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CONCEPTOS

ÉTICA (del griego ethos: costumbre) – MORAL (del latín mos: costumbre) Los problemas que el hombre trata de
solucionar no por el solo afán de conocer sino para orientar sus acciones son estudiados por dos disciplinas: la Ética y la
Estética. Son ciencias teleológicas, ciencia de los fines. Es la encargada de estudiar el hecho moral y de dar normas para
regir la conducta humana, informando acerca del bien y del mal, y señalando el camino a seguir. Dado que establece
normas es una ciencia normativa (aunque algunos le niegan este carácter). La ética o Moral puede definirse como el
estudio de la conducta humana en relación al bien y al mal.

La ética es una ciencia del deber ser (hay una ley o un principio, normas y un hecho o acción moral) y su modo es
imperativo, esto le otorga un carácter muy especial. El constituir una filosofía de la acción o práctica, no quita a la ética
un carácter de ciencia, porque sus normas emanan o son consecuencias de un estudio previo del bien como tal y de los
actos humanos, lo cual la designa como tarea especulativa. LA LEY se aplica AL HECHO a través de LA NORMA.

Se ocupan de las costumbres y de la acción humana (objeto de estudio).

HECHO MORAL  es muy peculiar, en él el sujeto se enfrenta a los objetos haciendo algo con ellos (en el acto
cognoscitivo el sujeto conoce los objetos, éstos determinan al sujeto). En el acto moral el sujeto se impone sobre los
objetos, el acto moral es acción y no contemplación, es práctica y no teoría.

Para constituir un hecho en acto moral se debe poder determinar en él un juicio de valor, se debe poder establecer
alguna relación con el bien y el mal. El acto es moral en cuanto se dan esas valoraciones, porque todo hecho moral
implica necesariamente un deber ser que constituye su esencia. Sin la noción del deber ser (libertad y responsabilidad)
no hay acto moral. Toda acción moral, que es siempre acción humana y acción libre, comporta un ingrediente axiológico
normativo que hace que los sujetos no permanezcan indiferentes frente a la sanción (aprobación o censura) que su
conducta provoque. Ello se debe a que la ley moral (la norma ética) se impone a la conducta a los actos del sujeto como
un deber ser.

LEYES MORALES  a diferencia de las leyes naturales cuya finalidad es descriptiva-explicativa (refieren a lo que es), las
leyes morales tienen un propósito práctico, buscan determinar o provocar un comportamiento (refieren a lo que debe
ser), lo que importa es la formulación de principios a los que debe ajustarse el obrar de los hombres.

NORMAS  son reglas de conducta que postulan deberes y que se dirigen a seres capaces de cumplirlas o de violarlas.
No puede decirse de sus enunciados que sean verdaderos o falsos ni que su corroboración dependa de los hechos, pues
es de la esencia misma de toda norma moral, por un lado, su obligatoriedad, en la medida en que expresa un deber ser,
y por otro, la posibilidad de su violación, en la medida en que se funda en el supuesto de la libertad humana.

NORMAS ÉTICAS  toda conducta humana supone la permanente referencia a normas éticas que se imponen a la
conciencia de los hombres como un deber ser. El deber ser se presenta como algo rector o imperativo que comporta en
sí un carácter de obligatoriedad.

ÉTICA AUTÓNOMA  Es autónoma una ética cuando la fuerza de la obligación –la ley que determina la conducta – es el
propio sujeto quien se la dicta y el que la ha de cumplir. Es decir es el sujeto quien encuentra en sí mismo las normas
(ética kantiana).

ÉTICA HETERÓNOMA  la obligación –la ley – procede de una autoridad o voluntad ajena al sujeto mismo. Las normas
en éste caso son exteriores a él.

DEONTOLOGÍA  del griego deon, genitivo (deontos): lo que es preciso o debido saber; logía: estudio, tratado. Es decir,
tratado del deber. Es una lógica deóntica. Estudia las normas, su objetivo es el análisis de las normas, ya sea que se trate
de ciencias naturales (normas explicativas), ciencias humanas (normas descriptivas) o ciencia normativa (normas
imperativas como la ética).

PSICOLOGÍA  del griego psique, alma: actividad mental; logía: estudio o tratado. Es decir, estudio o tratado del alma.
Es una ciencia humana. Tiene la responsabilidad profesional de conocer y el compromiso de aplicar las normas. Utiliza el
Código Ético Profesional. La psicología nos brinda el ámbito y el campo donde aplicamos ese principio a través de la
norma.

ÉTICA TRADICIONAL  ética de bienes y fines = ética teleológicas heterónomas (voluntad motivada desde el exterior.
Principio: bien común, solidaridad).

PERIODO ANTIGUO: Ética filosófica. Ética aristotélica de los bienes y de fines. Principio inscripto en el cosmos, el
hombre lo capta a través de la razón: apunta a la felicidad. Para ser feliz hay que ser virtuoso, y la virtud consiste en
cumplir con lo que la razón humana indica, según el orden cósmico que la razón misma puede desentrañar. El fin
supremo es la felicidad.

PERIODO MEDIEVAL: Ética teológica y concepción religiosa. El ser religioso era un ser mortal. Principio impuesto desde
afuera por Dios. Se llega a la felicidad cumpliendo con los mandatos divinos.

En ambos periodos, el principio viene impuesto desde afuera: son tedeologicas (apuntan a un fin) y heterónomas (la
voluntad es motivada desde el exterior.

GIRO COPERNICANO  ética formal y material = éticas deontológicas (obligatorias) autónomas (voluntad motivada
desde el interior. Principio: la justicia, igualdad para todos). Hay una revolución científica y metodológica, ética.
Cambian las concepciones del hombre y la filosofía, sus preocupaciones, etc.

PERIODO MODERNO: Ética kantiana y material de los valores (Scheler). Éticas deontológicas (obligatorias: si quiero
obrar moralmente bien tengo que cumplir con un deber) y autónomas (la voluntad está motivada desde el interior
porque se basa en la libertad). El hombre toma conciencia de la libertad, se siente el mandato pero se tiene la libertad
de seguirlo o no. Principio: la justicia y la igualdad para todos.

