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Índice.

Introducción................................................................................................................................3
Los medicamentos utilizados en el tratamiento para el asma y el EPOC............................4
I. Corticoesteroides inhalados...........................................................................................4
II. Broncodilatadores............................................................................................................5
• Agonistas adrenérgicos β2 (simpaticomiméticos).......................................................5
• Metilxantina (teofilina y aminofilina)..............................................................................6
• Agentes anticolinérgicos muscarínicos........................................................................7
III. Cromonas (cromoglicato sódico y nedocromilo sódico)............................................8
IV. Modificadores de leucotrienos (montelukast, pranlukast, zafirlukast, zileutón)......8
V. Tratamiento contra los receptores de IgE.........................................................................9
• Anti-IgE (omalizumab).......................................................................................................9
VI. Inhibidores de la fosfodiesterasa-4 (PDE4)...................................................................9
Conclusión................................................................................................................................10
Referencias bibliográficas.......................................................................................................10
Introducción.

El asma es una enfermedad de las vías respiratorias caracterizada por inflamación de estas e
hiperreactividad, se manifiesta por inflamación y estrechamiento diseminado de las vías
respiratorias, cuya intensidad varía de manera espontánea o debido al tratamiento. Por lo
tanto, algunos estudios señalan que la hiperreactividad se debe a la inflamación y algunos
investigadores creen que la inflamación de las vías respiratorias es la causa de todas las
características asociadas del asma, entre ellas el aumento de la reactividad de las vías, el
edema, la hipersecreción de moco y el infiltrado de células inflamatorias. Las exacerbaciones
pueden estar asociadas a causas que desencadenen una hiperreactividad de las vías
respiratorias como (infecciones víricas, alergenos y exposiciones laborales), de igual forma un
asma mal controlada puede llevar como resultado a la presencia de exacerbaciones. El
tratamiento en el asma es fundamental sobre todo para mantener controlado los síntomas y
prevenir exacerbaciones Shifren A, Byers D, Witt C (2017).
En el caso del EPOC es un trastorno habitual, prevenible y tratable y generalmente progresivo
caracterizado por limitaciones del flujo aéreo. El principal factor de riesgo es el tabaquismo,
pero hay otras exposiciones ambientales, dentro del espectro de la EPOC se reconocen dos
cuadros clínicos extremos: el tipo A o soplador rosado y tipo B o congestivo azul. El
tratamiento en el EPOC es empleado para la reducción de los síntomas y prevenir las
exacerbaciones, mejorando así la calidad de vida del paciente Shifren A, Byers D, Witt C
(2017).
El tratamiento para el asma y el EPOC son empleados para disminuir la sintomatología y
evitar en un futuro las exacerbaciones. En el tratamiento de estas enfermedades es importan
educar al paciente sobre su enfermedad, las habilidades que debe adquirir al ingerir el
medicamento y automonitoreo de sus síntomas para responder rápidamente ante una
exacerbación sobre todo en los pacientes que padecen de asma los cuales deben tener un
plan de acción por escrito y que este sea sencillo y claro de entender para el paciente. Los
medicamentos que se utilizan en estas patologías son los siguientes.

Los medicamentos utilizados en el tratamiento para el asma y el EPOC.


I. Corticoesteroides inhalados.
Según GINA (2019) los corticoesteroides inhalados más utilizados son: beclometasona,
budesónida, propionato de fluticasona, furoato de fluticasona, mometasona y
triamcinolona (PMDI o PDI).

Mecanismo de acción.
Según Goodman and Gilman (2019). En el caso del asma los estímulos inflamatorios
(IL-1β, TNF-α, etc.) activan IKKβ, que activa el factor de transcripción NF-κB. Un
dímero de las proteínas p50 y p65 NF-κB el cual se transloca al núcleo y se une a sitios
de reconocimiento κB específicos y a coactivadores, como la proteína de unión a CREB
(CBP), que tiene actividad intrínseca de histona acetiltransferasa (HAT). Esto tiene
como resultado la acetilación de histonas centrales y la consiguiente expresión
aumentada de genes que codifican múltiples proteínas inflamatorias. La acción de los
corticoesteroides inicia cuando entran en las células blanco y se unen a los receptores
de glucocorticoides (GR) en el citoplasma. El complejo esteroides-GR se desplaza al
núcleo, donde se une a secuencias especificas (coactivadores) para inhibir la actividad
de HAT de dos maneras: directamente y, más importante, reclutando HDAC 2, que
invierte la acetilación de histona, lo que lleva a la supresión de genes inflamatorios
activados.

