Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Rosario Del Señor de La Misericordia
Rosario Del Señor de La Misericordia
PRIMER MISTERIO.
En este misterio, nos ofrecemos víctimas junto con Tu Divino
Hijo en desagravio por nuestros pecados y por los del mundo
entero; principalmente por aquéllos pecados de Soberbia y
Avaricia; también te ofrecemos nuestras enfermedades,
nuestros dolores, nuestras angustias, nuestras alegrías,
nuestras miserias, nuestros trabajos y nuestras vidas,
enfermedades incurables que sufrimos y también te
ofrecemos las de todos aquellos que están hospitalizados, de
los que van a ser operados en este día, en esta noche. De las
madres que van a dar a luz, de todos los heridos, de los que
están confinados a una cama, en una silla de ruedas, en
muletas o arrastrándose, de todos los ciegos, de los que están
perdiendo la vista, de todos los ancianos que no tienen que
comer, que no tienen que vestir, que no tienen hogar, que
están enfermos; de todos los presos hombres, mujeres y
niños, de todas aquellas familias que sufren las consecuencias
de las guerras, de las inundaciones, de los terremotos,
tragedias, de todos aquellos niñitos huérfanos,
desamparados, abandonados, que sufren desnudes, que
sufren opresión por parte de sus padres o de otras personas,
que sufren la separación de sus Padres.
TERCER MISTERIO.
En este misterio nos ofrecemos víctimas junto con Tu Divino
Hijo, en desagravio por nuestros pecados y por los del mundo
entero, principalmente por aquellos pecados de Gula y
Envidia, y también te pedimos por la conversión de los herejes,
cismáticos, ateos, judíos, masones, comunistas, de los
desesperados, de todos aquellos hermanos separados de la
Iglesia, reúnenos a todos para que seamos un solo rebaño,
bajo un solo Pastor, te pedimos por aquellos que están a punto
de suicidarse. Ten misericordia de ellos. Te pedimos por todos
aquellos que te odian, que te aborrecen, que te maldicen, que
te ultrajan, nosotros te amamos por ello y te pedimos que nos
des a todos tu Gracia para que por medio de ella nos
arrepintamos de todo lo que te hemos ofendido,
humildemente imploremos tu misericordia y así salves
nuestras almas. Te pedimos por las autoridades civiles,
militares, y religiosas, dales un corazón bueno sencillo
prudente y sabio para que gobiernen al mundo según tu
Corazón.
QUINTO MISTERIO.
En este misterio nos ofrecemos víctimas junto con Tu Divino
Hijo en desagravio por nuestros pecados y por los del mundo
entero, principalmente por aquellos pecados de blasfemia, de
ultraje, pecados sacrílegos y por todos los pecados que
vayamos acometer en este día o que se vayan a cometer;
humildemente te pedimos perdón por todas esas faltas con
que ofendemos a Tu Divina Majestad, ten misericordia de
nosotros, ten piedad de la humanidad, te pedimos por toda la
juventud, que anda descarriada, principalmente por aquellos
hijos pródigos para que regresen a sus casas, no se pierdan y
dejen de sufrir sus padres. Ayúdalos Señor. Te pedimos por los
matrimonios separados, por los que viven en amasiato, en
adulterio, que viven mal, por las viudas, por los viudos, por las
madres solteras, abandonadas, por los padres solteros,
abandonados, por los indigentes, los alcohólicos, drogadictos,
pandilleros, rateros y delincuentes, danos a todos tu gracia,
para que por medio de ella nos arrepintamos de los que te
hemos ofendido; humildemente imploremos tu misericordia y
así salves nuestras almas.
ORACION.
Oh Jesús, yo te pido humildemente me concedas la gracia de
salvar una alma por cada latido de mí Corazón, unido a los
latidos del Tuyo y a los del Corazón Inmaculado de María
Santísima, Te lo suplico por Tu Preciosísima Sangre y por Tu
Divina Misericordia. Amén.
ORACION.
Oh Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de
compasión no tienen limite, míranos con Tu favor y aumenta
Tu Misericordia dentro de Nosotros, para que en nuestras
ansiedades no desesperemos, sino que siempre con gran
confianza, nos conformemos con Tu Santísima Voluntad, la
cuál es igual que Tu Misericordia, por Nuestro Señor Jesucristo
Rey de Misericordia quien Contigo y el Espíritu Santo,
manifiesta Misericordia hacia nosotros por siempre. Amén.
ORACIÓN A MARÍA.
Préstame Madre tus ojos, para con ellos mirar, porque si con
ellos miro, nunca volveré a pecar.
Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con
ellos rezo, Jesús me podrá escuchar.
Préstame Madre tu lengua, para poder comulgar, pues es tu
lengua patena, de amor y de santidad.
Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar, y así rendirá
el trabajo una y mil veces más.
Préstame Madre, tu manto, para cubrir mi maldad, pues
cubierta con tu manto, al cielo he de llegar.
Préstame Madre tu Hijo, para poderlo yo amar, si tú me das a
Jesús, que mas puedo yo desear.
Y esta será mi dicha, por toda la eternidad. Amén.
VISITA NOCTURNA.
Quédate con nosotros Señor esta noche, quédate para adorar,
alabar y dar gracias por nosotros mientras que dormimos, para
hacer que baje del cielo Tu misericordia sobre el mundo, para
socorrer desde los Tabernáculos de la tierra, a las almas que
padecen en el purgatorio su prolongada noche de
sufrimientos y penas, quédate con nosotros Señor, para
apartar la justa ira de Dios de nuestras populosas ciudades,
cuyas densísimas nubes de vicios y crímenes claman venganza
al cielo, quédate con nosotros Señor, para guardar a los
inocentes, para sostener a los tentados, para levantar a los
caídos, para subyugar el poder del demonio, para impedir el
pecado, quédate con nosotros Señor para confortar a los que
sufren, para bendecir a los que yacen en el lecho del dolor,
para dar contrición a los que mueren, para recibir a las miles
de almas que se presentarán ante Ti para ser juzgadas, ¡Oh
buen pastor!, quédate con tus ovejas, defiéndelas de los
peligros que las rodean y amenazan, pero sobre todo quédate
con los que sufren y los agonizantes, danos una noche
tranquila y un fin perfecto, se nuestro misericordioso Padre
hasta lo último, para que sin temor podamos aparecer delante
de Ti como nuestro Juez, quédate con nosotros Señor, en el
corazón de todos los aquí presentes. Así sea.
Dulce Madre
Oh Señora Mía, Oh Madre Mía, yo me ofrezco todo a Ti y en prueba
de que te amo te consagro en este día (o noche) mis ojos mis oídos,
mi lengua mi Corazón en una palabra todo mi ser, ya que soy todo
tuyo Oh Madre de bondad cuídame, defiéndeme, en este día y en la
hora de mi muerte. AMEN.