El coaching supone muchos beneficios en todos los ámbitos en los que se
aplique, tanto el personal como el profesional:
Favorece que las personas y los equipos mejoren el desempeño de las
tareas que realizan y la productividad. Hace que las personas logren desarrollar su talento y aprendan a retenerlo, además de ampliar conocimientos a través de cursos, talleres y seminarios. Favorece el aprendizaje. Mejora las relaciones, ya que se tiene la intención de ayudar a crecer y mejorar. Ayuda a que el individuo tenga una mejor calidad de vida en el trabajo, se transmite humildad, responsabilidad, colaboración y confianza, que hace que las personas experimenten bienestar cuando están encaminados a conseguir sus objetivos de trabajo. Fomenta la creatividad, el aprendizaje y el diálogo, y esto hace que la persona sea más efectiva. Hace que se consiga un mejor uso de las habilidades y recursos. Fomenta la iniciativa, se valora la capacidad de aprendizaje, por tanto hace que las personas respondan rápidamente y de forma efectiva ante situaciones imprevistas o de emergencia. Se consigue mayor adaptabilidad, mejor gestión del cambio y flexibilidad.