Por otro lado, Goodman and Gilman (2019). indican que los corticosteroides en el
EPOC no parecen tener ningún efecto antiinflamatorio, ya que al parecer hay un
mecanismo de resistencia activo, que puede explicarse por la afectación de la actividad
de HDAC2 como resultado de la tensión oxidativa.

Indicaciones.
West, B y Luks, M (2017) han indicado que los corticoesteroides inhalados son ahora
el medicamento para control primario (es decir, de uso diario) en todos los pacientes
con enfermedad persistente de cualquier gravedad. Esto contrasta con la EPOC, en la
que los corticoesteroides inhalados se reservan para quienes tienen enfermedad más
grave.

Contraindicaciones.
Los pacientes que están tomando corticoesteroides orales está contraindicado la
suspensión del mismo de forma brusca para cambiarlos por los inhalados debido a que
pueden causar insuficiencia suprarrenal aguda, de igual forma no estos fármacos no
son recomendables en el embarazo como en la tuberculosis y micosis pulmonares que
no estén debidamente controladas. De igual forma la creciente evidencia sugiere que
altas dosis de ICS aumentan el riesgo de neumonía en pacientes con EPOC por lo
tanto están contraindicada dosis muy altas en estos pacientes.

Efectos adversos.
La mayoría de los pacientes que utilizar los ICS no presentan efectos secundarios, pero
entre los efectos locales que pueden presentar los pacientes están (candidiasis
orofaríngea y la disfonía), estos se pueden reducir mediante el uso de un espaciador
con pMDI, así como enjuagarse la boca después inhalar. Las dosis altas a largo plazo
aumentan el riesgo a sufrir efectos secundarios sistémicos como osteoporosis,
cataratas y glaucoma, esto según GINA (2019).

II. Broncodilatadores.
Las tres clases principales de broncodilatadores que están en uso clínico en la
actualidad son:
• Agonistas adrenérgicos β2 (simpaticomiméticos).
Clasificación.
Estos fármacos se pueden clasificar en dos clases indicado por GINA (2019):
1. Agonistas β2 de acción corta.
(salbutamol y terbutalina)
2. Agonistas β2 de acción prolongada.
(salmeterol, formoterol, arformoterol, vilanterol)
Mecanismo de acción.
Según Goodman and Gilman (2019). Los agonistas β2 se unen a los receptores β2 que
se encuentran en el musculo liso bronquial, esta activación de los receptores β2 causa
la activación de AC a través de Gs, ocasionando un aumento del cAMP intracelular y
activación de PKA. La PKA fosforila una variedad de sustratos blanco, dando origen a la
abertura de los canales de K+ activados por Ca2+ (KCa), con lo que se facilita la
hiperpolarización, disminuye la hidrólisis de PI, se incrementa el intercambio de
Na+/Ca2+, aumenta la actividad de Na+, Ca2+-ATPasa y disminuye la actividad de la
cinasa de cadena ligera de miosina (MLCK) y aumenta la fosfatasa de la cadena ligera
de la miosina (MLC). Toda esta reacción se traduce en el relajamiento del musculo liso
bronquial. Los agonistas β2 también pueden causar broncodilatación indirectamente al
inhibir la liberación de mediadores de broncoconstricción de células inflamatorias y de
neurotransmisores de broncoconstricción de los nervios de las vías respiratorias.