GIRO LINGÜÍSTICO SEMÁNTICO  giro lingüístico semántico (Husserl, Heidegger) y giro pragmático (Wittgenstein,
Habermas, Apel). Transformación de la filosofía trascendental clásica (superación del nivel pre-semiótico). Pone de
manifiesto que no existen los hechos sino solo las interpretaciones de los mismos. El mundo no es un conjunto de cosas
que primero se presentan y luego son nombradas o representadas por un lenguaje, sino que el mundo es una ya
interpretación cultural y como tal poético o metafórico. El mundo verdadero no existe más que como relato y como
interpretación (Nietzsche). Para Heidegger, el habla como articulación del sentido es la condición de posibilidad del
lenguaje, y la interpretación se funda en el comprender como un abrir previo de la significatividad (sistema de
conformidad o mundo de relaciones y referencias), de donde se desprende que el mundo es un plexo de significaciones.

Los sofistas marcaron el acento del lenguaje, que hasta ese momento lo consideraban como la culminación de un
proceso. Ahora, se toma conciencia de que el lenguaje estructura nuestra subjetividad y nos brinda una visión del
mundo. Siempre se tuvo al lenguaje como diacrónico, acá es sincrónico: la palabra y la verdad tienen que ver con el
contexto en el que tiene lugar. La verdad es intersubjetiva, surge de ese ámbito. La praxis es la que exige a la teoría que
de una explicación. A través de la fenomenología y la hermenéutica. La razón no es posible sin lenguaje, desde el vamos
hay una ética normativa.

No abandona la verdad como correspondencia entre el enunciado y el hecho sino que la subordina a una condición
denominada pre-ontológica o pre-interpretativa sobre la cual se apoya el mundo de la vida, y la comunicación de una
sociedad o de una etnia.
ACTUALIDAD  ética actual = ética del discurso y ética de la comunicación.

GIRO ICÓNICO Y TECNOLÓGICO  ciencia de la imagen (Boehm) y estudios visuales (Mitchell). Con este giro icónico y
uso de la imagen se desprende el lugar central de las emociones como punto de partida en todo proceso dialectico de
enseñanza-aprendizaje. Desplazamiento del ‘yo pienso’ al ‘yo dialogo’, es decir, de las condiciones de posibilidad de la
objetividad en la conciencia individual hacia el lenguaje y la comunicación como presupuesto básico y ámbito propio de
la reflexión filosófica (la acción comunicativa y el acuerdo intersubjetivo).

El principio de solidaridad y el principio de justicia tienen en la Ética del Discurso y de la Comunicación una raíz común,
pues, toda situación ideal del habla, reconocida empíricamente, implica las mismas posibilidades de hablar e iguales
oportunidades de fundamentar y expresar sentimientos o deseos. La Ética se presupone ya en las reglas de los actos del
habla, que son las condiciones pragmáticas trascendentales de posibilidad de argumentar y preceden todo ámbito
empírico.

COMPRENSIÓN – Teresa López de la Vieja de la Torre

La comprensión (o Verstehen) es un término amplio que se refiere a:

Una actividad intelectual: refuerza y añade valor a la información adquirida por el sujeto.

Un método: utilizado en Cs. Sociales, Historia y Filosofía. Representa una metodología cualitativa que asocia la
inteligibilidad del objeto investigado a las experiencias subjetivas. La capacidad para identificarse con el objeto, el
contexto de la investigación, las experiencias e incluso las actitudes del observador forman parte de este procedimiento
de investigación que NO sigue las reglas de la explicación causal.

En ella intervienen facultades como la percepción, el recuerdo, la imaginación, el entendimiento y conlleva actividades
como el análisis, la síntesis, la inducción, la deducción y las analogías entre lo interno y lo externo. Es decir, nunca
aprehendemos a algo desde 0 sino que, partir de lo que tenemos, incorporamos y reconfiguramos la información desde
una actividad metódica e intelectual. Además, es importante considerar la empatía y las reglas regulan los intercambios
sociales como aspectos del proceso comprensivo.

3 dimensiones en la definición de la COMPRENSIÓN:

1. Como método: Droysen ideó el método de “lo congenial” y las analogías para realizar analogías entre lo investigado
y quien investiga, lo externo y lo interno, promoviendo a la subjetividad como elemento relevante para la
comprensión; método de conocimiento de carácter universal. Para Dilthey y M. Weber, Verstehen era el método
más adecuado para conocer lo interno, el significado de las acciones. La comprensión posibilita "la capacidad de
revivir una experiencia" y una "claridad completa en la concepción de una conexión", siendo la acción una "conducta
subjetivamente significativa". Por otro lado, H.G Gadamer plantea que Verstehen no es un método en sentido
estricto, sino un procedimiento que lleva a captar el sentido del mundo, como un conjunto que se despliega a lo
largo de la Historia.

El método de lo congenial y las analogías permite diferenciar dos aspectos de la comprensión: uno concreto (lo
externo) y uno abstracto o formal (lo interno). Para ello hay que tener en cuenta lo postulado por la psicología
evolutiva: la conciencia se va desarrollando para construir esquemas de acción que dan lugar a operaciones
sensomotoras. En operación concreta (5 o 6 años) se lleva a cabo la función literal del lenguaje (no se puede hablar
con metáforas). A los 12/13 años se instaura la operación lógica formal, donde se incorpora la metáfora. Esto da
lugar a diferentes usos e interpretaciones de lo comprendido.
La comprensión a nivel individual es una actitud y un procedimiento que llevamos a cabo para comprender algo. Si
yo no comprendo no voy a poder interpretar.

Ambos aspectos permiten vincular a la comprensión como método con el giro interpretativo.

2. Como giro interpretativo o comprensión intersubjetiva: El "giro interpreta-tivo" cambia el sentido de los debates
sobre la comprensión, subrayando la construcción social del sentido de las acciones. "Comprender" es acceder a las
reglas que gobiernan la conducta individual y las prácticas sociales; después de L. Wittgenstein, se acepta que el
"sentido" está simbólicamente mediado. La comprensión es, por tanto, una forma de aprendizaje, dependiente de
un contexto, que exige un considerable esfuerzo para ir más allá de los límites del propio mundo y de la propia
cultura (Ch. Taylor), clase, tradición, género, identidad, etc. En el marco de la Hermenéutica, Verstehen tiene un
carácter universal, porque toda interpretación se realiza a través del lenguaje. Entender e interpretar significan
entenderse, relacionarse con otros. Por esta misma razón, la práctica de la interpretación termina por incidir en el
carácter y en las actitudes del sujeto: tiene valor formativo (Bildung).Comprendemos algo en el marco de una
determinada sociedad, con reglas y convenciones propias. "Comprender" es efectivamente algo más que entender
el significado de la acción, tiene que ver con la capacidad para ponerse en lugar del otro, con actitudes más
respetuosas hacia lo diferente, con la aceptación de lo heterogéneo, etc. Sin embargo, Verstehen ha sido
cuestionado por estas mismas razones, por su proximidad con las tradiciones, el contexto y la identidad
diferenciada.

