposición húmeda
operan sobre base de rutina y con métodos estandarizados en muchas regiones del mundo
para elementos traza de interés como nitratos, sulfatos, etc.. Sin embargo son muy pocas las
estaciones en regiones remotas, dificultando la evaluación de modelos globales y aún
regionales cuando son aplicados a regiones que no sean Europa o América del Norte. Los
flujos de deposición seca no son observados sobre base de rutina pues no hay métodos
estándares para su medición.
Este término incluye las transformaciones químicas de los distintos compuestos que se
modelan. El grado de sofisticación de distintos esquemas fotoquímicos aplicados en
modelos varía de acuerdo a los modelos y los problemas en estudio. El número de
reacciones incluidas en modelos fotoquímicos va desde menos de diez a varios cientos. En
cualquier caso deben hacerse aproximaciones al tratar los sistemas de ecuaciones que ligan
a los reactantes. Un parámetro importante de considerar es el intervalo de tiempo de
integración. Compuestos con vidas medias químicas cortas comparadas con el intervalo de
tiempo de integración se suponen en estado estacionario, mientras que compuestos con
vidas químicas medias comparables o más largas que el intervalo de tiempo de integración
deben ser transportados. También se recurre a considerar familias de compuestos entre los
cuales las reacciones químicas determinan rápidas transformaciones entre sí. Por ejemplo,
si bien NO y NO2 se suelen considerar en estado estacionario, su suma NOx=NO+NO2 es
transportada en modelos fotoquímicos regionales y globales. Las técnicas de integración de
estas ecuaciones varía de modelo a modelo y es objeto de estudios matemáticos que buscan
soluciones generales y computacionalmente eficientes.
7. Emisiones
Cuando la emisión proviene de un punto definido, por ejemplo una chimenea, se habla de
una fuente puntual. También se habla de fuentes lineales, por ejemplo en el caso de
emisiones provenientes de una calle muy transitada por automóviles. Emisiones
provenientes de muchos puntos distribuidos sobre un área se llaman fuentes superficiales.
Hay que notar que estas definiciones son dependientes de la escala del problema en
consideración; así, las emisiones puntuales sobre una ciudad pueden constituir muchas
fuentes puntuales o superficiales en un problema urbano y una fuente puntual en un
problema regional o global.
También se distingue entre fuentes primarias y fuentes secundarias. Las primeras son las
emisiones directas de contaminantes, por ejemplo emisiones de SO2 por una chimenea. Las
segundas se refieren a emisiones que ocurren por transformación química de los
compuestos emitidos, por ejemplo la formación de sulfatos a partir de la oxidación de
dióxido de azufre.
Ejercicio 3.
iii) Una empresa consultora propone evaluar el impacto de las emisiones de arsénico (As)
sobre los alrededores de una fundición de cobre en el norte de Chile, usando un modelo
euleriano de alta resolución espacial y temporal que considera parametrizaciones de
mezcla turbulenta en la capa límite, deposición seca y húmeda y otros procesos relevantes.
En la región se cuenta con una estación de monitoreo fija y una estación móvil. Las
muestras son analizadas una vez a la semana. Además, se cuenta con instrumentos
meteorológicos que permiten hacer estimaciones precisas de la altura de la capa de mezcla
y vientos locales. También hay información sinóptica disponible que complementa los
datos meteorológicos locales.
Critica cada una de las propuestas considerando la viabilidad de las mismas. ¿Qué
sugerencias o preguntas harías a los consultores relativas a los aspectos de modelación?
8.1 Generalidades
Modelos de dispersión son usados para calcular concentraciones y flujos de elementos traza
de acuerdo a la distribución de sus fuentes y sumideros y al efecto de transporte por flujos
medios y turbulentos en la atmósfera. Este tipo de modelos requiere entonces de una
y
z
x, u
Si “x” es la dirección definida por la dirección principal del viento (eje de simetría), “y” es
la dirección horizontal perpendicular a la dirección vertical del viento y “z” es la dirección
vertical, entonces en un modelo gaussiano simple la concentración “c” de un compuesto en
un punto de coordenadas (x,y,z) queda descrita por:
1 y2 (z - H)
2
c(x, y, z) = A exp - 2 + 0
σy σ z
2
2
• las desviaciones estándar σy y σz , variables tanto con la distancia a la fuente como según
las condiciones meteorológicas existentes
• la altura efectiva de la chimenea (H) determinada por la altura física de la misma y la
elevación que alcanzan los humos a la salida de la chimenea según el empuje térmico y
la velocidad de salida de ellos y las condiciones meteorológicas
donde u es la velocidad del viento.0 Nótese que este tipo de modelos no es aplicable a
condiciones de baja ventilación (velocidades de viento nulas).