Indicaciones.
Los agonistas β2 inhalados son el tratamiento broncodilatador de elección en el asma,
porque son los broncodilatadores más eficaces y tienen efectos secundarios mínimos
cuando se usan correctamente. Los SABA inhalados son los broncodilatadores más
utilizados y efectivos en el tratamiento del asma, debido a su antagonismo funcional de
la broncoconstricción, además de ser los broncodilatadores de elección en el
tratamiento del asma aguda grave. Por otro lado, los LABA han demostrado ser un
avance significativo en el tratamiento del asma y EPOC y junto a los corticoesteroides
inhalado tienes efectos positivos en el control del asma. En el EPOC, los LABA son
broncodilatadores efectivos que se pueden usar solos o en combinación con
anticolinérgicos o ICS. Los LABA mejoran los síntomas y la tolerancia al esfuerzo, al
reducir el atrapamiento de aire y las exacerbaciones. Goodman and Gilman (2019).

Contraindicaciones
Los agonistas β2 están contraindicado en aquellos pacientes que tengan
hipersensibilidad a los adrenérgicos, como en embarazos con complicaciones como
eclampsia o preeclampsia, en pacientes con arritmias o cardiopatías severas las dosis
muy altas de agonistas β2 provocan una estimulación de los receptores β1 miocárdicos
empeorando su condición.

Efectos adversos
Entre sus efectos adversos están los temblores musculares, cefalea, taquicardia,
hipopotasemia, inquietud, hipoxemia y efectos metabólicos (aumento de FFA, glucosa,
lactato, piruvato, insulina). El uso excesivo o una mala respuesta indican un mal control
del asma. esto según GINA (2019).

• Metilxantina (teofilina y aminofilina).


Mecanismo de acción.
Nos dice el Goodman and Gilman (2019) que el mecanismo de acción de la teofilina es
aún incierto, pero se ha estudiado que inhiben las fosfodiesterasas en el músculo liso, lo
que resulta en broncodilatación. Además de su acción broncodilatadora, la teofilina tiene
muchos efectos no broncodilatadores que pueden ser relevantes para sus efectos en el
asma y EPOC.
- Inhibición de PDE: La teofilina es un inhibidor de PDE no selectivo la elevación
concomitante de cAMP celular y GMP cíclico probablemente expliquen la acción
broncodilatadora.
- Antagonismo de los receptores de adenosina: La teofilina antagoniza los receptores de
adenosina ya que la adenosina es la causante de broncoconstricción en las vías
respiratorias de pacientes asmáticos al liberar histamina y leucotrienos.
- Liberación de interleucina 10: La IL-10 tiene un amplio espectro de efectos
antiinflamatorios, y hay evidencia de que su secreción se reduce en el asma.
- Activación de la histona desacetilasa: El reclutamiento de HDAC2 por parte de los
receptores GRS desactiva los genes inflamatorios.
Indicaciones.
Nos indica West, B y Luks, M (2017) que las metilxantinas están indicadas en pacientes
con asma grave y EPOC, estos medicamentos se utilizaron con gran amplitud en el
pasado, pero en la actualidad no es el caso dado lo limitado de su actividad
antiinflamatoria y broncodilatadora con respecto a los β2-agonistas, riesgo de toxicidad
y la necesidad de vigilar de manera regular sus concentraciones en suero. Sin embargo,
siguen siendo un medicamento eficaz como terapia complementaria contra el asma y
EPOC.

Contraindicaciones.
Las metilxantinas están contraindicadas en caso de hipersensibilidad y deben ser
usados con precaución en casos de cardiopatía, hipertiroidismo, arritmias, hipertensión
arterial, diarrea, hipoxemia úlcera péptica, reflujo gastrointestinal, alcoholismo, fiebre,
insuficiencia cardiaca congestiva y enfermedad hepática.

Efectos adversos.
Los efectos secundarios más comunes son dolor de cabeza, náuseas y vómitos,
molestias abdominales e inquietud. También puede haber una mayor secreción de ácido
gástrico, diuresis. La teofilina puede provocar trastornos del comportamiento y
dificultades de aprendizaje en niños en edad escolar. En concentraciones muy altas,
pueden producirse convulsiones debido al antagonismo de los receptores centrales A1.
Esto según West, B y Luks, M (2017).

