“Pi, el orden del caos”.

La película trata de un hombre con un coeficiente intelectual muy alto, Max Cohen
(Sean Gullette, prácticamente un genio, obsesionado con las matemáticas, que busca
encontrar un numero exacto detrás de 216 digitos detrás de cada patron ya que piensa
que las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza pero aparte de que se ve
envuelto en conflictos con una secta de judíos religiosa y una firma de Wall Street, esta
obsesión va deteriorando su salud mental. Asimismo, muere aparentemente su único
amigo, no sin antes tratar de hacerle entender que las matemáticas no deben volverse
su vida entera y que quizás en algún momento de relajación podría encontrar lo que
busca.

Mi opinión respecto a la película es que uno podría pensar que las personas que tienen
un coeficiente intelectual arriba del promedio son seres aspiracionales, sin embargo,
diversas películas como esta y “Mente brillante”, protagonizada por Russel Crowe, nos
muestran como realmente no viven ni contemplan al mundo como la mayoría de las
personas lo hace y por ende presentan diversos problemas para relacionarse con la
gente, se puede ver cuando hay una chica que parece estar enamorada de Max y el no
sabe como reaccionar ni como comportarse estando cerca. Al final tiene un colapso
mental, por lo tanto, la película, aunque me resulto interesante, hizo que me sintiera
mal con respecto al protagonista y agradecí de cierta forma ser promedio.

Por otro lado, me pareció interesante el discurso que se avento 2 o 3 meses, sus
anotaciones, cuando dice “Las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza” y me hizo
cambiar mi perspectiva sobre ellas, viéndolo de ese modo, es posible que me lleguen a
gustar puesto que me gustaría entender como funciona todo y es tan sencillo como
usar la lógica y emplear números, la física, la química, la dinámica, la estática, todo
eso esta representado en números, puedes calcular todo usando tu pensamiento lógico
matemático.