Noviembre 10

no.137

MAKY
SOLER
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*'
 POR EDUARDO OLIVAR
P
Para todos nuestros lectores de
H, cuéntanos un poco de tu ca-
rrera en televisión...
Empecé como conductora en
Telehit, luego actué en Carita
de Ángel, después en Amigas y
Rivales, DKDA y la última teleno-
vela que hice como la villana más
mala fue El Juego de la Vida, junto
a Valentino Lanús y Ana Layevska.
Pero, ¿cómo fue que te llamó la
atención esta carrera?
Después de la secundaria quise to-
*(
Prefiero un buen amante en la cama,
que un buen conversador
mar un año de descanso, pero mi
mamá me dijo que no estuviera
de vaga y trabajara. Entonces en-
tré de asistente en la empresa de
mi papá; durante mucho tiempo
trabajé en vestuario y así conocí
el medio, pero detrás de cámaras.
Luego me di cuenta que me intere-
saba la actuación, supe de Televisa,
mandé mis fotos al CEA (Centro de
Estudios Artísticos) y me aceptaron.
Cuéntame una anécdota curiosa
del tiempo cuando trabajabas
en las telenovelas...
Una vez iba en la calle con unas
amigas, pasó una señora a mi lado
y ¡me pegó con su bolsa! Empezó
a reclamarme y a exigirme que
dejara en paz a Juan Carlos (el per-
sonaje de Valentino en El Juego de
la Vida). Yo me quedé muda y mis
amigas me preguntaban que en
qué andaba metida (risas).
SE PONE SEXY
La primera vez nos dijiste que
no, pero dinos, ¿qué te animó a
salir en nuestra portada?
La verdad, ya había visto la revis-
ta y me encantan las fotos que pu-
blican, la producción, ¡todo se me
hace muy lindo! La primera vez que
me lo propusieron les dije que no
y Juan, mi esposo, tampoco estaba
convencido; después me di cuen-
ta que sí las quería hacer porque, a
pesar de ser mamá y manejar una
imagen muy familiar, creo que nun-
ca debo perder esa parte sexy, de
sentirme mujer; además, por mi
edad, es ahora o nunca. Estoy sú-
per contenta y el resultado seguro
les encantará tanto como a mí.
¿Cuáles consideras que son las
partes más sexies de tu cuerpo?
Mi boca, la cintura, el abdomen y
la mirada angelical que, a veces,
puede ser muy traviesa (risas).
¿Cómo te gusta que te seduzcan:
con inteligencia o con el físico?
A los 20 años me fijaba más en el
físico, actualmente me voy por la
inteligencia y el sentido del humor.
A mí me atrae mucho que mi pa-
reja entienda mi humor, que es
muy ácido; si es como yo en ese
sentido, ¡me conquista totalmente!
Confiesa, ¿qué es lo que más te
prende de un hombre?
Pues no tanto lo físico, sino que me
dé protección. En lugar de un deta-
lle o una caricia, prefiero sentirme
cuidada y acompañada. También
la seguridad es importante, si un
hombre ofrece eso, indudablemen-
te sentiré atracción por él.
¿Cuáles son tus armas para con-
quistar a tu esposo?
Siempre me arreglo, aunque ya
no trabaje, trato de ponerme
linda. No me gusta que me vea
en fachas, siempre estoy ma-
quillada y peinada. Me cuido y
disfruto verme guapa, no nada
más por él, sino por mí; ésa es
mi principal arma.
Pero es más difícil ahora que
eres ama de casa, ¿no?
No porque sea mamá voy a
andar de cara lavada todo el
tiempo; claro, a veces tiene su
encanto, pero hay que saber
cómo hacerle porque también te
puedes ver sexy de esa manera.
Enumera tres características
que debe tener un hombre para
que te enamore...
Auténtico, seguro de sí mismo y
muy cariñoso.
Maky, ¿qué tipo de lencería
usas en la intimidad?
¡Para eso no uso! (risas). Es muy
divertido usar ropa sexy con mi
pareja. Antes no lo hacía, era muy
tradicional, pero con el paso de los
años, buscas alternativas para no
caer en la monotonía.
¿Qué es lo mejor que haces a la
hora del faje?
¡Besar! A mi marido le encantan
mis besos, dice que son deliciosos.
¿Cuál ha sido tu noche de pasión
más locochona?
Una noche en Las Vegas, pero no
te puedo dar detalles (risas). ¡Fue
muy intenso!
¿Qué momento del día te gusta
más para hacer el amor?
La madrugada, es súper excitante.
Menciona tres características
que debe tener una relación para
mantener la pasión en la cama...
Amor, ternura y picardía.
Al ver tus fotos en esta revista,
vas a ser la esposa más desea-
da. ¿Qué piensas de eso?
¡Qué bien!, pero cuídense de mi
marido (risas). Me parece que los
dos estamos felices... Me siento
muy halagada.
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