• Agentes anticolinérgicos muscarínicos.


Estos fármacos se pueden clasificar en:
1. Anticolinérgicos de acción de acción prolongada (tiotropio).
2. Anticolinérgicos de corta acción (bromuro de ipratropio y bromuro de
oxitropio).

Mecanismo de acción.
El GOLD (2016) nos indica que los fármacos anticolinérgicos inhiben el tono de las vías
respiratorias mediadas por el nervio vago, con lo que se produce broncodilatación.
Estos son fármacos cuyo modo de acción se centra en ser un antagonista competitivo
de la ACh endógena en los receptores muscarínicos, estos agentes inhiben el efecto
directo del constrictor sobre el músculo liso bronquial mediado por la vía M 3-Gq-PLC-
IP3-Ca2+. La eficacia se deriva del papel desempeñado por el sistema nervioso
parasimpático en la regulación del tono broncomotor. Los efectos de ACh en el sistema
respiratorio incluyen broncoconstricción y secreción de moco traqueobronquial. Por lo
tanto, la respuesta de los fármacos antimuscarínicos antagoniza de estos efectos de
ACh, resulta en broncodilatación y secreción de moco reducida.

Indicaciones.
Los anticolinérgicos están indicados en pacientes asmáticos, pero son menos efectivos
como broncodilatadores que los agonistas β2 y ofrecen una protección menos eficiente
contra los factores desencadenantes bronquiales. En el EPOC los fármacos
anticolinérgicos pueden ser tan eficaces como, o incluso superiores a, los agonistas β2.
Su efecto relativamente mayor en la COPD que en el asma ya que reducen el
atrapamiento de aire y mejoran la tolerancia al esfuerzo en pacientes con COPD.
Efectos adversos.
El bromuro de ipratropio y el bromuro de tiotropio, incluso en dosis altas, no tienen
efecto detectable en la depuración mucociliar en sujetos sanos o en pacientes con
enfermedad de las vías respiratorias. Sin embargo, los pacientes pueden presentar
sequedad en la boca y sabor amargo.

III. Cromonas (cromoglicato sódico y nedocromilo sódico).


Mecanismo de acción.
Si bien su mecanismo de acción preciso todavía no se comprende bien, ambos fármacos
se consideran para evitar la broncoconstricción al estabilizar los mastocitos Según West,
B y Luks, M (2017) estos actúan impidiendo la liberación de factores quimiotácticos que
normalmente atraen a las células inflamatorias, estabilizando al mastocito.

Indicaciones.
Están indicados como profilaxis en situaciones conocidas que provocan de síntomas en
el asma como antes de hacer ejercicio durante el frío, en condiciones de sequedad o al
visitar un ambiente con un disparador conocido en un paciente específico, como un gato
en casa esto según West, B y Luks, M (2017).

Efectos adversos.
Nos indica el GINA (2019) los efectos secundarios que pueden tener los pacientes son
infrecuentes, pero incluyen tos con la inhalación y molestias faríngeas.

IV. Modificadores de leucotrienos (montelukast, pranlukast, zafirlukast, zileutón).


Mecanismo de acción.
Estudios indican que en el asma se producen LTc-cis que tienen efectos potentes sobre
la función de las vías respiratorias, induciendo broncoconstricción, hiperreactividad de
las vías respiratorias, exudación plasmática, secreción de moco e inflamación
eosinofílica. Los modificadores de leucotrienos inhiben los efectos de los cisteinil-LT en
las vías respiratorias los cuales pudieron ser inducidos por factores como el ácido
acetilsalicílico, ejercicio, alergenos, aire frío, PAF y SO 2.

Indicaciones.
En pacientes con asma leve a moderada, los antiLT causan una mejoría significativa en
la función pulmonar y en los síntomas de asma, con una reducción en el uso de
agonistas β2 inhalados como tratamiento de rescate de igual forma los antiLT son
efectivos en la prevención del asma inducida por el ejercicio, con una eficacia similar a
la de los LABA. Por otro lado, los modificadores de leucotrieno no tienen ningún papel
en la terapia de la EPOC.

