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DIAGNÓSTICO TRATA DE PERSONAS

Preparado por;

Área Política Pública e Intersectorialidad

Programa de Apoyo a Víctimas

Subsecretaría de Prevención del Delito

Departamento de Crimen Organizado

División de Estudios

Subsecretaria del Interior

Ministerio del Interior y Seguridad Pública

Mayo, 2012
2

ANTECEDENTES

El tráfico de personas, bajo la figura de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes


es un fenómeno complejo, que incluye una denegación de derechos humanos de las
víctimas y que constituye un mercado altamente lucrativo que moviliza 32 mil millones
de dólares al año, afectando a 161 estados y a un estimado de 12,3 millones de
personas víctimas al año a nivel mundial 1 (otras fuentes citan la magnitud en 40
millones de personas al año).

Este tipo de delitos posee una expresión tanto nacional como internacional, y se
manifiesta tanto como una forma de explotación laboral (trabajo forzado), como para
fines de explotación sexual comercial o de extracción de órganos.

El Estado de Chile enmarca su acción en relación a la trata de personas por medio de


diversas normas, entre las que destacan:

El Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas,


especialmente de mujeres y niños, que complementa la Convención de las
Naciones Unidas contra la delincuencia organizada trasnacional, ratificados por
Chile, que define en términos amplios la “trata de personas”, como la “captación,
transporte, traslado, acogida o recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al
uso de la fuerza u otra forma de coacción, al rapto, el fraude, el engaño, al abuso de
poder o de una situación de vulnerabilidad o a la recepción o concesión de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre
otra, con fines de explotación”2.

El protocolo abarca los ámbitos de la asistencia y protección a las víctimas y la


prevención, entre la que se consideran las acciones de intercambio de información,
capacitación, el control de fronteras y de documentación.

Ley 20.507, de 2011, que Tipifica los delitos de Tráfico ilícito de migrantes y
Trata de personas y establece normas para su prevención y más efectiva
persecución criminal, que introduce 5 artículos en el Código penal que tipifican de
manera específica estos delitos, y otros tantos referidos a la persecución penal de
éstos.

1
International Trafficking en Polaris Project. http://www.polarisproject.org/human-trafficking/international-
trafficking.

2
Artículo 3° del Protocolo.
3

La ley reconoce como fines del proceso la explotación sexual, los trabajos o servicios
forzados, la servidumbre, esclavitud o prácticas análogas y la extracción de órganos,
incluye en la tipificación los procesos de facilitar o promover la entrada al país con
ánimo de lucro, o para ejercer la prostitución dentro o fuera del país y reconoce como
medios la violencia, intimidación, coacción, engaño, abuso de poder, aprovechamiento
de una situación de vulnerabilidad o dependencia, la concesión o recepción de pagos u
otros beneficios para obtener el consentimiento de una persona con autoridad sobre
otra y reconoce como procesos potencialmente involucrados en la comisión del delito la
captación, traslado, acogida o recepción.

Asimismo la ley considera el riesgo a la vida, la integridad física y la salud de las


víctimas, así como el hecho de que estas sean menores de edad, como agravantes.

Al hacer esto, la ley es coherente con lo planteado con el protocolo, que reconoce una
amplia variedad de fines asociados al tráfico de personas, incluyendo la explotación
laboral, la que, como sugieren los datos a nivel internacional, es una dinámica de gran
importancia en los flujos de tráfico de personas a nivel global, especialmente en
algunas regiones del mundo -el sudeste asiático y América del Norte son las regiones
con un mayor nivel de reporte de este fenómeno-.

Adicionalmente, la ley entiende la trata de personas como un delito con un proceso


complejo de explotación a la base, que incluye un conjunto de fases sucesivas, desde
la captación de las víctimas, hasta la fase de explotación, incluyendo las de traslado y
recepción.

Este proceso de explotación, complejo en su dinámica, y que se basa en condiciones


propias de las víctimas y de sus entornos, es entendido, desde el protocolo y la ley,
como un proceso en que la libertad de elección de la víctimas se encuentra limitada, ya
sea por atributos propios (en casos de ser menor de edad), por la capacidad de ejercer
poder sobre ella, por parte de quienes ejercen la explotación (en casos en que el
medio de comisión es la violencia o el engaño, por ejemplo) o bien, es irrelevante en la
configuración del tipo penal (como en el caso de prostitución).

Este enfoque busca abarcar un proceso de explotación que implica el ejercicio de un


cierto tipo de violencia sobre las víctimas ya sea desde la perspectiva de los procesos
implicados en la acción, de los fines a los que esta se orienta o a las condiciones en
que se desarrolla.

Esta multi-dimensionalidad permite abarcar el fenómeno de mejor forma y colocar el


énfasis, de manera esencial, en los derechos humanos de las víctimas, vulnerados
activamente por la acción de un tercero, que la desplaza para obtener beneficios de
ésta.
4

Adicionalmente, el fenómeno es abordado desde la perspectiva de la organización


criminal, como un fenómeno de delincuencia organizada transnacional, aunque el
concepto de organización se aplique, de manera relativamente amplia, a muy diversos
tipos de asociaciones criminales, desde aquellas con un fundamento en lazos cercanos
de parentesco, hasta las organizaciones criminales altamente complejas.

El fenómeno en Chile

Los datos aportados por las instituciones que forman parte de la Mesa intersectorial
sobre trata de personas, presidida por la Subsecretaría de Interior, han permitido
identificar, en el período 2007 -2011, 113 denuncias relacionadas a trata de personas,
es decir, un promedio anual de 23 denuncias.

Cada una de estas denuncias se asocia a un promedio de 1,9 víctimas, de las cuales
38% fueron menores de edad, y 62% mayores de edad, con una composición de 48%
de mujeres y 52% de hombres.

La tendencia de casos denunciados por año es muy irregular, principalmente por el


pequeño número de casos, por lo que no es posible establecer tendencias asociadas al
fenómeno de trata de personas.

Por su parte, el Estudio de Tratas 3, elaborado en 2008 por la Organización mundial


para las migraciones (OIM), capítulo Chile, reporta la presencia de 36 casos (para un
período indefinido de tiempo) y 147 víctimas asociadas.

La cantidad de casos es similar en magnitud al promedio anual de casos obtenido a


partir de la información aportada por las instituciones (36 y 22) al año,
respectivamente, pese a las diferentes metodologías utilizadas para la recolección de
información.

El estudio de OIM detecto un 18% de menores de edad y un 58% de mujeres entre las
víctimas.

En relación a los fines asociados al delito, el 50% de las víctimas fueron objeto de
explotación sexual, el 40% de explotación laboral, mientras que el restante 10% se
encontraba en tránsito.

El medio de comisión más comúnmente utilizado en los casos detectados fue el engaño
(98% de las víctimas), y los medios de captación más comunes fueron los anuncios de

3
Investigación sobre Trata de Personas en Chile OIM/Chile 2008.
5

empleo en la prensa (31%), seguido por el contacto directo en el origen con el


captador (27%) y la captación y entrega por un familiar (10%). Esta última modalidad
fue, en cualquier caso, la más común en el caso de niños, niñas y adolescentes.