Existen formulaciones de modelos gaussianos que incluyen otros efectos, entre otros
aquellos por procesos de deposición y de transformaciones químicas. Sin embargo, la
representación de estos requiere de parámetros ad-hoc que pueden resultar arbitrarios. En
general, este tipo de modelos es aplicable en la cercanía de las fuentes y bajo condiciones
uniformes de vientos y estabilidad. Bajo condiciones de brisa marina o en lugares de
topografía compleja, este tipo de modelos son, en general, imprecisos.
Los modelos gaussianos simples están definidos para condiciones estacionarias. Para tratar
condiciones no estacionarias se han desarrollado algunas variaciones de los modelos
gaussianos. Una de ellas separa la emisión proveniente de la chimenea en elementos de
emisión (“puffs”), cada uno de los cuales es dispersado separadamente. La dispersión de
cada elemento se separa en un término de advección en la dirección del viento y un término
cuasi-estacionario de difusión caracterizada por una distribución de Gauss en tres
dimensiones. De esta manera, la concentración en un punto receptor se calcula como la
suma de las contribuciones de elementos de emisión individuales. Este tipo de modelos fue
aplicado en el caso de las fundiciones Paipote y Ventanas.
donde:
Nótese que la dispersión de cada uno de los elementos de emisión está caracterizada por
desviaciones estándar que no son equivalentes a las indicadas para el modelo gaussiano
aplicable a condiciones estacionarias. Estos parámetros son estimados, como antes, de
manera semiempírica de acuerdo a consideraciones micrometeorológicas, pero son distintos
a los antes analizados. Hay que indicar, además, en principio, un modelo de este tipo
permite simular condiciones no estacionarias y aún situaciones de calma (baja ventilación).
Una descripción más detallada que la presentada aquí de los modelos gaussianos puede
encontrarse, por ejemplo, en Zannetti (1990).
Ejercicio 4. Una planta industrial instalada viento arriba de una isla ubicada en el
extremo sur de Chile y declarada monumento natural emite SO2. En esta isla empollan
pingüinos de Magallanes y existe flora y fauna endémica que debe ser preservada. Un
equipo de consultores aplica un modelo gaussiano para estimar el punto de máximo
impacto de las emisiones de la planta. También se estudia el efecto de reducir la altura de
la chimenea dado el afeamiento del paisaje de la zona.
Critica la propuesta de los consultores y discute qué efectos podría tener reducir la altura
de la chimenea.
Muchas veces este tipo de modelos se usa para hacer primeras estimaciones de las
concentraciones de algún compuesto emitido por alguna fuente. Por ejemplo, se puede
estimar la concentración promedio de un contaminante sobre una ciudad dónde éste es
emitido con una tasa Q. Suponiendo que un viento v relativamente constante sopla sobre la
ciudad, H es la altura de la capa de mezcla y A es el ancho de la ciudad (en la dirección
perpendicular a la dirección del viento) se tiene que la concentración promedio <c> es:
Q
< c >=
A. v. H
Según esta relación simple, un viento intenso tiende a ventilar la ciudad disminuyendo la
concentración de los contaminantes y así mismo, una mayor altura de la capa de mezcla
conlleva a menores concentraciones de ellos. Dado el importante rol que tiene la
combinación de factores viento y altura de mezcla a veces se habla de índice de
contaminación “I=v.H”. Esta cantidad da una idea respecto del riesgo que se de una
situación con altas concentraciones: un I pequeño indica un alto riesgo y un I grande un
riesgo menor.
También hay modelos de caja aplicados en un referente lagrangiano. Por ejemplo, se puede
estudiar la evolución de una masa de aire que es advectada de un punto a otro y que durante
el trayecto es transformada por procesos químicos o de deposición u otros.
