Está en la página 1de 5

Universidad Nororiental Privada

Gran Mariscal de Ayacucho


Facultad de Derecho

Análisis de una sentencia sobre


Embargo
Tema 9 y 10
6to Semestre
Régimen semestral
Sección:
Derecho Procesal Civil
Prof. Atilio Peña

Integrantes:
Francisco Arayán C.I: 16.485.323
Johana Durán C.I: 18.375.588
Meudi Sinaí Silva C.I.: 28.134.031

Cumana, Junio de 2021


Sentencia nº RC.00066 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala de
Casación Civil de 19 de Febrero de 2008

El presente análisis crítico de esta sentencia la empezaremos a desarrollar diciendo


que esta tuvo como fin declarar un fallo sobre la demanda por concepto de medidas
cautelares decretadas y de medidas de embargo negada, surgida en un juicio y llevado a
cabo por indemnización de daños y perjuicios, siendo la parte demandante la Sociedad
mercantil Gran Boulevard 5 de Julio, C.A. y la parte demandada las sociedades mercantiles
El Paraíso, C.A., J. Brillembourg e Hijos, S.A, Consorcio Inversionista la Venezolana,
C.A. e Inmobiliaria san Joaquín, C.A.

El resultado final de esta sentencia, para hacer un resumen breve, fue declarar un
fallo por El Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación Civil, de la República
Bolivariana de Venezuela, de las tres (3) apelaciones que habían sido interpuestas por la
parte demandante y que habían sido declaradas inadmisibles por el Juzgado Superior
Segundo Accidental en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Zulia.

Ahora bien, a fin de entender el resultado de esta sentencia veamos un recuento de


lo que fueron los actos procesales de este juicio y las diferentes decisiones previas para
luego conocer la opinión y decisión final, a fin de poder visualizar bien cómo se desarrollo
este juicio:

En fecha 27 de abril de 2001, la parte demandante Gran Boulevard 5 de Julio,


solicitó al Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la
Circunscripción Judicial del estado Zulia, medida cautelar innominada de prohibición de
innovar contra las sociedades mercantiles C.A., El Paraíso, J. Brillembourg E Hijos, S.A.,
Consorcio Inversionista La Venezolana, C.A., e Inmobiliaria San Joaquín, a los fines de
que se abstuvieran de movilizar bienes que integren su patrimonio; y medida nominada de
prohibición de enajenar y gravar sobre un bien inmueble propiedad de la sociedad
mercantil Inmobiliaria San Joaquín.

En fecha 7 de mayo de 2001, el Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil y


Mercantil de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, decretó la medida de
prohibición de enajenar y gravar solicitada sobre el bien propiedad de la sociedad
mercantil Inmobiliaria San Joaquín, C.A., indicando a su vez que la medida de prohibición
de innovar sería decretada por auto separado.

Luego se aprecia, que en virtud de haberse impartido homologación al


desistimiento de la apelación interpuesta por la accionada contra la sentencia de mérito,
en el juicio por daños y perjuicios, la parte accionante solicitó al Juzgado Tercero de
Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del estado Zulia,
mediante escrito de fecha 5 de agosto de 2004, que decretase medida de embargo ejecutivo
sobre los bienes muebles e inmuebles de la parte demandada, señalando lo siguiente:

Por auto de fecha 11 de agosto de 2004, el Juzgado Tercero de Primera Instancia


en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, negó la solicitud de
medida de embargo ejecutivo antes mencionada, que hiciera la parte demandante en fecha
5 de agosto de 2004, y que por error material de dicho juzgado, es allí aludida con fecha
12 de agosto de 2004.