Los resultados indican, por lo demás, que el fenómeno tiene diferentes configuraciones
en función del sexo de las víctimas, mientras las víctimas mujeres detectadas fueron
principalmente objeto de explotación sexual y provenían de naciones de América
Central y del Sur, en el caso de los hombres, la mayoría de las víctimas fueron objeto
de explotación laboral y provenían,principalmente,de China.

Dentro de los casos detectados, la mayoría consistía en casos de explotación


internacional y solo una minoría (cercana al 10%) constituía casos de explotación
interna. Los datos sobre países de origen de la explotación coinciden, por lo demás,
con los antecedentes sobre Chile, aportados por el Reporte sobre tráfico de personas
del Departamento de Estado de los Estados Unidos, para el año 2010 4.

En cualquier caso es razonable afirmar que los datos presentados para Chile
infravaloran el fenómeno, en la medida en que se refieren únicamente a casos
detectados y a que la ley que tipifica la trata de personas y tráfico ilícito de migrantes
se promulgó en 2011 y la mayoría de los datos reportados corresponden al período
previo.

Por lo demás, como todo fenómeno criminal, es esperable que la trata de personas
este afectado por una tasa de cifra negra, asociada a la no denuncia y que,
considerando las limitaciones a la libertad de las víctimas, que forma parte de la
configuración del fenómeno, y el hecho de que muchas de estas no se perciben a sí
mismas como víctimas, sino mas bien, como infractoras a la ley migratoria, en el caso
de la trata de personas, tal tasa de no denuncia podría, incluso, ser mayor que la de
otros delitos5.

A nivel mundial algunos datos sugieren que las mujeres son el 62% de las víctimas de
Trata, que los menores de edad constituyen alrededor del 36% de las víctimas, que la
explotación laboral representa un 53% del fenómeno, situándose la explotación sexual

4
Fuente: http://www.state.gov/documents/organization/142982.pdf

5
La tasa de denuncia de delitos generales en Chile fue del 37,4% según la última encuesta de victimización.
Fuente: Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), 2011. Ministerio del Interior y
Seguridad Pública e Instituto nacional de estadísticas.
http://www.seguridadpublica.gov.cl/files/resultados_pais_enusc_2011.pdf Esta tasa varía sensiblemente en
los casos de otros tipos de delitos como homicidios, delitos sexuales y violencia intrafamiliar Fuente:
Víctimas de delito en Chile, Diagnóstico nacional 2011. Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
6

en el segundo lugar con un 27% de representación, y que la mayoría (64%) del


fenómeno obedece a trata de tipo internacional6.

En virtud de las respuestas recibidas por las distintas instituciones que participaron del
cuestionario sobre “Respuesta Estatal en Materia de Trata de Personas”, en el marco
de la Mesa Intersectorial de Trata de Personas7, se procedió a la sistematización de
dichas respuesta y su análisis. De esta forma, gracias a las contribuciones recibidas, se
ha podido generar un diagnóstico sobre distintas perspectivas, dentro de las cuales, las
capacidades de “Prevención”, “Control”, “Capacitación”, y “Atención de Victimas” de la
problemática en cuestión, merecen especial atención.

En lo que respecta a la participación en la respuesta del cuestionario, pese a la falta de


concordancia dentro de las respuestas institucionales, se agradece y destaca la
participación de Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, DIRECTEMAR,
SENAME, SERNAM, Ministerio de Justicia, Trabajo, Interior y Seguridad Publica
(Subsecretaria de Prevención del Delito), y Relaciones Exteriores, junto al Ministerio
Publico. Cabe destacar, que pese a haberse invitado a participar de las respuestas a la
Agencia Nacional de Inteligencia (miembro integrante de la Mesa Intersectorial de
Trata de Personas), esta no respondió, ni se pronunció informalmente respecto del
cuestionario, materia del presente informe.

6
IOM 2011 Case Data on Human Trafficking: Global Figures &Trends. February 2012.
7
Decreto N°2821
7

PREVENCIÓN

El Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, a que se hizo


referencia en los antecedentes especifica que “Los Estados Parte procurarán aplicar
medidas tales como actividades de investigación y campañas de información y
difusión, así como iniciativas sociales y económicas, con miras a prevenir y combatir la
trata de personas.”8

El protocolo especifica, además, que factores como la pobreza, el subdesarrollo y la


falta de oportunidades equitativas son factores de vulnerabilidad de las personas frente
a la Trata, por lo que llama a tomar medidas para mitigarlos. Tales medidas pueden
ser educativas, sociales o culturales.9

Los planes de acción de otros estados, considerados en la revisión de antecedentes


incluyen como uno de sus contenidos la prevención. En esta materia se pudo identificar
esencialmente dos niveles de intervención preventiva, por una parte aquella orientada
a “Modificar o eliminar las condiciones o situaciones de riesgo que hacen que
la comunidad en general y especialmente los niños, niñas, adolescentes y
mujeres, sean vulnerables a ser víctimas del delito de la trata” 10 , es decir,
aquellas intervenciones de difusión orientada a generar consciencia sobre el fenómeno
entre víctimas potenciales, que conforman la oferta de recursos del mercado de trata
de personas, y otras intervenciones orientadas a intervenir la demanda que alimenta
tal mercado.

En estos casos, y obedeciendo a un diagnóstico de las problemáticas sociales de los


diversos estados, la intervención sobre la oferta fue detectada en los planes de
intervención de Estados que son fuente de origen del tráfico, y aquellas orientadas a
prevenir la demanda fueron detectadas en sociedades que son lugar de destino de las
víctimas.Acciones del primer tipo son, por ejemplo, la capacitación de funcionarios
públicos asociados a las sistemas de justicia y la policía, capacitación a población
general, incluyendo a población escolar –orientado principalmente a víctimas
potenciales o población vulnerable o en riesgo-, estandarización del uso de
documentos de identificación, elaboración de diagnósticos nacionales en la materia y

8
Punto III.2 del Protocolo.

9
Punto III.5 Id.

10
Estrategia nacional contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes en Bolivia 2006-2010.
Página 28.
8

campañas comunicacionales de difusión, orientadas, principalmente a víctimas


potenciales.11

Acciones del segundo tipo se inspiran en la premisa de que “La trata de personas es
un crimen motivado por el afán de lucro” 12 e incluyen, por ejemplo:

 Actividades de intervención en los países de origen y tránsito de las víctimas,


especialmente aquellas orientadas a reforzar los derechos de mujeres y los
niños, niñas y adolescentes – es decir, poblaciones más vulnerables- y mejorar
las oportunidades de integración económicas, especialmente de las mujeres.
 Apoyo a la integración social de mujeres que ejercen la prostitución en las
sociedades de destino.
 Medidas para disminuir la demanda de órganos provenientes de víctimas (o
ilegalmente habidos).
 Campañas orientadas a generar consciencia y entregar información a los
usuarios de servicios sexuales en las sociedades de destino.

