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Nº89

¡Lo que
sembramos,
cosecharemos!
m onio
Testi
Una experiencia inolvidable
–Ven, Miguel, vamos a la chacra. Es tiempo de sembrar el maíz –dijo doña
Marta a su hijo.
El muchacho se levantó de mala gana y siguió los pasos de su mamá
quien llevaba en un balde los granos de maíz.
Al llegar a su campo, doña Marta se dirigió a su hijo, diciendo:
–Miguel, este año tú serás el responsable de sembrar el maíz.
Escúchame bien, te mostraré cómo tienes que hacerlo.
Doña Marta alzó unos granos y los metió en la tierra, mientras
le explicaba cómo y a qué distancia tenía que sembrarlos.
También le mostró cómo tenía que taparlos con tierra y
regarlos.
–¿Está todo claro, hijo? –preguntó
doña Marta.
Miguel asintió con la cabeza. Entonces la mamá le entregó el
balde con los granos, se despidió y lo dejó solo en el campo.
Lo que siembras…
El niño tomó un puñado de los granos y empezó a sembrar uno
tras otro, tal como su mamá le había indicado. Pero ya dentro de
poco tiempo, se aburrió. El sol quemaba demasiado fuerte y
Miguel se sintió muy cansado. Entonces se le ocurrió una idea
para terminar más rápidamente su trabajo… Cavó un hoyo grande y
vació ahí el resto de los granos. Antes de cubrirlo con tierra miró disimuladamente a su
alrededor para asegurarse que nadie lo había visto. Luego se echó en la sombra debajo de
un árbol y esperó. Cuando pensó que había pasado el tiempo que hubiese necesitado para
sembrar todo, Miguel regresó a su casa, como si nada hubiera pasado.
… es lo que cosecharás Tarde o temprano saldrá
Después de unas semanas, doña Marta le dijo a su hijo: a la luz lo que hacemos.
–¡Iremos al campo para ver cómo está creciendo el maíz!
Miguel se asustó, pero no tenía más remedio que acompañar a su mamá.
Cuando llegaron a la chacra vieron las pequeñas
plantas de maíz creciendo en fila. ¡Qué lindo!
Pero de repente percibieron todo un montón
caótico… ¡muchas plantitas de maíz luchando
por un poquito de espacio, sol y tierra! Y
después de eso, ya no había nada más.
Doña Marta miró a su hijo, quien
bajó la cabeza, y le dijo:
–Ahora sale a la luz lo que has hecho.
¡Cosecharás lo que sembraste!
Narrado por Susi, según una canción
2
Acert
ijo

Cinco hermanos sembraron flores. Lee cuidadosamente las frases


para descubrir todos los datos que necesitas para colorear las flores y
las macetas y asignarlas a sus dueños. Al final, contesta la pregunta.
1 Verde es el color favorito de Rolando.
2 En la maceta marrón está la flor naranja.
3 La planta de Manuel no está al lado de la planta de Rolando.
4 La maceta azul se encuentra al lado de la flor blanca.
5 La flor amarilla se encuentra en el medio.
6 Entre la maceta azul y la planta de Valentina se encuentra la maceta verde.
7 La flor rosada está al lado de la maceta roja.
8 Antonia odia las flores blancas, pero Leticia las ama.
9 La flor roja no se encuentra al borde.
10 A la derecha se encuentra la maceta roja.

¿A quién pertenece la flor en la maceta negra?

Nombre

Querido Choclito:
Te enviamos una ofrenda para que sigas haciendo las lindas historias que tanto nos gustan.
Te mandamos un abrazo y que Dios te bendiga toda la vida.
Con cariño los niños y niñas del 3ro del colegio “Canaán” – Cochabamba,
Bolivia

Queridos niños y niñas del colegio “Canaán”:


¡Muchísimas gracias por su linda carta y por su ofrenda! Eso me anima a
seguir trabajando para que más y más niños en todo el continente reciban
la revista “Rescatados” y conozcan a nuestro gran amigo Jesús. ¡Que Dios
los bendiga siempre!
Un abrazo de oso de su amigo Choclito

