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Integrantes:
Francisco Arayán C.I: 16.485.323
Johana Durán C.I: 18.375.588
Meudi Sinaí Silva C.I.: 28.134.031
El resultado final de esta sentencia, para hacer un resumen breve, fue declarar un
fallo por El Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación Civil, de la República
Bolivariana de Venezuela, de las tres (3) apelaciones que habían sido interpuestas por la
parte demandante y que habían sido declaradas inadmisibles por el Juzgado Superior
Segundo Accidental en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Zulia.
El mismo día 11 de agosto de 2004, vista la negativa proferida con igual fecha,
contra la solicitud de medida de embargo ejecutivo antes indicada, la parte demandante
solicitó medida preventiva prohibición de enajenar y gravar sobre bienes inmuebles del
Consorcio Inversionista La Venezolana, y embargo de bienes muebles sobre las cuatro
sociedades demandadas, solicitudes éstas, que fueron acordadas mediante decreto dictado
por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción
Judicial del estado Zulia, en la misma fecha, en el cual igualmente, confirmó el decreto
cautelar dictado en fecha 7 de mayo de 2001, en cuanto a lo concerniente a la medida de
prohibición de enajenar y gravar.
En fecha 19 de agosto de 2004, la parte demandada introdujo escrito mediante el
cual ejerció recurso de apelación contra la decisión de fecha 11 de agosto de 2004,
previamente referida, concretamente contra el proveimiento que confirmó la medida de
prohibición de enajenar y gravar dictada el 7 de mayo de 2001, y a la vez, se opuso al
decreto de embargo preventivo de bienes muebles y de adicionales prohibiciones de
enajenar y gravar bienes muebles, que se profiriera en el mismo fallo de fecha 11 de
agosto de 2004. Así mismo, hizo extensiva dicha oposición al primer pronunciamiento, en
caso de ser declarada inadmisible la apelación propuesta.
Ahora bien, como se podrá ver, mediante el recuento presentado, se desprende que
con el fallo recurrido, dictado el 10 de mayo de 2006, al declarar sin lugar las tres
apelaciones interpuestas ya mencionadas en la narrativa, confirma la medida de prohibición
de enajenar y gravar decretada en fecha 7 de mayo de 2001; confirma el auto de fecha 11 de
agosto de 2004, que niega el embargo ejecutivo solicitado; y confirma el decreto de medida
de prohibición de enajenar y gravar y de embargo de bienes muebles dictado el 11 de
agosto de 2004. Por vía de consecuencia, se mantienen todas las medidas preventivas
decretadas y se anula el decreto de embargo ejecutivo.
También en esta sentencia se puede observar, que con ocasión al desistimiento que
la parte demandada efectuó de la apelación que la misma hiciera en fecha 31 de mayo de
2004, contra la sentencia definitiva, posteriormente homologado el 1 de junio de 2004, sin
que hubiere impugnación alguna dentro de los lapsos establecidos para ello, la sentencia de
mérito quedó definitivamente firme, alcanzando así el carácter de cosa juzgada.