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Investigación histórica I

Prof. Rosas, Luján.

Alumna: Lezcano, Ángeles

El Queso y los Gusanos: El cosmos, según un molinero del siglo XVI

Autor: Carlo, Ginzburg.

Barcelona, Muchnik Editores, 1976, 219 pág.

Carlo Ginzburg, así como Giovanni Levi, fueron unos de los iniciadores de la corriente
historiográfica llamada microhitoria o microanálisis.

Introducción:

El libro pone como foco de interés la cultura de las clases subalternas y lo ubica dentro de
un relato donde la historia se hace desde abajo hacia arriba, lo que hoy podemos llamar
como historia social. Éste tipo de historias tiende a regionalizarse a tomarlo desde una
visión localista, o de identidad localista. El autor plantea que se puede realizar este tipo de
trabajos y escribir la historia de esta manera. Ginzburg toma el caso de un molinero
Friuliano del siglo XVI, Menochio a quien la inquisicón lo procesa y lo condena a la hoguera
por Hereje. Para abordar este relato, el autor se basará principalmente en los documentos
que logra rescatar de este juicio, y además investigará cuáles eran las lecturas de
Menochio, los libros a los que él tenía acceso y formaban su cosmovisión. Considerando
que en esa época el acceso a los libros no era fácil, tampoco existía una gran población
con acceso a la escritura, Menochio pudo por tus medios económicos adquirirlos a
elección, o quizás sólo a los que se podía tener acceso. Menochio tenía medios para
obtenerlos. En ese lugar se podía conseguir desde el acceso de arriba para abajo o de
manera horizontal. Los libros también podrían haber sido prestados además de
comprarlos y los molineros podían tener acceso a las novedades del lugar, así mismo de
los libros.

La obra: El argumento de Ginzburg es plantearse la posibilidad de que exista una historia


de la cultura de las clases subalternas, que además cree que es difícil que pueda existir
una historia de las clases dominantes sin las clases subalternas y a la inversa, pues esa
relación o interacción hace a la historia de los hombres en las sociedades. La cuestión es
que Menochio es ciertamente de clase media pues es molinero, vive de su trabajo y tiene
acceso a los libros, no es analfabeto, fue tomado como caso de la historia de la cultura
subalterna. Es posible que la elección sea por el grado de participación de los testigos en
el juicio.

En principio el autor lo justifica diciendo que desea escribir la historia de los silenciados,
apartándose de la historia tradicional de los héroes y los reyes, sin embargo él no logra
reunir suficiente material ni fuentes que lo sustenten con respecto a la vida cotidiana de
los campesinos, de los grupos subalternos y por ende, acerca de la cosmovisión de los
mismos.

Llama la atención sí, el cómo los inquisidores posan su atención en él, considerando el
enorme caudal de material acerca del juicio, de las preguntas y respuestas logradas en ese
proceso. He aquí que el autor considere esto como un microcosmos, un caso específico
en un lugar específico, que no determina un cosmos general de esa época. Aquí en
concreto, el autor lo pone como ejemplo de cómo la cultura dominante determina y a la
vez es determinada por la cultura de las clases dominadas o subalternas, logrando un
sistema de influencias que se retroalimentan.

El problema con el que uno se encuentra al leer la obra es cómo Menochio lee los libros a
su manera, interpretando a su manera los libros que le llegaban a su pueblo, por otro
lado, jueces hacían lo mismo, interpretaban a su manera lo que decía Menochio. A su vez,
los libros que circulaban en la región y que leían los de un lado y los del otro, eran de la
cultura de las clases dominantes.

En un momento se puede ver cómo el molinero contrapone la cultura escrita a la cultura


oral, la de los libros de la clase dominante, con la cultura oral de los campesinos de la
región y su cotidianeidad.

Si bien Menochio no era un campesino común, no podía escapar a su época, a


la cosmovisión local ni a la cosmovisión general del momento histórico. Los
molineros en ése contexto estaban mejor posicionados en la sociedad que un
campesino común y tenían acceso a las últimas novedades, entre ellas, los
libros. Además, Menochio, también fue alcalde y administraba la parroquia
de Montereale, pueblo donde se desarrolla la historia. La contrarreforma es
la que lleva a Menochio a comparecer al santo oficio, quizás por expresar sus
ideas, por expresar con palabras más precisas y subjetivas sus pensamientos.
Con la aparición de la imprenta pudo lograr que éste personaje pueda
contraponer la tradición oral a la escrita. También va a poniendo final al
monopolio de la cultura escrita por los doctos y de los temas religiosos a los
clérigos.

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