3 Solución del acertijo Nº 88: Noé, Abigail.


ria
Histo lica
Bíb
Ester salva
El corazón de la reina Ester latía muy
fuerte cuando entró sin permiso al
patio donde estaba sentado en su
trono el rey Asuero. ¿La recibiría o la
condenaría a muerte? Cuando el rey
Asuero le extendió el cetro de oro, una
señal de que ella había logrado su
favor, Ester se acercó. Entonces el rey
le preguntó:
–¿Qué deseas, reina Ester?
–Si al rey le agrada –contestó ella–
venga hoy al banquete que ofrezco en su honor, y traiga también a Amán.
Entre alegría y furia
Durante el banquete, el rey volvió a preguntar a su esposa:
–¿Cuál es tu petición?
–Le ruego que venga mañana con Amán a otro banquete. Entonces le daré
mi respuesta.
Amán salió muy contento del banquete, sin embargo, cuando vio que el judío
Mardoqueo no se había puesto de pie al verlo pasar, se enfureció mucho. Llegando
a su casa, Amán se reunió con sus amigos y con su esposa y se jactó de sus riquezas
y de los honores que había recibido del
rey. Pero también les comentó que todo
eso no valía nada, mientras Mardoqueo
estuviera sentado a la puerta del palacio.
Entonces le aconsejaron:
–Manda a construir una horca de unos 22
metros de altura y mañana pídele al rey
que cuelgue en ella a Mardoqueo.
Esta idea le gustó a Amán y mandó a
preparar la horca.
Mal calculado
Aquella noche el rey no pudo dormir, así que mandó que le leyeran del libro de
la historia de su reino. En él descubrieron el relato de cómo Mardoqueo había
salvado la vida del rey, denunciando a dos guardias que querían asesinarlo.
Cuando el rey preguntó a sus funcionarios qué reconocimiento había recibido
Mardoqueo por eso, le respondieron que nada. En aquel momento se acercó
Amán para pedirle al rey que Mardoqueo fuera colgado en la horca. El rey le
hizo pasar y le preguntó:

4
a su pueblo
–¿Qué debo hacer para honrar a un hombre que verdaderamente me agrada?
Amán pensó que el rey quería honrarle a él y le respondió:
–Ese hombre debe ser llevado por uno de
los funcionarios más nobles por las calles
de la cuidad en el caballo del rey, vestido
de una túnica real y puesta la corona real
en su cabeza. Y a su paso se debe
proclamar: “¡Así se trata al hombre a
quien el rey desea honrar!”
–¡Perfecto! –contestó el rey– ¡Haz todo lo
que has dicho con Mardoqueo!
Amán se asustó, pero no le quedó otra cosa
que honrar al hombre que tanto odiaba…
Quien fosa cava, en ella caerá
Más tarde en el banquete, Ester reveló al rey su petición:
–Si he logrado el favor del rey, pido que
mi vida y la vida de mi pueblo sean
libradas de la muerte, porque hemos sido
vendidos para ser destruidos por
completo.
–¿Quién sería capaz de hacer semejante
barbaridad? –preguntó el rey.
–¡El enemigo es este malvado Amán!
–exclamó Ester.
Amán se puso pálido de miedo e imploró a
¡Tenemos que aceptar
Ester por su vida. Pero el rey en su furia ordenó que fuera colgado en la
las consecuencias de
misma horca que Amán había preparado para Mardoqueo.
todo lo que
¡Tenemos que aceptar ¡Salvados!
las consecuencias de La reina Ester se presentó nuevamente ante el rey,
todo lo que hacemos! suplicando que anulara la orden de matar a todos los
judíos. Pero una orden real no podía ser revocada. Entonces el
rey Asuero dictó un decreto que daba a los judíos autoridad
para unirse y defender sus vidas. De esta manera, el
pueblo judío se salvó de una masacre terrible. ¡Con este
propósito Dios había permitido que Ester llegara a ser
reina y gracias a su valentía, los judíos fueron salvados
de sus enemigos!
Historia bíblica según Ester 5-10; por Susi

5
rieta
Histo

6
Aplica
ción
Qué quieres cosechar?
Todo lo que sembramos, cosecharemos. Así de simple es. Si
sembramos papas, cosecharemos papas. Si sembramos arvejas,
cosecharemos arvejas. Si sembramos mucho, cosecharemos
mucho. Si sembramos poco, cosecharemos poco. Es lógico,
¡¿verdad?!