En esta última línea pueden entenderse acciones orientadas a intervenir en la demanda


de productos o servicios, por ejemplo, la campaña de difusión del Departamento de
Trabajo de los Estados Unidos, que produjo y difundió un extenso listado de bienes
producidos por medio de mano de obra infantil a nivel mundial.13

Acciones de prevención emprendidas en Chile

Por tratarse de una problemática relativamente reciente y de mas bien escasa


presencia en la agenda pública -sin perjuicio de la reciente promulgación de la ley
20.507 y de las acciones desarrolladas por las instituciones públicas relacionadas y la
sociedad civil-, tanto la trata de personas como las acciones específicas de prevención
han sido escasas en número y modestas en magnitud.

A nivel nacional la prevención de la trata de personas y del tráfico ilícito de migrantes


se ha abordado, principalmente, desde dos dimensiones, ambas asociadas a un
diagnóstico similar de la situación, que parece amparado por los antecedentes
disponibles, a saber: que la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes son una

11
Incluidas en la Estrategia nacional de Bolivia, referida en cita anterior.

12
Stop Human Trafficking. TheNorwegianGovernment’s Plan of Actiontocombat Human Trafficking 2006-
2000. Página 8. Traducción propia del original en inglés.

13
TheDepartment of Labor’slist of GoodsproducedbyChild labor orForced labor. TheUnitedStatesDepartment
of Labor, Bureau of International Labor Affairs, Office of Child Labor, Forced Labor, and Human Trafficking,
2009.
9

realidad presente en el país, debido a un conjunto de determinantes y que, debido a la


naturaleza y dinámica misma del fenómeno, este se encuentra invisibilizado y ha sido,
por tanto, infravalorado, debido tanto a que las víctimas no pueden o quieren
denunciarlo, como a que, para los actores sociales que se encuentran en condición
privilegiada para detectar y denunciar la situación no son sensibles al tema,
principalmente por desconocimiento de la problemática.

El objetivo principal de la prevención ha sido, por tanto, tematizar o hacer presente al


problema a nivel de la sociedad, favoreciendo, de esta manera, tanto que las víctimas
se perciban como tales, como que otros actores sociales estén en condiciones de
intervenir en el fenómeno.

Se podría añadir, adicionalmente, que los operadores institucionales cuenten con las
herramientas adecuadas para intervenir adecuadamente desde sus propios roles.Para
ello se han realizado capacitaciones a actores clave de las instituciones públicas o de la
sociedad civil que tienen o pueden tener contacto con víctimas de estos delitos y se
han realizado campañas públicas que buscan generar consciencia sobre la
problemática.

Entre los actores capacitados se encuentran funcionarios públicos de los sectores salud
y educación, del Servicio nacional de menores y personal de ambas policías, siendo
éstas últimas las que reportan un mayor nivel de capacitación.

Tales capacitaciones se producen en el contexto de las instituciones o redes


internacionales orientadas a la intervención en el fenómeno, tienen un ámbito de
aplicación internacional y son, en muchas ocasiones provistas por organizaciones
internacionales (OIM y ONGs dedicadas a la materia).

“En un proyecto de prevención desde 2008 al 2012 se formaron aproximadamente


1.700 profesionales de escuelas, consultorios, organizaciones de infancia, municipios,
estudiantes universitarios e integrantes de organizaciones comunitarios. Además, se
ha trabajado en talleres formativos/preventivos y seminarios con Carabineros de Chile
(entre año 2007/08 se formó a más 700 carabineros) y PDI, a lo largo del país”
(Fuente: Entrevista ONG Raíces).

Las campañas comunicacionales, por su parte, han sido de dimensiones más bien
modestas, y pueden haber tenido bajos niveles de penetración entre la población
general a partir de los recursos con que contaban y el diseño de la intervención.
10

Desde las instituciones públicas solo la Policía de investigaciones (PDI) ha realizado


campañas 14 preventivas desde 2007, las que se orientan a un público objetivo de
víctimas, e incluyen la disposición de afiches en pasos fronterizos, aunque estas
campañas pueden ser calificadas, en función de los medios arbitrados y los costos
asociados, como modestas.

14
Es destacable que la campaña “Esclavitud del ciclo XXI”, desarrollada por PDI responde a un enfoque actual
sobre el fenómeno, que considera la trata de personas con fines de explotación laboral además de aquella
con fines de explotación sexual comercial y que aborda, de alguna manera, la extrema vulnerabilidad en que
la víctima se encuentra colocada.
11

CONTROL

Desde la perspectiva de “Control” de la trata de personas en nuestro país, la Mesa


Intersectorial de Trata de Personas, pasó a definir dicha acepción dentro del siguiente
marco estratégico;

Control;

- Construir perfiles de riesgo para ser utilizadas tanto en los procesos de otorgamiento
de visas y controles migratorios (ingreso y salida), como en los procesos de
fiscalización administrativa laboral.

- Diseñar procesos de trabajo (protocolos) y mejorar la coordinación intersectorial en


materia de fiscalización (trazabilidad de las denuncias-infracciones) y control
migratorio.

Desde el análisis de las respuestas entregadas por la vía del cuestionario, se puede
clasificar las instituciones según si poseen o no perfiles de riesgo para la focalización
estratégica de sus recursos, la existencia de protocolos institucionales en la materia, y
según sus niveles de coordinación intersectorial.

1) Perfiles de Riesgo;

- Solo Carabineros de Chile y la PDI, funcionan sobre la base de perfile


elaborados, para el análisis de potenciales violaciones a la ley 20.507.

- Pese a la gran cantidad de documentos publicados por el SERNAM en la


materia, no se desliza de su respuesta la existencia de perfiles para enfrentar esta
problemática.

- El Ministerio Publico, establece información estadística en sus respuestas, sobre


la base de investigaciones y fallos, pero no se vislumbra capacidad de perfilamiento
alguno en sus respuestas.

- La Totalidad de los Ministerios, no se pronuncian al respecto, sino que derivan


su información de las policías y Gendarmería, en el caso del Ministerio de Justicia.

- Por último, DIRECTEMAR, no se pronunció en su respuesta respecto del tema.


12

2) Protocolos;

- Solo Carabineros de Chile y la PDI, explicitan la existencia de líneas de acción


internas y protocolos para sus procedimientos internos en materia de trata de
Personas.

- El resto de las instituciones (Principalmente los Ministerios), se remiten a su ley


orgánica respecto de la misión frente a la trata de personas, o a tratados
internacionales, lo cual vislumbra la falta de estrategias y reglas al interior de dichas
instituciones para enfrentar dicha problemática.

- Solo DIRECTEMAR, y el Ministerio del Trabajo, explicitan la falta de normativa y


competencia respectivamente en la materia.

3) Coordinación Intersectorial;

- Desde la Perspectiva internacional, cabe señalar que tanto Carabineros,


Ministerio de Justicia, y el Ministerio Publico mantiene acuerdos con instituciones
internacionales en la materia, mientras que el resto de las instituciones no responde o
considera que no aplica en su caso.

