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Abundantes déficits fiscales alrededor del mundo


Martín Costabal

Ex ministro de Hacienda

Pese a que los números rojos están muy generalizados en las finanzas públicas alrededor
del mundo, podemos descartar de plano la idea de una moratoria o perdonazo planetario.
Proyecciones de la revista The Economist para los 57 países con las mayores economías
de mundo indican que, salvo cuatro, todo el resto registrará déficits fiscales durante este
año.

Más grave e inusual aún es el hecho de que del total indicado, en el caso de 35 naciones,
la desfavorable brecha en las cuentas públicas superará el 3% de su PIB, y dentro de las
anteriores, en 16 casos excederá el 5%.

En el grupo de países con déficits más abundantes se encuentran naciones con


economías de importante peso relativo a nivel mundial, como son Estados Unidos, Japón,
Gran Bretaña, Francia y España.

En otras épocas, con cuentas fiscales de mayor normalidad alrededor del mundo, países
con brechas negativas en presupuestos públicos de tres o más puntos del PIB estarían
sufriendo una fuerte desconfianza y permanecerían en una sala de cuidados del FMI.
Ahora esas señales de peligro se encienden sólo en el caso de países no pertenecientes
al G-7 y con déficits de siete o más puntos porcentuales del producto interno.

Uno hubiera esperado que pasados los efectos de rescates originados en la crisis
financiera de fines de 2008 y con una economía global en crecimiento, los balances
públicos ya debieran estar más normalizados en la actualidad.

Existe la sensación de que el componente de estímulo fiscal anticíclico presente en los


presupuestos actuales, y que irá siendo retirado en el futuro, más los efectos rezagados
adversos y transitorios de la crisis sobre los ingresos tributarios, no son, ni por lejos,
suficientes para augurar una normalización de estos enormes requerimientos de
aumentos de deuda pública que los estados están y seguirán necesitando. Se trata,
entonces, de déficits grandes, numerosos y que tendrían fuertes componentes
estructurales.

La acumulación de grandes deudas públicas que estos déficits van construyendo se


vuelve crítica en el momento en que el nivel de pasivos de un estado, por el riesgo
percibido por el mercado, le impide la colocación de instrumentos no sólo para salvar su
brecha entre ingresos y gastos periódicos, sino también para amortizar los vencimientos
de la deuda antigua.

Por las características de los países con grandes déficits, de mantenerse en el tiempo,
estos momentos críticos pueden estar a meses o a años plazo, según cada caso, sin que
puedan descartarse efectos dominó entre países similares.

La iliquidez de un Estado tenderá a ser provista como último recurso por la comunidad del
euro, si se pertenece a ella, como sucede en varios de los casos más graves, o por
bancos centrales. En este segundo caso, incluso sin cesación de pagos, los papeles de
deuda de los respectivos estados se verán desvalorizados por las inflaciones y
devaluaciones resultantes, sea se trate de nacionales o extranjeros, respectivamente.

Pese a que los números rojos están muy generalizados en las finanzas públicas alrededor
del mundo, podemos descartar de plano la idea de una moratoria o perdonazo planetario,
porque con todo hay importantes países con déficits pequeños combinados con bajos
niveles de deuda pública, e incluso son acreedores de la deuda pública de otros: China,
Alemania, Suecia, Australia y Corea del Sur.

El que estas situaciones de déficit tendrán desenlaces individuales también viene


determinado por la dinámica de la situación: hay países que están ya seriamente
trabajando para reducir sus desequilibrios, siendo notable en este aspecto lo de Gran
Bretaña, mientras que en otros, como Estados Unidos, parece dominar la perpleja
contemplación de un irregular fenómeno que conduce tarde o temprano al abismo.

Pese a no haber espacio para medidas globales, sería deseable que los encuentros de
autoridades y los organismos multilaterales -en otra época, impulsores de la acción del
Estado- fomenten ahora el espíritu de austeridad que se requerirá en los próximos años.

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