3. Como comprensión intercultural que establece ciertos elementos normativos: nos propone sumar a todo lo
anterior ciertos criterios normativos para comprender otras culturas extrañas, porque comprender no siempre
implica tolerar. La "acción comunicativa" se refiere a un tipo de acción que está orientada al entendimiento. Los
elementos normativos son la parte central de este programa, pues la Pragmática universal examina las pretensiones
de validez, verdad, inteligibilidad, veracidad. El principio de inclusión – identidades, diferencias, culturas,
nacionalidades - completa esta teoría de perfil cognitivista y universalista, en la cual tienen siempre preferencia los
derechos universales sobre las formas de vida particulares. Las demandas de justicia efectiva, respeto hacia las
diferentes identidades, igualdad real para todos los agentes, forman parte la "otra voz" (C. Gilligan). Pero los
derechos básicos marcan el límite para la comprensión y la aceptación de las identidades. Hay que entender, como
afirmaba H. Arendt aunque comprender hechos terribles y sin sentido no significa aceptarlos.

MÉTODO FENOMENOLÓGICO DE E. HUSSERL Y EL GIRO SEMÁNTICO – Otero

Mundo circundante  no lo tenemos presente en todo momento, lo tenemos en forma anónima (mundo familiar,
social, espiritual). Es el marco desde el cual nosotros establecemos nuestro punto de vista.

El saber científico surge de una idealización del mundo de la vida dado en la experiencia pre-científica. Este proceso de
idealización lo describe a través de la fenomenología.

FENOMENOLOGÍA  surge como un modo de ver, que se basa en ir “a las cosas mismas” como principio de los
principios. El presupuesto que sostiene esto es que la conciencia opera como intencionalidad.

CONCIENCIA  la define como intención mental –intentio-, lo que permite la iniciación de una ontología idealista, donde
la vida de la conciencia es la base para la constitución del ser. La conciencia consiste en el hecho de trascenderse, tal es
su realidad primordial y absoluta. Es un ámbito de virtualidades y referencia, en ella la intención fija un contenido
unitario e idéntico, en el cual la cosa es simplemente mentada/conceptualizada. El cumplimiento en la realidad de tal
conceptualización, da una comprobación intuitiva por medio del acto intencional. Allí la cosa se presenta en su
consistencia propia o plenitud intuitiva. Ambos actos son “fenómenos de la conciencia”, y en ambos la conciencia es una
actividad intencional que va más allá de sí y aspira a la trascendencia.
La intencionalidad es la esencia o la naturaleza de la conciencia, y consiste en un “tender hacia” o “apuntar a”. Por
medio de la intencionalidad podemos ver lo que nosotros mismos proyectamos: interpretamos lo que nosotros mismos
somos, vemos lo que nos interesa. Por ello se dice que una buena interpretación se sustenta en una buena comprensión.

Es el hecho primario y definitivo de la conciencia en el cual y por el cual se constituyen y contraponen la objetividad y la
subjetividad. El objeto al cual se dirige la intencionalidad es un objeto ideal, es esencia y es definición de la subjetividad.

El objeto es objeto en tanto que es experimentado y vivido por un sujeto. Toda intencionalidad termina y se agota en la
idealidad. Toda intencionalidad termina y se agota en la idealidad.

Husserl reconoce al yo como centro personal de la vida de la conciencia, como centro de vivencias y como trascendencia
en la inmanencia. Implica una forma de existir especifica e irreductible, teniendo presente que el existir significa
trascenderse, ir más allá de sí mismo.

OBJETO DE LA FENOMENOLOGÍA  consiste en la descripción de la naturaleza intencional de la conciencia en la cual


son dados los fenómenos. Esto acarrea una nueva teoría de las ideas, Husserl realiza una descripción de la conciencia
intencional en la cual son dadas las ideas, esencias o eidos.

SER DE LA COSA REAL  tiene consistencia y estructura propia, en el cual las relaciones que le sobrevienen son
exteriores.

SER DE LA CONCIENCIA  se agota al ponerse en relación con algo que no es ella misma.

ACTITUD FENOMENOLOGICA  tiene dos aspectos:

 Aspecto negativo: poner entre paréntesis todo lo que no esté justificado (epoche).

 Aspecto positivo: consiste en recurrir a la intuición inmediata de las cosas, como fuente originaria y garantía de toda
verdad.

EPOGÉ/EPOCHE  la fenomenología realiza su trabajo mediante la epoche que consiste en un “poner entre paréntesis”
o abstenerse de considerar lo valido en la actitud natural ingenua. La abstención de los intereses que apuntan a los
objetos en el mundo conduce a atender al modo de ser dado de ese mundo. La epoche implica suspender el juicio y
poner entre paréntesis lo que primero que me viene a la conciencia. No es negar ni destruir sino dejar de considerar
por el momento. Se evita así que yo le agregue al objeto lo que pienso. Tengo que suspender ese pensamiento y dejar
que el otro se manifieste tal cual es.

Si yo soy conciente de que la conciencia opera como intencionalidad, entonces es importante la epoche
fenomenológica.

Antecedentes de la epoche: primera regla del método cartesiano de Descartes, que es la regla de la evidencia. Significa
que tenemos que partir de algo que se nos presente claro a los sentidos y distinto al entendimiento. Pero además
tenemos que evitar la precipitación y los prejuicios.

INTUICIÓN  es una captación inmediata (sin intermediarios) del objeto.

INTUICIÓN SENSIBLE: captamos de forma inmediata lo que percibimos en el exterior. Por medio de ella se nos dan
entes individuales espacio-temporales y contingentes que Husserl llama hechos. Conocer un hecho consiste en
describirlo tal como se da en la intuición sensible, no solo aisladamente sino enlazado con otros fenómenos singulares.
Mediante el conocimiento de la intuición sensible y la inducción se establecen leyes probables, siendo que la ciencia
basada en ello proporciona un saber empírico relativo, distinto al saber proporcionado por las ciencias eidéticas.
INTUICIÓN EIDÉTICA O INTELECTUAL: se capta la esencia de las cosas. A cada hecho le corresponde o le es inherente
una esencia o eidos que es algo que le hacer ser lo que es. Eidos es el aspecto de una cosa, no en el sentido de una
simple apariencia sino en cuánto auténtica manifestación de algo que se muestra como es en sí mismo. Si se capta el
eidos de la individualidad, será posible una ciencia de validez universal y necesaria que no esté sujeta al
condicionamiento de la limitada organización sensorial humana.