Efectos adversos.
Poseen muy pocos efectos secundarios, con excepción de aumento en las pruebas de
función hepática en el caso del zileutón y zafirlukast.

V. Tratamiento contra los receptores de IgE.


Estos se clasifican en:
• Anti-IgE (omalizumab).
Mecanismo de acción.
El aumento de IgE específica es una característica fundamental del asma alérgica, el
bloqueo de IgE se da usando un anticuerpo, como el omalizumab, que es un anticuerpo
monoclonal humanizado que bloquea la unión de IgE a los receptores de IgE de alta
afinidad (FcεR1) en los mastocitos y, por tanto, evita su activación por alérgenos.
También bloquea la unión de IgE a los receptores de IgE de baja afinidad (FcεRII, CD23)
en otras células inflamatorias, incluidos linfocitos T y B, macrófagos y, posiblemente,
eosinófilos, para inhibir la inflamación crónica.
Indicaciones.
Los fármacos inhibidores de IgE están indicados como una opción complementaria para
los pacientes con asma alérgica severa no controlada con ICS-LABA a dosis altas.

Efectos adversos.
Las reacciones en el lugar de la inyección son muy comunes, pero de poca importancia la
anafilaxia es infrecuente.

VI. Inhibidores de la fosfodiesterasa-4 (PDE4).


Mecanismos de acción.
Los inhibidores de la PDE relajan el músculo liso e inhiben las células inflamatorias a
través de un aumento en el cAMP celular. La PDE4 es la isoforma de PDE
predominante en células inflamatorias, incluidos los mastocitos, los eosinófilos, los
neutrófilos, los linfocitos T y los macrófagos. Lo que sugiere que los inhibidores de
PDE4 podrían ser útiles como un tratamiento antiinflamatorio en el EPOC.

Indicaciones.
Esta indicada en los pacientes con bronquitis crónica, con una EPOC grave o muy grave
y con antecedentes de exacerbaciones.
Efectos adversos.
Los inhibidores de la PDE4 tienen más efectos adversos que las medicaciones para el
EPOC inhaladas. Los más frecuentes consisten en nauseas, reducción del apetito,
perdida de peso, dolor abdominal, diarrea, alteración del sueño y cefalea.

Conclusión.
• Tanto en el asma como el EPOC el tratamiento se basa en la sintomatología del
paciente y como disminuir estos, además de la adherencia que tenga el paciente al
tratamiento, los corticoesteroides inhalados son los medicamentos de elección en el
tratamiento del asma ya que disminuyen la inflamación y la hiperreactividad de los
pacientes, estos ICS debe estar acompañados por medicamentos broncodilatadores
que mantengan la musculatura bronquial relajada. Los SABA son muy útiles en el
control de las exacerbaciones por su rápida acción y también son un buen indicativo de
la gravedad del asma.

• El tratamiento en el EPOC es de suma importancia ya que estos mejoran la calidad de


vida del paciente con EPOC permitiendo la disminución de síntomas. Los
broncodilatadores son muy utilizados junto con los antimuscarínicos y que estos son
muy efectivos en el tratamiento contra exacerbaciones en el EPOC.

Referencias bibliográficas.
 Shifren A, Byers D, Witt C. Asma y EPOC. Manual Washington de especialidades
clínicas neumología. Wolters Kluwer. 1° Edición. Barcelona España. 2017.
 West, B y Luks, M. Fisiopatología del Asma y EPOC. Fundamentos de Fisiopatología
Pulmonar. Wolters Kluwer. 9° edición. Barcelona España. 2017.
 Goodman and Gilman. Farmacología respiratoria. Base farmacológica de la
terapéutica. Mc Graw Hill Education. 13° Edición. México. 2019.
 Alvar A. Consejo de dirección de GOLD. Global initiative for chronic obstructive lung
disease. Edition 2016
 Reddel H. Guia de bolsillo para profesionales de la salud. Global initiative for asthma.
Edition 2019.

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