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1) ¿Cuáles son las características y rasgos que asumen las infancias y

juventudes hoy?

2) ¿Qué papel cumple el Estado, las familias y las organizaciones en


estas construcciones sociales?

3) ¿Cuáles son los desafíos de la formación para pensar los distintos


encuentros con infancias y juventudes?

El tránsito por la infancia como un tiempo construido socialmente asume hoy


otro tipo de experiencias respecto de generaciones anteriores y da lugar a nuevos
procesos y modo de configuración de las identidades. Entre 1980 y 1990 la niñez
devino en un laboratorio social, adquirió visibilidad, fue un proceso de creciente
mercantilización de bienes y servicios para la infancia. También fue parte del
debilitamiento del Estado nacional y las entidades infantiles se vieron afectadas.
Todo esto, se dio en un contexto histórico que determina al niño de la calle y al
niño consumidor. Otra problemática social tenía que ver entre niños peligrosos
versus los niños víctimas donde algunas concepciones generales sobre la niñez
pueden ser la reapertura del diálogo social y político. Luego de los años de
silencio impuesto por la sociedad, el proceso de transición a la democracia el
hecho de lograr consolidar un orden político y estable incentivar la participación
popular, generar nuevos esquemas institucionales y la reapertura del debate
público.

Durante la década de los ochenta la problemática de la niñez estuvo en torno a


los hijos de los desaparecidos. La concepción de la niñez estaba dada por el
concepto de minoridad y por el rol paternalista del estado. Nacieron, la ley de
patronato de menores, la ley de trabajo de mujeres y niños y la ley de trabajo de
menores y mujeres. El discurso declarativo estaba dado por el concepto de
minoridad los menores en riesgo y los partidos políticos que tenían tendencias
conservadoras. En la década de los 90, surge la problemática en torno a la puesta
en marcha de políticas de los acuerdos alcanzados en el plano internacional y
local dentro de la cual se encontraba el concepto de infancia qué tiene que ver
con la convención internacional sobre los derechos del niño de 1989 y la
representación política de la niñez. Por otro lado, la concepción de la niñez que
estaba dado por los derechos del niño en las Naciones Unidas los Derechos
Humanos el decreto del Consejo Nacional del menor y la familia y la acción
social reemplazada por la secretaría del desarrollo humano y la familia.

Por último, con la ley federal se empieza a hablar de infancia la división del
género dentro del término infancia la ley de salud sexual y procreación
responsable (25673), los partidos políticos y las tendencias progresistas.
En las décadas del 80 y del 90 sí bien hubo estabilidad democrática también
aumentó el nivel de pobreza, este se caracteriza por ser un ciclo que muestra
tendencias progresivas, ampliación del campo de saberes sobre la infancia ,
avances en el reconocimiento de los derechos del niño y tendencias regresivas el
crecimiento acumulado. No mejoró las condiciones de vida de los niños sino que
perdieron condiciones de igualdad para el ejercicio de sus derechos cuando se
habla de niñez como laboratorio social se refiere a que está se convirtió en
laboratorio social dominado por los cambios científicos tecnológicos y la
globalización es decir los niños de los 80 y los 90 crecieron y fueron víctimas del
aumento de la pobreza y de las distancias que se produjeron en una sociedad con
enormes diferencias sociales cuándo nos referimos a la mercantilización
hablamos de que se mercantilización los bienes y servicios para la infancia
porque se consideró al niño consumidor generándose un mercado en torno a él.
Por otro lado, el aumento de la desigualdad social género mayor distancia entre
las formas de vida infantil y nueva forma de distinción social a través del
consumo, es decir, un proceso de homogeneización o heterogeneización
sociocultural. Con el empobrecimiento antes detallado, el niño de la calle surge
como consecuencia del empobrecimiento de sectores de la sociedad el desempleo
y la irreversible expulsión social provocó el surgimiento de esta figura el niño de
la calle va a modificar el paisaje urbano dando forma a la institucionalización por
causas sociales o delictivas. Por otro lado, el niño consumidor corresponde a un
sector social acompañado por un enriquecimiento de su pequeño sector, es decir
la concentración de la riqueza, es así como se mercantiliza en los bienes y
servicios para la infancia porque se consideró al niño consumidor generándose un
mercado en torno a él jugueterías, country, videojuegos, etc. El niño peligroso se
muestra así por sospecha o por haber cometido un delito por lo cual se apela a
dispositivos de control, mientras que el niño víctima provoca compasión social
aunque quedan fuera de ella y también se los judicializa.

Por último el desplazamiento hacia la educación privada y la falta de acciones


del estado colaboraron con el proceso de individualización del niño cada vez más
segmentado donde la familia y su protagonismo tienden a borrar la
responsabilidad del Estado sobre la infancia es así como se ve a la infancia como
un espejo de la sociedad en el que es posible mirar sus miserias, tradiciones y
fracasos. Carly expresa que el debate público permitirá construir nuevas figuras
de la infancia que deberían recuperar la heterogeneidad de experiencias infantiles
que proyectan un futuro con nuevos horizontes de justicia para la niñez en su
conjunto.
1) ¿Cuáles son las características y rasgos que asumen las infancias y
juventudes hoy?