Este principio no solamente es vigente en la agricultura,


también se aplica en nuestra vida personal. Nuestras actitu-
des, acciones y palabras son semillas que sembramos cada
día. Ellas determinan qué tipo de “fruto” tendremos en
nuestras circunstancias y relaciones. Lo vemos muy bien
en la vida de Amán, quien sembró odio, destrucción y
muerte. ¿Cuál fue su cosecha?
Fue destruido y ejecutado. Mardoqueo, en cambio, sembró
lealtad y cosechó honor. Tenemos que llevar las conse-
cuencias de lo que hacemos.

¿Quieres tener buenos amigos? Entonces sé un amigo leal.


¿Quieres sacar buenas notas? Entonces estudia mucho.
¿Quieres que la gente a tu alrededor te trate con amabili-
dad? Entonces sé atento y siembra sonrisas. ¿Quieres tener
un cuerpo bien entrenado? Entonces haz ejercicio y cuida tu
alimentación. ¿Quieres que los demás confíen en ti? Entonces sé
honesto y habla la verdad. El fruto que recogemos depende de la
semilla que plantamos.

¿Qué estás Hay cosechas que segamos rápidamente, otras tardan mucho.
sembrando? Pero no nos engañemos, el tiempo de la siega llegará como dice el
versículo para memorizar. Por lo tanto, ¡escojamos cuidadosamente
las semillas y sembremos lo bueno en abundancia!
Susi

Versículo para memorizar


No se engañen. Dios no puede ser burlado.
Todo lo que el hombre siembre, eso
también cosechará.
Gálatas 6:7

7
ón
Seccui cativa
Ed
¡Cultiva tus propias papas!
¿Te gusta comer papas? ¡Hoy aprenderás cómo cultivar tus
propias papas! Sigue las instrucciones y dentro de unos
meses podrás disfrutar el fruto de tu siembra.
Pon unas papas en un lugar cálido donde reciben
mucha luz hasta que empiecen a salir brotes
fuertes.
Toma una maceta de unos 60 centímetros de
profundidad y perfora algunos agujeros en la base.
Luego llena la maceta con tierra.
Introduce dos a tres papas 10 centímetros debajo de la
tierra con los brotes hacia arriba. Si siembras las papas
en tu huerto, mantén una distancia de 30 centímetros
entre ellas.
Coloca la maceta donde reciba la mayor cantidad
posible de luz.
Riega la planta cuando sientas que la tierra está seca.
La tierra debe estar húmeda, pero no saturada.
Con el paso del tiempo verás que la planta se irá desar-
rollando. Primero crecerán las raíces, después los tallos
y las hojas y al final las flores y los tubérculos.
A medida que la planta va creciendo, añade capas
¿Sabías que la papa es
de tierra para ir cubriendo los tallos.
uno de los alimentos más Si notas que las papas están creciendo sobre la
importantes del mundo y superficie, cúbrelas con tierra.
que existen más de Cuando la planta empieza a florecer, se acerca la
5.000 variedades? cosecha. Espera que las hojas se vuelvan amarillas y
comiencen a marchitarse. Entonces deja de regarla y
espera una a dos semanas más.
Para cosechar tus papas, afloja la tierra y mete la mano con
cuidado bajo la planta para sacar las papas.
¿No te parece un milagro cómo las papas se multiplican
bajo la tierra? ¡Las maravillas de nuestro Dios realmente
son sorprendentes!
Susi
¡Envíanos tu foto para que la publiquemos en este espacio!

«Rescatados» • Casilla 139 • La Paz - Bolivia


Publicación bimestral dedicada a los niños.
email: rescatados@mensajedepaz.org
Para adultos y jóvenes recomendamos el
periódico mensual Mensaje de Paz.
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