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CANTO
¿Quién es yo?
ALEJANDRA
Era azul como su mano en el instante de la muerte.
¿Solamente un reclamo de huérfana?
Era su mano
Por más que hable no encuentro silencio.
crispada, era el último orgasmo. Era su pija parada
Yo, que sólo conozco la noche de la orfandad.
PIZARNIK
como un pájaro que
Espera que no cesa,
está por llover, parada para recibirla a ella, la
muerte, la amante (o no) pequeña casa de la esperanza.
me esforcé tanto
Completa
con mi desgarradura.
- Desapareció tras su propia desaparición. por aprender a leer
Me lamento; tengo derecho a hacerlo. Asimismo,
- Estaba trabajando en su despacho. Sin desearlo, en mi llanto
desprecio a los que no
escuchaba a la gente que pasaba golpeándose el
se interesan por mí. Mi sólo deseo ha sido
pecho con las manos y las piedras del pavimento
(1955-1972)
No lo diré. Hasta yo, o sobre todo yo, me traiciono. con los pies para entrar en calor.
Alejandra Pizarnik
SOMBRA: - Hay en la escalera un niño. Es verdad
sombra? Murieron ya los sueños sagrados de la
que hace tiempo
infancia y la naturaleza también, la que amaba
maltraté a un niño. A ése, precisamente.
abril, 1972
Sombra conocía al niño abandonado en la escalera.
Entonces sollozó.
CANTO
¿Quién es yo?
ALEJANDRA
Era azul como su mano en el instante de la muerte.
¿Solamente un reclamo de huérfana?
Era su mano
Por más que hable no encuentro silencio.
crispada, era el último orgasmo. Era su pija parada
Yo, que sólo conozco la noche de la orfandad.
PIZARNIK
como un pájaro que
Espera que no cesa,
está por llover, parada para recibirla a ella, la
muerte, la amante (o no) pequeña casa de la esperanza.
me esforcé tanto
Completa
con mi desgarradura.
- Desapareció tras su propia desaparición. por aprender a leer
Me lamento; tengo derecho a hacerlo. Asimismo,
- Estaba trabajando en su despacho. Sin desearlo, en mi llanto
desprecio a los que no
escuchaba a la gente que pasaba golpeándose el
se interesan por mí. Mi sólo deseo ha sido
pecho con las manos y las piedras del pavimento
(1955-1972)
No lo diré. Hasta yo, o sobre todo yo, me traiciono. con los pies para entrar en calor.
Alejandra Pizarnik
SOMBRA: - Hay en la escalera un niño. Es verdad
sombra? Murieron ya los sueños sagrados de la
que hace tiempo
infancia y la naturaleza también, la que amaba
maltraté a un niño. A ése, precisamente.
abril, 1972
Sombra conocía al niño abandonado en la escalera.
Entonces sollozó.