- Desde la Perspectiva Nacional, cabe señalar que solo el SENAME, en materia de


peores formas de trabajo infantil (PFTI), en consonancia con el Convenio N°182 de la
OIT, mantiene vigente convenios con Carabineros, PDI, SERNATUR, Dirección del
Trabajo y Ministerio del Trabajo. El resto de los participantes no manifestó la existencia
de protocolos o regulaciones internas para la comunicación entre las distintas
instituciones involucradas. Cabe señalar que tanto Carabineros de Chile, PDI, Ministerio
del Trabajo, SENAME, como el Ministerio Publico, enfatizaron la necesidad de generar
protocolos de comunicación con otras instancias del Estado, en busca de mejorar los
flujos de intercambio de información en la materia.

Una cuarta variable a tomar en consideración desde la perspectiva de “Control”, a nivel


operacional de casos, corresponde a la existencia de estadísticas concretas en la
materia, dentro del ámbito de ejecución que corresponde a cada una de las
instituciones involucradas en la Mesa de Trata de Personas. De lo anterior, cabe
señalar que soló Carabineros, PDI, SENAME, y el Ministerio Publico, entregaron datos
estadísticos respecto de cómo han enfrentado la problemática de la trata de personas.
13

Dicha estadística, no solo difiere considerablemente entre las cuatro instituciones, sino
que también no cuadra al compararlas entre ellas.

De los datos entregados, podemos generar tres grupos para comparar su desarrollo en
materia de trata de Personas. El primero, corresponde al grupo que posee amplios
niveles de concordancia con la función de “Control” descrita, grupo que incluye a
Carabineros de Chile y PDI. El segundo grupo corresponde a Instituciones del Estado,
que si bien entienden la importancia del tema, poseen estructuras incompletas a nivel
interno, y externo para la concreción de una política de control efectiva y coordinada
en la materia, donde se incluyen, Ministerio de Justicia, Relaciones Exteriores, Interior
y Seguridad Publica, SENAME, SERNAM, y Ministerio Publico. Finalmente, el tercer
grupo corresponde a instituciones que no poseen -o no respondieron-, a las cuestiones
que a control refiere dentro del cuestionario enviado, donde se encuentran
DIRECTEMAR, Ministerio del Trabajo, y la Agencia Nacional de Inteligencia.
14

ASISTENCIA A VÍCTIMAS

La Asistencia y protección a las víctimas es uno de los componentes centrales del


Protocolo de Palermo, para prevenir, sancionar y erradicar la Trata de personas. El
hecho de que, en el caso de estos crímenes el objeto del crimen y la víctimas se
identifiquen implica que la interrupción del proceso de explotación (término de la
comisión del delito) este dado, en muchas ocasiones, por la generación de consciencia
entre las víctimas de la situación de explotación de que son objeto, de los derechos
que les asisten y de las alternativas efectivas de asistencia que se encuentran a su
disposición.

En este sentido, las políticas de inmigración y repatriación, las de protección a las


víctimas en el contexto del proceso judicial y las de asistencia, para la integración, ya
sea en las sociedades de origen o en las de destino están íntimamente relacionadas
con las acciones destinadas a sancionar el fenómeno y no pueden ser abordadas de
manera inconexa.

En materias orientadas específicamente a la asistencia, es decir, a la intervención con


víctimas una vez que la victimización ha ocurrido ya, el protocolo indica que “Cada
Estado Parte considerará la posibilidad de aplicar medidas destinadasa prever
la recuperación física, sicológica y social de las víctimas de la trata
depersonas…”15, formulación similar a aquellas del punto 14 de la Declaración sobre
principios básicos de justicia para víctimas de delito y del abuso de poder, de 1985, de
Naciones Unidas, en que se aborda la necesidad de proveer asistencia en diversos
ámbitos a tales víctimas.

El Protocolo especifica, al igual que la mencionada declaración, ámbito o tipos de


servicios que debiesen proveerse a las víctimas:

a) Alojamiento adecuado;
b) Asesoramiento e información, en particular con respecto a sus derechos
jurídicos, en un idioma que las víctimas de la trata de personas puedan
comprender;
c) Asistencia médica, sicológica y material; y
d) Oportunidades de empleo, educación y capacitación”.16

15
Punto II.3 del Protocolo.
16
Id.
15

Y, al igual que la mencionada declaración, el Protocolo pone énfasis en la protección a


la víctima por parte de los sistemas de administración de justicia, lo que pueden
entenderse como una forma de prevenir la victimización secundaria, la que se refiere a
las negativas consecuencias que el contacto con las instancias de administración de
justicia (entre otras) que intervienen en la situación pueden producir

“Las personas que logran terminar con la situación de trata lo hacen a través de
diferentes vías… Es natural en esta etapa que las víctimas tengan sentimientos de
angustia y confusión, sospechen de la ayuda que se les ofrece, y corren el riesgo de
ser re-victimizadas si el contacto con el personal de migración o policial no es el
adecuado a su situación.”17

De esta manera, el Protocolo indica que los Estados buscarán proteger la privacidad e
identidad de las víctimas de trata de personas, especialmente previendo la
confidencialidad de las actuaciones judiciales y que, en la medida de lo posible, se
encargarán de que se provea información sobre los procedimientos judiciales y
administrativos y asistencia encaminada a permitir que sus opiniones y preocupaciones
se presenten y examinen en las etapas apropiadas de las actuaciones penales, es
decir, que el punto de vista de la victima sea considerado en el proceso judicial.18

En materia migratoria, además, el Protocolo insta a adoptar a los Estados signatarios,


medidas para permitir la permanencia temporal o permanente de las víctimas en sus
territorios o, dando especial consideración a razones personales o humanitarias y que,
en caso de que proceda la repatriación, esta se haga teniendo en cuenta la seguridad
de la víctima, así como otras relevantes consideraciones que indica.

Algunos planes nacionales de intervención han considerado, entre las acciones de


asistencia que emanan del protocolo, el establecimiento de albergues para víctimas,
programas de intervención reparatoria psicológica (incluyendo acciones orientadas a la
reinserción social) y programas de protección a víctimas en el contexto del proceso
penal.

En el plano de la coordinación interinstitucional, se han desarrollado protocolos de


intervención y mecanismos de derivación de víctimas, con aplicación en múltiples
instituciones.

Adicionalmente, y en materia migratoria, naciones como Estados Unidos, Reino Unido y


Noruega, entre otros, han implementado políticas que permiten la residencia temporal

17
Estudio de Tratas, 2008, página 70.
18
Puntos II.1 y II.2. del Protocolo.
16

de personas que han sido víctimas de trata de personas, lo que, en algunos casos,se
ha asociado a la participación de la víctima en el proceso judicial contra los tratantes.

En el caso de Noruega, el plan incluye las disposiciones para que, durante el período
de residencia, las víctimas tengan acceso a vivienda, servicios de salud y sociales19.

Acciones de asistencia emprendidas en Chile

En el caso de Chile solo existe un proyecto de asistencia específicamente orientado a


víctimas de trata de personas. Entendiendo, en este sentido, asistencia como las
acciones orientadas a la recuperación de las víctimas en una diversidad de ámbitos
(desde la asistencia victimológica esta se asociada a la superación o mitigación de las
consecuencias negativas de la victimización).

