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Caso Práctico: Computación en Barcelona

Para Gestión del Conocimiento.

Cuando cursaba mi doctorado en Barcelona, se me ocurrió montar una


empresa de reparación de computadores. Mirado en retrospectiva, no deja
de impresionarme mi desfachatez de aquellos años pues, en realidad, no
sabía mucho de computadores. Con todo, lograba dejar satisfechos a la
mayoría de mis clientes.
Lo único que me preocupaba era que al menos el computador con
problemas,
pudiera acceder a
internet. Cuando
esto no era
posible (ya sea
por problemas de
software,
hardware o de
red), le respondía
a mis clientes que
no podría
ayudarlos con su
problema.
Como supondrán, lo que en realidad yo hacía era buscar por toda la red las
posibles soluciones que aparecían por diferentes blogs, foros, tutoriales,
etc. Luego, con una poca prolija metodología de ensayo y error, probaba
diferentes soluciones hasta que el problema se resolviera. Con este método
arreglaba más o menos el 80% de los problemas por los que "mi empresa"
era requerida. Por supuesto que en el 20% restante no cobraba nada y me
disculpaba por no haber sido de utilidad.
La verdad es que así fue como aprendí bastante de computación y
paulatinamente pude mejorar la calidad de mis servicios a mis clientes,
pudieran o no conectarse a internet.

Más allá de lo anecdótico de un caso como este, lo que sí me parece


relevante es la forma en que da cuenta de un sencillo pero eficaz modelo de
gestión del conocimiento. Analicemos brevemente lo que ocurre.
Hay una persona (cliente) que no sabe hacer algo (reparar un computador)
y busca alguien que sí sepa. La verdad es que este sujeto (el técnico)
tampoco tiene el conocimiento que debería para resolver este problema,
pero sí sabe dónde encontrarlo y sabe también cómo aplicarlo (probar con
las diferentes soluciones hasta que se solucione el problema). Desde mi
punto de vista, este es un modelo simple pero que grafica de buena forma
una situación cotidiana de gestión del conocimiento.
En un mundo sobrecargado de información, con un conocimiento que se
desarrolla a una velocidad sorprendente, y en donde cada vez se cuenta con
más y mejores plataformas para gestionarlo (pensemos en las enormes
posibilidades de internet), la búsqueda eficiente de información, así como
la aplicación de este conocimiento en situaciones organizacionales
concretas, resulta una habilidad que ofrecerá enormes ventajas a la nueva
generación de trabajadores del conocimiento y, por extensión, a todas las
organizaciones. Todo está en la red, sólo que hay que saber encontrarlo.

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