INTUICIÓN AFECTIVA: por medio de ella captamos en forma inmediata los valores.

La verdad sólo se da en la evidencia, y esta es una forma de intencionalidad en la cual el objeto nos es inmediatamente
dado. El sentido de la trascendencia en la inmanencia constituye la vida de la conciencia.

MÉTODO FENOMENOLÓGICO  Husserl no busca como Descartes una premisa a partir de la cual deducir todas las
otras verdades, sino que se propone hallar una evidencia tan rica que su descripción nos muestre cómo en ella se
fundan todo orden de realidades-físicas, eidéticas y trascendentales. Lo que se nos da con ese carácter es la conciencia
pura. Husserl desarrolla una serie de pasos que forman parte del método fenomenológico para acceder a esta forma de
conciencia.

ZONAS QUE CORRESPONDEN A LOS TRES ÁMBITOS DE LA CONCIENCIA  estos ámbitos marcan un proceso de
idealización.

ACTITUD NATURAL  corresponde al hecho y al fenómeno.

ACTITUD EIDÉTICA  se circunscribe a la esencia.

ACTITUD TRASCENDENTAL  corresponde al yo puro.

El procedimiento que se lleva a cabo en el proceso de idealización es la epoche fenomenológica: 1º paso: se pone entre
paréntesis lo que hace al objeto (prejuicios, ideas, aspectos subjetivos), el producto de este procedimiento es el
fenómeno: que es la cosa misma presente en la conciencia y es el único modo que tenemos de conocerla.

Esta primera aprehensión va a implicar una serie de síntesis sucesivas y simultáneas, donde cada una de las perspectivas
del objeto se van sumando para tener una percepción completa de la cosa: realizamos una síntesis (a partir de un lado
percibimos el resto). Estas sucesiones pasivas son simultáneas porque se registra un todo junto a su contexto. La
percepción es un proceso de síntesis pasivas sucesivas y simultaneas, en la cual las intenciones plenas se vacían, y las
intenciones vacías se plenifican. Sucesivas porque se dan en el tiempo, y simultáneas porque ocurren en un espacio.
Junto a este nivel de aprehensión perceptiva existen otros dos niveles de motivación e interés que tienen que ver con el
aprendizaje:

La percepción (rememoración): si dejo de lado la simple aprehensión, se pueden explicar las características de la unidad
objetiva presente en la conciencia (color, extensión, componentes). En este punto se dan síntesis pasivas y activas
porque la explicación puede darse espontáneamente o por intermedio de la voluntad. Reproduzco el objeto
rememorando y anticipando lo que va a venir

El Entendimiento (reconocimiento): es importante porque permite producir el insight o círculo de aprendizaje. Son
síntesis activas que me van a permitir identificar lo reproducido con lo aprehendido: es un reconocimiento.

Entonces existen tres niveles de motivación e interés relacionados con el aprendizaje donde aprehendo, reproduzco y
reconozco. Entonces tenemos dos niveles en la percepción (aprehensión y rememoración), y otro en el entendimiento
(reconocimiento).
2º paso: dado que el fenómeno que se nos presenta en la conciencia puede ser analizado, en este paso la epoche se
presenta como reducción eidética. La esencia no se capta de primera intención como el hecho sensible, sino que es
preciso hacerla surgir. Hay que lograr que se revele a la conciencia mediante el procedimiento intelectual de la
reducción eidética, la cual implica un desinterés por lo meramente fáctico. Lo original de esta reducción es que hace
surgir un nuevo tipo de realidades que tienen el carácter de entidades auténticas. Son presentificaciones que
enriquecen el dominio de la objetividad científica. Esta actitud eidética hace que el fenómeno sea lo que es: la esencia.
En la reducción eidética se lleva a cabo el método de las variaciones libres, que consiste en variar el objeto de la
imaginación. En este proceso de variación va a haber algo que no podemos variar.

Una vez realizada la reducción eidética surge la necesidad de realizar una nueva epoche:

3º paso: la reducción fenomenológica, a través de la cual hay algo que resiste a la reducción que es el yo puro o
conciencia pura, el propio yo de la reducción. Entonces, la epoche da acceso a un nuevo modo de existencia, que es la
trascendencia – intencionalidad – como existencia absoluta. Si pongo entre paréntesis la esencia, accedo a las
intenciones que salen de la conciencia. Pongo entre paréntesis el correlato, lo que me llevaría a constatar que hay un
sujeto que intenciona hacia algo que está afuera.

No es que el mundo se constituya fácticamente en la conciencia, lo que se constituye es su “sentido” y en ello se agota
su ser. Todas las unidades reales son unidades ideales de sentido y esto presupone una conciencia que otorga sentido,
por cuanto no hay objeto que no se constituya y que no reciba su sentido de la conciencia, en la intencionalidad que es
la función constitutiva.

4º paso: la reducción trascendental, donde se pone entre paréntesis la intencionalidad entre el sujeto y el objeto. Esto
es así porque existe una intencionalidad transversal que se sustenta en una longitudinal. Esta última, no es una
intencionalidad dirigida al objeto sino al propio sujeto. Las dos intencionalidades convergen en el uso de razón
(alrededor de los siete años). Lo que queda como residuo de esta reducción es el flujo absoluto de la conciencia. El flujo
absoluto es la conciencia que se viene constituyendo y se amplía desde el seno materno. En ese proceso vamos
desplegándonos y adquiriendo independencia, hasta llegar a la conciencia de sí. A medida que crecemos, vamos
ampliando ese conocimiento. A la par que constituyo el sentido que tiene el objeto para mí, me constituyo como
conciencia dadora de sentido.

ACTITUD NATURAL
Fenómeno (es la cosa misma presente en la CC).
Se llega a través de la intuición sensible posible (percepción) y de las ciencias empíricas.
EPOGÉ – Poner entre paréntesis, dejar que el otro se manifieste tal cual es.
ACTITUD EIDÉTICA
Esencia de las cosas
Se llega a través de la intuición eidética (intelectual) y de las ciencias eidéticas (filosofía).
REDUCCIÓN EIDÉTICA – Dejo de lado algunos aspectos, conservo la esencia.