Los modelos de caja también pueden ser aplicados a estudiar procesos particulares en un
punto. Por ejemplo, se puede probar un determinado esquema fotoquímico y/o
parametrizaciones de procesos de deposición obviando el tratamiento explícito de
fenómenos de transporte. Típicamente, el ahorro en recursos computacionales que no se
aplica a módulos de transporte se utiliza en módulos químicos detallados u otros procesos
Los modelos de escala urbana están, en general, orientados a ser herramientas de gestión
que se aplican para establecer las condiciones que aseguren una calidad del aire compatible
con la salud de la población y que minimice los daños sobre los recursos. Históricamente,
las herramientas de modelación aplicadas en los medios urbanos empezaron siendo
modelos orientados a entender la dispersión de las emisiones primarias de fuentes puntuales
como chimeneas industriales (modelos gaussianos). Dado que se trataba de efectos
localizados durante escalas de tiempo cortas (horas o menos), el efecto de procesos de
deposición y transformación química podía ser omitido o tratado gruesamente en los
modelos. Hoy por hoy, la tendencia es que los modelos son diseñados para enfrentar
problemas ambientales sobre ciudades y zonas aledañas y aún en regiones donde el efecto
de varios centros urbanos debe ser contemplado. Estos problemas son más complejos pues
hay que considerar el efecto de múltiples fuentes, los contaminantes primarios y los
secundarios, los procesos de deposición y la meteorología local y regional.
• las características del terreno (plano, complejo, etc.) y la meteorología del lugar
• los recursos computacionales y humanos disponibles
• la información química, meteorológica, etc. y los datos de validación disponibles
Nótese que lo anterior no toca los aspectos, también complejos, que atañen a la recopilación
y sistematización de información sobre fuentes y recursos comprometidos.
Dos tipos de herramientas de modelación han sido desarrolladas históricamente: por un lado
modelos numéricos o determinísticos y por otro, modelos estadísticos. Los primeros
describen matemáticamente los procesos involucrados (meteorología, química, etc.) y
calculan explícitamente la dispersión y transformación de los contaminantes. Los segundos
están basados en relaciones estadísticas semiempíricas de datos medidos. Son, en general,
los modelos determinísticos los que se usan como herramientas de gestión en el desarrollo
de políticas ambientales.
Los aspectos meteorológicos son tratados de dos modos principales, a través de:
El tratamiento de los aspectos químicos se hacen con variados grados de complejidad. Hay
que recordar que para cada compuesto químico hay que resolver una ecuación de
continuidad en cada grilla del dominio del modelo. Y esto sumado a los cálculos
meteorológicos requiere de una gran cantidad de recursos computacionales. Se dedican
muchos esfuerzos a generar módulos químicos que equilibren el detalle en la química y el
costo computacional. Un módulo químico muy utilizado es el “Carbon Bond Mechanism”
(CBM-IV, Geary et al., 1988) que considera 32 compuestos (ozono, óxidos de nitrógeno,
Como se dijo antes, los modelos de escala urbana deben considerar a veces el efecto de
otras ciudades en la misma región. En este contexto se han desarrollado técnicas en las
cuales modelos de distinta resolución espacial y temporal son integrados. A esta técnica se
le denomina en Inglés como “zooming”. Así por ejemplo, los aspectos regionales de un
problema son abordados con una resolución más gruesa y los problemas sobre una ciudad
con una resolución más fina dentro de un mismo modelo.
Más adelante abordaremos los aspectos de validación de los modelos de dispersión, sin
embargo cabe señalar aquí que el grado de complejidad de un modelo no asegura en sí su
calidad. De hecho, herramientas simples pueden entregar a veces mejores resultados que
herramientas complejas. Esto se debe, por una parte, a la mayor cantidad y calidad de
información requerida por un modelo complejo y, por otra parte, a que la mayor cantidad de
parámetros ajustables de un modelo complejo puede oscurecer el entendimiento de los
problemas estudiados.