Se trata de un proyecto piloto del Servicio nacional de la mujer (Sernam), en el marco


del cual, y con financiamiento compartido aportado por una organización privada, se
instaló un servicio de Casa de acogida para mujeres víctimas de trata de personas.

El Servicio nacional de la mujer tiene experiencia previa brindando acogida residencial


y programas de intervención psicosocial a mujeres víctimas de violencia intrafamiliar,
antecedentes en los que se basa el proyecto intervención.

Sin perjuicio de lo anterior, diversos programas públicos cuentan con iniciativas de


intervención que, potencialmente, pueden intervenir en la problemática, pese a no
haber sido establecidos con tales fines. Entre estos se encuentran:

Institución Servicio
Servicio Nacional de Menores Proyectos de intervención en Explotación
(SENAME) sexual comercial de Niños, niñas y
adolescentes (ESCNNA).Su objetivo es
asegurar los procesos de reparación del niño,
niña o adolescente víctima de explotación sexual
comercial y propiciar su integración familiar y
social.

19
Stop Human Trafficking. TheNorwegianGovernment’s Plan of Actiontocombat Human Trafficking 2006-
2000. Páginas 11-12. Traducción propia del original en inglés.
17

Ministerio del Interior y Centros de asistencia a víctimas de delitos.


Seguridad Pública (Programa de Los centros proveen intervención psicológica,
Apoyo a Víctimas). social y jurídica, orientada a superar o mitigar las
consecuencias negativas de la victimización,
prevenir la victimización secundaria y la re-
victimización.
Red de asistencia a víctimas (RAV). En su rol
de coordinación de la oferta pública de las
instituciones que la constituyen, la RAV es una
plataforma que puede articular la intervención
conjunta de las instituciones en materia de
asistencia.
Ministerio Público Fondo de operación de víctimas y testigos.
El Ministerio Público de Chile cuenta con un fondo
que permite subsanar, de manera temporal,
necesidades básicas (alojamiento, mantención,
seguridad, etc.) de las víctimas y testigos
participantes en procesos de justicia criminal.

Los programas indicados tienen, en virtud sus fines propios, la potencialidad de


entregar asistencia de tipo integral, es decir, en la multiplicidad de ámbitos a que hace
referencia el Protocolo, especialmente en caso de que su intervención pueda ser
coordinada y pueda operar de acuerdo a estándares específicos. Pues mientras algunos
de estos programas tienen robustos protocolos de intervención reparatoria en los
ámbitos psicológico o social, o brindan servicios de capacitación para la integración
laboral o social de las mujeres víctimas, otros cuentan con recursos que pueden ser,
por ejemplo, destinados a la satisfacción temporal de necesidades básicas.
18

CAPACITACION

Desde la perspectiva de “Capacitación” de la trata de personas en nuestro país, la Mesa


Intersectorial de Trata de Personas, pasó a definir dicha acepción dentro del siguiente marco
estratégico;

Capacitación; - Diseñar un plan de capacitación dirigido a funcionarios públicos que les otorgue
herramientas para la aplicación de la legislación vigente en esta materia.

Desde el análisis de las respuestas entregadas por la vía del cuestionario, se puede clasificar las
instituciones según si ha existido capacitaciones nacionales para la aplicación de la legislación
vigente, la participación en cursos en el extranjero, y según sus niveles de cooperación con otros
organismos públicos. Es importante identificar si dichos planes poseen una coherencia transversal
entre las instituciones participantes, debido principalmente a que la solución a este fenómeno
radica –según nuestra opinión- en el trabajo integrado basado en la colaboración y generación de
políticas transversales entre las instituciones del estado participes de le Mesa Intersectorial de
Trata de Personas.

1) Capacitaciones en Chile;

- Solo Carabineros, PDI y el Ministerio Publico se destacan por informar distintas


instancias en las que han colaborado y participado en lo que respecta al número de
capacitaciones en las que han participado. Cabe señalar que se demuestran sinergias
entre las tres instituciones donde en ocasiones son las policías las que han capacitado
a los fiscales y viceversa.

- Un segundo grupo (Ministerio del Trabajo, Justicia, SENAME), se sitúa en un marco de


un número de capacitaciones considerablemente más bajas -máximo 3- en
comparación al primer grupo, llegando al punto de confundir capacitaciones con
reuniones sobre la materia (Ministerio de Justicia). Se destaca la participación e
iniciativa del SENAME, al haber desarrollado 3 programas de capacitación a nivel
intersectorial.

- Por último, DIRECTEMAR, estableció claramente la falta de “existencia” de dichas


capacitaciones por parte de su institución, mientras que los Ministerios de Relaciones
Exteriores, Interior y Seguridad Publica (Subsecretaria de Prevención del Delito),
SERNAM, y la ANI, no se pronunciaron en sus respuestas respecto del tema.
19

2) Capacitaciones en el Extranjero;

- Solo Carabineros y PDI, se destacan por tener un flujo frecuente de capacitaciones en el


extranjero en la materia, mientras que tanto el Ministerio del Interior y Seguridad Pública
(SPD), como el SERNAM, muestran a lo menos una participación en actividades fuera del
país.

- Tanto DIRECTEMAR, como el Ministerio del Trabajo establecieron claramente la falta de


capacitaciones internacionales por parte de sus instituciones, mientras que los Ministerios
de Relaciones Exteriores, SENAME, ANI, y el Ministerio Publico, no se pronunciaron en sus
respuestas respecto del tema.

3) Cooperación con otros Organismos Públicos;

- Solo Carabineros, PDI, y el Ministerio público, reportaron colaborar “siempre”, con otros
organismos públicos en materia de trata de personas. Esta situación se correlaciona
directamente con el apartado de Capacitaciones en Chile donde el triunvirato formado por
estas instituciones ha mostrado, según las respuestas entregadas, sinergias institucionales
que merecen replicarse hacia el resto de las instituciones miembros de la Mesa
intersectorial de Trata de Personas.

- Un segundo grupo estableció niveles de cooperación “ocasional” en la materia,


incluyendo al Ministerio de Relaciones Exteriores, Justicia, y el SENAME.

-Por último, DIRECTEMAR, estableció que no existen antecedentes al respecto de dichas


colaboraciones, mientras que los Ministerios del Trabajo, Interior y Seguridad Publica
(Subsecretaria de Prevención del Delito), SERNAM, y la ANI no se pronunciaron en sus
respuestas respecto del tema.

Una cuarta variable a tomar en consideración desde la perspectiva de la “Capacitación”,


corresponde al acápite de IDENTIFICACIÓN DE NECESIDADES incorporado al cuestionario, el cual,
demuestra a nivel transversal por parte de todos los entes involucrados la necesidad explicita de
obtener más capacitaciones en el tema, a nivel inductivo (introducción a la problemática),
legislativo -nacional e internacional-, investigativo, procesales, fiscalización en terreno, formación
de profesionales, y modelo de atención a víctimas de la trata de personas. Se destaca la propuesta
del SERNAM, respecto de incorporar al trabajo de capacitación a ONGs, colaboradoras del aparato
del Estado en esta materia (ONG Raíces y Jesuitas Migrantes).