ACTITUD TRASCENDENTAL
Esencia de la conciencia en la INTENCIONALIDAD (yo le doy un sentido por mi estado anímico, mental, por las experiencias
vividas) – FLUJO DE LA CC.
FENOMENOLOGÍA: descripción empírica de la CC.
Se llega a través de la reflexión trascendental (reflexión personal), la fenomenología trascendental (fenomenología o
filosofía como ciencia estricta).
REDUCCIÓN FENOMENOLÓGICA – S < O
Pasos fenomenológicos que conducen a la esencia de la conciencia: consiste en pasar de los hechos a la esencia.
PASO LLEGO A…
1° Hecho empírico Epogé Fenómenos
2° Fenómeno Reducción eidética Esencia de las cosas
3° Esencia de las cosas Reducción fenomenológica Esencia de la CC intencionalidad
4° Esencia de la CC Reducción trascendental Flujo absoluto de la CC

INTERSUBJETIVIDAD  para objetivar de manera universal y necesaria aquello que se manifiesta a la conciencia pura
Husserl presenta la intersubjetividad. Esta se pone de relieve en dos aspectos fundamentales:

1º: Podemos objetivar de forma universal y necesaria esa perspectiva subjetiva y relativa que tenemos de las cosas.
Constituimos el sentido que le otorgamos a un determinado objeto.

2º: A través de la intersubjetividad reconozco al otro como sujeto dador de sentido. Este reconocimiento se da de la
siguiente manera. El yo trascendental, al poner entre paréntesis, también deja de lado momentáneamente la creencia
en la existencia de otros sujetos. Considero los otros yo-sujetos como a mí mismo y por lo tanto el mundo circundante
existente es un mundo para todos nosotros. Lo que es cognoscible para mi yo, es cognoscible para cada yo, lo que se
pone de manifiesto al mostrar una comunidad de yoes.

Husserl relaciona el problema de la intersubjetividad con la empatía. La experiencia del otro es posible mediante una
transferencia aperceptiva que parte de mi propio cuerpo orgánico. Esto posibilita una aprehensión analogizante del
cuerpo del otro, y a partir de la experiencia trascendental es factible una aprehensión analogizante del otro como sujeto
de toda reducción. La evidencia del ego cogito es para Husserl sólo un comienzo y no un fin, toda verdadera objetividad
es intersubjetiva. El mundo intersubjetivo es el correlato de la experiencia hecha posible por la empatía. La constitución
de algo objetivamente verdadero requiere de una comunidad intersubjetiva y de este modo la experiencia deja de ser
solipsista y se convierte en intersubjetiva.

A través de la intersubjetividad, nos enriquecemos y ampliamos nuestra propia comprensión y visión de las cosas. Cada
uno registra desde su lugar, siendo nuestra perspectiva limitada y subjetiva. Es por eso que podemos afirmar que
Husserl da los elementos necesarios para el giro lingüístico: la verdad no está ni adentro ni afuera, sino que surge del
consenso intersubjetivo.

EDMUND HUSSERL, 1859-1938 – TEXTOS

FENOMENOLOGÍA  sale de la subjetividad y va hacia la intersubjetividad para fundamentar la objetividad del sentido
de la esencia. Alcanza su ámbito de trabajo mediante varios pasos que revisten el carácter de epogé (abstenerse de
considerar lo válido en la actitud natural ingenua).

Como disciplina: busca el fundamento absoluto, que radica en su objeto de estudio que es la esencia de la CC –base de
la constitución del ser– (la intencionalidad), lo que nos lleva a la intencionalidad de la CC que dará un sentido al mundo.
Esta intencionalidad es el hecho primario y definitivo de la CC en la cual y por la cual se forman y contraponen la
objetividad y la subjetividad.

Como método: es una descripción empírica de la intencionalidad de la CC. Surge la fenomenología en principio como
modo de ver, que se basa en el principio de los principios mismos de las cosas. Consiste en los pasos o procedimientos
necesarios para llegar a la esencia de la CC. Tiene dos aspectos:
● Lo negativo, que es todo lo que no se puede justificar. Lo que depende de nosotros, es subjetiva. Epogé (“poner
entre paréntesis”).

● Lo positivo, consiste en recurrir a la intuición sensible e inmediata de las cosas como fuente de la verdad. Para
tener esencia, primero tuve que tener la intuición.

Es ciencia descriptiva que nos lleva al plano de las esencias. El objeto es la descripción de la naturaleza intencional de la
CC pura en la que se dan los fenómenos.

LA HEMENÉUTICA ONTOLÓGICA DE LA FACTICIDAD EN HEIDEGGER (1889-1976) - Otero

En “Ser y Tiempo” Heidegger se propone recuperar la diferencia ontológica entre el ser y el ente.

EL SER  es lo que hace que el ente sea lo que es. El carácter ontológico de la reflexión heideggeriana apunta a pensar
al ser desde su verdad, como manifestación y no como pregunta por el ente en cuanto tal.

Heidegger piensa la historia de Occidente como la historia del olvido del ser, ya que en ella se ha sustituido la cuestión
del ser por la consideración del ente. Es por eso que la analítica ontológica del Dasein (Ontología Fundamental), le
posibilitará a Heidegger el esclarecimiento del tiempo como horizonte de toda comprensión del sentido del ser en
general (Ontología Universal).

EL DASAIN (ser ahí)  pone de manifiesto que el hombre en el único ente que está abierto al ser, que puede
preguntarse por él y por los otros entes. No se enfrenta al ser sino que le constituye un lugar.

El ser del ente hombre es pura posibilidad de ser. La posibilidad como tal es nada, porque para que dicha posibilidad
tenga entidad se tiene que realizar. Es también estar abiertos a la escucha.

EXISTENCIA  Heidegger adopta el término para significar el ser del hombre que consiste en existir. Este existir no se
refiere a la existencia como aquello que se presenta fácticamente ante los ojos, sino que alude a la característica óntica
del ente humano que consiste en ir desplegándose como un poder ser, constituyendo su propia dimensión ontológica (su
ser) por obra de sí mismo.

Analítica existenciaria: fenomenología y hermenéutica.

En Ser y Tiempo, Heidegger realiza una analítica existenciaria. Su meta es llevar a cabo una exégesis de la
existenciariedad para dar cuenta del modo de ser de la existencia del hombre. Esta es una postura metafísica,
ontologista.

Lo ontológico  se asocia a lo constitutivo como condición de posibilidad de lo que aparece. Tiene que ver con la
afectividad (disposición anímica) del hombre, son importante sus primeros momentos en el desarrollo.

