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Por: HENRY GARCIA ARNEDO

Educar para la libertad

Cuando hablamos de libertad, hablamos de la capacidad de todo ser humando, cual toma sus
propias decisiones, a elegir, a escoger su camino y en medio de este proceso interactúa con
los demás. Por eso es importante siempre preguntarnos ¿hasta dónde llega nuestra libertad?
o ¿a qué tipo de libertades tenemos derecho como ciudadanos?; las respuestas a todas estas
preguntas son dadas desde nuestras conciencias, desde nuestras creencias, desde nuestras
tradiciones. Para una persona con valores y respeto por el otro, sus derechos y libertades
nunca pasaran por encima de los demás, siempre primará el bienestar común, pero las
respuestas a estas preguntas seguramente serán diferentes para alguien con antivalores o
creencias contrarias al bienestar general

Por otro lado, si hablamos de confianza hablamos de creer, de esperar con seguridad, de la fe
en algo o alguien, confiar implica entregarse al otro. No puede haber verdadera confianza si
no creemos, y como individuos consientes elegimos en quien o en que creer. También
tenemos como elección creer en nosotros mismos, en nuestras potencialidades, en lo que
desde lo personal y lo laboral podemos lograr si tenemos fe en nuestras capacidades
individuales, porque, para poder tener libertad personal debemos creer en todo lo que
podemos hacer, debemos confiar en nosotros mismos, para luego transmitir toda esa
confianza y por ende libertad personal, la cual se traduce en seguridad a nuestros estudiantes
y así como explica Freire” educar para la libertad”

En conclusión, como maestros tenemos la obligación de aportar a la transformación positiva


de la sociedad al darle a nuestros estudiantes las herramientas para superarse y en tiempos
como los que vivimos, educarlos para ser libres es muy importante, libres para pensar, libres
para actuar en conjunción con el bien común

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