De los datos entregados, podemos generar tres grupos para comparar su desarrollo en materia de
trata de Personas. El primero, corresponde al grupo que posee amplios niveles de concordancia
con la función de “Capacitación” descrita, grupo que incluye a Carabineros, PDI, y el Ministerio
20

Publico. El segundo grupo corresponde a Instituciones del Estado, que si bien entienden la
importancia del tema, poseen una baja participación en procesos de aprendizaje en la materia,
generalmente aislados, y dependientes de la invitación de otros actores para incorporarse al
estudio de la materia, donde se incluyen, Ministerio de Justicia, Relaciones Exteriores, Interior y
Seguridad Pública (SPD), SENAME, y SERNAM. Finalmente, el tercer grupo corresponde a
instituciones que no poseen -o no respondieron-, a las cuestiones que a capacitación refiere
dentro del cuestionario enviado, donde se encuentran DIRECTEMAR, Ministerio del Trabajo, y la
Agencia Nacional de Inteligencia.
21

INFERENCIAS

Del análisis de los acápites anteriores podemos inferir unaserie de situaciones importantes de
tomar en cuenta a la hora de diseñar un sistema que pretenda intervenir de lleno la problemática
de la trata de Personas en nuestro país.

1) Se demuestran una clara segregación de los grupos basados en la experiencia de


las instituciones que los forman. De lo anterior se establece, acorde al análisis de
las respuestas entregadas, que Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones y el
Ministerio Publico son los entes mejor preparados y consientes de la problemática
de la Trata de Personas, probablemente debido al involucramiento directo que a
nivel operacional poseen dado a la naturaleza de sus instituciones. Sin perjuicio de
lo anterior, se ven discordancias en la tratativa del tema entre ambas policías, y
divergencias sustanciales en lo que al análisis estadístico de las bases de datos que
cada una de estas posee con respecto de la otra, provocando una discordancia que
en este minuto nos sume en la imposibilidad de establecer con claridad la real
envergadura (cuantitativa) del problema de la trata de personas dentro de nuestro
país. La homologación de criterios y estándares cuantitativos para la estructuración
de las bases de datos de las Policías y el Ministerio Publico se hace imperante para
poder delinear las estrategias que a nivel de recurso se requieren para lograr
soluciones eficientes y eficaces.

2) La realización de Perfiles de Riesgo, Protocolos de respuesta, y la falta de


Coordinación Intersectorial demuestran una tremenda brecha entre las
instituciones y su nivel de concientización sobre la materia. A modo de ejemplo, en
materia de perfiles de riesgo para la prevención de la trata se encuentran limitadas
a la perspectiva criminal (solo Carabineros y PDI poseen), haciendo imposible una
mirada más global de la problemática que da origen a este tipo de delincuencia.
Ello denota la falta de participación transversal a nivel institucional –
principalmente de los ministerios de gobierno- respecto de incorporar una visión al
problema cercana a sus ámbitos jurisdiccionales, donde los factores de pobreza,
abandono social, política migratoria, estudio de género, etc. Lo anterior demuestra
una falta de integración, la cual genera una barrera para poder generar respuestas
multisectoriales a una problemática multidimensional, lo cual hace prioritario que
se definan los roles que las distintas instituciones participantes de la Mesa
22

Intersectorial de Trata de Personas poseen, de manera tal de poder homologar


prácticas y focalizar los recursos según las funciones de los distintos actores.

3) Desde la perspectiva de la capacitación se establecen nuevamente sendas brechas


entre los estamentos de investigación operación (Policías y Ministerio Publico),
respecto de sus contrapartes políticas (Ministerios), para la generación de una
conciencia común que les permita a quienes asignan los recursos, desarrollar los
niveles de conciencia equitativos a los de quienes los utilizan para poder
contrarrestar este fenómeno desde la perspectiva criminal. Es justamente esta
asimetría entre los niveles de conciencia –sustentados por la capacitación-,
existente entre el ente político estratégico y nuestras fuerzas en terreno, lo que
probablemente lleva a tener sendas diferencias entre los niveles de capacitación
de ambos. La necesidad de generar lineamientos estratégicos comunes a TODAS
las instituciones miembros de la Mesa intersectorial de Trata de personas, obligara
a generar una conciencia colectiva a nivel institucional en la materia, permitiendo
cerrar las brechas e incorporar lineamientos propios de la perspectiva de cada uno
de los ministerios involucrados, de forma tal de poder responder por múltiples
vías, y no solo limitar la solución de este flagelo al ámbito policial.
23

PROPUESTA DE TRABAJO

La Mesa intersectorial sobre trata de personas, encabezada por la Subsecretaría de


interior ha propuesto, en materia de prevención, definir los contenidos, estrategias y
alcances de una campaña preventiva de alcance nacional.

Esto, como se ha indicado, en línea con el Protocolo y con el primer nivel de


propuestas en materia de prevención. Acciones similares han sido incluidas en los
planes de acción de otras naciones de la región, como la citada política de Bolivia y el
Reglamento de la Ley Mexicana para Prevenir y Sancionar la Trata de personas, que
incluyen entre sus contenidos “establecer campañas que motiven a la ciudadanía a
denunciar el delito de trata de personas”20.

Se considera, en función de los antecedentes aportados por el diagnóstico, que esta es


una acción es pertinente y recomendable, aunque resulta de gran relevancia que
considere las dinámicas propias del fenómeno, en particular el hecho de que las
víctimas de trata de personas han sido vulneradas en sus derechos fundamentales,
entre ellos diversas libertades personales.

En este sentido, el diagnóstico de Tratas, del año 2008 para Chile, recuerda que
algunas de las formas de violencia ejercidas contra las víctimas en la fase de
explotación incluyen los “insultos evitables contra las necesidades humanas básicas”,
entre los que se encuentran:

“Contra las necesidades de libertad: la negación de derechos, la disminución de


opciones vitales, la cosificación y la despersonalización. La experiencia de trata niega
la autonomía de la persona a nivel de su integridad corporal básica. A la víctima no se
le permite decidir si comerá o no comerá, no se le permite decidir si ella puede
sentarse ni cuándo y, en muchas ocasiones, se daña y se invade su cuerpo. En gran
parte de los casos, este proceso de deshumanización llega al nivel de sustraer los
documentos personales de la víctima y de darle una identidad falsa a cambio”. 21

Es evidente que, en tales condiciones, las posibilidades de denunciar, aun cuando


exista la voluntad de hacerlo, son escasas. La información sobre los casos conocidos,
presentados en la misma investigación y solidaria de la información internacional en la
materia, indica que quienes efectivamente denuncian son las víctimas que escapan de

20
Artículo 27 de la referida Ley.

21
Investigación sobre trata de personas en Chile. OIM/Chile, 2008. Página 66.
24

su situación o en aquellos casos que, por su especial gravedad, resultan de


conocimiento de las autoridades.