MÉTODO FENOMENOLÓGICO  método apropiado para realizar este análisis. Fenómeno: lo que se muestra de sí
mismo – logos: “permitir ver”. Sirve para ver lo que se muestra de sí mismo.

HERMENÉUTICA  hermenéuein, deriva de Hermes. Hace referencia al mensaje de los dioses que el sujeto recibe en la
medida en que es capaz de escucharlo. La exegesis del Dasain es una hermenéutica del ser o interpretación ontológica
del mismo. El intérprete debe pasar del ente al ser, de lo pensado a lo no pensado.

La Exégesis se manifiesta a través de 3 estructuras ontológicas en las que se presenta el Dasain:


1. El ser-en-el-mundo. Primera estructura ontológica con la que se expresa el ser del ente humano en la exégesis del
Dasain. Su apertura se patentiza como un dirigirse al mundo, en los modos del curarse de los objetos, procurar por
los otros, de darle un sentido a la existencia que no es nada. Este sentido que le damos abre nuevas posibilidades.
La posibilidad es el poder ser, por lo que el sentido de mi existencia depende de mí mismo. Y en la medida que me
haga cargo voy a llevar un modo de existencia auténtico.
Esto se relaciona con el concepto de verdad que propone Heidegger: la verdad no consiste en la concordancia entre
el juicio y la cosa sino que, en su sentido más originario, es el descubrir mismo.
Alethia  des-ocultamiento, es la palabra que patentiza la manifestación del ser del ente. La verdad como el
descubrir mismo encierra al ser descubridor (Dasein) y el ser descubierto (ser de los entes). La verdad como
concordancia tiene su origen en el Dasein, y es un modo de ser derivado de la verdad como descubrimiento. Fuera
del Dasein no hay verdad ni no verdad.

Determinantes ontológicos del ser-en-el-mundo:


Encontrarse  es una disposición anímica donde nos encontramos en un contexto determinado. Es un estado de
yecto (arrojado al mundo sin saber de dónde se viene ni a donde se va) donde el afecto fundamental es la angustia
ya que la posibilidad de esa realización depende de mí. Es la posibilidad de todo conocimiento en general. Es la
forma de apertura del Dasain antes de todo conocer, todo obrar y todo querer.
Se manifiesta como una disposición anímica al encontrarnos en un contexto determinado. En la angustia del Dasain
se presenta la propia desnudez de su ser.
Comprenderse  el sujeto se comprende a sí mismo como un poder ser, como un proyecto. Me comprendo para ir y
realizar ese poder ser. Sólo el Dasain es libre de proyectar su estado de yecto, por lo que el comprender está
determinado por el encontrarse.
La comprensión fenomenológica no puede captarse como una intuición eidética, sino desde un comprender que es
anterior a todo conocimiento. Por este motivo Heidegger habla de una comprensión pre-ontológica (que no ha
llegado al concepto) del ser.
Habla  es condición de posibilidad del lenguaje al ser una articulación del sentido de la existencia. Una vez que el
sujeto pueda articular el sentido lo va a poder poner en palabras para transmitirlo. Se articula la comprensibilidad,
que es el fundamento de la interpretación y la proposición. El lenguaje es la expresión de las significaciones, y la
expresión del habla es la condición de posibilidad del lenguaje.
La interpretación expresa y desarrolla lo que el comprender ya ha abierto previamente. Puede ser realizada y no
expresada, o expresada en la proposición. Heidegger señala el oír y el callar como otros modos de habla. Lo
comprendido es el sentido, los entes mismos. La interpretación surge y retorna al lugar de origen que es el de
comprender. Se vuelve a las cosas mismas, dejando de lado aquellas conceptualizaciones que obstaculizan el
conocimiento.

2. Sorge, cura o preocupación. Esta estructura ontológica refiere al modo en que el Dasein se vincula (auténtico o
inauténtico). Pone de manifiesto que lo proyectado es lo ya yecto y lo ya yecto es en tanto se proyecta. Proyectando
al sido, estoy proyectando lo que ya soy, lo que proyecto se va transformando en yecto.

Determinantes ontológicos de Sorge: en esta estructura, se dan los tres juntos.


Facticidad  refiere al estado de arrojado en que se encuentra el hombre. Tomamos conciencia de nosotros mismos
cuando nos encontramos en una situación límite que nos hace reflexionar. La expresión “hermenéutica de la
Facticidad” quiere dar cuenta de la interpretación del sentido de la existencia del hombre.
Existenciariedad  el poder ser vive proyectado hacia nuevas posibilidades, mientras que los modos de ser como
habladuría, avidez de novedades y ambigüedad pone en de manifiesto el modo de ser de la cotidianeidad
denominado “ser caído” del Dasain.
Caída  es el modo de comportarse del Dasein absorbido en el “se” (Das Man) del mundo impersonal. Es la
articulación inauténtica del sentido de la existencia, donde culpo al contexto o a la situación. Solo una situación
límite que nos angustie nos va a sacar de ahí, por lo que el Dasein debe alcanzar su autenticidad desde su estado de
caída en el que se encuentra desde que existe. En la verdad es su estado de abierto (descubierto), y en la falsedad es
su estado de caída (encubierto).

El ser-para-la-muerte. El hombre es un ser-para-la-muerte, porque al ser pura posibilidad, la única posibilidad


segura es la muerte. Antes de que me sobrevenga la muerte, tengo la posibilidad de darle un sentido a mi existencia
que no es nada. Consiste en tomar la decisión de no sustraerse a la angustia ante la muerte, y con ello cobrar la
libertad ante la nada de la posible imposibilidad de la existencia.
A través de la muerte, Heidegger intenta apresar la totalidad existencial del hombre. Su meta es establecer la unidad
de las dimensiones del ser humano como poder ser, como unidad de posibilidades. Lo que transcurre entre la
muerte (que cierra el poder ser a parte post) y la historicidad (que cierra el poder a ser parte ante) se integra en la
superior unidad de la temporalidad.
La dimensión mortal es una parte esencial del ser humano. La muerte es la posibilidad más peculiar, irrefutable y
cierta, puesto que es la posibilidad necesaria de la imposibilidad de una ulterior existencia, ya que en ella se plasma
el acabamiento humano del resto de sus posibilidades.