Problemas de escala regional tales como la deposición ácida (“lluvia ácida”)en el noreste de
Norte América y en Europa, el accidente de Chernobyl, la contaminación por ozono
troposférico, etc., han llevado al desarrollo de modelos de escala regional. Como se indicó
anteriormente, los problemas de contaminación urbanos hoy por hoy tienden a ser
estudiados con modelos regionales. Estos modelos requieren información meteorológica de
superficie que se extiende sobre varios cientos de kilómetros y de perfiles de información
meteorológica de más altura que la capa límite. Como en el caso de los modelos urbanos,
los modelos regionales acceden a dicha información por métodos de diagnóstico o de
pronóstico. Los procesos químicos en los modelos regionales deben considerar
transformaciones que ocurren sobre el lapso de horas y días y que contemplan las
reacciones de variados compuestos y aún de fases (gases y partículas). A escala regional, los
procesos de deposición (húmeda y seca) deben ser considerados. Ejemplos de este tipo de
modelos son:
Ejercicio 6.
i) Para el modelo RADM calcula la cantidad de puntos en los cuales debe ser resuelta la
ecuación de continuidad para cada uno de los compuestos.
ii) Para el modelo EMEP calcula el número de veces que debe ser resuelta la ecuación de
continuidad del NO si el modelo es integrado durante dos días.
otras los modelos de escala global. La Tabla 4 lista algunos modelos globales actualmente
en uso.
Los modelos globales, al igual que los modelos locales y regionales, han ido creciendo en
complejidad en la medida que más variables y sustancias con tiempos de recambio más
cortos han sido incorporados en ellos y el desarrollo de computadores más rápidos lo ha
hecho factible. La tarea de resolver la ecuación de continuidad para cada compuesto en cada
punto del dominio del modelo, en este caso toda la atmósfera, es difícil. Aún más difícil es
calcular o estimar los campos meteorológicos (vientos, nubosidad, etc.) en cada punto del
dominio.
9. Validación de modelos
Como hemos visto, durante las últimas décadas una variada gama de modelos de dispersión
de compuestos químicos en la atmósfera han sido desarrollados, abordando desde
problemas de dispersión local hasta problemas de dispersión global, considerando
compuestos inertes y compuestos reactivos. Así, el desarrollo de modelos de dispersión
atmosférica ha llevado a la inclusión de complejos procesos e interacciones. Sin embargo,
la prueba verdadera de los modelos no es su grado de complejidad y sofisticación, ni la
inclusión exhaustiva de fenómenos en sus representaciones, sino que en su habilidad de
reproducir las observaciones.
Los modelos son herramientas que, como tales, deben ser adecuadamente validadas y
ajustadas a las condiciones de los problemas específicos a los cuales son aplicadas. El
proceso de validación de los modelos es necesario para estimar la precisión (imprecisión)
de los cálculos realizados. Todos los modelos involucran supuestos y aproximaciones que
hacen de sus resultados y predicciones cálculos aproximados con un grado de incerteza
inherente que debe ser estimado.
fines predictivos éste debe ser probado y validado contra observaciones en condiciones tan
similares como es posible al caso a que se quiere estudiar. Eso permite tener una mejor idea
sobre las principales fortalezas y debilidades del modelo en cuestión. No obstante, la
aplicación exitosa de un modelo en una situación no asegura que su aplicación en otra
situación también sea exitosa.
D
MQ
ESMQ MQ
MQ MQ MQ MQ MQ
MQ MQ MQ D
ESM MQ MQ
MQ MQ MQ MQ MQ MQ MQD
MQ MQ MQ
x MQ MQ MQ RS
Una empresa consultora propone enfrentar los episodios críticos de emisiones de arsénico
(As) sobre los alrededores de una fundición de cobre en el norte de Chile, usando un
modelo euleriano de alta resolución espacial y temporal que considera parametrizaciones
de mezcla turbulenta en la capa límite, deposición seca y húmeda y otros procesos
relevantes. En la región se cuenta con una estación de monitoreo fija y una estación móvil.
Las muestras son analizadas una vez a la semana. Además, se cuenta con instrumentos
meteorológicos que permiten hacer estimaciones precisas de la altura de la capa de mezcla
y vientos locales. También hay información sinóptica disponible que complementa los
datos meteorológicos locales.
Otra empresa consultora hace una propuesta alternativa en la que se estima el uso de un
modelo de caja que ocupa la información meteorológica disponible para estimar la altura
de la capa de mezcla. La información sinóptica se usa para obtener datos respecto a las
condiciones de ventilación y a la dirección predominante del viento. Las concentraciones
de As en torno a la fundición se estiman con los datos meteorológicos antes mencionados y
con los datos de emisión proporcionados por la empresa dueña de la fundición.
10. Referencias
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