Más aún, la voluntad de denunciar, puede afirmarse, se encuentra, en el caso de


muchas víctimas, profundamente afectada por las consecuencias que la violencia tiene
sobre la salud física y mental. Entre los síntomas de salud mental detectados en casos
de víctimas se encuentran síntomas depresivos, ansiosos y violentos. En este sentido
la falta de interés en las cosas, presente en un 73% de entrevistadas 22 puede ser un
indicador de las múltiples y complejas consecuencias que limitan las posibilidades de
acción de las propias víctimas, representando una barrera para la denuncia.

Las dinámicas propias de este tipo de violencias deben, por tanto, ser consideradas en
el diseño de una eventual campaña comunicacional, la que debe, en cualquier caso,
estar orientada no solo a las víctimas, sino también a potenciales testigos o actores
que puedan entregar antecedentes sobre estas situaciones y a víctimas potenciales.

En este último sentido, es importante, por tanto, que el público general se encuentre
informado sobre la trata de personas, como una problemática real y presente en la
sociedad, relevante, por sus consecuencias sobre las personas, y compleja por sus
dinámicas.

Es importante que el público general y las víctimas potenciales reciban información


sobre las diferentes formas que la trata de personas puede asumir, en sus etapas de
captación, traslado y explotación.

En este último sentido, la campaña de debe informar, desde ejemplos concretos (que
pueden ser conocidos por la caracterización de casos reales, tanto nacionales como
internacionales) sobre los medios de los que se valen los captadores tanto para
contactar a las víctimas, como para cometer el delito (engaño, coacción, abuso de
situación de vulnerabilidad, venta).

También se debe informar sobre las múltiples formas de violencia que se ejerce sobre
las víctimas tanto durante el traslado, como durante la fase de explotación y asociado
a los elementos anteriores, sobre el estatus de víctima que asiste a quienes sufren
estos delitos y las existencia de alternativas de asistencia.

Tales antecedentes puede resultar de utilidad para prevenir el delito entre víctimas
potenciales, para favorecer la detección y denuncia, por parte del público general, para
favorecer la interrupción de la explotación por parte de las víctimas y para
desincentivar el consumo de servicios prestados por víctimas en el caso de

22
StolenSmiles. Reporto n Phyisical and PsychologicalHealthConsequences of Woman and
Adolescentstrafficked in Europe. The London School of Hygiene& Tropical Medicine, 2006.
25

consumidores que dan factibilidad a las actividades lucrativas sustentadas en


situaciones de trata de personas.

Este último elemento no debe, en ningún caso, dejar ser considerado, pues a
diferencia de las dos sociedades latinoamericanas que han implementado acciones de
este tipo y que han sido comentadas, Chile no solo es una sociedad con un problema
de vulnerabilidad social frente a la trata de personas, es decir, no solo es una sociedad
que puede producir víctimas, sino que también es una fuente de demanda de víctimas.

De hecho, el diagnóstico del año 2008, como se ha comentado en los antecedentes,


entregaba información sobre la preponderancia de la trata internacional sobre la
interna y registraba, esencialmente, casos de personas sometidas a explotación en el
país, más que personas en situación de, por ejemplo, tránsito.

Los reportes internacionales de hecho, hacen escasa referencia a víctimas provenientes


de Chile, sin embargo, el fenómeno asociado a víctimas explotadas en Chile es
evidente a partir de los datos.

De esta manera, una campaña de sensibilización que incluya, como objetivo, a los
potenciales demandantes de servicios provistos por víctimas de trata de personas, por
ejemplo, en el ámbito del comercio sexual (como es el caso de una iniciativa
contemplada en el plan de acción de Noruega), estaría adecuadamente orientada, no
solo a un problema de oferta, sino también de demanda asociada a este lucrativo
mercado.

Sobre las estrategias de implementación de una eventual campaña, estas deben estar
dirigidas al público general, pero focalizadas, a su vez, a las poblaciones o instancias
de mayor riesgo, los que pueden ser determinados desde los antecedentes aportados
en la sección de control, en particular lo relativo a los perfiles de riesgo y que, en
cualquier caso, puede basarse en la descripción del fenómeno a nivel nacional e
internacional.

Del mismo modo, la campaña preventiva asume la existente de planes específicos de


asistencia que reconozcan a las víctimas de estos delitos y que ofrezcan servicios
especialmente orientados a sus necesidades.

Como se ha señalado anteriormente, el fenómeno de la trata de personas es altamente


complejo, tanto por la dinámica del proceso de explotación, que incluye múltiples fases
y actores involucrados, como por la condición de vulnerabilidad previa en que se
encuentran muchas víctimas, la posición en que coloca a la víctima, sus derechos (por
un lado en cuanto víctima y por otro en cuento infractor –en muchas ocasiones- de la
legislación migratoria), y las consecuencias, estado y posición en que coloca a la
víctima.
26

Algunos estudios muestran que las víctimas se encuentran en una situación previa de
elevada vulnerabilidad “Mas de la mitad de los encuestados (60%) reportaron alguna
forma de violencia previa a ser traficados, con un 32% habiendo sido abusado
sexualmente y un 50% habiendo sido atacado físicamente” 23.

Los reportes internacionales, por lo demás, definen, entre las características de los
lugares de origen y situaciones previas de las víctimas, como de alta vulnerabilidad,
especialmente económica, asociadas a poblaciones especialmente vulnerables, como
son las mujeres y los menores de edad. En el caso de éstos últimos un antecedente
relevante es que uno de los principales medios de captación de las víctimas de trata,
en el caso de menores de edad, es la venta o entrega a los tratantes por parte de un
familiar.

El Diagnóstico de Tratas, del año 2008, para Chile, revela que el 9,5% de las víctimas
fue captada y entregada a los tratantes por parte de un familiar, siendo este el tercer
modo de captación más frecuente. 24 Sirva este antecedente como referencia a los
contextos de vulnerabilidad de los que provienen las víctimas.

Para muchos planes y políticas de otros estados, estas son condiciones determinantes
en el fenómeno, por lo que se han implementado planes de intervención en países de
origen de víctimas de trata para mejorar las condiciones de vida, especialmente en lo
relativo al acceso al empleo y la integración social.

En cuanto a la dinámica, en muchas ocasiones la víctima es un participante activo en el


proceso de explotación, aunque lo sea debido a la aplicación de medios de engaño o
explotación de vulnerabilidades.

“Las víctimas, en su mayoría mujeres, niñas/os y adolescentes, provienen, principal,


aunque no exclusivamente, de sectores empobrecidos y entornos donde la vulneración
de derechos es asunto cotidiano. Esta situación es utilizada por las y los captadores
(“enganchadores/as”) quienes, generando un clima de cercanía, seguridad y, por sobre
todo, un mundo de ensueño les engañan, valiéndose de la precariedad de sus
condiciones de vida, de la desinformación y del legítimo deseo de las personas de tener
nuevas, rápidas y mágicas oportunidades para cambiar su vida” (Entrevista ONG
Raíces).