El llamado de la conciencia. La existencia humana en su forma auténtica se pone de manifiesto por la conciencia (en
sentido existencial) en tanto que algo “abre” en cuanto llama (modo de habla). La llamada es una invitación a dejar
de ser “un mismo” para ser “sí mismo”, a pasar del ser inauténtico (no ver posibilidades, negar la angustia, no
hacerse cargo) al ser auténtico (hacerse cargo de las posibilidades y de la existencia como pura posibilidad de ser,
responsabilizarse). El Dasein llama en cuanto preocupación.
Al ser un poder ser, el hombre está siempre en deuda consigo mismo. En su más propio ser es deudor (condición de
arrojado), condición existencial de la deuda o culpa moral. El querer tener conciencia es un estado de resuelto, una
decisión anticipada de la muerte que hace patente al Dasein la totalidad de su ser como finitud y no ser. La respuesta
auténtica esta en asumir y resolverse a ser lo que se es.

3. Temporalidad. Es el sentido último del ser humano. La decisión anticipada de la muerte tiene un sentido temporal:
el ser hacia la muerte es un ser futuro. Desde el futuro vuelve al pasado para apropiárselo y tomar sobre sí al ser
deudor. Así, retrocede a su ser como sido, y solo en esta marcha se da la decisión anticipadora. Este estado de
decisión solo es posible como ser junto a los entes. El sido brota del futuro, y es el futuro sido (que va siendo sido) el
que despide de sí presente.
La temporalidad nos demuestra que el ser es tiempo.

Determinantes ontológicos de la temporalidad: porvenir, sido y presente son 3 éxtasis de la temporalidad, cuya
primacía la ostenta el porvenir. Se implican mutuamente.
El Ya en que es el sido  el pasado estático, el “sido”, no puede fundarse en el pasado como puro ahora
transcurrido.
El anticiparse que es el advenir 
El junto a (mirada)  el fenómeno auténtico “presente” (momento-mirada) que pertenece a la temporalidad
propia no puede explicarse por el vulgar ahora y menos derivarse de él.

La temporalidad original se temporaliza primariamente desde el futuro. Por el contrario, la comprensión vulgar del
tiempo se estabiliza en el ahora, mutilado en el puro presente. No hablamos de pasado, presente y futuro, porque
en tal caso estaríamos aludiendo a la existencia en lugar de la existenciariedad. Lo que entra en juego es el ser del
ente hombre que es Dasein.
Heidegger define a la temporalidad como el porvenir que va siendo sido. La temporalidad hace posible la unión de la
existenciariedad, Facticidad y caída que son los caracteres ontológicos del ser-en-el-mundo fácticamente existente
como preocupación (cura). El tiempo original es esencialmente finito pues la preocupación es un ser hacia el fin que
existe finitamente.
La totalidad del ser humano está limitada por el ser-hacia-la-muerte y por el nacimiento. La existencia consiste en el
intervalo entre el nacimiento y al muerte, y la temporalidad se revela como el continuo de la vida que se denomina
historicidad.
El tiempo resulta ser el horizonte para la comprensión del ser humano.
El presente brota del futuro en la unidad originaria y estatica de la temporalización de la temporalidad.

SERENIDAD (GELASSENHEIT) – Martín Heidegger

Una celebración conmemorativa exige que pensemos (denken).


Todos somos pobres de pensamiento (gedanken-arm), estamos todos con demasiada facilidad faltos de pensamiento
(gedanken-los). Hoy en día se toma noticia de todo por el camino más rápido y económico y se olvida en el mismo
instante con la misma rapidez.
Las celebraciones conmemorativas son cada vez más pobres de pensamiento. Celebración conmemorativa
(Gedenkfeier) y falta de pensamiento (Gedankenlosigkeit) se encuentran y concuerdan perfectamente.
Sin embargo, cuando somos faltos de pensamiento no renunciamos a nuestra capacidad de pensar. La usamos incluso
necesariamente, aunque de manera extraña, de modo que en la falta de pensamiento dejamos yerma nuestra capacidad
de pensar. Con todo, solo puede ser yermo aquello que en sí es base para el crecimiento.
El hombre puede llegar a ser pobre e incluso falto de pensamiento porque, en el fondo de su esencia, posee la
capacidad de pensar, y está destinado y determinado a pensar.
La creciente falta de pensamiento reside, en el hombre contemporáneo, en su huida ante el pensar. Esta huida ante el
pensar es la razón de la falta de pensamiento, va a la par del hecho de que el hombre no la quiere ver ni admitir. El
hombre de hoy negará rotundamente esta huida ante el pensar, afirmará lo contrario.

Tipos de pensamiento:
Pensamiento calculador  Este esfuerzo de sagacidad y deliberación como pensar es imprescindible. Cuando
planificamos, investigamos, contamos ya siempre con circunstancias dadas. Las tomamos en cuenta con la calculada
intención de unas finalidades determinadas. Contamos de antemano con determinados resultados. Este cálculo
caracteriza a todo pensar planificador e investigador. El pensamiento que cuenta, calcula; calcula posibilidades
continuamente nuevas, con perspectivas cada vez más ricas y a la vez más económicas. Este tipo de pensamiento corre,
no se detiene nunca ni se para a meditar, no es un pensar meditativo, no es un pensar que piense en pos del sentido que
impera en todo cuanto es.
Pensamiento/reflexión meditativa  cuando decimos que el hombre de hoy huye ante el pensar, es a este tipo de
pensamiento del que huye. Este tipo de pensamiento no tiene utilidad para los asuntos corrientes, ni aporta beneficio a
las realizaciones de orden práctico, sino que piensa en pos del sentido que impera en todo cuanto es. La reflexión y
meditación perseverante se da muy poco espontáneamente. Exige un esfuerzo superior y un largo entrenamiento. Cada
uno de nosotros puede, a su modo y dentro de sus límites, seguir los caminos de la reflexión. Esto es posible porque el
hombre es el ser pensante, esto es, meditante. No necesitamos de ningún modo una reflexión elevada, es suficiente
que nos demoremos junto a lo próximo y que meditemos acerca de lo más próximo, acerca de lo que concierne a cada
uno de nosotros aquí y ahora: aquí en este rincón de la tierra, ahora en la hora del presente acontecer.
“Somos plantas –nos guste o no admitirlo- que deben salir con las raíces de la tierra para poder florecer en el éter y dar
fruto” – Johann Peter Hebel

El poeta quiere decir: para que florezca verdaderamente alegre y saludable la obra humana, el hombre debe poderse
elevar desde la profundidad de la tierra natal al éter. Éter significa aquí: el aire libre del cielo alto, la abierta región del
espíritu.