El mismo día 11 de agosto de 2004, vista la negativa proferida con igual fecha,
contra la solicitud de medida de embargo ejecutivo antes indicada, la parte demandante
solicitó medida preventiva prohibición de enajenar y gravar sobre bienes inmuebles del
Consorcio Inversionista La Venezolana, y embargo de bienes muebles sobre las cuatro
sociedades demandadas, solicitudes éstas, que fueron acordadas mediante decreto dictado
por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción
Judicial del estado Zulia, en la misma fecha, en el cual igualmente, confirmó el decreto
cautelar dictado en fecha 7 de mayo de 2001, en cuanto a lo concerniente a la medida de
prohibición de enajenar y gravar.
En fecha 19 de agosto de 2004, la parte demandada introdujo escrito mediante el
cual ejerció recurso de apelación contra la decisión de fecha 11 de agosto de 2004,
previamente referida, concretamente contra el proveimiento que confirmó la medida de
prohibición de enajenar y gravar dictada el 7 de mayo de 2001, y a la vez, se opuso al
decreto de embargo preventivo de bienes muebles y de adicionales prohibiciones de
enajenar y gravar bienes muebles, que se profiriera en el mismo fallo de fecha 11 de
agosto de 2004. Así mismo, hizo extensiva dicha oposición al primer pronunciamiento, en
caso de ser declarada inadmisible la apelación propuesta.

En fecha 23 de agosto de 2004, la parte demandante interpuso recurso de


apelación contra la decisión de fecha 11 de agosto de 2004, mediante la cual negó por
improcedente el embargo ejecutivo solicitado sobre los bienes muebles e inmuebles
propiedad de la parte demandada.

En fecha 6 de octubre de 2004, la parte demandada ejerció recurso de apelación.

El Juzgado Superior Segundo Accidental en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la


Circunscripción del estado Zulia, en fecha 10 de mayo de 2006, dictó sentencia en la que
declaró sin lugar las tres apelaciones antes referidas, y confirmó los decretos de fecha 11
de agosto y 4 de octubre de 2004, estableciendo concretamente lo siguiente: sin lugar las
tres (3) apelaciones interpuestas por la parte demandante

Ahora bien, como se podrá ver, mediante el recuento presentado, se desprende que
con el fallo recurrido, dictado el 10 de mayo de 2006, al declarar sin lugar las tres
apelaciones interpuestas ya mencionadas en la narrativa, confirma la medida de prohibición
de enajenar y gravar decretada en fecha 7 de mayo de 2001; confirma el auto de fecha 11 de
agosto de 2004, que niega el embargo ejecutivo solicitado; y confirma el decreto de medida
de prohibición de enajenar y gravar y de embargo de bienes muebles dictado el 11 de
agosto de 2004. Por vía de consecuencia, se mantienen todas las medidas preventivas
decretadas y se anula el decreto de embargo ejecutivo.
También en esta sentencia se puede observar, que con ocasión al desistimiento que
la parte demandada efectuó de la apelación que la misma hiciera en fecha 31 de mayo de
2004, contra la sentencia definitiva, posteriormente homologado el 1 de junio de 2004, sin
que hubiere impugnación alguna dentro de los lapsos establecidos para ello, la sentencia de
mérito quedó definitivamente firme, alcanzando así el carácter de cosa juzgada.

Esto significa que si la sentencia quedo firme, el Tribunal, a petición de la parte


interesada, pondrá un decreto ordenando su ejecución. En dicho decreto el Tribunal dará un
lapso que no será menor de tres días ni mayor de diez, para que el deudor efectúe el
cumplimiento voluntario, y no podrá comenzarse la ejecución forzada hasta que haya
transcurrido íntegramente dicho lapso sin que se hubiere cumplido voluntariamente la
sentencia. Pero Transcurrido el lapso establecido, sin que se hubiese cumplido
voluntariamente la sentencia, se procederá a la ejecución forzada.

No obstante, en cuanto a la decisión, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de


Casación Civil, de la República Bolivariana de Venezuela, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley, Casa de Oficio el fallo recurrido, contra
la sentencia dictada por el Juzgado Superior Segundo Accidental en lo Civil, Mercantil y
del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, de fecha 10 de mayo de 2006,
en la cual declara sin lugar las tres (3) apelaciones. En consecuencia, decreta la nulidad del
fallo recurrido, ordena al juez superior que resulte competente, dicte nueva decisión sin
incurrir en las infracciones aquí señaladas, ordena que se agreguen al cuaderno principal las
actuaciones procesales correspondientes la fase ejecutiva de la causa, que actualmente se
encuentran en el cuaderno de medidas.

También podría gustarte