23
StolenSmiles: a summary reporto n thephysical and psychologicalhealthconsequences of women and
adolescentstrafficked in Europe. The London School of Hygiene& Tropical Medicine, Londres, 2006. Página
12.

24
Estudio de Tratas, 2008, página 50.
27

“A nivel psicológico, la aceptación de estas ofertas falsas, vengan de un/a conocido/a,


desconocido/a o a través de la prensa o internet, puede provocar en las víctimas la
sensación de culpabilidad o disminución de la autoestima por el hecho de no haber
percibido con anterioridad la falsedad de la oferta. También pueden darse sentimientos
de culpabilidad si la persona se siente responsable de lo que le ocurre, habiendo
aceptado la oferta a sabiendas de la dificultad existente para migrar, en el caso de que
la migración se esté realizando de modo ilegal” 25

Como se comentó en los antecedentes, los múltiples medios de comisión de la trata, el


más frecuente de los cuales es, en el caso de Chile, el engaño (98% de los casos26),
implica una anulación de la libertad de elección de las víctimas, haciendo que el
elemento del consentimiento sea irrelevante, sin embargo, y desde la perspectiva de la
víctima, el engaño en el proceso de explotación es relevante, pues genera
desconfianza, temor y sentimientos de culpa, percibiéndose, las víctimas mismas,
como infractores.

Diversos antecedentes describen las amplias consecuencias negativas que la


victimización por el delito de trata de personas tiene sobre las víctimas. En el caso de
las víctimas menores de edad, una investigación nacional describe tales consecuencias
en los siguientes términos:

“Síntomas depresivos e inestabilidad emocional, baja autoestima, conductas auto-


destructivas, temor, culpa, vergüenza, aislamiento, secuelas de salud física y mental,
desconfianza hacia el entorno manifiesta por medio de indiferencia”(Investigación ONG
Raíces).

Durante la fase de explotación, por su parte, las víctimas ven denegados sus derechos
humanos en múltiples formas que fueron, de hecho, descritas en la sección dedicada a
prevención, bajo el concepto de “insultos evitables contra las necesidades humanas
básicas”.

Además de la denegación de derechos, libertades y necesidades básicas, las víctimas


experimentan violencia física, psicológica y, en muchas ocasiones, sexual.

A partir de los datos de encuestas aportados por las investigaciones 27 , es posible


afirmar que un elevado porcentaje de las víctimas (en la muestra estudiada) sufrieron

25
Estudio de Tratas, 2008, página 68.

26
Id.
27
StolenSmiles: a summary reporto n thephysical and psychologicalhealthconsequences of women and
adolescentstrafficked in Europe. The London School of Hygiene& Tropical Medicine, Londres, 2006. Página
12.
28

violencia física (76%), o sexual (90%), amenazas ya sea a la víctima (89%) o a su


familia (36%), y el 77% de las víctimas encuestadas, por lo demás, no tenían libertad
de movimiento en ningún momento.

Estas consecuencias no solo son nocivas para la víctima, sino que plantean limitaciones
adicionales para la participación de la víctima en cualquier proceso de intervención
sobre la victimización, en particular por la generalizada desconfianza, la que incluye a
las instituciones del Estado. Adicionalmente le colocan en una posición de extrema
vulnerabilidad que puede hacer más probable su re-victimización por el mismo delito

“Inmediatamente después de una experiencia de ser tratada, muchas mujeres están


abrumadas con problemas mentales y físicos múltiples y concurrentes. De 0 a 14 días,
más del 57% de las mujeres experimentaron 12 o más síntomas de salud físicos que
les causaron dolor o incomodidad… Muchos síntomas de salud mental duraron mucho
más. Más del 70% de las mujeres reportaron diez o más síntomas de salud mental
asociados con depresión, ansiedad y hostilidad en los primeros 14 días.”28

Las consecuencias descritas también tienen efectos sobre las iniciativas de asistencia
que se diseñen para las víctimas de trata de personas. En este sentido es de vital
importancia que estas consideren activamente la prevención de la victimización
secundaria, traducida, comúnmente en culpabilización de la víctima, que se respeten
plenamente sus derechos, por medio de la protección efectiva y de la asistencia
reparatoria (a que, como hemos indicado, se refiere el Protocolo) y por medio de una
relación no instrumental de las instituciones con las víctimas.

En este último sentido, se ha planteado la necesidad de que la asistencia a las víctimas


–incluyendo su eventual permanencia en la sociedad de destino- no esté condicionada
a colaboración con los procesos judiciales, lo que es contrario a las prácticas
comúnmente aplicadas en otros estados.

A partir de los anteriores antecedentes, en particular en lo relativo a la desconfianza


que sufren las víctimas como consecuencia de su situación de explotación, y en línea
con lo planteado por el Protocolo de Palermo en su artículo 6° punto 3, que sostiene
que “Cada Estado Parte considerará la posibilidad de aplicar medidas destinadas a
prever la recuperación física, sicológica y social de las víctimas de la trata de personas,
incluso, cuando proceda, en cooperación con organizaciones no gubernamentales,
otras organizaciones pertinentes y demás sectores de la sociedad civil…” , es necesario
que las acciones de asistencia consideren, de manera activa, a las organizaciones de la
sociedad civil con experiencia en la materia y que puedan éstas participar en las
políticas que se diseñen para asistir a las víctimas.

En este sentido, tales organizaciones pueden aportar con sus redes, a los fines de
detección, prevención, derivación y provisión de asistencia, permitiendo una acción

28
Id.
29

coordinada y facilitando el acceso a las víctimas que, como se ha indicado y, resulta


evidente en función de las dinámicas del fenómeno permanecen, en muchas ocasiones,
invisibilizadas.

Las acciones que se deben emprender en materia de asistencia pueden sintetizarse en


los siguientes elementos:

 Desarrollo de un protocolo de asistencia integral a víctimas de Trata de


personas, que defina los componentes, contenidos y fases de la intervención
reparatoria integral, y la manera en que las diversas instituciones se
coordinarán para proveerla, ya sea conjuntamente o por separado.

 Asociado a lo anterior se deben definir los mecanismos de coordinación y


derivación entre las diversas instituciones, incluyendo estándares mínimos de
atención (por ejemplo en lo relativo a los plazos de espera para el acceso a
intervención, y los medios de evaluación de ésta).

 El sistema de intervención diseñado debe, necesariamente, incluir a las


organizaciones que, desde la sociedad civil, han intervenido en la materia.

 El sistema de asistencia debe coordinarse adecuadamente con las políticas


migratorias y de persecución penal a fines de garantizar la adecuada protección
y asistencia a las víctimas, sin encontrarse ésta condicionada a la participación
de las víctimas en los procesos criminales.

 Por último, la asistencia debe considerar el necesario apoyo a la provisión de las


necesidades básicas de las víctimas, como son el acceso a alojamiento,
alimentación y acceso a condiciones de vida mínimas que impliquen una mejora
sustancial en relación a su situación previa de explotación.

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