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El hombre solo puede alcanzar su inmortalidad gracias a la importancia

que alcance con respecto a los otros.

Ernest Becker

El libro que estamos prologando es varias cosas: un acto de

restauración de la memoria, un documento de historia regional, y sobre todas

las cosas, un crisol de arquetipos conmovedores. La necesidad de ser amado,

el recuerdo de las humillaciones recibidas, y el recuerdo de aquello que nos

han prohibido, pueden contarse entre los resortes vitales presentes en la

existencia de Teodoro Álvarez San gil , constatados en este título. En

Cañambrú o El hombre rojo. La leyenda del bandolero, se enuncia página a

página una hipótesis que se muestra preñada de conflicto humano: la

migración forzada no tiene cara feliz.

Este libro habla de la presencia Canaria en Cuba en su versión

fracasada, es sobre la vida de un hombre Isleño que funcionó como chivo

expiatorio para los representantes de la república, la cara adversa de la

afluencia canaria de las primeras décadas del siglo XX, un hombre que supo

vivir aislado, morir asesinado por sus creadores e incrustarse en la memoria

colectiva.

Teodoro Álvarez San Gil se convirtió, en una criatura que- según la

imaginería popular- volaba, caminaba por encima del agua, disparaba a la

perfección, hablaba varias lenguas, personaje contentivo de misticismo y zonas

de oscuridad filogénica .Devino en antihéroe, en canario de leyenda.


Por medio del ostracismo, y el No-trabajo , allí donde muchos de sus

coterráneos sembraron valores como la honradez, la humildad y el laboreo,

este habitante de Mazo transitó hacia la inmortalidad .Este hombre sobrevuela

como un caso único en la historia de la migración Canaria hacia la isla de

Cuba.

Mario Luis López Isla es un investigador incansable y sagaz de la cultura

canaria, su oficio hace que nada isleño le resulte ajeno, es una actitud rebelde

contra la desmemoria. Aplicando métodos de la Investigación cualitativa como

la entrevista, el trabajo de campo, y la consulta bibliográfica, el autor recoge

una parcela de la historia de Cuba por medio del testimonio, lo cual le impregna

al material, una impronta emocional que lo hace único dentro de este tipo de

documento. El libro es una joya antropológica, un cuadro variopinto de la vida

rural cubana del pasado siglo, y una lectura de las formas de pensamiento del

campesino cubano de esos años. Lo canario-campesino esparce su identidad.

Leyendo el libro percibo el sol, la gente, las tradiciones de Taguasco y

Cabaiguán, las aguas del Rio zaza y La sierra de Las damas, y sobre todo el

sopor de la Cueva donde fue asesinado, en la finca de Las Tunitas.

Es una historia contada a voces, cada quien ofrece su visión del suceso

que fue la vida de El hombre rojo. Este texto me traslada a la infancia que viví,

cuando mi padre o mi abuelo me contaban sobre Cañambrú y yo percibía la

sed de justicia en sus palabras. Mi abuelo –carretero de oficio-se cruzó varias

veces con El diablo rojo, y hasta una cuarteta, que le escuchó cantar una

madrugada, me regaló para el futuro tejido espectacular que junto a los actores

de Cabotin teatro subiera a escena en 2012.


Las opiniones encontradas en este documento evidencian ora la

criminalidad ora el carácter legendario de este canario de Mazo. Un bandolero

que escribió con sus acciones su mística. Los hombres y mujeres entrevistados

por Mario hacen de “El mago de los cerrojos y llavines” un ser de diversos

rostros y sobre todo de infinita cualidad humana, vista en términos defectuosos.

El Diablo rojo, es un organismo creado por la imaginación y la oralidad ,

como organismo al fin, hizo daño para crecer y sobrevivir al monstruo peor :la

sociedad cubana de entonces .La sordidez y la ingenuidad esparcidas en los

campos de Cuba resultaron ideal caldo de cultivo para su desarrollo y deceso.

Un organismo pintoresco y escurridizo, convertido en leyenda .Unos lo creen

un mago e inocente víctima, otros un común bandolero. No tiene la menor

importancia, parece decirnos López isla .Lo importante, lo verdaderamente

importante es la categoría de criatura sobrevoladora de la mera realidad.

Estos puntos de vistas encontrados, estos cortos circuitos de orden

sociológico me impulsaron a llevar a escena El diablo Rojo, una obra que

alcanzó su estructura en la investigación. Entre la sed de justicia de mi abuelo y

mi padre, y la sentencia de muchos otros nació el impulso de representar su

controvertida existencia.

Cañambrú o el hombre rojo. La leyenda del bandolero. Intenta restaurar la


memoria, sacudir el polvo corrosivo del rencor, mitigar el dolor del emigrante,
surcar el océano y desembarcar otra vez en la Cuba de las primeras décadas
del siglo XX, pero lo hace en la voz de sus coprotagonistas. No aparece por
ninguna parte la voz autoritaria del autor plasmando su verdad, los canarios
hablan, pintan su versión de la vida de Teodoro o El hombre rojo. No habla
Cañambrú. Habla el eco de sus acciones. Mientras las recordamos adquieren
carácter ritual y por tanto se eternizan.
Mario Luis López isla nos entrega un texto sobre historia regional, sobre
historia canaria, sobre un hombre canario de pies a cabeza. Un Palmero que
sufrió, soñó y vivió como pudo, sin imaginar a un hombre, canario como él,
escribiendo sobre su vida.

Laudel de Jesús.

Director teatral .

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