Está en la página 1de 3

Ejercicio de Biopolítica en una muestra fotográfica.

Brenda Aide Rizo Castillo.


2163079634
Ana Amuchástegui.
Seminario de Biopolítica y gubernamentalidad.

Biopolítica en el transporte público.

Existen muchas formas de representar la biopolítica, en lo personal acudí a


utilizar el transporte público, ya que genera una organización social para su uso
adecuado. La norma dicta que debe haber respeto entre los usuarios, pero la
realidad es distinta; el acoso constante y la violencia que se ejerce día a día
hacia el género femenino es alarmante; se realizaron divisiones políticas de
género para así brindar protección a las mujeres y niños que habitualmente
transcurren el metro de la Ciudad de México. Los dos primeros vagones son
destinados a esta población vulnerable, hay personal de seguridad encargado
de custodiar el acceso al género masculino, aunque el castigo también es
aplicado por las mujeres que son encargadas de representar la prohibición de
entrada a éstos. La constante vigilancia que menciona Foucault (1981) es
integrada en nosotros como agentes sociales y mediada por tecnologías
disciplinarias como el sistema judicial y estos recordatorios constantes, como
se ve en la foto, la exclusividad de género, utilizar el color rosa y los signos que
representan dicho discurso. Una de tantas formas de visibilizar la biopolítica,
para controlar la vinculación interpersonal en un lugar público, aunque como
toda norma también se transgrede.
Ejercicio de Biopolítica en una muestra fotográfica.
Brenda Aide Rizo Castillo.
2163079634
Ana Amuchástegui.
Seminario de Biopolítica y gubernamentalidad.
Siguiendo la línea de Foucault (1981) como este representante de la reflexión
crítica de la estructura de poder y la sexualidad, donde dejar vivir o hacer morir
de la época soberana ya hacia presente la asimetría del Rey sobre los
soberanos, los cuales no podían tocar al Rey porque representaba muerte
segura y lo contrario, si él te tocaba era una bendición. El uso de una
tecnología, como esta forma de producir un orden, una guía, una forma
innovadora de moldear al sujeto concorde al contexto social, aquello que se le
hace creer como verdad, hasta que se rompe el paradigma, que nunca implica
una forma totalmente pacífica. El ser humano tiende a resistir el cambio, la
subjetivación de la realidad que nos es programada, hablada y visibilizada la
cargamos como un todo verdadero y absoluto, entonces la diferencia va
creando una serie de violencia que transforma, instituye y construye al sujeto.

Hablando de sexualidad, históricamente y a través de la misma reflexión del


poder, Foucault menciona a la institución religiosa como portadora también de
una verdad y que utiliza la confesión como la forma de dominar a través de la
palabra, recibiendo en acción simbólica que realiza la oración y el sentirse mal
por el pecado, de controlar la esfera humana y moral, con la fascinante
redención del cielo o el castigo del infierno, que lo pintan monstruoso para
poder restringir los deseos e impulsos meramente humanos.

Conforme el advenimiento de “progreso” y evolución de la dinámica humana,


aunado al aumento progresivo y excesivo de la demografía, se empiezan a
complejizar las relaciones humanas, que conllevan este halo de poder entre los
pares que se consideran “iguales” en cuanto a derechos, aunque la autoridad
se hace presente cuando los mismos integrantes de dicha sociedad-cultura
salen de lo que representa lo normal y se empieza a categorizar como “anormal
o “patológico”, La revolución de la significación empieza a tener peso en la
como bien se nombró en los párrafos pasados sobre la institución religiosa, que
juega un papel fundante en la estructura de la violencia que da sentido a la
represión sexual, la no aceptación fuera de la normalidad. Barriga (2013) 1

1
Barriga, S. La sexualidad como producto cultural. Perspectiva histórica y psicosocial. Anduli. Revista
Andaluza de Ciencias Sociales. N° 12. 2013. Pp-93. Recuperado de:
http://institucional.us.es/revistas/anduli/12/art_5.pdf
Ejercicio de Biopolítica en una muestra fotográfica.
Brenda Aide Rizo Castillo.
2163079634
Ana Amuchástegui.
Seminario de Biopolítica y gubernamentalidad.
menciona que el advenimiento del cristianismo revoluciona la percepción del
cuerpo, y la concepción del dualismo bien y mal, por ende desprecia el cuerpo
en función del alma, esta a su vez, presupone un premio o un castigo, entonces
se niega todo aquello que tenga vínculo con el cuerpo y rechazar la demanda
impura del mismo.

Entonces en la actualidad se ocupan estas políticas públicas para proteger, de


alguna forma la protección a la mujer como consecuencia de que “sale de
casa” como el panorama de ausencia que suponía por estos lineamientos
normativos de la asimetría de poder donde el varón demanda sobre la mujer en
la vía pública, entonces se siente con la autoridad de transgredir la corporalidad
de la mujer y causarle daño, efecto de la violencia.

Las mujeres que se empoderan, imitando el poder del hombre, con este
beneficio de un espacio único para la población vulnerable ante el patriarcado
de México, haciendo evidente la presencia femenina en dichos vagones,
posicionando su género con visibilidad y luchando contra las injusticias que
generan las asimetrías en una sociedad contemporánea, que ha arrastrado
desde diversas épocas, la lucha viene sobre el espacio, posicionamiento y
reconocimiento de la mujer en la vía pública, empezando por estas tecnologías
que disciplinan al hombre a respetar un lugar que no le corresponde.

Bibliografía:
Barriga, S. La sexualidad como producto cultural. Perspectiva histórica y psicosocial. Anduli. Revista
Andaluza de Ciencias Sociales. N° 12. 2013. Pp-93. Recuperado de:
http://institucional.us.es/revistas/anduli/12/art_5.pdf

Foucault, M. “Derecho de muerte y poder sobre la vida” Historia de la sexualidad l. La voluntad del saber.
(1981) Siglo XXl, México. Pp. 80-95

También podría gustarte