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EL AGUA DE LA VIDA

Algo que cada vez más se va perdiendo en el planeta es la amabilidad. Amable es la persona que
sin importar quien seas será respetuoso y atento, si entendemos mejor esta palabra. Amable es el
que hace de la delicadeza, la cordialidad, la empatía y la atención su forma de presentarse, sin
espera algo a cambio, simplemente por el hecho de conocer a otra persona, aunque el otro sea un
desconocido. Quien es amable se le ofrecen un sinfín de puertas abiertas para este mundo.

El rey está muy enfermo y los médicos no dan ninguna esperanza, pero un viejo hombrecillo les
dice a los tres hijos que él conoce algo que lo curaría “el agua de la vida”. Los hijos lo convencen
de autorizarlos a ir en su búsqueda. Primero parte el hijo mayor, pensando que si encuentra el
agua de la vida, su padre lo nombrará único heredero de su reino siendo muy egoísta que
solamente hace eso por recibir algo a cambio. Al emprender el viaje se encuentra con un enano, a
quien el príncipe maltrata, razón por la cual el hombrecillo utiliza sus poderes para que el príncipe
quede atrapado en el bosque una justa lección para el siendo que fue muy grosero con este
hombrecillo. Ante la demora del mayor, el segundo hijo decide ir a buscar el agua de la vida,
pensando que tenía la oportunidad de que la herencia quedara para él pasando lo mismo que su
hermano guiándose de la codicia. Al iniciar su recorrido también se encuentra con el enano, a
quien desprecia, y nuevamente el enano utiliza sus poderes para dejar al segundo príncipe
encerrado en el bosque. Como sus dos hermanos mayores no volvían, el hermano menor sale a
buscar el agua de la vida. También se encuentra con el enano, pero a diferencia de sus hermanos
es amable con él. En agradecimiento el enano le cuenta todos los secretos necesarios para llegar
hasta la fuente del agua de la vida. El joven logra llegar así a la fuente del agua de la vida ubicada
dentro de un castillo encantado, donde estaba encerrada además una princesa, quien en
agradecimiento le propone entregarse a él como esposa y brindarle su reino. Allí llena una botella
con el agua de la vida y toma una espada y un trozo de pan encontrados en el castillo.

Al volver vuelve a encontrarse con el enano, quien le dice que con la espada podrá vencer a sus
enemigos y que el pan nunca se acabaría. El enano también accede al ruego del joven de liberar a
sus hermanos, pero le advierte que tenga cuidado, porque sus corazones son malvados. En el
camino de regreso llegan a varios reinos devastados por el hambre y las guerras, que el joven
príncipe salva, al darle su espada invencible y su pan interminable, a los reyes de cada uno de esos
reinos. Mientras tanto sus hermanos complotan contra él y cuando está dormido, le roban el agua
de la vida y colocan en su lugar agua de mar.

Al volver el hermano menor le da su padre la botella con el agua de la vida, pero al beber el agua
salada, el rey empeora aún más. Sus hermanos lo acusan entonces de haber querido envenenar al
rey y le ofrecen al rey el agua de la vida, sosteniendo que ellos la habían encontrado. El rey se cura
totalmente y manda a matar secretamente a su hijo menor por haber querido envenenarlo. Pero
el cazador a quien le encomienda la tarea, se arrepiente y le cuenta todo el hijo menor, quien se
refugia entonces en la profundidad del bosque. Los dos príncipes mayores pretenden también
casarse con la princesa que su hermano menor había liberado. Pero la princesa los rechaza, al
tiempo que recibe con alegría al hermano menor. Ambos se casan y el joven príncipe se vuelve rey
de ese reino. La reina le cuenta entonces que su padre lo ha perdonado y que su gesto de guardar
silencio ante la traición de sus hermanos, lo ennoblece. Los dos hermanos mayores son entonces
condenados al destierro para siempre.
Tristemente vemos como la codicia y el egoísmo abundan en la mayoría de nuestros corazones sin
importarnos las consecuencia de nuestros actos ni a quien afectemos, ya no nos importa ser
amables y eso ha conllevado a no respetar a la flora y fauna de nuestro planeta, maltratándolos
para conseguir productos sin darnos cuenta las consecuencias que nos están trayendo cada día
más y más.

La amabilidad no solamente es hacia las personas es importante comprender que cualquier ser
vivo merece ser tratado con amabilidad, pero no entendemos que ellos también piensan y siente
como nosotros, existen personas que luchan por ello haciéndoles entender y dando ejemplo que
es tan fácil ser amable y no cuesta nada.

La amabilidad la podemos salvar cuando nos interesamos en el bienestar de la personas, cuando


prestamos un servicio sin que se nos pida. Ser amable es ser respetuoso, cariñoso y siempre
dispuesto a colaborar, si en el mundo todos fuéramos amables nada de estas cosas malas que
suceden no pasarían ya que la amabilidad es sinónimo de amarnos los unos a los otros.

Por ello agradezco e incluso me conmueve cuando veo gestos de amabilidad espontánea y
gratuita, en ellos reconozco grandeza que crece en la humildad, respeto, y también generosidad.
Por todo ello no puedo evitar sentir gratitud y reconocimiento cuando alguien se muestra así.

Qué poco cuesta ser amable y cuánto cambiaría el mundo este valor que está a tiempo de no
perderse.

Fuentes Bibliográficas

http://lanebulosaeclectica.blogspot.com/2017/09/el-agua-de-la-vida.html

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