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Hola que tal irradiantes. Cuba es el tema que está en boga en este momento.

Para ser
exactos las protestas que se están dando. En este culturama quiero comentarte una novela
que habla de una gran protesta acontecida en el siglo pasado. No se sitúa en Cuba pero si
en un país comunista. Para ser exactos un gran referente comunista: China.

A mediados de 1989, entre abril y junio, una serie de protestas convulsionaba a la China de
ese entonces. Estudiantes y obreros marchaban reclamando reformas políticas que logren
democratizar el burocrático sistema dominado por el partido comunista.

En ese crucial momento para China y el mundo, periodistas y extranjeros residentes,


presenciaron de primera mano todo lo sucedido. Entre aquellos, un peruano notable para
nosotros, el escritor Oswaldo Reynoso.

El autor del célebre libro Los Inocentes llegó en 1977, un año después de la muerte de Mao
Zedong y se quedó durante 12 años, hasta lo sucedido en Tiananmen. Producto de aquella
experiencia en China escribió Los eunucos inmortales. Una novela bastante cercana a la crónica
que narra todo el suceso de Tiananmen, observaciones a la sociedad china y una interesante
reflexión sobre la libertad del ser humano y los gobiernos que la oprimen.

Oswaldo Reynoso es un gran referente de las letras peruanas. Su producción literaria es de


gran calidad y esta novela no es la excepción. El estilo no es engorroso ya que, como precisa el
autor en su texto, una gran interrogante era cómo narrar a China. ¿Debía imitar el habla de los
ciudadanos chinos y convertirlos en personajes? Él decidió que esa opción no era viable. No
para el objetivo que quería: narrar los 12 años que residió en este país. Quería ser más sincero
y prefirió narrar desde la postura de un extranjero que decide residir en China, por ideales
comunistas. He aquí lo peculiar del texto, la novela no es solo la mirada de un extranjero, es la
visión de un peruano sobre el gigante asiatico.

¿Qué sabemos de China en Occidente? Poco o nada. Toda la información es filtrada indirecta y
sutilmente por la propaganda norteamericana. Los pocos datos que tenemos es que es, o fue,
comunista, sufrió hambrunas y tiene gran cantidad de población. En el hemisferio sur de
occidente estamos incluso en peor situación. ¿Qué sabemos los peruanos sobre China? Nada
más que ecos y rumores. Por eso creo que es importante darle una checada a la novela de
Reynoso. ¿Sabía usted que, durante el siglo pasado, China invitaba especialistas extranjeros
para residir y enseñar en sus universidades? Antes de leer la novela no estaba enterado.

Reynoso cuenta que todos los extranjeros residían en un edificio llamado “el Hotel de la
Amistad”. Una construcción elaborada en los años 50 para residir a los ingenieros soviéticos que
ayudarán a China. Posteriormente muchos latinoamericanos llegaron para enseñar español o
ayudar en la elaboración de noticias. Este fue el caso de Reynoso. Se dedicó a dos cosas en
China: corregir textos en la agencia internacional de prensa china y enseñar español en la
universidad de Pékin.

El autor hace distintas observaciones sobre la sociedad china. Guiados por su prosa vemos
cosas ajenas a los turistas. Un muchacho lo guía a la Ciudad Prohibida, templos maoístas e
incluso discotecas escondidas en la montaña, en mitad de la nada. También nos cuenta cómo va
cambiando la sociedad china luego de la muerte de Mao. Las reformas liberales de Den
Xiaoping se ven en la actitud de la gente y en el entorno. Los jóvenes tienen más interés por el
negocio que la revolución. Las tradicionales casas chinas son derribadas y sustituidas por
edificios de quince pisos.
Producto de este cambio de paradigma, de la revolución cultural de Mao a la economía social de
mercado, se producen protestas por los distintos impuestos y excesos del poder. He aquí los
momentos más emocionantes narrados por Reynoso: las protestas de Tiananmen y la posterior
masacre de estudiantes, obreros y campesinos.

Leer esta novela no tiene pierde. Es una experiencia única y no por retratar una época crucial
para la historia contemporánea. Reynoso va más allá y reflexiona sobre la libertad y el poder.

Este fue el Culturama de esta semana. Yo soy Diego López y quiero dejarlos con un pequeño
extracto de la novela:

No vale la pena escribir sobre masacres. Siempre los eunucos inmortales, de


aquí o allá o de cualquier punto de la tierra, ordenan a otros matar jóvenes.
¿Eunucos inmortales? Sí, eunucos inmortales, le afirmo, los burócratas, esos
especímenes que siempre se aferran al timón del barco que sea sin importarles
el rumbo que tomen. Esos que siempre flotan. Rojos, blancos, verdes o
amarillos, qué más da, la misma mierda.

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