Heidegger se pregunta si hoy en día se da esto que dice Hebel, si aún prevalece el espíritu meditativo. Plantea que el
desarraigo del hombre tiene que ver con los modernos instrumentos técnicos de información que estimulan, asaltan y
agitan hora tras hora al hombre. Dice que el arraigo del hombre de hoy está amenazado en su ser más íntimo. La
pérdida de arraigo no viene causada por las circunstancias externas y el destino, ni tampoco por la negligencia y la
superficialidad del modo de vida de los hombres. Esta pérdida procede del espíritu de la época en la que a todos nos ha
tocado nacer. La época es denominada como ‘la era atómica’: su característica más llamativa es la bomba atómica, y se
mira al negocio atómico como la nueva felicidad.
Nos olvidamos de reflexionar porque desde hace algunos siglos, tiene lugar una revolución en todas las
representaciones cardinales (massgebenden Vorstellungen). Al hombre se le traslada así a otra realidad. Esta revolución
radical de nuestro modo de ver el mundo se lleva a cabo en la filosofía moderna. De ahí nace una posición totalmente
nueva del hombre en el mundo y respecto al mundo. Ahora el mundo aparece como un objeto al que el pensamiento
calculador dirige sus ataques y a los que ya nada debe poder resistir. Esta relación fundamentalmente técnica del
hombre para con el mundo como totalidad se desarrolló primeramente en el siglo XVII. El poder oculto en la técnica
moderna determina la relación del hombre con lo que es. El desarrollo de la técnica se efectuara cada vez con mayor
velocidad, en todas las regiones de la existencia el hombre estará cada vez más estrechamente cercado por las
fuerzas de los aparatos técnicos y de los autómatas. Los poderes que en todas partes y a todas horas retan,
encadenan, arrastran y acosan al hombre bajo alguna forma de utillaje o instalación técnica, estos poderes hace ya
tiempo que han desbordado la voluntad y capacidad de decisión humana porque no han sido hechos por el
hombre. Heidegger dice que lo verdaderamente inquietante no es que el mundo se tecnifique enteramente, sino
que es que el ser humano no esté preparado para esta transformación universal, que aún no logremos enfrentar
meditativamente lo que propiamente se avecina en esta época.
El hombre de la era atómica se vería librado, tan indefenso como desconcertado, a la irresistible prepotencia de la
técnica. Y efectivamente lo estaría si el hombre de hoy desistiera de poner en juego, un juego decisivo, el pensar
meditativo frente al pensar meramente calculador. En esta era, se halla amenazado el arraigo de las obras
humanas.
Para nosotros, los hombres, el camino a lo próximo es siempre el más lejano y por ello el más arduo. Este camino
es el camino de la reflexión. El pensamiento meditativo requiere de nosotros que no nos quedemos atrapados
unilateralmente en una representación, que no sigamos corriendo por una vía única en una sola dirección. El
pensamiento meditativo requiere de nosotros que nos comprometamos en algo (einlassen) que, a primera vista,
no parece que de suyo nos afecte.
Ahora, dependemos de los objetos técnicos, que nos desafían incluso a su constante perfeccionamiento. Sin darnos
cuenta, nos encontramos tan atados a los objetos técnicos, que caemos en relación de servidumbre con ellos.
Pero también podemos hacer otra cosa: podemos usar los objetos técnicos, servirnos de ellos de forma apropiada,
pero manteniéndonos a la vez tan libres de ellos que en todo momento podamos desembarazarnos (loslassen) de
ellos. Podemos usar los objetos tal como deben ser aceptados. Pero podemos, al mismo tiempo, dejar que estos
objetos descansen en sí, como algo que en lo más íntimo y propio de nosotros mismos no nos concierne. Podemos
decir «sí» al inevitable uso de los objetos técnicos y podemos a la vez decirles «no» en la medida en que
rehusamos que nos requieran de modo tan exclusivo. Nuestra relación con el mundo técnico se hace
maravillosamente simple y apacible. Dejamos entrar a los objetos técnicos en nuestro mundo cotidiano y, al
mismo tiempo, los mantenemos fuera, los dejamos descansar en sí mismos como cosas que no son algo
absoluto, sino que dependen ellas mismas de algo superior. Esta actitud que dice simultáneamente «sí» y «no» al
mundo técnico con una antigua palabra es la Serenidad (Gelassenheit) para con las cosas. Con esta actitud
dejamos de ver las cosas tan solo desde una perspectiva técnica, empezamos a notar que la fabricación y utilización
de máquinas requiere de nosotros otra relación con las cosas que no está desprovista de sentido (sinnlos). Rige así
en todos los procesos técnicos un sentido que reclama para si el obrar y la abstención humanas (Tun und Lassen),
un sentido no inventado ni hecho primeramente por el hombre. El sentido del mundo técnico se oculta: en todas
partes nos alcanza un sentido oculto del mundo técnico, que se oculta precisamente cuando viene a nuestro
encuentro. Lo que así se muestra y al mismo tiempo se retira es el rasgo fundamental de lo que denominamos
misterio. A esta actitud por la que nos mantenemos abiertos al sentido oculto del mundo técnico se la denomina
la apertura al misterio.

La Serenidad para con las cosas y la apertura al misterio se pertenecen la una a la otra. Nos hacen posible residir
en el mundo de un modo muy distinto, nos promueven un nuevo suelo y fundamento sobre los que mantenernos y
subsistir, estando en el mundo técnico pero al abrigo de su amenaza, nos abren la perspectiva hacia un nuevo
arraigo. Estas no caen del cielo, ambas crecen desde un pensar incesante y vigoroso.

La revolución de a técnica que se avecina en la era atómica puede fascinar al hombre, deslumbrarlo y cegarlo de tal
modo que un día el pensar calculador pudiera llegar a ser el único válido y practicado. El peligro de esto radica en
la indiferencia que se desarrollaría hacia el pensar reflexivo, una total ausencia de pensamiento. Entonces, el
hombre habría negado y arrojado de sí lo que tiene de más propio: que es un ser que reflexiona. Heidegger dice
que hay que salvaguardar a esta esencia del hombre, y por ello hay que mantener despierto el pensar reflexivo.

Cuando se despierte en nosotros la Serenidad para con las cosas y la apertura al misterio, entonces podremos
esperar llegar a un camino que conduzca a un nuevo suelo y fundamento. Este fundamento la creación de obras
duraderas podría echar nuevas raíces.

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