Profundizar en las necesidades, intereses y formas de vida de nuestros jóvenes es una tarea
esencial para educadores y padres. Por otro lado cuestionar los prejuicios y estereotipos que
las sociedades atribuyen a niños y jóvenes es imprescindible para poder trabajar desde una
perspectiva crítica y emancipadora. Debemos reflexionar sobre el alcance y repercusión de
los cambios que se viene dando tanto en la sociedad en general como las oportunidades
que se generan por tener acceso a la educación, tecnologías, etc. y analizar cómo está
influyendo esto en las relaciones familiares, escolares y sociales es fundamental en la
construcción de la personalidad. A su vez, permitirá a los educadores avanzar en la
formulación de propuestas que apliquen a estos cambios y generar herramientas tanto a los
adolescentes como a sus familias para no quedar en el camino. 

Por otro lado, cabe destacar, que, partir del impacto de la polarización social, se produce la
perdida de ciertos rasgos de homogeneidad y el aumento de la segmentación social de la
situación infantil como la ausencia de consensos respecto de los modos de intervención
para democratizar la situación de desigualdad planteada en el presente.

2) ¿Qué papel cumple el Estado, las familias y las organizaciones en


estas construcciones sociales?

Las tres instituciones tienen un rol importante y el correcto del funcionamiento de todas
llevan a cubrir todas las necesidades y carencias, cada uno desde su lugar. En el caso del
Estado es el que debe promover y proveer las herramientas y la normativa para que las
organizaciones puedan contener, apoyar y orientar las conductas sociales. La familia es
donde se aprenden los valores y constituye la base para el desarrollo y progreso de la
sociedad y es la base desde donde se proyecta en el ámbito social. Son los padres quienes
como primeros responsables de la educación de los niños, protegen su intimidad y
promueven su desarrollo con base en sus valores.

3) ¿Cuáles son los desafíos de la formación para pensar los distintos


encuentros con infancias y juventudes?

Creo que hay muchos desafíos pero uno de los centrales que se deberían repensar
los procesos de enseñanza-aprendizaje. Además, hacer hincapié en la adultización
de la infancia, la precocidad en los tiempos adolescentes, la caída de la escuela
como lugar de centralización del conocimiento, y el traslado a ella del rol educativo
de las familias. Dado que la sociedad está en permanente cambio, lo que hace que
surjan nuevas necesidades todo el tiempo. Debemos comprender que los alumnos de
hoy no son los de ayer ni los que figuraban en los textos del profesorado. A lo largo
del tiempo ha cambiado el mundo, el país, las familias, las escuelas.
Estos nuevos alumnos saben que la escuela ya no es el único lugar para acceder al
conocimiento y que en los buscadores de internet encuentran lo que quieren saber.
Esto hace correr al docente de su lugar tradicional, con la consiguiente caída del
principio de autoridad y del respeto a su figura que hoy tiene que conquistar todos
los días a pura pasión, coherencia y deseo de enseñar.
Los jóvenes de hoy nacieron en la cultura de la imagen, se “multiconectan”. Es
interesante citar en este punto palabras que recuerdo haber leído en una nota
periodística que me llamo la atención donde remarcaba hechos como trastornos de
atención y el desinterés por lo que les ofrece la escuela (aburrimiento) y una notable
caída de la creación. Acostumbrados a apretar botones y a que todo les llegue hecho
por otro, la escuela convoca a acceder a la lectoescritura con un trabajo cognitivo
que no todos pueden o quieren hacer y cito…” Están entrenados en el doble clic y
en la impaciencia, no saben esperar, quieren todo ya, y pretenden buenos resultados
con mínimos esfuerzos. Si a la exposición excesiva a las pantallas sumamos la
ausencia de la función familia a la hora de controlar y de filtrar contenidos, se corre
el riesgo de que las infancias sean prematuramente atravesadas por el mundo adulto,
sobre todo en sus aspectos obscenos y siniestros como la pedofilia. Esto tiene
consecuencias: niños adultizados, púberes precoces, menarcas tempranas,
genitalización de la sexualidad infantil; demandas no correspondientes a la edad.
En fin, parece que estamos frente a lo que muchos autores ya anunciaban: la
desaparición de la infancia o el fin del siglo del niño.
Entonces, llegan al colegio niños, adolescentes, alumnos con algunos excesos y con
significativas carencias.
Algunos han jugado muy poco y eso impactará en los aprendizajes sistemáticos, ya
que el juego simbólico es la antesala de ellos.
Algunos han sido escasamente escuchados. Algunos fueron adultizados, debieron
asumir por anticipado la autonomía, algo que impacta en el proceso de constitución
subjetiva. Algunos tienen vínculos conflictivos con las figuras parentales.

Necesitamos pensar una escuela distinta, re-crearla, ya que es el único lugar que
viene quedando para la socialización, para el encuentro con sus pares y con
docentes que favorezcan la incorporación de una perspectiva subjetiva mirando,
escuchando, interviniendo más allá del currículum..”**

** https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/docente-de-hoy-nuevos-alumnos-nuevos-desafios/

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